Epoch of Twilight

Capítulo 230: Aquí Viene

Un simio gigante lleno de músculos, tan alto como un edificio de dos pisos, seguía tímidamente detrás de Luo Yuan. Fue todo un espectáculo. Al darse cuenta de que Luo Yuan, que caminaba frente a él, se había detenido de repente, el simio gigante comenzó a temblar. Pensó que iba a golpearlo de nuevo, y casi se cubrió la cabeza y se puso en cuclillas. Obviamente le tenía miedo. Sabía que Luo Yuan podría vencerlo simplemente extendiendo su mano. El simio había perdido todo deseo de atacar.

Había una historia detrás de eso. En los ojos del mono, ese pequeño humano no era diferente del Diablo. Era más temible que cualquier bestia mutada que hubiera encontrado. Los dos alcanzaron las rocas que se habían estado moviendo antes y se detuvieron. Luo Yuan miró la roca gigante y reflexionó. Había golpeado al mono gigante en lugar de matarlo, no solo para darle una lección, sino también para que lo ayudara a mover esta pesada roca.

Conseguir mantenerlo como su bestia de batalla había sido inesperado. El único problema ahora era entrenarlo para que lo escuchara. Los signos de las manos eran un nuevo lenguaje para la bestia mutada. Aunque no fue fácil, Luo Yuan tenía experiencia previa. Aunque el lagarto gigante no podía entender del todo todos los gestos y palabras que usaba, aún podía captar algunas de las instrucciones que se usaban con frecuencia.

Todo lo que Luo Yuan necesitaba era tiempo suficiente para entrenar al simio, pero el tiempo era exactamente lo que él no tenía. Solo podía esperar que esta bestia de alto coeficiente de inteligencia pudiera sorprenderlo. Luo Yuan pensó por un momento, y luego comenzó a enseñar a su nueva bestia cómo trabajar con él.

“¡Empujar!” dijo en voz alta, haciendo un signo de empujar rocas. Repitió pacientemente lo mismo varias veces, mirando al simio gigante con anticipación. El simio miró a Luo Yuan y luego a la roca gigante. Se rascó la cabeza, luciendo perdido. Al principio, estaba enfocado, pero pronto se distrajo. Luo Yuan gritó, pero el simio se detuvo y lo miró ansiosamente. Parecía que estaba en estado de shock.

Luo Yuan suspiró. Estaba decepcionado con la habilidad del simio para entenderlo. Recordando que el lagarto gigante había sido incluso más tonto que esto, repitió pacientemente la señal nuevamente y dijo: “¡Empuje!” El simio gigante se rascó la cabeza y miró hacia otro lado una vez más. Luo Yuan controlaba su temperamento e intentó algunas veces más, pero el simio aún no lo entendía.

“¿No estabas imitando cómo había movido esa roca antes?” Luo Yuan no pudo soportarlo más. Enojado, caminó hacia el simio gigante. Quería darle una paliza, pero mirando sus ojos temerosos y su cuerpo tembloroso, se dio por vencido. “Está bien, tal vez pegarte es inútil. Después de todo, no es realista esperar que una bestia mutada te escuche en tan poco tiempo. El lagarto gigante tardó una semana en comprender mi primera instrucción”

De repente, el mono gigante pareció revivir y comenzó a caminar hacia la roca. Luo Yuan lo vio y gritó: “¡Sí, mueve esa roca!” Al escuchar el aliento de Luo Yuan, el simio se enderezó y caminó rápidamente hacia la roca. Usando sus palmas, que eran tan grandes como cestas, se inclinó hacia adelante y levantó la roca de seis toneladas. El simio miró a Luo Yuan con anticipación.

Luo Yuan estaba sin palabras.

Su cara era cálida, pero logró esconder sus emociones y darle una señal de aprobación al simio. Finalmente entendió por qué el simio no había podido obtener sus instrucciones y por qué había estado mirando alrededor en lugar de mover la roca. No se había distraído. Pedirle que buscara una roca similar a su tamaño había sido ridículo, ya que podía transportar una roca como esa fácilmente usando sus manos desnudas. Las instrucciones de Luo Yuan lo habían hecho sentir perdido.

Lo que hizo el simio gigante después sorprendió a Luo Yuan aún más. La inteligencia de la bestia mutada primitiva había excedido sus expectativas. El simio podría entender los signos básicos con las manos muy rápido, y podría captar aquellos que fueron ligeramente complicados al repetirlos después de Luo Yuan.

