Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 3: ¡Piedad Divina para esta Devota Inquebrantable!

Parte 2

 

 

―Sólo se puede servir el mejor té a nuestras respetadas invitadas.

―¡M-Muchas gracias!


―¡Se agradece el gesto!

Las dos chicas se sentaron en el sofá del salón y Aqua les ofreció un té.

Es verdad, sabía que las conocía de algo. Fue en su aldea, y ellas eran…

―Y, ¿qué ha traído aquí a mis apreciadas compañeras de clase Planifura y Dotonto con mi hermana detrás?

―¡No me llamo Dotonto, sino Dodonko! ¡¿De verdad me tienes tanto rencor por casi haberte llamado Mendigumin?! ¡Pero si ni siquiera lo he dicho entero!

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La respuesta de Megumin me hizo recordar; ellas eran las dos amigas de su aldea que compartía con Yunyun.

Konosuba Volumen 11 Capítulo 3 Parte 2 Novela Ligera

 

―Es igual, éstas son Funifura y Dodonko, dos miembros insignificantes del Clan de la Magia Carmesí. Te aconsejo que al menos por el momento te acuerdes de sus nombres.


―¡¿A qué ha venido eso?! ¡¿Cómo puedes describirnos con “insignificante” y “por el momento”?!

―¡Aunque es verdad que en la aldea no nos toman en serio y no somos muy importantes, me niego a tolerar que Megumin nos juzgue!

Las dos chicas casi se pusieron a llorar cuando Megumin las presentó de una forma tan indiferente.

***

 

 

―¡Toma, prueba esto también! Y no te preocupes, todavía nos queda mucho. Puedes tomarte tu tiempo.

―Komekko, hay postre para después… a-así que por favor, no seas tan agresiva, me estás preocupando.

Mientras que Megumin y yo habíamos tomado la responsabilidad de atender a las chicas, Aqua y Darkness se ocuparon de dar de comer a Komekko a nuestro lado. Se veía increíblemente hambrienta; estaba devorando la comida a un ritmo peligroso.

Todavía algo nerviosa por visitar una casa distinta a la suya, Funifura empezó a hablar más en serio.

―Hace mucho que no nos vemos, Megumin. Tu hermana ha sufrido una tragedia, y por eso la hemos traído aquí.

La chica con dos coletas a los lados y que parecía tener una personalidad fuerte, Funifura, informó a Megumin sobre el motivo de su visita sin quitar la mirada de la pequeña mientras comía.

―Sí, sí, aunque no estamos seguras de si eso se aplica sólo a tu hermana o a toda tu familia… Creo que no hace falta decirlo, pero Komekko tuvo que enfrentarse con un desastre y no tenía dónde refugiarse. Entonces nos enteramos de que tú y Yunyun vivían las dos en Axel, así que la hemos acompañado hasta aquí.

La chica con una sola coleta, llamada Dodonko, hinchó el pecho de orgullo.

―¿Pero qué es esa cosa tan grave de la que hablan? ¿Qué le ha pasado a la casa de Megumin? Por cierto, recuerdo haber hablado antes con ustedes, cuando visitamos la aldea de la Magia Carmesí, ¿verdad?

Las dos se pusieron a temblar cuando escucharon mi pregunta, lo que me dio a entender que no estaban demasiado acostumbradas a hablar con hombres.

―¿No eres el novio de Megumin? Er, ¿y vives con ella? En realidad olvida lo de su casa, el pueblo entero se ha visto afectado por el desastre.

―Sí, sí, lo que ocurre es que resulta un poco difícil de explicar…

Megumin ya no pudo aguantar más que las chicas hablaran de aquel asunto con tantos rodeos y miró a Komekko, que estaba disfrutando de su festín, con la intención de preguntarle a ella directamente. Y como si la pequeña hubiese sentido la mirada de su hermana mayor, Komekko se tragó de golpe lo que fuera que estuviese masticando en ese momento para hablar.

―Hubo un “buum” y nuestra casa desapareció.

Su resumen, que a mí me pareció más bien de poca ayuda, hizo que Megumin se pusiera tensa.

―¿A qué te refieres con “buum”? ¡Por favor, explícate!

Al ver a Megumin tan confundida, Funifura y Dodonko compartieron una mirada y dudaron si continuar con la historia…

―El ejército personal de la hija del Rey Demonio está invadiendo el Hogar de la Magia Carmesí.

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Funifura nos explicó. Megumin se puso muy seria mientras la escuchaba, algo muy poco habitual en ella.

