Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 1

Capítulo 2: El Monstruo del Abismo

Parte 3

Los Twin-tailed Wolves hacían sus madrigueras en ciertas partes del laberinto. Usualmente se movían juntos en manadas de cuatro a seis. Solos, estaban entre los más débiles de los monstruos que vagaban por el suelo, así que siempre actuaban en grupos. Esta manada no fue una excepción, y fue un grupo de cuatro.

Bordeaban de roca en roca, vigilando sus alrededores, buscando un coto de caza adecuado. Los Twin-tailed Wolves generalmente preferían emboscar a sus presas.

Caminaban por los pasillos durante un tiempo hasta encontrar lo que consideraban un lugar adecuado para cazar y todos se escondían detrás de rocas diferentes. Todo lo que quedaba era esperar a que la presa cayera en su trampa. Uno de los lobos se deslizó entre una pequeña grieta en una roca cercana y la pared, y luego borró su presencia. Se mojó los labios con anticipación, imaginando la carne de la que pronto se regocijaría, cuando de repente sintió una extraña sensación de malestar.

Como la clave de la supervivencia de los lobos era su cooperación, todos los miembros de una manada compartían un vínculo peculiar entre sí. No era tan sencillo como la telepatía, pero básicamente eran capaces de saber lo que el resto de su manada estaba haciendo y dónde estaban. Y fue ese eslabón el que avisó al lobo. Eran una manada de cuatro, y sin embargo el lobo sólo podía sentir a dos de sus otros compañeros. El lobo que debería haber estado al acecho en el otro extremo del pasillo desapareció repentinamente.

Desconfiado, el lobo lentamente se levantó sobre sus ancas, cuando de repente otro de sus camaradas aulló. El lobo que estaba escondido en el mismo lado de la pared que el que había desaparecido sentía impaciencia. Estaba atrapado en algo y tratando de escapar, pero parecía incapaz de hacerlo.

Los dos lobos del otro lado del pasillo se levantaron para ir en su ayuda. Pero de repente, la presencia del lobo luchador desapareció también.

Confundidos, los dos lobos corrieron hacia el otro lado, pero no encontraron a nadie allí. Desconcertados por el giro de los acontecimientos, los dos lobos pusieron sus hocicos en el suelo y comenzaron a olfatear el área en la que sus miembros de manada habían estado hace unos momentos.

De repente, el suelo debajo de ellos comenzó a ceder y las paredes saltaron para encerrarlos. Intentaron saltar, pero antes de poder hacerlo, la tierra alrededor de sus pies se levantó y se endureció a su alrededor. Normalmente, los lobos podrían fácilmente haber sido capaces de romper grilletes tan frágiles. Si no se hubieran confundido por esta situación inusual, nunca habrían caído en una trampa tan simple.

Sin embargo, su agresor había predicho su confusión, así como su vacilación. Y sus preciosos momentos de confusión fueron suficientes para que él los atrapara.

“¿¡Graaaah!?” Los dos lobos gritaron enfadados mientras se encontraban atascados dentro de la pared… Entonces la pared se los tragó enteros, y sólo quedaron los ecos de sus gritos.

Fue, por supuesto, Hajime quien había atrapado a los cuatro lobos. Desde que había decidido contraatacar, había pasado todos los días entrenándose sin cesar, ignorando su dolor y hambre. La Ambrosia alargó su vida y restauró su maná, por lo que pudo concentrarse en su transmutación las veinticuatro horas del día. Trabajó en su velocidad, precisión y alcance. Sabía entonces que, si hubiera salido con su nivel actual de habilidad, habría muerto instantáneamente. Así que hizo su base donde estaba la Piedra Divina, y afinó la única arma que poseía. Esa arma era, por supuesto, la transmutación.

Aunque había ignorado su dolor mientras entrenaba, sólo continuó creciendo con el paso del tiempo. Pero ese dolor sólo estimuló su determinación, y redobló sus esfuerzos para mejorar su transmutación. Gracias a su entrenamiento enfocado, sus habilidades aumentaron mucho más rápido de lo que habían sido hasta ahora, y fue capaz de transmutar desde más de tres metros de distancia. Desafortunadamente, su talento para la magia de la tierra no había crecido en absoluto.

