Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 4

Capítulo 7: La Batalla del Escudo y la Lanza

―Filo, tú ve a por Motoyasu y…

Mientras comenzaba la batalla, le di órdenes a Filo.

Motoyasu había dicho que no iba a contenerse, ni siquiera contra una chica. Sus ojos estaban ardiendo con odio. Preparó su lanza.

―Yo, la princesa, soy la fuente de todo el poder. El mundo entero debe escuchar y obedecer mis palabras. ¡Haz llover fuego sobre el enemigo! ¡Tormenta Ígnea Zweite!

Cuando el cántico arrogante de la Zorra concluyó, le siguió una lluvia de fuego mágica desde el cielo.

―¡Naofumi! ¡Filo!

―¡Yo soy la fuente de todo poder! ¡Escucha y obedece mis palabras! ¡Detén la lluvia que cae sobre ellos! ¡Anti Tormenta de Fuego Zweite!

Melty dejó de intentar romper la Jaula Eléctrica para poder lanzar un hechizo de interferencia contra la lluvia de fuego. Pero no fue capaz de anular por completo los efectos del hechizo de la Zorra, y el fuego siguió cayendo sobre nosotros.

Toda la zona estalló en llamas. Parecía un mar de fuego. Afortunadamente, sólo fue lo suficiente extenso como para afectarnos a Filo y a mí, que estábamos en la vanguardia.

―Eso es. Esta vez ni siquiera voy a permitir que golpeéis a Motoyasu-sama.

La Zorra estaba corriendo hacia nosotros, realizando hechizos sin vacilar. Melty también era buena usando magia, sin embargo, el nivel de la Zorra era más alto.

―¡Filo! ¡¿Estás bien?!

―¡Síp! ¡Estoy bien!

Filo no había sufrido ningún daño significativo por el fuego. En cuanto a mí… no me sucedió nada la última vez que los magos de la Corona decidieron someterme a un bautizo de fuego, por lo que esta vez tampoco me afectó.

―Yo soy la fuente de todo poder. ¡Escucha y obedece mis palabras! ¡Trae la lluvia de la misericordia! ¡Tormenta Zweite!

Melty invocó una poderosa lluvia para protegerse a sí misma y a Raphtalia.

―¡Ja! ¡Motoyasu-sama, tú concéntrate en el Demonio del Escudo! ¡Yo me encargaré de este pájaro con mi magia!

La Zorra y las otras chicas del grupo de Motoyasu empezaron a encantar hechizos.

―¡Allá voy!

Filo no se molestó en prestar atención al cántico. Se precipitó directamente hacia Motoyasu.

―¡Espera, Filo!

¡No debió correr sin más, no teníamos ni idea de lo que nos esperaba!

―¡Placaje Alado!

Apareció una enorme bola de aire y se dirigió volando directamente hacia Filo, que aún estaba corriendo a por Motoyasu.

―¡Joh!

Produciendo una nube de humo, Filo cambió a su forma humana mientras avanzaba. En un instante se puso los guantes de poder y corrió para rebanar a Motoyasu.

―Ugh…

Motoyasu puso su lanza en vertical y bloqueó el ataque de Filo.

Ya veo. ¡Fitoria enseñó a Filo a luchar en su forma humana y ahora ha usado eso para esquivar el ataque!

―¡Allá voooooooy!

Las garras de Filo estaban provocando cortes a Motoyasu de manera instantánea. Era como una pelea de gatos. La agilidad de Filo proporcionaba tanta velocidad a sus ataques que resultaban difíciles de seguir. Claro que ella ya era realmente rápida, pero los trucos que Fitoria le había enseñado tenían un efecto evidente. Era muy fuerte.

―¡Lo siento, Filo!

Motoyasu preparó su lanza y utilizó una habilidad contra Filo.

―¡Lanza Estrella Fugaz!

¡No le permitiría usar esa habilidad tan fácilmente! Salté entre él y Filo y bloqueé el ataque con mi escudo. La lanza de Motoyasu comenzó a brillar con intensidad y se transformó en una lanza de luz, entonces nos la arrojó. La lanza de energía se dividió y cayó desde encima de nosotros.

―¡¿Ugh?!

Usé la parte más robusta de mi escudo para bloquear el ataque. El impacto fue muy potente. Lo sentí retumbar a través del escudo. Mis huesos se sacudieron; sentí que pude oírlos.

