Epoch of Twilight

Capítulo 92: Radiación

Luo Yuan se sobresaltó de su sueño por los ruidos de fuera de la tienda. Instintivamente agarró el mango de su espada y lentamente abrió los ojos. Trató de maniobrar suavemente entre las extremidades de las dos damas, pero se despertaron al instante por sus movimientos no tan suaves.

“¿Qué está pasando?” Huang Jiahui se alarmó y agarró su pistola.

“No no no. No es nada. Vuelve a dormir. Voy a echar un vistazo afuera” dijo mientras bajaba la cremallera de la tienda y caminaba hacia el ruido.

Hubo una discusión y fue ruidosa a pesar de que la gente trató de bajar la voz.

“¡¿Nos estás dejando comer esta porquería ?!”

“¿Cómo se supone que llene nuestro estomago? ¡Las gachas son tan finas que puedo ver mi propio reflejo!

“¡Trae el culo de tu líder aquí ahora mismo! No creo que tengan una provisión insuficiente para los pocos de nosotros aquí. ¿Estás tratando de cabrear a nuestro jefe Luo?”

“Cálmense, hermanos. Por favor, trata de entender. Sí, tenemos suficientes disposiciones, pero eso no significa que podamos permitirnos derrochar todo de una vez. No sabemos cuánto tiempo estaremos aquí; no podemos simplemente dar un festín lujoso ahora y preocuparnos más tarde” explicó un hombre de mediana edad mientras intentaba ofrecer una sonrisa amarga. Su explicación calmó la indignación mientras la multitud contemplaba la posibilidad de una deficiencia en el suministro.

Antes de que pudiera continuar justificando la falta de comida, el hombre de mediana edad se quedó mudo al ver a Luo Yuan caminando con su arma asesina. Él se congeló.

“¡Jefe Luo!”

“Oh … Jefe Luo. Estas despierto. Lamento haberte molestado” El hombre de mediana edad se disculpó generosamente con una gran sonrisa y una reverencia.

Luo Yuan reconoció que este era uno de los secuaces de Su Jianhao, que parecía diestro con falsas bromas y palabras melifluas, definitivamente no era una persona que simplemente subestimara.

Frunció el ceño mientras caminaba hacia la gran olla y vio cuán delgada y transparente era la avena, tan delgada que podía ver el fondo de la olla, y tan poco que cada persona solo tendría una porción que difícilmente podría saciar su hambre. Había un plato de verduras salteadas igual de mínimo colocado justo al lado de la olla. Lo examinó con una espátula y lo dejó como estaba.

El hombre de mediana edad se llama Huang Zhongchan. Trató de repetir sus líneas ensayadas sobre cómo frenar la posibilidad de una deficiencia en el suministro, pero falló al mirar a Luo Yuan. Su frente se arrugó, su corazón latía rápidamente contra su pecho y sus palmas estaban sudorosas y sintió como si liberara cubos de sudor. No pudo evitar recordar lo que Luo Yuan era capaz de hacer: el monstruo parece estar tranquilo ahora, ¿pero por cuánto tiempo? Si hubiera sabido que Luo Yuan aparecería, habría decidido no entregar la comida por su cuenta, pero ahora es demasiado tarde.

Luo Yuan miró a Huang Zhongchan, sin decir una palabra, asustándolo y apenas podía sonreír. Él esperó a que Luo Yuan hablara “Yo … tomaré esto y traeré una nueva olla de arroz”

Luo Yuan podía ver el miedo en los ojos de Huang Zhongchan. Estaba asombrado por el miedo que podía imponer a los demás al matar a un hombre. Él respondió: “¿Bien? ¿Por qué sigues aquí? CONSIGELA ENTONCES”

Huang Zhongchan suspiró aliviado de que no iba a ser asesinado. Rápidamente convocó a otros dos lacayos para que le quitaran la olla de avena y luego se alejó apresuradamente.

No pasó mucho tiempo para que llegara una nueva olla de arroz. Esta vez, se preparó una comida adecuada, incluso más que las comidas que tenían cuando todavía estaban en la villa. No comió junto con los hombres, sino que tomó su comida y caminó hacia el túnel.

Cuando regresó a la tienda, las damas habían despertado de su sueño y se cepillaban los dientes con un pequeño recipiente de agua que trajeron.

“¿Cuánta agua potable nos queda?” Preguntó. Ellos accidentalmente habían dejado caer su equipaje mientras intentaban escapar el día anterior. Lo único que les queda son los que estaban en sus mochilas, que no es mucho.

“La última vez que revisé teníamos cinco botellas de agua y algunos bizcochos sellados al vacío. El resto son solo dinero y algunas piezas de oro … que me temo son inútiles para nosotros aquí” respondió Huang Jiahui.