Una vez decidido que había entrenado lo suficiente, creó un pequeño contenedor de piedra en el que recogió algo de Ambrosia, y comenzó a vagar por el calabozo, transmutando, buscando su primer blanco.

Fue entonces cuando encontró la manada de Twin-tailed Wolves. Los había seguido en silencio durante un rato. Por supuesto, estuvo a punto de ser visto en numerosas ocasiones, pero cada vez conseguía transmutar muros a su alrededor y permanecer discreto. Entonces, en el momento en que los cuatro se separaron para dirigirse a sus puntos de emboscada, había transmutado el muro y arrastrado a uno de los lobos hacia él.

Ahora bien, ¿aún están vivos? Bueno, supongo que no puedo matar nada directamente con la transmutación. Tal vez podría hacer que salieran espigas de la tierra, pero no tendrían fuerza suficiente para matar monstruos a esta profundidad del laberinto”. Hajime sonrió ferozmente mientras miraba a los monstruos atrapados a través de un pequeño agujero a sus pies. Los lobos estaban atrapados dentro de la pared y no podían moverse ni un centímetro. Todos estaban lloriqueando suavemente, con pánico evidente en sus ojos.

De hecho, antes había tratado de atacar a un monstruo transmutando un pincho para apuñalarlo desde abajo, pero ni siquiera había tenido suficiente poder para penetrar su piel. Eso era, después de todo, algo más en el dominio de la magia de tierra y no de la transmutación. Al final, seguía siendo una habilidad utilizada para el procesamiento y la producción de minerales, por lo que sería imposible que una habilidad de producción tuviera un poder real. Por eso atraparlos era lo mejor que podía hacer con ella.

“Podría asfixiarte aquí dentro… pero no soy lo suficientemente paciente como para esperar tanto tiempo.” En ese momento los ojos de Hajime tenían el brillo de un depredador.

Hajime puso su mano derecha contra la pared y la transmutó. Poco a poco fue cortando partes de la roca, centrándose en la imagen de su mente para asegurarse de que su trabajo seguía siendo preciso. Finalmente, pudo hacer una lanza con punta espiral. Entonces comenzó a trabajar en el eje. Añadió un mango donde normalmente estaría el agarre.

“¡Ahora bien, es hora de cavar un poco!” Hajime apuntó su lanza hacia los lobos mientras decía eso. Tiró hacia abajo, y sintió como su pelaje duro y su piel desviaban la punta de su lanza.

“Así que no puedo apuñalar, ¿eh? Pero esperaba eso.” ¿Por qué no había hecho un cuchillo o una espada? Eso se debía a que, por lo general, cuanto más fuerte se hacía un monstruo, más dura era su piel exterior. Obviamente había especies que eran excepciones a la regla, pero como Hajime había pasado todo su tiempo estudiando en el castillo, sabía que un cuchillo o espada normal no penetraría las pieles de monstruos a este nivel.

Y por eso empezó a torcer el mango que fabricó para sí mismo, ejerciendo una presión constante hacia abajo. La punta en forma de espiral comenzó a girar mientras se retorcía. Hizo un taladro para perforar la piel gruesa de los monstruos.

Empujó el peso de todo su cuerpo hacia abajo en el taladro mientras lo giraba con su mano derecha. Poco a poco, pero con seguridad, el taladro comenzó a penetrar en la piel gruesa del lobo.

“¿Graaaaaah?” El lobo aulló de dolor.

“Duele, ¿verdad? Bueno, no voy a disculparme por ello. Después de todo, tengo que hacer esto para vivir. Me comerías si tuvieras la oportunidad, así que estamos a mano.” Habló con el lobo mientras continuaba su lenta perforación. El lobo intentó luchar, pero no pudo moverse debido a la tumba de piedra.

