Overlord

Volumen 7: Los Invasores de la Gran Tumba

Capítulo 3: La Gran Tumba

Parte 2

“¡Comiencen a atacar de nuevo!”

El grito de Greenham hacía eco a través de la cripta llena de olor a moho y muerte.

La habitación era de unos veinte metros de ancho y cinco metros de altura. En medio de la habitación, llena de luz proveniente de un lanzador mágico y antorchas caídas en el suelo, se observaban siluetas de seres humanos.

Junto con Greenham, “Heavy Masher” estaba acorralado. El interior estaba lleno de no-muertos menores como zombis y esqueletos.

Sus números eran increíbles.

Greenham y un guerrero que sostenía un escudo, contenían la marea de muerte, para que no entrara en la parte trasera de la formación.

Un zombi balanceaba su brazo hacia la armadura de placas de Greenham. A pesar de ser un muerto viviente, que es más fuerte que un ser humano promedio, no podía dañar la armadura de acero. Producto del ataque la mano podrida explotaba y malolientes manchas de carne se impregnaban en la armadura.

En el caso de los otros esqueletos era lo mismo. Solo con armas oxidadas, no podían atravesar la completa armadura de placas imbuida con magia. Tal vez uno podría tener suerte y perforar las placas, pero eso solo podía pasar si su arma estaba imbuida con magia.

Greenham blandía su hacha horizontalmente y derrumbaba a uno, pero más no-muertos se apresuraban a llenar el vacío. La horda cerraba la distancia, como si quisieran pisotearlos y aplastarlos con sus números.

“¡Maldición! ¡Hay demasiados de ellos!”

El guerrero que sostenía su escudo, junto a Greenham, gritaba con una voz entrecortada. Gracias a su gran escudo que cubría todo su cuerpo, él no resultaba herido, pero el escudo estaba cubierto de todo tipo de viles fluidos productos de la lucha. Él estaba rompiendo los cráneos de los esqueletos con su mazo, pero poco a poco estaba siendo empujado hacia atrás.

“¿De dónde vienen?”

La curiosidad del guerrero era natural.

El equipo de Greenham había buscado en varias habitaciones, después de separarse de los otros equipos en el cruce de caminos. Desafortunadamente, no había tantos tesoros como en el mausoleo, pero después de encontrar una porción considerable de objetos de valor por ahí, poco a poco buscaban más. Cuando entraban a la habitación para echar un vistazo, la puerta se abría de repente y los no-muertos comenzaban a aparecer en gran número.

Un zombi o un esqueleto, de por sí no era un rival difícil, pero sus números eran el verdadero problema. Incluso si ellos se cayeran o consiguieran ser pisoteados, no morirían, pero los no-muertos alcanzarían el flanco trasero. Por supuesto, el flanco trasero no podía ser derrotado tan fácilmente, pero era difícil de asegurarlo al tener que luchar en contra de estos numerosos no-muertos.

Con un poco de mala suerte, el frente se derrumbaría inmediatamente. Greenham pensaba esto y decidía usar la fuerza que había estado conservando.

“Vamos a terminar esto en un instante. Te lo dejo a ti.”

La retaguardia, que sólo estaba tirando piedras hasta el momento, comenzaba a moverse.

Para “Heavy Mashers” de Greenham, los muertos vivientes como estos no eran realmente una amenaza. Debido a que no eran una amenaza real, trataba de conservar sus fuerzas, manteniendo la retaguardia en reserva pero debido al elevado número de no-muertos había decidido usarla. Si la retaguardia también atacaba, los no-muertos no serían un problema.

“¡Mi señor, el dios de la tierra! ¡Por favor, aparta a los malvados!”

El clérigo, sosteniendo un símbolo sagrado, gritaba, mientras exudaba un poder divino. El aire, que estaba lleno con un aura negativa, se disipaba y se llenaba de frescura, como si una brisa fresca acabara de pasar por ahí. Una ola de energía divina proveniente del clérigo, más fuerte que de costumbre, arrasaba la negatividad.

Tan pronto como la habilidad se activaba, los no-muertos alrededor del clérigo se volvían cenizas.

El exorcismo de los muertos vivientes, por lo general, sólo los hacia huir, pero si había una diferencia absoluta en la fuerza, borraba a los no-muertos en el lugar. Sin embargo, era muy difícil destruir un gran número de muertos vivientes, ya que esto requería una cantidad muy alta correspondiente de fuerza.

Como resultado, más de veinte no muertos se extinguían.

“¡Vuela! ¡「Fireball」!”

El ‘Fireball’ volaba, desde el lanzador de magia arcana y explotaba en medio de la horda de no-muertos. Una columna de llamas brotaba por un momento y quemaba la falsa vida de los no-muertos dentro del radio de efecto.

“¡Aún no he terminado! ¡「Fireball」!”

“Mi señor, el dios de la tierra. ¡Por favor, aparta a los malvados! “

Los ataques con efecto de área golpeaban de nuevo y el número de los muertos vivientes caía drásticamente.

“¡Vámonos!”

“¡Muy bien!”

El guerrero abandonaba su escudo, agarraba dos mazos y saltaba hacia la horda de no-muertos junto con Greenham. Habría sido fácil dejarlo todo para los lanzadores mágicos, pero la razón por la que Greenham atacaba era para que ellos pudieran conservar la mayor cantidad de maná posible. Especialmente el clérigo, que sólo podía repeler a los no-muertos un cierto número de veces por día. Debido a que era una habilidad especialmente potente contra los muertos vivientes, sería su carta oculta mientras estaban en la tumba.

Greenham blandía su hacha contra el grupo de zombis. En lugar de sangre, un líquido espeso salía de los cortes- brotaría más de ese líquido si ellos tuvieran corazones- rezumando débilmente. De los cortes salía un olor desagradable, pero no era nada que ellos no podían manejar.

Más bien, sus narices ya estaban entumecidas.

