Overlord

Volumen 7: Los Invasores de la Gran Tumba

Capítulo 4: Un Puñado de Esperanza

Parte 1

 

 

Overlord Volumen 7 Capítulo 4 Parte 1

 

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Los ataques parecían la inundación de una presa rota. Así era la furia de los ataques.

Los enemigos solo eran no-muertos de bajo nivel. Nada a lo que a Foresight le tuviera miedo. Sin embargo, lo que sólo podía ser descrito como el ataque de una ola humana no mostraba signos de detenerse.

Hekkeran limpiaba el sudor de su rostro después de golpear a su décimo grupo de oponentes desde que se había iniciado la batalla, un par de ghosts.

Aunque él quería descansar, no había tiempo para eso. Él tomaba un poco de agua de una bolsa en su cintura y retrocedía mientras calmaba su respiración. Sin embargo, o mejor, como se esperaba, el enemigo no tenía ninguna intención de darles tiempo para descansar.

Un grupo de tres guerreros esqueletos, entre ellos un esqueleto con túnica de mago, saltaba para bloquear su camino.

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“¡Conserven su maná!.”

“Lo tengo.”

“…Basta, entendido.”

En una situación como esta, donde podían ser sorprendidos en cualquier momento, la magia que fácilmente podría tratar cualquier situación era una carta de triunfo que no podían usar a la ligera. A causa de esto, ellos habían conservado sus puntos de maná tanto como les era posible.

Dicho esto, varias de sus habilidades con usos limitados por día ya se habían agotado. Este era el resultado de ser inundados por la gran cantidad de muertos vivientes y trampas.

Había arqueros esqueleto colocados detrás de ventanas con barrotes y fuera del alcance de las espadas. Era difícil asestar golpes mortales a los esqueletos que eran resistentes a los ataques, pero Roberdyck tenía la capacidad de exorcizar a los muertos vivientes.

También era capaz de erradicar a los muertos vivientes que arrojaban botellas de gas venenoso sobre ellos.

Él exorcizaba a los no muertos voladores y a los “imitadores de piso” que pegaban a sus víctimas en la tierra con sus fluidos corporales.

El también exorcizaba a un equipo de varios muertos vivientes que causaban toda clase de estados negativos como la peste, envenenamiento y maldiciones.

Todo esto había cobrado un alto precio en su item de usos diarios ‘Expulsar No-muertos’, dejándolo con sólo unos pocos usos restantes. No obstante, Ellos habían logrado conservar otras habilidades, así como maná. La única dura batalla había sido con un Golem de carne, mezclado en un batallón de Muertos vivientes.

“¡Precaución, Múltiples pasos hacia atrás!”

“¡Presencia de No-Muertos! ¡Hay seis de ellos!”

Junto con la advertencia de Imina, seguida por la inmediata confirmación de Roberdyck la tensión alcanzaba un nivel alto. La razón por la que los cinco esqueletos delante de ellos no estaban atacando era probablemente porque estaban esperando una oportunidad para ejecutar un ataque de tenaza.

Hekkeran consideraba su próximo movimiento.

Aparecían varias opciones listadas en su mente. En primer lugar, podrían hacer un ataque preventivo contra los enemigos delante de ellos y reducirlos. O podría lanzar un ataque sorpresa a los enemigos delante de ellos, luego atacar a sus perseguidores. Este plan requeriría buenas habilidades de observación para determinar las fortalezas de las fuerzas enfrente y detrás de ellos. Con estos resultados ir en primer lugar por el grupo más débil. También podrían usar magia para obstaculizar un lado y luego tomar la oportunidad para romper el bloqueo a través del otro lado.

Todos ellos eran eficaces, pero ninguno de ellos podía revertir la situación. En un momento de inspiración, Hekkeran decidía confiar en su instinto.

“¡Hekkeran! ¿Qué deberiamos hacer?”

“¡Retrocedan! ¡Hay una ruta a un lado! ¡Retírense por allí!”

En el instante que su voz resonaba, Imina, que había sido la retaguardia, corría. Arche y Roberdyck la siguieron. Hekkeran iba un paso detrás de ellos.

El hecho de que Imina estuviera corriendo significaba que no era una distancia imposible. No queriendo quedarse detrás de sus compañeros, Hekkeran corría tan rápido como podía. El enemigo no los dejaba escapar fácilmente, por supuesto. Los pasos de varios muertos vivientes se podían oír persiguiéndolos implacablemente.

“Tengan, prueben esto.”

Hekkeran sacaba una bolsa de pegamento alquímico y lo tiraba detrás de él.

El líquido alquímico arrojado salpicaba y se extendía sobre el suelo.

Los resultados eran inmediatos y los pasos se detenían al instante.

Si hubieran sido no muertos inteligentes podían haber usado un desvío, pero ese tipo de pensamiento era imposible para muertos vivientes de bajo nivel. Además, los esqueletos carecían de músculos, por lo que les resultaba muy difícil liberarse una vez que ellos estaban atrapados.

“¡Más apariciones de muertos vivientes! ¡Cuatro a la derecha!”

“¡Es una pared!”

“¡No, es una ilusión!”

Cuatro Ghouls gruñían cuando pasaban a través de la pared. Aunque eran no muertos escuálidos. Eran poco más que piel y huesos, pero cuando atacaban con sus garras amarillentas extendidas se podía comprobar que todavía eran temibles rivales. Dicho esto, no había nadie en este equipo que estaría asustado por un ataque de ese tipo.

“¡No me subestimen!”

Aparentemente inmunes a la emboscada, Imina inmediatamente desenvainaba su espada corta y la hacía girar por el cuello del ghoul. Líquido de aspecto sucio brotaba del ghoul en lugar de sangre y este caía. A su lado, Roberdyck balanceaba su maza con todas sus fuerzas y aplastaba el cráneo del otro ghoul.

Al juzgar que era seguro dejar a esos dos solos, Hekkeran dirigía su atención hacia la parte trasera. Todavía estaban siendo perseguidos. ¿Él debía arrojar otra bolsa de pegamento sólo para estar en el lado seguro?

Cuando Hekkeran estaba a punto de tirarla, la forma de un aterrador No muerto surgía a la vista.

“¡Lich Mayor!”

Al mismo tiempo, se daba cuenta de un brillante rayo gestándose en el dedo del Lich. Hekkeran estaba familiarizado con el hechizo en cuestión.

“Relámpago” producía un relámpago en línea recta y sólo había una forma de esquivarlo.

“…¡Empujen a los ghouls de vuelta!”

Ni Imina ni Roberdyck entendían por qué Hekkeran daba esta orden, pero obedecían sin vacilar.

Un rayo blanco cruzaba el pasillo justo cuando ellos cuatro empujaron a los ghouls a través de la pared ilusoria.

A medida que el aire se estremecía con sonidos crepitantes, Hekkeran sentía un círculo mágico activarse debajo de sus pies. En el momento siguiente, estaban envueltos en una luz azul pálida que no podían evitar y el paisaje delante de ellos cambiaba.

“¡Tengan cuidado! ¡Manténgase alerta!…¿uhh?”

Aunque los ghouls habían desaparecido y los alrededores habían cambiado, todavía estaban en el filo de la batalla. Aun así, después de tan inesperado acontecimiento, no era una sorpresa que ellos estuvieran atónitos por unos instantes.

Hekkeran sacudía su cabeza, recuperando su enfoque. Lo más fundamental que tenía que hacer, a pesar de que el pronto aprendizaje acerca de su situación actual era muy importante, era garantizar la seguridad de sus camaradas.

Imina, Arche y Roberdyck.

Todos los demás miembros de “Foresigth” habían mantenido su posición similar al momento cuando se activaba el círculo mágico y nadie había desaparecido.

Después, confirmando mutuamente que todos estaban sanos y salvos, ellos siguieron observando sus alrededores.

Este lugar era un amplio corredor, con una luz tenue y con un techo alto. Incluso un gigante podría caminar libremente por aquí. El parpadeo de las llamas de la antorcha lejana proporcionaba inestabilidad a la luz de la iluminación y las sombras largas parecían bailar. Delante de ellos estaba una especie de compuerta cuadrada y de los huecos en su superficie, se veían los rayos de luz mágica a través de ellos. Detrás de ellos, el camino se extendía en la oscuridad y a lo largo se podían ver varias puertas abiertas en el pasillo iluminado por antorchas.

Con todos callados, sólo el crepitar de las antorchas podía ser escuchado.

No parecía que estuvieran en peligro de ser atacados inmediatamente. Cuando se daban cuenta de esto, su tensión disminuía.

“Aunque no sé dónde estamos, este lugar tiene una atmósfera completamente diferente a lo que hemos visto hasta ahora.”

El estilo de este lugar era completamente diferente a la tumba que acababan de dejar. De hecho, había signos de civilización. Los miembros de “Foresight” contemplaban sus alrededores, mientras estaban tratando de entender donde estaba este lugar. Sólo la actitud de Arche era diferente del resto.

“…Este lugar es…”

Al percibir el significado detrás de esas palabras, Hekkeran le preguntaba a Arche:

“¿Lo sabes? ¿O quizás tienes una pista?”

“…Sé de un lugar parecido. La Grand Arena del Imperio.”

“Ah… De hecho, tienes razón.”

Roberdyck gruñía en señal de acuerdo con lo indicado. Aunque Hekkeran e Imina no decían nada, también compartían la opinión de Roberdyck.

Cuando ” Foresight ” había hecho su debut en la arena, había un lugar similar a este cuando recorrían el camino desde la sala de espera a la arena.

“Entonces detrás de esto debe estar la arena.”

Roberdyck apuntaba hacia la puerta enrejada.

“Ese debe ser el caso… entonces ser teletransportados a este lugar significa que… ¿es eso lo que creo que es?”

“Denme una pelea para ver” era probablemente la intención ahí. Aunque, no tenían ni idea de qué o quién podría estar esperando por ellos.

“…Es peligroso. La teletransportación de larga distancia es considerada magia de 5to nivel. Ser capaz de utilizar ese tipo de magia como trampa sólo se ha oído hablar en las historias. Este sitio debe haber sido construido por alguien con habilidades inimaginables en la magia. No es favorable para nosotros aceptar la invitación del oponente. Sugiero que vallamos en la dirección opuesta.”

