Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 1

Capítulo 3: La Princesa Vampiro Dorada

Parte 4

El monstruo tenía casi cinco metros de largo, y poseía cuatro brazos que terminaban en tijeras afiladas como una navaja de afeitar. Tenía otras ocho patas que se aferraban ruidosamente a su alrededor. También tenía dos colas, cada una de las cuales terminaba en aguijones. Lo más parecido era un escorpión. Hajime asumió que los dos aguijones contenían veneno. Era claramente mucho más poderoso que los monstruos a los que se había enfrentado hasta ahora. El sudor frío comenzó a correr por su frente.

Uso su [Sentir Presencia] cuando entró por primera vez en la sala no había descubierto nada, pero la que había usado hace unos momentos sí lo había hecho. Lo que significa que la cosa del escorpión debió entrar en la habitación después de que liberó a Yue de su foca.

En otras palabras, ésta era la última trampa que habían puesto sus captores para evitar que escapara de su celda. Si era una trampa diseñada para Yue, Hajime podría escapar si la dejaba atrás.

No miró a la chica que tenía en sus brazos. Ignoraba por completo lo del escorpión y sólo miraba a Hajime. Sus ojos eran un mar de calma, mostrando nada más que la determinación de aceptar su destino. Hablaban mucho más de lo que las palabras podían decir. Yue había decidido poner su vida en manos de Hajime.

Cuando vio esos ojos, los labios de Hajime naturalmente se enroscaron en su habitual sonrisa sin miedo. Aunque se había dicho a sí mismo que nunca más volvería a preocuparse por otras personas, de todos modos, había terminado compadeciéndose de Yue. Ella había encendido el fuego en su corazón, un corazón que él creía que había abandonado hacía mucho tiempo. Y a pesar de la terrible traición que había sufrido, decidió una vez más confiar en alguien. Si él no la ayudó, entonces no merecía ser llamado hombre.

“Tráelo, bastardo. Mátame si crees que puedes.” Hajime arrojó a Yue sobre su hombro, sacó otro frasco de Ambrosia de su bolso, y se lo metió en la boca.

“¿Mmmgh?” El fluido rejuvenecedor se esparció por todo su cuerpo. Se formaron lágrimas en el rabillo de sus ojos por la repentina intrusión de algo duro en su boca, pero sus ojos se abrieron de par en par al sentir que la Ambrosía sanaba su cuerpo demacrado.

Entonces movió hábilmente a Yue, colocándola en su espalda. Debilitada como estaba, Yue no era más que un peso muerto, pero Hajime sabía que, si la dejaba en algún lugar, lo del escorpión probablemente iría a por ella primero. Aun así, luchar contra un monstruo tan fuerte mientras protegía a alguien iba a ser duro.

“¡Agárrate fuerte, Yue!” Aunque ella estaba lejos de estar completamente curada, tenía suficiente fuerza en su cuerpo como para poder aferrarse firmemente a su espalda.

Las piernas del escorpión se estrellaron contra el suelo mientras se les asomaba. Sintió los delgados brazos de Yue apretados contra su espalda, y con la sonrisa intrépida aún en su cara, Hajime audazmente proclamó su intención.

“Si intentas interponerte en mi camino… ¡Te mataré y te comeré!” Como si respondiera a su desafío, la cosa del escorpión atacó primero. Una de sus colas se hinchó y le disparó un chorro de líquido púrpura. El chorro viajó sorprendentemente rápido, y Hajime saltó rápidamente. El líquido púrpura chisporroteó al tocar el suelo, derritiendo la zona que lo rodeaba. Hajime sospechaba que era algún tipo de ácido.

Salvó una breve ojeada al líquido antes de sacar a [Donner] de su funda y dispararle.

¡Bang! Disparó a plena potencia. Una bala viajando a tres kilómetros por segundo chocó contra el cráneo de la cosa con forma de escorpión.