¿Ya está utilizando sus ataques más poderosos? ¿Qué pretende? Bueno, si es una batalla real, supongo que no tiene ninguna razón para contenerse.

―¡¿Qué te ha parecido ESO?! ¡Pues hay más en el sitio de donde ha venido! ¡Lanza del Caos! ¡Lanza del Dragón Creciente!

Motoyasu lanzó una habilidad tras otra. Mi Escudo Víbora de Quimera ni siquiera tuvo la oportunidad de activar su contraataque Colmillo de Serpiente.

¡Maldita sea! ¡Está muy seguro de sí mismo! Su nivel debe ser muy alto.

―¡Myne! ¡Chicas!

―¡Lo sé! ¡Fuego Zweite!

―¡Ráfaga de Aire Zweite!

―Fuego, viento y mis habilidades combinadas. ¡Habilidad combinada! ¡Lanza Ígnea Explosiva de Ataque Aéreo!

―¡Ugh!

Cada parte de mi cuerpo que no pude cubrir con el escudo gritó de dolor. Ni siquiera me atrevo a pensar qué habría ocurrido si mi Armadura de Bárbaro no hubiera tenido resistencia al fuego y al viento. ¿Había sobrevivido sólo por la protección de Fitoria?

No quería verlo, ni aceptarlo… pero no podía ignorar la sangre que se filtraba a través de las grietas de mi armadura. Necesitaba magia curativa… pero Motoyasu no me iba a dar tiempo para utilizarla.

―¡Escudo Prisión!

Una jaula de escudos apareció alrededor de Motoyasu.

―¡Molino de Viento!

Motoyasu hizo girar su lanza en círculos a gran velocidad. Todos los escudos que componían la jaula salieron despedidos.

Maldición… Su poder de ataque ha superado claramente mi capacidad para defenderme contra él.

El tiempo de enfriamiento de sus habilidades ya había expirado, y empezó a lanzarnos habilidades de nuevo, una tras otra. No podríamos ganar estaba batalla si teníamos que estar a la defensiva todo el tiempo.

―¡Maestro!

Filo cruzó los brazos y corrió hacia Motoyasu.

―¡No interfieras!

Motoyasu giró su lanza y asestó una estocada en dirección al estómago de Filo con el mango. Pero antes de que la golpease, fui capaz de lanzar un hechizo.

―Yo soy el Héroe del Escudo y la fuente de todo poder. Escucha y obedece mis palabras. ¡Protégela! ¡Primera guardia!

Se escuchó un estrépito, y al parecer fue porque había conseguido lanzar el hechizo justo a tiempo. La empuñadura de la lanza de Motoyasu se detuvo antes de poder golpear a Filo.

Afortunadamente, en el transcurso del combate contra Fitoria, descubrimos que la ropa humana de Filo tenía un poder defensivo excelente. Y combinada con mi hechizo defensivo, su defensa se había vuelto extraordinariamente alta.

―¡Maldita sea!

―¡No voy a perder!

Demasiado atenta como para dejar escapar la oportunidad, Filo propulsó sus garras hacia Motoyasu mientras éste se recuperaba.

―¡Maldición! ¡No voy a dejar que me golpees!

Motoyasu esquivó el ataque. Se movió para contraatacar, pero Filo ya se había alejado de un salto y estaba encantando un hechizo.

―Yo soy la fuente de todo poder. ¡Escucha mis palabras! ¡Atácale con un feroz tornado! ¡Tornado Zweite!

―¡Yo soy la fuente de todo el poder, todo el universo escuchará y obedecerá mis palabras! ¡Dispersa el tornado!

―Nosotras somos el origen de todo poder. ¡Escucha y obedece nuestras palabras! ¡Dispersa el tornado!

―¡Anti-Tornado Zweite!

Debido a la magia de interferencia de las otras tres, el tornado de Filo se convirtió en nada más que una brisa refrescante. Nuestra filolial comenzó a concentrarse incluso más a partir de entonces. Mientras tanto, yo agarré a Motoyasu por el brazo para evitar que se moviera.

―¡Suéltame!

―¿Por qué debería hacerlo? ¡Filo!

―¡Síp! ¡Haikuikku!