Junto con el guerrero, atacaban, atacaban y atacaban. No pensaban en la defensa ni por un momento. Era el tipo de carga que podían hacer gracias a sus armaduras resistentes apoyadas con magia, sin mencionar que los no-muertos eran débiles.

A veces, un muerto viviente lograba golpear la cabeza de Greenham, pero la armadura absorbía todo el choque y no había tensión en su cuello. Incluso cuando era golpeado en el pecho o en el estómago, apenas lo sentía.

Sus oponentes eran muertos vivientes menores. Eran sólo un desafío debido a sus números, pero desde que acababan con muchos de los no-muertos, hallaban un poco de espacio para respirar una vez más. El guerrero gritaba mientras seguía balanceando sus armas.

“¡Hasta ahora, sólo hemos luchado contra los más débiles, pero teniendo en cuenta sus números, esta tumba debe tener a muchos de ellos!”

“Sí, también no sería extraño si no-muertos más fuertes han sido generados y siguen subiendo por alguna parte. !Pero no sé por qué aún no han salido!”

La persona que contestaba era el clérigo, que recogía el escudo del guerrero, sin perder de vista la situación.

“… Tal vez todos estos no-muertos fueron invocados a través de alguna magia de invocación o algún ítem.”

Debido a que estos cadáveres no-muertos se desintegraban después de una cierta cantidad de tiempo, no eran suficientes como para llenar toda la habitación con sus cuerpos. Los cadáveres de los zombis también desaparecían de manera similar a los monstruos invocados. Esto ocurría por la intervención del lanzador mágico.

“¿Es esto consecuencia de algún tipo de mecanismo que invoca masas de muertos vivientes menores? … No quiero pensar en eso. No me hagas imaginar a esta tumba llena y apretada de zombis por todas partes.”

Greenham respondía y miraba alrededor de la habitación mientras hacía volar la cabeza de un esqueleto, como si estuviera podando un árbol. El número de muertos vivientes restantes se podía contar con los dedos de las manos y las puertas abiertas no mostraban signos de refuerzos para los no-muertos. La pelea parecía cerca de terminar pronto.

En ese momento, el sentía una sensación escalofriante aumentando desde la parte inferior de sus pies.

Una sensación de peligro le decía que evacuara inmediatamente, pero sería demasiado tarde en esta situación.

Aun así…

“¡Alerta! Todos salgan de la habitación…”

El bandido gritaba como si tuviera la misma sensación.

Pero era demasiado tarde. El duro piso de repente se desvanecía. Una sensación flotante envolvía sus cuerpos y unos segundos más tarde sus cuerpos desorientados caían al suelo.

Greenham oía voces llenas de dolor de sus camaradas y a pesar de los dolores que sentía se puso de pie con su hacha que no la había soltado mientras estaba cayendo y atacaba a los esqueletos que rodaban por el suelo.

“¡Extermínenlos!”

Los muertos vivientes sufrían también serios daños al caer, pues los esqueletos eran especialmente débiles contra daños de aplastamiento, así que era fácil acabarlos.

Greenham miraba alrededor de la habitación después de acabar con todos los no-muertos.

Ellos habían caído en una trampa mágica que hacía desaparecer el suelo. Mirando hacia arriba, el techo estaba muy por encima de ellos. Al menos doce metros por encima.

A tres metros sobre el suelo había una puerta y a otros tres metros más, para un total de seis metros, estaba la puerta abierta por la que ellos ingresaron al inicio. En total habían caído cerca de dos pisos.

Si se describiera de manera general la forma de este ambiente sería como un largo pilar. El fondo se asemejaba a una pirámide invertida y la pendiente estaba bastante empinada, como para hacer que alguien que cayera se deslizara por todo el camino hasta el centro del fondo. En realidad, uno de sus compañeros ya había caído y aterrizaba en medio de todos los zombis que habían caído antes.

Era increíble que nadie resultara herido tras caer desde esa altura.

Lo extraño de esa distribución era que a unos tres metros de altura ,desde el fondo donde ellos estaban, había una puerta cerrada. Y Había cuatro túneles en cada lado, haciendo un total de dieciséis túneles.

“Es casi como si la habitación hubiese sido diseñada para ahogar a las personas. Seguro el agua comenzará a derramarse en una cantidad muy grande desde esa puerta. No, peor aún, podría ser algo así como lodo.”

“Estoy de acuerdo. Debemos mirar alrededor de esa puerta para ver si es seguro escapar a través de ella.”

Sin embargo, era difícil subir dos pisos de altura sobre una superficie lisa, sin nada a lo que agarrarse. El bandido probablemente podía subir sin problemas, pero para alguien que llevaba una armadura como Greenham era imposible. Comparativamente, la puerta en la parte inferior era desconocida y posiblemente peligrosa, pero era más fácil de alcanzar.

Justo cuando estaban discutiendo sobre cómo subir, algo golpeaba sus cabezas desde uno de los dieciséis túneles. Era un cadáver hinchado, un “Plague Bomber”.

La razón por la que estaba hinchado era porque estaba lleno de energía negativa. Era un no-muerto que estallaba tras ser destruido, para infligir daño a los vivos y sanar a los no-muertos.

Al arrojarse desde uno de los túneles el muerto viviente formaba algo similar a una losa de carne. Golpeaba el suelo con un sonido desagradable, pero el problema era lo que vino después. Su cuerpo circular no podía ganar tracción contra el suelo inclinado y se estrellaba contra el equipo de Greenham como una roca.

“¡Cuidado! ¡Aléjate!”

“No le digas eso a la persona que está a cargo de pensar en todo.”

Todos, incluyendo al lanzador mágico, que estaba casi llorando, apenas esquivaban al muerto viviente, ya que seguían rodando hacia el centro del suelo. Cuando el próximo “Plague Bomber” se asomaba, se daban cuenta de que el anterior era sólo el primero de toda una horda e instintivamente sabían lo que iba a pasar.

