Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 8: El Culto de Axis Contra la Iglesia de Eris

Capítulo 3: ¡Dejando a Cargo a este Talentoso Consejero!

Parte 6

―¡Como te engañaron para que compraras ese supuesto huevo de dragón, ¿ahora pretendes crear víctimas en masa de este timo para vengarte de la sociedad o qué?!

―¿Por qué dices eso, Kazuma? ¡¿Es que no lo sabes?! ¡En una situación excepcional como es una feria, no está mal visto sacar un poco de beneficio extra! ¿No son así los festivales de Japón? ¡Y ya te he dicho que el Rey Zel es un dragón de verdad!

Me llevé las manos a la cabeza mientras sacaba a Aqua del puesto para evitar que siguiera vendiendo lagartos como si fueran dragones.

Por el momento no he visto ninguna barraca normal. No debería haberles dado manga ancha sabiendo que Aqua y sus seguidores son unos incompetentes. Era imposible esperar una competición en condiciones entre ambos cultos.

―¡Esto ya ha dejado de ser un poco de beneficio extra, idiota! ¡Mira, en tu zona no se ve ni un alma, y los pocos clientes que hay ya están empezando a perder la paciencia con ustedes! Darkness dijo que vendría para hacer una inspección. Si esa cabeza hueca ve esta tragedia, no volverá a permitir nunca que el Culto de Axis pueda organizar un festival.

Al oírme, Aqua finalmente comprendió la situación.

―¡A-Allí! ¡Kazuma, allí tenemos una barraca muy popular! ¡Te aseguro que no hay ningún truco y además es el puesto que más beneficios está dando!

Me llevó arrastrándome hasta una pequeña caseta. Se encontraba en el límite de la zona controlada por el Culto de Axis, y efectivamente se veía llena de personas. …Cuando la vi de cerca me sorprendí tanto que casi me fallaron las rodillas. La encargada del puesto era Chris, y tenía una expresión hundida.

―¡Vi a Chris dando un paseo sin hacer nada, así que me la llevé para que se ocupara de esa tienda!

¿Qué está haciendo? En serio, ¿por qué está la diosa de la Iglesia de Eris llevando una barraca para el Culto de Axis?

Chris estaba sentada tras el mostrador encogida con las piernas entre sus brazos. Al vernos, nos saludó con unos ojos apagados. Su caseta era la de las loterías y los sorteos.

―¡Eh, otra vez! ¡Una vez más, por favor!

―¡Espera, déjame a mí primero! ¡Ya he gastado un montón de dinero aquí!

Si conseguías adivinar donde se encontraba la bolita ganadora, obtendrías el doble del dinero apostado. Era un puesto de lotería sencillo y sin trampa, pero había una cantidad inusual de gente a su alrededor y todos parecían estar obsesionados por jugar.

Un hombre entregó a Chris varias monedas y escogió uno de los tres vasos que ella había removido previamente. Lo levantó con nerviosismo…

―¡Maldición, he vuelto a perder! ¡¡Oye, enséñame los otros dos!!

Chris obedeció y levantó los otros dos vasos para mostrar las demás bolitas. En ambas estaba escrito “premio”, por lo tanto, tan solo una de las tres bolitas era la mala. Normalmente una probabilidad de victoria de dos entre tres sería beneficioso para los jugadores, pero…

―Está bien. ¡La próxima vez ganaré! ¡Cómo no veo ningún truco debería ganar en algún momento!

―Yo tampoco veo signos de que haya utilizado magia de fortuna, ¿por qué siempre perdemos…? Eh, no juegues más.

―¡Una vez más! ¡No me importa si no puedo recuperar las pérdidas, estaré satisfecho con ganar una sola vez! ¡No pienso aceptar este récord patético de derrotas consecutivas!

Las reglas estaban claramente pensadas para beneficiar al cliente, pero aun así no dejaron de perder y se obsesionaron demasiado como para marcharse sin haber ganado al menos una vez.

No es que sean estúpidos, es simplemente que su oponente es demasiado poderoso. Después de todo, esta chica es…

―¡Vale, esta es la última vez! ¡Diosa de la Suerte Eris-sama, por favor, permíteme ganar! ¡Si no me convertiré al Culto de Axis!

―¡¿Eh?! ¡Oye, e-espera!

Chris entró en pánico al escuchar las plegarias del hombre.

Ya es demasiado tarde. ¡El tipo ha escogido un vaso…!

―¡Voy con todo a este vaso! …¡¡Maldita sea!! ¡Es imposible odiar más a Eris-sama!

―¡N-No!

El hombre lanzó la bolita al perder otra vez y Chris gritó angustiada prácticamente llorando.

―¡Bien hecho, Chris! ¡Mereció la pena el esfuerzo de suplicar y convencerte para que nos ayudaras! ¡No solo te has encargado del puesto de lotería, sino que además has convertido a un fiel de Eris a nuestro culto! Hace un tiempo me encontré una piedra con una forma muy extraña en el lago de la Hidra Kowlonzu, pero te la daré como regalo.

―¡No la quiero! Ugh… Mí preciado creyente…

¿Qué diantres está haciendo? Seguro que está aquí porque no fue capaz de rechazar el favor caprichoso que Aqua le pidió…

Mientras que Chris –traumatizada- bajaba la cabeza, Cecily se acercó a nosotros tras su discusión con el policía.

―Madre Aqua, ¿qué deberíamos hacer…? Ahora que los jugadores obcecados se han marchado, incluso la caseta de lotería… Ya solo nos queda el puesto de gelatina de algas que propuse instalar.

―Eh, para de vender cosas raras. Ya me encargaré de pensar algo por ustedes…