“Pero, si aceptamos la invitación del oponente, ¿no crees que podría haber una posibilidad de supervivencia? Si rechazamos la invitación ¿No sería enemistarnos con ellos?”

“Ambas opciones son muy peligrosas. Rob, ¿qué piensas tú?”

“Hay argumentos para ambos casos. Pero tengo algunas dudas acerca de lo que Arche-san ha dicho. ¿Se trata de una trampa tendida por la persona que actualmente reside aquí? O ¿Podría ser que solo están usando algo creado por un tercero desconocido?”

Se miraban uno al otro y exhalaban al unísono. No había ningún sentido en permanecer aquí y discutir el asunto con más detenimiento. Ellos no tenían suficiente información y sus opiniones no coincidían, pero tenían que tomar una decisión ahora.

“Lo qué Rob dice tiene sentido. ¿Quién sabe? tal vez se hizo hace quinientos años.”

“Ah, habían técnicas más avanzadas de magia en el pasado.”

“¿Te refieres a los seres que dominaron el continente y cuyo país fue destruido casi inmediatamente, del cual sólo la capital permanece hasta el día de hoy?”

“…Los Ocho Reyes de la Avaricia. Quienes son considerados como los que difundieron la existencia de la magia a través de este mundo. Si esto es una reliquia de esa época, entonces tal vez…”

“…Ya veo. Estoy a favor de salir a la arena. En cualquier caso, ya que nos trajeron aquí con una trampa, no nos permitirán escapar.”

En respuesta a la declaración de Roberdyck, todos asentían como respuesta y comenzaban a moverse.

Overlord Volumen 7 Capítulo 4 Parte 1

 

Cuando se acercaban a la puerta enrejada, esta se elevaba con una velocidad impresionante, como si hubiera estado esperándolos todo este tiempo. La primera cosa que observaban cuando entraron en la arena fueron las filas superpuestas de asientos de la audiencia alrededor de la arena.

La arena no era menos impresionante que la del Imperio. De hecho, podría haber sido aún mejor, dado que estaba cubierta con linternas con ‘encantamientos’ de luz continua, que brillaban tan intensamente como si fuera de día.

Todos en ” Foresight ” estaban asombrado, especialmente cuando vislumbraban la audiencia sobre ellos.

Esto era porque sentados ahí estaban innumerables figuras de barro, muñecos conocido como Golems.

Los Golems eran criaturas inorgánicas creadas a través de medios mágicos, quienes realizarían obedientemente las órdenes de su maestro una vez que las recibían. Sin la necesidad de comer ni dormir nunca sufrían de fatiga o incluso los estragos del tiempo, eran atesorados como guardianes y obreros. Además, debido a que su producción conllevaba mucho tiempo, esfuerzo y dinero, incluso los más débiles, costarían una cantidad considerable de monedas de oro.

Incluso, para Hekkeran y otros, a quienes se les pagaba bien, les era difícil poder comprar un Golem.

Eran posesiones muy valiosas y esta arena parecía rebosante de ellas.

Para Hekkeran, esto hablaba de que tan rica era la persona propietaria de esta arena, así como lo solitaria que debía sentirse.

Como si ya hubieran venido aquí muchas veces antes, miraban brevemente las caras de cada uno de los otros antes de caminar silenciosamente hacia el centro de la arena.

“¿Y el exterior?”

Reaccionando a la voz de Imina, ellos miraban al cielo. Todo lo que se podía apreciar era oscuridad. Debido a que la luz de los alrededores era demasiado fuerte eclipsaba la luz de las estrellas, pero aun así, no había duda de que por encima de la arena estaba una gran extensión de cielo nocturno.

“Entonces, podríamos utilizar magia de vuelo para escapar…”

“¡OOOOHH!”

Una figura saltaba desde el balcón del palco VIP, al mismo tiempo que la voz interrumpía las palabras de Arche.

La figura daba vueltas en el aire mientras descendía desde una altura que parecía prácticamente equivalente a un edificio de seis pisos, haciendo que se preguntaran si podría tener alas cuando graciosamente aterrizaba en el suelo. No había magia de por medio, sólo pura habilidad física. Incluso la pícaro Imina se quedaba sin aliento por la perfección del movimiento.

La figura que había absorbido el impacto con una simple flexión de sus rodillas sonreía brillantemente.

Ante ellos estaba un mozuelo elfo oscuro.

Las orejas largas que surgían entre las doradas hebras de su cabello crispado ligeramente, daban lugar a una impresión gloriosa como la del sol.

Estaba completamente vestido de un traje ajustado de armadura de cuero, de color negro azabache y escamas de dragón carmesí, sobre la cual llevaba un chaleco blanco bordado con hilos de oro. Un escudo de armas estaba cosido en el pecho de la chaqueta.

Viendo sus ojos heterocromáticos, Imina dejaba escapar un jadeo de sorpresa.

“…¿¡Ah!?”

“…¡Los participantes han llegado!”

El muchacho hablaba por el objeto que llevaba en la mano con forma de vara y sus palabras amplificadas retumbaban en todo el estadio.

La arena temblaba y se estremecía al mismo tiempo con la voz del chico alegre y luminoso.

Mirando alrededor, parecía que los Golems que habían permanecido inmóviles hasta ahora estaban pisoteando el suelo para hacer ruido.

“¡Los desafiantes son cuatro tontos temerarios que han invadido la Gran tumba de Nazarick! Y frente a ellos está el maestro de la Gran Tumba de Nazarick, el Rey supremo de la muerte, ¡Ainz Ooal Gown-sama!”

La compuerta en el lado opuesto de la arena subía al mismo tiempo que la voz del elfo oscuro resonaba. Desde la oscuridad más allá del pasillo, un ser entraba en área iluminada. En una palabra, era un esqueleto.

Un resplandor carmesí parpadeaba dentro de las cuencas de los ojos de la calavera blanca.

Estaba vestido con una túnica ornamentada y como no había músculos donde el traje estaba ceñido alrededor de la cintura, parecía demasiado flaco para ser real. A juzgar por la falta de las armas en su mano, era probablemente un lanzador mágico de algún tipo.

“¡Oh! ¡Y caminado por detrás de él se encuentra nuestra guardián supervisor, Albedo!”

Los miembros de Foresight contenían el aliento cuando veían como una bella mujer lo seguía por detrás como una sirviente.

Ella era una visión inigualable que superaba incluso a la “bella princesa” de la oscuridad. La suya era una hermosura que nunca podría ser alcanzada por los seres humanos, con dos cuernos curvados suavemente hacia afuera desde ambos lados de su cabeza. En su cintura estaban un par de alas negras. Se veía tan real que no podía haberse creado artificialmente.

La arena temblaba con pisoteos, como si dieran la bienvenida al debut de estos dos nuevos invitados, antes de convertirse en atronadores aplausos. Era una recepción digna de la llegada de un rey.

Las dos personas se acercaban a ” Foresight ” en medio de los atronadores aplausos de los Golems de los alrededores.

“…Lo siento mucho.”

Arche murmuraba.

“Terminamos en esto por mi culpa.”

Lo que seguiría probablemente era la más extenuante batalla que Foresight hubiera jamás enfrentado. Con toda probabilidad, uno o más de ellos podían morir. Arche probablemente sentía que los había metido en esa terrible circunstancia a causa de ella. Sin su deuda, tal vez podrían no haber aceptado esta tarea para ir a investigar una tumba de la que obviamente ellos no sabían lo suficiente.

Pero entonces…

“Hey, hey, ¿qué tontería estás balbuceando niña?”

“Sí. Teniendo en cuenta que este trabajo fue una decisión de grupo. Esta no es tu culpa. ¿No crees que lo habríamos tomado aún sin tu problema personal?”

“Así es como es esto, entonces no hay necesidad de preocuparse.”

Hekkeran y Roberdyck sonreían mientras hablaban e Imina acariciaba la cabeza de Arche.

“Pues bien, aunque la planificación es desesperada en este momento, todavía tenemos que seguir con este debate. Arche, ¿puedes identificar qué tipo de muerto viviente es?”

“Humm… Viendo que parece inteligente, ¿quizás es una clase de tipo de esqueleto superior?”

El esqueleto en cuestión, Ainz, agitaba su mano delante de ellos. El movimiento parecía como si él estuviera limpiando algo.

Los sonidos desaparecían casi de inmediato. En un instante, los movimientos de los Golems se detenían y una vez más eran sometidos al silencio casi ensordecedor.

Sorpresivamente, Hekkeran se inclinaba sinceramente ante Ainz, quien estaba girando lentamente para enfrentarse a ellos.

“En primer lugar, quisiera pedir disculpas, Ainz Ooal…dono.”

“…Ainz Ooal Gown.”

“Mis disculpas. Ainz Ooal Gown-dono.”

Ainz se paraba y levantaba su barbilla, como si estuviera esperando que un inferior continuara hablando.

“Queremos pedir disculpas por introducirnos a su tumba sin permiso. Si puede encontrar en su corazón el perdonarnos, estaremos encantados de ofrecerle la indemnización apropiada para expiar nuestros pecados.”

El tiempo pasaba en silencio. Luego Ainz suspiraba. Por supuesto, como un muerto viviente, Ainz no tenía necesidad de respirar. Pero lo hacía con el fin de dejar su mensaje.

“¿Es esa la forma de hacer las cosas en el lugar de dónde vienes? Después de que alguien come en tu casa y deja residuos que hacen brotar gusanos, ¿le mostrarías más misericordia que una muerte rápida?”

“¡Los seres humanos no somos gusanos!”

“Son lo mismo. Por lo menos, lo son para mí. O quizás no, los seres humanos son incluso inferiores a ellos. Si un gusano nace, la culpa recae en la mosca. Ustedes sin embargo, son diferentes. ¡Ustedes no fueron forzados a venir, ni tampoco tienen alguna razón especialmente convincente para venir aquí, pero por razones de pura avaricia, ustedes atacaron a una tumba que podría haber tenido personas viviendo en ella, con la intención de saquear sus tesoros!”

