Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 8: El Culto de Axis Contra la Iglesia de Eris

Capítulo 4: ¡Iluminando el Cielo Nocturno!

Parte 1

Tercer día del festival. Megumin, con un vestido de una pieza y cara de incredulidad, me gritó mientras yo estaba haciendo el zángano en la cama.

―…¡Olvida lo de haber regresado al amanecer, ¿qué estuviste haciendo hasta tan tarde?! ¡Eh, venga! No te olvides de que hoy vamos a salir para ver los fuegos artificiales. ¡Date prisa y cámbiate!

La noche anterior me pasé con la bebida. Me acostumbré demasiado al sabor del alcohol tras venir a este mundo donde no había una edad mínima para beber.

―Uuuugh… Si ahora mismo intento apretujarme entre la multitud… creo que van a salir toda clase de cosas de mi interior…

―¡Pues menudo debilucho, ¿qué clase de hombre eres?! Si uno tiene una cita con una chica, lo normal es controlar cuánto bebe. El igual, ¿se puede saber qué has estado haciendo toda la noche? Volviste con el ánimo por las nubes.

No podía contarle bajo ningún concepto que había estado bebiendo fuera con las chicas súcubo.

―Ve a hablar con Darkness… Dile que posponga los fuegos artificiales hasta mañana…

―Me alegra que por lo menos no quieras romper la promesa que me hiciste, pero no seas irracional. Si haces eso vas a volver loca a Darkness, especialmente después de que hoy Aqua y sus seguidores la enfureciesen totalmente.

¿Aqua y su gente han hecho que Darkness se enfade de verdad? Pensé que anoche por fin consiguieron comportarse como es debido… ¿Qué habrá pasado ahora?

Mientras pensaba en ello sin intención de moverme de la cama, Megumin me arrancó las sábanas y trató de hacer lo mismo con mi pijama…

―¡Guah! ¡Eh, espera un minuto, ¿qué estás haciendo?! ¡¿Por qué me desnudas de repente?! ¡Maldita sea, siempre estás haciendo cosas completamente inesperadas y no dejas de asustarme!

Salté fuera de la cama antes de que me desnudara del todo.

―Te vi cuando tu ropa se descompuso tras aquella batalla contra la Hidra Kowlonzu, así que verte desnudo ya no me inquieta. Y ahora ven aquí, si no te cambias de ropa solo tendré que hacerlo yo.

En el fondo sentía que ser desnudado por una chica no era tan malo, pero me daba miedo lo que Aqua o Darkness dirían si vieran esta escena. Por lo tanto me puse mi ropa de calle y me preparé para ir al baño a lavarme la cara, todo ello mientras Megumin me estaba mirando.

―…L-la verdad es que no esperaba que te cambiaras de ropa justo delante de mí.

―¿Qué, pero no acabas de decir que verme desnudo ya no te inquieta? …Fiu, me siento mucho mejor ahora que he tomado un poco de agua. Bueno, creo que has dicho algo sobre que Aqua y sus seguidores han puesto a Darkness en una situación extrema, ¿no? ¿Qué es lo que han hecho esta vez?

―Los puestos del Culto de Axis tuvieron mucho éxito anoche, incluso su número de ventas se acercó bastante al de la Iglesia de Eris. Por eso se les ha subido el ego por las nubes y dicen que si les dieran la oportunidad podrían vender mucho más que sus rivales, así que han exigido más espacio para poner sus barracas.

¿Qué pasó con la Aqua de ayer? ¿Ha vuelto a la normalidad? …No, no, aún es demasiado pronto para sacar conclusiones. Desde hace unos días se comporta como si hubiera renacido. Ya sé, debe de ser solo una parte de los miembros del culto, se habrán dejado llevar por el éxito. Pero…

―…Tengo un mal presentimiento con este asunto, pero se lo dejaremos a Darkness por ahora. Sí, hoy deberíamos evitar la zona del Culto de Axis. Venga, vamos a ver los fuegos artificiales.

―Buena idea. Después de todo es el festival de verano, deberíamos intentar evitar los problemas por una vez y en cambio hacer algo que se parezca más a una cita.

Megumin se puso de acuerdo enseguida, probablemente porque sintió la misma sensación de inseguridad que yo.

Tiene toda la razón, son las fiestas de verano. Desde que llegué aquí siempre me he visto rodeado de problemas. ¡Yo también debería tener la oportunidad de disfrutar del festival sin preocupaciones aunque solo sea un día…!

―…De alguna manera lo veía venir.

―¿Por qué te paras de repente? Vamos, sigue andando.

Megumin pareció sorprendida y tiró de mí para impedir que me quedara parado en la entrada de la calle comercial.

―¡Es la primera vez que acudo a un festival para ver los fuegos artificiales con otra persona! ¡Oh, Megumin, no estoy haciendo nada mal, ¿verdad?! ¡Me he preparado para esto tanto como he podido!

―Lo que está mal aquí es lo nerviosa que te has puesto. Por favor, no digas esas cosas solo porque sea un festival.

Aunque Megumin me dijo antes que era una cita, al final Yunyun también vino con nosotros. La saludé en el lugar donde habíamos quedado y a partir de ese momento fui tras ellas arrastrando los pies; me sentía abatido…

―Todavía es muy pronto para estar los dos solos. Volvamos a casa juntos cuando hayan terminado los fuegos artificiales.

Megumin se puso a mi lado y me susurró eso al oído.

―Siempre me quedaba en casa cuando se estaba celebrando un festival, la verdad es que nunca pensé que algún día participaría en uno. ¡Me alegro tanto de haber salido del Hogar de la Magia Carmesí! …Kazuma-san, ¿te encuentras bien? Parece que estás un poco raro…

―¡Eh, ¿qué?! ¡N-N-No es nada, es solo que yo también estoy muy contento de participar en este festival! ¡Es, eeh, toda una sorpresa verte de nuevo, Yunyun! Supongo que lo normal es encontrarte con los amigos por casualidad en las ferias, ¿no? Oh, ¿y has dicho que antes siempre te quedabas en casa? Sí, yo también sé lo que es eso, como marginado de nivel alto que soy comprendo perfectamente a lo que te refieres. Yo tampoco quería salir de casa cuando sabía que se iba a celebrar un festival y que habría mucha gente. Sí, sí, es normal.

Me puse muy nervioso por culpa de la trampa con éxito en la que me había metido Megumin y Yunyun se sorprendió un poco al ver mi reacción.

―Yo no era una marginada como tú, Kazuma-san. Es solo que cuando iba a los festivales yo sola, siempre me encontraba con algunos compañeros de clase pasándolo bien juntos. Puede que fuera por tratar de no herir mis sentimientos, pero siempre me decían cosas como “perdona por no haberte invitado a ti también” o alguna otra clase de disculpa…

―¡Ya entendí, así que para de una vez! La culpa es mía, ya puedes parar de hablar, ¿vale? ¡Hoy te prestaré atención y nos lo pasaremos bien!

Maldición, ¿qué es todo esto que ha pasado de repente? Últimamente Megumin ha tenido mucha iniciativa. ¿Qué va a pasar, qué vamos a hacer cuando regresemos a casa? Evidentemente no se refería a que íbamos a volver juntos sin más. ¿Está bien que me haga tantas ilusiones? Las mujeres son muy astutas, ¡incluso un simple susurro al oído puede causar una confusión!