Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 1: ¡El Despertar de Lolinini!

Parte 4

En ese mismo día, Darkness y compañía regresaron a Axel sin mí. Yo planeaba ir con ellas, pero en el último momento sucumbí ante la mirada triste de Iris.

Bueno, me quedaré un día más.

Iris se había visto muy ocupada recientemente por las alabanzas y los agradecimientos constantes que le dedicaba la gente por su nueva condición de heroína; por eso quería hablar conmigo a solas por la noche. Darkness y Megumin solo pudieron asentir y sonreír con amargura frente a la humildad con que la princesa les había pedido permiso para que yo me quedara. Entonces…

―Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que viniste a mi habitación. Ponte cómodo, por favor, le diré a Claire que nos traiga el postre.

Fui a los aposentos de la princesa después de cenar. Una vez allí, mis ojos comenzaron a explorar aquella habitación de tamaño descomunal. Como si de repente hubiera recordado algo, Iris se precipitó velozmente sobre un objeto que había en su mesilla de noche y lo guardó debajo de la almohada.

―Oye, ¿a qué viene tanto secretismo? Vaya, ¿acaso me estás escondiendo una revista erótica? Ahora que lo pienso, ya tienes edad para empezar a interesarte por esas cosas, aunque te recomiendo que lo escondas mejor porque si no tus sirvientes se darán cuenta enseguida.

―¡En absoluto, no es nada de eso! ¡Lo que he escondido era esto, el anillo!

Iris sacó rápidamente de debajo de la almohada el anillo que le había comprado en el viaje a Elroad.

―Si lo llevara puesto, Claire seguramente lo desaprobaría debido a que no es adecuado para un miembro de la realeza por lo barato que fue y me lo confiscaría. Por eso solo puedo ponérmelo mientras duermo…

Desarrollé una necesidad urgente de quedarme en la capital para siempre después de ver a esa chica decir aquello con una mirada tímida. Sin embargo, me analicé inmediatamente a mí mismo por haber tenido ese pensamiento.

Ya les he prometido a todas que solo me quedaría una noche más. Si ahora les digo que pienso quedarme a vivir en la capital, esas tres perderán el juicio como mínimo y ya nadie sabe qué podría ocurrir después.

Evité su mirada, que albergaba un poder masivo de destrucción, como mejor pude y posé mis ojos sobre el anillo que estaba sosteniendo en sus manos con cuidado.

―Sabía que tenía que haber comprado uno más caro. El dinero no era un problema, pero éste era el único complemento de ese tipo a la venta. Lo siento mucho, una calidad algo mejor te habría ahorrado muchas molestias.

―No, a mí me gusta. Aunque los anillos más caros tienen unas gemas muy grandes y brillantes, este barato que me regalaste es bastante bonito.

Iris miró al anillo con auténtica felicidad.

No puedo seguir así; cada cosa que hace inflige un daño crítico en mi fuerza de voluntad. Despierta, Satou Kazuma, ella es tu hermana, tu hermana. En primer lugar no soy un lolicon. Aunque su cuerpo se parece cada vez más al de una adulta, Iris se encuentra definitivamente fuera de mi zona de ataque por ahora. Además, ¿no he empezado a sentir ciertas cosas por Megumin en los últimos tiempos? ¿De verdad soy un hombre tan fácil de seducir?

A veces me hacía preguntas de ese estilo a mí mismo.

―V-Vale, siempre y cuando te guste… Pero dejando eso a un lado, ¿a qué te apetecería jugar esta noche? …No, espera, compré un juego de cartas cuando estuvimos en Elroad; te puedo dejar jugar con mi baraja secundaria.

Nada más decir eso fui a coger mis cartas, sin embargo Iris me agarró de la camisa con delicadeza para detenerme.

―Espera, esta noche no quiero jugar a nada. Como apenas hemos pasado tiempo a solas, hoy me gustaría escuchar las historias de Onii-sama.

Y dijo eso tímidamente.

***

―…Y esto es lo que le contesté: “alguien que también juega a esto incluso cuando está en el trabajo o en la escuela no puede ser mi enemigo. Únete a nuestro grupo, vamos, aquí conocerás amigos de verdad…”, y así fue como el más famoso y más poderoso nini marginado se pasó a nuestro equipo, lo cual nos hizo verdadera e indiscutiblemente los mejores hasta la fecha. Desde entonces… Bueno, sucedieron muchas cosas que nos llevaron hasta nuestra caída. Lo que ocurrió después lo dejaré para otro día.

