Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 1: ¡El Despertar de Lolinini!

Parte 6

―…¡Se fue por allá! ¡Atrápenlo!

Varias horas más tarde. Yo me encontraba bajo la persecución de unos guardias bastante poco razonables, y por tanto estaba corriendo con todas mis fuerzas. Nunca antes había tenido que emplear tanto el ingenio ni tratar de convencer a alguien que se encontraba tan furioso. …No, puede que sí lo hubiera hecho en una ocasión, y tuvo que ver con Iris.

―¡No lo subestimen porque este solo! ¡Ya ha vencido a varios comandantes del ejército del Rey Demonio y a algunos de los monstruos más peligrosos que existen, sólo Eris sabe lo que tiene escondido bajo la manga!

Claire gritaba mientras me perseguía. Varios soldados me bloquearon el paso como si hubieran oído las advertencias de la aristócrata.

―¡Señor invitado, no podemos dejarle avanzar!

―¡Por favor, renuncie a esta resistencia inútil y obedezca…!

Me llevé una mano al bolsillo ignorándolos.

―¡Crear Tierra!

La estrategia fácil y rápida que solía utilizar como primer recurso.

―¿Q-Qué está haciendo?

Los soldados que tenía delante, confusos, me preguntaron por mis intenciones.

―¡Soplido de Viento!

―¡¿…?! ¡¿Qu~?!

―¡Mis ojos…!

Los guardias se tiraron al suelo de rodillas y con las manos en la cara después de haber recibido la ráfaga de aire con arena. Cuando pasé al lado me fijé en que uno de ellos llevaba cuerdas, probablemente para atarme. Se las quité aprovechando que ahora se encontraba fuera de combate y seguí corriendo.

Debo encontrar una manera de deshacerme de estos tipos y llegar hasta Iris. Eso es, no pienso regresar a casa de ninguna manera. Si consigo llegar hasta ella, todo se resolverá de una forma pacífica… No, aún mejor, puedo convencerla para que nos aliemos y protestemos juntos.

Tapé la boca y la nariz de un soldado que venía a por mí.

―¡Crear Agua!

―¡Guarrgarbl!

Se estaba ahogando y empezó a toser con violencia.

―¡K-Kazuma-dono! ¡Ese estilo de combate…! ¡¿Es posible que tú…?!

Claire preguntó horrorizada al ver mi desempeño a la hora de zafarme de los guardias; era como si hubiese descubierto una verdad espantosa.

Aunque tenía confianza en que conseguiría escapar, al final me metí sin darme cuenta en un callejón sin salida. Oí la voz de Claire aproximándose desde atrás tan pronto como me di cuenta de que ese sería el final del camino.

―…Por el amor de la diosa, ¿cómo he podido estar tan ciega?

Me di la vuelta para enfrentarme a Claire y los soldados, todos alineados y en formación.

Tengo que atravesar su barrera y llegar hasta Iris como sea.

Mi decisión ya estaba tomada, así que me coloqué en una postura de ataque contra Claire.

―Qué vergüenza, Claire. Ha sido un placer beber contigo mientras me contabas historias sobre la infancia de Iris. Si las cosas no hubieran llegado hasta este punto, sin duda tú y yo habríamos sido buenos amigos.

―Kazuma-dono… También lamento tener que despedirnos de esta manera. Pero dejando esto a un lado, debo darte las gracias por una cosa más: gracias por proteger a la princesa Iris de esa reliquia divina. Sin embargo…

―…¿Sin embargo?

Claire desenvainó su espada para responder a mi pregunta.

Así que es eso… Ya decía yo que hoy Claire no se estaba portando como me tenía acostumbrado. En ese caso…

―Sin embargo, robar el anillo de la princesa es algo inaceptable. Por favor, devuélvelo. Ese anillo no es un objeto que tú tengas derecho a poseer. Si te niegas a hacerlo, me temo que tendré que castigarte haciendo pública tu identidad secreta. Sé que con ello, la princesa Iris se enfadará conmigo, pero es algo necesario. En cambio, si deseas permanecer en el anonimato, obedece y…

En ese caso sería de mala educación no emplear todo mi potencial.

―Es imposible que puedas hacerlo público. Después de todo, el hecho de que una persona a la que Iris-sama llama hermano sea en realidad el Ladrón Solidario conllevaría una desgracia absoluta para la imagen de la familia real. Será mejor que me dejes pasar ahora mismo, chica del Traje Blanco, porque no pienso dudar en torturarte hasta que llores.

