Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 5: Explosión Kouma, LET’S GO!

Capítulo 6: Quiero ser la Maga más Poderosa

 

 

A la mañana siguiente

Megumin y yo salimos a dar un paseo por el Hogar de la Magia Carmesí. Nos encontramos con Yunyun por el camino, así que los tres nos juntamos para seguir dando una vuelta. Pensé que Yunyun se quedaría aquí por un tiempo, pero al parecer pretendía regresar a Axel lo antes posible. Sin embargo era comprensible que quisiera volver con tantas ganas; tras la batalla con Silvia, el Hogar de la Magia Carmesí había cambiado.

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—¡Ah! ¡Pero si es la que lleva un rayo azul a su espalda, Yunyun! Cuánto tiempo que no nos vemos, ahora iba a desayunar, ¿te apetece venir?

Una chica de aproximadamente la edad de las que me acompañaban se acercó para hablar con Yunyun. Ella negó con la cabeza y se sonrojó. A la chica que nos había parado no le gustó su reacción, por lo que dijo “vaya, qué pena” y se alejó con una sonrisa y despidiéndose con la mano.

—…Qué popular, “la que lleva un rayo azul a su espalda”. Tan solo era para desayunar, ¿por qué no te has ido con ella?

—¡No lo digas más! ¡Deja de utilizar ese nombre! ¡¿Por qué, por qué hice algo tan estúpido…?!

El comentario de Megumin hizo que a Yunyun casi se le saltaran las lágrimas y se tapó la cara sonrojada con ambas manos. La actitud de todo el mundo hacia Yunyun había cambiado tras la batalla. Los miembros del clan siempre la habían tratado como a una extraña en el Hogar de la Magia Carmesí y pensaban que era una chica excéntrica, pero de repente se convirtió en la persona más popular de la aldea. Un tipo que pasaba por allí se dirigió a Yunyun.

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—¡Oh, pero si es el Trueno Crepitante, Yunyun! Pues ahora iba a comer…

—¡No voy! ¡¡He dicho que no voy!!

Yunyun estaba a punto de llorar, y cuando rechazó al hombre, a él no pareció importarle demasiado y se alejó despidiéndose con la mano y diciendo que era una lástima.

Esto se podría considerar como un nuevo tipo de acoso.

—…Qué popular, “Trueno Crepitante”. Deja que te invite a desayunar.


—¡No! ¡Por favor, no digas eso! ¡No utilices esos apodos tan raros!


Yunyun negó con la cabeza y la cara tapada. Entonces Megumin utilizó el extremo de su bastón para tocar con delicadeza la mejilla de Yunyun.

—¡¿Qué estás diciendo, maga número uno del clan de la Magia Carmesí?! Tú no quisiste hacerme caso en su momento y usaste ese nombre, y ahora dices que no quieres ninguno, ¡pero qué egoísta! ¡Vamos, enséñame esa pose legendaria otra vez!

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—¡No, no lo digas más! ¡¿Todavía sigues molesta por eso?! ¡Solo lo cogí prestado durante un rato!

Yunyun se enfadó porque Megumin le estaba tocando la cara con su bastón. No pude evitar inmiscuirme en ese momento.

—Veo que son muy buenas amigas.

En cuanto escuchó eso, Megumin me lanzó una mirada… pero enseguida hizo girar su bastón y puso una expresión de alegría.

—¡Vamos! ¡El teletransporte ya ha registrado el destino de Axel! ¡Tenemos que darnos prisa y prepararnos para el viaje!

—¡Aah, espérame, Megumin!

Sonreí mientras veía a Yunyun persiguiendo a Megumin en pánico y comencé a caminar lentamente detrás de ellas. …Esta vez, dos chicas de la edad de Megumin aparecieron delante de nosotros.

—Ah, Funifura, Dodonko.

Se conocen, eh…

Las dos señalaron a mi compañera de equipo.

—¡Hace ya un tiempo que no nos vemos, Yunyun y la maga inútil! ¿Cómo han estado?

—¡Ajajaja! ¡La genio número uno del clan de la Magia Carmesí se ha convertido en la maga inútil número uno! ¡Ahora eres el hazmerreír del pueblo!

No habían hecho más que molestarla desde que nos encontramos con ellas y Megumin saltó encima sin decir palabra.

—¡Eh, sus saludos son realmente curiosos para una compañera de clase que no han visto en mucho tiempo!

