Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 7: La Novia mas Cara de la Historia

Capítulo 5: ¡Un Hurra por la Novia!

Parte 6

Fue en el lugar más sagrado de Axel: la Iglesia de Eris… Entre los invitados sólo se podían encontrar a personas influyentes o algunos nobles que vinieron de países vecinos. Todos sabían que la boda era una vergüenza.

Los invitados tomaron asiento y empezaron a charlar sin preocupaciones a pesar de que la ceremonia iba a dar comienzo de un momento a otro. Los subordinados del terrateniente montaban guardia a la entrada de la iglesia, y la multitud deseosa de ver a la novia aunque sólo fuese un instante se reunió en masa en el exterior. La mayoría de ellos eran aventureros, y esto fue porque Darkness ocultó su condición de noble cuando se convirtió en una aventurera por derecho.

La noticia sobre su matrimonio con el gobernador se extendió por todas partes y probablemente se reunieron para ver a Darkness, que siempre llevaba su armadura, con un vestido de novia.

Qué grupo más grande de curiosos. Seguramente se hicieron aventureros por tener un fuerte sentido de la curiosidad.

La iglesia invadida por el ruido de los invitados finalmente se quedó en silencio. Las salas de espera de la novia y del novio estaban situadas a ambos lados de la entrada principal.

Hagen acompañó a la figura envuelta en un vestido de novia de color blanco brillante desde la puerta de la pequeña sala. Como su padre no se encontraba bien, el mayordomo tuvo que ocupar su lugar. Darkness, que caminaba cabizbaja y cubierta con un velo, estaba tan asombrosamente bella que nadie pudo quitarle los ojos de encima. Poco después, el terrateniente con su esmoquin blanco también salió de la salita de espera. Su enorme cuerpo redondeado hacía que su esmoquin se viera hinchado como un globo. Al igual que el resto de asistentes, él tampoco pudo quitar la mirada de Darkness.

Empezó a caminar a trompicones con la boca medio abierta y los ojos fijos en la novia… Solo fue capaz de recuperar sus sentidos cuando el mayordomo de Darkness carraspeó ruidosamente. Los invitados ni siquiera miraron a aquella figura desagradable del gobernador, estaban completamente ensimismados con Darkness.

Ella continuó andando por el pasillo con la cabeza agachada. Me sentí extremadamente nervioso cuando la vi de esa forma.

Recuerdo que una vez dijo “seguramente me destrozará durante varios días y noches sin darme nada de comer o beber, qué emocionante…”. ¿A dónde ha ido a parar tu típica expresión pervertida? ¿Qué le ha pasado a tu cara que siempre se enrojecía cuando te enfrentabas a los monstruos? ¿Y qué hay de las cosas que decías capaces de desconcertar a los jefes del ejército del Rey Demonio?

Se trataba de una boda, pero no pude ver ni una pizca de felicidad en su cara. Darkness se veía tan triste con la cabeza mirando al suelo…

Finalmente llegó el momento de dar los votos matrimoniales y subieron al altar bajo las atentas miradas de todos los asistentes. También delante de mí. Eso es, delante de mí, la persona que estaba justo detrás del altar.

En este mundo, siempre que tuvieras una profesión religiosa por vocación, se te permitía oficializar bodas aunque no fueras un párroco. Por ejemplo, la presencia excepcional en la ciudad de los principiantes de… una arcipreste; alguien con ese oficio era perfecto para el trabajo. La sacerdotisa que contrató el mayordomo Hagen para que diera su bendición en esta boda fue la persona que poseía el mayor rango de los trabajos religiosos… Aqua-sama. Y como su asistente, yo me encontraba a su lado a la vista de todos.

Incluso después de llegar al altar donde daría sus votos, el gobernador seguía absorto en la novia, mientras que Darkness mantuvo la cabeza baja. La música solemne dejó de sonar y se alzó una voz que no era majestuosa en absoluto.

―Darkness, ¿quieres tomar a este vejestorio tan sumamente gordo que incluso está sudando aceite como tu esposo, incluso desafiando mi deseo como diosa? ¿Prometes amar a este viejo, respetarlo, serle fiel en la salud y en la enfermedad y mantener tu virginidad fuera de su alcance hasta que la muerte los separe? No puedes prometer eso, ¿verdad? Bien, ahora quiero volver a casa con Darkness, comer lo que haya preparado Kazuma y beber todo lo que me apetezca…

Se escuchó una misa nupcial completamente fuera de lugar. Todos se quedaron estupefactos y clavaron sus miradas en Aqua, y el gobernador giró su cabeza hacia ella como un resorte.