Filo se volvió borrosa cuando comenzó a moverse a gran velocidad. De repente estaba detrás de Motoyasu, al que yo todavía tenía agarrado.

―Ugh…

Con el sonido de algo rasgándose, las garras de Filo le golpearon una y otra vez.

―¡No creas que eso es suficiente para derrotarme!

Motoyasu se liberó de mi agarre y giró su lanza, preparándola. Entonces la empujó directamente hacia mis ojos. Fue muy rápido. Incliné la cabeza hacia un lado justo a tiempo para que la punta de la lanza solo rozase mi oreja.

―¡Ja!

―¡Guaaah!

Un soldado había quedado atrapado en la jaula con nosotros, y Raphtalia acabó con él en ese momento.

Los soldados se abalanzaban en cuanto creían que Melty o Raphtalia habían bajado la guardia, pero estaban equivocados. A esas dos no se las podía tomar a la ligera. Sin duda podían protegerse solas…

¿Pero cuánto tiempo llevaría terminar con esto? ¿Qué deberíamos hacer? Si pudiésemos derrotar a Motoyasu, tendríamos una oportunidad. Por supuesto, todavía tendríamos que lidiar con la Zorra y los demás. Esto se veía muy mal. Iba a depender de qué cosa se terminase antes: mi resistencia o la magia de la Zorra.

―¡¿Eh?!

¡Ella y sus amigas estaban bebiendo agua mágica para recuperar su maná! No era algo bueno.

¡¿Significa eso que tendré que aguantar de algún modo hasta que se les acaben las pociones mágicas?!

―Eres bastante bueno, Naofumi. ¡¿Es así como te las arreglaste para matar a Ren e Itsuki?!

―¡Ya te he dicho que yo no lo hice! ¡Escúchame!

Motoyasu estaba usando habilidades a tanta velocidad que se estaba quedando sin aliento. ¡Aun así, yo ya estaba empezando a recibir mucho daño! Sentía la sangre cayendo desde mi cuerpo.

―Además, no soy fuerte por las razones que crees. ¡He tenido muchas dificultades! Yo no soy como tú, señor Lo Sé Todo Sobre Este Mundo. ¡No estoy intentando ser malvado!

Desde que fui invocado a este mundo, pasé una gran cantidad de tiempo experimentando muchas cosas nuevas y luchando contra un montón de monstruos diferentes. No escatimé esfuerzos en utilizar métodos que pudieran hacerme más fuerte. Traté de desbloquear tantos escudos y habilidades como me fue posible, pero… pero al final… ¿un escudero realmente no tenía ninguna oportunidad?

―¡Idiota!

―¿Qué?

Motoyasu estaba distraído. La Zorra se había puesto a gritar su nombre, y yo seguí su mirada para ver qué estaba captando su atención: la espada mágica sobresalía desde el hombro de una de sus compañeras.

Eh, por lo menos eso debería dificultarles el mantener el bombardeo mágico.

Raphtalia había estado prestando atención al combate. Advirtiendo que nos encontrábamos en problemas, salió de su puesto en la retaguardia y vino a ayudarnos. En cuanto a Melty… todavía estaba trabajando en destruir la Jaula Eléctrica. Cada vez que un soldado se acercaba demasiado como para resultar peligroso, usaba un hechizo y le mandaba a volar. Pero todavía había más soldados intentando acercarse.

―¡Princesa! ¡Ten cuidado!

―¡Mel!

―¡Ugh!

Viendo que Melty estaba a punto de ser superada, Filo cambió inmediatamente a su forma de reina filolial y corrió a ayudarla. Se deshizo de los soldados como si fueran juguetes. No estaba usando Haikuikku, pero seguía moviéndose muy rápido. Todo era gracias a la batalla contra Fitoria.

―¡Naofumi-sama! ¡Deja de mirar a Filo, estás bajando la guardia!

―¡Maldición!

La Zorra estaba furiosa por haber perdido a una miembro de su grupo. Desenvainó su espada y atacó a Raphtalia.

―Ya hemos cruzado espadas antes. ¡No puedes derrotarme!

El sonido de sus espadas chocando era fuerte y agudo. Pero por el momento, Raphtalia estaba bloqueando todos sus ataques. Sí, era una buena pelea. Sólo rezaba para que Melty encontrase una forma de destruir la jaula.

―¡Myne! ¡Maldita sea!