“¡Corran! Esta habitación va a ser enterrada con ellos.”

Si alguien era empujado por un no-muerto, caería al medio y seria aplastado debajo de los cuerpos. Incluso si ellos no morían al ser aplastados, estarían inmovilizados y continuarían sufriendo los daños causados por los “Plague Bomber”, que explotarían por los ataques de sus camaradas.

“Esta trampa es realmente terrible. ¡Alguien impúlseme hacia arriba!”

“Tonterías, entonces esa persona no sería capaz de esquivar algún ataque.”

Aunque ellos esquivaran el primer ataque, podrían perder su equilibrio y no serían capaces de esquivar el siguiente. Pedirle a alguien que te ayudara con un impulso en una situación como esa era cruel.

“Entonces, ¡voy a utilizar magia para volar!”

“No te molestes con ¡’Fly’! No puedes transportar a todos nosotros por ti mismo.”

“¡Eso no! Mierda, están cayendo! Estoy hablando de ‘Web Ladder’.”

“¡Eso suena bien! Entonces hacia la puerta más cercana, por favor. ¡Greenham, por favor cúbrelo!”

“¡No, no te molestes! ¡Vamos hacia la puerta por la que hemos entrado! ¡Esa puerta es peligrosa!”

No había tiempo para preguntar la razón del porqué él creía que esa puerta era peligrosa, la confianza en Greenham era absoluta.

“¡「’Web Ladder」!”

La magia era activada y una tela de araña se extendía hasta la pared.

Esta telaraña mágica tenía una viscosidad extraña. Si uno no quería moverse se quedaría pegado en su lugar, pero si uno quería moverse esta lo dejaría ir inmediatamente. Era una magia perfectamente adecuada para utilizar en lugar de una escalera.

El equipo de Greenham subía con un movimiento perfecto, a pesar de sus miedos.

El primero que llegaba a la puerta abierta inspeccionaba cuidadosamente la zona. Si ellos eran empujados de vuelta hacia el fondo, entonces realmente sería el final.

Él dejaba escapar un suspiro de alivio. El peor de los casos se había evitado y no había ni rastro de los muertos vivientes. Después de que terminara la comprobación de la no existencia de no-muertos, se metía en un túnel y ayudaba a subir a la gente de abajo.

“¡Estamos vivos! Y pensar que casi fuimos aplastados hasta la muerte por esos no-muertos. Esa era una de las peores muertes que hubiéramos sufrido por aquí.”

“El diseño de este lugar es simplemente malvado. Me duelen las piernas por la caída. ¿Alguien puede lanzarme magia de curación?”

“Creo que la energía negativa justo chocó en la punta de tu pie cuando explotó. Eso fue realmente aterrador.”

“Fuimos suertudos. Pero por favor, no le pidan a los lanzadores mágicos que desvíen más ataques.”

Todos se quejaban mientras recobraban el aliento.

“Greenham, una pregunta. ¿Por qué querías evitar esa puerta? Pensé que ese era el verdadero objetivo. Por lo general, ellos siempre tienen una vía de escape cerca de un lugar peligroso.”

“Fue sólo una corazonada… ¿Te importaría tirar un arma que no te sirva hacia la puerta?”

Greenham respondía con su acostumbrado tono y el bandido tiraba una daga hacia la puerta. La daga volaba recto y parecía que iba a golpear la puerta pero súbitamente de una parte de la puerta brotaba un tentáculo y desviaba la daga.

“Eso es… ¡un” Door Imitator “! No, teniendo en cuenta el color de ese tentáculo, podría ser un imitador no-muerto “Door Imitator”. Un monstruo que restringe al oponente con sus tentáculos pegajosos, mientras los ataca.”

“¿Queee, era una doble trampa? Es tan malvado. Pero tu viste a través de ella.”

“Fue una corazonada. No, para ser precisos, simplemente elegí lo conocido sobre lo desconocido. Además, esa puerta se encontraba en una posición en la que iba a seguir tomando las explosiones de energía negativa. Los objetos no vivos, como las puertas, toman menos daño de las explosiones, pero me pregunté por qué iban a hacer una puerta ahí abajo. Ahora, movámonos…”

Greenham cerraba su boca en medio de una frase. El bandido, que había estado hablando tanto hace un momento, se llevaba un dedo a los labios y se concentraba en escuchar.

Cuando Greenham se esforzaba en escuchar, pudo oír el sonido de un chasquido irregular, como si algo estuviera tocando el suelo.

Todos se volteaban hacia el túnel de donde venía ese sonido.

“Probablemente sea un enemigo … ¿verdad? Tenía la esperanza de que ellos se tomarían un descanso.”

“Sí y sólo hay uno. Tampoco hay signos de que trate de ocultarse. Sería bueno si lo ocurrido anteriormente hubiera sido el último…”

Todos levantaban lentamente sus armas. El guerrero, que estaba de pie en la parte delantera, recibía su escudo y escondía la mitad de su cuerpo detrás de él. El lanzador de magia preparaba su báculo brillante para lanzar un ataque en cualquier momento hacia la dirección de donde venía el sonido. El clérigo preparaba su icono santo y el bandido se armaba con su arco.

Clack, clack, clack. El sonido poco a poco se hacía más fuerte y el oponente se mostraba.

Viejas, pero lujosas ropas cubrían sus extremidades, que eran tan delgadas como las de una chica joven y poseía un bastón en una mano. Esta era la fuente de ese sonido.

Con sólo una fina capa de piel descompuesta, su cara tenía una expresión de sabiduría diabólica y un aura negativa rodeaba su cuerpo como una espesa niebla.

Era un lanzador mágico no-muerto.

Su nombre era…

“…¡Élder Lich!”

El lanzador de magia, que era el primero en identificar al monstruo, gritaba.

Era justo eso. Un monstruo que se generaba cuando el cadáver de un lanzador de magia negra ganaba la vida profana. Era ese tipo de monstruo diabólico.