Eso fue lo que le dije en respuesta a su amenaza.

―…¿Q-Qué quieres decir?

Claire, que siempre me había mirado por encima del hombro y burlado de la veracidad de mi auténtico poder, sorprendentemente no estalló en cólera. Más bien todo lo contrario, lo que hizo fue ponerse a temblar mientras se le saltaban las lágrimas.

¿Qué clase de cambio de personalidad es éste? ¿Es porque se ha dado cuenta de que yo era el ladrón que se coló en el palacio o porque ha sido testigo de mi verdadero poder en plena acción? En realidad da igual, ahora mismo tengo que encontrar a Iris para enseñarle unas lecciones avanzadas.

Con esa pequeña promesa en el corazón, le mostré la cuerda que llevaba en la mano.

―Te ataré con esta cuerda y entonces usaré Robar una y otra vez hasta que llores y te vuelvas obediente.

―¡¿Eh?! ¡E-Espera! ¡Un momento, Kazuma-dono, a pesar de todo lo que ha pasado sigo siendo una dama de la nobleza! No harías… algo… así de extremo en público… ¿verdad?

Le respondí a la aterrorizada Claire mientras movía la cuerda en el aire de forma amenazadora.

―Por cierto, ya he hecho cosas como atar a Darkness a un carruaje y arrastrarla o hacerla gemir echándole agua congelada encima. Si quieres creértelo o no, eso depende de ti.

―¡¡¡Retirada!!!

El rostro de Claire se tensó e hizo un sonido mezcla entre un chillido y un alarido. Pero contrariamente a su orden, lo que hicieron los soldados fue estrechar el cerco.

No puedo ganar únicamente con fuerza bruta contra una ventaja numérica tan apabullante.

―¡Déjenos esto a nosotros, Claire-sama! ¡Nosotros nos encargaremos de ese hombre…!

Hay cuatro oponentes, y todos ellos han visto mi combinación de arena con viento desde la distancia. Es imposible que caigan en ese truco de nuevo.

―Muy bien, señor invitado, ríndase ahora por favor y~ ¡¿…?!

―¡Atar!

Improvisé un plan rápidamente y dejé atado al soldado que me había hablado. Él intentó desviar el ataque con su espada, pero una cuerda voladora no es algo precisamente fácil de parar. Aunque el ataque no fue perfecto, el soldado acabó enredado junto a su arma y cayó al suelo.

Los nudos han quedado un poco flojos, si sigue así se deshará de las cuerdas de un momento a otro. ¡Pero es justo un momento lo que necesito!

―¡Te tengo!

Levanté el brazo hacia un soldado que iba gritando mientras se abalanzaba sobre mí.

―¡Soplido de Viento!

Aunque solo le hice tambalearse un poco, fue suficiente para abrir un hueco en su formación.

―¡No son más que pequeños trucos! ¡No tengan miedo, atrápenlo!

Lo más seguro es que esas palabras vinieran del líder de la cuadrilla, o alguien de un rango similar.

―¡E-Esperen! ¡No, él es…!

Claire gritó algo desesperadamente, pero ya era demasiado tarde. Me lancé hacia mi siguiente oponente y coloqué la mano en una posición concreta, como si fuera a darle un apretón de manos. Sin ninguna razón lógica, el tipo me estrechó la mano izquierda de forma instintiva. Entonces usé mi Toque Drenador contra él.

―¡¿…?!

Al ver al hombre caer al suelo inconsciente, los soldados que aún quedaban en pie y el que se encontraba enredado con las cuerdas en el suelo se mostraron dubitativos, mirándome con cautela. ¡No quise desaprovechar esta oportunidad, así que salí corriendo para escapar de ellos!

―¡Detente ahí, Kazuma-dono, estás rodeado! ¡Te teletransportaré de vuelta con magia, así que nos vemos en Axel!

Conseguí escapar de aquel callejón sin salida, pero me topé con otra docena más de soldados. Su líder, Rein, me dijo eso con el rostro algo pálido. Me quedé paralizado, por lo que Claire y los dos soldados que aún le quedaban se aproximaron a mí por detrás.

¡Maldición, ¿de verdad no hay forma de escapar?!

El escuadrón de Rein me tenía rodeado por completo; habían tapado cada rincón y cada grieta que hubiese podio ofrecerme una ruta de escape, por lo tanto, mis esperanzas se vinieron abajo al instante.

Mierda, son demasiados como para que pueda enfrentarme a ellos. ¡Pero todavía tengo tantas cosas que enseñar a Iris…!