La risa de Ainz hacía eco a través del coliseo.

“Ah, no se lo tome a pecho. No lo estoy culpando. Es natural que los fuertes dominen a los débiles. De hecho yo no me considero una excepción a esta regla. Precisamente, yo estaba en guardia porque podía haber alguien más fuerte que yo … Ahora, el tiempo de las bromas ha terminado. De acuerdo al principio de que el fuerte termina alimentándose del débil, voy a reclamar una cosa de ustedes.”

“No, en realidad, existe un…”

“¡Silencio!”

Ainz hablaba con una voz que no admitía ninguna interrupción.

“¡No me moleste con sus mentiras! Ahora entonces, ustedes deberán pagar por su error absurdo con su vida.”

“¿Qué pasaría si tuviéramos permiso?”

Repentinamente y por muy breve tiempo Ainz se quedaba en silencio. Aparentemente, había llegado a través de él.

Hekkeran estaba sorprendido de que una sola frase podría haber tenido tan gran efecto en Ainz, pero por supuesto él no podía mostrarlo en su rostro. Justo cuando todo parecía perdido, un rayo de esperanza brillaba en la oscuridad. Evidentemente, tenía que aprovecharla.

“…disparates.”

A pesar de lo dicho, su voz era un susurro casi a punto de desaparecer.

“Un completo disparate, no es nada más que un engaño. ¿Qué gana con enfadarme?”

Su inquietud se estaba extendiendo e incluso el chico elfo oscuro junto a él estaba comenzando a parecer incómodo. Cuando volvía a mirar a la última persona, la piel de gallina estallaba en todo el cuerpo de Hekkeran.

La belleza, detrás de Ainz y el elfo, estaba sonriendo. Pero no era una risa de alegría, muy por el contrario, irradiaba una feroz intención homicida que hacía que la frente de Hekkeran se llenara de sudor.

“¿Y que si es cierto?”

“…No… no… es imposible. Absolutamente imposible. Todos ustedes deberían ser ofrendas bailando en la palma de mi mano…”

Ainz sacudía la cabeza y se fijaba en Hekkeran con una mirada que parecía que veía a través de él.

“Pero… sin embargo… Yo… sí, es cierto, sólo por si acaso, voy a escucharte… ¿quién te dio permiso?”

“¿Tu no lo conoces a Él?”

“¿El…?”

“Él no dijo su nombre, pero era un gran monstruo.”

Hekkeran desesperadamente pensaba en las palabras a usar con seguridad, para evadir el peligro.

Se trataba de una cuestión que solamente una persona paralizada por la indecisión le preguntaba, porque sólo preguntando podría una persona saber qué era cierto o falso.

Hekkeran pensaba que todo esto era una actitud puramente humana. No era la reacción de un monstruo, sino la de un cobarde. Esta era una buena oportunidad.

“Dime lo que vieron.”

“…El era muy, muy, muy grande…”

“Muy, muy…”

Como Ainz se sumía en otra ronda de introspección, Hekkeran veía que había evitado el peligro de nuevo y liberaba un suspiro de alivio en su interior. Aprovechando la oportunidad se comunicaba con sus colegas a través de gestos, con pequeños movimientos de sus dedos, diciéndoles que encontraran una salida. Ainz no actuaría sin confirmar la verdad o falsedad de las palabras de Hekkeran. Este era todo el tiempo que tenían para pensar en cómo salir de aquí.

“¿El no le dijo nada?”

Quién sabe, alguien podría haber usado un encanto o hechizo para dominar a una persona o alguna otra habilidad especial…

“Antes de eso, espero que pueda garantizar nuestra seguridad.”

“¿Qué? …si realmente han obtenido el permiso de uno de mis amigos, entonces su seguridad está garantizada. No tengan miedo.”

Una nueva palabra-amigo.

Hekkeran analizaba rápidamente la información que había obtenido. Desde los momento iniciales del diálogo-negociación, había aprendido que Ainz Ooal Gown tenía amigos, que no estaban en ese momento en contacto con el.

El secreto del engaño era extraer y exponer la información que necesitaba y a continuación, debería obligarlo a caer en un error.

“…así que? ¿Por qué tan callado? A continuación, permítanme saber lo que le dijo la persona que conoció”

Hasta ahora, el engaño había funcionado. Entonces, esta sería la etapa siguiente de la negociación. Sus palmas sudaban profundamente.

“Él dijo que le diera sus saludos a Ainz en la gran tumba de Nazarick.”

“…Ainz?”

El nerviosismo e inquietud de Ainz de pronto se detenía. Hekkeran lo notaba y una expresión de “oh mierda” aparecía en su rostro.

“…dijo, ¿dale mis saludos a Ainz?”

El propio Hekkeran se mantenía firme en lo que había expresado. Después de todo, las palabras dichas no podían ser retiradas.

“…Sí.”

“Kuhahahahaha!”

Ainz se reía cuando oía la respuesta de Hekkeran. Esta no era una risa de felicidad. Era una risa que podría describirse mejor como volcánica.

“Hah… bueno, mucho de eso. Aunque realmente, si lo pensamos con calma, forzosamente había desacuerdos en abundancia en esa historia.”

Los movimientos de Ainz se detenían y él se volteaba para mirar a Hekkeran. Las llamas rojas resplandecientes en las cuencas de sus ojos se obscurecían, consumidas por el negro que les rodeaba y reduciéndose a pequeños puntos de luz roja. Hekkeran y los demás daban un paso hacia atrás, como si la mera línea de visión de Ainz ejerciera presión física sobre ellos.

Dentro de ese resplandor estaba la rabia más pura.

“¡USTEDESS BASUUURAASS! ¡COMO SE ATREVEN! ¡SE ATREVIERON A PISAR CON SUS ASQUEROOOSAAASS! ¡SUS ASQUEROSAS BOTAS LA NAZARICK QUE YO, QUE NOSOTROS, MIS AMIGOS Y YO, CREAMOS!”

Tan intensa era su furia que Ainz se quedaba sin palabras. Sus hombros se movían como si estuviera respirando y continuaba.

“¡Y TU! ¡TE ATREVISTE A UTILIZAR MI NOMBRE, DE MIS AMIGOS! ¡TE ATREVES A USARLO PARA ENGAÑARME! ¡TU, MIERDA! ¡¿CREES QUE ESO PUEDE ALGUNA VEZ SER PERDONADO?!”

Ainz estaba gritando en un tono furioso.

No habría sido una sorpresa si su enojo continuaba para siempre. Sin embargo, su rencor desaparecía y regresaba a su habitual calma.

Era un cambio repentino, como si la emoción simplemente hubiera sido cortada. El abrupto cambio era suficiente para hacer que Hekkeran y su equipo, quienes estaban enfrentándose a Ainz, pensaran que algo andaba mal.

“…Aunque me hizo enojar, la culpa no es tuya. Por supuesto tendrías que decirme una mentira escandalosa para conservar sus vidas. A decir verdad, todavía estoy muy enojado… Creo que estoy siendo demasiado voluntarioso. Albedo. Aura. Y a todos los guardianes que puedan oír mi voz, todos, cúbranse sus oídos.”

La belleza absoluta y el joven elfo oscuro escuchaban atentamente y movían sus manos para cumplir la orden. El niño pegaba los dedos en sus oídos, mientras que la belleza absoluta delicadamente cubría sus oídos con sus manos. Esto era sin duda para demostrar que no iban a escuchar lo que dijera.

“Desde un principio me opuse a este plan para invitar a asquerosos ladrones a mi Gran Tumba de Nazarick. Pero dicho esto, entiendo que éste es el mejor método y lo acepto.”

Ainz miraba atrás y lentamente sacudía la cabeza.

“Bueno, eso es todo. Vociferé de sobra. Al final como misericordia, yo quería concederles una honrosa muerte como un guerrero, pero ahora he cambiado de opinión. Ahora voy a tratarlos como los sucios ladrones que son.”

Mientras hablaba como si se tratase del problema de alguien más, Ainz se despojaba de su túnica.

Naturalmente, había huesos debajo. Un orbe rojo obscuro flotaba bajo las costillas, que emanaba una sensación de terror. Él no tenía nada equipado además de sus pantalones y botas… No, había un elemento más. Había un collar de cuero alrededor de su cuello con una cadena rota, rota hasta la mitad, colgando de la cadena.

“¡Ohhhhh!”

Un extraño sonido venía desde arriba.

Mirando hacia arriba, se podía ver la parte superior del cuerpo de una niña de cabello plateado inclinado hacia fuera del palco VIP. Ella era inmediatamente jalada hacia atrás por un brazo luciendo lo que parecía un guante azul.

“…¿pero que diablos está haciendo ella?”

“Voy a ir a regañarla más tarde.”

En el momento que lograban recuperar sus sentidos y centrarlas nuevamente en Ainz, éste había generado una espada negra y un escudo redondo negro de la nada.

“Entonces, estoy listo por acá. Comencemos.”

Él puso los pies ligeramente separados en que lo que era una postura de combate.

“Albedo y Aura, pueden quitar sus manos ahora.”

Las dos personas a las que se dirigía reaccionaban de inmediato y colocaban sus manos a sus lados.

“Estoy de muy mal humor ahora. Pensar que me encuentro con tipos como estos. Así que voy a jugar con ellos sin matarlos y los dejaré a su disposición. Ahora, vamos a empezar.”

Hekkeran miraba fijamente la espada y el escudo equipados en Ainz. El primer pensamiento de Hekkeran era que su oponente no era un guerrero o un espadachín. De ser presionado, diría que era como un monstruo, el tipo que haría uso de sus excelentes habilidades físicas para abrumar a su oponente.

Tanto su postura y posición parecían los de un aficionado. Pero él irradiaba una fuerte presión, pareciendo mucho más grande que la vida misma.

Para un ser como este, simplemente atacar podría ser el movimiento más mortífero.

“¿No vienen? Entonces, permítanme.”

Ainz corría cuando él respondía.

