Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: Guardián de las Profundidades

Parte 5

Hajime suavemente la apoyó con un brazo y le mostró su cuello. Ella recuperaría su maná si bebiera su sangre. La Ambrosía podía curar su agotamiento también, pero quizás porque era un vampiro, tomó mucho tiempo para que surtiera efecto en ella. Supuso que tenía sentido que la sangre fuera el mejor remedio para un vampiro. Yue sonrió levemente a la alabanza de Hajime antes de clavar sus colmillos en su cuello. Una leve descarga se deslizó por sus mejillas mientras ella bebía su sangre.

Sin embargo, antes de que ella pudiera terminar, Hajime repentinamente desenganchó su cuello y se levantó de nuevo. Su Presencia Sentido había descubierto otros cien monstruos que se dirigían hacia ellos.

“Yue, tenemos el doble de gente que antes de irnos.”

“¿Qué?”

“Definitivamente algo extraño está pasando aquí. Acabamos de acabar con un gran grupo de ellos, ¿no? Pero de todos modos nos siguen apurando… Es como si estuvieran siendo controlados. No me digas que esas flores son…”

“¿Parásitos?”

“¿Tú también lo crees, Yue?”

Yue asintió de acuerdo.

“… Debería tener un cuerpo principal en alguna parte.”

“Sí. Si no podemos atrapar al bastardo que le puso esas flores a todo el mundo, tendremos que luchar contra todos los monstruos de este piso”.

Ellos decidieron buscar el cerebro detrás de los parásitos de las flores antes de que se sintieran abrumados por los números. Hasta que derrotaron al titiritero, no podrían hacer una búsqueda adecuada del suelo.

Como ya no tenían tiempo para dejar que Yue le chupara la sangre tranquilamente, Hajime intentó pasarle un frasco de Ambrosia. Sin embargo, ella no lo tomó. Inclinó la cabeza, perpleja. Yue le tenía los brazos abiertos en vez de tomar el frasco.

“Hajime… llévame…”

“¿Qué tienes, cinco años? Espera, ¿no me digas que esperas que te lleve y huya mientras me chupas la sangre?”

Ella asintió enfáticamente. Supuso que Ambrosia tardaría demasiado tiempo en surtir efecto, y en un santiamén necesitarían la magia de Yue para salvarlos. Sin embargo, no estaba encantado con la idea de huir de un ejército de monstruos mientras ella le chupaba la sangre. Supongo que los tiempos drásticos exigen medidas drásticas… Al final, aceptó y levantó a Yue en su brazo… y luego se dio cuenta de que eso impediría sus movimientos demasiado, así que la arrojó sobre su espalda. Sus preparativos completos, saltó hacia abajo.

Y así volvemos a la escena anterior, en la que Hajime estaba siendo perseguido por 200 monstruos. Hajime se abrió paso a través de un denso grupo de malas hierbas con Yue aún aferrado a su espalda. Aunque ella había terminado de chuparle la sangre, todavía no había salido.

Mientras corría, oyó detrás de él un enorme ruido que retumbaba. La planta entera tembló mientras el ejército de dinosaurios atacaba hacia él. Los raptores se escondieron en la alta hierba y se arrojaron a Hajime desde todas las direcciones. Mató a los que consiguieron llegar hasta él e ignoró el resto tan rápido como pudo. Actualmente estaba abriéndose camino hacia lo que él creía era el escondite más obvio que podía imaginar. Yue lanzó proyectiles mágicos a la izquierda y a la derecha, manteniendo a raya a los monstruos e impidiéndoles que entraran completamente atrapados.

Sluuuuurp. Ella volvió a chuparle la sangre mientras corría. Su destino era el muro del laberinto situado al otro lado del mar de los árboles. En esa pared había una fisura masiva que se abría en una caverna

La razón por la que había escogido investigar primero ese lugar fue por una peculiaridad que había notado en el comportamiento de los monstruos. Mientras Hajime corría por el bosque, los ataques de los monstruos se volvieron más frenéticos sólo cuando se dirigía en cierta dirección. Como si estuvieran intentando impedir que se vaya por ahí. No era mucho para continuar, pero era todo lo que tenían. Además, si se demoraban demasiado, de todos modos, estarían abrumados, así que no tenían otra opción que apostar todo por las pistas que consiguieran encontrar.

Había esperado esconderse entre la hierba mientras se abría camino, pero ese plan claramente ya había fracasado. En vez de eso, como su posición ya estaba comprometida, decidió acelerar y activar [Aerodinámica] junto con [Paso Supersónico] para disparar hacia delante.

