Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 10: La Mejor Apuesta del Mundo

Capítulo 5: ¡Poniéndole Fin a esta Conspiración!

Parte 2

Nada más y nada menos que un dragón. Si al final lográbamos acabar con esta criatura que tenía tendencia a acumular objetos brillantes, entones nos veríamos rodeados de una fama y una riqueza sin precedentes.

La razón por la que estableció su hogar en esta mina de oro fue probablemente porque se vio atraído por el metal precioso que allí se extraía. Había oído que los dragones eran muy exquisitos con la comida, pero era completamente posible que el color de su cuerpo fuera resultado de comer mineral de oro.

―¡Kazuma, nos ha tocado la lotería! ¡Es un dragón dorado, y de entre todos los tipos de dragón es el que tiene el mayor precio de venta! Si te comes su carne subirás varios niveles de una sola vez, se pueden hacer pociones muy raras con su sangre e incluso puedes destilar brebajes para mejorar tus capacidades con ciertas partes de su cuerpo. Seguramente también podrías fabricar armas y equipos defensivos de la más alta calidad usando sus fuertes cuernos y sus escamas. ¡Se podría decir que es como una montaña de tesoros!

Mientras que todos estábamos asustados por la aparición repentina del dragón, Darkness dio un paso hacia delante y preparó su espada larga para la batalla.

―¡Iris-sama! ¡Yo me ocuparé de atraer la atención del dragón, así que por favor, atáquelo desde una posición segura! ¡Yo no soy muy diestra con la espada, por lo que…!

Al contarnos el plan de acción a gritos, Darkness activó su habilidad para concentrar la agresividad del enemigo hacia ella llamada Señuelo. La apariencia firme y elegante que tenía en ese momento hacía un poco difícil pensar que normalmente era una inútil en todos los sentidos.

Esta chica… Sería genial que siempre actuara así.

―¡Muy bien, Megumin, empieza a invocar la magia de explosión! ¡Lo ideal sería que no hiciese falta reducir a pedazos con tu magia a un dragón tan valioso como este, pero si ves a Iris en peligro no dudes en liberarla! ¡Aqua, usa tu magia para dar apoyo a Iris y a Darkness, ellas serán las que inflijan el daño! ¡Por mi parte intentaré atacarlo desde la distancia usando mi arco!

―¡E-E-E-Entendido…! ¡¿Q-Q-Qué?, si solo es un d-d-d-dragón, frente a mi magia explosiva, no hay mucha d-d-d- diferencia con respecto a un simple lagarto…!

―¡Eh, tú, nini cobarde, lo único que vas a conseguir con tu arco y tus flechas es hacerle cosquillas! ¡Ven aquí e intenta hacer algo útil!

El dragón miró a Darkness con ojos sedientos de sangre y recortó la distancia que los separaba a ambos a una velocidad que no era acorde en absoluto con su gran tamaño. Mientras que Megumin temblaba incontroladamente por culpa de sus problemas a la hora de gestionar las crisis, Aqua, a pesar de sus protestas, realizó un conjuro de mejora defensiva sobre todos para darnos apoyo… Yo también quería ayudar de alguna manera, pero no había nada que pudiese hacer frente a un dragón. Era imposible que mis débiles ataques pudieran atravesar sus escamas duras como el acero, por no hablar de que me mataría al instante si decidiera acercarme aunque solo fuera un poco.

―¡Ven a por mí, dragón dorado! ¡Haré que seas testigo del poder de los Dustiness, a quienes llaman “la familia de los escudos”!

Sin dar un solo paso atrás en su enfrentamiento con el dragón gigante que se estaba aproximando, Darkness buscó un buen apoyo con los pies mientras que su cuerpo entero brillaba a causa de la magia de refuerzo.