—¡Solo, solo es una broma! ¡Perdona, perdona! ¡Ya ha pasado bastante tiempo, ¿por qué sigues siendo tan agresiva?!

—¡Para, ¿de dónde has sacado tanta fuerza?! ¡¿En qué nivel estás?! ¡Duele, la violencia está prohibida!

Las dos levantaron la bandera blanca casi al instante en cuanto sufrieron el ataque de Megumin.

…No sé cómo sería su relación con Megumin, pero parece que no la trataban demasiado bien.

Entonces una de las chicas nuevas habló con Yunyun.

—…Emm, ayer hiciste algo increíble. Hasta ahora pensaba que solo eras una rarita… Pero han pasado muchas cosas.

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Apartó la mirada por la vergüenza al acabar la frase.

—¡Sí, mi opinión de ti también ha cambiado! ¡Yunyun es asombrosa!

Y la otra también quiso aportar algo…

—No, por favor, no digan más.

Yunyun se cubrió su cara sonrojada y trató de contener las lágrimas.

—Las dos parecían estar un poco fuera de lugar, así que nos encontrábamos preocupadas por ustedes.

—Así es, Megumin a veces se comporta de forma infantil y Yunyun parece estar deseando que los chicos malos se abalancen sobre ella, pero nos alivia saber que a las dos les va bien.

Sentí una sensación cálida en mi corazón al ver sus sonrisas.

Esto es genial, aunque Yunyun se marche a Axel sola, sus amigos estarán aquí para ella.

En ese momento Yunyun sonrió y se dirigió a mí.

—Kazuma-san, permíteme presentártelas. Ellas son Funifura y Dodonko. ¡Cuando estaba estudiando aquí, ellas eran mis… a-amigas!

Cuando terminó de presentármelas visiblemente contenta y con un poco de orgullo, yo hice una reverencia a las chicas. Las dos, que habían recibido el título de amigas de Yunyun, me devolvieron el saludo con timidez.

—¿Qué tal?, me llamo Satou Kazuma. Soy uno de los amigos de Yunyun y nos llevamos muy bien. Espero que nosotros también podamos hacerlo.

—¡Por favor, llevémonos bien!

Mire por dónde, el Hogar de la Magia Carmesí está lleno de chicas guapas.

Y eso me puso un poco nervioso. Sin embargo las dos también parecían encontrarse un poco tensas, o quizás solo fue mi imaginación. Megumin estaba pendiente de nuestra conversación y de repente dijo algo explosivo.

—Eh, entiendo que no tengan muchas oportunidades de conocer a un chico y que además esté soltero, pero por favor, no coqueteen con mi hombre.

—¡¿…?!

—¡¿…?!

—¡¿…?!

Cuando soltó aquello, todas las chicas se quedaron impactadas.

—¡Eh, eh, ¿qué acabas de decir…?! ¡¿Así que ibas en serio cuando anoche dijiste que te gustaba?!

—¡¡…!!

—¡¡…!!

—¡¡…!!

Esto las dejó aún más impactadas. Dodonko y Funifura no sabían qué decir y finalmente preguntaron muy nerviosas.

—¡¿Ho-ho-hombre?! ¡¿La Megumin a la que no le importa nada excepto la magia tiene a un hombre con ella?! ¿Es una broma? Lo es, ¿verdad? ¿Pero te gusta cómo novio?

—E-e-e-eso es, tiene que ser eso. Megumin nunca se ha preocupado por esas cosas, y de repente tener a un chico… es imposible, ¿no?

Eso fue lo que las chicas consiguieron articular.

Qué. ¿Qué ha sido eso?

Y entonces Yunyun preguntó en pánico.

—¿Ka-Kazuma-san? ¿Es verdad? ¿Me-Megumin te hizo esa confesión…?

Lo hizo con una voz muy débil. Pedí ayuda a Megumin a través del contacto visual, tratando de decirle si estaría bien contar la verdad.

—No le des demasiadas vueltas a esto. Kazuma ya ha conocido a mis padres y él les regaló aperitivos. Incluso ya nos habíamos bañado antes juntos, y en estos días hemos compartido la misma cama y sábanas con nuestros cuerpos tocándose entre sí. Nuestra relación es así de sencilla.

—¡¡…!!

—¡¡…!!

—¡¡…!!

