Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 5: Explosión Kouma, LET’S GO!

Epílogo

—¡Mejor que en casa no se está en ningún sitio! ¡De momento ya no quiero viajar más! ¡Y si un hikikomori como yo sigue viajando con tanta frecuencia es que algo va mal!

Cuando regresé a la casa que había dejado desde hacía ya bastante tiempo me sentí relajado. Ya no recordaba la comodidad de este lugar. Últimamente había estado yendo de acá para allá, aunque era extraño que una persona marginada como yo pusiera tanto esfuerzo a la hora de hacer algo.

De todos modos pronto voy a conseguir una gran suma de dinero por mis negocios con Vanir. Probablemente no necesitaré hacer más viajes por ahora, así que de momento pasaré todo un día sin salir de la mansión.

Afortunadamente el clan de la Magia Carmesí se mostró muy amable con nosotros al cedernos la totalidad de la recompensa por derrotar a Silvia. Y así conseguí amasar una enorme cantidad de dinero.

Está decidido, no voy a buscar más problemas. Aunque me venga alguien llorando pienso ignorarle por completo.

—En serio, Kazuma, ¿ya estás mostrando tu naturaleza de zángano nada más al llegar? Pero por algún motivo, verte así me hace sentir tranquila. Es como si ya no necesitara volver a trabajar duro.

—¡Aqua, estás aliviada porque tú eres igual! ¡No te corrompas y acabes siendo como ese hombre, es una mala influencia!

Darkness dijo algo desagradable después de que hablara Aqua.

—No digas eso. Al fin y al cabo, Kazuma se ha comportado de forma admirable en esta ocasión. Descifró la lengua antigua y averiguó cómo utilizar el arma. Incluso consiguió acabar con Silvia.

Megumin parecía “haber olvidado tomar sus medicamentos” y empezó a hablar bien de mí.

—Pudimos derrotar a Silvia únicamente gracias al poder de Megumin. Yo simplemente lo dirigí hacia el objetivo.

—No, no, si no hubiera sido por el arma que convierte la magia en poder puramente destructivo yo no habría servido de mucho. Todo se lo debemos a Kazuma, que fue el que trajo el arma.

Megumin y yo nos estábamos cediendo el mérito el uno al otro.

—…Eh, Aqua, ¿qué les pasa a esos dos? Creo que algo ha cambiado entre ellos después de este viaje…. ¡¿Puede, puede ser que cuando durmieron en la misma cama, los dos…?!

—¡Eh, no hables de lo que no sabes, no hice nada malo! Escucha, Megumin, nosotros no… ¡Oye, niégalo en condiciones! ¡Si no empezarán a sospechar!

Aunque Darkness nos lanzaba miradas de desconfianza, Megumin no quiso negarlo y empezó a andar hacia Aqua. Parecía que la cosa que ella llevaba en la mano le llamaba mucho la atención. Además, Aqua normalmente era la primera en abrir la boca, por lo que verla en silencio era una cosa bastante extraña.

¿Qué está haciendo en el sofá…?

Ding ding

…

—¡¿Cuándo has cogido la consola?! ¡Oye, déjame jugar a mí también, este es el mejor objeto que existe para un aficionado a los videojuegos como yo!

—¡Si quieres que te la preste tendrás que pagar el precio! ¡En concreto, mañana tendrás que limpiar el baño para mí!

De repente me encontré peleando con Aqua por la Game Girl que se había traído. Alguien llamó a la puerta y la voz de un hombre vino desde detrás.

—Perdonen, ¿hay alguien aquí?

Aqua y yo nos miramos y asentimos a la vez… Nos acercamos lentamente a la puerta.

—¿Hay alguien…? Oh, saludos, señor. ¿Es usted el dueño de esta mansión…? ¡¿Qué, qué está haciendo, señor?! ¡Pare…!

—¡No sé de dónde vienes, pero seguramente es por algún problema que tenemos que resolver! ¡Fuera de aquí, heraldo!

—¡Kazuma, utiliza el Toque Drenador! ¡Succiónale su energía vital y déjalo inconsciente! ¡¡Después lo dejaremos fuera de la mansión y fingiremos que nunca vino aquí!!

—¡¿Qué están haciendo los dos de repente?! ¡Eh, Kazuma! ¡Para!

—¡Estoy de acuerdo contigo en que no queremos implicarnos en más problemas, pero no puedes atacar a alguien que acabas de conocer!

Darkness y Megumin me redujeron después de que yo hubiese saltado sobre el visitante, y me ataron las manos. La persona que había llamado a la puerta era un hombre vestido como un mayordomo, de unos cincuenta años aproximadamente. Comenzó a respirar con fuerza después de soltarlo y nos miró a Aqua y a mí con cautela. Darkness echó un vistazo a aquel mayordomo y de repente empezó a hablar alto.

—¿Qué, pero si es Hagen? ¿No te he dicho que no vengas a esta mansión a menos que haya una emergencia? No me preocupa que vengas para darme malas noticias, sino que, lo que ha pasado ahora… Me preocupaba que pudieras sufrir un trato inhumano…

Al parecer el mayordomo era un empleado de la casa de los Dustiness.

¿Y qué quieres decir con que si viniera aquí podría sufrir un trato inhumano? …Aunque en realidad sí que lo ha recibido…

El hombre carraspeó y recuperó la compostura.

—Señorita, naturalmente me encuentro aquí por un asunto de grave importancia. Lo que ocurre…

¡Ya basta, no quiero meterme en más problemas!

