Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 1: ¡El Despertar de Lolinini!

Parte 1

Era como si un terremoto hubiera sacudido el reino guerrero de Belzerg aquel día. La princesa de este país, el cual compartía frontera con el territorio del Rey Demonio, regresó a su hogar con el título recientemente obtenido de “cazadora de dragones”.

Como nosotros hicimos el trabajo de escoltarla durante el viaje al país vecino de Elroad, nos vimos involucrados en varios eventos. Todo comenzó con la solicitud de fondos por parte de nuestra nación para poder resistir ante el avance de las fuerzas del ejército del Rey Demonio, lo cual acabó derivando en una serie de apuestas sucesivas con el príncipe de dicho país. Todo terminó con la cacería de un dragón que estaba produciendo estragos.

Al final de todo descubrimos que el primer ministro de Elroad era en realidad un doppelganger que se había infiltrado entre los cargos más poderosos del reino. Sin embargo, gracias a su actuación en el plano político, consiguió salvar al país de una crisis económica inminente. Aunque yo por mi parte no hice más que jugar con el príncipe usando alguno que otro truquito… Bueno, si nos ceñimos estrictamente a los resultados, se podía decir que yo había hecho un gran trabajo. Además, el mayor problema de todos, que era el compromiso matrimonial de Iris, también quedó resuelto satisfactoriamente.

Supongo que éste era el momento de decir “y vivieron felices para siempre”, pero…

―¡Buen trabajo, Kazuma-dono, sin duda te he subestimado! ¡Lo que has conseguido esta vez se encuentra totalmente por encima de mis expectativas!

Tras regresar al palacio con Iris, nos hicieron acudir a la sala de audiencias para que informáramos sobre lo sucedido en el viaje. Después de eso recibí las felicitaciones de la dama del traje blanco, Claire, cuyos ojos resplandecían por la emoción.

En una ocasión bastante poco frecuente donde las chicas de mi grupo parecieron entender lo que estaba pasando, se quedaron esperando pacientemente detrás de mí mientras conversaba con Claire.

―No, todo esto ha sido gracias al duro trabajo que ha hecho Iris. Lo único que hice fue un par de cosas que le sirvieron de ayuda.

―Cuánta humildad… Para ser sincera, no me habría importado en absoluto que nos hubiesen retirado por completo los fondos siempre y cuando el compromiso de Iris-sama hubiera sido cancelado. ¡Teniendo eso en cuenta, que hayas conseguido arreglártelas para recuperar los fondos y al mismo tiempo evitar el matrimonio, así como salvar a Elroad de una situación desesperada que ha conllevado que incluso nos deban un favor, resulta ciertamente…!

Continuó hablándome desde lo más profundo de su corazón con un tono de voz tan emocionado que casi estaba chillando.

―¡Claire! ¡¿Qué es más importante, mi matrimonio o el futuro del reino?! ¡Si no hubiésemos podido conseguir esos fondos, entonces ahora no tendríamos la oportunidad de seguir luchando contra el ejército del Rey Demonio, ¿sabes?!

―Por supuesto que la cuestión referente a su matrimonio es mucho más importante, Iris-sama. Siempre y cuando usted se encuentre a salvo, el ejército del Rey Demonio puede hacer lo que le apete~ ¡Ououou! ¡Iris-sama, ¿acaso se ha vuelto más violenta desde que realizó este viaje?!

Iris puso mala cara y agarró a Claire como si de un cepo de hierro se tratara mientras que ésta se retorcía de dolor. Mientras seguía atrapada y revolviéndose, se dirigió a nosotros cuatro.

―De cualquier forma ha sido un trabajo realizado con éxito. Pueden pedir cualquier cosa como recompensa, tan solo tienen que decirlo.

Claire, que nos estaba hablando con una seriedad abrumadora, se vio presionada aún más por el agarre casi animal de la princesa. Su cara parecía estar poniéndose más roja por momentos, pero al mismo tiempo pude sentir algo de felicidad en su expresión de dolor.

Genial, ¿qué pido ahora como recompensa? Ahora que lo pienso, está totalmente absorbida por Iris y se puede decir que en estos momentos está de nuestra parte.

―¿No hemos acordado ya una recompensa?

Claire pareció tener un instante de iluminación cuando dije eso. Sin duda había recordado la recompensa que habíamos establecido previamente a nuestra partida. Como premio por haber evitado el matrimonio entre su señora y el príncipe, ella tendría que contarme cosas sobre la infancia de Iris. Era una recompensa bastante humilde, pero…

―Ahora que lo pienso, estás totalmente en lo cierto, Kazuma-dono… Permítanme invitarlos a todos a un banquete para conmemorar sus esfuerzos en esta misión. No dudes que recibirás tu recompensa, Kazuma-dono.

Parecía que había entendido mis intenciones.

―No voy a dejarte dormir esta noche, ¿entendiste?