La suya era una velocidad aterradora que reducía la distancia entre él y sus enemigos en nada menos que un instante.

Seguido de una gran cuchillada de arriba hacia abajo.

El ataque tenía aperturas por todas partes, pero tenía un gran poder destructivo. En manos de un poderoso ser con una increíble habilidad física, era una espada que podía matar a cualquier cosa que golpeara.

Recibirlo sería muy peligroso.

Hekkeran llegaba a esta conclusión en un instante, cuando sentía la espada a alta velocidad descendiendo sobre él. Bloquearlo con dureza convertiría esto en una competición de poder y sabía que iba a ser abrumado si él enfrentaba su fuerza contra Ainz.

Siendo ese el caso, había sólo una opción:

…Desviar el golpe y guiarlo lejos de su cuerpo.

La espada de Ainz golpeaba contra el suelo. Solo se escuchaba el persistente eco y vibración de acero contra acero fundiéndose en el aire.

Normalmente, el atacante tendría que perder el equilibrio después de ser rechazado y esta sería una excelente oportunidad para un contraataque. Pero Ainz ni siquiera se había movido. Era como si él supiera la secuencia particular de acontecimientos que iban a suceder y había restablecido su postura hasta su posición original.

Hekkeran inmediatamente comprendía que había cometido un grave error.

¡Esto no es bueno! ¡Lo Subestimé! ¡Pero, lo único que puedo hacer es luchar!

Apuntaba a la cabeza de Ainz. El arte marcial que usaba era…

“Golpe de espadas gemelas.”

Las dos espadas describían relucientes arcos en el aire como si lo cortaran e iban dirigidas hacia la cabeza de Ainz. Normalmente, el uso de mazas sería más eficaz contra un enemigo de tipo esqueleto como Ainz, pero Hekkeran era más diestro con cuchillas y no se sentía seguro con armas contundentes.

Su principal objetivo era intentar infligir daños a Ainz. Él realizaba tantos ataques como podía contra Ainz, no se preocupaba de si lo golpeaban o no, con la esperanza de que al menos uno de ellos podría atravesar su defensa y golpearlo.

Las espadas gemelas se precipitaban hacia la cabeza de su oponente.

Una persona promedio los recibiría todos.

Un oponente de primer nivel recibiría arañazos.

¿Qué pasaba entonces con un oponente de elite?

“Hnh!”

Ainz interponía su escudo en el camino de la espada. La gente normal no habría sido capaz de lograrlo, pero con la inmensa fuerza física que tenía y su velocidad si era posible.

“¡” Flecha Mágica “!”

“¡”Destreza menor”!”

Como el escudo había bloqueado los dos golpes, Arche había enviado un hechizo con un rayo de luz hacia Ainz. Al mismo tiempo, mientras que el sonido del choque de metal aún sonaba en el aire, Roberdyck usaba un hechizo para aumentar la agilidad.

“”Juego de niños””

Ainz ni siquiera se molestaba en mirar a Arche. El misil de luz se deslizaba y desaparecía antes de que pudiera tocar a Ainz. Una conmocionada expresión aparecía en la cara de Arche, ante su fracaso.

“¿Hechizo de Inmunidad? Pero ¿de dónde?”

“¡Hmph!”

En respuesta, Ainz balanceaba su escudo en la cara de Hekkeran.

“¡Esto es un golpe de escudo!”

Los conceptos básicos de las habilidades de lucha ampliamente conocidos resonaban en su cabeza. Hekkeran decidía convertir este peligro en una oportunidad y realizaba su movimiento. Apuntaba al vientre, razonando que el bulto del escudo crearía un punto ciego en la defensa de su contrincante.

Sin embargo, Ainz fácilmente apartaba sus armas con la espada negra.

¡Vio a través de él!

Sus ojos seguían el escudo parecido a una pared que se acercaba y él apenas lograba eludir el golpe luego una bota blindada dirigía una patada desde abajo hacia él.

Hekkeran no habría tenido miedo de una patada normal. Sin embargo, a través de su breve intercambio de golpes, era plenamente consciente de que, debido a la increíble fuerza de Ainz a pesar de que no tenía músculos cualquier ataque podría matarlo de un solo golpe. Recibir un golpe era equivalente a sufrir una herida mortal.

Hekkeran rodaba lejos preso del pánico. Sin el apoyo del Roberdyck, habría sido imposible. En el recorrido de la patada varios de sus pelos fueron cortados y un escalofrío recorría de arriba hacia abajo su columna vertebral.

“¡Toma esto!”

Imina lanzaba dos flechas desde su arco. Como ella había gritado, no era un ataque sorpresa y Ainz casualmente lo evadía.

Las flechas volaron más allá de él, perdiéndose de vista.

Para empezar, las flechas no eran eficaces en los monstruos de tipo esqueleto como Ainz. Ella confiaba en que no se molestara con evadirlos y casualmente tomara los ataques, pero parecía que no iba a suceder. Las flechas que ella había lanzado habrían aplastado cabezas, como con una pala; eran flechas mágicas especialmente diseñadas, para causar daños. Si no las hubiese evitado, deberían haber sido capaces de asestar un duro golpe incluso a oponentes tipo esqueleto.

Al menos, eso era lo que se suponía que debía suceder, pero incluso si ese no fuera era el caso, no había nada que lamentar. Hekkeran aprovechaba la oportunidad para levantarse y ligeramente aumentar la brecha entre él y Ainz. El grito de Imina también había tenido el objetivo de dar la oportunidad a Hekkeran para lanzarse otra vez.

“”Golpe de espadas gemelas””

“¡Hah!”

Las dos espadas eran fácilmente desviadas por su espada negra. El impacto del desvío hacía temblar las manos de Hekkeran.

Que tipo tan problemático, ¿Esto es lo que sucede cuando te enfrentas a un monstruo con habilidades sobrehumanas? ¿Qué tan fuerte es él?

El precio de utilizar certeros movimientos asesinos repetidamente era el rápido agotamiento de su resistencia mental. Su cerebro parecía que estaba gritando por sus esfuerzos, de manera que Hekkeran decidía retroceder.

Por supuesto, que Ainz no lo permitiría.

“¡Como si te fuera a dejar escapar!”

Ainz cargaba hacia él.

Eso era de esperarse…

Su retroceso era más lento que el avance hacia adelante.

Justo cuando estaba a punto de ser superado, algo silbaba en el aire y volando pasaba al lado de su cara.

Una flecha de alta velocidad venía desde atrás de la espalda de Hekkeran, oculta por su cuerpo. Naturalmente, una persona normal no habría podido evitarlo. Sin embargo, contra Ainz y sus reflejos sobrehumanos, todavía no era suficiente.

“”Destello””

“”Fuerza Menor””

Un brillante destello de luz estallaba delante de Ainz. Ya sea que él resistiera o no, el hechizo debería dejarlo ciego por un momento, pero parecía inútil contra Ainz. Todo lo que hizo fue molestarlo.

“¡Interfieren entrometidos!”

Ainz chasqueaba su inexistente lengua en dirección a Hekkeran, que había cerrado la brecha gracias a su fuerza y destreza aumentada.

“”Reforzar Defensa””

“”Protección Anti-Evil””

Los hechizos de apoyo de Arche y de Roberdyck aumentaban la defensa de Hekkeran.

Habiendo evadido el ataque de Hekkeran y desviado sus espadas, Ainz estaba a punto de contraatacar una vez más cuando otra flecha volaba hacia su cara.

“¡Hmph!”

La casual facilidad con la que Ainz evadía la flecha, simplemente girando su rostro, iba acorde con los poderes del jefe de la tumba y con un monstruoso espadachín.

Hekkeran utilizaba la pequeña apertura hecha por los ataques de apoyo para alejarse. El sudor corría por todo su cuerpo debido al breve pero intenso combate.

Él ya sabía esto, pero Ainz Ooal Gown era muy fuerte.

Su capacidad física lo hacía completamente intocable por los seres humanos. Peor aún, tenía la técnica para hacer pleno uso de su fuerza y velocidad sobrehumana. Su capacidad de observación era tal que podía ver a través de las estrategias de sus rivales. Él tenía medido a cada miembro de Foresight. Combinado con su resistencia a la magia y la espada encantada y el escudo que llevaba; él era todo lo que un guerrero quería ser.

Pero había una razón por la que Hekkeran podía pararse frente a un ser como este.

Para ser justos, había sido difícil mantener su posición. Si él hubiera calculado erróneamente el ángulo de caída de la espada y detenido su golpe, sus espadas habrían sido arruinadas y él probablemente habría sufrido una herida mortal. Un pequeño error en el cálculo de la velocidad de la Espada Negra lo habría llevado a ser cortado en rodajas perfectamente por la mitad. El hecho de que todos sus lanzamientos de monedas habían sido caras no era pura suerte.

Sin embargo, existía una razón más importante aún más allá de eso.

Era su trabajo en equipo.

Era porque precisamente estaban trabajando todos juntos y estaban íntimamente conscientes de lo que cada uno de los demás estaba pensando, que podían moverse y actuar como un solo individuo.

Fue así como el grupo unido ” Foresight ” podían oponerse a la persona más poderosa, Ainz Ooal Gown.

Una tenue sonrisa se veía en la boca de Hekkeran.

Hasta ahora, Ainz había sido intocable. Ciertamente, él era muy fuerte. Pero él no era invencible.

Con esta convicción en su corazón, él balanceaba sus espadas gemelas.

El ataque de las espadas de Hekkeran, el más rápido que su cuerpo aumentado podía producir, era desviado por el escudo negro. La flecha volando era interceptada por la espada negra. Arche y Roberdyck aprovechaban esta apertura para mejorar a Hekkeran aún más.

Desde el momento que Ainz había chasqueado su lengua, su hostilidad hacia ellos se debilitaba rápidamente.

Después de considerar si presionar o no el ataque, Hekkeran decidía retroceder y calmar su respiración frenética. Los no-muertos como Ainz no se cansaban, no importaba cuánto tiempo o cuán duro lucharan, pero un humano como Hekkeran y los otros estaban agotados. Alargar la batalla era una mala idea. Tenía que descansar cuando llegara la oportunidad.