―Espera, pero tú vas a regresar a casa mañana, ¡quién sabe cuándo será la próxima vez que nos veamos! ¡¿Qué pasó al final?, por favor, cuéntame aunque solo sea una parte!

Me senté en la cama junto a ella y ambos nos quedamos un rato en silencio pensando.

No debería ser tan estricto, al fin y al cabo ella no ha hecho nada malo.

Seguramente Iris no tenía recuerdos muy emocionantes de su vida en el palacio, por eso estaba tan interesada en los míos.

―Supongo que no tengo más remedio. Pero sólo te contaré el principio, ¿vale? …En un momento dado, nuestro equipo obtuvo una nueva miembro llamada “Dark † Angel”, con una cruz entre medias. Esta chica nueva fue el comienzo del final de nuestro equipo.

―¡Espera, el principio de esta historia es demasiado intrigante como para dejarla así! ¡¿Qué hizo esa mujer?! ¡No podré dormir hasta que lo sepa!

Era una parte bastante oscura de la historia, pero por algún motivo, Iris la encontró inusualmente interesante.

―No me gustaría entrar demasiado en detalle… Para resumir la cuestión, supongo que utilizaré la singular palabra “princesa”.

―Princesa, ¿eh? …¡¿Eh?! Pues como no sea que esa susodicha princesa se hizo novia de alguien del grupo…

Estaba hablando sobre el despreciable acto de ayudar a una chica a subir de nivel tan solo por el hecho de ser chica, aquel en que normalmente ella entra en una relación romántica con un jugador a cambio de su asistencia. Esto solo ocurría en los juegos en línea, pero aun así Iris no tuvo ningún problema en entenderlo. Incluso cuando traté de explicarlo vagamente a propósito, fue capaz de comprender el verdadero significado.

―Una deducción impresionante. Efectivamente, esta princesa nos provocó grandes problemas porque nos arrastraba en las batallas.

―Ya veo… Después de todo tenían una gran diferencia de nivel…

En ese momento, mientras Iris se encontraba ocupada reflexionando, vi que llevaba algo en una mano. Al parecer se dio cuenta de que cambié mi atención por esa cosa y me la dio.

―Umm, por favor, tómalo. La jefa… quiero decir, Megumin me enseñó a hacerlo. Dice que es un amuleto de la suerte tradicional de los Magos Carmesíes. Y como tú casi siempre estás metido en una situación peligrosa, pensé que debería intentar hacer uno para regalártelo…

Era el amuleto de la suerte tradicional que hacían en el pueblo de Megumin y que ella me dio en una ocasión. Por lo que recordaba, el amuleto contenía cabello de varios magos al que se le inducía ciertos poderes.

―Muchas gracias. Yo también preferiría tener una vida más tranquila, pero los problemas siempre hallan la forma de encontrarme. Además, el origen de esos problemas suelen ser mis compañeras de grupo.

Iris respondió alegremente al verme guardar el amuleto en el bolsillo.

―Cuando regreses a casa ya no podré volver a salir de aventuras… Así que por favor, al menos llévate el amuleto contigo; así, en cierta manera seguiremos juntos.

A medida que hablaba, una expresión de tristeza fue adueñándose lentamente de su rostro.

―…Claro. Bueno, creo que me he dejado llevar un poco con mis historias. Además ya es bastante tarde; debería ir pensando en volver a mi habitación.

Continuamos charlando durante un rato con el fin de relajar un poco aquel ambiente embarazoso y de amargura que había dejado el regalo del amuleto. Por poco no nos dimos cuenta de que ya eran casi las doce de la noche.

Si no salgo de aquí pronto, Claire vendrá seguramente hecha una furia.

Justo cuando me disponía a levantarme de la cama y marcharme…

―…No.

De repente, Iris me agarró con fuerza de la ropa.

―A-Aunque quieras que me siga quedando, nada va a cambiar. No te preocupes, volveré pronto. Y si alguien trata de impedirlo, ya sea Claire o los guardias, les mostraré el collar que me prestó Darkness y que aún llevo conmigo. Claire fue lista y me pidió inmediatamente que le devolviera su escudo familiar, pero el de los Dustiness es todo lo que necesito para moverme por la capital a mi antojo. Así que…

―¡Te lo prohíbo! Visitarme de forma ocasional no es suficiente. Sé que he dicho que podías llevarte el amuleto contigo en mi lugar, pero aun así quiero acompañarte personalmente. ¡Quiero seguir yendo de aventuras con Onii- sama y apreciar todo lo que este mundo tiene que ofrecer!

Las emociones reprimidas de Iris salieron de golpe, al igual que un niño.

