Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 7: La Novia mas Cara de la Historia

Capítulo 3: ¡Regañando a la Chica que Huyó de Casa!

Parte 6

―¡Kazuma, mira la ropa que está tirada por toda la habitación! ¡Cómo podía esperar de un noble, todas estas cosas son carísimas!

Seguí a mi compañero y nos colamos en la habitación de al lado. Sentí un dolor de cabeza mientras le veía desvalijando las cosas del noble.

Al final ha cometido un delito. Hemos entrado en una habitación privada sin permiso.

―Vale, veamos, ¿qué tesoros tendrá este señorito…? ¡¡Eh, pero si esto es…!!

Ha llegado el momento de parar. Primero un allanamiento y ahora hurto… se ha pasado de la raya.

Coloqué mi mano sobre el hombro de Dust, que se había quedado estupefacto al ver un objeto dentro del armario…

―¡Mira, Kazuma, lencería de encaje roja! ¡Ese bastardo, ¿de verdad quiere tomar fotografías de Lean llevando esto?! ¡Ese pervertido incluso ya lo tenía preparado! ¡¡Pues no pienso permitirlo!!

Dust gritó furioso y se desnudó sin dudarlo ni por un momento para ponerse la ropa interior de encaje roja.

Sin duda ahora mismo él es el pervertido.

―¡Muy bien, Kazuma! ¡Utiliza esa cámara mágica de alta calidad para sacarme fotos! Quiero que sus películas fotográficas tan caras se llenen de mis imágenes estando desnudo. ¡En caso de que al final tome una foto de Lean, al menos quiero asustarle de por vida!

Me pregunto qué debería responder a eso.

Cogí la cámara mágica como me ordenó, obligado por su forma imponente de hablar. Su diseño era simple, y pude sentir una magia concentrada muy poderosa en su interior. En ese momento estaba haciendo la cosa más retrasada de la historia con un objeto mágico que costaba tanto como una casa.

Dust, con los brazos cruzados y sin ropa, arqueó la espalda, se tumbó boca arriba y tomó una postura como la de un puente solo que sin apoyarse con las manos… Aquel pervertido en lencería roja de encaje estaba sosteniendo su cuerpo entrenado tan solo con las piernas y su cuello robusto. Su cuerpo musculoso dibujó un precioso arco.

―¡Muy bien, hazlo, Kazuma! ¡Inmortaliza mi hermoso cuerpo!

…No sé cuántas fotos saqué. Dust hizo una gran variedad de poses sonriendo y mostrando los dientes. En cuanto a mí, fui desde colocarme encima de las mesas hasta tumbarme en el suelo para tomar fotos desde todos los ángulos posibles. Las poses abarcaron entre otras la de un águila e incluso la de un leopardo. Siguiendo los principios de la estética también hice que tomara la postura del Pensador de Mirón.

―¡Genial, Dust, así es como se hace! ¡¡Ahora mismo estás deslumbrante!! ¡Ya hemos acabado con las poses glamurosas, ahora vayamos a las pervertidas! ¡Primero, métete un dedo en la boca y apunta tu trasero hacia aquí!

Hizo lo que le pedí y se mordió su pulgar con aire seductor mientras dirigía su trasero cubierto por ropa interior de mujer hacia la cámara. Después de tomar unas cuantas fotos le di más instrucciones.

―¡Vale, ahora vamos a por una más agresiva! Abre las piernas, baja la cintura y coloca tus manos… ¡Así, eso es lo que quiero!

Dust se agachó como un luchador de sumo y estiró sus brazos hacia delante. Puso una expresión seria mientras se repetía a sí mismo las órdenes que le daba.

―¡Continúa! [5]

¡En ese momento superamos nuestro límite y acabamos rodando por el suelo partiéndonos de risa y llorando de las carcajadas…!

Donk

Entonces nuestros ojos se encontraron con los de Lean, que nos miraba estupefacta. De repente dejó caer su bastón al suelo.

[5] 発気揚々! – Hakkeyoi! Es la frase que dice el árbitro de un combate de sumo cuando los luchadores se quedan estancados en la misma posición. N. del T.