Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 1

Capítulo 11: Los Frutos de la Esclavitud

Terminamos nuestras comidas, dejamos el restaurante, y nos dirigimos a los campos.

Raphtalia estaba de buen humor, y tarareó una canción mientras caminábamos. Pero una vez salimos de la ciudad y llegamos a los campos, parecía asustada, y comenzó a temblar.

Debía de tener miedo de los monstruos.

—No tengas miedo. Yo te protegeré de los monstruos.

Parecía confusa otra vez.

—Compruébalo. Esta cosa ha estado mordiéndome bastante tiempo. No duele ni un poco.

Levanté mi capa para mostrarle a Raphtalia todos los globos que había ahí, mordiéndome. Ella saltó de la sorpresa.

—¿Eso no le… duele?

—En absoluto.

—De verdad…

—Vamos.

—Okay… ¡cough!

Había estado tosiendo mucho, pero probablemente no era nada.

Cogiendo hierbas medicinales por el camino, fuimos en dirección al bosque.

¡Hey, ahí hay uno!

No… eran tres. Tres globos rojos. Estaban en los arbustos de las afueras del bosque. Le dije a Raphtalia que fuera cuidadosa y llamé la atención de los globos. Pronto, estaban mordiéndome.

—¡Cómo la otra vez! Apuñálalos por la espalda.

—… ¡Okay!

Arremetió hacia delante y clavo su cuchillo en los globos.

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!

Al final de la batalla, Raphtalia subió al nivel 2.

Escudo Pequeño Rojo: condiciones cumplidas

Escudo Pequeño Rojo: habilidad bloqueada:

bono de equipo: defensa +4

Inmediatamente cambié el escudo a su nueva forma. Raphtalia estaba asombrada por el proceso.

—Cómo ha… ¿Qué ES usted, Maestro?

¿No sabía que soy el Héroe del Escudo? Bueno, ella era una demi-humana, y ante todo una esclava.

—Soy un héroe. El del Escudo.

—¿Héroe? ¿Quiere decir como uno de los cuatro Héroes Santos?

—¿Sabes sobre ellos?

Ella asintió.

—Eso es correcto. Soy uno de los héroes invocados. ¡Pero soy el más débil!

Me mordí las uñas mientras lo decía. Sólo pensar en los otros me llenó de furia asesina.

Notando mi ira, Raphtalia se alteró, así que decidí no continuar la historia más allá.

—De todas formas, el plan para hoy es derrotar a los monstruos de este bosque. Yo los sujetaré, tú apuñálalos.

—O…kay.

Tal vez se estaba acostumbrando a mí. Respondió mucho más rápido de lo normal.

Continuamos caminando por el bosque, y cada vez que encontrábamos algún enemigo, yo llamaba su atención, lo sujetaba, y Raphtalia lo apuñalaba por la espalda.

Pronto, nos encontramos con algo diferente a un globo.

Un Loomush.

Era blanco, algo así como una seta, y se movía saltando. Sus ojos eran pequeños y estrechos, y era casi tan alto como una persona.

Probé a golpearlo, pero tuve la misma suerte que con el globo.

Hice que Raphtalia lo matara.

Pronto nos encontramos con unos Bluemushes y Greenmushes.

Escudo de Masa: condiciones cumplidas.

Escudo de Masa Azul: condiciones cumplidas

Escudo de Masa Verde: condiciones cumplidas

Escudo de Masa: habilidad bloqueada:
bono de equipo: evaluación de plantas 1

Escudo de Masa Azul: habilidad bloqueada:
bono de equipo: receta simple 1

Escudo de Masa Verde: habilidad bloqueada:
bono de equipo: composición principiante

Ninguna de estas habilidades eran aumentos de estado. Todos parecían ser nuevas habilidades.

Composición… Eso sería útil una vez que agote mis reservas de medicina.

Al final del día, Raphtalia estaba al nivel 3, y yo había subido al nivel 5.

Llegó la noche, y dejamos el bosque para caminar por la orilla del río.

—Cough…

Raphtalia guardó silencio, no se quejó de nada, y se quedó conmigo todo el tiempo.

Deberíamos que gastar al menos un poco de tiempo en aumentar nuestras finanzas.

