Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 5: ¡Volviendo a los Orígenes con estos Aventureros!

Parte 4

―Estoy diciendo que renuncio. Mira, Kazuma, ya no quiero hacer más misiones.

Tras una ardua batalla, cumplimos la eliminación del grifo y de la mantícora, y otra más de regalo.

―Oye, Kazuma, quiero hacerte una pregunta. ¿De verdad crees que hemos mejorado? Me parece que no hemos madurado ni siquiera un poco como aventureros desde que formamos el equipo. ¿Tú que piensas?

―A mí no me preguntes; eso me gustaría saber también.

Estaba llevando a Megumin a mis espaldas y caminando hombro con hombro junto a una Darkness herida por la batalla y otros aventureros. Juntos recorrimos el camino de regreso a Axel.

Me quedé mirando la puesta de sol mientras caminábamos por una calle, y entonces Megumin me habló desde arriba.

―Quiero disculparme contigo por una cosa… nunca más se me volverá a pasar por la cabeza la idea de regresar a los viejos tiempos.

¿Qué te había dicho?

***

―…¡Gracias a todos por su trabajo! ¡Además, tengo que darles mis felicitaciones por otra cosa! ¡Con esta última batalla, todas las misiones de nivel alto que había en esta ciudad han sido cumplidas con éxito! ¡En nombre de todos los miembros del Gremio de Aventureros, les doy nuestra más sincera gratitud!

La chica del personal nos dio la bienvenida cuando regresamos a la sede del gremio en un estado de decrepitud. Al ver esta escena, todos los aventureros que vinieron con nosotros para prestarnos su ayuda sonrieron satisfechos como si ya hubieran saboreado los frutos de su duro trabajo. Y en el centro de la fila de miembros del personal, la recepcionista, que parecía haberse convertido en el icono de nuestro gremio, hizo que ella saliera a la vista de todos.

―¡Increíble! ¡Todos son tan alucinantes!

Los ojos de Komekko resplandecían.

―Sí, somos increíbles, ¿verdad? ¡Es porque somos aventureros de Axel! Aunque tu hermana mayor es la mejor de todos. ¡Después de todo, Megumin fue la que mató al grifo y a la mantícora de un solo ataque!

Un hombre con la cara curtida por el tiempo y espíritu de guerrero se rio abiertamente. Se olvidó de añadir el “- san” al referirse al nombre de Megumin porque la elogió con el corazón. Al escuchar aquellas palabras sinceras del aventurero, Komekko puso la sonrisa más feliz que habíamos visto hasta la fecha.

―¡Onee-chan es la mejor!