Los Camaradas de Greenham inmediatamente cambiaban su formación al escuchar las palabras “Elder Lich”. Nadie se quedaba en una sola fila y mantenían su distancia entre cada uno, en caso de un ataque mágico con efecto de área.

Un Elder Lich era un fuerte opositor. Sería un desafío para un aventurero de rango platino y relativamente ganable para un aventurero de rango mithril .Para el equipo de Greenham, si uno descartaba su fatiga, era un oponente al que podrían derrotar fácilmente. Afortunadamente, también tenían a un miembro que era especialmente potente contra los muertos vivientes, por lo que estaban seguros.

Además, si el oponente estuviera muy lejos, habría sido peligroso, pero la corta distancia entre ellos era ventajosa.

“Tú debes ser el amo de esta tumba.”

Greenham había llegado a esa conclusión. Los Elder Liches eran gobernantes. A veces gobernaban sobre una horda de muertos vivientes y en ocasiones negociaban con los seres vivos.

Había un montón de Elder Liches infames, como el capitán de un barco fantasma que se deslizaba a través de la niebla en las llanuras de Kattse, o un Elder Lich, que gobernaba sobre un castillo abandonado. Si este era un Elder Lich, entonces no sería extraño pensar que era el dueño de la tumba.

“Escogimos la dirección correcta. Somos afortunados.”

“A pesar de que matar al dueño de esta tumba no era la solicitud.”

“Vamos a mostrarle el poder de” Heavy Masher “.”

“¡Arrodíllate ante la bendición de Dios!”

Todos sus compañeros gritaban juntos. Lo hicieron para sacarse el miedo de enfrentar a un rival fuerte como un Elder Lich.

“Defensa mágica…”

Lleno de determinación Greenham trataba de gritar las órdenes a sus compañeros, pero estaba rodeado con un sentimiento de temor. El origen de ese temor era el poderoso oponente que estaba de pie, delante de ellos, el Elder Lich.

“…¿Qué está haciendo?”

“¿Estará planeando… un ataque sorpresa?”

El Elder Lich no mostraba ningún signo de movimiento contra el equipo de Greenham. No elevaba su báculo, tampoco conjuraba algún hechizo, simplemente los estaba mirando.

Los compañeros de Greenham no podían ocultar su sorpresa ante esto. Sus expectativas de una inmediata batalla eran destrozadas. Pero también dudaban en atacar primero.

Los muertos vivientes albergaban odio hacia todos los seres vivos. Pero ciertos no-muertos sensibles, eran capaces de suprimir su odio para negociar. Si los vivos ofrecían una negociación, por lo general terminaría en un mal trato, pero si los muertos vivientes hacían la primera oferta, ha habido casos de personas que obtenían elementos antiguos que contenían un conocimiento ya olvidado.

Sería el mejor de los casos si no tuvieran que luchar contra un rival fuerte como un Elder Lich. Tal vez él estaba ansioso porque no pudo acabarlos con trampas o tal vez reconocía sus habilidades y estaba buscando una manera de arreglar las cosas en paz.

Teniendo en cuenta todos estos factores, habría sido absurdo atacar primero, ya que destruiría cualquier posibilidad de negociación. Una dura batalla, sin una ruta de escape establecida, llevaba enormes riesgos.

Los compañeros de Greenham se miraban el uno al otro, como si todos ellos hubieran llegado a la misma conclusión.

Era el trabajo del líder hablar como representante.

“Discúlpame, creemos que eres el dueño de esta tumba. Nosotros somos……”

El Elder Lich giraba su grotesco rostro hacia Greenham y elevaba su dedo huesudo a sus labios.

Lo que significaba: Cállate.

No era una acción apropiada de un Elder Lich, pero nadie era lo suficientemente valiente, no, nadie era tan estúpido como para decir algo así a tan fuerte oponente.

Greenham cerraba la boca obedientemente. En el pasillo lleno de silencio, él dudaba de sus oídos al escuchar “ese sonido” de nuevo.

El sonido de un chasquido, que él lo escuchaba no hace mucho. El ruido de algo golpeando en el suelo. Y había seis de ellos.

El equipo de Greenham nuevamente se miraban el uno al otro. No podían creer lo que oían.

Y todo el mundo caía en pánico.

“¡Quien ha sido! ¿Quién dijo que ese Elder Lich es el amo de esta tumba?”

“¡Lo siento! ¡Fui yo!”

“¿Qué diablos es esto? ¿Cómo esto puede tener sentido?”

“¡¡¡Nooooo!!! ¿¡cómo se supone que vamos a ganar contra esto!?”

“¡Incluso la bendición de Dios tiene sus límites!”

Detrás del primer Elder Lich, varios monstruos similares se mostraban a sí mismos. Había seis de ellos.

En total se observaban siete lanzadores mágicos no-muertos extremadamente fuertes.

Puesto que los siete eran el mismo tipo de monstruo, tenían métodos similares de ataque. En otras palabras, si alguien tuviera una manera de neutralizar sus ataques, era teóricamente posible derrotarlos a todos. Sin embargo, ninguno de ellos poseía un método para hacerlo, ni tampoco era posible poseer tales métodos.

En esta situación desesperada, Greenham y sus compañeros perdían toda su voluntad de luchar.

“Entonces, vamos a empezar.”

Siguiendo la voz del Elder Lich, que no mostraba siquiera un indicio de querer negociar, siete báculos subían lentamente. Al mismo tiempo, el grito de Greenham se hacía eco.

“¡Corran!”

Como si hubieran esperado esa orden, todos ellos corrían con todas sus fuerzas, en la dirección opuesta a los Elder Liches. Por supuesto, ellos no tenían tiempo para pensar en lo que había más allá del túnel. Sólo trataban de mejorar sus posibilidades de sobrevivir ante la embestida de los Elder Liches.