Motoyasu de giró para correr hacia la Zorra, pero le detuve.

―Motoyasu, escúchame. Todo lo que está sucediendo se debe a la conspiración perpetrada por la Zorra, digo la princesa, y la Iglesia de los Tres Héroes. ¡Nosotros NO hemos matado a Ren e Itsuki!

―¡No te creo! ¡Fuera de mi camino!

Intenté razonar con él una y otra vez, pero Motoyasu no escuchaba. Esto no era lealtad, ¡era confianza ciega! Era demasiado obstinado para escuchar.

¿Qué deberíamos hacer? Yo no puedo atacar, y si Filo comenzase a luchar no habría nadie que pudiese proteger a Melty. Aunque vendría si la llamase…

―¡Naofumi-sama!

Raphtalia gritó mi nombre. Su cola estaba totalmente erizada; había algo que realmente quería decirme.

Eso es…

Motoyasu me había mostrado la salida. Él estaba observando a Myne, esperando a que Raphtalia dejara alguna brecha en su defensa. Pasé a su lado y sincronicé mi respiración con la de mi compañera.

―Yo soy la fuente de todo poder. Escucha y obedece mis palabras. ¡Ocúltanos! ¡Ocultación Básica!

Me estaba concentrando, enfocándome en Raphtalia, y justo cuando conjuró su hechizo, apareció el nombre de una nueva habilidad en mi campo visual.

Entonces así es como se hace…

―¡Escudo de Ocultación! ¡Cambiar Escudo!

―¿Qué le estáis haciendo a Myne? ¡Lanza Paralizante!

Motoyasu se giró hacia Raphtalia y lanzó una habilidad hacia ella. Pero…

―¡¿Qué?!

Un escudo apareció de inmediato frente a los ojos de Raphtalia.

Sí, esa era nuestra habilidad combinada: Escudo de Ocultación. Era una habilidad que creaba un escudo mágico invisible. Usé Cambiar Escudo para convertirlo en un escudo con contraataque. En ese momento decidí usar el Escudo Devorador de Almas, con su contraataque para robar SP.

―¡Ugh!

El Escudo Devorador de Almas mordió a Motoyasu, se transformó en una bola de magia y voló hacia mí.

―¡Ha robado mis SP!

Ése era el efecto que esperaba. El efecto Devorar Almas robó sus SP. No tenía forma de saber cuánto poseía Motoyasu, pero esto debía facilitarnos un poco las cosas.

―No subestiméis a Naofumi-sama.

Dijo Raphtalia antes de desaparecer con Espejismo de Ocultación y alejarse sin ser vista.

―¡¿Dónde está?!

―¡Motoyasu-sama! ¡Déjamelo a mí!

La Zorra trató de cancelar la magia de Raphtalia, pero ya estaba demasiado lejos.

―¡No será tan fácil!

Motoyasu bajó la lanza y cargó hacia mí como un jabalí.

―¡Toma esto!

Vio que yo estaba aliviado porque Raphtalia había escapado y lanzó una habilidad voladora hacia mí. Por el modo en que se movía, asumí que era la Lanza Estrella Fugaz. Mi nueva y mejorada armadura había aumentado las capacidades mi visión, pero… ¿podría hacerlo?

Estiré el brazo… y agarré el mango de la lanza brillante.

―¡Idiota! ¡¿Acabas de atrapar al vuelo mi Lanza Estrella Fugaz?!

―¡Tú eres el idiota, usando las mismas habilidades una y otra vez! ¡Puedo ver todos y cada uno de tus movimientos, cretino!

El contraataque del Escudo Víbora de Quimera, Colmillo de Serpiente (medio), se activó y mordió a Motoyasu.

―Ugh… Mi cuerpo…

Por fin estaba envenenado. La expresión de Motoyasu se retorció y de manera inexplicable produjo medicina desde su lanza.

¿Cómo lo hizo?

―¡No te lo permitiré!

―¡Ja! ¡Intenta detenerme!

Me moví para evitar que se tomase la medicina, pero llegué demasiado tarde. Había logrado bebérsela mientras yo estaba tratando de averiguar de dónde había salido.

―Jeh… No creas que el veneno es algo tan grave.

Vale, pero ¿cómo has obtenido un antídoto de tu lanza? No lo entiendo.

