Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 8: El Culto de Axis Contra la Iglesia de Eris

Capítulo 3: ¡Dejando a Cargo a este Talentoso Consejero!

Parte 2

En el bosque cercano a la ciudad…

―Por último, los aventureros de la primera línea que tienen confianza en su defensa, por favor aplíquense este aceite para atraer monstruos. Todo el mundo, escuchen. Aunque nuestro enemigo es un insecto débil y pequeño, su número es apabullante. ¡No cometan ninguna imprudencia!

El personal del gremio encargado de liderar a los aventureros dio unas últimas instrucciones a través de su megáfono. La misión de esta vez estaba considerada una expedición a gran escala. Como había una cantidad enorme de monstruos, un equipo de tamaño normal no habría sido capaz de cumplirla, de modo que el gremio organizó un grupo muy numeroso. Los trabajadores del gremio no salían casi nunca de la sede para entrar en acción, sino que solo lo hacían cuando se necesitaba un líder para coordinar un equipo grande como este. Los aventureros normalmente eran despreocupados y tenían falta de organización, por lo tanto, sin el personal del gremio acompañándolos se producirían disputas internas. Por ejemplo…

―¡Como soy la gobernadora en funciones, yo me encargaré de atraer a todos los monstruos! ¡Eso es, mi deber es proteger a los ciudadanos! ¡Denme todo el aceite!

―No. Solo queremos atraer a los monstruos. Si te echas demasiado, incluso otras criaturas distintas a los monstruos querrán atacarte.

―¡E-Eso espero!

…Esta mujer.

―¡Eh, pervertida, deja de dar problemas al personal del gremio! ¡Lo único que tienes que hacer es defender a los miembros de nuestro equipo del ataque de los monstruos!

―¡Ah! ¡Pero si los monstruos se vuelven muy activos durante el verano! ¡Por favor, Kazuma, te prometo que nunca te pediré nada más…!

Tuve que retirar a Darkness de la zona de reunión a rastras porque había empezado a molestar al miembro del personal para que le diera todo el aceite. En total había más de treinta aventureros en esta expedición, incluyéndonos a nosotros. La mayoría de ellos formaban parte de otros grupos más pequeños de unos cuatro o cinco miembros, y los que ocupaban el puesto de luchadores de vanguardia dentro de esos equipos como Darkness se untaron el aceite por encima.

La dama de mi equipo replicó a mis protestas.

―Jaja. Siempre dices que soy una inútil, pero este es el momento de probar mi valía. Un caballero debe ser un escudo que atraiga los ataques de los enemigos, así que te pido que me dejes encargarme de todos. ¡Hoy pareces excepcionalmente motivado, por lo que yo me encargaré de toda la defensa para que puedas hacer tu parte sin tener que estar pendiente de nada!

Puede que debido a no haber realizado una misión en mucho tiempo, Darkness mostró una sonrisa valiente y me dijo todas esas cosas con un tono de heroicidad y de excitación.

―Por supuesto, tenemos que cumplir esta misión para que los habitantes de la ciudad puedan dormir bien. Estoy preparado para exterminar a esos monstruos malvados y a las cigarras. Hoy me siento diferente, ¡observa con atención!

Al haber aprendido las particularidades de las cigarras de este mundo, finalmente comprendí por qué los aventureros estaban tan motivados con esta caza.

Cigarras… Eso es, si no podemos dormir por culpa del ruido que hacen las cigarras, el local que proporciona a los hombres esos sueños tan increíbles no podrá realizar sus servicios. Y además tendríamos que soportarlo durante un mes entero.

Puede que motivado por la actitud de Darkness, yo…

―Veo que los dos están muy entusiasmados, pero yo seré la que acabe con el mayor número de monstruos. ¡Kazuma, por favor mírame!

Megumin sonrió confiada como si estuviera proponiéndonos una competición. Entonces naturalmente…

―¿…? ¿Qué pasa? ¿Por qué me estás mirando?

―¿Eh? …Uh, nada. Pensaba que tú serías la primera en dejarse llevar y que causarías toda clase de problemas.

Hablé con Aqua, que se encontraba extrañamente reservada.

―Oye, ¿por quién me tomas? Yo también puedo aprender. Ustedes son los que sin duda se dejarán llevar por el exceso de confianza y acabarán cayendo durante la batalla… Mi vasta sabiduría se ha anticipado a todo eso… El orgullo siempre precede a la derrota.

―¡¿…?!

No podía creer lo que estaba escuchando.

Aqua, ella… ¡la que fastidia todo lo que se propone, la que atrae a los no muertos sin necesidad de hacer nada, acaba de…!

No pude evitar que se me cayeran las lágrimas después de presenciar el cambio de actitud de Aqua.

―¡¿…?! ¡¿P-Por qué?! Oye, ¡¿por qué estás llorando, Kazuma?!

Aparté la mirada de ella cuando empezó a preguntarme preocupada. Me tapé la cara, bajé la cabeza y me entregué a mis sentimientos. Megumin y Darkness nos miraron con curiosidad, ya que probablemente no habían oído nuestra conversación.

