C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 8

Capítulo 2: El Desconocido que Pidió un Deseo / «Jingle Bell Rock»

Parte 2

Con las rodillas pegadas a su pecho, Fear estaba sentada en la terraza.

Ella sostenía un cubo en sus manos. Un cubo que compartía la misma forma que ella, aunque aparentemente poseía propiedades completamente diferentes. Sosteniéndolo ante sus ojos, también podía ver el almacén en el jardín.

Fear recordó sus memorias con Tateoka Aiko. Una compañera de su mismo tipo, tímida, agobiada por delitos similares, ella era una chica que igualmente esperaba levantar su maldición. Debido a que eligió la amnesia como método para encontrar la salvación, se unió a la familia, pero al final…

Fear sostuvo el cubo con fuerza. En ese momento, escuchó pasos detrás de ella.

—Fear, ¿No tienes frío?

—… No sé. ¿Has llamado a Zenon?

Fear le preguntó directamente sin mirar hacia atrás. Haruaki procedió a sentarse en la terraza.

—Sí, hice una llamada telefónica. Fue lo mismo. El superintendente no puede ser localizado, pero al menos le informé de la situación a Zenon-san. Dijo que nos podía visitar más tarde.

—¿En serio? ¿Cómo haremos con el trabajo en la pastelería?

Habían acordado trabajar no sólo ayer, sino también los tres días antes de Navidad. De hecho, estaba programado que trabajaran también esta tarde, pero Un Izoey no podía ser dejada sola en casa. Dicho esto, cancelar a última hora sería demasiado descabellado…

—Ya hice una llamada para pedir disculpas. Cuando le pregunté al tendero si estaba bien que Kuroe fuera por nosotros, inmediatamente respondió «¡Eso es genial!» Como era de esperar de la idol de la calle comercial.

—Hmm, parece que estamos dejando toda la carga en Kuroe, eso me hace sentir mal. Pero gracias a Dios que ella se encargó.

Fear asintió ligeramente y murmuró. Podía sentir a Haruaki mirando hacia el cubo en su mano. Después de una pausa, como si dudara…

—Hey… ¿Crees que es cierto?

—Quién sabe. Las palabras dichas por un «Draconians» y pasadas a nosotros por un miembro de «Lab Chief’s Nation» son como un juego del Telefono roto [8] totalmente indigno de confianza. Incluso si es verdad, no sabemos cómo usarlo. Además…

—… ¿Además?

—Dije que sentía un aura maldita del cubo, ¿no? Si se trata de una herramienta maldita, entonces, ¡Utilizarlo definitivamente terminara en algo malo! ¡No quiero usar una herramienta maldita que no puede hacer nada!

—Bueno… Eso es verdad.

Fear suprimió deliberadamente su tono emocional de voz y susurró:

—Además… Esta cosa no tiene nada que ver conmigo. Absolutamente nada. Porque Aiko… Ella no está muerta.

—Eso también es verdad —Haruaki murmuró de nuevo.

El concepto de «Vida» era algo desconocido para las herramientas malditas. ¿Los objetos rotos tienen conciencia? Como un objeto, ¿Sus funciones de auto reparación continúan operando? Incluso si se regenera, ¿Recuperará la conciencia de nuevo? ¿Va a obtener forma humana de nuevo?… Incluso Fear no sabía sobre estas cosas. Sin embargo, precisamente por eso, precisamente porque era desconocido… Aiko no estaba muerta…

Definitivamente…

—… Capaz de realizar el mayor deseo de la humanidad… ¿Uh?

Mirando el cubo, Fear de repente rió con ironía. Sintiendo la mirada intrigada de Haruaki, explicó:

—Por Dios, la situación se ha vuelto incomprensible. Esta es la primera vez que experimentó la Navidad que sucede solamente una vez al año. Estaba pensando en esforzarme al máximo y disfrutar al máximo. Pero nada salió bien. Pensé que finalmente había encontrado a Santa, pero acabé encontrando otro problema. Al final, incluso tenemos que ayudar a cuidar a un enemigo que puede o no puede ser un enemigo y tenemos que capturar al «Santas Hunter». No sólo eso… Incluso notamos algo accidentalmente.