“Así que… como pensaba, todavía no puedo asestar un golpe decisivo. Pensé que tenía la ventaja en fortaleza, destreza y sabiendo lo que podían hacer, pero cuando estoy realmente metido en una batalla, todavía estoy sintiendo cierta ansiedad… algo como, ¿por qué no ha caído ninguno de ustedes todavía?”

Ainz se encogía de hombros en señal de molestia. Hekkeran, quien estaba mirando de frente a Ainz, no se sentía particularmente irritado por su tono condescendiente.

Sinceramente, esto era la ventaja de trabajar como un equipo. Hekkeran sonreía como si hubiese sido elogiado.

En medio de todo esto, la belleza que había guardado silencio hasta ahora hablaba finalmente.

“Ainz-sama. Quizás deberíamos terminar la hora de jugar aquí…”

“¿Qué?”

“Disculpe mi rudeza, pero me cuesta creer que usted deba permitir que sigan en libertad estos bribones, estos ladrones que se atrevieron a usar el nombre de los Seres Supremos para engañarle. ¿Quizás es el momento para que les otorgue misericordia?”

“Oye, Albedo. Si le hablas a Ainz-sama así…”

“…No, Aura. Ese es un buen punto.”

Ainz sacudía la cabeza.

“Ya fue suficiente. He adquirido suficiente experiencia de esta batalla.”

“Verdaderamente maravilloso. Como era de esperarse del Overlord que me gobierna.”

“Hah, ahora bien, esto es sin duda un motivo de celebración. Aunque sé que estás bromeando conmigo, los elogios de un guerrero cuyas habilidades superan de lejos las mías todavía son agradables para mí.”

“No se me pasaría por la cabeza darte falsas alabanzas. Quise decir cada palabra que dije.”

“¿Así que es eso? Te lo agradezco. Cocytus puede evaluarme más tarde y todavía tengo que escuchar sus opiniones en futuras sesiones de practica como esta.”

Después de un par de veces asintiendo con la cabeza mirando muy satisfecho consigo mismo, Ainz, volvía a “Foresight”.

El aire entre ellos había cambiado y Hekkeran tenía un mal presentimiento acerca de ello.

Sus instintos que lo habían guiado a través de muchas situaciones de vida o muerte le gritaban a él: hay gran peligro aquí.

“Entonces, el juego con espadas se terminó. Ahora es tiempo para un tipo diferente de diversión.”

Ainz desechaba la espada y el escudo que sostenía y desaparecían antes de que llegaran al suelo.

“¡¿Qué?!”

Alguien descartando sus armas era signo universal de renunciar a la lucha. Sin embargo, la actitud de Ainz no mostraba ni la más mínima señal de conciliación.

Esto no era un gesto de rendición.

No se podía saber lo qué Ainz estaba pensando. Hekkeran se llenaba de confusión.

“…¿Que es lo que vas a hacer?”

Ainz, sonreía. O más bien, él parecía sonreír.

Lentamente extendía sus brazos. Era una acción que se asemejaba a un ángel alcanzando a los fieles, o una madre que daba la bienvenida a su niño con un abrazo; una amorosa aceptación de lo que estaba frente a él.

“¿No lo entiendes? Entonces, permíteme expresarlo en términos que tu seas capaz de entender”

Ainz reía.

“Voy a jugar contigo, denme su mejor golpe, seres humanos.”

El estado de ánimo había cambiado…

Él había abandonado su arma y su escudo. Debería haber significado que se había debilitado. Pero Hekkeran tenía la sensación de que el Ainz de ahora era más poderoso que antes. De hecho, parecía como si su cuerpo hubiera crecido en dimensiones físicas ante sus ojos. Así de opresiva era su presencia.

Un ser que se hacía más fuerte cuando abandonaba la espada.

Cuando pensaba en ello, sólo había dos respuestas. Uno sería que él era uno de esos monjes guerreros que perfeccionaban sus cuerpos como armas. Pero si ese fuera el caso, su estilo de lucha desde el comienzo por la manera en que él evadía los ataques no parecía lo suficientemente pulido para él ser uno de ellos.

Entonces, la alternativa…

“¿Es un Lanzador Mágico?”


La voz pertenecía a Arche, que había llegado a la misma conclusión que Hekkeran tenía.

Eso era todo. Esta era la pregunta en cuestión. El ser ante ellos, Ainz Ooal Gown ¿era un lanzador mágico?

Era comprensible que no lo hubieran considerado anteriormente. ¿Quién podría haber imaginado que cualquier lanzador mágico podría haber luchado en igualdad de condiciones con Hekkeran, el más fuerte y diestro luchador del equipo?

Los lazadores de magia, especialmente los de magia arcana, tenían cuerpos más débiles que los guerreros. Después de todo, si uno tuviese tiempo para entrenar su cuerpo, uno podría fácilmente usar ese tiempo aprendiendo magia. Por eso, los lanzadores de magia que pudieran luchar a la par con guerreros eran inexistentes.

Todo esto era simple sentido común.

Un ser que podía cambiar esa información en su cabeza ¿ Quién podría haber imaginado a semejante ser estar de pie delante de ellos?

Por ello, la voz de Arche tenía la esperanza que fuera mentira y deseaba que su hipótesis fuera rechazada. Porque si fuera cierto, eso significaría que Ainz era mucho más diestro en sus habilidades como lanzador mágico de lo que era como un guerrero.

Lo que significaba eso, nadie tenía que decirlo en voz alta.

Incluso unos pocos hechizos de apoyo podían mejorar considerablemente el rendimiento en batalla. Como había demostrado Hekkeran, varios hechizos de mejora hacían una diferencia dramática. Pero si ese era el caso…

“¿Finalmente te diste cuenta? Que montón de insensatos son. Así, es natural esperar este nivel de inteligencia de ustedes miserables parásitos, que trajeron su inmundicia en mí, no nuestra Nazarick.”

Sin embargo, mientras Arche estuviera con ellos, Hekkeran y los demás podían negarlo.


“¡Arche! ¿Este tipo es un lanzador mágico?”

“¡No estoy segura de ello! ¡Al menos, él no es un lanzador de magia arcana!”

“¿Hm? Y ¿eso que significa?”

“…No puedo detectar ningún poder mágico de su cuerpo”

“Ahhh. Así, que pueden utilizar hechizos de detección, entonces. Que grosero.”

Ainz le mostraba a Hekkeran y a los otros sus manos. Como uno podía esperar de un muerto viviente, no había nada más que huesos en ellas. Él extendía sus dedos para demostrar que en cada uno de ellos, en ambas manos, llevaba un anillo.

“Una vez me quité este anillo, tu comprenderás. También se los brindé a mis subordinados.”

Diciendo esto, Ainz se quitó un anillo de su mano derecha. Y luego…

“¡Uuuuoooggh!”

Era el sonido de vómito. Pegajoso y líquido derramado en el suelo de la arena y un sabor agrio y un rancio hedor flotaba alrededor de “Foresigth”.

“¡¿Qué hiciste?!”

Imina vigilaba a Ainz, pero ante lo sucedido se había apresurado a ayudar a Arche. Ainz parecía un poco incómodo, pero aun así contestó en tono disgustado.

“Qué quieres decir, ¿qué le hice a esa chica? Hay un límite para lo grosera que puede ser, vomitar cuando ve la cara de alguien.”

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“¡-T-todos, corran!”

Arche estaba gritando y las lágrimas parecían cascadas desde la esquina de sus ojos.

“Este tipo es un mouns-uuuurrrrrggghhh!”

No lo podía soportar. Arche vomitaba de nuevo. En ese momento, Hekkeran entendía por qué había vomitado.

Ainz no le había hecho nada a ella. De hecho, ella había sido incapaz de resistir la combinación de terror y estrés causado por ver el enorme poder mágico que rodeaba a Ainz y así que ella se abrumó.

Y eso significaba…

“…¡No podemos ganarle! ¡Su fuerza está en un nivel totalmente distinto! ¡Incluso la palabra monstruo no puede describirlo!”

Arche comenzaba a gemir con lágrimas rodando por sus mejillas.

“No hay manera …de ninguna …ninguna manera…”

Imina abrazaba a Arche fuertemente contra su pecho. La chica sacudía violentamente la cabeza como si se hubiera vuelto loca.

“¡Cálmate! ¡Roberdyck!”

“¡Ya se!”

“¡”Corazón de León”!”

Bajo la influencia de la magia de Roberdyck, Arche lograba recuperarse del pánico que la había aterrorizado. Como un ciervo recién nacido, ella se paraba inestable en sus piernas, recargando su cuerpo en su bastón como si fuera una muleta.

“…¡Todos, tenemos que huir ahora! ¡Eso no es algo que un ser humano pueda superar! ¡Es un monstruo increíble!”

“¡Entendido, Arche!”

“Sí, lo entiendo. Cuando se quitó el anillo, todo el mundo pareció cambiar. Sentí en todo mi cuerpo la piel de gallina.”

“Sí. Poderoso no podría ser suficiente para describir a ese monstruo.”

El nivel de alerta de los tres se había ido a las nubes. Miraron fijamente a Ainz con los nervios de punta, aún más que antes. La suya era una expresión que entendía que incluso un instante de dejar de vigilar significaría su muerte.

“Parece que no nos permitirá escapar.”

“En el momento en que mostremos nuestras espaldas, moriremos. Aunque tengo la sensación de que solo cerrando los ojos sería suficiente.”

“Necesitamos ganar tiempo o no vamos a lograrlo.”

“¿…no vienen?”

Por supuesto, Hekkeran no sería provocado por Ainz, que estaba perezosamente rascándose el cráneo con su largo dedo. El poder del enemigo había excedido con creces el de cualquier ser que jamás hubiera existido. Eso significaba que sólo podían contar con una cosa.

Cuando Ainz comenzara a utilizar su magia era más vulnerable cuando recitara su hechizo. Si utilizaba un hechizo silencioso, entonces el juego estaría perdido, pero aun así, esa era una pequeña posibilidad que existía para ellos.

Como si buscase imitar a un arco tensado, Hekkeran reunía su fuerza dentro de sí.