―¡Aventureros! ¡Se aproxima la primera oleada de monstruos! Ya hemos preparado una cantidad descomunal de insecticida en este lugar. ¡Ahora todo depende de ustedes, caballeros!

El miembro del personal gritó en ese momento… y los insectos monstruosos aparecieron. Emitieron un zumbido a un volumen muy alto cuando cargaron contra los aventureros que se habían echado el aceite por encima.

―¡Ugh! ¡Espera…! ¡Hay demasiados, que alguien nos apoye, por favor!

Uno de los que se encontraban en la primera línea de batalla comenzó a gritar aterrorizado. Quedó rodeado por un gran grupo de escarabajos rinoceronte voladores; cada uno de ellos tenía el tamaño de un perro. Aunque no eran más altos que un perro de raza pequeña, su tamaño fue suficiente para superar la capacidad de combate del hombre.

Una vez escuché que el cuerno de un escarabajo rinoceronte volador es capaz de agrietar la luna delantera de un coche en movimiento si se choca contra ella. Por lo tanto significaba que encontrarse con un escarabajo de este mundo no eran precisamente buenas noticias, incluso si no tratabas de molestarlos. Mientras pensaba y observaba a los escarabajos voladores, aprovecharon la inercia de su peso en el aire… y al girar constantemente sus cuerpos, sus cuernos se abalanzaban sobre los aventureros con un movimiento circular y les golpeaban…

―¡Guah!

Uno de los combatientes recibió un golpe duro en el abdomen y gritó de dolor. Al mismo tiempo oí el ruido agudo del metal siendo golpeado. Y allí, en el estómago del aventurero que portaba una armadura metálica…

―¡Cómo duele! ¡Maldición, me ha atravesado la piel, aunque la herida es muy superficial! ¡Tengan cuidado, ya les aviso de que las armaduras menos resistentes acabarán hechas polvo!

El escarabajo rinoceronte consiguió atravesar la armadura del hombre con su cuerno y éste último empezó a llorar y gritar.

¡Son demasiado agresivos!

El resto de aventureros le ayudaron a quitarse el cuerpo del escarabajo, que se había quedado clavado en su armadura. En ese instante, el cuerpo herido de la víctima comenzó a brillar.

―¡¿Ugh…?! …¡Oh, es magia curativa!

El hombre exclamó a ver cómo desaparecía su herida. Debía tratarse de la magia curativa de Aqua. Entonces, los aventureros que estaban actuando como cebos humanos comenzaron a resplandecer uno por uno. Al parecer, Aqua estaba empleando diversos tipos de encantamientos de apoyo sobre todos los luchadores.

¿Pero qué le está pasando hoy a Aqua? ¡¿Por qué se comporta de repente de una forma tan profesional…?!

Mientras yo me sentía sorprendido y conmovido al mismo tiempo…

―¡Ya van veinte! ¡Miren, puedo con veinte de ellos a la vez! ¡Vamos, que vengan más!

En medio de la línea de aventureros que estaban bloqueando los ataques de los insectos voladores, la caballera de mi equipo estaba atrayendo a la mayoría de los enemigos y gimiendo de felicidad.

Como había mencionado antes, Darkness también se estaba mostrando realmente animada y eficaz con su actuación.

Mis compañeras están siendo inesperadamente útiles en la batalla, por lo tanto yo no puedo seguir así.

Me armé con el insecticida que nos había entregado el personal del gremio. Era como una especia de pistola de agua pequeña hecha de bambú. Un insecto se aproximó volando hacia mí y le rocié el producto para probarlo. El resto de los aventureros también empezó a utilizar sus armas con el objetivo de proteger a los que hacían de escudo en el frente de batalla y que se estaban viendo superados. Había otros insectos aparte de los escarabajos rinoceronte, como por ejemplo mantis y otros escarabajos como lo ciervos voladores.

Había muchos más, pero lo más destacable era que todos eran gigantes. Por eso se les consideraban como monstruos a pesar de ser insectos. Empezaron a salir aventureros heridos por todas partes y Aqua de repente se vio muy ocupada curándolos, pero lo hizo en silencio sin fanfarronear o quejarse ni una sola vez. Cuando yo me preparaba para proteger a Aqua con el spray insecticida, alguien me tiró de la manga de mi camisa.

―¿Todavía no? ¡Kazuma, ¿todavía no ha llegado el momento de mi gran entrada en acción?!

Megumin ya no podía esperar más para usar su magia de explosión y menos después de ver a todo el mundo trabajando activamente en la batalla. Sabía que estaba deseando entrar en acción, pero…

―Lo siento, pero en esta ocasión no deberías luchar. Después de todo nos encontramos en un bosque; si utilizas tu magia, los árboles de nuestro alrededor quedarán destruidos. Creo que deberías descansar por hoy…

―¡¡Explosión~!!

