Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 8: El Culto de Axis Contra la Iglesia de Eris

Capítulo 1: ¡Gloria para este Dragón!

Parte 2

Acepté la petición de Chris tras el incidente anterior. Un tiempo después, en el salón principal de mi mansión…

―Préstenme atención un momento. El ser humano es una especie que posee la capacidad de hablar. De modo que hablemos esto.

Vanir nos pidió comprensión arrodillado en el suelo y con las manos atadas por cuerdas mágicas. Aqua y Wiz se agacharon cada una a un lado de él. Arrugaron la frente y miraron al demonio desde tan cerca que habrían podido tocarle la cara si se hubiesen movido unos pocos milímetros hacia delante.

Darkness por fin había regresado de su reclusión en la casa de su padre. Ahora mismo se encontraba de pie delante de Vanir, con los brazos cruzados y una expresión de enfado. La caballera había conseguido volver a ser la que era después de su matrimonio forzado con Aldarp, y el dinero perdido también nos fue devuelto. Para mí era: todo eso me llevó a un final feliz, pero…

―Tú eres el que más provecho ha sacado de todo lo ocurrido, ¿verdad? Qué bueno es poder comprarle a Kazuma los derechos de sus productos a un precio tan bajo… Ya me lo ha contado todo. Revendiste los derechos de propiedad intelectual de Kazuma por el valor que realmente les correspondía y ganaste unos beneficios enormes. Ya que eres tan listo, busca una solución aparte de esas indirectas que nos has contado antes. Y dinos la verdad, ¿me oyes?

Aqua reprendió a Vanir mientras sostenía con cuidado su huevo llamado Rey Zeltman.

―Vanir-san, ¿qué has estado haciendo a mis espaldas? ¿De verdad revendiste los derechos de los inventos que le compraste a Kazuma por un precio ridículo? ¡No me lo puedo creer…! ¡Ah, ¿y ahora qué hago?! ¡Y pensar que ese dinero de la caja fuerte salió de haber chantajeado a Kazuma-san…! ¡Me gustaría devolverlo, pero ya lo he…!

Wiz se tapó la cara y pidió perdón por su sentimiento de culpa. Pero al verla de ese modo y decir “mi ayudante Vanir te ha dado muchos problemas. Lo siento, lo siento tanto…” fui yo el que empezó a sentir lástima por ella.

―Tranquilícense, diosa sinvergüenza y vendedora pobre. Aunque es cierto que existían otros modos de… resolver este… ¿problema…? Esperen. Usted, dueña desastrosa de la tienda, ¿qué ha dicho hace un instante? ¿Qué ha sucedido con el dinero que un servidor guardó en la caja fuerte? No es fácil gastar toda esa cantidad, ni siquiera para usted.

Vanir estaba intentando aplacar el enfado de Aqua y de Wiz, pero se detuvo en medio de la frase. Wiz tenía la cara tapada con las manos y levantó la cabeza para mirarlo; su expresión se había encendido.

―Sobre eso… ya puedes felicitarme, Vanir-san. Lo que pasó fue que, mientras estaba atendiendo el mostrador, un proveedor habitual mío me trajo muchas manatitas. ¡Dijo que me las vendería a mitad de precio, así que utilicé todo el dinero de la caja para comprarlas! ¡Esta vez compré un montón de cosas buenas, sin duda! ¡Según mi evaluación, todas eran manatitas de alta calidad!

Las manatitas eran objetos de un solo uso que podían proveer cierta cantidad de maná a cualquier usuario de magia relacionada con los cristales. Eran muy valiosos y solo se podían utilizar una vez. Por lo tanto, en esta ciudad donde la mayoría de los aventureros eran principiantes, no existía demanda para unas manatitas de alta calidad. Sentí pena por Vanir mientras Wiz nos contaba sus operaciones comerciales, pero enseguida le pregunté lo siguiente para pasar a otro tema.

―Olvida eso ahora, de todas formas no creo que hubieses podido hacerlo mucho mejor. Pero te voy a preguntar esto: según Aqua, el padre de Darkness estuvo afectado por la maldición de un demonio… Y tú eres el único que hay en esta ciudad.

En efecto. Ese era el motivo por el que considerábamos a Vanir como el principal sospechoso, pero…

―Jajajaja. ¡Un servidor nunca emplearía una maldición que pudiera acabar con la vida de la víctima! El que le impuso esa maldición fue un archidemonio con una extraña forma de comportarse y alguno que otro tornillo suelto.

―¿Y ese no eres tú?

Aqua y Wiz escucharon su explicación y le agarraron con fuerza de los hombros. Darkness era la persona cuyo padre había sufrido la maldición, así que dio un paso hacia delante.

―Espere. ¿Quiere pensar que un caballero como yo es en realidad un demonio perturbado con una extraña forma de comportarse? ¡Por favor, seamos razonables! Un servidor admite que hizo algunas cosas cuestionables. Un servidor también admite que metió un poco la mano para que pudiera degustar las emociones negativas del gobernador después de que le hubieran robado a su novia, pero desearía que escucharan mi explicación. Especialmente usted, que me ha estado mirando fijamente todo el tiempo, la que desarrolló unos sentimientos intensos por ese niño de ahí después del incidente y que a partir de entonces empezó a vestirse dentro de la casa con una ropa más fina y de un tejido que hace que destaquen más sus curvas…

―¡Aaah! ¡¡Esto es por haber matado a mi padre!!

―¡Oiga, no me rompa la máscara! ¡No rompa mi máscara a propósito! ¡Y además, olvida que su padre todavía sigue vivo!

Darkness gritó y se abalanzó de repente sobre el demonio, que se encontraba inmovilizado por Aqua y Wiz. Su intención era partirle la máscara a golpes. Mientras yo observaba la escena, Megumin tiró de mi manga.

―Kazuma, parece que está confirmado que Vanir fue el cerebro detrás del incidente. Creo que ya puedo salir a hacer mi explosión diaria en las afueras de la ciudad, así que si no te importa, ¿podrías acompañarme?

―Está bien. De todas formas no parece que esto vaya a acabar pronto, así que iré contigo. Deberían estar un poco más tranquilos para cuando volvamos.

Después de aceptar su propuesta, me di la vuelta y salí de casa con Megumin.