Lo que se observaba era una desesperada fuga. El bandido corría en la parte delantera y luego Greenham, entonces el lanzador de magia, a continuación, el clérigo y finalmente, el guerrero.

Todos corrían sin dudarlo.

En su descontrolada carrera observaban una esquina. Normalmente ellos estarían cautelosos por si un monstruo aparecía a la vuelta de esa esquina, pero teniendo en cuenta los pasos que venían detrás de ellos, no había tiempo para mirar cuidadosamente alrededor antes de seguir. Dejaban todo a la suerte y solo corrían.

Por un lado del pasillo, había una puerta de piedra, pero ellos tenían miedo de encontrarse con un callejón sin salida y no se molestaban en abrirla.

Fuertes sonidos metálicos resonaban en el pasillo, provenía de las personas que llevaban una completa armadura de placa, ellos sabían que eso podría atraer a otros monstruos, pero no había tiempo para lanzar ‘Silence’.

Solo Corría, corrían y corrían.

Después de girar en esquinas tras esquinas y de correr por el túnel a toda velocidad sin control alguno, ellos perdían su rumbo y ya no se podía decir dónde estaban. Si fuera posible, ellos desearían volver a la entrada, pero aun no podían relajarse.

“¿Todavía nos están persiguiendo?”

Greenham preguntaba, sin dejar de correr. La respuesta venía del guerrero, que estaba en la parte posterior.

“¡Sí! ¡Ellos también están corriendo!”

“¡Maldición!”

“¿¡Porque no dejan de correr hacia nosotros!? ¡Sólo tienen que usar magia de vuelo!”

“¡Si ellos usan magia de vuelo, entonces pueden simplemente atacarnos mientras nos siguen, idiota!”

“Vamos a encerrarnos en una habitación y pensaremos en algo…”

El lanzador mágico gritaba mientras jadeaba por falta de aire. Al menos él era el de mejor forma física de todos los miembros y parecía como si estuviera a punto de colapsar. Greenham decidía que este no era el camino a seguir. Ellos no podían durar más tiempo en estas condiciones.

Los monstruos no-muertos, como los Elder Liches, no sentían tal cosa como la fatiga. A este ritmo, eventualmente ellos los atraparían y masacrarían a los trabajadores exhaustos.

“¿Cómo es que hay tantos Elder Liches…?”

Era algo que desafiaba el sentido común.

“¡¿El dueño de esta tumba es algo aún más fuerte que un Elder Lich?!”

Esa era la única explicación que se le podía ocurrir. Pero ¿existía tal muerto viviente? Greenham no tenía la respuesta.

“¡Maldición! ¡Esta maldita tumba!”

El guerrero, en la parte trasera, gritaba, mientras respiraba con dificultad.

Como si esperara por ese momento, el suelo comenzaba a brillar y a reflejar sus siluetas. El brillo era lo suficientemente grande como para rodear a todo el grupo de Greenham.

“Argh!”

La voz de alguien resonaba como el sonido de un grito……….

Luego, sentían una sensación de flotar, pero era diferente a cuando cayeron antes.

♦ ♦ ♦

En la visión de Greenham no había nada más que oscuridad. Había algún tipo de crujido bajo sus botas y él sentía la sensación de estar hundiéndose lentamente, como si estuviera siendo arrastrado hacia un pantano. Por un momento entraba en pánico, pero esto no parecía demasiado profundo, ya que dejaba de hundirse después de ser sumergido cerca al nivel de su cintura.

Greenham hablaba, en el reino dominado por la oscuridad y el silencio, como si fuera un niño perdido en busca de sus padres.

“… ¿Hay alguien aquí?”

“Por aquí, Greenham.”

La voz de uno de sus compañeros, el bandido, sonaba. No se escuchaba demasiado lejos. Probablemente estaría a la misma distancia que ellos mantenían cuando estaban corriendo.

“… ¿Hay alguien más?”

No había respuesta. Era lo que él esperaba. Teniendo en cuenta que no había luz, el lanzador de magia o el guerrero probablemente no estaban aquí. Greenham debería considerarse suertudo de que al menos el bandido estaba con él.

“… Parece que sólo estamos nosotros.”

“Eso significa que… Chst, supongo que tienes razón.”

Greenham miraba a su alrededor, dando un paso hacia adelante. La profunda oscuridad estaba en todas partes e invocaba el temor de que él no sería capaz de decirse a sí mismo donde terminaba y donde comenzaba la oscuridad. No había señales de movimiento por ninguna parte.

“¿Deberíamos encender una luz?”

“Eso sería seguro.”

Él se preguntaba si su movimiento rompería este silencio, o activaría alguna trampa y otros pensamientos negativos sobre equivocarse aparecían en su mente. Sin embargo, los ojos humanos no podían ver en la oscuridad y ellos necesitaban algún tipo de fuente de luz.

“Espera un momento.”

Con la voz del bandido, algún tipo de ruido que se acercaba venía de la oscuridad y aparecía una luz.

La vista del bandido en un palo brillante, era la primera cosa que se podía ver. E innumerables objetos brillantes reflejaban la luz. Eso le recordaba a los tesoros en el mausoleo.

Pero este no era el caso.

Greenham apenas podía suprimir sus gritos y el bandido se veía como si estuviera a punto de tener una convulsión.

La luz traía innumerables reflejos. Los insectos llenaban toda la habitación y la identidad de esos reflejos eran las cucarachas. La habitación estaba llena de cucarachas, de varios tamaños, que iban desde las del tamaño de un dedo meñique a las que tenían más de un metro de largo. Además, estaban apiladas unas encima de otras, en un sinnúmero de capas.

La sensación de aplastamiento y el ruido de sus pies, habían sido las cucarachas. Teniendo en cuenta que llegaban hasta su cintura, él no quería imaginarse cuántas eran.