―¡¿Eh~?!

Cuando todas a excepción de Aqua y yo reaccionaron con un grito de sorpresa, sonreí para mis adentros.

***

―…¡Qué le pasa a esta chica, no aguanta para nada el alcohol!

Hacía tan solo diez minutos o así que el banquete había comenzado, y a pesar de ello, Claire ya estaba teniendo problemas para hablar. Se había tomado nada más que media copa de vino.

El lugar donde se estaba celebrando el banquete seguramente sería del gusto de las personas provenientes de Japón que habían aparecido aquí desde otro mundo. Aunque había algunas cosas que no cuadraban mucho, el suelo estaba hecho con esteras parecidas a tatamis y la sala decorada de tal forma que daría a cualquiera la impresión de encontrarse en una auténtica casa japonesa.

―Uuh, Kazuma-dono, m-mis disculpas…

Claire, que se había visto degradada rápidamente como persona por culpa del alcohol, se pegó a mí y me susurró una disculpa con la cara sonrojada. Aunque podía ser una pervertida a la que le gustaban las niñas pequeñas, definitivamente daba la imagen de una miembro plena de la nobleza.

Para ser sincero, tener a una chica apretando la parte superior de su cuerpo contra ti mientras estás sentado en el suelo no era una sensación desagradable en absoluto. Si tuviera que describirlo, sería como cuando una chica guapa se queda dormida en tu hombro mientras viajas en el tren.

―¿Desde cuándo Onii-sama y Claire se llevan tan bien?

Iris se acercó a donde estábamos nosotros con una copa de jugo en la mano y un cierto aire de enfado.

―Oh, ¿qué pasa, Iris? ¿Estás celosa? No pasa nada, el tipo de chicas que le gusta a Onii-chan son las que son guapas y las que tienen grandes pechos, así que…

―…

Uh, entonces supongo que el aspecto físico de Claire podría ser perfectamente de mi tipo…

Me quedé callado bajo la mirada severa y silenciosa de Iris. Antes de que me diera cuenta, nos empujó para hacerse un sitio entre Claire y yo y dejó que su guardiana durmiera una siestecita en su regazo.

Probablemente Claire se estaría arrepintiendo ahora mismo de haber bebido.

Iris le acariciaba el pelo, y sin levantar la mirada de ella, me habló…

―Onii-sama, ¿qué planeas hacer después del banquete? ¿Volverás pronto a Axel?

Aunque parecía como si estuviera hablando para sí misma, en realidad lo que quería era confirmar cuáles serían mis planes para los próximos días.

―Umm, ahora que lo dices… Últimamente no he hecho más que acabar con dioses malignos y ser tu guardaespaldas, así que creo que ya va siendo hora de tomarme un descanso muy pero que muy largo.

¿Tomarme un descanso? Qué raro suena eso, lo normal habría sido decir “ya va siendo hora de salir de aventuras”…

―Si quieres descansar, ¿por qué no lo haces aquí? Hay muchas habitaciones vacías, y además tampoco es como si tuvieras prisa en regresar a casa ni nada parecido, ¿verdad?

Iris continuó hablándome con la cara mirando hacia otro lado, concretamente a la durmiente Claire, que en ese momento estaba sufriendo los efectos del alcohol sobre su regazo. A diferencia de su forma de ser habitual, en esta ocasión, Iris preguntó directamente lo que pretendía saber. En el pasado se habría escondido detrás de su escolta y la habría utilizado para que hablara en su nombre, lo que le daba una impresión muy madura a pesar de ser solo una niña. No estaba seguro de si se debía a la influencia de alguien en particular, pero ahora se comportaba como una chica de su edad con bastante mayor frecuencia.

No pretendo decir que no me gustara la Iris que actuaba de forma introvertida y atenta con los demás, pero personalmente prefería su forma natural de ser y por mucho.

―Bueno, si eres tú quien me lo propone, no creo que le haga daño a nadie que me quede aquí un poco más.

Allá entonces, cuando me infiltré en el palacio en calidad de ladrón, tuve que pelear contra muchos de los soldados que estaban haciendo su trabajo de vigilancia. Aunque tenía la cara cubierta y cambié la voz para no ser reconocido, existía el riesgo de que mi complexión física y mis costumbres revelasen mi identidad en caso de pasar mucho tiempo entre estas paredes.

―Quiero decir, me alegra que tengas tantas ganas de estar conmigo, pero ésta es una decisión con la que debo tener mucho cuidado. No puedo darte una respuesta ahora mismo.

―Si fuera posible…

Mientras me encontraba perdido entre mis pensamientos, Iris, con la cabeza aun mirando hacia abajo, continuó hablando pero esta vez con un tono muy débil y triste.

―Si fuera posible, me gustaría vivir con todos ustedes…

Inmediatamente decidí que me quedaría a vivir en el palacio.