Me tapé los oídos para ignorar las palabras del mayordomo, pero Darkness me agarró de las muñecas y tiró de ellas para obligarme a escuchar junto a las demás.

—¡No, no quiero! ¡Esto no tiene nada que ver conmigo, así que no me hagas oírle, no cuentes conmigo! ¡No quiero ir a ninguna parte y menos si puede ser peligroso! ¡Quiero quedarme en casa, tranquilo y a salvo!

—¡Me preocupa la higiene del baño después de estar tantos días fuera, voy a limpiarlo ahora mismo!

Darkness consiguió retenerme aunque yo estaba luchando con insistencia, atrapó a Aqua, que también pretendió escaquearse, e interrogó al mayordomo.

—¿Qué ocurre? ¿Ha sucedido algo en casa?

Y en respuesta a su pregunta…

—¡Es terrible, señorita! ¡Si esto sigue así, su único punto favorable ya no existirá!

Dijo algo que no pudimos ignorar.

—¡Eh, espera, ¿qué le ha pasado al único punto bueno de Darkness?! ¡¿Está decayendo?! ¡¿Su cuerpo de mujer maciza se está deteriorando?! ¡Siempre pensé que era muy extraño, su cuerpo es demasiado sexy! ¡Seguro que ha tenido que hacer uso de su dinero y de su autoridad para conseguir objetos mágicos que le agranden las tetas!

—¡¿De qué estás hablando?! Mi punto fuerte debería ser la defensa… ¡No es verdad! ¡Hagen, eres malo, debería tener más puntos buenos…! ¡Díganlos, Megumin, Aqua, tengo otros puntos fuertes aparte de la defensa, ¿verdad?!

Darkness se encontraba a punto de llorar.

—En vez de eso, ¿acaso existen los objetos mágicos para agrandar el pecho? Si es así, por favor…

—¡Kazuma y ese viejo son unos idiotas! ¡Nuestra Darkness tiene muchos puntos buenos! Es muy amable con todos y siempre está dispuesta ayudar en todo si se lo pides llorando. Se cree cualquier cosa que le digas, por lo que nunca te aburres ¡duele, duele, duele! ¡Para ya, Darkness, me va a explotar la cabeza! ¡Te estoy elogiando, así que ¿por qué haces eso?!

Darkness presionó las sienes de Aqua con los puños haciéndola gritar. Entonces el mayordomo continuó.

—¡Se equivoca! ¡Si esto sigue así, el señor acabará perdiendo su condición de noble y la señorita se convertirá en una plebeya! ¡Entonces la señorita perdida en el mundo solo podrá ganarse la vida vendiendo su apetitoso cuerpo~ ¡Señorita! ¡Por favor, no le haga eso a mis viejos huesos, moriré!

Mientras Darkness estrangulaba al mayordomo con lágrimas cayéndole por la cara, una carta cayó a sus pies.

—¿…? ¿Qué es esto?

—Es una carta del palacio real. Señorita, cuando la haya leído comprenderá la crisis que amenaza la casa de los Dustiness. Y además también está relacionado con ese Satou-san de ahí…

El hombre me miró.

¡Basta, no me metan en esto!

Darkness abrió la carta y su cara se fue haciendo cada vez más pálida, para terminar de rodillas en el suelo. Lo que decía en ella parecía ser bastante serio.

—…¿Qué dice la carta?— pregunté con timidez y ella recobró sus sentidos.

—¡N-n-nada en absoluto! ¡Esto no es de la incumbencia de Kazuma! ¡Por favor, ignora todo lo que ha sucedido!

De repente empezó a utilizar palabras extrañas, lo que me hizo sentir que algo no encajaba. Entonces estiré el brazo.

—Enséñame esa carta.

—No, me niego. Te pido perdón por haberte arrastrado a todos nuestros problemas. Eh, eso es lo que habías dicho antes, ¿verdad? ¡Que no querías volver a verte envuelto en más problemas! Por lo que este asunto~

—¡Robar!

—¡Ah!

Después de robar la carta con mi habilidad la leí rápidamente junto con Aqua y Megumin, que estaban ojeando desde atrás. En ella se encontraba escrito:

—“Para el que derrotó a varios líderes del ejército del Rey Demonio, un gran aventurero que ha hecho una contribución ejemplar a la nación, el Señor Satou Kazuma. He oído hablar sobre sus asombrosos logros, y espero poder verle en persona. ¿Podría tener la amabilidad de cenar junto a mí?”

Al final de la carta se encontraba estampado el emblema del reino y el nombre del remitente: Iris. Aunque yo no conocía muy bien este mundo, sabía que se trataba de la primera princesa del país. Una princesa real.

—¡Kazuma, hay que rechazar esta invitación! ¡Si le ocurre algo a la primera princesa Iris nos cortarán el cuello! ¡Tendremos un problema enorme si alguno de nosotros hace algo descortés delante de ella! Tú no sabes nada sobre ceremonias ni etiqueta, ¿verdad? Odias toda esa clase de eventos incómodos, ¿no? ¿Me equivoco? ¡Rechacémosla! ¡Sí, eso es, la casa de los Dustiness reservará un buen restaurante y solo invitaremos a nuestros amigos cercanos para celebrar una fiesta en conmemoración por tus logros! ¡Y…!

Intercambié miradas con Aqua y Megumin, y los tres asentimos en señal de acuerdo.

—¡Por fin ha llegado nuestro momento!

Darkness negó con la cabeza mientras le caían las lágrimas por las mejillas, sujetándose a mi cadera para no dejarnos ir.