La habitación era tan amplia, que la luz no llegaba a las paredes. Teniendo en cuenta el área actual del palo resplandeciente, que tenía aproximadamente quince metros de ancho, él podía comprender más o menos, que tan ancho era el interior. Cuando levantaba la vista hacia el techo, podía ver un enjambre gigantesco de cucarachas reflejando la luz hacia él.

“¿Qué…………… es este sitio?

El bandido murmuraba en un tono de gemido. Greenham podía entender lo que él sentía. Ante este cuadro dantesco pensaba que si hablaba, todas las cucarachas comenzarían a moverse a la vez.

“¿Que es lo que está pasando?”

Aunque miraba a su alrededor con miedo, Greenham recordaba el último momento antes de que fueran transportados a la oscuridad. Pensaba en el círculo mágico que brillaba intensamente y le preguntaba al bandido.

“… ¿Era una trampa de piso?”

“Probablemente no sea el caso. ¿No era otra cosa? ¿Un hechizo diferente…?”

“Una trampa mágica de tipo tele transporte… Tal vez los Elder Liches lo lanzaron hacia nosotros.”

Existía la magia de tele transporte. Por ejemplo, la magia de tercer nivel que se utilizaba para huir, ‘Move dimensional’ era una de ellas, pero el lanzador sólo podía usar ese hechizo en sí mismo. La magia que los tele transportó y que podía ser utilizada en otras personas estaba muy por encima de eso…

“Hay quinto o sexto nivel de magia que puede tele transportar a un grupo de personas a la vez, ¿verdad?”

“Sí… creo que sí.”

“y pensar que ellos pueden utilizar ese tipo de magia…”

Un ser que puede usar magia de quinto nivel, por lo menos, era inaudito. Pero Greenham podía encontrarle el sentido a esto. Si había alguien tan fuerte como eso, entonces tenía sentido que él fuera capaz de gobernar sobre múltiples Elder Liches a la vez y dado que ellos eran inteligentes podrían ser fácilmente enviados y controlados de esa manera.

Greenham se daba cuenta de la verdadera magnitud del peligro que se ocultaba dentro de esta tumba y una sensación escalofriante llenaba su cuerpo. Al mismo tiempo, el odio por el conde, que les había hecho esta petición, comenzaba a hervir muy dentro de él. Por supuesto, las personas que habían tomado este trabajo eran Greenham y el resto de los trabajadores y habían puesto sus vidas como una moneda de apuesta a pesar de todos los riesgos. Ellos no podían decir algo al respecto.

Pero el conde debía haber tenido alguna información acerca de esta tumba. De lo contrario, no habría ofrecido esa exhorbitante cantidad de dinero para reunir a los trabajadores.

“¿Él hizo esto a propósito para retenernos? Maldita sea… Vamos a salir de aquí rápido. Este lugar…..nunca nos debimos haber metido aquí.”

“Muy bien, Greenham. Tu lideras, yo te seguiré.”

El bandido no parecía haberse dado cuenta o tal vez era mejor si no lo hacía.

Las cucarachas no se movían en lo absoluto.

Greenham miraba a las cucarachas que lo rodeaban. Teniendo en cuenta que sus antenas se movían muy ligeramente, no estaban muertas. Pero ellas no se movían para nada. Esto olía a un peligro desconocido.

“No, no puedes escapar.”

La voz de una tercera persona sonaba.

“¿Quién está ahí?”

Greenham y el bandido miraban a su alrededor en todas partes, pero no había ninguna señal de movimiento en toda la habitación.

“Ah, me disculpo. Éste ser es Kyouhukou, el encargado de este territorio perteneciente a Ainz-sama. Mucho gusto en conocerlos.”

Ambos dirigían la vista en la dirección de donde provenía esa voz y presenciaban una extraña escena. Apartando al enjambre de cucarachas, algo estaba tratando de subir.

El ser no estaba en el rango para que pueda ser atacado por un arma de combate. El bandido tranquilamente podría preparar su arco y Greenham tratar de sacar su honda y piedras, pero decidieron lo contrario. Él podría correr a través del enjambre de cucarachas, que llegaban hasta sus cinturas y cortarlos de inmediato.

El ser que aparecía, después de empujar a través de todas las cucarachas era otra cucaracha.

Pero sin duda, era diferente al resto de su especie. Esta cucaracha tenía unos treinta centímetros de altura y se paraba en su dos patas.

Llevaba una brillante capa roja decorada con lujosos hilos de oro alrededor del borde y una pequeña y linda corona de oro en su cabeza. Sostenido en su pata delantera estaba un cetro con una gema de color blanco puro incrustada en el extremo.

Lo más extraño de todo ello era que, a pesar de que se puso de pie sobre sus dos piernas, su cabeza estaba encarando a Greenham y al bandido. Si un insecto ordinario se pusiera de pie, su cabeza apuntaría al cielo. Pero el extraño ser frente a ellos no era así en lo absoluto.

Greenham y el bandido se miraban y decidían que Greenham estaría a cargo de la negociación. Después de confirmar que el bandido había colocado una flecha y la estuviera apuntando hacia abajo, Greenham le hablaba al Kyouhukou.

“¿Quién………….. Eres?”

“Hmm… Parece que no me oíste la primera vez. ¿Te gustaría que me presente una vez más?”

“No, ese no es el problema…”

Greenham se daba cuenta de que este no era el tipo de cosas para hablar ni preguntar.

“… Voy a ser honesto. ¿Quieres intercambiar?”

“Oh, oh, quieres un intercambio. Me siento muy agradecido con ustedes dos, por lo que no hay ninguna razón para no escuchar su propuesta.”

Las misteriosas palabras, “me siento muy agradecido”, ponía incómodo a Greenham sobre ¿qué es lo que le hacía sentirse agradecido exactamente? pero esto no era algo que ellos podían darse el lujo de preguntar, bajo tal circunstancia desventajosa.

“… Lo que queremos… es que nos dejes salir ilesos de este lugar.”

