Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 9: El Destino Carmesí

Capítulo 3: ¡Viviendo un Sueño por la Noche con Esta Belleza Pelirroja!

Parte 2

Si no hubiese problemas por el camino solo nos llevaría dos días de viaje para llegar a la fortaleza. De todas formas había unos cuantos lugares donde se podía parar a descansar, y ya que un destino tan peligroso como era en esos momentos la fortaleza no tenía un servicio de transporte en carroza, decidimos pararnos en el primer lugar de descanso.

—¡Oh, si a alguien le entra hambre, por favor que me avise! Además, como domino la magia de nivel elemental, otra de las cosas que puedo hacer es crear agua limpia, así que si tienen sed también pueden acudir a mí. ¡Ah, para, Megumin! No vayas por ahí, el paso parece estar a punto de derrumbarse.

—¿Por qué te comportas así? ¡¿Es que eres una niña yendo de excursión por primera vez?! Hoy tenemos que recorrer una distancia muy larga, si sigues así durante todo el camino luego vas a estar terriblemente cansada.

Al parecer sí que era la primera vez que Yunyun viajaba con un grupo tan grande. Se había puesto la primera de la fila e iba caminando sin descanso parándose en todas partes y comprobando si nos faltaba algo. Sus ojos estaban teñidos de la emoción y de un carmesí intenso. Cierto es que ya nos había acompañado hasta la aldea de la Magia Carmesí, pero un viaje de varios días era una historia completamente distinta. Sin embargo, había otra integrante del grupo que se encontraba igual de emocionada que Yunyun.

—¿Qué son estas cosas mulliditas y que pesan tan poco? Nunca las había visto en Axel.

—…Mm. Oye, Aqua, aquí dice que son criaturas de tipo hada que se llaman Kesaran Pasaran [3]. Son totalmente inofensivas, así que ignóralas…

A pesar de mi consejo, Aqua siguió persiguiendo a aquellas curiosas bolas de pelo voladoras.

—Los kesaran pasarans son una subclase de hadas de la nieve, así que si los molestas, su guardián irá a por ti, ¿te ha quedado claro?

Después de darle el último aviso decidí ignorar a Aqua, que por supuesto no había parado de perseguir a las bolas de pelo blanco, y entonces me acerqué a Megumin para preguntarle algo importante.

—Una cosa, Megumin, ¿estás segura de que ha sido buena idea traerlo con nosotros?

Señalé a Chomusuke, que estaba recorriendo el camino al frente del grupo junto a la motivada de Yunyun. Aunque a mí me parecía que no tenía sentido llevar a esta bola de pelo negro a una batalla, Megumin insistió en que en algún momento de nuestra expedición merecería la pena tenerlo a nuestro lado.

—Lo entenderás cuando lleguemos allí. Para que te vayas haciendo una idea, Chomusuke nos ayudará a acabar con el comandante del ejército del Rey Demonio.

Megumin había respondido a la pregunta “¿y cómo?” antes incluso de que yo se la hiciera.

Bueno, la verdad es que me sigue resultando difícil de creer que esa bola de pelo a la que Yunyun le está dando de comer sea en realidad un dios maligno.

—Ah, oye, Aqua, si sigues abrazada a él durante más tiempo podrías estar en peligro. Suéltalo de una vez.

—Déjame que lo achuche un poquito más. Llevo mucho tiempo alejada del Rey Zel, y esta cosa me recuerda a él.

—¿Pero no te has despedido del Rey Zel esta misma mañana?

Mientras que Megumin y yo escuchábamos la pacífica conversación que estaban teniendo detrás de nosotros, empecé a dudar de si ese paraje era realmente el lugar donde se estaba luchando una gran batalla. Y justo cuando me dejé llevar por esa ligera sensación de seguridad… mi habilidad de detección de enemigos me alertó de una presencia. Sin embargo, como me encontraba adormecido por la paz y la tranquilidad de la situación, mi tiempo de reacción fue bastante lento. Quise avisar a las chicas, pero…

—¡Detenganse ahí mismo, aventureros! ¡Este sendero está bajo nuestro control! ¡Dejen su dinero y vuestras pertenencias aquí!

…un grupo de bandidos preparados para entrar en acción apareció delante de nosotros. Al ver a este grupo de hombres desaliñados y sin una organización concreta, me emocioné como nunca antes. Aunque esta clase de eventos estaba fuera de mi control, ésta era la primera vez que vivía una experiencia típica de los mundos de fantasía desde que llegué aquí. Por supuesto, ocurría lo mismo para Aqua.

—¡Kazuma, son bandidos! ¡Es la primera vez que veo bandidos de verdad! ¡Nunca me imaginé que en este mundo lleno hasta rebosar de monstruos realmente existen personas que han decidido tomar un camino en la vida tan absurdo como ese!

Aqua miró igual de emocionada que yo al grupo de hombres. Al principio pensé que la seguridad de un mundo alternativo sería más bien baja, y que probablemente habría bandidos en casi todos los caminos. Después de todo era algo muy habitual en los mundos de fantasía con los que yo estaba familiarizado, pero la realidad no era tan sencilla. En un mundo lleno de monstruos, era muy difícil comprender por qué alguien tomaría la decisión de vivir fuera de la seguridad que aportaban las murallas de un pueblo o de una ciudad.