Finalmente, el taladro perforó la carne del lobo. Y Hajime sacó despiadadamente sus entrañas. El lobo gritó de agonía mientras moría. Sus aullidos duraron un rato, hasta que de repente, le dio un espasmo y se quedó completamente quieto.

“De acuerdo, con esto por fin tengo algo de comida.” Hajime sonrió alegremente mientras perforaba a los otros tres lobos hasta la muerte. Una vez que todos ellos estaban muertos, Hajime transmutó sus cadáveres hasta él, y luego empezó a despellejar torpemente su pelaje con una mano.

Después de eso, impulsado por su hambre, comenzó a devorarlos. Él cortó una figura espantosa al rasgar en su carne, iluminada tenuemente por la luz verde de los cristales. La luz verde que definió su infierno. Devoró ávidamente al lobo, cada pedacito del animal que acababa de matar.

“¡Agah… Gah, sabe a mierda!” Escupió maldiciones, pero eso no le impidió comerse al lobo. Toda su mente estaba concentrada en su comida.

La carne era dura y fibrosa, y la sangre fresca obstruía su garganta, pero desgarró la carne y la tragó alegremente. Era su primera vez probando comida en dos semanas. Su estómago protestó por la repentina infusión de carne, y resistió su ingestión. Pero a Hajime no le importaba lo que su estómago pensara, así que siguió devorando al lobo.

Parecía un monstruo salvaje. Cualquier humano moderno habría encontrado su figura actual repulsiva.

La carne olía a carne cruda y asquerosa, trayendo lágrimas a los ojos, pero Hajime sintió que la comida aliviaba sus insoportables dolores de hambre, y en comparación con ellos, esos inconvenientes menores no eran nada. Nunca se había imaginado que comer carne podría ser una experiencia tan eufórica. Comió, comió y comió.

Pasaron las horas, y aun así continuó consumiendo. Se lo tragó todo con Ambrosia, y si los sacerdotes de la Santa Iglesia hubieran sabido que su comida bárbara iba acompañada de tal bebida sagrada, se habrían desmayado. Sin embargo, alrededor del momento en que finalmente empezó a sentirse satisfecho, Hajime comenzó a notar un cambio que ocurría dentro de su cuerpo.

“¿Ah? Gah!? ¡Agaaaaah!” Un dolor agudo lo atravesó. Se sentía como si algo se lo comiera por dentro. Con el paso del tiempo, el dolor sólo empeoró.

“¡Guaaaaaaaaaah! ¡¿Qué es…?!” Era una agonía insoportable. El dolor intentaba comerlo de adentro hacia afuera. Hajime se retorció en el suelo, gritando aterrorizado. Este dolor era mucho peor que los dolores de hambre que había sentido antes.

Con una mano temblorosa, Hajime sacó una ampolla de piedra de su bolsillo, le arrancó la tapa y metió su contenido por su garganta. La Ambrosía hizo su trabajo, y el dolor comenzó a retroceder, pero luego, eventualmente, regresó.

“¡Hiii… Gugaaaaaaah! ¿Por qué… no se cura? ¡Gaaaaaah!” Junto con el dolor, Hajime empezó a sentir latir su cuerpo. Comenzó a latir, como un gran organismo. De hecho, también podía oír chirriar su cuerpo.

Sin embargo, un instante después, la Ambrosia volvió a entrar en acción y empezó a reparar su cuerpo. Una vez que la curación terminó, el dolor volvió. Entonces se curó de nuevo.

Gracias a la Ambrosía, ni siquiera podía desmayarse. Sus poderes curativos le habían fallado.

Hajime gritó incoherentemente, golpeando su cabeza contra la pared una y otra vez, pero el dolor no mostraba signos de desaparecer. Le rogó a alguien que terminara con su dolor, pero por supuesto nadie le concedió su deseo.

Finalmente, el cuerpo de Hajime comenzó a transformarse.