―La hija del Rey Demonio… ¿Significa eso que han descubierto al fin el secreto de la aldea?

El secreto de la aldea de la Magia Carmesí…

Los magos carmesíes eran en realidad humanos manipulados genéticamente creados por un súper genio tecnológico en una época anterior, por lo que su existencia era un misterio en sí.

¿Esa es la razón por la que el Rey Demonio los ha atacado? Aunque ahora, la tecnología que se utilizó para crear a los magos carmesíes ya no existe. Por lo tanto ése no puede ser el motivo de su invasión.

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―Kazuma, no te preocupes mucho por eso, no pasa nada. Hay muchos magos de la aldea que conocen el conjuro Teletransportación, así que no podrán acabar con nosotros tan fácilmente. Incluso si el pueblo entero es arrasado por las llamas, podemos repararlo con magia en lo que canta un gallo.

Megumin se imaginó que mi actitud pensativa se debía a que en el fondo yo lo sentía por los magos de su aldea, así que dijo eso de repente.

―No, por supuesto que estoy preocupado por tus padres, pero sobre todo me interesa el secreto de la Magia Carmesí que has mencionado. ¿No tienen tendencia en tu aldea a coleccionar… umm, diosas malignas que han sido derrotadas en el pasado y demás cosas peligrosas? Además, recuerdo que tenían guardado una especie de dispositivo del juicio final. Así que me estaba preguntando qué motivo puede haber para que la hija del Rey Demonio los esté atacando.

A estas alturas, cualquier cosa que esa panda de locos estuviera escondiendo no me sorprendería en absoluto.

Espero que no se demoren mucho en explicármelo.

―Entiendo. Parece que es necesario contarte la verdad.

Megumin me miró seriamente como si me hubiera leído el pensamiento.

―En realidad, una de las atracciones turísticas más famosas del Hogar de la Magia Carmesí es un mirador desde el que se puede ver el castillo del Rey Demonio.

¿Un mirador?

―Así es, hay un mirador en la cima de una colina cercana a la aldea al que le hemos mejorado su rango de visión con objetos mágicos muy poderosos. Aunque todavía no ha llegado al nivel de “Omnisciencia”…

Funifura continuó con la explicación de Megumin; su actitud era igual de seria.

―Nosotros los magos carmesíes podemos observar el castillo del Rey Demonio siempre que nos apetezca, y parece que su hija nos ha descubierto…

Dodonko se veía inquieta y también quiso añadir algunos detalles.

…Así que eso es lo que pasa. El hecho de que puedan espiarles debe de ser un asunto muy serio para el ejército de demonios. Después de todo, la sección de inteligencia es crucial en una guerra. Entonces la hija del Rey Demonio quiere destruir ese mirador indiscreto, ¿eh…?

―La característica principal por la que ese lugar vende tanto es que también tiene vistas al dormitorio de la Princesa Demonio, pero ahora que la víctima se ha enterado del asunto…

―Umm, las capacidades de guerra de información del ejército del Rey Demonio no se pueden subestimar.

―¿Qué acabas de decir?

Interpuse una pausa en medio de la explicación de Funifura y Dodonko.

―Ya lo has oído, el mirador sólo puede generar beneficios con el turismo, pero también provee de entretenimiento a los ninis del pueblo. Un bien de interés general…

―…Obviamente sería atacado por la hija del Rey Demonio. Oye, siempre he querido hacer esta pregunta: ¿por qué el Rey Demonio se encuentra en guerra con los humanos? Si soy extremadamente sincero, ¿no son ustedes los miembros del Clan de la Magia Carmesí y los seguidores de Axis la razón principal por la que seguimos luchando?

Las tres chicas de ojos carmesíes desviaron la mirada como si por dentro estuvieran de acuerdo conmigo.

―Eh, ¿significa eso que se sienten culpables?


―¿Q-Qué quieres decir, Kazuma? ¿Por qué siempre nos tienen que culpar a nosotros…? Lo único que se podría considerar molesto por nuestra parte es el festival de barbacoa de la Magia Carmesí que se celebra cada cuatro años…

A medida que la voz de Megumin se iba apagando, Aqua, que seguía dando de comer a Komekko, inclinó la cabeza por la confusión.

―¿Barbacoa?

Y Funifura le contestó.

―Todos los miembros del clan que dominan la teletransportación se reúnen cuatrienalmente y preparan una barbacoa cerca del castillo del Rey Demonio. Después del festín, nosotros los magos carmesíes lanzamos un auténtico caos de conjuros mágicos sobre la barrera que lo protege, y sólo regresamos a casa cuando su ejército sale para cargar contra nosotros.