Llegamos al río. Abrí mi bolsa, saqué un poco de leña y se la di a Raphtalia. Ella apiló los troncos y les prendió fuego.

—Ve a lavarte. Si coges frío, podrás entrar en calor en la hoguera.

—…Okay.

Raphtalia se desnudó y saltó al agua. Yo empecé a pescar e intenté conseguir algo de comida para nosotros. Traté de mantener un ojo en ella mientras pescaba. Pero no había globos en la zona, y todo parecía seguro.

Comencé a repasar el botín que habíamos conseguido ese día.

Teníamos una pila bastante grande de hierbas medicinales y un montón de hierbas que no se podían encontrar en los campos.

También teníamos algunas pieles de globo, bastantes, y una buena cantidad de setas.

Y había desbloqueado cuatro nuevos tipos de escudo.

Sí, era mucho más eficiente trabajar con ella. Hice bien al comprar un esclavo.

Debería probar la composición.

Conseguí una receta fácil.

Encontré una receta que podía ser hecha con las hierbas que tenía a mano.

En cuanto a los materiales… debería ser suficiente con las rocas del río. Podría machacar las cosas con ellos. Necesitaría una receta para un mortero.

Debía haber varios trucos para hacerlo más fácil, pero no estaban anotados en la receta.

Pensé en lo que estaba a la venta en el boticario. El farmacéutico había estado trabajando en algo que parecía que podía ser hecho con los materiales que tenía, así que me basé en eso, y copié lo que podía recordar.

Hierba Medicinal: fabricada

Hierba Medicinal: calidad: mala:

efectiva cuando se aplica inmediatamente en la superficie de las heridas

La información apareció directamente delante de mis ojos.

Supongo que fue un éxito.

El escudo reaccionó, pero no absorbió la medicina.

Pensé que podría ser una buena idea probar otras combinaciones, cosas para las que no tenía recetas. Probé mezclando una variedad de cosas, y la mayoría de los intentos terminaron en fracaso: normalmente una pila negra de desechos. Aun así, fue muy interesante.

Me recordaba a un juego en línea, aunque ese pensamiento fue inmediatamente seguido por la memoria de los otros héroes. Rápidamente me sentí molesto.

Podía oír el chasquido de la leña en un fuego. Raphtalia había salido del agua y ya se estaba calentando cerca de las llamas.

—¿Has entrado en calor ya?

—Sí. Cough…

Debía tener un resfriado de algún tipo. El traficante de esclavos había mencionado que estaba enferma. Eso me recuerda que… ¿no acabo de hacer medicina? No podía dejarla morir antes de recuperar el dinero que me había gastado en ella. Puede que no fuese inteligente regalar algunos de mis escasos recursos, pero en realidad no tenía elección.

Medicina Normal: calidad: regular:

efectiva en resfriados débiles

—Aquí, coge esto.

No sabía si su resfriado era “débil, pero era todo lo que tenía.

—… Pero duele, así que… ugh…

La muy tonta trató de decir algo egoísta. Ella puso una mano en su pecho por el dolor.

—¿Ves?

—S… sí, okay.

Cogió la medicina con su temblorosa mano y se la bebió de golpe.

—Huff… Huff…

—Genial. Buen trabajo.

Froté su cabeza, y ella no intentó detenerme.

Sus orejas de mapache estaban muy mullidas. Miré su cola, y ella frunció el ceño, como si dijera “¿Qué estás mirando?. Su cola empezó a moverse por la irritación.

—Muy bien, hora de cenar.

Cogí un pez, lo clavé en un palo, lo asé sobre el fuego y se lo pasé a Raphtalia. Tomé un bocado, pero no sabía nada. Era como un tofu firme y desmenuzado, sin sabor alguno.

Estaba sorprendido de lo repugnante que parecía el pescado cuando se era incapaz de saborearlo. Lo que sea, no importa. Podría ser asqueroso, pero Raphtalia se lo comía vorazmente.

Decidí volver a la fabricación.

Siempre me gustaron este tipo de trabajos delicados. El sol se puso, y todo cayó en la oscuridad. Yo continué trabajando en la zona iluminada por la hoguera.

Aparentemente se podían hacer todo tipo de cosas.

Tras terminar de comer, Raphtalia contempló el fuego, hipnotizada. Parecía que se estaba quedando dormida.