Pero mientras presenciaba esta escena que parecía sacada de un cuento de hadas, me di cuenta de que Iris, a pesar de haber recibido ya la magia de apoyo de Aqua, seguía esperando con asombrosa paciencia. Me di la vuelta un momento para ver qué estaba ocurriendo y allí se encontraba ella empuñando su espada sagrada, con los ojos cerrados y sin hacer un solo movimiento.

Entonces, se generó una luz parecida a la que produce la electricidad estática y empezó a envolver todo su cuerpo acompañado de un ruido estridente. Gracias a mis amplios conocimientos sobre el anime y el manga, llegué inmediatamente a una conclusión sobre lo que significa aquello: se avecinaba algo terrorífico. Lo que Iris se encontraba a punto de utilizar era probablemente la más poderosa de todas esas cosas terroríficas.

Ya he visto esto antes…

En la batalla definitiva, este era el momento de realizar el golpe final donde uno volcaba toda su alma y sus fuerzas.

―¡GRRRRROOOO, GRRRRRRR…!

Puede que el dragón viese a Darkness como un enemigo con el que ser precavido. La criatura dorada no dejaba de rugir con fuerza, sin embargo no se atrevió a avanzar más. Sin duda parecía bastante inteligente, pero en esta ocasión tomó una decisión fatal.

Iris, que seguía reuniendo energía, abrió los ojos en ese instante. El poder mágico que flotaba en el aire se concentró en su espada y esta empezó a desprender una luz deslumbrante como nunca la había visto. Lo único que fui capaz de ver fue el comportamiento sorprendido y atemorizado del dragón en el momento que se dio cuenta de la presencia de Iris.

―¡¡Explosión Sagrada~!!

¡Acompañado del grito en que Iris volcó toda su alma y su energía, la mina de oro quedó cubierta por una luz cegadora…!

***

La ciudad entera de Elroad saltaba llena de alegría.

―¡El dragón ha sido vencido! ¡La princesa de Belzerg ha acabado con el dragón dorado de la mina!

Cuando regresamos a la capital, nos encaminamos directamente al gremio de aventureros e informamos de la muerte del dragón. Según nos contaron, esas criaturas eran la encarnación del poder mágico; sus cuernos, escamas, colmillos e incluso su sangre eran todos elementos de la mayor calidad posible para elaborar una gran cantidad de cosas.

Si fuimos al gremio fue para pedir a los empleados que nos ayudaran a cargar con el cadáver del dragón y así poder venderlo en la ciudad, pero al parecer esto causó una gran conmoción.

Los restos del dragón deben de valer una fortuna.

Por desgracia, nosotros solos no habríamos sido capaces de llevarlo de ninguna manera, por lo que fue necesario dar una parte a los porteadores para poder cobrar. Después de dejarles el encargo nos dirigimos al palacio siendo aplaudidos como cazadores de dragones.

―¡Ya me han contado la noticia! ¡Nunca pensé que serían capaces de derrotar al dragón dorado…!

El guardia de la puerta que una vez trató a Iris con hostilidad, nos saludó esta vez con el máximo respeto, tanto que sus ojos parecían brillar de la emoción por tener el honor de hablar con nosotros. Su actitud había dado un giro de ciento ochenta grados, pero no podía decir que me disgustara.

―Umm, ¿podrían contarme, aunque solo sea muy resumidamente, cómo lucharon contra él…?

Le respondí con aire triunfante al escuchar su tímida pregunta.

―Todo terminó de un solo golpe, ¿te vale con eso?

Aunque el mérito pertenecía completamente a Iris.

―¡¿De un solo golpe?! ¡U-Uno solo…!

Pasamos del guardia dejándolo atrás asombrado y nos encaminamos a la sala de audiencias sin distraernos con nadie más.

El dragón acabó partido por la mitad al recibir de lleno el ataque especial de Iris. La zona de la mina quedó rodeada de una luz muy intensa, y aunque yo no sabía exactamente qué clase de habilidad había usado para producir tantos estragos, en el momento que recobré el sentido, el dragón ya estaba muerto.

