Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 8: El Culto de Axis Contra la Iglesia de Eris

Capítulo 2: ¡Buscándole un Nuevo Dueño a esta Armadura Sagrada!

Parte 1

El sol del verano entraba a través de las rendijas que dejaban las gruesas cortinas de la ventana. Para evitar que me diera directamente, enterré mi cabeza entre las sábanas y me centré en disfrutar del calorcillo que sentía. En ese momento alguien llamó violentamente a la puerta.

―¡Kazuma, ¿cuánto más piensas dormir?! ¿Ya te has vestido? No estás haciendo nada raro, ¿verdad? No, ¿verdad? ¡Voy a entrar! …¡¿Por qué hace frío aquí?!

Aqua se encontraba muy animada para ser tan pronto y chilló nada más entrar en la habitación. Entonces mi cabeza emergió de debajo de las sábanas.

―Oye, es demasiado pronto como para que te pongas a gritar. Cierra la puerta o el aire frío se escapará.

―Siempre tengo que decírtelo… ya es mediodía. ¿Y por qué tu habitación está tan fresca? ¿Está el Señor del Invierno en tu armario? En casa ya tenemos a Chomusuke y al Rey Zel, no nos hacen falta más mascotas, ¿sabes?

―¿Por qué tendría a un monstruo tan peligroso como mascota? Mira en las esquinas de la habitación. Hay un cubo en cada una de ellas, ¿lo ves? Dentro llevan hielo.

Pareció que Aqua se interesó por lo que acababa de señalarle. Se acercó a uno de los cubos y miró dentro.

―¿De dónde has sacado el hielo con el calor que está haciendo este verano? Yo también quiero un poco para que me ayude a dormir por las noches.

―¿Recuerdas lo que dijo Wiz sobre lo de que compró un montón de manatitas de alta calidad? Pues se me ocurrió una idea: utilizando el poder del dinero, compré una gran cantidad de manatitas de baja calidad a un precio tirado, y después, aprovechando sus reservas de maná, utilicé magia de congelación para fabricar un montón de hielo. Así la habitación se mantiene muy fresquita incluso en verano y puedo soñar todo lo que me apetezca bajo las sábanas. Hay pocas cosas más placenteras que eso.

Aqua me miró con envidia mientras me estiraba en la cama.

―Kazuma, tu habilidad para malgastar el dinero y la magia es insuperable… Como he dicho, lo más seguro es que esta noche también haga mucho calor. ¿Podrías fabricar un poco de hielo para mí?

―Claro, ¿pero por qué has venido a mi habitación? ¿No ibas a ir hoy a la iglesia del Culto de Axis?

Ayer Aqua reclutó a Chris como ayudante por la fuerza y dijo que hoy reuniría a sus fieles en la iglesia del Culto de Axis, pero…

―Nadie te ha querido nunca, así que probablemente no conozcas ese sentimiento. ¿No crees que sería un poco embarazoso pedir personalmente a mis seguidores que organicen una celebración para adorarme? Esperaba que alguien me acompañara y les insinuara que podrían celebrar un evento en mi honor.

Aqua me habló mientras tenías las manos metidas en un cubo para disfrutar del hielo.

―¿Te atreves a decirme eso a mí, quien es popular entre las aventuraras solteras y las recepcionistas después de haber conseguido tanto dinero? A ti casi nunca te han importado los sentimientos de los demás y has hecho lo que te ha dado la gana. ¿Por qué te preocupas tanto ahora por lo que piensen? Ayer dije que no iba a ayudarte, no quiero relacionarme de ninguna forma con el Culto de Axis. En vez de a mí, deberías pedírselo a Megumin o a Darkness.

―Ya se lo he suplicado a Darkness muchas veces, pero dice que está ocupada con sus tareas de gobernadora. Y Megumin me ha dicho que hoy ha quedado con alguien, así que no podrá acompañarme.