―¡¿…?! ¿Qué? ¡T-Tú eres la mujer que me dio tantos problemas en mi casa! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Dímelo ahora mismo, ¿qué estás haciendo aquí?!

Los gritos del gobernador sonaron por toda la iglesia y Darkness nos miró a Aqua y a mí como si hubiera visto a un fantasma. Su boca se abría y cerraba sin saber qué decir. Aproveché la oportunidad y le agarré con fuerza del brazo.

Papá, mamá. El precioso hijo que quisieron educar para que se convirtiera en un hombre de provecho acaba de tirar por la borda su vida pacífica y ha retado a la persona con más autoridad de este mundo al secuestrar a la hija de un noble.

Cuando Darkness despertó de su sorpresa, su cara adquirió un tono verde poco a poco y empezaron a caerle las lágrimas sin control.

―¡¿Q-Qué has hecho?!… ¡Aqua… K-Kazuma! ¡K-Kazuma, suéltame! ¿Pero qué están planeando los dos? ¡Esto es muy serio! ¡Arruinar la ceremonia de bodas entre nobles no puede acabar de otra forma que con la ejecución! ¡Qué cosa más estúpida acabas de hacer! ¡No tienes ni idea de lo estúpida que es!

Corté a Darkness cuando me estaba pidiendo que la soltara y llorando por la emoción.

―¡Cállate, idiota! ¡Tú eres la que se empeñó en hacer cosas estúpidas, no vuelvas a decidir por tu cuenta pagar mis deudas! ¡¿Te piensas que eres mi mujer?! ¡Si te gusto, entonces dilo directamente~ espera, creo que ya te dije eso!

―¡¿Cuándo dijiste eso?! ¡¿De qué estás hablando, bufón?!

Tras escuchar nuestra discusión inoportuna entre Darkness y yo, el gobernador finalmente volvió a la realidad después de haberse quedado estupefacto.

―¡A-Atrapen a ese hombre! ¡Arréstenlo a él y a la monja farsante! ¡Él… solo es un campesino, ¿y se atreve a interrumpir una boda entre nobles?! ¡Deprisa, arréstenlo rápido!

El terrateniente gritó y trató de recuperar a Darkness por la fuerza. Se lanzó a por mí, pero yo bloqueé su ataque y dejé a Darkness llorando detrás de mi espalda con un giro rápido. ¡La cara del gobernador se puso morada al instante…!

―¡Maldito seas! ¡Esto no tiene nada que ver contigo, piérdete! ¡Puede que te guste Lalatina, pero…! ¡Ella me debe una deuda tan grande que tú ni siquiera la podrías pagar en toda tu vida! ¡Si tanto te gusta esta mujer, entonces prepara el dinero para comprarla, plebeyo! ¡¡Pero si no puedes hacer eso…!!

Cuando escuché sus palabras provocativas, recogí la bolsa que dejé previamente al lado del altar.

―¡Te he escuchado perfectamente, y espero que seas capaz de cumplir tu palabra, viejo! ¡Toma esto, la deuda que Darkness te debía, dos mil millones de eris! ¡Nada más y nada menos que dos mil monedas de Plata Mágica de Eris con valor de un millón cada una! ¡Ya he liquidado la deuda, así que me llevo a la chica! ¡Además, no me gusta en ese sentido! ¡P-Para mí es una compañera y una amiga muy importante!

¡Corregí los pensamientos del terrateniente y le tiré el contenido de la bolsa a los pies! Y para saber por qué lo tiré al suelo…

―¡¿Aaah?! ¡¿Qué, dos mil millones?! ¡Aah, espera, mi Lalatina! ¡Devuélveme a Lalatina… aaaah, dinero! ¡Recójanlo! ¡Eh, recójanlo inmediatamente!

El gobernador comenzó a recoger las monedas del suelo llevado por el pánico. En ese momento, los asistentes cercanos al altar saltaron también a por las monedas. Puede que algunos trataran de quedarse con el dinero, pero a mí no me importaba en absoluto. Aprovechando la oportunidad, tiré de la mano de Darkness mientras estaba inmóvil en medio del caos y unos tipos que parecían ser los esbirros del gobernador se dirigieron corriendo hacia mí. Entonces Darkness me quitó la mano y protestó.

―¡¿P-Por qué has…?! ¡¿Quién te ha pedido que hagas eso?! ¡Te estás burlando de mi decisión! ¡Y todo este dinero! ¡¿De dónde lo has sacado?!

Respondí algo nervioso a la chica que todavía seguía siendo testaruda incluso en un momento como este.