“Deshazte de los tickets de comida. Ya no tienen valor. Mantengamos el agua y las galletas como nuestra provisión de emergencia.” Frunció el ceño otra vez cuando sintió la tierra temblar ligeramente “No es seguro para nosotros aquí. Tenemos que salir tan pronto como podamos”

“¿PERO POR QUÉ, Hermano Luo? ¿No es más seguro aquí, bajo el sólido búnker donde ningún monstruo puede inmiscuirse?” Wang Shishi rápidamente intervino, sorprendido por lo pronto que había planeado que se fueran.

“¿Realmente tenemos que irnos?” Añadió Huang Jiahui con calma.

Él asintió y dijo: “No importa cuán seguro parezca, este es todavía un búnker subterráneo incompleto. Las provisiones que prepararon claramente no son suficientes. Es posible que los refugiados hayan traído sus propias provisiones, pero eso solo es suficiente durante tres o cinco días, y se desatará una revuelta. Puede que no me haya muerto de hambre, pero me puedo imaginar lo loco que se convertiría un búnker lleno de hombres hambrientos. ¿Qué tal si nos vamos después de unos días de buen descanso?”

“Pero … ¿a dónde podemos ir?” Preguntaron las chicas.

“Podríamos regresar a la villa primero ya que tenemos suficientes alimentos y suministros preparados que pueden durarnos aproximadamente un año o incluso más. Y, además, tal vez para entonces estos monstruos habrían abandonado la zona debido a la falta de comida”

Wang Shishi tuvo que resistir el impulso de vomitar después de escucharlo describir a los monstruos comiendo a los otros humanos de una manera tan casual.

“¿Moriría aquí la gente?” Huang Jiahui no pudo evitar preguntar, preocupado por la vida de los inocentes y los que sufren.

Luo Yuan entendió sus sentimientos, por lo que suspiró y respondió: “¿Comparado con la gente del exterior? Tienen mucha suerte de estar vivos por el momento. Si se trata de diez, treinta o cuarenta personas, podría ayudarlos, pero he estimado que hay alrededor de un millar de ellos aquí. Incluso si les proporcionáramos las provisiones de toda la villa, ¿cuántos días sobreviviríamos todos? No pienses demasiado en eso, come”

Sacó su plato de arroz, pero el apetito que le quedaba ya no estaba. Tomó algunos bocados y simplemente dejó la comida tal como estaba, sintiéndose sorprendentemente culpable. Entendió que este tipo de culpa de sobreviviente puede ser bastante peligroso. También entiende que tendría que arriesgar su propia vida saliendo de la caza de monstruos para alimentar a tantas personas. Tendrá que esperar y ver si alguien quiere seguirlos cuando se vayan, entonces, y tal vez solo en ese momento, decidirá si puede salvar a alguno de ellos.

Luo Yuan se despertó a la mañana siguiente y descubrió que muchas personas no podían dejar de vomitar y correr al baño. Su piel comenzó a picar y las erupciones cubrieron sus cuerpos. Muchos también se desmayaron con fiebre severa. Por la tarde, incluso Huang Jiahui comenzó a caer enferma, débil hasta los huesos, incapaz de moverse.

Inicialmente pensó que era una epidemia, causando histeria colectiva en el búnker subterráneo. Una de las cosas que más les falta en estos días son los suministros médicos. Cualquier epidemia podría resultar mortal para la población en disminución, especialmente cuando no pueden decir si su enfermedad es el resultado de mutaciones genéticas, de las cuales no tendrían ninguna vacuna o antídoto contra los cuales combatir.

Un joven determinó que este era el efecto secundario de estar expuesto a radiación severa. Era un médico, pero carecía de suministros médicos para ayudar a los hombres y mujeres caídos. No podía hacer mucho más que pedirle a Luo Yuan que trajera un poco de agua salada para beber.

Puede que Luo Yuan no sea médico, pero era estudiante de ciencias en la universidad y sabía que la sal yodada contenía yoduro de potasio, que funciona para evitar que la radiación entre en las venas, pero no protege al cuerpo de otros tipos de radiación como la nuclear. Sin embargo, no tienen otras opciones.

Varias horas después de beber el agua salada, Huang Jiahui se recuperó milagrosamente. No estaba seguro de si fue la sal o la curación natural de su cuerpo lo que la ayudó a recuperarse de la enfermedad. Desafortunadamente, en el segundo día, tres hombres murieron por la exposición a la radiación. En el tercer día, la mayoría de los enfermos se había recuperado casi por completo. El doctor no pudo evitar sorprenderse con este milagro.

Luo Yuan estaba seguro de que el cuerpo humano no había pasado por la misma mutación que las bestias y los monstruos que encontraron, pero de todos modos ha mejorado. Lo que una vez fue considerado como una radiación mortal puede que ya no sea tan letal como lo era antes del apocalipsis, al igual que los cuerpos de Luo Yuan y Wang Shishi apenas se vieron afectados por la radiación.