El color fue decolorando de su cabello. No estaba seguro si era por el dolor o por alguna otra razón completamente diferente, pero su pelo negro japonés característico lentamente se volvió blanco. Luego, sus músculos y huesos comenzaron a crecer ligeramente, dándole una apariencia tonificada. Las venas rojas corrían por el interior de su cuerpo, aunque no era consciente de eso en ese momento.

Existía un fenómeno conocido como sobrecompensación. Cuando uno intentaba entrenar los músculos, sus músculos en realidad se desgarraban, y el cuerpo simplemente los regeneraba un poco más fuertes para sobrecompensarlos. Y eso mismo le estaba pasando a Hajime.

La carne de un monstruo era veneno para los humanos. Debido a los cristales de maná destilados en su sangre, los órganos especializados de un monstruo les permitían interactuar directamente con la magia y darles una fuerza física superior. El maná que circulaba a través de los monstruos afectaba incluso sus huesos y músculos.

Este maná transformado permitía a los monstruos utilizar la magia sin conjuros ni círculos mágicos, aunque nadie sabía exactamente cómo. Independientemente de los detalles, el maná de un monstruo era veneno para los humanos, y mataba a cualquiera que intentara ingerirlo. Se comería a una persona desde dentro, destruyendo sus propias células.

Había gente que había intentado comer monstruos en el pasado y todos, sin excepción, habían muerto. De hecho, Hajime había leído todo sobre esto, pero su hambre extrema le había llevado a olvidar.

Si Hajime hubiera comido la carne del lobo, habría muerto agonizando rápidamente. Pero había algo que lo impedía. Y esa era la Ambrosía. Lo sanaba cada vez que su cuerpo era destruido. Como resultado, su cuerpo se vio obligado a evolucionar a un ritmo anormalmente rápido.

Se rompió y luego se reparó. Roto, luego reparado. Con cada ciclo, su cuerpo cambió lentamente. Casi como una especie de reencarnación. Su cuerpo humano frágil se transformó a la fuerza en algo más fuerte, y pasó por un ritual de renacimiento. Se podría decir que los gritos de Hajime eran parecidos a los gritos de un recién nacido.

Finalmente, el dolor retrocedió, y Hajime cayó al suelo. El pelo de su cabeza se había puesto blanco, y bajo su ropa, venas de maná rojo oscuro corrían por su cuerpo. Como los Twin-tailed Wolves, los Kickmaster Rabbits o los Claw Bears.

La mano derecha de Hajime se movió. Poco a poco abrió los ojos, luego miró mareado a su mano derecha, y finalmente arañó el suelo, enroscando lentamente sus dedos en un puño.

Apretó y soltó la mano varias veces, confirmando que estaba vivo y que su cuerpo aún le escuchaba, antes de levantarse lentamente.

“Ahora que lo pienso, se suponía que no debías comer carne de monstruo… No puedo creer que hice algo tan retrasado… Bueno, yo tampoco hubiera durado mucho más tiempo sin comida, aunque…” Exhausto, Hajime sonrió con auto desprecio.

Su hambre se había desvanecido, y el espectro de su brazo izquierdo tampoco le dolía más. Por primera vez en lo que se sentía como una eternidad, estaba libre de dolor. De hecho, su cuerpo se sentía sorprendentemente ligero, y el poder se desbordaba desde su interior.

A pesar de lo mucho que el dolor constante le había agotado mentalmente, todavía se sentía mejor que nunca en su vida. Miró hacia su brazo, luego hacia su estómago, y vio músculos muy prominentes. También había crecido un poco. Originalmente medía apenas 165 centímetros de altura, pero había crecido diez centímetros.

“¿Qué le pasó a mi cuerpo? De alguna manera me siento diferente…” Y no fue sólo por fuera. El interior del cuerpo de Hajime también se sentía diferente. Era a la vez caliente y frío, una sensación indescriptiblemente extraña. Si se concentraba, podía hacer que las venas rojas oscuras flotaran hasta la parte superior de su brazo.