Sluuuuurp.

“¡Yue! ¿Puedes dejar de chuparme la sangre en cada oportunidad?”

“… La necesito.”

“¡Mentirosa! Sé que apenas has usado maná desde la última vez que tomaste un sorbo “.

“Sus flores están drenando mi… Kuh.”

“¡Deja de jugar la trágica heroína, sé que estás bien, idiota! No puedo creer que estés jodiendo así cuando estoy corriendo por mi vida”.

Incluso en una situación tan tensa, a Yue le interesaba más la sangre de Hajime que su inminente crisis. Dios, no tiene vergüenza. Y a pesar de su actitud juguetona, ella seguía derribando a todos los monstruos que saltaban en rango sin saltarse un latido. Después de unos minutos más de correr llegaron a la entrada de la cueva, con doscientos monstruos arrastrados.

La fisura era lo suficientemente estrecha como para que dos hombres adultos tuvieran problemas para caminar lado a lado. Los T. rexes no encajarían en absoluto y los raptores tendrían que seguir en fila única. Una de las rapaces saltó hacia ellas, garras listas, pero antes de que llegara a unos metros, Hajime la voló en pedazos con [Donner]. Una vez que atravesaron la fisura, Hajime la transmutó, cerrándola detrás de él.

“Haaah, finalmente podemos tomarnos un descanso.”

“… Suenas cansado.”

“Si te preocupas por mí, ¿qué tal si me dejas en paz?”

“Muu… Bien.”

De mala gana, Yue se resbaló de su espalda. Debe gustarle mucho mi espalda.

“Ahora bien, considerando lo desesperados que se veían esos tipos, diría que estamos en el lugar correcto. Asegúrate de estar alerta.”

“De acuerdo”.

El interior de la caverna estaba oscuro desde que Hajime había cerrado la salida, así que procedieron con cautela.

Después de unos minutos de caminata, el camino se abrió en una amplia habitación. Había una segunda fisura al otro lado de la habitación. ¿Quizás ese es el camino que lleva al siguiente piso? Hajime empezó a registrar la habitación. [Sentir Presencia] no detectó enemigos, pero había un sentimiento ominoso que no podía sacudir, así que mantuvo la guardia alta. Había aprendido la dura manera en que algunos monstruos podrían evadir su [Sentir Presencia].

Fue cuando llegaron al centro de la habitación que finalmente sucedió. Un incontable número de lo que parecía bolas de ping pong verde volaron hacia ellos desde cada esquina de la habitación. Yue y Hajime retrocedieron de un lado a otro y comenzaron a tirar las pelotas de ping pong.

Sin embargo, había más de cien que venían hacia ellos rápidamente, y se dio cuenta de que no podía conseguirlos a tiempo. Cambió instantáneamente de rastro y transmutó un muro para protegerse. Todas las bolas chocaron contra la pared, incapaces de atravesar la gruesa piedra. Aunque rápidos, no parecían tener mucha fuerza. Yue no tuvo ningún problema en cuidar a los que estaban de su lado con su magia superior de viento.

“Yue, creo que esa es la forma principal de atacar del cuerpo. ¿Tienes idea de dónde está?”

“……”

“¿Yue?” Preguntó Hajime, inquisitivamente. Aunque no poseía ninguna habilidad de percepción como Hajime, sus sentidos vampíricos perfeccionados le proporcionaron una cantidad útil de información que no estaba disponible para Hajime.

Sin embargo, Yue no respondió. Confundido, se volvió hacia ella y le preguntó de nuevo, pero la respuesta que recibió fue completamente inesperada.

“¡Corre, Hajime!” Sus manos señalaban a Hajime. Vientos de viento azotaron peligrosamente a su alrededor. Sus instintos le gritaron que corriera, así que saltó lo más rápido posible. Ni siquiera un segundo más tarde, una espada de viento pasó por el lugar en el que acababa de pararse y le atravesó la pared que tenía detrás.

“¿Yue?” Hajime apenas podía creer lo que estaba viendo. Levantó su voz sorprendido, pero entonces la comprensión se dio cuenta cuando vio lo que estaba por encima de la cabeza de Yue. Floreciendo sobre su pelo dorado había una pequeña flor. Sentí como si el monstruo hubiera elegido esa flor específicamente para ella también. Después de todo, la rosa escarlata sobre su cabeza le venía perfectamente bien.