¿Pero qué…?

―¡Iris, no creas que ya has ganado, ¿eh?! ¡No hay duda de que mi magia explosiva también habría podido matar al dragón de un solo golpe! ¡No quería hacer volar por los aires a ese monstruo tan valioso, así que esta vez dejé que te llevaras el mérito a propósito! ¡A pro-pó-si-to, ¿te queda claro?!

Megumin estaba totalmente enfadada, ya fuera porque le habían quitado su momento de gloria o porque al presenciar el increíble poder de Iris se dio cuenta de que su magia aún era un poco inferior. O quizás ambas cosas al mismo tiempo.

―Lo entiendo, ya te he oído, Megumin-san. Por favor, suéltame.

―¡No quiero! Sea lo que sea eso de “Explosión Sagrada”, jamás te perdonaré por haberle dado un nombre que lo hace parecer como si fuera una versión de mayor nivel de mi magia explosiva. ¡No vuelvas a usar esa habilidad nunca más!

Ah, parece que Megumin está enfadada por la palabra “explosión” que lleva el nombre de esa habilidad.

―Aunque se llame Explosión Sagrada, no tiene nada que ver con tu Explosión…

―¡¿Cómo es posible que digas que no tienen nada que ver?! ¡El nombre está prácticamente copiado del conjuro Explosión! ¡Incluso me atrevería a decir que la causa de su enorme potencia es simplemente porque comparte el mismo nombre con mi habilidad!

―¡Megumin-san, estás empezando a ser realmente pesada! ¡No digas que mi ataque especial, que ha ido pasando a lo largo de varias generaciones de mi familia, es solo una copia, por favor! ¡Para empezar, esa habilidad tiene su origen en el nombre de la espada…!

Ignoré a las dos chicas mientras discutían por los pasillos y entré en la sala de audiencias. Allí se encontraba sentado el príncipe, y parecía tener una actitud ligeramente distinta de la que nos tenía acostumbrados…

―¡¿De verdad lo han logrado?!

Ya le habían contado los detalles de nuestra batalla contra el dragón, por lo que su cara se veía roja de la emoción. Estaba tan animado que casi se le saltaron escupitajos al hablar.

―Sí, aquí tienes uno de los cuernos del dragón para que sirva de prueba. Por favor, échale un vistazo por ti mismo.

Iris sacó el cuerno de dragón que hasta el momento había llevado escondido a la espalda. El séquito del chico, que se encontraba pegado a la pared tras el trono, se levantó en su totalidad para ver mejor el botín. Antes nos trataron con desprecio y se rieron de nosotros llamándonos paletos ignorantes, sin embargo, puede que debido a los problemas que había causado el dragón a los ciudadanos o a nuestro recién estrenado título de cazadores de dragones, todos miraron a Iris con aprobación.

¿Qué les parece? Esta chica es increíble, ¿verdad? Pues es mi hermanita, y espero que nadie se atreva a tratarla de forma irrespetuosa nunca más.

―Un cuerno brillante de color dorado… No hay duda de que ese cuerno pertenece al dragón dorado que vive en la mina…

Al escuchar los murmullos de asombro del príncipe, la sala de audiencias pareció estallar de repente de alegría. Entonces…

―Por favor, esperen.

La persona que tiró un jarro de agua fría sobre este ambiente animado y festivo fue el primer ministro. A diferencia de todos los demás, él nos miraba con desprecio.

Oye, no estarás pensando en darnos más problemas, ¿verdad?

―No podía esperar menos de la princesa que lleva la sangre del héroe en su interior. No puedo culpar al ejército del Rey Demonio por tenerle miedo a su familia, supongo que… ¡Guardia!

El primer ministro dio una señal y uno de los soldados se acercó llevando una bolsa de cuero de gran tamaño.

…¿Eh? ¿Pero no nos prometieron que nos darían más dinero?

