Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 9: El Destino Carmesí

Capítulo 5: ¡Sellando el Destino de esta Diosa Malvada con una Explosión!

Parte 2

El violento rugido que ya se había convertido en algo habitual volvió a hacer temblar la fortaleza.

Y pensar que seguiría atacándonos con explosión, qué perseverante…

Me giré hacia Aqua, que se había puesto absurdamente emocionada a la señal del ruido de la explosión, y le recordé su trabajo.

—Hey, Jefa de Reparaciones, ha llegado tu hora de actuar.

—¡Yo me encargo! ¡Gente, siganme todos! ¡Hoy voy a dejar que presencien el arte de la jefa!

—¡Jefa, estamos a tu servicio!

—¡Viva la Jefa de Reparaciones!

—¡Jefa de Reparaciones, contamos contigo!

A mi orden, Aqua se rodeó de un grupo de aventureros y soldados y se dirigió al lugar del ataque caminando con orgullo. Darkness se había convertido temporalmente en la comandante de la fortaleza, y fue ella quien le dio el divertido título de Jefa de Reparaciones a Aqua.

—Jefa de Reparaciones, tu tarea de hoy es de vital importancia. El destino de esta fortaleza está en tus manos… así que por favor, procede.

—¡Entendido, comandante! No habrá ningún problema, después de todo yo soy la jefa del equipo de reconstrucción. ¡Debido a mis características impresionantes de líder, no hay forma de que pierda contra esa diosa malvada presumida!

—¡Jefa!

—¡No podía esperar menos de la jefa! ¡Vamos, los muros están esperando a que los reparemos! ¡Veamos tu magnífica actuación de hoy!

Dándole un cargo con el que creerse importante, Darkness consiguió engañar por completo a la jefa y ésta se puso manos a la obra.

Aunque la fortaleza había recibido los ataques de la magia de explosión día tras día, cada vez los muros eran más gruesos y más resistentes al ser sustituidos por las reparaciones de Aqua.

¿Por qué esa idiota no trabaja de esto? Podría ganarse la vida.

Los combatientes, que siempre se habían vistos obligados a trabajar a contrarreloj, fueron recobrando poco a poco el ánimo. Por otra parte, Aqua parecía estar disfrutando realmente puesto que sus nuevos subordinados la llamaban Jefa, tanto que incluso compartió el vino que había traído consigo de casa. No sería un error decir que todo el mundo rebosaba confianza.

—…Umm, ¿qué ha pasado con ese ambiente de desesperación que había hace unos días?

—Mmm… He pasado toda la noche preguntándome eso…

Las dos chicas del clan de la Magia Carmesí mostraron expresiones de preocupación cuando vieron a Aqua trabajando con tanto espíritu.

Pude comprender cómo se sentían, pero ese era el momento de seguir ideando más estrategias. Como fuimos capaces de alargar la contienda gracias al refuerzo constante de los muros, pudimos enviar un mago a la capital con el conjuro de teletransporte. Allí informó a los altos mandos del ejército que nos las habíamos arreglado para cambiar el curso de la batalla y llegar a una situación de tablas a pesar de nuestros recursos limitados. A consecuencia, empezaron a pensar que si invertían más esfuerzos y unidades de apoyo en esta batalla, en algún momento seríamos capaces de darle la vuelta del todo y repeler a los enemigos. Al poco tiempo comenzaron a llegar más suministros así como aventureros y caballeros de refuerzo.

La jefa, que era amada ciegamente por sus subordinados y que cargaba con el destino de la fortaleza sobre sus hombros, no parecía considerar las explosiones diarias algo de lo que preocuparse. Al final no solo mejoró los muros con sus reparaciones, sino que además los expandió y empezó a pintar unos murales magníficos sobre ellos…

—¡Ya viene Wolbach!

En respuesta a esta alarma distinta de la habitual, Aqua y yo nos giramos para mirarnos el uno al otro.