“¡Maldita sea, esas bolas verdes deben haber sido flores!” ¿Qué tan estúpido puedo ser? Quiero golpearme a mí mismo ahora mismo, pensó, mientras evadía otra ráfaga de viento de Yue.

“Hajime… Uggnn” Su cara de póquer habitual fue reemplazada por una expresión de dolor. Cuando le disparó a la flor de la cabeza del raptor, ésta le había marcado con una sorprendente cantidad de odio, lo que significaba que había recordado el tiempo que había pasado bajo el control de la flor. La flor controlaba sólo el cuerpo y no la mente.

Afortunadamente, él ya sabía cómo liberarla de eso. Apuntó a la flor y se preparó para apretar el gatillo.

Sin embargo, parecía que su cantera sabía de lo que eran capaces sus armas, y que había derribado una flor antes.

Controló a Yue, obligándola a proteger la flor. Eso la hacía subir y bajar, lo que significa que si fallaba podría dispararle en el cráneo. Corrió hacia delante, intentando arrancarla, pero Yue señaló con una mano a su propia cabeza como lo hizo.

El mensaje era claro. Si intentaba acercarse, el monstruo forzaría a Yue a atacarla con su propia magia.

Aunque era prácticamente inmortal, Hajime no podía decir con confianza que aún sería capaz de regenerarse si volaba en pedazos con un poderoso hechizo. Y era lo suficientemente hábil como para lanzar incluso los hechizos más fuertes en segundos. No estaba dispuesto a arriesgar la vida de Yue en una apuesta como esa.

Percibiendo su vacilación, el monstruo salió de la grieta que había en la parte de atrás de la habitación.

Lo que salió de las profundidades fue un híbrido mujer-planta que se parecía mucho a algo parecido a un Dryad o un Alraune. No había mejor manera de describir la criatura a la que se enfrentaban. Según la leyenda, tomaron las formas de hermosas mujeres para socavar la voluntad de sus oponentes de luchar, y si uno las trataba bien serían bendecidas con buena fortuna. Sin embargo, la criatura que estaba frente a ellos no se parecía en nada a las leyendas.

Mientras que seguía pareciendo una mujer, su cara era tan fea como su estilo de lucha sucia, y las innumerables vides retorciéndose alrededor de ella como tentáculos sólo servían para que pareciera más repugnante. Hubiera sido mejor llamarlo un aspirante a Alraune. Había una sonrisa malvada en su horrible cara. Hajime no perdió tiempo en señalarla con [Donner] a este nuevo oponente. Pero antes de que pudiera disparar, Yue se interpuso entre él y el aspirante a Alraune, bloqueando su línea de visión.

“Hajime… Lo siento…” Yue apretó los dientes de frustración. No poder controlar su propio cuerpo debe haber sido insoportable para ella. Incluso ahora, luchaba desesperadamente por mudarse. Mientras Hajime observaba, gotas de carmesí empezaron a caer por las esquinas de su boca. Debió morderse los labios tan fuerte que le sacó sangre. No podía decir si era frustración por su propia impotencia, o un intento de infligir suficiente dolor como para que ella pudiera romper el hechizo. Quizás fue un poco de ambos.

Usando a Yue como escudo, el aspirante a Alraune le disparó otra bola verde a Hajime.

Una bala de [Donner] lo hizo pedazos. Aunque no podía verlos, estaba seguro de que la bola debía haber rociado esporas de flores por todas partes cuando estalló.

Sin embargo, Hajime no sintió una flor floreciendo en su cabeza. El aspirante a Alraune dejó de repente de sonreír cuando vio que Hajime aún no estaba perplejo. Las esporas parecían no funcionaron en él.

Debe ser por todas las resistencias que tengo. Su suposición era más o menos correcta, ya que las esporas del aspirante al Alraune eran una forma de neurotoxina. Por lo tanto, su resistencia venenosa lo hizo inmune a sus efectos. En otras palabras, la única razón por la que Hajime no era un títere fue por pura suerte. No era como si Yue hubiera bajado la guardia o algo así. Por eso no tenía motivos para culparse a sí misma.

Al darse cuenta de que sus esporas no podían controlarlo, el aspirante a Alraune hizo un púlpito y ordenó a Yue que lo atacara con su magia. Otra espada de viento le disparó. A partir de cuán simples se habían vuelto los movimientos de Yue, y cuán solteros habían sido los primeros ataques de los raptores, Hajime conjeturó que el aspirante al Alraune no podía sacar toda la fuerza de sus sujetos controlados.