“Entonces allá voy.”

“”Toque de No-Muerto””

“¿Qué tipo de magia es? ¡Arche!”

“¡Yo no lo sé! ¡Nunca he oído hablar de eso antes!”

La niebla negra que cubrió la mano derecha de Ainz era una mágia desconocida que puso a todos en guardia. Hekkeran tensaba sus piernas, listo para esquivar en cualquier momento. Sus compañeros detrás de él también eran cautelosos por si fuera un ataque de efecto de área y se distanciaban para prepararse.

En su lugar, Ainz comenzaba a caminar hacia ellos.

Los ojos de Hekkeran se ensanchaban. Era un método de movimiento totalmente desprotegido e indefenso. No eran los movimientos de un hábil guerrero. Él sabía que era una trampa, pero no sabía lo que Ainz tenía planeado.

Él está tratando de usar la magia para algo… ¿o es una magia de corto alcance? ¿O es de tipo defensivo?

Hekkeran estaba familiarizado con los hechizos más famosos, pero no era un mago de profesión y no podía entender las intenciones de Ainz.

“¡Manténgase lejos!”

El grito furioso de Imina atravesaba el aire, al igual que sus flechas lanzadas contra Ainz.

Utilizando una técnica especial, ella había lanzado tres flechas a la vez, pero Ainz hábilmente las desvió hacia el cielo con una mano huesuda.

“…estás en el camino.”

Era un pequeña pero fría voz.

El resplandor rojo en el ojo vacío parpadeaba ligeramente, pero sólo Hekkeran, quien estaba al frente para estudiar cada movimiento de Ainz, lo había notado.

Al igual que la sacudida de un mal presentimiento la forma de Ainz desaparecía.

Hekkeran se daba la vuelta, confiando en sus instintos. Con sus ojos, veía los conmocionados rostros de sus compañeros. Sin embargo, no había tiempo para explicar. Especialmente a Imina. Ainz estaba de pie detrás de Imina, estirando lentamente su mano hacia ella.

¡Imina! ¡Ella no lo ha visto! ¡Necesito…no, este no es el momento para tales acciones inútiles!

Utilizando un arte marcial para moverse a velocidad máxima hacia Imina, una pizca de confusión corría por Hekkeran.

¿Era sensato proteger a Imina?

En comparación con Arche y Roberdyck, quienes podían usar conjuros de apoyo para mejorar a los demás, la utilidad e importancia de Imina eran relativamente bajos. La mejor manera de aumentar su tasa de supervivencia era descartar los impedimentos de su camino.

Sin embargo…

¡Maldita sea!

Esto era algo equivocado que un líder no debería hacer. Aunque esto era casi equivalente a engañar a sus compañeros, Hekkeran no reducía la marcha de sus pasos en absoluto. La emoción invalidaba la razón en ese asunto.

Él quería salvar a Imina. Eso era todo.

Una imagen de Imina acostada en su cama aparecía en su mente. Él sonreía amargamente a sí mismo, porque en una situación de vida o muerte todo en lo que podía pensar era en el cuerpo sin curvas de Imina.

Aun así ponía aún más potencia en sus pies.

Esta era la fortaleza de un hombre que quería proteger a su mujer.

“¡Alejate!”

La repentina presencia de Hekkeran creaba confusión y por lo tanto una apertura. Antes de que Ainz pudiera tocar a Imina, ella quedaba fuera de su camino.

Ainz estaba decidiendo cuál debía ser su prioridad –La reducción de su dolor, decía la pequeña voz que gemía en su cabeza- El hombre que había aparecido en frente de él o la mujer que se escapaba.

“¡Oye! ¡Soy yo, imbécil!”

Inmediatamente después, el seguía a su grito con un arte marcial.

Primero, él utilizaba “Romper Limite”. Había un precio que pagar, pero aumentaba la cantidad de artes marciales que él podría activar al mismo tiempo. El siguiente era la técnica que hacía que su cuerpo sintiera como si algo se rompiera dentro de él, “Dolor Sordo”. Después era “Impulso Físico”, “Puño de hierro” y la aumentada “Golpe de Espadas Gemelas”.

El más grande de sus ataques nació de la conjunción de todos estos.

Sus espadas gemelas brillaban.

Hekkeran contaba con el hecho de que Ainz utilizaría el conocimiento de sus ataques con espada anteriores, por lo que el repentino cambio de velocidad podría confundir sus sentidos y hacer que fuera más difícil de evadir. Era el presagio que con este ataque pondría fin a la batalla en un solo golpe.

Ainz no reaccionaba a ella.

¡Lo conseguí!

Tal como él imaginaba sus espadas acuchillaban el cráneo, la sensación de desplazamiento que viajaba hasta sus manos definitivamente no era la sensación de cortar con acero el hueso.

¡¿Inmunidad al corte?!

Había tenido experiencias similares durante sus aventuras como trabajador.

¡¿Él es inmune tanto a ataques de acuchillar como de perforar?! ¡¿Qué tipo de monstruo es él?!

Cuando Hekkeran intentaba refugiarse en el pánico, sentía una sensación fría y helada envolviendo su frente. Era la mano de Ainz. Hekkeran sentía como si lo hubieran fijado con tornillos a un banco, queriendo escapar pero incapaz de moverse.

“¡Hekkeran!”

“¡Imina! ¡Él es inmune a los cortes!”

Hekkeran intentaba sacudirse el dolor intenso e informar a sus colegas lo que había aprendido. Mientras era agarrado por la cabeza, sentía que su cuerpo entero era levantado. Aunque él golpeaba con las empuñaduras de sus espadas el brazo de Ainz, el agarre en su cabeza no mostraba signos de aflojar.

“Incorrecto. No importa si usted usa perforar, acuchillar o aplastar, ninguno de los ataques débiles que usted pueda ejercer harán algo como un rasguño en mi.”

“…que… ¿qué? Que demonios, ¿qué tipo de truco sucio está utilizando? ¡Eso no es justo!”

“¡Él está mintiendo! Imina, si eso fuera cierto, no habría ninguna razón para luchar en absoluto. ¡Debe tener algún tipo de debilidad!”

“…Yo no caeré en eso!”

“Es verdaderamente triste cuando ni siquiera puedes creer la verdad que está justo en frente de ti. Me había imaginado que se habían dado cuenta a partir de el combate cuerpo a cuerpo y la conversación que tuvimos, de que ustedes no eran nada más que útiles sujetos de prueba. ¿La pequeña pelea que tuvimos anteriormente le dio la esperanza de que realmente podía ganar? Considere mi misericordia para ustedes en el infierno que está por venir.”

“¿Qué tipo de misericordia es esa? ¡Que pedazo de mierda ofreces, maldito bastardo! ¡Deja ir a Hekkeran!”

La flecha llegó al mismo tiempo que su voz. Sin embargo, Ainz continuaba inmóvil a pesar del ataque y el dolor en la frente Hekkeran continuaba sin cesar.

“¿Realmente quieres hacer eso? Podrías golpear a este hombre.”

El dolor había sumido a Hekkeran en el terror, el terror de que en cualquier momento su cabeza podía ser aplastada por la mano que lo sujetaba. Aunque luchaba, Ainz no se movia un milímetro. Era como atacar a un bloque de acero. La única cosa que Hekkeran dañaba era a sí mismo.

“¿Duele? No te preocupes. No voy a matarte así. Un miserable ladrón como tú no es digno de esa misericordia…”

“”Parálisis””

Su cuerpo era congelado. No, no estaba congelado, estaba paralizado.

“Hmm, si he usado “parálisis”, entonces quizás “Toque de no-muerto’ fue una especie de derroche.”

Hekkeran oía las palabras, pero él no las entendía.

La cuerda del arco de Imina silbaba mientras ella enviaba un torrente continuo de proyectiles dirigidos, pero la única respuesta era una risa tranquila.

“Entonces, ¿Qué tan lejos puedes tu … no, por favor, lucha tanto como desees. Eso sólo profundizará tu desesperación.”

Huyan.

La boca Hekkeran no se movía para hacer los sonidos que él quería.

Este era un oponente que sencillamente no se podía evadir sólo corriendo. Pero combatirlo sería aún más tonto. Esto es especialmente cierto dado que una vez la vanguardia caiga, la línea de batalla colapsaría.

“¿Entonces, quién será el próximo? Por supuesto, todos ustedes pueden venir a la vez, pero eso sería demasiado aburrido, ¿no?”

Imina giraba para mirar a Hekkeran, quien yacía en el piso del coliseo.

Él no estaba muerto. Pero lo parecía. No había manera de que ella pudiera salvarlo de las garras del monstruo que desafiaba la lógica conocido como Ainz Ooal Gown. Pero aun así…

“…¡Tu idiota! ¡Sólo por sentido común, debiste abandonarme! ¡Imbécil!”

Ella estaba enojada.

“¡idiota, idiota, idiota, estúpido, idiota eres un tonto!”

“…Sabes… dirigir esos insultos al hombre que se arriesgó así mismo con nobleza para proteger a sus camaradas sólo me va a hacer enfadar.”

Era una afirmación que mostraba una total falta de comprensión de los sentimientos de Imina. Por otra parte, su oponente era un monstruo; tratar de hacerle comprender las emociones humanas, sería imposible.

“¡Ya sé eso! ¡Yo no soy digna de ese gran líder!”

Ella respiraba con dificultad.

“¡Pero todavía! ¡Todavía eres un idiota! ¡Actuar impulsivamente de esa manera!”

“…¿Qué?”

No se deje confundir…

Imina pensaba para si misma. Ella estaba tratando de suprimir los sentimientos de una mujer que quería salvar a su hombre.

Tenía que abandonar a Hekkeran y llevar esta información de regreso. Tenía que decirle al mundo exterior sobre estas ruinas, sobre el temible monstruo que las habitaba y dependiendo de cómo fueran las cosas, podría incluso necesitar reunir una fuerza punitiva para lidiar con él.

…dioses demonio…

Hace doscientos años, los Reyes Demonio que habitaban el continente estéril debían haber sido seres como este.