Funifura y Dodonko se pusieron pálidas y dieron unos pasos temblorosos hacia atrás. Creo que Megumin había decidido decir la verdad. El extremo de sus labios se levantó en una sonrisa como si estuviera presumiendo.

—…Pfff.

—¡¡…!!

—¡¡…!!

Y rio entre dientes.

—…¡Guah, guaaah! ¡¿Y, y qué si tienes un hombre?! ¡Aaah!

—¡Yo, yo no tengo envidia! ¡No tengo envidia aaaah!

Las dos dijeron eso antes de salir corriendo. Entonces Megumin se acercó a Yunyun, que tenía la cara roja y no era capaz de decir nada.

—Yunyun, hay un sitio al que quiero ir con Kazuma. Perdona, ¿pero podrías ayudarme a conseguir que el teletransporte esté listo?

—¡¿Eh?! Pues, pues… Emm, ¡sí que puedo hacerlo…! ¿Entonces ustedes dos de verdad…?

Yunyun nos miró a los dos con timidez. Megumin… utilizó el tono de chica de instituto que pocas veces usaba y le contestó.

—¡Aunque alguna de nosotras encuentre novio, seguiremos siendo amigas para siempre!

—¡Guah, guaaaaah! ¡Normalmente no dirías que soy tu amiga! ¡¡Aún no creo que haya perdido contra ti!!

Yunyun empezó a correr por el mismo camino que se habían marchado Funifura y Dodonko.

Más tarde, Megumin me llevó fuera del Hogar de la Magia Carmesí. Entramos en un bosque y nos paramos en un lugar tranquilo sin nadie más a la vista. Solo se podía escuchar el zumbido de los insectos. En ese momento, Megumin se giró y me miró directamente a los ojos.

…¿Umm, a qué vendrá esto? Eh, ¿qué? ¿Una confesión? No, ya la hizo antes. ¿Entonces…? No, ¿lo de ayer fue realmente una confesión? ¡No, no, hace un momento ha dicho que soy su hombre! ¡Pero seguramente solo quería presumir delante de sus amigas…! No seas imprudente, Satou Kazuma. Si le digo “¡me gustas, por favor sal conmigo!” su respuesta será sin duda “no me gustas de esa forma” o algo parecido. ¿Pero en el fondo me gusta Megumin? No, lo que ocurre es que si alguien del sexo contrario me trata con amabilidad puedo enamorarme enseguida. ¡No esperaba ser alguien tan débil!

Todos aquellos pensamientos cruzaron por mi mente y me hicieron sentir nervioso. Megumin me miró y empezó a hablar.

—Kazuma… Te lo pregunté ayer y hoy volveré a hacerlo. Te gustaría tener una maga excelente en tu equipo, ¿verdad?

…¿Qué está diciendo? Anoche me hizo la misma pregunta, ¿qué es lo que pretende con esto?

Y yo le di la misma respuesta.

—Si me preguntan si quiero una, entonces la respuesta es sí, por supuesto.

Era evidente que yo deseaba tener miembros poderosos en mi equipo.

—Si es así… Umm, entonces lo he decidido.

De repente me sonrió.

…Cuanto estás delante de un chico virgen que no ha tenido una cita en su vida, atacar con esa sonrisa es jugar sucio. En un lugar apartado sin nadie a nuestro alrededor, decir que te has decidido y preguntarme que si deseo tener una maga excelente… ¿no ves que eso me afecta al corazón?

—He pensado en empezar a aprender magia avanzada.

La forma de pensar de Megumin es muy extrema, está pidiendo demasiado a un virgen… ¿Qué ha dicho?

—…Oye, ¿qué has dicho?

Mi voz salió aguda.

Cuando le dije que le reduciría sus comidas de tres a dos diarias si se empeñaba en realizar el conjuro de explosión, eligió esta opción sin dudarlo. ¿Qué diría al ver esto un maniaco de las explosiones?

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Megumin sacó su tarjeta de aventurero y me la mostró.

—He estado reflexionando, incluso antes de que Yunyun dijera que soy una maga inútil. Puede que ahora no estuviera pensando en estas cosas si nunca los hubiese conocido a ti, a Aqua y a Darkness, y habría seguido aumentando mi nivel de explosión. Es evidente al ver el encuentro con Funifura y Dodonko que todos en el Hogar de la Magia Carmesí están realmente decepcionados conmigo… No quiero seguir siendo una carga para ti, así que pienso servirte de ayuda y también a los demás… Y por eso a partir de hoy voy a dejar a un lado mi magia de explosión.