Después de haber derrotado a tantos líderes del ejército del Rey Demonio, ya era capaz de calcular cuánto dinero podía caber en una bolsa basándome solo en su tamaño. La cantidad de dinero que había ahí dentro era apropiada para la recompensa por acabar con un monstruo problemático como la Hidra Kowlonzu, pero no era ni de lejos la que se necesitaba para sostener económicamente un país.

―Pero esto…

Parecía que Iris estaba pensando lo mismo que yo. Aceptó la bolsa tímidamente y se quedó inmóvil con una expresión de perplejidad.

―Esta es la recompensa por haber cumplido con éxito la misión de matar al dragón dorado. Creo que es una cantidad incluso superior a la que se le habría dado a un aventurero. Por favor, acéptela.

―¡N-Ni hablar…!

Después de escuchar al primer ministro pronunciarse, todos los presentes de la sala comenzaron a murmurar entre ellos. Lo curioso fue que a pesar de que nosotros pertenecíamos al “otro bando”, lo que estaban susurrando parecía ser comentarios de apoyo en nuestro favor.

―¡E-Espera, Ragcraft! Creo que eso es ser demasiado duro con ellos, yo… N-No, en el fondo lo entiendo. Si les damos más dinero para ayudar a su país, entonces nos aparecerán toda clase de problemas. Claro que entiendo eso, pero premiar a unos héroes que han matado a un dragón con una recompensa tan pequeña es…

Antes pensaba que el príncipe odiaba a Iris, pero la persona que interrumpió al primer ministro con esas palabras fue precisamente él.

Desde hace un rato no ha dejado de mirar a Iris como si fuera una heroína, y eso que antes no podía soportarla. Al fin y al cabo es un chico joven, así que una cazadora de dragones será probablemente alguien a quien admira y respeta.

Sin embargo…

―Príncipe, ya se lo he explicado cientos de veces. Desde el principio lo mejor para nuestro país habría sido cortar por completo las ayudas en defensa, pero Su Alteza se dejó engañar y acabó aceptando. Pero lo que no podemos permitir de ninguna manera es que además se lleven dinero para sufragar los gastos de su ataque contra el Rey Demonio. Es por el bien de nuestro reino… Iris-sama, comprendo su situación, pero nosotros también tenemos un problema entre manos que no podemos ignorar en favor de otras cuestiones. Espero que pueda entenderlo.

El príncipe agachó la cabeza en decepción después de escuchar a Ragcraft.

…¿Un problema que no pueden ignorar? Al principio creía que solo se estaban burlando de Iris y de su reino, pero puede que me haya equivocado.

Levi, que seguía con la mirada clavada en el suelo por la vergüenza de no poder ayudar a su heroína, nos miró durante un instante fugaz… No, en realidad fue a Iris a quien miró.

―Umm… Lo siento. También tenemos nuestros propios problemas, así que no podemos concederte el dinero que pides. Eso es todo lo que puedo decir, así que por favor, perdóname.

Era la primera vez que lo veía disculparse después de haber estado todo el tiempo comportándose de una manera arrogante. Al verlo no fui capaz de decir nada, pero lo mismo sucedió con Iris y Darkness.

―No puede ser…

Como ya se podía esperar, la alegría que había embargado a Iris antes de todo esto desapareció por completo. Se agarró a mi brazo sin darse cuenta y se quedó allí parada con una expresión vacía.

El golpe ha tenido que resultar demasiado duro para ella, y seguro que el príncipe debe de estar sintiéndose completamente culpable.

―Umm, ¿cómo podría decir esto…? Ya sé, ¿te gustaría ir a un casino? Dado lo seria y responsable que eres, seguro que todavía no te has pasado por el lugar que representa el orgullo de mi nación, los casinos. ¡Al menos vayan allí a jugar un poco y diviértanse!

Emm, bueno, la verdad es que eso no nos anima demasiado…

―Disculpe, príncipe Levi, ¿tienes un momento?