Hajime sintió a Yue rígida en su espalda. Se sorprendió al ver un arma tan desconocida, y se sorprendió aún más al verla disparar un ataque que golpeó instantáneamente. Además de todo eso, sin embargo, no había sentido que Hajime usara magia. Sin embargo, había una pequeña cantidad de electricidad que corría por su brazo derecho; él la había creado sin cantar un hechizo o usar un círculo mágico. En otras palabras, Yue se dio cuenta de que tenía el mismo tipo de habilidad de manipulación de maná que ella.

Era igual que ella, y por alguna razón él también estaba atrapado en las profundidades del infierno. Aunque sabía que ahora no era momento de distraerse, no podía evitar prestar más atención a Hajime que al escorpión.

Mientras tanto, Hajime continuó saltando por el aire con [Aerodinámica], asegurándose de mantenerse constantemente en movimiento. Por una vez, su expresión era realmente sombría. La razón era que [Detección mágica] y [Sentir Presencia] le habían dicho que su bala no había perturbado lo más mínimo al escorpión.

Como prueba de ello, su otra cola se estaba hinchando. Entonces, una vez que había acumulado suficiente presión, le disparó su aguijón. Intentó esquivar, pero la aguja estalló en el aire, astillándose en numerosos fragmentos afilados que corrían hacia él.

“¡Gah!” Gritó de dolor, pero continuó disparandolas con [Donner], dándoles patadas con [Piernas de Acero], y soplándolas con [Garra de viento]. Se las arregló para sobrevivir al ataque y devolvió el fuego con [Donner]. Entonces tiró a [Donner] al aire, sacó una granada de su bolsa, y la tiró a la cosa con forma de escorpión.

Soportó el segundo disparo de [Donner], preparándose para disparar otro tiro de agujas y un roció de ácido a cambio. Pero antes de que pudiera, la granada de ocho centímetros de largo que había rodado junto a ella explotó. Y cuando explotó, roció algo negro con tono negro ardiente por todo el escorpión.

Esta era su granada incendiaria. Había salido de la roca flamígera que descubrió en el suelo de alquitrán. Ahora mismo el escorpión estaba siendo envuelto en llamas de 3000 grados.

Parecía que ni siquiera la cosa del escorpión podía soportar las llamas tan calientes, cuando empezó a agitarse, intentando raspar el alquitrán de alguna manera. Hajime utilizó esta vez para aterrizar en el suelo y recargar a [Donner], que ya estaba atrapado en el aire.

Para el momento en que terminó de recargar los efectos de la granada incendiaria había muerto, y la [roca flamígera] se había quemado en su mayoría. Sin embargo, las llamas definitivamente habían logrado hacer algún daño, y la cosa con forma de escorpión chirrió de rabia.

“¡Kshaaaaaaaaaaaaaaaa!” Cargaba a Hajime, las ocho piernas corriendo rápidamente por el suelo. Las cuatro tijeras unidas a sus patas delanteras se extendieron repentinamente hacia delante como si hubieran sido disparadas por un cañón y se dirigieron hacia Hajime.

Él esquivó la primera con [Paso Supersónico], luego saltó sobre la segunda con [Aerodinámica]. Consiguió patear al tercero con sus [Piernas de Acero], pero eso lo desbalanceó mientras que el cuarto se dirigía hacia él.

Sin embargo, un instante antes de que chocara con él, disparó a [Donner] y utilizó el retroceso del disparo para impulsarse hacia atrás. Girando su cuerpo, apenas esquivó la cuarta garra de tijera. Yue estaba gimiendo incómodamente por sus violentos movimientos, pero ella tenía que soportarlo, ya que Hajime estaba en sus límites esquivando.

Saltó por el aire de nuevo, esta vez aterrizando en la parte trasera de la cosa del escorpión. Se las arregló para mantener el equilibrio en la espalda de la bestia alborotadora, y disparó a [Donner] en su caparazón a quemarropa.

¡Bam! Con una explosión ensordecedora, la bala obligó al escorpión a caer al suelo.