―Vamos, Kazuma-dono. Por favor, ríndete y márchate de aquí… Durante esta larga hora que llevamos persiguiéndote, muchos guardias han resultado heridos por resbalarse en los trozos de hielo que has ido dejando por el suelo, varios siguen incapacitados por el conjuro Atar y algunos incluso han perdido el conocimiento por haberles robado el maná a través de métodos desconocidos… Sin duda es un gran logro para tratarse de un aventurero en solitario; eres casi como el ladrón que entró en el palacio hace ya un tiempo…

Rein dijo eso con cierto tono sarcástico.

―Ja… ja… Q-Qué hombre más asombroso… Ya no resulta difícil saber por qué Mitsurugi-dono perdió contra ti dos veces. De todas formas, ¿qué clase de habilidades necesitaría alguien para detectar nuestros movimientos, escapar antes de tiempo y desaparecer de la nada cada vez que es arrinconado…?

Claire, de quien ya me había escapado varias veces, habló visiblemente exhausta.

Probablemente está buscando los nombres de Detección de Enemigos y Ocultarse.

Además de esas dos habilidades, también usé Clarividencia y Lectura de Labios con el fin de enterarme de las órdenes que daban a los soldados. Y si conseguían acercarse, Escapar resolvía fácilmente el problema.

A pesar de todos mis esfuerzos acabé en esta situación, sin embargo, si fuera alguien tan ordinario como para fracasar ahora, jamás habría podido vencer a ni uno solo de los comandantes del Rey Demonio.

Como me vio inmóvil, Claire se pensó que me había dado por vencido. Se relajó y empezó a acercarse lentamente hacia mí…

―Dime, Rein, ¿por qué no hacemos un trato tú y yo?

Mantuve una apariencia serena y hablé con ella pausadamente. Entonces, el rostro de la escolta de la princesa se puso tenso, y Rein levantó una ceja.

―Si no recuerdo mal, tú vienes de una familia noble menor, ¿verdad? Como ya sabes, yo tengo unos lazos emocionales muy profundos con Darkness, incluso su padre tiene una gran impresión de mí. Me aprecia lo suficiente como para confiarme la seguridad de su hija. Los Dustiness confían en mí hasta el punto de haberme prestado el collar y otros objetos con el escudo de armas de la familia grabado.

―¡Silencio! ¡No escuches sus mentiras, ese hombre solo quiere engañarte, Rein!

Tras hacerse una idea de a dónde quería yo ir a parar, Rein tragó saliva y Claire objetó histéricamente.

―…Además, me llevo tan bien con Iris que incluso nos tratamos de tú. ¿De verdad deseas apartar de ella al hombre que tanto admira? ¿Crees que eso es lo que la princesa quiere? En cambio, dejarme marchar ahora hará que te ganes el respeto de la familia Dustiness y el de la propia Iris. En otras palabras, el éxito de mi futuro está unido de forma inseparable al tuyo, Rein.

―¡No le escuches, Rein! ¡Puede que así parezcas ligeramente mejor a los ojos de la familia Dustiness, pero dejarás una herida abierta en la imagen que tengo de ti! ¡Ya sabes que nunca le ocurren cosas buenas a mis enemigos!
¡Además, en nombre del futuro de la princesa Iris, debemos apartarla de este hombre por mucho que ella lo idolatre! ¡Lo sabes perfectamente, con él rondando por el palacio, Iris-sama no hará más que convertirse poco a poco en una inmoral! ¡Sólo mira cómo se ha estado comportando en los últimos tiempos!

Al verse atrapada entre Claire y yo, la cara de Rein se retorció por la indecisión.

La docena de soldados que ella había traído eran probablemente sus guardias personales o algo parecido. Ellos, al notar el conflicto interno por el que estaba pasando su líder, decidieron no tratar de capturarme por el momento. Y sumado a que los guardias personales de Rein se mantuvieron a la espera, los soldados de Claire tampoco quisieron tomar la iniciativa. La tutora de la princesa nos miraba a Claire y a mí mientras le caían unas gotas de sudor frío por la frente. Vi que seguía debatiendo intensamente consigo misma, así que solo me quedaba una cosa más por hacer.