“Por supuesto, eso sería algo que tu desees. Pero incluso si dejas esta sala, estarías actualmente en el segundo piso de la Gran Tumba de Nazarick. Debo indicarte que sería muy difícil volver sobre la tierra.”

“Segundo piso…”

Los ojos de Greenham se abrían ante esas palabras.

“Así que la puerta debajo del mausoleo, en la superficie, llevaba al primer piso?”

“¿Eso es inusual?”

“No, sólo quería confirmarlo.”

“Ja, ja, ja, te tele transportaste desde el primer piso, así que puedo entender tu confusión.”

Mirando al Kyouhukou, que estaba explicando el diseño de la estructura de la tumba, Greenham sentía un escalofrío correr por su espalda, como si una cuchilla de hielo estuviera apuñalándolo por su espalda. Era consecuencia del miedo que se producía al darse cuenta de que su teoría anterior era correcta.

En otras palabras, alguien había utilizado, de alguna manera, la magia de tele transportación como una trampa. ¿Qué clase de magia era y qué tipo de habilidades mágicas habría que requerir para usarla? Él no era un lanzador de magia, pero se daba cuenta plenamente de las consecuencias. Y estas eran terribles.

“… Por supuesto, tú podrías decirnos la manera de salir de esta tumba, así que… Hmmm, no te vamos a pedir mucho. Simplemente déjanos salir de esta habitación.”

“Hmm hmm.”

“Vamos… Te daré lo que quieras.”

“¿Eso es así?…”

El Kyouhukou asentía y parecía como si estuviera concentrándose al pensar.

Pasaba un poco de tiempo, en un silencio absoluto. Entonces, el Kyouhukou asentía como si hubiera entendido y comenzaba a hablar.

“Éste ya tiene en su mano todo lo que alguien podría desear. Dudo que seas capaz de darme algo que desee.”

El Kyouhukou, levantando su pata, detenía a Greenham quien estaba a punto de hablar y continuaba.

“Pero pareces estar confundido en cuanto al por qué te estaba dando las gracias anteriormente, por lo que deseo darte una explicación. Verás, mis súbditos se están cansando del canibalismo. Para ti, ¿quién crees que será la comida que servirá como una solución? Te doy las gracias una vez más.”

“¡¡¡Quéeee!!!”

En el momento en que el bandido captaba lo que se había dicho, disparaba la flecha. La flecha veloz avanzaba a través del aire, pero era envuelta por la capa roja del Kyouhukou y caía al suelo.

La habitación empezaba a temblar.

Innumerables sonidos empezaban a venir de todas las direcciones y se intensificaban.

Un maremoto estallaba. Era una inmensa ola de un mar negro.

“Esto puede ser lamentable para ustedes dos, pero ahora es el momento de tenerlos para la cena.”

La ola gigantesca tragaba a Greenham y al bandido. Era realmente como si estuvieran siendo arrastrados por las corrientes.

Mientras estaban siendo envueltos por el torbellino negro, Greenham abofeteaba a las cucarachas, que habían logrado meterse en las aberturas de su armadura. No había ninguna arma que funcionara bien contra una horda de estos pequeños insectos, ni tampoco poseían un método para hacer un ataque con área de efecto. Era más rápido utilizar las manos que cualquier otra cosa. Debido a eso, ellos ya habían abandonado sus armas, que hacía tiempo habían desaparecido.

Greenham hacía todo lo posible para luchar y agitarse salvajemente a su alrededor, pero debido a un sinnúmero de cucarachas que lo sostenían, apenas podía moverse. Era un movimiento que se asemejaba a alguien ahogándose. El único sonido que Greenham podía oír era el de innumerables cucarachas arrastrándose sobre él.

El bandido ya había sido arrasado y su voz no se escuchaba por ninguna parte. No, era natural que Greenham no pudiera oír su voz. El bandido no podía hablar con todas las cucarachas que se habían arrastrado hacia su boca, garganta y estómago.

Greenham sentía las sensaciones de dolorosas picaduras que se producían en todo su cuerpo. Era el dolor de las cucarachas, que se habían deslizado dentro de su armadura lentamente y lo estaban carcomiendo.

“Detengan………”

Greenham trataba de gritar, pero de inmediato se ahogaba por las innumerables cucarachas que inundaban su boca y obstruían su garganta. Trataba de vomitar con todas sus fuerzas, pero las cucarachas se mantenían arrastrándose por la pequeña abertura de su boca. Luego comenzaban a revolotearse alrededor.

Algo se había metido dentro de su oído, el crujido era persistente y lo suficientemente fuerte como para darle escalofríos.

Innumerables cucarachas se arrastraban y comían su rostro. El sentía dolor en sus párpados, pero no se atrevía a abrir los ojos. Era obvio lo que pasaría si alguna vez los abría.

Greenham entendía lo que le iba a pasar. A este ritmo, sería devorado vivo por estas voraces cucarachas.

“¡¡¡¡¡No quiero esto!!!!!”

Greenham gritaba con desesperación y las cucarachas se metieron en su boca una vez más. Ellas se arrastraban, tratando de moverse hacia su garganta. Entonces algo blando, una sensación de algo cayendo hacia su estómago. La sensación desagradable de las cucarachas retorciéndose dentro de su estómago le daba ganas de vomitar.

Greenham resistía con todas sus fuerzas. Él no quería este tipo de muerte.

Greenham trabajaba para tener el estatus que había alcanzado, con el único propósito de mostrárselo a sus hermanos.

Él había reunido suficiente dinero para vivir cómodamente, sin tener que trabajar nunca más. Gracias a su fama, podía casarse con una chica hermosa, que nunca sería capaz de encontrarla en un pueblo regular. Se había convertido en un ganador en la vida, superando con creces la vida de sus hermanos, que le habían negado su riqueza y lo habían echado de su hogar.

Él no quería morir aquí.

“¡Abrrwargagh! ¡¡¡¡¡¡¡Voy a regresar vivo!!!!!!!”