Sin embargo, incluso un golpe directo a quemarropa no era suficiente para perforar su concha, así que la bala simplemente la había arañado. Hajime rechinó los dientes de frustración, y luego se agachó con una [Garra de viento]. Sin embargo, rebotó con un golpe metálico, ni siquiera rascando la concha.

Harto del humano en su espalda, el escorpión disparó una bala en su espalda.

Hajime rápidamente saltó de vuelta al aire, disparando otra bala contra la articulación donde la cola conectada con el aguijón mientras estaba en movimiento. La bala de alta velocidad golpeó con precisión perfecta y lanzó la cola hacia atrás… pero incluso la punta de la cola fue protegida por la misma concha gruesa, por lo que la bala no hizo daño duradero. Hajime no tenía suficiente energía para dañarlo.

Mientras huía hacia el cielo, los cuatro brazos de tijera le atacaron una vez más. Tiró otra granada incendiaria desesperadamente y saltó a salvo. El escorpión estaba envuelto en brea flamígera por segunda vez, pero Hajime sabía que estaba ganándose tiempo.

Se distanció un poco entre él y la cosa con forma de escorpión e intentó pensar en un plan. Pero antes de que pudiera siquiera empezar, oyó otro grito penetrante salir de su boca.

“¡Kiiiiiiiiiiiiiiiiiii!” Escalofríos corrieron por su espina dorsal al oír eso, y trató de usar [Paso Supersónico] para distanciarse aún más de él y del escorpión… pero ya era demasiado tarde.

Mientras el grito resonaba por toda la habitación, el suelo a su alrededor comenzó a deformarse, y con un estruendoso rugido, conos de púas volaban uno tras otro. “¡Maldita sea!” Fue un ataque completamente inesperado.

Volvió a tomar desesperadamente al cielo una vez más, sólo para descubrir que también había picos que se le acercaban por detrás. Para proteger a Yue, retorció su cuerpo, pero eso destruyó completamente su equilibrio. Todavía conseguía repeliendo las púas que quedaban con [Donner] y sus [Piernas de Acero], pero se vio obligado a dejar de moverse, dando al escorpión tiempo para apuntar hacia él.

Su cara se endureció de horror.

Un instante después, una lluvia de agujas ácidas y punzantes se precipitó hacia él. Tomó una decisión rápida. Se dio cuenta de que esquivar ambos en su situación actual sería imposible.

Usando [Aerodinámica], saltó fuera del alcance del roció de ácido y cubrió sus signos vitales con su brazo derecho y muñón izquierdo. Su cara la protegió con el barril de [Donner]. Entonces, usando su habilidad de manipulación de maná, fortaleció su cuerpo hasta el límite y apretó sus músculos.

Momentos después, docenas de agujas atravesaron el cuerpo de Hajime.

“¡Gaaaaaaaaaaaah!” Una vez más gritó de dolor, pero se las arregló para evitar ser golpeado en cualquier área vital. Debido a que Yue se aferraba a su espalda, se aseguró de detener las agujas con su cuerpo y evitar que le perforaran a ella también.

La fuerza del impacto hizo retroceder a Hajime. Asediado por el dolor, se tiró al suelo y se revolcó una y otra vez. El impacto también le quitó a Yue de la espalda.

Ignorando el dolor de las innumerables agujas que atravesaban su cuerpo, Hajime apretó sus dientes y sacó una granada de destello que lanzó contra el escorpión. Voló en un arco limpio a través del aire antes de explotar justo delante de sus ojos.

“¡Kshaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!” Gritó de dolor mientras la luz sombreaba sus retinas, y dio un involuntario paso hacia atrás. Considerando que había seguido a Hajime con sus ojos todo este tiempo, él había adivinado, correctamente, que usaba principalmente la vista para rastrear a su presa.

Hajime mordió el frasco de Ambrosia que guardaba en su molar y sacó todas las agujas de inmediato.

“¡Guuuuuuh!” Se mordió en los labios por el dolor abrasador, y un gemido escapó de sus labios. Pero resistió el dolor. Ya había sufrido tanto que estaba acostumbrado. Algo de ese nivel ya no estaba lo suficientemente cerca como para romper su espíritu.