―¿Oh, qué quieres? Ahora mismo tu hermana menor es más importante…

Sabía que ese no era el mejor momento, pero aun así decidí hablar delante de todos.

―Quiero hablar sobre los casinos. Si vamos a ir a jugar, me gustaría poder disfrutar al máximo de la experiencia antes de regresar a casa. ¿Me podrías dar un pase para el casino más elitista que haya en la capital y en el que se hagan las apuestas más grandes?

―…Tú… ¿Lo dices en serio? Tu hermana pequeña se siente deprimida en estos momentos, ¿sabes? En realidad no, soy yo el que les ha recomendado que vayan a los casinos para divertirse, así que pueden ir. Pero déjame recordarte que esos trucos astutos que utilizaste contra mí no te van a funcionar, ¿vale? Los administradores de los casinos de este reino no son tan inocentes como yo. Es igual, como este país está especializado en el mundo del juego no voy a disuadirte, pero…

Bajé la cabeza educadamente antes de que el príncipe pudiera terminar para ocultarle la sonrisa que se estaba formando en mi cara.

***

En el camino de vuelta al hotel…

―…Soy tan inútil… Pensé que si me esforzaba al máximo podría conseguir nuestro objetivo. Onii-sama y todas las demás me han ayudado mucho, y cuando estábamos en casa les prometí que…

Iris murmuró eso con un tono depresivo mientras caminaba penosamente detrás de nosotros. Para animarla un poco, Darkness abrió la boca e intentó decir algo, pero en ese momento…

―Kazuma, Kazuma, ¿no crees que deberías hacer algo en un momento como este puesto que eres su hermano mayor? Puede que esta chica sea mi subordinada, pero no me gusta cuando está deprimida.

¿Por quién me toman? De verdad, me encantaría que dejaran de depender de mí siempre que se les presenta algún problema.

En cuanto a Aqua, que no parecía haber entendido del todo lo sucedido, caminaba tranquilamente al frente del grupo divertida y dando vueltas de vez en cuando. Parecía que estaba hablando consigo misma sobre algún asunto que para ella seguro era importante.

Me di la vuelta para mirar a Iris, que seguía andando rezagada y sin nadie a su lado.

―Iris, escúchame.

Ella se llevó un susto al no esperarse mi llamada. Quizás pensó que me encontraba enfadado con ella por no haber conseguido cumplir nuestra misión, ya que apretó los puños con fuerza y bajó la cabeza aún más. Yo dejé de caminar y…

―Te has esforzado mucho, Iris. Um, después de todo ahora eres una cazadora de dragones, por no mencionar que te has convertido en la heroína de un país que no es el tuyo. Has trabajado más duro que ningún otro, así que nadie te puede echar la culpa por cómo han salido las cosas.

Darkness asintió varis veces al escucharme.

―¡Tiene razón, Iris-sama! ¡Es exactamente como ha dicho Kazuma, usted ha hecho todo lo que ha podido! ¡Cuando volvamos a Belzerg, permítame que su servidora, Lalatina, cuente a toda la corte la historia de cómo la princesa Iris se entregó en cuerpo y alma para~!

―Por eso, Iris,…

Interrumpí a Darkness mientras trataba de subirle el ánimo. Entonces me acerqué a Iris y puse mi mano encima de su cabeza…

―Puedes dejar el resto a tu hermano mayor.

…para terminar mostrándole una sonrisa.

―Oye Megumin, ¿esas no son las tácticas conocidas como “caricia en la cabeza” y “sonrisa estúpida”? Creo que esa mítica estrategia donde un hombre coloca su mano encima de la cabeza de una chica para acariciarla y luego le sonríe sirve para que ella se enamore de él, así que Iris debería tener cuidado.

Es cierto que en parte ese es mi objetivo, pero en momentos como este, ¿podrías por favor hacerte una pequeña idea de la situación antes de hablar?