—Notamos… ¿Qué?

Fear se echó hacia atrás y se acostó sobre la terraza. Podía ver el cielo, claro, azul y aun frío, completamente diferente al de ayer.

—Tal como le expliqué a Un Izoey, la Navidad es un día milagroso en el que Santa Claus cumple los deseos de las personas en forma de regalos, ¿no? Pero incluso Santa Claus no puede cumplir mi mayor deseo. Simplemente esperar ese tipo de regalo es una pérdida de tiempo.

Fear se rió entre dientes:

—Además… accidentalmente descubrí que tengo dos grandes deseos. Pero maldita como soy, Santa Claus probablemente no vendrá en primer lugar…

—… Por supuesto que no.

Haruaki negó bruscamente y presionó sus dedos suavemente contra la cabeza de Fear.

Debido a que no preguntó, Fear concluyó que Haruaki ya conocía sus deseos.

Tenía un deseo. Un deseo que había esperado cumplir desde hace siglos. Es decir, levantar su maldición y expiar su pasado.

Pero otro deseo nació unos meses atrás… Ella deseaba ver a esa chica otra vez, cierta herramienta maldita.

Fear realmente quería volver a verla.

Los dedos, pertenecientes a quien había asesinado a innumerables personas hasta ahora, acariciaron la superficie del cubo que supuestamente era capaz de traer los muertos a la vida. A pesar de eso, aún no tenía la menor idea de cómo usarlo.

—Al final, se trata de una herramienta maldita que no sé cómo usar, no quiero usar, y no necesito usar. Es completamente irrelevante para mí y estoy completamente desinteresada. Así que ahora mismo, iniciaré con las cosas que puedo hacer. En otras palabras, voy a cuidar de esa pueblerina hasta que se recupere y a ayudarla a entregar la carta al superintendente.

—Hmm, tienes toda la razón. Sin importar cuanto pienses, no va a ayudarte a entender a una herramienta de origen desconocido… Así que, permíteme prepararte un poco de té.

Parecía como si Haruaki hablara deliberadamente en un tono animado de voz. Fear se quedó tirada en la terraza y agitó su mano como si lo despidiera.

—Ve ve. Exijo té caliente~ ¡Junto a galletas de arroz, por supuesto! Ya que Kirika está aquí, ¡La cantidad debe ser mayor!

—Sí, sí… —Mientras Haruaki se iba con una sonrisa irónica, Fear miró hacia el cubo de nuevo. Ella realmente no sentía que lo necesitara. Las herramientas malditas siempre provocaban tragedias y desgracias, por eso, ella no iba a usarlo. Tateoka Aiko sólo estaba en un sueño profundo, no estaba muerta, así que no había necesidad de usarlo. Simplemente eso.

Sin embargo, si ese es el caso…

¿Por qué seguía aferrándose a ese cubo incluso ahora? ¿Por qué no lo destruía ni lo descartaba?

Ella debería hacer eso. Era algo que pertenecía a su enemigo, pero era completamente inútil para ellos. Su sola existencia era maldita. Incluso si lo destruía o botaba, nadie se quejaría. Sin embargo, eso…

—… ¿No es obvio? Eso es porque esto es una pista sobre el enemigo. El enemigo muy bien podría venir intentando recuperarlo. Al igual que esa pueblerina, esto es un cebo para atraerlo…

Fear murmuró para sí misma mientras descuidadamente metía el cubo en su bolsillo. En realidad, no había necesidad de decirlo en voz alta, ¿Cierto…? Ella notó eso medio segundo después. Sabía que no había nadie cerca.

De hecho, era casi como si…

… Como si estuviera tratando de convencerse a sí misma…

[8] Teléfono roto: Juego en el que una persona le pasa un mensaje a otra al oído, y está a otra, y está a otra, y así sucesivamente, entonces, la persona al final, dice en voz alta el mensaje que recibió, y este se compara con el mensaje original.