Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 2: ¡Castigando a este Compañero de Casa!

Parte 7

Me senté en el sitio especial del sofá del salón que tanto había echado de menos.

―Kazuma-sama, su té ya está listo.

Me recosté en el sofá con un brazo colgando por detrás del respaldo y con las piernas estiradas. Mientras tanto, Aqua me estaba trayendo el té que había pedido.

―Gracias— le expresé mi gratitud por sus servicios tan amables y di un sorbo a la taza y grité:

―¡Doncella inútil! ¡¿Qué mierda es esto?! ¡¿Me has traído agua sin más?! ¡¿Cuántas veces tengo que decírtelo?; no toques el té en lo más mínimo o si no lo convertirás en agua! ¡Tienes que ser más cuidadosa! ¡Vuelve a hacerlo, ahora mismo! ¡Vamos, prepárame otra taza de té!

―¡Aaah, mis más sinceras disculpas, Kazuma-sama! ¡Su té estará hecho de nuevo enseguida!— al escuchar mis quejas, Aqua fue a la cocina a toda prisa con una emoción sorprendente. Parecía no estar tomándoselo en serio, como si se encontrara en mitad de un juego de locos.

―Parece que el problema se ha resuelto. Para ser sincera, me alegra mucho ver que todos pueden estar sentados juntos en este salón de nuevo.

Megumin me dijo lo que sintió mientras bebía despreocupadamente a mi lado el té que preparó la doncella.

Es evidente que esa desgraciada le puede hacer un té bastante decente a cualquiera, pero el mío siempre acaba purificado. Seguro que está buscando problemas a propósito. Es como si su verdadera intención fuera que le griten.

Darkness intervino en la conversación mirando a Aqua con cierta envidia.

―Dejando todo eso aparte, has podido regresar a casa y además de una pieza, por lo que se podría decir que las cosas han salido bien… Y por favor, no vuelvas a llamar a la policía sin avisarme antes…

Me lanzó una mirada acusadora.

Bueno, pues no sean unas delincuentes y no pasará nada.

―¡Su té está aquí!

―Te lo agradezco.

Aqua me trajo al salón la nueva ronda de té que había preparado con una rapidez y una eficiencia poco características en ella. ¡Cogí la taza y le di un sorbo para encontrarme con que…!

―¿Pero qué te acabo de decir? ¡Esto vuelve a ser maldita agua pura! ¡¿Es que no puedes usar tu cerebro por una vez?!

―¡Aah! ¡Estoy sumamente arrepentida, Kazuma-sama! ¡No se preocupe, yo, su sirvienta, iré a prepararlo otra vez ahora mismo…!

Aqua respondió con un toque de diversión en sus palabras, y entonces Darkness se dirigió a ella.

―Aqua, si vas a hacerlo mal todo el tiempo, será mejor que me lo dejes a mí. Así Kazuma no tendrá que volver a gritarte más. Y entonces… yo seré la única con la que volcará su rabia…

Se había levantado para empezar a hacer lo que estaba diciendo cuando…

―¡Oye Darkness, por fin he conseguido esta oportunidad única para hacer el juego de la Doncella de los Dustiness, así que apártate y déjame tranquila!

―¡¿…?!

A lo que la diosa respondió con un tono seco.

―Espera, ¿entonces la razón por lo que has estado todo el rato purificando mi té a propósito era imitar los juegos pervertidos de doncellas que le gustan a Darkness?

―No exactamente; en realidad todas las veces te he servido agua caliente sin purificar nada.

―¡Esperen un segundo, ustedes dos, a las doncellas de mi familia no les pasa nada extraño!

Justo en el momento que Darkness protestó, Aqua sacó un pincel que ya estaba impregnado con tinta.

―¡Kazuma-sama, si quiere castigar a esta doncella inútil de los Dustiness, por favor pinte lo que le apetezca en mi cuerpo!

―Eeh…

―¡Como acabo de decir, nuestras doncellas nunca pedirían que les hiciéramos algo así!