―Vamos, Rein, piénsalo bien. ¿No podría yo, alguien que tiene una extensa experiencia en derrotar líderes del ejército de demonios y monstruos especiales, convertirse en un gran apoyo para las fuerzas armadas del reino? ¿Acaso no has presenciado el alcance de mis habilidades hace escasos momentos? Podría ser el compañero de juegos de Iris, y también ayudar en la defensa del castillo cuando sea necesario. No voy a mentirte, soy muy hábil a la hora de encontrar las debilidades del enemigo… ¿Qué te parece? No hay ninguna razón para negarse a ello, ¿verdad que no? Con un amigo, Iris se sentirá más animada, y yo podré ser feliz viviendo aquí. El país también se beneficiará de tener a un aventurero poderoso a su servicio. Y por último, tú, Rein, ganarías puntos positivos tanto de Iris como de la familia Dustiness. ¿No te parece fantástico? ¿No te gustaría ser partícipe de un escenario donde todos salimos ganando?

―…

―¡Rein, di algo! ¡Te lo suplico, no hagas caso de ese “así es como son las cosas, no habrá problemas”! …Y-Ya lo entiendo, Rein, recuerdo que tu familia tenía unas deudas pendientes, ¿verdad? ¿Qué te parece si mi familia las paga por ustedes? ¿No eran unas cuantas decenas de millones? ¡¿Qué te parece?, no está nada mal, ¿eh?!

La oferta de Claire pareció llevar a Rein al borde de un precipicio. Ella agachó la cabeza y empezó a murmurar una disculpa, a lo que Claire reaccionó relajando su expresión y sintiéndose finalmente aliviada. Si yo hubiera sido un aventurero cualquiera, el tema habría acabado justo ahí, sin embargo, no podía rendirme sin antes mostrar una actitud propia de un caballero.

―Escúchame, Rein. Mis activos ya superan los mil millones, ya sabes cómo…

―¡A-Atrápenlo! ¡No dejen que diga algo más!

Antes de que pudiera terminar, los soldados de Claire, que se habían ido acercando poco a poco y en silencio, me empujaron contra el suelo desde atrás.

―¡M-Maldita escoria despreciable! ¡Estaba en medio de una negociación, no puedes interrumpir a alguien de esa manera! ¡Oye, Claire, ¿acaso no aprecias tus braguitas?! ¡Hace un momento has dicho que nunca les suceden cosas buenas a tus enemigos, pero te aseguro que ser mi enemiga no es mucho mejor!

―¡Lo sé, lo sé, Kazuma-dono! ¡Ciertamente creo que eres más aterrador que cualquier monstruo de este mundo!; no solo demuestras inteligencia en el combate, sino que además posees un carisma superior y unos contactos muy influyentes. ¡Ya sabía que eras rico, pero desde la última vez que nos vimos has progresado increíblemente bien…!

Me dijo Claire mientras ordenaba a sus soldados que me presionaran aún más contra el suelo.

―Rein, supongo que has traído la poción de borrado de memoria que te dije, ¿no?

¿Dijo borrado de memoria?

Ahora que me había puesto nervioso al escuchar aquel término terrorífico, fueron necesarios más soldados para inmovilizarme.

―Al principio no quería recurrir a una medida tan drástica, pero si dejo que te quedes con la princesa Iris, eso implicaría un gran riesgo de influirla de forma negativa. Por otro lado, ser sometido a una medida tan extrema como el exilio te dejaría sin duda un fuerte sentimiento de odio hacia nosotras. Sinceramente tengo miedo de lo que podrías llegar a hacer por venganza, así que, al mismo tiempo que nos disculpamos de verdad, debemos hacer que olvides todo lo ocurrido tras la noche en que Lady Dustiness te aconsejó que regresaras a Axel. Efectivamente, esa en que leíste las cartas de los niños… ¡Rein, procede!

Eh, espera un segundo. ¿Olvidar todo lo ocurrido después del día que decidí volver? En otras palabras, lo que dijo Iris sobre que yo le gustaba también sería…

―E-Entendido… Pero, ¿de verdad crees que es necesario usar esto? La poción fue prohibida por tener unos efectos secundarios tan graves como causar demencia, y eso con suerte… ¿E-Estás segura de esto? ¿Quieres continuar de todas formas?

¡Rein se acercó a mí con la pócima en la mano y diciendo esas cosas inconcebibles…!

―¡P-Para! ¡No me hagas beber una cosa tan peligrosa! Recuerda que tienes suerte porque ahora es pleno día, si hubiese sido por la noche habría sido capaz de desplegar todo mi poder. Visión Nocturna junto a Detección de Enemigos y Ocultarse significa que puedo infiltrarme en cualquier lugar vigilado o protegido. ¡Con un arco, incluso puedo alcanzarte desde cualquier distancia! ¡Será mejor que recuerdes eso, ya verás!