Terminó y volvió a sonreír.

Mal, mal, mal.

—Escucha, espera un minuto. Sería de gran ayuda que pudieras utilizar la magia avanzada, aunque para ello no hace falta renunciar al conjuro de explosión. No vamos a estar todos los días yendo a misiones, así que los que estés libre puedes hacer tus explosiones si te apetece. ¡Además, en vez de usarlo todos los días podrías dejarlo como arma definitiva solo para los momentos cruciales…! ¿Y no le dijiste antes a Yunyun que habías puesto todos tus puntos de habilidad en aumentar el poder de la explosión y la velocidad de encantamiento?

Megumin se puso a reír cuando escuchó lo que dije.

—Veo que lo recuerdas. He estado ahorrando mis valiosos puntos de habilidad para poder aprender esta nueva clase de magia… Si realizo el conjuro de explosión agotaré todo mi maná, por lo que ya no podré volver a hacer otro hechizo en el mismo día. Por otra parte, si utilizo la magia avanzada no podré usar Explosión, porque requiere la capacidad máxima de maná. Cuando aprenda magia avanzada tendré que utilizarla bastante para mejorar el nivel, así que las prácticas me impedirán seguir usando Explosión.

Megumin miró la tarjeta de aventurero que sostenía en sus manos. …Y de repente recordé algo: cuando salimos de Axel, Vanir me dijo que en el destino de mi viaje habría un momento donde un compañero compartirá sus dudas conmigo y me pedirá consejo. Este compañero decidirá su camino en función de lo que yo le diga, por lo que debería reflexionarlo con calma y darle un consejo del que no me arrepienta más tarde.

Ya veo, así que se refería a esto. Maldita sea, ese demonio tramposo, ¿ya lo había predicho todo? Cuando vuelva voy a echar agua bendita en los tiradores de las puertas de su tienda, aunque la verdad es que solo me imagino un futuro donde Wiz acaba quemándose las manos.

Megumin miró durante largo rato la tarjeta, como si estuviera guardando un tesoro repleto de recuerdos preciados. Entonces cerró los ojos en silencio, respiró profundamente y los abrió de nuevo. Después me dio la espalda y me ofreció la tarjeta; parecía que le estuviera costando más de la cuenta dar el siguiente paso. Sus hombros temblaban ligeramente.

—Lo siento, Kazuma. ¿Puedo pedirte un favor?

—…No puedes darle al botón para aprender magia avanzada por ti misma, así que quieres que yo lo haga por ti, ¿verdad?

Megumin asintió.

Qué boba…

—¿Por qué no te tomas un poco más de tiempo para pensarlo? Ya tenemos una enorme cantidad de dinero en el banco, ¿no? Ahora mismo no necesitamos aceptar misiones peligrosas, podemos tener una vida apacible y sin preocupaciones en la mansión. Podrás limpiar el pescado con tu explosión y todos viviremos felices para siempre.

Megumin explotó de risa.

—Pero si cuando dije que no quería aprender magia intermedia no paraste de insistir en ello.

Sus hombros se agitaban como si hubiese oído un chiste, pero aun así siguió mostrándome la tarjeta con insistencia. La cogí sin decir nada.

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—…¿Seguro que no te arrepentirás?

Hablé a la espalda de la chica.

—No lo haré. Ya no quiero volver a ser una carga. Si soy una miembro normal del clan de la Magia Carmesí, estoy segura de que las orcos no volverán a perseguirte y hacerte llorar, y Silvia tampoco podrá volver a secuestrarte… ¡Soy la maga número uno del clan de la Magia Carmesí, la que posee el poder de la magia avanzada! …A partir de ahora tendré que decir eso. Tengo más capacidad de maná que Yunyun, de modo que si puedo utilizar la magia avanzada no hay duda de que seré la maga más poderosa del clan. No pienso dejar que Yunyun me quite mi lugar de número uno.

Hablaba con determinación, pero también con una sonrisa forzada en su rostro.

…Qué idiota.

A ella le encantaban las explosiones, y lo había dado todo por la magia de explosión. No lo demoré más y utilicé la tarjeta de Megumin en silencio.

Y pensar que es posible hacer funcionar la tarjeta de otra persona… Si lo hubiera sabido antes… Por ejemplo, cuando las conocí podría haber robado las tarjetas de Megumin y de Darkness para asignar sus puntos de habilidad en las cosas más convenientes, aunque fuera en contra de su voluntad.

