Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 2: ¡Aun con Chuunibyou, Quiero ser una Bruja!

Capítulo 4: ¡Dándole Bendiciones a esta Tienda Maravillosa!

Parte 3

Cuando era joven, y vi a mi padre disfrutar su cerveza, le pedí un poco y lo escupí inmediatamente. Son recuerdos maravillosos de la niñez.

———El niño yo juró nunca más volver a beber esa cosa llamada cerveza, pero después de venir a este mundo diferente, estaba bebiendo cerveza en plena luz del día.

Sentí en mi corazón que no debería hacer esto, pero las leyes y el sentido común en este mundo alterno son diferentes.

Las leyes no estipulaban que beber estaba prohibido para aquellos que eran menores de edad. Incluso si algo sucedía, el individuo solo sería pedido a que acepte las consecuencias.

No pensaba que la cerveza era algo lindo para beber, pero después de beber a la fuerza un poco, me sentí liviano.

Ya que se sentía bien, las personas empezaron a beber cerveza.

Los tres de nosotros estábamos bebiendo en el gremio en plena luz del día. Mientras bebíamos, Keith empezó a quejarse.

— Hahh….. No hay nada que hacer en esta temporada, estoy completamente aburrido. Vaya, Kazuma en verdad puedes beber. ¡Toma, ten otro vaso!

Keith llenó otro vaso para mí y se rió fuertemente.

Keith era el tipo que se ríe fuertemente cuando se emborracha.

— Hahh….. Cuando viene el invierno, quiero estar pegado a alguien…. Para ser honesto, sé que tan difícil es por el lado de Kazuma. Pero aun así, sigo envidiándote en esta temporada.

Dijo Dust mientras suspiraba fuertemente.

Probablemente no tenían nada que hacer durante el invierno. A parte de nosotros, había muchos en el bar durante el día.

Para el grupo llamado aventureros, puede que haya muchos que no perderían contra mí como un hikikomori.

Mientras pensaba en eso, le pregunté a ambos sobre algo que me interesaba.

— Por cierto, ¿Qué estaban haciendo los dos allá hace rato?

Es cierto, en ese entonces los dos se veían como si estuvieran dudando si deberían entrar a la tienda en ese callejón.

Me dio curiosidad sobre qué tipo de tienda era.

Escuchándome decir eso, los dos intercambiaron miradas y asentaron.

Keith soltó la cerveza en su mano, mientras hacía una expresión seria.

— Kazuma, pienso que puedes ser confiable. Lo que estoy a punto de decirte es un secreto común entre los aventureros hombres en este pueblo. Absolutamente no debes divulgarlo. Kazuma, ¿puedes prometer que jamás revelarás este secreto a tus compañeras de equipo mujeres?

Aunque me sorprendí por el ambiente pesado, igual asenté con mi cabeza.

Viendo mi reacción, Keith también asentó.

Después, a pesar del ruido en este lugar, Dust bajó el volumen de su voz para no dejar que las personas alrededor de nosotros escuchen.

— Kazuma, hay succubus atendiendo una tienda en este pueblo, ellas se especializan en otorgar maravillosos sueños a otros, ¿sabes eso?

— Dame más detalles.

———Le respondí a Dust inmediatamente.

Dust, cuyo rostro se estaba poniendo rojo, bajó su cerveza y me dijo.

— Hay un grupo de succubus viviendo en este pueblo. Este tipo de demonios se especializan en absorber la lujuria irremplazable de los humanos para mantenerse con vida, que es la energía de los hombres. Por eso, los humanos hombres son una existencia absolutamente necesaria para ellas.

Tienes razón.

Escuché atentamente a cada palabra que dijo Dust.

— Es por eso que ellas absorben nuestra energía, pero….. los aventureros hombres en este pueblo tienen una relación de ayuda mutua. Piénsalo…. Básicamente nos quedamos en establos, ¿cierto? Por eso…… hay muchas cosas que son difíciles de lidiar, ¿cierto? Pero con tantos aventureros durmiendo alrededor de nosotros, aun si estas con esas ganas, no puedes hacer “nada” al respecto, ¿cierto?

— sí, es cierto.

Asenté mi cabeza furiosamente.

No me sentía para nada culpable, pero aun así una gota de sudor cayó por mi mejilla.

En verdad, no me sentía para nada culpable.

— Pero no podemos ponerle un dedo a las chicas aventureras que duermen cerca de nosotros. Si hicieras eso, serías descubierto por las otras chicas aventureras que se unirían contra ti. O tu objetivo podría estar escondiendo una daga y te arriesgarías que ser castrado. Sí pasan cosas como esas.

Mientras continuaba, la cara de Dust se puso pálida y tembló.

Keith vio su reacción y dijo.

— ¿Tu trauma de cuando hiciste una movida en Rin aún no se ha recuperado?

— ¡Ca, cállate! Como dije…..en momentos como ese, los succubus vienen a la mente. Cuando estas durmiendo, ellas usaran la oportunidad de mostrarnos un sueño tan maravilloso y excitante. Estaremos refrescados y ellas pueden mantenerse con vida. Y ellas saben cómo contenerse, y no absorberán tanta energía como para que nos convirtamos en momias incapaces de continuar con las aventuras. Nunca he escuchado de algún aventurero estando en peligro porque se le quitó demasiada energía….. ¿Qué te parece? Todos ganan, ¿cierto?

Despues de escuchar las palabras de Dust, asenté mi cabeza repetidamente.

Que maravilloso, ¡esta en verdad era un regalo de bendiciones!

Las succubus no tendrían motivos para atacar a los humanos, y los aventureros en los establos serían capaces de aliviarse.

Esto contribuiría indirectamente a una caída de los crímenes sexuales.

Hablando de eso, la seguridad en este pueblo era muy buena.

En mi imaginación, muchos aventureros tenían la cabeza caliente, rudos y les gustaba beber, y entrarían en peleas por cualquier cosa.

Esa era mi impresión en general, pero había pocos incidentes violentos en este pueblo, y los crímenes raramente eran escuchados.

Si todos estaban siempre en modo sabio [2], naturalmente habría menos altercados.

¡Maravilloso! ¡El funcionamiento de este mundo era tan armonioso!

Estaba muy conmovido. Viendo mi reacción, Keith dijo.

— En realidad, solo escuché acerca de esta tienda por otros recientemente. Estábamos planeando visitar la tienda por primera vez hoy, y entonces nos encontramos con Kazuma.

Dust tomó un gran sorbo de cerveza.

Y ellos me dijeron.

— Y esa es la historia…. ¿Qué te parece? Quieres ir con…..

— Claro que voy.

[2] Modo sabio: se refiere a ese estado en el que uno se encuentra después de haber ventilado “esas” necesidades.