Se sentía como si el mundo en que vivía había sido tocado por mitos y leyendas. Era evidente que no podía ser así, pero parte de ella, en lo más profundo de su corazón, insistía en que esto era sólo un sueño.

Leyendas, ¿eh? Suena tan extraño cuando se pone de esa manera. Esos héroes que deberían estar luchando contra un monstruo como este…

La Inspiración le llegaba de golpe.

Eso era todo. Aquellos que combatieron a los dioses demoníacos fueron los trece héroes…ellos eran heroes. Entonces, el único que podría luchar contra Ainz también era un héroe.

“¡Regresa a Hekkeran! ¡Si no regresamos en el tiempo estipulado, las personas más fuertes en el mundo entrarán a esta tumba por la fuerza! ¡Si podemos regresar ilesos, puedes utilizarnos para negociar!”

“¿Qué es esto, nuevas mentiras?”

Ainz suspiraba y emitía un silencioso sonido

*Suspiro*

El profuso sudor de la frente de Imina, era genuino.

“No, no estoy mintiendo.”

“…Albedo. ¿Hay alguien que podría ser considerado fuerte en la superficie?”

“No hay ninguno, creo que ella solo está diciendo mentiras sin sentido.”

“¡No se trata de una mentira!”

La chica detrás de Imina estaba gritando.

“El aventurero rango adamantino Momón De “Oscuridad” ¡está allí! ¡Él es el guerrero más grande de todos! ¡Él es más fuerte que tú!”

Por primera vez, Albedo parecía perturbada. Ella miraba a Ainz, con pánico escrito sobre su rostro y bajaba la cabeza hacia él.

“¡M-mis disculpas! ¡Existe tal ser! ¡P-Por favor, perdóneme!”

“Mmm… ah, sí, yo ni siquiera lo noté, Albedo. Momón. de la “oscuridad”, hmm. Sobre él… olvídalo, no es importante. Él no me puede derrotar.”

Hasta ahora había actuado como un rey demonio, pero la forma en que se desplomaban sus hombros sugería que él estaba escondiendo algo. Exactamente lo que estaba escondiendo, nadie podía decirlo.

“¡Momón es muy fuerte! ¡Más fuerte que tu!”

“…Ah, bien, eso difícilmente es motivo para negociar, ríndete.”

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Ainz agitaba su mano perezosamente para descartar el tema.

“Y ahora, ¿vamos a empezar de nuevo?”

El tiempo para la charla ociosa había terminado.

“¡Arche! ¡Corre!”

Roberdyck gritaba e Imina estaba de acuerdo.

“Sí, corre!”

“¡Mira hacia arriba! ¡Este es probablemente el exterior! ¡Si tu vuelas, existe la posibilidad de que puedas escapar! ¡Corre, incluso si es sólo tú! ¡Vamos a tratar de comprarte algo de tiempo, un minuto, no, diez segundos!”

“Ahora esa es una interesante idea. Aura, abre la salida. Estoy de humor para ello.”

“¡Entendido!”

Ainz señalaba la dirección por la que Roberdyck y los otros habían entrado. Aura se levantaba de un salto, las suelas de sus zapatos brillaban y su cuerpo desaparecía.

“Bien entonces, Aura ha ido a abrir la puerta. Siga adelante y huya. Abandone a sus compañeros. ¿Quién era el que quería correr?”

Ainz extendía su mano. Su rostro esquelético podría no mostrar ninguna expresión, pero a partir de ese gesto, era suficientemente claro. Si él tuviera carne, habría mostrado un gesto torcido con una sonrisa maligna. Habría sido una sonrisa que esperaba que estos camaradas cayeran en luchas internas.

Los trabajadores eran diferentes de los aventureros; formaban equipos basados en el poder del dinero y las relaciones útiles y en una situación como esta, las probabilidades de que ellos huyeran era bastante alta. Sin embargo, Foresigth era diferente.

“Arche ¡Corre ahora!”

“Sí, corre”

Imina sonreía.

“Todavía tienes a tus hermanas, ¿verdad? Entonces déjanos y vete. ¡Eso es lo que deberías estar haciendo!”

“¿Cómo podría yo? ¡Obviamente, todo esto es culpa mía!”

Viendo que Ainz no tenían la intención de presionar atacando , Roberdyck caminaba hacia Arche y luego le entregaba una pequeña bolsa de cuero.

“Todo va a estar bien. Vamos a derrotar a ese monstruo de Ainz e iremos justo después de ti.”

“Cuando esto suceda, tú vas a comprar las bebidas.”

Imina también sacaba una pequeña bolsa para que la agarrara.

“Entonces, vete. Utiliza el dinero que dejé en la posada como desees.”

“También el mío.”

“…voy a guardarles esto. Entonces, me voy primera.”

Por supuesto, ninguno de los tres en realidad lo creía.

Derrotar al ser llamado Ainz, cuyo poder estaba mucho más allá de su imaginación, era algo que ni siquiera podían esperanzarse en hacer. Arche sabía que este era su último adiós y ella se estaba reprimiendo y ahogando en las lágrimas mientras emitía su hechizo.

“Hay monstruos en el cielo que todavía podrían atraparte aunque corras…”

“…”Vuelo””

Haciendo caso omiso de la advertencia de Ainz, el hechizo de Arche surtía efecto. Ella miraba a sus camaradas por última vez y luego se elevaba en el aire sin decir otra palabra más.

“…Ah, es que es así. Bueno, es menos cansado que correr.”

Ainz lo decía de una forma casual.

“Sin embargo, es bastante sorprendente que ustedes tomaran una decisión sin pelear unos con otros. Pensé que podría ver la desagradable exhibición de sus verdaderas personalidades.”

“Tú nunca lo entenderías. Es porque somos camaradas.”

“Eso es cierto. Morir para proteger a un camarada no es una cosa mala…”


Un destello de comprensión golpeaba a Imina.

“…¿Eran sus camaradas los amigos de los que habló?”

“¡Hummm!”

“Tus compañeros deben haber sido personas excepcionales. ¿No? Entonces, nuestra relación es tan estrecha como la tuya con ellos.”

“Eso es correcto.”

El mal clima se desvanecía rápidamente. Como si nunca hubiera existido y Ainz continuaba en un tono tranquilo.

“Uno no tiene mayor amor que el de dar su vida por sus amigos, está escrito en el evangelio de Marcos.”

“…está bien si morimos. Sin embargo, por el bien del vínculo que compartimos, que usted mismo y sus excepcionales compañeros compartían, por favor déjala ir.”

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“Mmmm…”

Por unos segundos Ainz dudaba y luego sacudía la cabeza.

“No habrá misericordia para los ladrones como ustedes. Todo lo que les espera es sufrimiento tras sufrimiento tras sufrimiento, seguido de la muerte. Pero por el bien de la vida que usted está dispuesta a dar por su camarada, puede despedirse de ella. Shalltear.”

Ainz descuidadamente mostraba su espalda a ellos y llamaba al palco. No había ninguna posibilidad de ser lastimado y lo demostraba con su actitud.

No, esa era la realidad de los hechos. No había ningún ataque que podían utilizar y que funcionara. Todo eso era una mera fantasía después de comprender la verdad de las cosas. Los dos no tenían ningún método que pudiera herir al monstruo llamado Ainz. A causa de esto, ellos podrían tranquilamente voltear sus cabezas. Por lo menos tenían que conseguir a Arche el tiempo para huir.

Aunque no tenían cartas que jugar, todavía tenían que hacerlo. Imina y Roberdyck intercambian miradas y asentían con la cabeza.

Por otro lado, una voz de una chica venía desde el palco VIP en respuesta al llamado de Ainz.

Ella era una chica humana con cabello que resplandecía como el platino. Aunque los dos estaban llenos de ira, no podían dejar de ser cautivados por la belleza, sus ojos eran  atraídos hacia la muchacha que la poseía.

Repentinamente la hermosa niña cambiaba su línea de visión para mirarlos. Sus ojos eran de un color carmesí fascinante. Imina sentía como si le estuvieran exprimiendo el corazón. Lo mismo le pasaba a Roberdyck, estaba teniendo dificultad para respirar por la aplastante presión en su pecho.

Incluso después de que los ojos de la niña la dejaron de mirar, Imina todavía se sentía como si no pudiera moverse libremente.

“Shalltear, enséñale a esa niña el significado del terror. Enséñale el abismo entre la pequeña esperanza de escapar a la que ella se aferra y la realidad ineludible que espera a todos los que se atrevan a invadir la Gran Tumba de Nazarick. Después de eso, no le causes ningún dolor, pero mátala con la más profunda y sincera piedad.”

“Entendido, Ainz-sama.”

La chica Shalltear le sonreía a Ainz. Sin embargo, cuando Imina veía esa sonrisa de lado, un escalofrío le corría por su columna vertebral. Su instinto le decía que ese era un monstruo envuelto en una piel muy hermosa.

“Disfruta la cacería.”

“Esa era mi intención.”

Shalltear se inclinaba profundamente ante Ainz antes de despedirse. Cada paso que daba era uno más cerca de acabar con la vida de Arche, pero incluso si Imina lo sabía en su mente, no había nada que pudieran hacer al respecto. Imina y Roberdyck eran incapaces de moverse.

Shalltear pasaba junto a ellos sin ningún signo de haberlos notado, sin prestarles la más mínima atención. Quizás Foresight podría recortar inmediatamente la distancia entre ellos y Shalltear si corrían tras ella, pero ella parecía tan lejana.

“¿Qué es esto? ¿Todavía no vienes? Si tienes tiempo para hablar, tienes tiempo para luchar… Inesperadamente, que honorable eres.”

Él no la estaba subestimando. Su sentimiento era genuino. En respuesta a ello, el espíritu de lucha de Imina se recuperaba un poco.

“¡Espere! ¡Una pregunta, por favor! Que ocurrió aquí, ¿dónde está la misericordia en eso?”

“Un sacerdote… entonces, te lo diré. En mi Nazarick, una muerte sin sufrimiento adicional es suficiente misericordia.”

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El silencio descendía sobre ellos nuevamente. Ya no hablaban con palabras, sino con las armas.