―¡Por favor, sigue enseñándome toda clase de cosas! De los doce años que llevo viviendo en este castillo, el poco tiempo que he estado fuera en una aventura contigo fue de lejos lo más emocionante y maravilloso. Por favor, no me dejes. Yo quiero estar contigo…

Tras soltar todo aquello de una sola vez, se tapó la boca siendo consciente de lo que había dicho. Ahora encogida y con la cabeza mirando al suelo no parecía en absoluto alguien que pudiera portar el título de cazadora de dragones.

―Perdón, he vuelto a ponerme caprichosa y testaruda… No puedo evitar volverme infantil cuando estoy contigo. Sigo siendo la princesa de una nación, tengo la obligación de proteger a la gente.

Como ha nacido en la realeza, esta chica debe de haber crecido con la imposición constante del autocontrol. Bueno, evidentemente siempre hay alguien que no sigue la norma, y ésas han sido básicamente Claire y Darkness. Pero incluso así, la primera es una guardaespaldas sobreprotectora y la otra vive en Axel la mayor parte del tiempo.

―Iris, sólo tienes doce años, es completamente normal que te veas adorable y que actúes como una niña de vez en cuando. ¿No hablamos ya acerca de esto? Eres una miembro de la realeza, no hay ningún problema por ser un poco caprichosa con la gente que te rodea.

Se empezaron a formar lágrimas en los ojos de la princesa mientras que al mismo tiempo mostraba una pequeña sonrisa. Esta niña, que ya de por sí era más fuerte que yo, además tenía un gran control de sí misma.

―Onii-sama, por favor, no me digas eso. Si no estamos juntos, temo que algún día pueda decir algo mucho más caprichoso que simplemente querer que te quedes.

…Mierda, ¿qué está pasando? No me gusta por dónde están yendo las cosas; creo que no voy a ser capaz de seguir aguantando mucho más.

―Pero hasta el día en que Onii-sama derrote al Rey Demonio, prometo no comportarme de forma infantil o egoísta. Así que…

Aaah, mierda.

Si te estás preguntando qué es lo que me resultaba tan terrible de todo esto, es que estaba peligrosamente cerca de enamorarme de esta pequeña chica.

―…Así que, aunque solo sea esta noche, por favor compórtate conmigo como si no fuera una princesa.

Lo que dijo antes de lanzarse a mí y abrazarme con fuerza no fue menos serio que la propia acción. Lo que hacía de esta situación aún más terrible es que ella pertenecía a la familia real y por tanto tenía la capacidad de jugar con las leyes relativas al matrimonio como deseara y cambiar la diferencia máxima de edades.

¡No, no puede ser! Iris es mi hermana… ¡No soy un maldito lolicon! Si esto sigue así, ni siquiera los mejores abogados de este mundo podrán ayudarme.

Aunque un emparejamiento como éste era legal en este mundo, ni siquiera me habrían permitido casarme con Megumin siguiendo el sentido común de Japón. Sin embargo, a pesar de mi conflicto interno, Iris acercó aún más su pequeño cuerpo al mío.

Si los rumores sobre la ausencia continuada de sus padres son ciertos, probablemente no tenga absolutamente nada de experiencia a la hora de explotar su ternura. No tiene ni idea de qué efectos puede causar lo que está haciendo ahora mismo.

Como ella era perfectamente consciente de su superioridad física, me rodeó con sus brazos de forma muy cuidadosa. ¡Y poco a poco empezó a aumentar la fuerza de su agarre…!

―B-Bueno, en realidad no me importa. ¡Olvida lo que acabo de decir, puedes ser todo lo adorable que quieras conmigo!

¡Mierda! He dicho algo raro por culpa de los nervios. ¿Y ahora qué voy a hacer con mis compañeras si estoy tan atado con Iris aquí? Si les digo de repente que he preferido quedarme en el palacio después de haber estado pasando tanto tiempo con Megumin, sólo conseguiré acabar con la poca credibilidad que me queda. Por otro lado…

―Onii-sama… no…

Por otro lado, Satou Kazuma, deberías ser sincero contigo mismo. ¿De verdad no quieres volver a Axel? Piensa en las cartas de esos niños; las has leído hace apenas unas horas. Eso es, el Rey Demonio. Debo acabar con él por el bien de Iris. Exacto, también por el futuro de esos niños, no solo el de Iris. ¡Y por supuesto por el bien de este mund~!

―Onii-chan.

…

―¡Tú me gustas mucho…!

Y en ese momento, todo aquello en lo que creí, desapareció.