Mientras continuaba sacando agujas de su cuerpo, miró a su alrededor, buscando a Yue. Pero antes de que él pudiera encontrarla, ella lo encontró.

“¡Hajime!” Ella corrió hacia él, se preocupó por su cara. Su máscara, generalmente sin expresión, se había desmoronado y parecía que estaba a punto de estallar en lágrimas.

“No te preocupes, estoy bien. Más importante aún, esa cosa es demasiado difícil. No se me ocurre ninguna forma de vencerlo. Si intento ir por sus ojos o su boca, esas estúpidas tijeras se interpondrán en mi camino… ¿No tengo otra opción que intentar suicidarme y aceptar que voy a sufrir algún daño?” Puso la cara preocupada de Yue fuera de su mente por el momento y se concentró en encontrar la forma de derrotarla. Pero se distrajo cuando oyó las palabras murmuradas de Yue.

“… ¿Por qué?”

“¿Eh?”

“¿Por qué no corres?” Las palabras de Yue implicaban que Hajime ya debería haberse dado cuenta de que podía dejarla y escapar por sí mismo. La miró, evidentemente estupefacto.

“No seas ridícula. No he caído tan bajo que te dejaría morir sólo porque el enemigo con el que nos topamos es un poco más fuerte de lo normal “.

Para sobrevivir, Hajime usaba cualquier cosa a su disposición, ya fueran emboscadas, trucos, trampas, mentiras, faroles y todo tipo de tácticas cobardes. Aparte de la única pelea que tuvo con el Oso Garra, honestamente pensó que pelear de frente era una tontería. El infierno no era un lugar tan lindo que pudieras sobrevivir con un código de honor. Tampoco se sentía culpable por su estilo de lucha elegido. Eso fue lo mucho que se había transformado en el transcurso de su tiempo aquí.

Aun así, no se había hundido tanto como para abandonar a alguien. Incluso ahora, después de todo este tiempo, él todavía tenía alguna apariencia de moralidad. No, más bien era más preciso decir que había recuperado alguna apariencia de moralidad. Y el que le había recordado eso, de quién era realmente, no era otra que Yue.

Por lo tanto, por qué abandonarla no era una opción. Cuando ella le había dado esa mirada, una mirada que le decía que ella había puesto su vida en sus manos, él había tomado su decisión. En el crítico punto de inflexión que decidía si se volvía o no tan terrible como los monstruos que consumía, había elegido permanecer humano.

Yue vio en su expresión las palabras que no dijo y asintió en su comprensión antes de abrazarle repentinamente.

“¿H-Huh? ¿Qué pasa?” Hajime tartamudeaba, confundido. Considerando las circunstancias, sus acciones parecían extrañamente cronometradas. Los efectos de la granada de destello desaparecerían en cualquier minuto. Además, las heridas de Hajime habían terminado de curarse. Necesitaba volver a la pelea lo antes posible.

Pero a pesar de todo eso, Yue le puso una mano en el cuello.

“Hajime… confía en mí.” Mientras ella decía eso, Yue besó la nuca de su cuello.

“¿Qué?” No, no un beso. Era una mordida.

Hajime sintió un pequeño pinchazo de dolor. Después de eso, sentí como si la energía estuviera siendo succionada de su cuerpo. Estaba a punto de sacudirla, cuando recordó que Yue había dicho que era un vampiro, y se dio cuenta de que debía estar chupándole la sangre.

Cuando ella dijo “confíe en mí” quiso decir que quería que dejara de lado su temor inicial y su repugnancia a que le chuparan la sangre.

Sonriendo irónicamente, Hajime envolvió sus brazos alrededor de Yue y sostuvo su diminuto cuerpo mientras bebía su sangre. Se retorció sorprendida, pero después de un momento lo abrazó aún más fuerte y enterró su cara en su cuello. Podría haber sido su imaginación, pero parecía que Yue estaba feliz de que lo hiciera.