―Las vendí. Vendí todas las ideas que se me ocurrieron. Y eso junto con mis ahorros de las recompensas de las misiones, todo suma dos mil millones de eris exactamente. A partir de ahora no tendré más remedio que continuar con una vida humilde… Pero qué le vamos a hacer, lo he vendido todo. Ya no podría recuperar la propiedad de mis ideas aunque quisiera. ¡Si comprendes eso, entonces vámonos de aquí!

Al verme actuar de ese modo, Darkness mostró una expresión complicada, mezcla de preocupación, alegría, llanto y risa.

―¡Para haber llegado tan lejos, tienes… que ser realmente…! ¡¡Y-yo…!!

¡Los guardias del gobernador estaban a poco de alcanzarnos y yo llegué al límite de mi paciencia, así que agarré a Darkness por los hombros y la zarandeé!

―¡Deja de perder el tiempo y mira lo que está pasando, ya no tienes derecho a seguir rechazando mi ayuda! ¡Deja de discutir! ¡Ya te he comprado a ese gobernador vejestorio, ahora eres mía! ¡Escúchame bien, vas a tener que trabajar muy duro a partir de ahora! ¡¡Prepárate para devolverme con carne el dinero que tanto me ha costado ganar, caballera lasciva!! ¡¿Lo entiendes?! ¡¡Contéstame si lo entiendes!!

―S-Síii….

Al ser zarandeada, sermoneada y llamada pervertida en público, Darkness empezó otra vez a llorar y su cara mostró una expresión extasiada que no encajaba con las circunstancias. Me respondió de forma rara. Mientras yo agitaba sus hombros, las piernas le fallaron y cayó al suelo. Al parecer, mis palabras habían asestado un golpe crítico en esta masoquista.

¡¿Por qué esta chica siempre tiene que poner las cosas más difíciles de lo que son?!

Levanté a Darkness del suelo llevándola como una princesa y salí corriendo hacia la entrada de la iglesia.

Todos los asistentes eran nobles poderosos e influyentes, por lo que o bien no sabían cómo enfrentarse a los rufianes o no querían verse metidos en problemas. Aparte de los que se levantaron para recoger el dinero donde se encontraba el gobernador, nadie trató de detenerme y simplemente se quedaron mirando.

―Hah… hah… M-Me han vendido… ¡Una noble como yo ha sido vendida a este hombre! ¡Y pensar que, que tengo que pagar por ello con mi cuerpo…! ¡Aaah, ¿qué está pasando…?! ¡Secuestrada del altar y siendo llevada en brazos…! ¡Esto es… esto es…!

Darkness, en mis brazos, se sonrojó de una manera que nunca había visto antes y empezó a respirar con tanta fuerza que incluso parecía peligroso.

―¡Hey, oye tú, tu baba! ¡Se te cae la baba! ¡¿Te encuentras bien?!

Aqua nos seguía de cerca y mostró una sonrisa radiante al verme advertir a Darkness sobre lo que le esperaba.

―¡No podía esperar menos de la mente podrida de Kazuma-san! ¡Tan solo estás pagando la deuda que tú mismo provocaste, pero le has dado la vuelta y ahora dices que has comprado a Darkness! Oye Kazuma, si Megumin se entera de lo de hacer que Darkness te pague el favor con carne seguro que te comerás una explosión, ¿sabes? Y si tu cuerpo desaparece no podré revivirte, así que ten cuidado, ¿vale?

―¡No, no me refería a eso! ¡No hagas que suene tan feo, sólo lo dije porque me dejé llevar! ¡En realidad voy a hacer que me devuelva el favor trabajando como caballera y aventurera!

Mientras respondía de forma nerviosa, los esbirros del gobernador nos cortaron el camino cubierto por la alfombra roja. Hablé con Darkness, aunque tenía una expresión aturdida.

―¡Maldita sea! ¡Oye, Darkness, ¿cuánto tiempo piensas quedarte así?! ¡Ya es hora de que empieces a correr tú sola! ¡¡Tienes unos músculos muy fuertes y eso hace que peses bastante!!

―¡¿Por qué, por qué tú…?! ¡¿Por qué dices que peso mucho y me estropeas el humor en este preciso momento?!

Mientras se le saltaban las lágrimas, Darkness hizo algo atrevido al arrancarse la mitad inferior de su falda para poder moverse más fácilmente y saltó de mis brazos.

―¡Ya hemos llegado hasta aquí, así que no hay otro modo de hacerlo! ¡Quítense de en medio, perros del gobernador! ¡¡Acabaré con la vida de todo el que se interponga en mi camino!!

