Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 2: ¡Aun con Chuunibyou, Quiero ser una Bruja!

Capítulo 2: ¡Otorguémosle Paz al Amo de este Laberinto!

Parte 5

— ¡Turn undead!

Bajo el ataque mágico de Aqua, el cuerpo del zombie desapareció.

Perdí la cuenta de cuantos monstruos fueron derrotados.

Delante de mí aún estaba una escena tipo termografica, y estaba agradecido por aprender “clarividencia”.

Si estuviéramos avanzando con una antorcha como es normal, probablemente lloraría si encontráramos un grupo de zombies.

Ya habíamos sido atacados por grandes grupos de muertos vivientes, no sería sorpresa si dejara algún trauma psicológico.

— …. Oye, ¿no es raro? Hay demasiados muertos vivientes aquí. Si ese en verdad fuera el caso, un equipo sin un arch priest no sería capaz de subyugar el calabozo, ¿cierto? Y aún no hemos hallado ningún tesoro. Olvidémoslo y regresemos.

Este era un calabozo para que novatos exploren.

Pero no pude imaginar cómo los novatos manejarían la multitud de muertos vivientes.

Aqua quien ha estado lanzando magia sin parar no parecía para nada cansada.

Era una diosa después de todo.

Pero incluso Aqua no podría continuar para siempre, así que tal vez era hora de retirarnos.

— Tienes razón. No encontramos ningún tesoro, pero estoy satisfecha después de purificar tantos muertos vivientes…. Pero espera un minuto, la esencia de muertos vivientes aún perdura aquí.

Mi detección de enemigo ni siquiera reaccionó, parecía que Aqua estaba en gran condición hoy.

Habíamos llegado al final del calabozo, pero Aqua aún estaba oliendo el aire como una gata emocionada en un callejón sin salida.

Las habilidades de detección de trampas y de enemigos aun no tenían ninguna reacción.

Pero ya que Aqua quien estaba en excelente condición dijo eso, probablemente había algo detrás de la pared.

Aqua y yo nos separamos para investigar la pared, investigándolo por unos diez minutos.  Cuando no encontramos nada y estábamos a punto de regresar.

Una parte de la pared repentinamente se dio la vuelta, abriendo un espacio.

No hicimos nada. Parecía que había sido abierta desde adentro.

Un sonido bajo y vago vino desde el otro lado.

— ¿Hay algún sacerdote ahí?