Evitó que pudiera terminar mi frase a propósito recitando a todo volumen la frase de activación de su conjuro. Se produjo un destello de luz cegador y un ruido atronador a cierta altura sobre el lugar del bosque donde nos encontrábamos. Cuando se calmaron los consiguientes vientos destructivos, lo único que quedó en la zona fue Darkness y el resto de aventureros, aunque estaban tirados en el suelo. Los pequeños monstruos-insecto no pudieron soportar la potencia de la onda expansiva y quedaron inmóviles y repartidos por todo el bosque.

Por todas partes se podían escuchar quejidos de dolor. Parecía que Aqua fue la única capaz de evitar el ataque, aunque por muy poco. Se encontraba curando desesperadamente a todos los que yacían en el suelo. Megumin me habló con una voz muy bajita mientras estaba tumbada en el suelo junto a mí.

―He subido de nivel.

―¡Idiota!

Me puse de pie enfadado y tiré de Megumin para levantarla. Todavía estaba sumida en un arrebato de autosatisfacción.

―¡¿Por qué lo has hecho si te he dicho que no?! ¡Mira este desastre! ¡Será mejor que te disculpes con todos inmediatamente!

―¡Lo hice porque me dijiste que hoy no tendría la oportunidad de luchar! Además, todos los aventureros de esta ciudad ya están acostumbrados a la magia de explosión. ¡No hay ningún problema!

Lo cierto es que ocurrió exactamente lo que Megumin dijo sin cortarse un pelo. Los aventureros se pusieron en pie como si nada hubiese pasado y sin soltar una sola palabra de protesta.

Esta gente es realmente…

Mientras caminaba hacia el grupo avanzado vi a Darkness tratando de levantarse, pero le estaba costando una barbaridad porque su armadura era demasiado pesada. Cuando ya casi lo había logrado…

―…¿Qué está pasando? Siento que me pica el cuerpo.

Inclinó la cabeza intrigada… me acerqué a Darkness para inspeccionar su armadura y me eché hacia atrás unos cuantos pasos aturdido.

―¡Eh, tu… armadura! ¡Tienes hormigas por todas partes!

Darkness estaba rodeada por una marabunta de hormigas que probablemente se subió a ella cuando cayó al suelo. Seguramente se debió a que ignoró las advertencias del miembro del personal antes de la batalla y se echó demasiado aceite para atraer monstruos. Darkness se asustó al verse rodeada de hormigas y nos miró a Aqua y a mí.

―¡Ah…! ¡Espera, Kazuma, por favor! ¡Me pica! ¡Se me han metido por dentro de la armadura! ¡Crea un poco de agua con magia para que pueda quitármelas…!

Como no podía rascarse por dentro de la armadura ni tampoco quitársela fácilmente, Darkness empezó a revolverse y a gimotear. Yo la ignoré porque sería complicado deshacerse de todas las hormigas rápidamente y porque además se merecía lo que le estaba pasando.

Por último, como si ya estuviera acostumbrado al comportamiento ridículo de los aventureros, el miembro del gremio se levantó sin decir una sola protesta.

―Caballeros, buen trabajo. La segunda oleada no debería tardar mucho en llegar…

…¿Segunda oleada?

En cuanto el líder terminó de hablar, el fuerte zumbido de los insectos resonó por el bosque. Probablemente, todos los insectos que vivían en los árboles se enfadaron por culpa del ruido y de la onda expansiva del conjuro de explosión, que había hecho temblar el bosque entero.

―…Esto no es bueno.

―¡Guah! ¡Kazuma, esto me da mala espina!

Aqua se había comportado increíblemente bien en la anterior batalla, pero no pudo evitar lanzar un grito con una expresión alarmada. Su mal presentimiento se hizo realidad. ¡Como sus nidos habían quedado destruidos, cientos de insectos furiosos vinieron volando hacia nosotros…!

―¡Retirada, retirada!

El líder y el resto de aventureros salieron corriendo como pollo sin cabeza al escuchar mi advertencia.

―…Ugh… Bujuu… Esta vez sí que había trabajado duro… Y yo que no me había dejado llevar y estaba concentrada en la misión…

Tras sufrir el segundo ataque de los insectos, Aqua se puso a llorar con el pelo hecho un desastre mientras corríamos junto a todos nuestros compañeros de expedición. Me coloqué a su lado y suspiré profundamente.

También llevaba a mi espalda a Megumin, que estaba contenta por haber matado a muchos monstruos con su conjuro de explosión. Aunque desde el principio todos estábamos destinados a enfrentarnos a esa segunda amenaza, al menos conseguimos encargarnos de una gran cantidad de insectos sin sufrir bajas ni daños reseñables. La copiosa recompensa se dividiría entre todos los participantes, por lo que ellos también estaban contentos. Entonces…

―Ugh… Grrr… Ah… Ah… Kazuma… K-Kazuma… Esta sensación es nueva… Nunca había sentido nada igual…

Darkness corría con la cara sonrojada y dijo esas cosas tan estúpidas. Parecía que todavía le quedaban muchas hormigas dentro de la armadura, y aunque al principio gritó y lloró por el dolor y el picor que sentía, ahora se encontraba en éxtasis.

¿Por qué gastaría toda mi fortuna en rescatar a esta pervertida?