Y pensar que hay gente que de verdad ha elegido seguir la vida de un bandido…

Si uno era capaz de sobrevivir en un lugar abarrotado de monstruos, en vez de esperar a una víctima con la posibilidad de que ésta ni siquiera apareciese, lo mejor sería trabajar de aventurero y poder disfrutar de una vida más estable. Puede que el oficio de aventurero no aportase mucha estabilidad que digamos, pero comparado con el de los fugitivos, a los que no se les permitía entrar en los pueblos y que además vivían con un temor constante a los monstruos y a los caballeros, ser un aventurero y cumplir misiones era bastante mejor.

Aqua y yo no fuimos los únicos que se emocionaron ante la aparición de los legendarios bandidos.

—¡Kazuma, Kazuma! ¡Son esa gente más difícil de encontrar que un pato con un manojo de puerros: nos hemos topado con los bandidos!

—¡No me puedo creer que hayan aparecido unos bandidos! ¡He viajado mucho en solitario, pero esta es la primera vez en toda mi vida que me encuentro a unos bandidos de verdad, de los que son de carne y hueso! ¡Cuando vuelva al Hogar de la Magia Carmesí pienso presumir delante de todos!

Los hombres apretaron los dientes enfadados al escuchar los gritos de exaltación de las dos mujeres del clan de la Magia Carmesí. Fue entonces cuando advertí la atmósfera cargada que rodeaba a Darkness.

No. Su cuerpo está temblando de excitación.

La frustración de los bandidos fue aumentando mientras presenciaban nuestra reacción imperturbable ante su aparición.

—¡Oye, ¿acaso nos están subestimando?! ¡Dense prisa y entregennos su dinero!

El hombre de barba, que parecía ser el líder de los bandidos, nos miró con los ojos rojos de rabia.

¡Una actuación de manual! ¡Estos tipos son sin duda asaltadores auténticos!

A cada segundo que pasaba nos estábamos poniendo más y más emocionados por la suerte que habíamos tenido al encontrarnos con ellos. Poco después, Darkness se puso a toda velocidad al frente de nuestro grupo.

—¡Tan solo con mirarlos, bandidos, puedo decir sin miedo a equivocarme que jamás se bañaron y por eso vuestro olor corporal es insoportable! ¡No estoy segura de si la forma en que me miran se debe a la dura vida de abstinencia de las montañas o a otra cosa, pero sus ojos están llenos de lujuria! ¡Ustedes, bandidos imbéciles que van forzando a las chicas indefensas como si fueran animales, mi nombre es Dustiness Ford Lalatina! ¡Como caballero mujer, no pienso permitir que sigan haciendo lo que os plazca!

Darkness se presentó con valentía y se quedó en la parte más avanzada del grupo como si estuviera tratando de protegernos. Sin embargo su cara, que ya empezaba a tener un matiz de color rojo intenso, daba a entender otra cosa.

—¿Dustiness…?

—Oye, oye, ¿acaba de decir Dustiness?

—¿Dustiness como la casa de nobles Dustiness? Ahora que me estoy fijando en ella, tiene el pelo rubio y los ojos azules… ¡¿No es eso una evidencia de su origen de noble?!

Y sin prestar atención a la conversación que estaban teniendo los bandidos…

—Habéis dicho que les entreguemos el dinero y nuestras pertenencias, pero unos bastardos como ustedes no se iban a contentar solo con eso, ¿verdad? Puedo asegurarlo con tan solo verlos a los ojos… En cuanto nos quitemos nuestro equipamiento de combate van a decir cosas como “hey, ¿no te parece que esas chicas están bastante buenas? ¡Seguro que podremos exigir un buen precio por ellas…!”.

Los hombres que se nos habían aparecido en el camino miraron hacia otro lado para escapar de las locuras que estaba diciendo esta pervertida, la chica que en cierta ocasión se comprometió a comportarse más como una dama.

—¡Por supuesto que no iba a acabar ahí! ¡Aparte dirían otras cosas como “¿jefe, por qué no probamos la mercancia robada antes de venderla?” con una sonrisa pervertida! Entonces, ese hombre de ahí que parece ser el jefe contestaría “oh, por supuesto. ¿Hay algún motivo por el que no podamos probar estos productos de alta calidad…?” …Un momento, ¿qué pasa? ¿Por qué están corriendo de repente? ¡¿Qué pretenden hacer con eso?!

Darkness se quedó de piedra mirando a los bandidos, que no dudaron en escapar con el rabo entre las piernas ni por un segundo.

—¡Si hay nobles por aquí, entonces eso significa que hay escuadrones de caballeros cerca! ¡Dense prisa y corran!

—¡Y esos ojos de color rojo, esas dos pertenecen al clan de la Magia Carmesí!

—¡Oye, eh, esperen! ¡Hay unas cuantas chicas jóvenes aquí, ¿están seguros de que quieren marcharse así sin más?! ¡Además, no hay ningún caballero por la zona! ¡Esperen, vuelvan! ¡¿Qué pasa con su orgullo como bandidos…?!

Agarré a Darkness por el cuello de su armadura para evitar que saliera corriendo detrás de los bandidos diciendo esas cosas tan absurdas.

[3] Criatura legendaria del folklore japonés. Es un ser pequeño con forma redonda, muy peludo y de color blanco. Normalmente se representa flotando en el aire. N. del T.