“¡Kshaaaaaaaaaaaaaaaaa!” El rugido del escorpión resonó por toda la cámara. Apareció cuando se acabó la granada de destello. Debe haberlos encontrado ya, pues el suelo tembló una vez más y empezó a deformarse. Esta debe haber sido su magia especial. Podía controlar libremente la tierra a su alrededor.

“Desafortunadamente para ti, esa es mi especialidad también.” Hajime puso su mano derecha en el suelo y empezó a transmutar. El suelo dejó de deformarse en un radio de tres metros a su alrededor, y en su lugar se levantó para formar muros que lo protegieron a él y a Yue.

Numerosos conos de púas se estrellaron contra las paredes, apuntando a Hajime, pero sus barreras los mantuvieron a raya. Cada muro sólo era capaz de resistir un solo ataque, pero transmutó uno nuevo después de que se rompiera.

El alcance, la fuerza y el poder ofensivo de la manipulación terrestre del escorpión estaban muy por encima de los de Hajime, pero su velocidad de transmutación era mucho más rápida.

El alcance de su capacidad de transmutación había dejado de crecer a tres metros, por lo que asumió que había alcanzado su punto máximo. Además, todavía no podía lanzar puntas o hacer nada puramente ofensivo con la habilidad, pero cuando se trataba de defensa, no había nada mejor. Hajime se concentró en la defensa, manteniendo los ataques del monstruo a raya hasta que Yue finalmente le quitó los colmillos del cuello.

Su cara se sonrojó mientras lamía las últimas gotas de sangre de sus labios. A pesar de lo joven que parecía, el gesto, combinado con su rostro sonrojado, parecía bastante seductor. En el lapso de unos momentos, su cuerpo demacrado se había vuelto sano, y su piel de porcelana blanca brillaba con nueva vitalidad. Sus mejillas, una vez demacradas, eran ahora rosadas. Una cálida y gentil luz habitaba en sus ojos carmesí, y acarició la mejilla de Hajime con una delgada mano.

“… Gracias por la comida.” De repente, Yue se puso en pie y blandió una mano contra la cosa en forma de escorpión. Mientras lo hacía, una tremenda cantidad de maná, de color dorado, salía de su diminuto cuerpo, ahuyentando la oscuridad.

Entonces, envuelta en una maravillosa luz dorada, con su pelo dorado revoloteando alrededor de ella, murmuró una sola frase.

“[Azure Blaze]”.

Una enorme bola de fuego blanca azulada, de al menos seis o siete metros de diámetro, apareció directamente sobre la cabeza del escorpión.

Aunque no marcó un golpe directo, la bola de fuego debe haber causado un poco de daño, ya que la bestia retrocedió, gritando de dolor.

Sin embargo, la princesa vampiro del abismo no le permitió escapar. Puso un elegante dedo hacia afuera, agitándolo como si fuera la batuta de un director. Entonces la bola de fuego siguió fielmente su dedo, persiguiendo al escorpión que huía… y se estrelló contra él.

“¿Gagyaaaaaaaaa?” Chilló de dolor, dejando salir un ruido que Hajime no había oído antes. Era claramente sufrimiento. Cuando la bola de fuego se estrelló contra su objetivo, toda la habitación se llenó de una cegadora luz blanca, robando temporalmente la vista a todos. Hajime se cubrió los ojos con su brazo, y miró estupefacto ante la gran exhibición de magia.

Finalmente, la magia desapareció y la pálida bola de fuego azul desapareció. Una vez que las llamas desaparecieron, Hajime pudo ver al escorpión retorciéndose de dolor, su caparazón pulsando un rojo intenso, y notó que partes de él se habían fusionado con el calor.

Hajime no estaba seguro de lo que era más digno de elogio: la magia de Yue, que había dañado el caparazón que ni su granada incendiaria de 3000 grados centígrados, ni un disparo a quemarropa de [Donner] podía arañar el caparazón del monstruo, que de alguna manera había logrado resistir la explosión.