Cuando terminé le devolví la tarjeta a su dueña. Ni siquiera la miró y rápidamente se la metió por el escote de su túnica. Entonces se dio la vuelta.

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—¡Ya es hora de que vayamos a por las demás! Hay que regresar a Axel con Aqua y con Darkness. Oh sí, la recompensa por Silvia es realmente elevada, ¿verdad?

—Umm, ¡¿lo dices en serio?! Entonces cuando volvamos celebraremos una fiesta.

Cuando Megumin se disponía a retomar el camino hacia el Hogar de la Magia Carmesí la detuve.

—Ah, es verdad. Megumin, intenta realizar el conjuro de explosión.

Le pedí eso de pronto, y cuando me escuchó decirlo…

—…De verdad… Ya había conseguido hacerme a la idea, y en menos de cinco minutos me pides que realice el conjuro de explosión. ¿En qué estás pensando?

No sabía qué más decirme.

—De donde yo vengo hay un dicho: mañana será otro día. Además, todavía tengo que verte hacer una explosión de cien puntos. La que hiciste para derrotar a Silvia se combinó con el poder del arma, así que ¿crees que está bien que tu explosión final quedara tan deslucida?

—…A ti no te preocupa nada, ¿no? Muy bien, este será mi último conjuro de explosión. ¡Te voy a enseñar uno asombroso!

Conseguí convencerla y apuntó a una roca que se encontraba a cierta distancia de nosotros, haciendo unos movimientos exagerados.

—…Espera, Me-Megumin, un momento. No apuntes tan cerca, elige un blanco que esté más lejos. Vas a dar todo lo que tienes en esta última explosión, ¿verdad? Entonces apunta a aquella roca de allí.

Señalé a una roca gigante que había mucho más allá del bosque, situada justo en medio de una llanura. Megumin inclinó la cabeza cuando oyó mi petición inesperada.

—No me importa, pero creo que a esa apenas llego con mi alcance actual… ¡Bueno, déjame mostrarte mi explosión final con todo mi poder!

La alegría que mostraba su rostro en ese momento le salía desde el fondo del alma, no aquella falsa que me había enseñado antes. ¡Megumin no paraba de reír y cuando empezó a realizar su conjuro de explosión pareció estar disfrutándolo mucho…!

—¡¡Explosión~!!

Una luz intensa comenzó a emitirse desde el extremo de su bastón y el rayo salió disparado directamente hacia la roca. Sin ninguna duda fue la mejor explosión que había visto nunca. Junto a un estruendo ensordecedor, una onda expansiva mucho más fuerte de lo que me imaginé llegó hasta nosotros y casi me tira al suelo.

Si hubiera utilizado esto contra Silvia habría acabado con ella sin tener que tocar el arma para nada. Menuda potencia.

Después de presenciar el poder del conjuro que había realizado, Megumin se quedó anonadada y sacó su tarjeta a toda prisa. Leyó lo que había escrito en ella y me miró fijamente, incapaz de contener la alegría de su corazón. Puso una expresión difícil de interpretar, era como una combinación de resignación y felicidad. Un instante después hizo girar su capa y mostró una sonrisa libre de toda duda mientras hacía su presentación.

—¡Soy Megumin! ¡La maga número uno de Axel, una archimaga capaz de utilizar la magia de explosión, la única que llegará al nivel máximo de este conjuro!

Ahora delante de mí se encontraba la Megumin de siempre. Antes no quise hacer lo que me pidió y empleé todos sus puntos de habilidad en aumentar el poder de su explosión. Me preguntó si deseaba tener una maga excelente conmigo, pero no hay ninguna más excelente que nuestra Megumin.

Al fin y al cabo solo necesita hacer un conjuro de explosión para quedar por encima de los jefes del ejército del Rey Demonio y vencerlos. Si existe un mago capaz de tener mejores resultados que ella me gustaría conocerlo. Aunque lo que yo más quería no era tener un mago superior en mi equipo, sino…

La arrogante Megumin hinchó su pequeño pecho con orgullo y me preguntó.

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—¿Cuántos puntos ha sacado esa explosión?

Y por supuesto fueron…

—Ciento veinte puntos.

Megumin puso una sonrisa radiante cuando escuchó el resultado…

Konosuba Volumen 5 Capítulo 6 Novela Ligera

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