Supongo que al menos es un consuelo. Cuando se movió para saltar fuera del camino, Yue volvió a apuntar con una mano a su cabeza, poniéndole en su lugar. Incapaz de esquivar, activó la habilidad de [Piel de Diamante] que había tomado del cíclope para defenderse.

[Piel de Diamante] consistía en cubrir el cuerpo del lanzador con maná y luego endurecerlo, de manera que estaba rodeado por una concha literalmente tan dura como los diamantes. Todavía no lo había entrenado mucho, así que probablemente apenas era una décima parte de lo que había sido la versión del cíclope. Aun así, fue suficiente para detener las cuchillas de viento de Yue, que eran afiladas, pero carecían de potencia.

Hay una forma de terminar esta pelea ahora mismo, pero… Estoy preocupado por las secuelas… ¿Debería intentar lanzarle una granada incendiaria? Mientras Hajime reflexionaba sobre la mejor manera de escapar del punto muerto, escuchó el grito de dolor de Yue.

“¡Hajime! No te preocupes por mí… ¡sólo dispara!” Parecía que se había resuelto sola. Si ella se interpondría en su camino y lo atacaría, preferiría que le dispararan. No había ni la más mínima duda en sus ojos carmesí.

Normalmente esto sería una escena en la que el personaje principal decía algo como: “¡No hay forma de que pueda hacer eso!”. O,”¡Te salvaré, cueste lo que cueste!” y fortalecer sus lazos con la heroína. Y, de hecho, el viejo Hajime pudo haber hecho justamente eso. Pero el Hajime actual era un hombre mucho más duro.

“Espera, ¿en serio? Gracias.” ¡Bang! Un solo disparo resonó en la habitación.

Al escuchar las palabras de Yue, Hajime había disparado sin dudarlo. El silencio llenó la habitación cuando los ecos del disparo se desvanecieron. La rosa roja giró por el aire antes de caer sin sonido al suelo.

Yue parpadeó sorprendida. El aspirante a Alraune también lo hizo.

Yue le dio una palmadita en la cabeza. La flor se había ido, pero el pelo cerca de ella estaba encrespado y desgarrado. Incluso el aspirante a Alraune, por muy malvado que fuera, miró con desprecio a Hajime.

“¡Tu no tienen derecho a juzgarme!” ¡Bang! Hajime disparó furiosamente al aspirante a Alraune. La gota verde salpicaba por todas partes mientras perdía la cabeza. Sus miembros espasmaron momentáneamente antes de que todo se arrugara hasta el suelo.

“¿Estás bien, Yue? No te sientes rara en ninguna parte, ¿verdad?” Hajime se acercó casualmente a Yue. Sin embargo, Yue miró con enfado a Hajime mientras seguía aplastando su cabello.

“… Realmente me disparaste.”

“¿Eh? Quiero decir, sí, me lo dijiste.”

“… Ni siquiera dudaste…”

“Bueno, sí, estaba planeando disparar desde el principio. Tengo confianza en mis habilidades, pero pensé que te enfadarías si disparaba sin avisar. Sólo estaba siendo considerado esperando a que dijeras algo primero”.

“… Me rozaste la cabeza…”

“Pero se curará enseguida, ¿no? Así que no debería haber ningún problema “.

“Ughhhh…”

Su expresión gritaba “¡Y qué!” mientras ella golpeaba su pecho con sus puños. Era verdad que ella fue la que le dijo que disparara, y que ella hubiera preferido que eso siguiera en su camino. Pero Yue seguía siendo una chica. Ella también tenía sueños. Esperaba que Hajime hubiera dudado al menos un poco. Ella estaba enojada por lo poco que se había tomado su decisión.

Por su parte, una vez que Hajime se dio cuenta de que el aspirante al Alraune no podía controlar a Yue lo suficientemente bien como para usar magia más avanzada, pensó que ya no había razón para preocuparse. No hubo muchos ataques que pudieran superar su inmortalidad.

A pesar de eso, había dudado, el mayor tabú de la lucha, hasta que Yue le había dado una señal de que estaba bien. No podía entender por qué ella estaba tan enojada después de que, en su mente, él le había dado la máxima consideración. Se enfadó aún más cuando oyó su explicación, y enfadada le dio la espalda.

Hajime suspiró para sí mismo y empezó a pensar en cómo podía mejorar su estado de ánimo. Algo que resultó ser infinitamente más difícil que derrotar que a la aspirante a Alraune.