Aqua dio varias excusas mientras acercaba un cubo de hielo hasta mí…

―Eh, ¿qué estás haciendo con eso? No voy a ir. Hace demasiado calor como para andar correteando por ahí fuera. ¡P-para! ¿Qué haces con mi sábana? Como la mojes no pienso perdonarte… ¡Vale, la secaré al sol, pero no eches más! ¡De acuerdo, iré, así que deja ya ese cubo!

Era un pequeño edificio a las afueras de Axel.

―Ya hemos llegado. Parece una iglesia muy pequeña, pero sirve para acentuar la humidad del Culto de Axis. Esto hace que me sienta orgullosa.

―Parece que esta iglesia se va a derrumbar en cuanto sople un poco de viento.

Aqua y yo llegamos a la Iglesia del Culto de Axis de esta ciudad.

Por cierto, es la primera vez que vengo aquí, y eso que llevo bastante tiempo viviendo en esta ciudad.

―¿Cómo es la persona que está a cargo de esta capilla? No será alguien con una personalidad cargante, ¿verdad? Ya hay demasiada gente con carácter terriblemente fuerte en este culto. Si resulta que es un rarito como los demás me iré.

―Todos los miembros del Culto de Axis son buenas personas, así que no te preocupes. Aunque la verdad es que no conozco a la persona que está ahora a cargo de la iglesia de esta ciudad. Parece que alguien nuevo se ha hecho con el puesto hace poco.

Aqua trató de tranquilizarme y apoyó sus manos en la puerta del edificio…

(Veamos… No hay ningún problema, ¿verdad? Compruébalo si quieres… En serio, la próxima vez no me obligues a traerte esta clase de mercancía.)

Oímos la voz de un hombre en el interior y Aqua se detuvo.

¿Esta clase de mercancía?

(…Ciertamente no me equivoqué al tratar contigo. Esto es sin duda de primera calidad. De todas formas no tienes nada de lo que preocuparte, una vez que me acostumbré a ello dejó de haber peligro. Además, solo lo utilizo para mi disfrute personal.)

Aqua y yo nos miramos después de escuchar la respuesta de la interlocutora del hombre anterior.

(Es mejor así. De todos modos no te excedas con la dosis. Causa bastantes muertes al año, así que ten cuidado.)

Esto es un asunto serio. ¡Y pensar que el Culto de Axis estaría envuelto en un tema de posesión ilegal…! ¿Pero por qué me da la impresión de que en realidad no están haciendo nada delictivo?

―Oye, Aqua. Vamos con la policía.

―¡¡E-Espera!! ¡Mis hijos no son criminales! ¡Tiene que ser un malentendido, no hagas nada imprudente antes de que averigüemos lo que está ocurriendo!

―La provocación y el acoso sexual a los devotos de Eris por parte de tus seguidores ya constituye un crimen de por sí.

No es buena idea quedarse aquí. Si descubren que hemos oído la conversación es posible que intenten silenciarnos.

Me encontraba a punto de abandonar ese lugar con Aqua a rastras…

(En serio, tú nunca cambias. ¿De verdad te gusta tanto este polvo blanco?)

Esa ha sido la voz de Megumin.

Aqua y yo nos quedamos paralizados cuando escuchamos la voz de alguien que conocíamos.

¿Por qué está en este lugar? ¿Y acaba de decir polvo blanco? No, espera. Si Megumin está implicada en esta transacción ilegal, eso significa…

(¿Realmente es tan buena? Recuerdo que ya me la recomendaste antes. Yo también quiero probarla.)

Eh, eh.

(Mira, chica, esto parece un polvo blanco normal, pero si le añades agua caliente…)

Eh, espera, para el carro. La que está hablando es Megumin, ¿verdad? No puede tratarse de alguien con una voz parecida, ¿verdad?

Mientras que Aqua y yo dudábamos de si entrar o no, escuchamos una frase decisiva.

(En ese caso, ¿por qué no lo pruebas? No hay problema, Megumin. Todos tienen un poco de miedo al principio, pero en cuanto lo pruebes una vez te volverás adicta…)

Abrí la puerta de una patada y entré a toda prisa.