“¡Vamos, Rob!”

“¡Sí! ¡Ohhhhhhh!”

Con un inusual grito de batalla Roberdyck atacaba con su morningstar directo a la cara de Ainz. Era un golpe considerado como nada más que el uso pleno de su fuerza bruta. Era precisamente porque creía que Ainz no lo evadiría que puso todo su poder en ese golpe.

Aunque Ainz recibía el golpe hecho con toda la fuerza de Roberdyck, no reaccionaba al dolor como se esperaba. Roberdyck continuaba su ataque, alcanzándolo con su mano desnuda.

“Curación de heridas moderadas.”

Era un hechizo de curación lanzado hacia Ainz. Cuando los no-muertos se exponían a la magia tipo curación recibirían daño en ves de curación. Sin embargo, al igual que el hechizo de ataque que Arche había realizado anteriormente, desaparecía inútilmente contra una pared invisible.

“¡Ahhhhh!”

Imina tensaba su cuerda mientras gritaba. Luego ella soltaba la cuerda. Aunque Roberdyck estaba junto a Ainz, ella era lo suficientemente buena para no golpearlo. Mejor dicho, en este rango, no había manera de que ella pudiera fallar.

Sin embargo Ainz recibía las flechas y estas caían al suelo sin causarle daño en absoluto.

Ainz desaparecía.

Era la misma táctica que antes.

“¡Se Teletransportó!”

“No exactamente.”

Como se esperaba, la voz venía desde atrás.

“Imi…”

Antes de que Roberdyck pudiera terminar de avisarle, Ainz suavemente colocaba su mano sobre el hombro de Imina. No había ningún indicio de enemistad en ese gesto.

Sin embargo, tenía un efecto dañino significativo. Toda la fuerza de su cuerpo desaparecía y ella caía al suelo. Aunque su mente estaba totalmente funcional y consciente, su cuerpo se sentía como un charco inmóvil de lodo inerte.

“¿Qué hiciste con ella?”

Roberdyck hacía su pregunta con voz temblorosa, mientras sus ojos pasaban de Imina a Ainz, quien permanecia de pie al lado de ella.

“¿Fue una sorpresa? No es nada especial.”

Ainz procedía a explicar de tal manera buscando romper el espíritu de Roberdyck.

“Fue casi lo mismo de antes. Después de lanzar en silencio “Detener Tiempo” vine aquí y utilicé el mismo hechizo que usé en ese hombre, “Toque de No-muerto”. Y entonces, simplemente la toqué.”

El silencio se sentía como si el espacio entre ellos hubiera sido congelado. En comparación, el sonido de tragar saliva de Roberdyck era excepcionalmente alto.

“…El detuvo el tiempo…”

“Oh sí. Las contramedidas para detener el tiempo son muy importantes, ¿no lo sabes? Necesitas esto al momento de llegar al nivel 70. Oh bien, te vas a morir aquí, así que, en tu caso, es en gran parte educativo.”

Roberdyck trituraba sus dientes de impotencia.

Él está mintiendo. Si sólo pudiera decir eso. Si sólo pudiera negar todo de este monstruo-este Dios-decía. Sería mejor si él caía de rodillas y agarraba sus oídos para no escuchar sus palabras.

Comprendía que Ainz era demasiado poderoso.

Sin embargo, a pesar de que lo consideró, detener el tiempo y cosas similares es algo que no debería existir en este mundo.

La marcha del tiempo era un flujo que no podía ser dominado o controlado por la humanidad. ¿Qué podía hacer contra un enemigo que es capaz de tal hazaña? Talar un bosque entero con una sola espada sería un objetivo más fácil en comparación.

Ainz Ooal Gown. Él era un ser que la raza humana nunca podría derrotar. Él era un hombre que estaba en la cúspide de la divinidad.

Roberdyck se aferraba a su maza con ambas manos.

… y de pronto sentía un ligero toque en el hombro.

“Ah…”

El cuerpo de Roberdyck dejaba de moverse. Él no tenía que mirar para saber quién lo había hecho. Era Ainz Ooal Gown. El ser divino que podía controlar el paso del tiempo, quien más iba a estar de pie delante de él. ¿Cuándo había desaparecido de su vista?

El frío que fluía invadiendo su cuerpo le hacía sentir como si él se hubiera convertido en una escultura de hielo. En consecuencia, cualquier sentimiento de libertad era despojado de su cuerpo.

“… es inútil, ¿no es cierto?”

Así hablaba la suave voz que no conllevaba ningún rastro de hostilidad hacia Roberdyck.

La maza caía desde sus dedos inertes hacia el suelo…

Entonces, Ainz murmuraba mientras veía a Roberdyck quien había perdido toda voluntad de lucha.

“Bueno, eso fue un desperdicio de esfuerzo. Creo que yo podría realmente haber estallado bañado en sudor.”

Era completamente inútil. Cada táctica y truco que había intentado no pudo hacer ni siquiera un daño mínimo a Ainz.

El completamente derrotado Roberdyck miraba silenciosamente a Ainz y con calma le realizaba una pregunta.

“Tengo algo que preguntar. ¿Qué va a ser de nosotros después?”

“¿Mmm? ¿Es porque eres un Sacerdote y piensas que no terminarás en el mismo estado que los otros dos?”

Con esto como premisa, Ainz comenzaba su explicación.

“Pues bien, sobre esos dos. Aura, llévalos a la cueva Grande. Gashokukochuuou comenta que se está quedando sin nidos.”

Las orejas del elfo oscuro temblaban y sus ojos se abrían como platos.

“Ai-Ainz-sama! ¡Mare! Puedo pedir a Mare ir en mi lugar, ¿verdad? ¡Puede ir en mi lugar!”

“Oh, hmm. Está bien.”

“¡Entendido! ¡Voy a dejar ir en tu lugar a Mare!”.

“En cuanto a eso, me disculpo. No habrá ningún tipo de destino reservado para ellos. En cuanto a ti, el subordinado que envié en su persecución es también un Lanzador de Magia divina, pero el dios en el que cree es completamente diferente a los dioses que tú adoras. Cuando se llega a esto, no tengo ni idea de lo que los cuatro dioses que adoráis son. Como tal, necesito confirmar los detalles sobre ellos. Como su subordinado, tienes nombres para ellos, pero si son los Cuatro Dioses o los Seis Dioses, estos nombres son poco más que títulos de trabajo, como el Dios del Fuego, Dios de la Tierra, ¿es eso?”

“Yo no se acerca de eso.”

“Ya veo… así que no son seres superiores que poseen un poder misterioso, son nada más que grandes hombres del pasado que han sido deificados…”

“¡¿cómo podría ser?!”

“Bien, escucha. Esto es sólo mi teoría. Pero si ese fuera el caso, si uno pide prestado el poder de los dioses para trabajar con su magia, ¿La gente muerta podría proporcionarla a ti? O más bien, ¿Qué son los dioses? ¿Existen aún? ¿Está realmente usando el poder prestado de los dioses?”

“¿…qué estás tratando de decir?”

“¿…alguna vez has visto a tu Dios?”

“¡Mi Dios está siempre a mi lado!”

“¿es decir, en realidad, nunca lo has visto a él directamente, entonces?”

“¡No! Cuando utilizamos nuestros hechizos, podemos sentir la presencia de un poderoso ser. ¡Ese es nuestro Dios!”

“¿…y quien declaró que esa presencia era un dios? ¿El mismo Dios? ¿O alguien usando otro tipo de poder?”

Roberdyck recordaba los debates teológicos de los que había tomado parte. No había respuestas claras para las preguntas de Ainz. Hasta hoy, los sacerdotes aún debatían acaloradamente sobre si esa era la prueba de la existencia de Dios.

Cuando Roberdyck estaba a punto de hablar, Ainz lo interrumpía.

“…Bueno, suponiendo que estos súper-seres dimensionales -que vamos a denominar generosamente dioses para nuestros propósitos- existen, me pregunto si eso significa que son originalmente entidades incoloras. En pocas palabras, son trozos de poder. Porque dibujar en su poder los tiñe en un color diferente y cambian las cosas… bueno,  existen en un mundo con leyes mágicas, yo sólo quería a alguien para charlar acerca de esto. No sería divertido si realmente fueran dioses.”

“…”

“Mis disculpas. Estaba fuera de tema. El poder del dios en el que crees. Creo que no vamos a ser capaces de aprenderlo… así que ¿Quieres participar en un experimento humano?”

“…experimento humano?”

“Eso es correcto. Por ejemplo, cuando alteremos tus recuerdos de modo que el dios en que crees es alguien más, ¿Qué sucedería después de eso?”

Él estaba loco. Ese era el más profundo y honesto pensamiento de Roberdyck acerca de la situación.

No, él es un no-muerto. No sería extraño, no importa lo que él hizo.

Ainz, daba un paso atrás, mirando con profundo interés a Roberdyck. Esa mirada tenía el aspecto de un erudito examinando un animal de laboratorio y eso hacía a Roberdyck querer vomitar.

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“Por qué, ¿por qué quieres hacer eso?”

“Para probar que Dios existe… eh, no me voy a molestar en ir con ese chiste. Verdaderamente, quiero llegar a ser más fuerte en la comprensión de la naturaleza de ese poder. Y si aquellos seres que llaman dioses existen realmente, quiero saber si tienen emociones o pensamientos. Quiero confirmar eso. En lo que a mí respecta, nunca he pensado en mí como un ser elegido. En verdad, hay muchos otros por el estilo.”

Roberdyck no tenía idea de lo que Ainz estaba hablando.

“Por lo tanto, expandir los preparativos militares es esencial. Por supuesto, es posible que no existan enemigos, o si éstos existen, que ninguno de ellos sean tan fuertes como nosotros. Sin embargo, ¿no le parece que el líder de una organización no debe ser negligente? Después de todo, si nos dormirnos en nuestros laureles, estamos propensos a que nuestros pies sean cortados debajo nuestro cuando menos lo esperemos. Confirmar la existencia de dioses es parte de eso.”

Ainz se encogía de hombros cuando terminaba.

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