Entonces aterrizó con fuerza y se apartó el velo a un lado de la cara antes de cargar contra los guardias del terrateniente. Su cabello largo se levantó por detrás de ella debido a la velocidad.

Los guardias no se movieron y continuaron bloqueándonos el camino a pesar de que Darkness les gritó aquellas palabras amenazadoras, pero ella ni siquiera intentó esquivarlos y alargó el brazo como una jugadora de rugby. Algunos de ellos consiguieron agarrarla por los hombros y los brazos, pero ella ignoró su resistencia y los arrastró consigo. Cogió a un esbirro por la cabeza con cada mano y comenzó a apretarlas. En cuanto probaron sus garras de acero, sus cabezas emitieron un sonido de algo fracturándose y empezaron a gritar.

―¡Eh, ya que hemos venido a salvarte, ¿qué demonios estás haciendo yendo directamente por la puerta principal?! ¡Aqua, por favor, aumenta mis capacidades! ¡Auméntalas!

―¡A la orden! ¿Quieres también el hechizo de súper animador?

―¡Por supuesto! ¡Es muy útil!

Detrás de nosotros se encontraba el gobernador y algunos de los invitados que se estaban esforzando para no dejar ninguna moneda en el suelo. Una vez que me convertí en un animador de fiestas con diversos talentos gracias al conjuro de mejora de Aqua, me escondí rápidamente detrás de Darkness y grité tapándome la boca.

―¡Eh, no se molesten con ellos y dejen que escapen por ahora! ¡¡Vengan todos para ayudarme a recoger el dinero!!

Imité la voz del terrateniente y ordené a sus sirvientes que dejaran de luchar contra Darkness.

―¿Ah? ¡Ooh! ¡¡Sí, señor!!

Pensaron que fue una orden de su señor y pasaron por nuestro lado corriendo en dirección al altar.

―¡Imbéciles! ¡¿Por qué están todos aquí?! ¡Id a capturar a Lalatina!

―¡¿…?!

Volvieron a ir a por nosotros confundidos después de habernos dejado pasar momentos antes. El número de esbirros que se colocaron delante de nosotros superó la docena en un instante. Aunque contábamos con los hechizos de apoyo de Aqua, sin armas no seríamos capaces de atravesar su barrera.

¡Parece que ha llegado el momento de ponerme en el modo serio que usé en la capital…!

Justo cuando pretendía enfrentarme directamente a los guardias tras salir de detrás de Darkness…

―¡Sable de Luz!

Una voz conocida sonó detrás la puerta principal de la iglesia y un rayo de luz atravesó la pared de piedra que había junto a ella. Se trataba de una habilidad que solo podían usar los miembros del clan de la Magia Carmesí, y permitía atravesar cualquier cosa cuando el mago concentraba su maná en una mano. Un instante después, la pared de la iglesia se derrumbó junto a la puerta; tras el hueco aparecieron dos siluetas dando la espalda a la luz del sol.

Muchos de los aventureros que se acercaron al lugar para ver a los novios las estaban rodeando a cierta distancia, observándolas con curiosidad. Los esbirros se pusieron en guardia y aumentaron la distancia a las dos siluetas llevados por el miedo.

―¡Megumin, lo he hecho! ¡Pero sólo porque somos amigas íntimas! ¡S-Si es por una amiga íntima no tengo problemas en hacer algo que sinceramente parece un crimen! ¡Al fin y al cabo me dijiste “ayúdame por favor, amiga íntima”, así que no pude negarme!

―Sí, sí, sí, gracias por tu esfuerzo, Yunyun. No podía esperar menos de mi amiga íntima. Bueno, ya puedes volver a la posada.

―¡¿Eeh?!

Eran dos chicas con los ojos de color carmesí. Megumin dio un paso hacia delante y los guardias corrieron en retirada con una expresión de terror. Sus ojos estaban fijos en el bastón de Megumin, cuya punta brillaba en ese momento.

…Qué demonios.

Parecía estar decidida a realizar su conjuro de explosión en medio de la ciudad. Ella levantó su bastón repleto de una cantidad temible de maná con una seriedad nunca vista. Sus ojos brillaron con su característico color rojo, hizo girar su capa con ferocidad y habló en un tono tranquilo pero firme.

―Ha llegado la maga malvada. Ha venido hasta aquí siguiendo sus instintos para secuestrar a la novia.

Megumin se encontraba en la entrada de la iglesia con el sol del atardecer justo detrás de ella, por lo que dio la impresión de ser una heroína. Los hombres que bloquearon la entrada para atrapar a Darkness ahora parecían mucho menos peligrosos en comparación.

…¡Eso es lo que yo quería hacer!