“¡Uwaaah, eso es asqueroso! Es como si me hubiera convertido en un monstruo o algo así… Mejor que no sea así, eso sería una broma terrible. Oh sí, debería revisar mi placa de estado…” Él buscó por todas partes la placa de estado que había olvidado por completo, sacándola eventualmente de su bolsillo. Parecía que aún no la había perdido. Examinó sus estadísticas actuales, imaginando que le daría una idea de los cambios en su cuerpo.

Nombre: Hajime Nagumo  –  Edad: 17  –  Nivel: 8

Trabajo: Sinergista
Fuerza: 100
Vitalidad: 300
Defensa: 100
Agilidad: 200
Magia: 300
Defensa Mágica: 300

Habilidades:

• Transmutación
• Manipulación de Maná
• Campo Eléctrico
• Comprensión de Lenguaje
• Estomago de Hierro

“¿Qué demonios pasa?” Un poco del viejo Hajime regresó cuando la conmoción le hizo hablar con su acento extraño. Sus estadísticas habían subido astronómicamente, y tenía tres nuevas habilidades. Pero su nivel sólo había subido a ocho. Puesto que el nivel de una persona representaba la proporción del potencial total que había alcanzado, parecería que los límites de crecimiento de Hajime también habían aumentado.

“[Manipulación de Maná]” Si lo tomaba literalmente, eso significaría que Hajime había ganado el poder de controlar directamente el maná.

¿Podría esa sensación extraña que he estado sintiendo ser maná? Hajime pensó, e intentó activar su habilidad de Manipulación de Maná.

Cuando se concentró, Hajime vio como esas venas rojas oscuras volvían a salir a la superficie de su piel. Se concentró en una imagen de esa sensación precipitándose hacia su mano derecha a la vez. Al hacerlo, la sensación extraña, o más bien su maná, comenzó a fluir lentamente hacia su mano.

“¿Oh? Oooooooooooh!” Inconscientemente gritó por la sensación inexplicable de maná moviéndose por todo su cuerpo. Entonces, de repente, su maná se derramó en el círculo mágico inscrito en el guante que llevaba puesto sin que tuviera que decir nada. Sorprendido, Hajime intentó transmutar algo. El suelo se levantó sin que él dijera una palabra.

“De ninguna manera. ¿Ni siquiera necesité cantar un conjuro? ¿Pensé que el control directo de maná no era posible para nadie, excepto para los monstruos…? ¿Eso significa que absorbí las habilidades especiales de un monstruo comiéndolas?” Ese fue el caso. Hajime había adquirido el poder de los monstruos. Luego se trasladó para probar otra de sus nuevas habilidades, [Campo Eléctrico].

“¿Cómo se supone que voy a usar esto? Como dice Campo Eléctrico, debe tener algo que ver con la electricidad, ¿no? ¿Podría serlo? ¿Tengo la misma habilidad que el lobo usó cuando recolectó electricidad en su cola?” Intentó varias cosas, pero ninguna de ellas parecía hacer nada. A diferencia de [Manipulación de Maná], no podía sentir físicamente la habilidad que llevaba dentro, así que no estaba exactamente seguro de cómo activarla.

Mientras reflexionaba sobre sí mismo, recordó que cuando estaba transmutando, siempre necesitaba una imagen mental del efecto que intentaba producir. Cuanto menos uno se apoyaba en un círculo mágico para definir las características de un hechizo, más necesitaban una imagen mental para guiar su creación.

Hajime formó una imagen de electricidad estática fluyendo en su mente. De repente, un relámpago rojo empezó a desplazarse por la punta de sus dedos.

“¡Oooh, lo hice! Ya veo. Así que, para usar la magia de un monstruo, necesito una buena imagen mental de sus propiedades. Y ahora que lo miro más de cerca… mi maná se ha vuelto rojizo como los monstruos.” Continuó practicando haciendo descargas eléctricas una y otra vez. Sin embargo, a diferencia de Twin-tailed Wolves, no pudo disparar la electricidad que podía generar. A partir del nombre [Campo Eléctrico] Hajime supuso que sólo podía envolverse en un rayo y transferirlo a través del contacto directo. Así que practicó ajustando el flujo de la corriente, así como el voltaje de la electricidad que podía producir.