―¿El veneno no funciona? ¿Eso es lo que estás diciendo? Odio decirte que he visto su efecto muchas veces.

Filo estaba atacando tan rápidamente que Motoyasu tenía problemas para pensar una respuesta.

―¡En serio, cálmate y escúchame! ¡Nosotros no les hemos hecho nada a Ren e Itsuki! ¡Cuántas veces tengo que decirte que todo es una conspiración y que la mujer que está detrás de ti es la que tira de los hilos!

―¿Por qué debería escucharte? ¡Yo creo en mis amigos!

¿Amigos? Creo que quería decir “mujeres”. Da igual, al menos lo he intentado. Sería justo decir que he mantenido mi promesa con Fitoria. Y todavía no he tratado de usar el Escudo de la Ira.

―Vale, muy bien, he tratado de ser justo contigo. He intentado hablar contigo. No quería hacer esto.

Sujeté mi escudo. Si no hacía algo, la situación empeoraría. Si Melty no era capaz de romper la jaula, las tropas de apoyo seguirían apareciendo hasta superarnos, y si no escapábamos antes de que eso ocurriera, sería nuestro final.

―¡No te olvides de Filo!

Llamé a Raphtalia para que nos ayudase.

―Juzgando por la forma en que has estado atacando, tienes razones para ser precavido.

―Ugh…

―Melty.

―¿Qué?

―¿Lo entiendes?

―…Sí.

Sólo tenía una idea: usaría la magia de Raphtalia para crear un escudo invisible y lo colocaría en la trayectoria de Motoyasu. El escudo lanzaría un contraataque y Filo y Melty combinarían su magia para herirle. Si nada más que usábamos magia, interferirían y la detendrían. Pero ¿serían capaces de parar esto?

―Sí que les gusta a tus amigas usar magia de fuego y viento. Estoy seguro de que eres consciente de que ninguno muy eficaz contra mí, ¿verdad?

No tenía claro sobre a qué debía estar agradecido, pero parecía que la protección de Fitoria nos estaba dando una ventaja sobre Motoyasu.

―Y sin duda te habrás dado cuenta de que todavía tengo un as en la manga que no he utilizado.

Motoyasu ya había visto una vez el Escudo de la Ira. Ya estaba teniendo una batalla bastante difícil con las cosas tal y como estaban, y sabía que aún no había usado ese escudo. Entonces ¿qué pasaría si sacase el Escudo de la Ira ahora? Bueno, Filo enloquecería… pero eso no era un problema tan grave.

―¡Todavía no!

Motoyasu levantó rápidamente su lanza, apuntándola hacia mí.

―¡Jabalina de Ataque Aéreo!

La lanza silbaba a través del aire mientras se dirigía en mi dirección.

―¡Sí, ¿cómo no?!

La detuve en el aire. Se produjo un sonido metálico cuando golpeó en mis dedos, y sentí un poco de dolor. Estaba sujetando la lanza, pero en el instante que aflojé mi agarre, voló de regreso a la mano de Motoyasu.

―Mel.

―Sí. ¡Filo, respira conmigo!

―¡Vale!

Melty y Filo sincronizaron sus respiraciones y empezaron a encantar un hechizo.

―Nosotras somos la fuente de todo poder. Escucha y obedece nuestras palabras…

―¡¿Magia combinada?!

La Zorra y sus amigas palidecieron.

¿Qué es eso? Espera… He leído sobre ella en un libro de magia.

Algunas magias muy avanzadas requerían la cooperación de otro mago o bruja, y la magia combinada era una de ellas. Como mínimo eran necesarias dos personas, pero podían combinar sus poderes para utilizar hechizos más complicados. El nivel por encima de la magia combinada se llamaba magia ceremonial. Al parecer era magia a una escala muy grande que se usaba en las guerras. Podía ser sumamente poderosa… o eso había oído.

―¡Destrúyelos con una tormenta arremolinada!

―¡Huracán!

Melty y Filo juntaron las manos y un pequeño tornado emergió del punto en que se conectaron. Era pequeño, pero parecía muy potente y estaba cubierto de lluvia y granizo. Aulló en dirección a Motoyasu y su grupo.

No lograrán detenerlo. Tendrán que resistirlo.

―¡Maldición! ¡Yo os protegeré!