―Siendo franco, no son más que una panda de gente molesta. ¡¿Es que no pueden dejar de hacer esas actividades tan desquiciantes de una vez?! …Es igual, ahora comprendo la situación. Gracias por haber traído a Komekko, nosotros nos encargaremos de darle un refugio a partir de ahora, ¿vale?

Funifura y compañía suspiraron de alivio.

―Como la pobre no tiene ningún otro lugar donde vivir, te damos las gracias de verdad por acogerla. Nosotras tenemos ahora otros asuntos que atender…

―Umm, como magas carmesíes que somos, ¿cómo vamos a rechazar comida gratis servida directamente en la puerta de nuestra casa?

Al escuchar esas aterradoras palabras que a mí me sonaban más bien a extorsión, Megumin se unió al ambiente de emoción y habló con valentía.

―¡Hija del Rey Demonio, más vale que te muestres pronto! ¡El primer ataque será para mí, y por supuesto lo haré con mi explosión! ¡Funifura, Dodonko, en marcha!

―¿De verdad crees que puedes ayudarnos? En cuanto salgamos de aquí vamos a buscar a los magos carmesíes mayores y formaremos una guerrilla para enfrentarnos a la hija del Rey Demonio, que ahora mismo ha ocupado nuestro pueblo. Si sólo tienes el conjuro de explosión, como mucho podrías servirnos de apoyo por si las cosas se torcieran.

Megumin se sintió traicionada por el término “apoyo” y levantó las cejas con bastante molestia.

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―Sí, sí, nos reclutaron en cuanto aprendimos magia avanzada. Siéntete libre de observar nuestro espectáculo con envidia.

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Y tras esta segunda puñalada por la espalda, los ojos de mi compañera se encendieron de color rojo.

―Ah, hablando de apoyarnos, Yunyun también debería estar en esta ciudad, ¿me equivoco? ¿Sabes dónde se encuentra ahora? A ella también la han invitado a participar en la guerrilla, aunque todavía no hemos podido encontrarla.

―Umm, recuerdo que ella nos describió en sus cartas el aspecto que tenían los amigos que hizo aquí. Quizás sería una buena idea salir a buscar a esas personas para ver si ellos saben dónde está. Lo que no entiendo es por qué no ha venido si le avisamos de antemano que llegaríamos hoy…

¿Amigos de Yunyun? Serán el demonio enmascarado y el delincuente con el que ha estado saliendo últimamente. Y en cuanto a por qué no aparece por ninguna parte, probablemente no quiere presentarles a sus llamados “amigos” a pesar de estar deseando demostrar siempre sus habilidades para socializar.

―…M-Mira, Megumin, queremos preguntarte una cosa.

Funifura le planteó una cuestión más como si fueran sus últimas palabras antes de marcharse…

―Yunyun también escribió en sus cartas que había hecho un amigo masculino en Axel… En realidad está exagerando y no tiene ningún amigo, ¿verdad?

―¿L-Lo dices en serio, Funifura? ¡Entonces es posible que Yunyun tenga otros amigos aparte de nosotras! Olvida a Megumin y por favor, no me digas que hasta Yunyun tiene más amigos que nosotras…

Entonces Megumin contestó sin tratar de ocultar la realidad.

―Contando a todos sus conocidos hombres, primero tenemos a Kazuma aquí presente, luego estaría… el imán de chicas llamado Vanir que vive unas calles más abajo, y por último, el famoso delincuente y aventurero degenerado con pelo rubio de nombre Dust…

Al mirar cómo Megumin iba contando con los dedos a medida que hablaba, Funifura y Dodonko se pusieron nerviosas.

―¡Ja… jaja! ¡M-Mira, como es una negada para socializar, seguro que ha tenido que esforzarse al máximo para conseguir esos pocos amigos! ¡A diferencia del Hogar de la Magia Carmesí, aquí hay mucha gente! ¡Entonces en el fondo tener uno o dos amigos raritos no es nada del otro mundo!

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Funifura se negó con testarudez a aceptar la derrota mientras que Dodonko estaba tratando de convencerse a sí misma…

―¡E-Exacto! Por cierto, Megumin, ¿qué tienes con este hombre? En la aldea hablabas mucho de él, pero si lo piensas bien, en realidad no tiene ningún sentido. Es imposible que Megumin pueda estar en plan amoroso con nadie. Sé sincera con nosotras, lo de la vez que se bañaron juntos, la noche que durmieron en la misma cama y todos los eventos de ese tipo que nos contaste fueron accidentes, no algo voluntario, ¿verdad?