Ignorando a la señorita Dustiness, cogí el pincel que me estaba ofreciendo Aqua y le garabateé unas cuantas líneas en la cara. En el instante siguiente, todos los trazos que había hecho con la tinta se purificaron. Megumin no pudo evitar poner una sonrisa al ver todas estas payasadas, y yo me giré hacia ella para devolverle el gesto. Pero…

―¡Aah! Auch auch auch…

Me puse las manos encima de la costilla que Aqua me había dejado maltrecha durante la pelea a puño limpio de la noche anterior. De repente, ella ahogó un grito sorprendida.

―Debió hacerse daño ahí anoche. ¡Le pido perdón, Kazuma-sama! Bueno, hoy voy a dejar mis costumbres a un lado y me esforzaré al máximo para utilizar el conjuro de curación más poderoso que existe. ¡Curación Sagrada Suprema!

Realizó el conjuro de restauración de salud sin que nadie se lo hubiera pedido.

Magia de curación…
―……Aah.

Murmuré involuntariamente después de haber sido curado.

―¿Qué te pasa?

Y Aqua inclinó la cabeza confundida.

―¿Qué le ocurre, Kazuma-sama? Esa es la magia curativa más fuerte que conozco, ¿no ha sido suficiente?

Nada de eso, en realidad…

―Err… Ah, no. Ha sido genial. M-Muchas gracias, Aqua. Ahora me siento mucho más relajado. Y por cierto, dado que compartimos casa, deja de llamarme “Kazuma-sama”; con decir sólo “Kazuma” vale. Si no dejas de hacerlo voy a empezar a sentirme aislado de ustedes.

Hice lo mejor que pude para comportarme de forma normal.

―…Ahora en serio, ¿qué te pasa? Aunque mirándolo de otro modo, ése ha sido un pensamiento muy admirable por tu parte después de haber dicho antes “como Aqua ha estado sospechando de mí durante una semana, ahora tendrá que añadir “-sama” a mi nombre durante otra semana entera”. Después de todo, tienes razón en que deberíamos tratarnos de forma familiar puesto que somos compañeros.

Con eso, Darkness puso una sonrisa elegante. Megumin hizo lo propio, pero entonces…

―…

Aqua puso su cara justo delante de la mía y se quedó mirándome como si tratara de leerme la mente.

―…¿Q-Qué pasa?

―…Nada. Es solo que prometí no volver a sospechar de ti nunca más.

Aunque dijo eso, continuó mirándome fijamente y sin una expresión concreta.

Debe tratarse de la magia curativa de Aqua.

Su hechizo me había restaurado por completo todos los recuerdos que me fueron borrados, y ahora, después de saber lo que hice en realidad, no era capaz de mirar a Aqua a los ojos.

¿Qué hago ahora? Hace solo un momento estaba defendiendo firmemente mi inocencia, pero ahora ni siquiera puedo hacerme una idea de lo basura que soy. Creo que he llegado al punto donde ya no podré seguir rechazando los nombres de Fracazuma o Bazuma.

Saqué una de las cartas de los niños como último intento para resolver el problema.

―Aqua, ¿te acuerdas de esto? Para ustedes debe de ser algo que ya vieron hace una semana, pero para mí, que sufro de amnesia, es muy reciente. ¡Vamos a ver la pasión que sentimos todos en ese momento! ¡Piensen en cuál es el verdadero motivo por el que estamos aquí!

Incluso cuando intenté darle la carta, ella persistió en su inacción. Por mi parte, empecé a perder la compostura poco a poco y me puse de pie en el sofá sin previo aviso.

―¡Da igual, dirijámonos al gremio de los aventureros! ¡Aceptaremos todas las misiones que podamos por el bien de Axel, y del mundo!

―…

Aqua continuó observándome a tan solo unos pocos centímetros de mí. No parecía que fuera a dejar de hacerlo.

Cinco minutos más tarde, mi fachada de víctima se vino abajo y me postré ante ellas para suplicar que me perdonaran.