La habilidad Estómago de Hierro muy probablemente hacía exactamente lo que su nombre sugería. Hajime ciertamente no quería sufrir ese dolor infernal de comer carne de monstruo nunca más. Sin embargo, tampoco parecía haber otra fuente de alimento en el laberinto. Lo que habría significado que se vería obligado a elegir entre la inanición y el dolor angustioso. Afortunadamente, él asumió que esa habilidad suya le impedía tomar esa decisión.

Cogió otra tira de carne de lobo y la quemo con su [Campo Eléctrico]. Como ya no estaba medio loco de hambre, se dio cuenta de que no había necesidad de comer la carne cruda. Trató de ignorar el fuerte olor a carne quemada mientras cocinaba la carne. Luego se endureció, tomando un bocado de la carne.

Pasaron unos segundos… un minuto… diez minutos… y todavía no pasaba nada. Hajime asó más carne y se la comió. Y aun así no hubo dolor. No estaba seguro si se debía a su Estómago de Hierro, o si su cuerpo se había adaptado a la carne de monstruo. Tampoco le importaba demasiado. Se alegró de poder volver a comer, sin tener que sufrir cada vez que lo hacía.

Después de haber comido hasta saciarse, Hajime volvió a su base. Tal como estaba, podría haber tenido una oportunidad contra ese oso. Sin embargo, primero decidió dedicar un tiempo a entrenar sus nuevas habilidades.

Volvió a donde había dejado los cadáveres de los lobos y cortó su carne en tiras. Esta vez le fue mucho más fácil pelar su piel. Apiló tanta carne como pudo en otro de sus contenedores de piedra, y cuidadosamente la llevó de vuelta a su base.

Una vez seguro en su base con un suministro de comida, Hajime pasó los siguientes días entrenando diligentemente sus habilidades.

Todas sus habilidades crecieron a un ritmo rápido. Su habilidad de transmutación también cambió. Parecía que la había dominado hasta el punto en que empezaron a aparecer las habilidades derivadas. La habilidad derivada que había aprendido de ella era [Valoración de Minerales]. Era una habilidad derivada de alto nivel que era rara incluso entre los herreros reales.

La magia de valoración era en general mucho más compleja que la magia ofensiva, y por lo tanto requería de círculos mágicos adecuadamente grandes para activarse. Por esa razón, sólo ciertas instituciones académicas y grandes instituciones tenían círculos de evaluación mágica. Sin embargo, las personas con habilidades de valoración podían valorar cualquier cosa dentro de su campo de análisis con un círculo mágico pequeño y un conjuro simple, siempre y cuando estuvieran tocando su objetivo. Era una habilidad derivada, así que por definición era imposible poseerla innatamente. Sólo a través de largos años de entrenamiento en transmutación se podía obtener la habilidad.

Cuando la adquirió, Hajime se aseguró de evaluar cada mineral que podía encontrar. Cuando evaluó las piedras brillantes verdes, apareció lo siguiente en su placa de estado:

[Piedra Brillante Verde]: Este mineral puede absorber maná. Cuando se satura de maná, emite una luz verde tenue. Si rompes una piedra brillante saturada, la luz que contiene dentro explota creando un destello brillante.

Una explicación muy simple. Sin embargo, sigue siendo una información muy útil. Hajime sonrió maliciosamente cuando se le ocurrió un plan. Caminó por el laberinto, buscando otras piedras para evaluarlas, y se encontró con un mineral que le dio la idea de un arma que pronto se convertiría en su carta del triunfo.

[Roca Explosiva]: mineral combustible. Cuando se expone al fuego, arde como el aceite. A medida que se quema, disminuye lentamente en volumen hasta que finalmente se quema en cenizas. Quemar grandes cantidades de [Roca Explosiva] en un espacio confinado hará que explote violentamente. Dependiendo de su cantidad y presión, es posible crear llamas tan fuertes como las creadas por la magia de fuego.

