C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 8

Capítulo 5: ¿Qué si él Cometió un Error? / «Aun así, Happy Xmas (War is Over)»

Parte 6

Haruaki bloqueó la espada, tratando de detenerla, sus piernas temblaron debido a los músculos que ya habían alcanzado su límite. Plenamente consciente de ese hecho, Konoha movió el cuerpo de Haruaki a la fuerza. Frente al miedo a que él fuera herido al intentar detener el ataque imprudentemente, Konoha decidió hacerlo saltar lejos una vez recibió el golpe en vez de dejar que lo soportara. Recibiendo el impacto, el cuerpo de Haruaki fue lazado varios metros a la distancia, chocando violentamente contra una montaña de escombros con su hombro.

—H-Haruaki-kun, ¡¿Estás bien?!

—Woah… Ouch ouch… E-E estoy bien.

Haruaki revisó su condición. Raspones, moretones, cortaduras menores. Nada serio. Sin embargo, al ver la punta de un tubo de metal a escasos centímetros de su cabeza, no pudo evitar temblar.

Entonces, vio algo incluso aún más terrorífico…

Kokoro se había acercado a Fear.

—… Ooh… H-Huff…

—Estoy de vuelta. ¿Qué pasa? ¿Aún sientes ganas de vomitar? ¿Tienes tanto miedo que estás a punto de orinarte? No hay problema, no te preocupes por cosas pequeñas. Después de todo… ¡Es cuestión de tiempo para que iniciemos la operación quirúrgica!

Kokoro comenzó a caminar de nuevo, sosteniendo una espada que había creado anteriormente. El cabello plateado de Fear se estremeció.

—Ooh… ¡Ahhhhhh!

Tal vez impulsada por su instinto de supervivencia, Fear balanceó su hacha de forma inmadura.

Kokoro no la esquivó ni la bloqueó.

¡*Thud*! Un sonido poco familiar se escuchó. La hoja cortó el hombro de Kokoro. A juzgar por la profundidad, la clavícula había sido completamente cortada, ¿no?

—¿Qué…?

—*Coff*… Kaha, este es un servicio especial. Estás a un paso de distancia, ¿no? Mira, la herida se está curando, así que no voy a morir. No te preocupes, acabas de disfrutarlo tanto como querías…

Kokoro habló mientras aparecía sudor en su frente. Con ese tipo de herida, el dolor debió haber sido bastante serio. En contraste con su expresión tranquila, la ropa fue disminuyendo gradualmente. Aun así, ella no se movió. No sólo eso, sino que además acercó su mano libre. Colocándola en la parte posterior del hacha que estaba enterrada en su hombro, la presionó hacia abajo, moviéndola como si fuera una sierra.

—Uwahahahaha, ¡Ouch ouch ouch! ¿Cómo se siente? Date prisa y recupera tu pasado, ¡Vuélvete lo suficientemente fuerte para divertirte conmigo aún más!

—D-Detente… Detente… ¡Detente!

—No, ¡No lo haré! Mira mira, ¡Esta es la carne! ¡Estos son los huesos! ¡Este es el interior del cuerpo del enemigo! ¡Un cuerpo humano con el que puedes jugar todo lo que quieras! Solías jugar así con los seres humanos todo el tiempo, ¿Cierto? Date prisa y regresa a ese entonces ¡Date prisa y hazlo!

Está loca… pensó Haruaki. En el pasado, Bivorio también había hecho cosas absolutamente terribles. Sin embargo, fue porque creía que Fear solo sería verdaderamente feliz si regresaba a su yo pasado. Pero Kokoro era aún peor, lo hacía solo por ella. Si Fear volvía a su antiguo yo haciéndose más fuerte, ella se alegraría… Eso era todo, nada más que un sádico placer egoísta.

Haruaki miró a Fear. Era un deseo egoísta y obstinado, pero no podía evitar pedirlo. ¡No pierdas Fear, te lo ruego, no pierdas…!

Fear miró hacia Haruaki. En vez de mirar hacia el acto horrendo del que estaba siendo obligada a participar o a Kokoro que la estaba obligando, solo miró hacia Haruaki en la distancia.

El hacha de guerra, que había desmembrado innumerables seres humanos en el pasado, temblaba. Seguramente no por placer, sino por el miedo al recordar los gritos del pasado.

Sus labios, que se habían reído de la sangre y gritos de las víctimas en el pasado, se abrieron ligeramente. No por placer, sino porque necesitaba exhalar para reprimir las ganas de vomitar.

Efectivamente. Fear ya no era su yo del pasado. En comparación con su pasado como herramienta utilizada para torturar y ejecutar personas, en comparación a cuando llegó por primera vez, en comparación con los momentos en los que se perdió a si misma frente a los recuerdos de su pasado, ella era claramente diferente.

Poniendo toda su fuerza, reprimiéndose con todo su cuerpo y mente. Esta era su batalla.

Para ganar esta batalla que absolutamente no debía perder, Fear…

Primero cerró sus ojos ligeramente…

Entonces transformó la herramienta de tortura en su mano nuevamente a un cubo Rubik.

El cubo de juguete cayó del hombro de Kokoro. Entonces, Fear miró a Kokoro y con una voz temblorosa…

Comenzó a reírse.

—Mocosa… Parece que estás divirtiéndote, pero yo no estoy contenta. En vez de jugar contigo, prefiero jugar con este juguete por mí misma.

Haruaki lo sabía hace mucho tiempo. Fear definitivamente no iba a volver a su yo pasado. De ahí a que incluso fue tan lejos como para renunciar a las herramientas de tortura que la representaban. Sin embargo… Eso también significaba perder todas las armas que podía utilizar para defenderse. Con el fin de proteger su voluntad, ella había abandonado la protección de su cuerpo. Tal vez ese era el único método, pero en esta situación en la que Kokoro estaba cerca… Eso era algo muy peligroso.

Kokoro abrió mucho sus ojos por un momento. Entonces, «¡Tsk!» chasqueó la lengua con desaprobación.

—Tienes que estar bromeando… ¿Este es el resultado? Ahhh~ Terriblemente aburrido… ¿Por qué vine a esta isla remota y atrasada? Si lo hubiera sabido, hubiera disfrutado adecuadamente en el cuartel general de la isla Dragón que es una isla también.

Kokoro levantó la espada. Sin importar como se viera, era una distancia demasiado pequeña para que Fear esquivara.

Entonces, sin ninguna duda, balanceó la espada hacia el pecho de Fear…

Sin embargo, la espada no logró apuñalarla.

Aún acostado en la misma postura de cuando se estrelló contra la montaña de chatarra, Haruaki observó la escena sorprendido. Quien bloqueó el ataque de Kokoro no fue Kirika o Kuroe, que estaban ocupadas con los cadáveres incapaces de pelear, ni Un Izoey que aún permanecía tendida en el suelo, mirando hacia el cielo nocturno.

Era otra persona…