No Pierdas la Esperanza
Volumen 1
Capítulo 3: No te Sobreesfuerces
Parte 6
Al llegar al restaurante, fui recibido por Akane-san.
-¡Bienvenido, Daiki!
Sonreí, y le devolví el saludo a Akane-san.
-Buenas tardes, Akane-san. Lamento haber faltado ayer… y lo siento por preocuparte tanto…
Hago una reverencia como disculpa.
-Cielos, no es necesario que te disculpes de esa manera, Daiki. Todos nos preocupamos, sí. Pero aquí estás, y estás bien al parecer. Eso es suficiente para mí. Así que no te disculpes, ¿Sí?
-De acuerdo…
-Aunque no creas que te librarás de mí. Te sacaré a la fuerza lo que me ocultaste ayer.
Sabía que llegaría a esto. Ella no se rendirá.
-No he ocultado nada, Akane-san. Lo prometo.
Ella se acerca a mí, y su rostro está muy cerca del mío.
-No puedes ocultarme algo, te conozco muy bien, sé que mientes.
-Realmente no estoy ocultando nada… Akane-san.
Ella me mira fijamente por unos segundos, y luego se aleja.
-Está bien, está bien. Ve a cambiarte para comenzar a trabajar, Daiki.
Asiento.
-Sí, vuelvo en seguida.
-No tardes, o te patearé.
Akane-san dice eso mientras me dirijo hacia el vestidor de los hombres.
***
Varias horas más tarde, el restaurante ya ha cerrado, nos encontramos limpiando las mesas.
-Buen trabajo hoy, Daiki. Nos vemos mañana.
El cocinero, Ayusawa-san. Sonríe al decir eso.
-Sí, igualmente, Ayusawa-san. Nos vemos mañana.
Ayusawa-san asiente, y sale del restaurante.
Akane-san se acerca a mí.
-Hoy sí que trabajamos. Y otra vez el restaurante estuvo lleno de mujeres. ¡Ligón!
No soy un ligón… no es mi intención…
-Ya te lo he dicho, Akane-san… mi intención no es ligar…
-Lo sé, lo sé, es un desperdicio, podrías tener a quien tú quisieras. ¡O lo que tú quieras!
Lo único que quiero… es ver a mis padres otra vez… eso no lo puedo conseguir…
Continué limpiando las mesas, en silencio.
-Oye, ¡No me ignores!
Akane-san me pellizca una mejilla.
-Lo siento, lo siento. Estaba perdido en mis pensamientos.
-Hm…
Ella se acerca a mí nuevamente.
-¿Está todo bien, Daiki? ¿Tienes comida? ¿Tienes para pagar el alquiler de este mes?
Asentí a lo que dijo Akane-san.
-Sí, no te preocupes por eso, tengo comida, y he ahorrado al menos para dos o tres meses de alquiler por si algo ocurre.
Sonreí al decir eso.
-Genial, tú sí que sabes ahorrar, debo aprender de ti.
Akane-san rió al decir eso.
-Así es, siempre mal gastas tu dinero, Akane-san.
-Lo sé, no puedo evitarlo…
-No tienes remedio…
Reí al decir eso. Luego caminé hacia una de las mesas, y tomé los platos que se encontraban en ella. Al caminar hacia la cocina, mi cuerpo se sintió pesado, mi mente se desvaneció por un momento, y caí arrodillado al suelo. Todos los platos que tenía en mi mano, se rompieron.
-¡Daiki!
Akane-san corrió hacia mí.
-Daiki, ¡Daiki! Responde, ¿Te encuentras bien? ¿Qué ocurrió?
Demonios… creí que lo de ayer fue sólo algo de una única vez…
Me puse de pie.
-Tranquila… estoy bien, sólo fue un pequeño mareo, eso es todo.
Akane-san me mira fijamente, sus ojos están llenos de lágrimas.
-Dímelo.
Miro hacia otro lado. No quiero preocuparla más de lo que ya está.
-Dímelo, Daiki.
Ella se acerca a mí aún más. Y me toma por el cuello de la camisa.
Bajé mi mirada… no quería decirle eso a Akane-san…
Ella comienza a llorar…
-Por favor, dime lo que te ocurre…
Miré a Akane-san, y hablé.
-Yo… creo que estoy enfermo…