Motoyasu se movió corriendo para ponerse delante de su grupo. Sostuvo su lanza en posición horizontal y recibió el impacto de frente.

―¡Aaaaaaaaargh!

No fue capaz de soportar la fuerza y salió despedido a través del aire. Pero entonces, el tornado se disipó. Tal vez la magia de Melty y Filo no era lo suficiente fuerte como para mantenerlo de manera continua.

Motoyasu fue derribado, pero un segundo después ya estaba de pie otra vez.

―Yo… no puedo perder aquí… No contra ti… Si pierdo, la princesa Melty, Raphtalia… Filo… te pertenecerán.

El pensamiento de Motoyasu, creyendo firmemente en su justicia, luchando a su manera, me hizo sentir que en realidad podría tener algunas cualidades dignas de elogio. Pero, oye… ¿por qué yo era el tipo malo?

Motoyasu no era tan estúpido como para creer que yo era un jefe intermedio de este pequeño juego, ¿verdad? Sólo de pensarlo me sentía molesto. ¿Quién se creía que era?

―Las salvaré. ¡Por Ren e Itsuki!

―Bufón mujeriego… Es patético verte así.

¿Por qué no me cree? ¿No es una explicación más sencilla que todo esto del lavado de cerebro? Si dedicase esa fanática determinación a algo más importante… Menudo desperdicio.

―Ugh…

No podíamos asestar el golpe de gracia. Sus amigas se interponían en el camino.

Pero pensar que ha luchado durante tanto tiempo y no se ha rendido ni siquiera estando al borde del colapso… Supongo que en ese aspecto realmente es un héroe. Pero no puede creer ciegamente en sí mismo y seguir insistiendo en su propia versión de la justicia.

―Ríndete. No puedes derrotarnos. Lo único que quiero es que me escuches.

Estábamos en un momento decisivo. Tenía que encontrar alguna forma de conseguir que escuchara o éste sería el final del camino… a menos que pudiésemos escapar.

―Melty, aprecio tu ayuda en la batalla, pero por favor, sigue intentando romper la jaula.

―¡Ya lo estoy haciendo!

―¡Motoyasu-sama! ¡Si no derrotas ahora al Demonio del Escudo, se escapará! ¡Tenemos que encargarnos de ellos ahora o no tendremos otra oportunidad para salvar a Melty!

―¡Lo sé!

Supongo que Motoyasu y sus compañeras de equipo no tenían forma de saber que todo era una conspiración. Pero en realidad, lo que estaban haciendo servía para matar a Melty. Era bastante triste. El auténtico enemigo estaba justo a su lado y él no se daba cuenta, pero la Zorra no sabía cómo rendirse.

Miré a Raphtalia y ella asintió. Quería que utilizase Espejismo de Ocultación para que se desvaneciera y callase a la Zorra de una vez por todas. Todavía tenía la espada mágica. Si pudiese usarla para dejarla sin sentido, eso nos daría una oportunidad de escapar. Pero no podía fingir estar satisfecho con eso, ya que una parte de mí la quería muerta. Aun así, si quería limpiar mi nombre, no podía ir por ahí matando gente. Si quería encargarme de la Zorra, tendría que asegurarme de haber tratado primero con la Basura. De cualquier otro modo, yo no sería mejor que él. Si quería eliminar a alguien que se interponía en mi camino, sólo tendría que sacrificarlo usando mi poder.

¿Eso sería lo correcto? ¡No! ¡Tengo que demostrar mi inocencia!

―No voy a perder… ¡Nunca!

No podía decir que fuera algún tipo de ataque suicida, pero Motoyasu estaba corriendo directamente hacia mí con su lanza.

―¡Filo!

―¡Síp!

El próximo ataque terminaría con esto… o eso creí. Antes de que chocara con el escudo, se dejó escuchar un sonido extraño en toda la zona. Miré a los lados y descubrí que todos los soldados que se encontraban a nuestro alrededor habían desaparecido. Estaba pasando algo, ¿pero qué?

Escuché unos golpes rítmicos… como si alguien estuviera… ¿aplaudiendo?

―Ah… No esperaría menos de la Lanza. Has mostrado una excelente determinación. Gracias por todos tus esfuerzos.

Toda el área estaba cubierta con una presencia tan poderosa que resultaba casi sofocante… ¿pero qué era?