Hajime podía sentir todas las piezas uniéndose cuando leyó esa explicación. La [Roca Explosiva] es como la pólvora en la tierra. ¡Con algo como esto, puedo hacer un arma con mi Transmutación!

Hajime miró la piedra con excitación. Haría falta mucha prueba y error para conseguir las cosas como él quería, pero aun así estaba encantado. Finalmente tuvo un uso de combate para la transmutación que le había salvado la vida tantas veces.

Empezó a trabajar con celo en su proyecto, tan concentrado en su transmutación que no comió ni durmió durante días. Después de miles de intentos fallidos, Hajime finalmente la completó.

Un arma moderna que se jactaba de su inmensa fuerza y disparaba proyectiles que viajaban más rápido que la velocidad del sonido. El arma medía unos treinta y cinco centímetros de largo, hecha del material más duro y denso que podía encontrar, y tenía seis cámaras. El barril era rectangular. Las balas estaban hechas de la misma piedra taur súper dura, y cada disparo estaba lleno de polvo de [Roca Explosiva].

Se había hecho un revólver. Pero la diferencia era que utilizaba algo más que el poder de la combustión de la [Roca Explosiva] para propulsar sus balas. Hajime fue capaz de usar su habilidad de [Campo Eléctrico] para acelerar eléctricamente sus disparos como un cañón de riel. La combinación hizo que sus balas fueran más bien un puñetazo que un rifle antitanque. Decidió llamarlo [Donner]. Iba a ser su compañero mientras avanzara, así que pensó que necesitaba un nombre.

“¡Con esto, esos dos monstruos… y la salida… están en mi punto de mira!” Hajime miró con orgullo a [Donner], el arma que había hecho usando como referencia las armas que recordaba de su viejo mundo.

La clase más común en el mundo, Sinergista, que se creía que no era más que para fabricar espadas y armaduras, había traído armamento moderno a este mundo de fantasía con el poder de su única habilidad, Transmutación.

[Piedra Taur]: Una roca dura y negra. En la escala de Mohs que llegaba hasta 10, se ubicaría un 8 en dureza. Es capaz de manejar bien el calor y los impactos directos, pero es débil al frío. Enfriar la piedra la hace quebradiza y frágil. Sin embargo, el recalentamiento reestablecerá su dureza.

“Munch… Munch… Hombre, incluso la carne de conejo sabe a mierda…” Pocos días después de haber terminado de hacer [Donner], Hajime estaba sentado fuera de su base comiendo carne de conejo. Por carne de conejo, por supuesto que se refería a carne de Kickmaster Rabbit. El mismo conejo poderoso que había despreciado a Hajime antes no era más que su presa. Hajime había esperado que la carne del conejo supiera un poco mejor, pero era tan desagradable como los lobos que había comido. Después de todo, seguía siendo carne de monstruo.

A pesar de su sabor asqueroso, todavía la comía con gusto. Gracias a su Estómago de Hierro era capaz de comer todo lo que quería cuando sentía hambre. Usando la magia que había adquirido de los monstruos le hacía pasar hambre rápidamente, y como había usado esa magia para atrapar al conejo, se la había comido toda para reponer su energía.

Si usaba demasiado su magia, sus punzadas de hambre estallarían de nuevo, y mientras no moría gracias a la Ambrosia que llevaba consigo a todas partes, todavía necesitaba tener cuidado con cuánta magia usaba.

Por cierto, había matado al Kickmaster Rabbit atrayéndolo a una trampa. Había sacado agua del río en el que primero se había despertado, y atrajo al conejo. Una vez que se precipitó hacia la superficie húmeda que había creado, había utilizado [Campo Eléctrico] para transmitir una potente descarga eléctrica. Una vez que la electricidad pasó, el humo comenzó a salir del cuerpo del conejo, y como él esperaba, sus movimientos se habían ralentizado. Hajime había acabado con el debilitado conejo con [Donner].