—Puedes irte a dormir, ¿sabes?

Ella sacudió la cabeza vigorosamente.

¿Qué pasa ahora? Estaba actuando como un niño que no quiere irse a dormir. Pero otra vez, supongo que ERA una niña. Caería dormida si simplemente la dejaba sola. Me Preguntaba si la medicina estaba teniendo algún efecto en ella. No parecía estar tosiendo tanto.

Seguí fabricando un rato más y empecé a tener una idea de lo que podía hacer.

Cogí algunos de los materiales mediocres que había creado y dejé que el escudo los absorbiera para ver que conseguía.

Escudo Medicinal Pequeño: condiciones cumplidas

Escudo Venenoso Pequeño: condiciones cumplidas

Escudo Medicinal Pequeño: habilidad bloqueada:
bono de equipo: incremento de la eficacia de la medicina

Escudo Venenoso Pequeño: habilidad bloqueada:
bono de equipo: incremento de la resistencia al veneno

Cualquiera de los escudos podía ser equipado desde el Escudo de Hoja o el Escudo de Masa. Realmente no sabía que tan útil sería el incremento de eficacia de la medicina.

¿Significaba que el uso de medicinas tendría más efecto? ¿O que podría fabricar medicinas más potentes? No importa. Habíamos recogido muchos materiales hoy, lo que nos sería de ayuda.

Raphtalia se había quedado dormida, pero repentinamente empezó a hablar.

—No… No… ¡Ayuda!

Estaba teniendo una pesadilla.

—¡Noo! ¡Noooooo!

Su voz zumbó en mis oídos, aguda y aterrorizada.

Esto era bueno. ¿Y si su voz atraía a los monstruos?

Corrí hacia ella y le tapé la boca con la mano.

—¡N………!

Aun así, sus gritos pasaron entre mis dedos. Ahora entiendo a qué se refería el traficante de esclavos cuando dijo que tenía problemas.

Esto podía ser un problema.

—¡Relájate! ¡Tranquila!

Ella estaba gritando, pero seguía dormida. La levanté y la abracé para tranquilizarla.

—¡Noo! Papá… Ma…má.

Estaba llamando a sus padres. Había lágrimas cayendo por su rostro. Ella levantó una mano, pidiendo ayuda.

No sabía cuál era su situación, pero parecía estar traumatizada por haberse separado de sus padres.

—Está bien… No pasa nada…

Le acaricié la cabeza. Estaba intentando tranquilizarla.

—Ugh…

Seguía llorando. La abracé con más fuerza.

—¡ARRR!

Un globo apareció, atraído por sus gritos.

—Geez…

Justo en el peor momento…

Sujeté a Raphtalia con fuerza, y corrí hacia el globo.

—¡Arrrrggghhhh!

***

¡Cheep! ¡Cheep!

—¿Ya es de día?

Había sido una dura noche. Cuando acabé con los globos, los gritos de Raphtalia empezaron a calmarse. Si me alejaba de ella sus gritos aumentaban. Y si gritaba otra vez, los globos volvían. Al final no dormí casi nada.

—Um…

—¿Estás despierta?

—¡¿Ahh?!

Se sobresaltó al ver que estaba en mis brazos, y sus ojos se abrieron por completo por la sorpresa.

—Ah… Ha sido agotador.

Pasaría un poco de tiempo antes de que las puertas del castillo se abrieran. Esta era mi única oportunidad para echarme una siesta.

Nuestro trabajo para hoy sería vender la medicina que había hecho y las hierbas que recogimos. Si las hierbas se vendían a mejor precio que las medicinas, no habría razón para seguir haciéndolas.

—Voy a dormir un rato. ¿Puedes comerte el pescado que sobró para desayunar?

Ella asintió lentamente.

—De acuerdo entonces, buenas noches. Si viene algún monstruo, despiértame.

Me costaba mantener los ojos abiertos. Me sentí arrastrado por el sueño.

¿De qué estaba tan asustada? No tenía intención de preguntarla. Debe ser que fue vendida por sus padres, o que la secuestraron.

Incluso si era lo último, no pensaba devolverla. Yo no la había robado, pagué un alto precio por sus servicios.

Podía odiarme si quería. Necesitaba seguir vivo.

Tenía que encontrar una forma de volver a casa.