Su rendimiento fue similar al de un ser humano. Tal vez dado un poco más de tiempo y paciencia, incluso podría entender el lenguaje hablado. Ocho puntos de Inteligencia no eran bajos de ninguna manera. Algunos humanos mentalmente discapacitados estaban básicamente en el mismo nivel. Luo Yuan tenía miedo de las criaturas inteligentes, pero el simio gigante no le molestaba. Las criaturas inteligentes en civilizaciones organizadas con un potencial infinito eran una amenaza para los humanos, pero un simio individual no podía hacerles ningún daño.

Con la ayuda del simio gigante y fuerte, Luo Yuan logró reunir todas las rocas similares en el área en un solo lugar en menos de dos horas. Para estar seguro, incluso amplió el alcance a cinco kilómetros. Era casi las 5 a.m. y una tenue luz naranja-amarilla comenzaba a brillar en la oscuridad. El aumento del sol hizo que la temperatura también aumentara. Las bestias estaban abandonando lentamente el bosque. La playa estaba vacía, pero todavía había algo de ruido alrededor.

Cuando el primer rayo de sol apareció en el este, innumerables pájaros gigantes volaron desde el bosque cercano. De repente, el cielo se volvió negro con pájaros extendiendo sus alas largas de 20 metros. Incluso Luo Yuan quedó atónito ante la escena.

Uno de ellos era extraordinariamente grande con alas de 100 metros de largo. Tenía plumas coloridas en la espalda y pelaje tan blanco como la nieve en su abdomen. Era como el rey de todos los pájaros. Ninguno de ellos se atrevió a volar a menos de tres kilómetros de distancia. El enorme pájaro voló bajo sobre la cabeza de Luo Yuan, emitiendo una fuerte sensación de opresión. Luo Yuan casi sintió ganas de huir.

Era el ave más grande que había visto en su vida. Tal vez podría llevar una roca que pesa incluso 1.000 toneladas. Cuando estaba lejos de Luo Yuan e invisible a simple vista, Luo Yuan se dio cuenta de que tenía la espalda empapada. El mono gigante a su lado parecía aún peor. Estaba temblando en el suelo.

Luo Yuan no se atrevió a permanecer al aire libre. Caminó hacia el centro de las rocas y se enterró en la arena. Solo dejó los ojos y la nariz descubiertos. Iluminado, el simio cavó un agujero con sus manos y se enterró como Luo Yuan acababa de hacer. La única diferencia era que también enterraba los ojos y la nariz. Luo Yuan estaba preocupado de que la arena le entraría en la nariz cuando respiraba, pero aparentemente no debería haberse preocupado. Había pasado media hora, y el simio ni siquiera se había movido. La arena no era nada.

Inicialmente, Luo Yuan había querido alejar al simio gigante porque temía que eso pudiera afectar su viaje de caza, pero al ver lo bueno que era esconderse, ya no le importaba. El tiempo pasaba y el sol brillaba. La temperatura en la playa subía gradualmente y el aire parecía distorsionado por el vapor. La arena ya había alcanzado los 80 grados. Luo Yuan creía que, si colocaba un huevo en él, se cocinaría instantáneamente.

Sintió que él mismo estaba siendo cocinado. Su cuerpo estaba hirviendo. No tenía que mirar para saber que estaba rojo. Su Fisico de +14 fue inútil. Su cuerpo solo estaba cada vez más caliente. Incluso el agente de enriquecimiento de energía en su corazón se estaba quemando, la función de restauración del cuerpo no funcionaba.

El sudor goteaba por su cuerpo como el agua, un sonido chisporroteante y húmedo que lo rodeaba. Mirando el sol del mediodía, se lamió los labios secos. La punta de su lengua estaba llena de arena. Su visión se estaba volviendo borrosa, y su cerebro dejaría de funcionar en cualquier momento. Lo único que lo mantenía unido era su Voluntad, pero sentía que estaba llegando a sus límites.

“¿No viene? Si ese es el caso, tendré que esperar para la próxima vez”, pensó para sí mismo. Aunque podía aguantar hasta dos horas, para entonces habría perdido toda su fuerza. Pensó que esperaría otros 10 minutos antes de darse por vencido.

De repente, vio una sombra verde volar por el rabillo del ojo. Apuntó a una roca gigante y colocó su cuerpo hacia adelante como una flecha. El objetivo estaba cerca, y todo sucedió inesperadamente. Luo Yuan despejó su mente y se aferró fuertemente a la lanza enterrada junto a él en la arena. Sus ojos estaban medio cerrados para evitar mirar a la criatura. No quería que el extraño pájaro sintiera lo que estaba sucediendo. Luo Yuan ajustó el cuerpo en silencio. Tenía las rodillas completamente dobladas, las manos apoyadas en la arena y los músculos tensos.

La atmósfera se había vuelto insoportable.