Justo como él pensaba, su revólver con cañón de riel era capaz de arrasar la cara del conejo, la bala se movía a tres kilómetros por segundo mientras golpeaba su cabeza. [Donner] era aún más poderoso de lo que Hajime se había imaginado.

“Ahora bien, esa fue mi primera vez comiendo carne de conejo, así que veamos cómo cambiaron mis estadísticas…”

Nombre: Hajime Nagumo  –  Edad: 17  –  Nivel: 12

Trabajo: Sinergista
Fuerza: 200
Vitalidad: 300
Defensa: 200
Agilidad: 400
Magia: 350
Defensa Mágica: 350

Habilidades:

• Transmutación Compresión
  – Valoración de Minerales
  – Transmutación con Precisión
  – Percepción de Minerales
• Manipulación de Maná
• Campo Eléctrico
• Compresión de Lenguaje
• Estomago de Hierro
• Danza Aérea
  – Aerodinámica
  – Paso Supersónico

Como él había pensado, comer monstruos aumentaba sus estadísticas. Aunque no se había hecho mucho más fuerte comiendo más Twin-tailed Wolves, sus estadísticas habían dado un gran salto cuando comió un nuevo tipo de monstruo.

“Supongo que probaré lo que hace esta [Danza Aérea]”. Lo que primero llegó a la mente de Hajime fue la forma en que el conejo se había movido. Se había precipitado tan rápido que sólo había podido verlo borroso. Él infirió que eso era probablemente la habilidad de [Paso Supersónico] en acción. Ahora que lo pienso, se parece mucho al movimiento rápido que ves en el anime.

Hajime mantuvo la imagen de poder explosivo reuniéndose en sus piernas y corrió hacia delante. Sintió que Maná se recogía entre sus piernas. El suelo bajo sus pies explotó en una lluvia de escombros mientras Hajime saltaba hacia delante… y golpeó la cara contra la pared.

“¡Owww! Controlar mi aceleración es más difícil de lo que pensaba”. Sin embargo, su experimento fue un éxito. Se imaginó que, si lo entrenaba un poco, él también sería capaz de moverse como el conejo. Usado junto con su revólver, esas habilidades serían un arma poderosa.

Luego, intentó usar [Aerodinámica]. Sin embargo, se encontró incapaz de activarlo. Le costó trabajo entender qué clase de habilidad era sólo con el nombre. Después de probar un montón de cosas diferentes, Hajime de repente recordó cómo el conejo a veces parecía estar parado en el aire. Y así, rápidamente sacó el pie e imaginó que allí había un escudo invisible que lo sostenía desde abajo. Entonces saltó hacia adelante.

Se encontró plantando magníficamente en el suelo.

“¿Guooooooh!?” Se acuñó la cara en su mano mientras rodaba de dolor. Después de que el dolor desapareció un poco, se bebió un poco de ambrosía.

“Bueno… al menos funciona…” La razón por la que se había plantado en el suelo a pesar de saltar hacia delante fue porque no había formado su base adecuadamente. Por eso había tropezado y caído en el aire. La [aerodinámica] era aparentemente una habilidad que le permitía crear puntos de apoyo en el aire. Había obtenido múltiples habilidades a la vez del conejo, aunque todas eran habilidades derivadas de la habilidad [Danza Aerea].

Contento de haber obtenido múltiples habilidades al mismo tiempo, Hajime comenzó a entrenarlas de inmediato. Quería ser lo suficientemente fuerte como para derribar a ese oso garra. Se imaginó que sería capaz de derrotarlo a largo plazo con [Donner] fácilmente, pero quería estar completamente seguro, por si acaso. Y siempre había la posibilidad de que aparecieran monstruos aún más fuertes. El optimismo en el laberinto te mató. Una vez que estuviera seguro de que podía matar incluso a Oso Garra, sería el momento de empezar a buscar una salida.

Hajime redobló su determinación, entrenando más duro que nunca antes.