Escuchó un suave golpe y se arrancó los ojos del maravilloso espectáculo para mirar a Yue. Estaba hundida en el suelo, respirando fuertemente. Parecía que había gastado todo su maná.

“Yue, ¿estás bien?”

“Sólo muy… cansada…”

“Haha. Pero hombre, realmente lo hiciste. Gracias por el ahorro. Yo me encargaré del resto, así que tú descansa.”

“Mmm, buena suerte…” Hajime saludó a Yue, y luego utilizó [Paso Supersonico] para acercar la distancia entre él y el escorpión en una sola vez. Todavía estaba en una forma sorprendentemente buena. Aunque estaba aullando de dolor y rabia por tener su concha fusionada, y cuando vio que Hajime se acercaba, instantáneamente disparó su perdigón de aguja.

Por su parte, Hajime rápidamente sacó otra granada de su bolsa y se la tiró al escorpión. Luego golpeo con [Donner] antes de que se separara. Después de eso, disparó un disparo a la caída de la granada.

Habiéndose acostumbrado ya a este movimiento, el escorpión no estaba perturbado esta vez. Chillaba molesto por su ceguera temporal, pero seguía buscando a Hajime

Pero no importaba dónde mirara, no podía encontrarlo. Mientras miraba confundido, Hajime cayó del cielo y aterrizó en su espalda.

“¡Kshaa!” Dejó salir un silbido sorpresivo. No fue ninguna sorpresa. Después de todo, su presa había escapado de sus sentidos y de repente apareció detrás de ella.

Hajime había utilizado la [Presencia Oculta] y el flash de su granada para escapar de los sentidos del escorpión.

El caparazón del escorpión rojo quemó la piel de Hajime. Sin embargo, ignoró el dolor, colocó a [Donner] directamente sobre una de las secciones dañadas, y vació toda la cámara del arma. Habiendo perdido ya algo de su dureza de la anterior bola de fuego de Yue, el caparazón del escorpión no pudo soportar un bombardeo de balas mejoradas con una pistola de rieles a quemarropa, por lo que finalmente se rompió.

Sin prestar atención al daño que podría causarse, el escorpión empujó a Hajime con sus dos colas, pero era más rápido.

“Toma esto, bastardo”. Sacó otra granada de su bolsa, y luego la metió profundamente en el agujero que había hecho con [Donner]. Ignoró su carne ardiente mientras cavaba su “presente” en lo más profundo que podía. Entonces, antes de que el escorpión pudiera atacarlo con sus colas, huyó a un lugar seguro usando [Paso Supersónico]. Cuando huyó, se giró para perseguirlo con un ataque de proyectiles.

Sin embargo, en cuanto terminó de girar

¡Boom! Una apagada explosión resonó por toda la habitación, lo que hizo que la cosa con forma escorpión se moviera. El escorpión congelado y Hajime se miraban fijamente mientras reinaba el silencio.

Finalmente, el escorpión se arrugó hasta el suelo con un resonante golpe.

Hajime terminó de recargar a [Donner] y lentamente se acercó al inmóvil escorpión. Sólo para asegurarse de que estaba muerto, disparó tres balas en su boca antes de asentir con la cabeza satisfecho. Se había convertido en su política en los últimos tiempos asegurarse de que acababa con cualquier enemigo.

Mientras se giraba, encontró a Yue sentada en el suelo mirándole fijamente, sin expresión como siempre. A pesar de su cara de póquer, le pareció que estaba feliz. No tenía ni idea de cuando finalmente podría escapado del miserable laberinto en el que estaba atrapado, pero al menos había encontrado un compañero de confianza con el que viajar.

Según el mito, la Caja de Pandora contenía todo el mal del mundo, pero también un poquito de esperanza. Aunque se había referido en broma a la habitación como la Caja de Pandora antes, se había convertido en una analogía más precisa de lo que él había esperado. Pensando felizmente para sí mismo, Hajime lentamente se acercó a Yue.