―¡A-Apresúrate! ¡Haz que se beba la poción de una vez, Rein! ¡Me está asustando! ¡Este hombre da un miedo brutal! ¡Lo que hemos visto hoy no es ni la mitad su verdadero poder, piénsalo por un momento, ni siquiera ha utilizado esa magia siniestra de congelación con la que casi mata de ahogamiento a Mitsurugi-dono! ¡En realidad ha sido piadoso con nosotras! ¡Rein, rápido, borra su memoria por completo a partir de ese día!

―¡Yo también fui una guardaespaldas durante un tiempo, pero esta es la primera vez que veo a alguien tan terrorífico…! ¡V-Vamos, bébete la poción…! ¡Kazuma-dono, abre la boca, te lo pido por favor…!

Me encontraba aplastado por varios guardias en un rincón del palacio real, y dos damas de la nobleza estaban intentando abrirme la boca por la fuerza desesperadamente. Puede que desde lejos se viera como un juego, ¡pero en realidad no era un asunto para tomarse en broma!

―¡Flama!

―¡Ah, quema! ¡Aaah, has hecho un agujero en mi capa favorita y que tanto me costó!

―¡Este hombre, mira que seguir resistiéndose en estas circunstancias…! ¡Estoy completamente horrorizada, Kazuma-dono! ¡Rein, te compraré una capa nueva más tarde, pero por favor, empieza a invocar un conjuro de teletransportación! ¡Yo me encargaré de darle la poción!

Claire le quitó la poción de las manos y se acercó a mi cara con una expresión de tensión.

¡¿Por qué pones esa cara de miedo?! ¡Yo soy el que se encuentra al límite aquí!

Rein terminó de invocar el encantamiento al mismo tiempo que Claire me tiraba la poción por la cara, cuando de repente…

―¡Onii-chan!

El ruido ha debido llevarla hasta aquí.

Iris gritó desde lejos mientras se dirigía corriendo a toda velocidad hacia mí. Una princesa siendo rescatada por un caballero andante de una violación inminente; esta imagen describía perfectamente la situación actual excepto porque los personajes estaban cambiados. Iris gritaba mientras yo estaba siendo empujado contra el suelo.

―¡Claire, ¿qué puñetas le estás intentando hacer a mi brother?! ¡Estoy cabreada que te cagas ahora mismo! ¡Corta el rollo ahora o te juro que te voy a tener rencor desde lo más profundo de mi corazón!

―¡Princesa Iris, por favor no use palabras como “brother” o “que te cagas” nunca más! Ya me he preparado para enfrentarme a su inevitable enfado. Ahora mismo estoy intentando hacer que este hombre se beba la poción de borrado de memoria y mandarlo de vuelta a Axel!

La princesa gritó mientras apartaba de su camino a los soldados que tenía delante.

―¡Eso es imperdonable de la hostia!

―¡Pues me va a llegar el turno de ponerme enfadada que te cagas como no deje de emplear ese lenguaje!

―¡Incluso Claire-sama se ha infectado! ¡El hechizo de teletransportación está completo, lo mandaré de vuelta a su casa cuando des la señal!

¡Maldición, he estado tan cerca…!

―¡Onii-sama!

Al darse cuenta de que no lo conseguiría a tiempo, Iris se detuvo para coger aire antes de gritar con todas sus fuerzas.

―¡Onii-sama, si el destino vuelve a unirnos de nuevo algún día, prometo que nunca te abandonaré!

Mi adorable hermana pequeña gritó con determinación.

―¡Iris, Onii-san volverá, ya lo verás! ¡Te prometo que la próxima vez no me iré del palacio, estaré aquí contigo y viviremos sin preocuparnos de nada para siempre…!

―¡¿Pero qué demonios está diciendo este hombre, es que no se da cuenta de la situación en que está?! ¡He dicho que tragues, ahora! ¡Rein, teletranspórtalo en cuanto consiga que se beba la poción!

De una forma bastante bruta, Claire me metió el brebaje en la boca. No estaba seguro de si los efectos serían inmediatos, pero lo confirmé cuando un mareo intenso se llevó rápidamente mi consciencia haciendo que me desmayara…

―¡Escríbeme cuando te acuerdes de mí! ¡Onii-sama, te estaré esperando! ¡Estoy segura de que algún día derrotarás al Rey Demonio…!