Esta pregunta huele a desastre.

Y no sólo eso, Aqua y Darkness acababan de irse del salón para llevar a Komekko a que se lavara los dientes después de haberse comido los sucesivos postres. Tan sólo quedábamos nosotros cuatro, en otras palabras…

―Ummm… ¿Cómo explico esto…? Er…

Megumin se puso roja y se giró para mirarme, murmuró algo y entonces agachó la cabeza.

Qué raro, normalmente esta chica no se comporta de forma tan tímida.

―Eeh… ¡oye, tienes que estar de broma, ¿no?! ¡¿Cómo es posible que estés reaccionando de manera tan femenina…?!

―N-No, jamás me perdonaré perder contra Megumin… ¡¿Cómo puedo ser menos mujer que esa atontada crónica que de todas tiene la menor probabilidad de experimentar lo que es el romance…?!

Las dos chicas del Clan de la Magia Carmesí empezaron a caminar marcha atrás, y cada vez se encontraban más cerca de la puerta. Parecía como si la esperanza de seguir viviendo hubiera desaparecido de sus caras, como si hubieran visto el final del mundo mismo. Megumin se rascó una mejilla con timidez… y entonces dijo algo impactante.

―Por favor, no le digan esto a mis padres.

―¡Aaaaaah! ¡Nosotras nunca…!

―¡…Perderemos contra ti!

Megumin saboreó la imagen de las dos chicas corriendo mientras se les saltaban las lágrimas, y entonces se le dibujó una sonrisa perversa de victoria.

…Después de haber echado a las dos magas molestas, aunque en realidad lo hicieron ellas solas, fuimos a comprar un montón de cosas que pudiera necesitar Komekko mientras estuviera viviendo en nuestra casa. Después regresamos sin detenernos en ningún otro sitio.

En cuanto llegamos a la mansión, Aqua corrió a ocupar el sofá como si pretendiera hacer una demostración de poder. En sus garras se encontraba Chomusuke, a la que habíamos descuidado en los últimos tiempos debido a nuestros viajes, y ahora mismo se encontraba luchando por recuperar su antigua y apreciada vida.

―Bueno, Komekko dormirá conmigo. Hace mucho tiempo que no nos vemos, así que debe de haberse sentido sola. Ya verás, deja que te compense con un poco de compañía en la cama que tanto echaba de menos.

―Onee-chan ha tenido que sentirse sola sin mí…

―¡K-Komekko!

Después de responder efusivamente a la invitación de compartir cama con Megumin, la pequeña se quedó mirando con intensidad al gato en los brazos de Aqua.

―Parece que puede estar rico…

―¡Komekko, aquí tenemos comida en abundancia, así que deja al Emperador Zell y a Chomusuke en paz, por favor!

Megumin se preocupó por la seguridad de las mascotas y la regañó, a lo que Komekko asintió mientras se limpiaba de saliva las comisuras de la boca.

―Tienes razón, deberíamos esperar hasta que engorden un poco más.

―¡No, no lo decía por eso, Komekko! ¡Esas son nuestras mascotas!

Aqua también se veía alarmada por los deseos desalmados de la hermanita de Megumin, y se llevó a Chomusuke del salón siguiendo su instinto.

―Como apenas puedes pasar tiempo con tu hermana, hoy prepararemos una fiesta de bienvenida. ¡Onii-san te comprará toda clase de delicias!

―¡Onii-san es tan guapo!

Mientras me animaba, sacó un pequeño cuaderno de notas.

―¿Qué estás escribiendo?

Megumin se asomó por encima de ella para ver qué estaba apuntando…

―“dd/mm/aaaa: he seducido con éxito al novio de Onee-chan. Parece que he conseguido atraer su atención de Onee-chan a mí”… ¡Komekko! ¡¿Qué quieres decir con “seducir” y “novio”, quién te ha enseñado esas palabras?!

―Buzucoily.

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―¡Ese maldito marginado, ¿eh?! ¡Ese nini nunca hace nada de provecho!

¿Qué está pasando? ¿Por qué me siento mal por ese hombre que apenas conozco a pesar de que ya no soy un nini sino un aventurero?

―Dime, ¿qué es esto? ¿Qué, un diario?

―Mamá me dijo que usara esto para seguir la relación de Onee-chan con su novio.

Jamás me habría esperado que hubiese una espía entre nosotros, y menos que fuera la hermana pequeña de Megumin.

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