Greenham gritaba, mientras escupía a las cucarachas, que las había aplastado con su boca.

“… Estás resistiendo muy valientemente. Entonces te daré un poco más.”

Incluso los desesperados gritos de Greenham eran enterrados debajo el remolino negro, en cuestión de segundos.

♦ ♦ ♦

Sus ojos se abrían.

Lo que venía a su visión era un techo extraño. Estaba hecho con piedras y tenía objetos blancos brillantes incrustados en él. Trataba de mirar a su alrededor para entender cómo había llegado aquí, pero se daba cuenta de que su cabeza no se movía en lo absoluto. No, no era solo su cabeza, no podía mover su cuerpo entero. Era como si algo estuviera atado alrededor de sus muñecas, tobillos, cintura y pecho.

Esta situación incomprensible lo llenaba de miedo y quería gritar, pero algo estaba atascado en su boca, por lo que no podía hablar ni cerrar la boca completamente.

Cuando desesperadamente trataba de mirar a su alrededor con el esfuerzo de sus ojos, una voz hablaba.

“Oh, ¿estás despierto?”

Era una voz gutural. Era difícil decir si la voz le pertenecía a un hombre o a una mujer.

El ser que aparecía ante sus ojos inmóviles era un monstruo repugnante.

Tenía el cuerpo de un ser humano, pero la cabeza de un pulpo deforme. Los seis largos tentáculos, que se retorcían estaban unidos a su cabeza, extendiéndose a lo largo de todo su cuerpo hasta sus muslos.

El color de su piel era de un blanco lechoso, como la carne cerosa de alguien que se había ahogado. En su hinchado y cadavérico cuerpo tenía una ropa hecha con cuero negro, que apenas cubría algunas partes de su cuerpo. La tela estaba fuertemente envuelta alrededor de su cuerpo, como un hilo carnicero atado a un trozo de carne, todo esto solo podía ser descrito como grotesco. Si una belleza llevara esa ropa, habría sido atractiva, pero verlo en un monstruo como éste era nauseabundo.

En cada mano había cuatro dedos palmeados. Tenía las uñas largas, con un extraño y bizarro arte en ellos.

Este extraño ser heteromorfo giraba la pequeñas pupilas lechosas de sus ojos azules hacia él.

“Fufufu, ¿has dormido bien?”

“Hff, hff, hff hff.”

Miedo y pánico. Preso de esas dos emociones, sólo podía dejar escapar el sonido de un respiro forzoso. El monstruo tocaba su mejilla suavemente, como si fuera una madre tratando de calmar a su hijo asustado. Pero los sentimientos fríos y blandos de esa mano le enviaban escalofríos por todo su cuerpo.

Habría tenido un perfecto sentido si el olor acre de la sangre o el olor a carne podrida flotaran sobre ella, pero la criatura olía a flores aromáticas. Esto sólo amplificaba su miedo.

“Oh pobre y pensar que serías reducido a esto. No hay necesidad de tener miedo.”

El monstruo miraba hacia la parte inferior de su cuerpo. Al sentir la sensación del aire en su piel, él se daba cuenta de que estaba desnudo.

“Hmm, pensaba si podría preguntar por tu nombre.”

El monstruo ponía su delgado dedo sobre su mejilla e inclinaba su cabeza mientras le preguntaba. La pose habría lucido bien si era una belleza, pero un monstruo que parecía un cadáver ahogado con un pulpo en vez de una cabeza, lo único que daba era asco y miedo.

“………”

El monstruo sonreía al prisionero, que sólo podía mover sus ojos. Los tentáculos cubrían su boca y su expresión apenas cambiaba. A pesar de eso, él sabía que ese monstruo estaba sonriendo, porque se daba cuenta en como sus ojos se habían achicado.

“Ufufu, no quieres hablar ¿no? Qué lindo. No seas tan tímido.”

El dedo del monstruo se deslizaba sobre su pecho, era como si estuviera escribiendo algo, pero todo lo que él podía sentir era el descomunal dolor producido por su corazón siendo arrancado.

“Onee-san te dirá su nombre pri-me-ro…..”

Lo decía con una voz seductora y dulce, que sonaba como si los latidos de su corazón estallarían hacia afuera por esas palabras.

“Soy la recolectora especial de información de la Gran Tumba de Nazarick , Neuronist. Jeje, también me llaman “la interrogadora”.”

Sus largos tentáculos se retorcían apartándose y revelaban una boca circular en la base de sus tentáculos. En medio de las hileras de dientes afilados, un tubo,que se parecía a una lengua, salía. Realmente parecía una paja roja.

“Voy a succionarte y dejarte seco con esto en breve.”

¿Qué significa eso de “succionarte y dejarte seco”?

Él Trataba de mover su cuerpo preso del pánico, pero era firmemente sujetado hacia abajo.

“Ahora, ahora. Fuiste capturado por nosotros.”

Eso era correcto. Su último recuerdo era de Greenham y el bandido desapareciendo justo frente a él. Entonces, perdía el conocimiento y se despertaba en su actual situación.

“Tu deberías saber dónde estás, ¿no?”

Neuronist sonreía antes de continuar.

“Esta es la Gran Tumba de Nazarick. El lugar donde el último de los 41 seres supremos, Momon….. quiero decir ,Ainz-sama, reside. Es el más sagrado de los lugares.”

“¿Heinhu sawa?”

“Sí, Ainz-sama.”

Neuronist lo entendía perfectamente, a pesar de su incapacidad para hablar correctamente y deslizaba su mano por su piel.

“Uno de los 41 seres supremos. Él gobernó sobre los demás seres supremos en el pasado y es muy, muy genial. Una vez que te fijas en él desearás jurarle lealtad con todo tu corazón. Si Ainz-sama me llamara siempre a su cama, no me importaría ofrecerle mi primera vez.”  ( ͡° ͜ʖ ͡°)

Ella se movía, no se contorneaba, se sacudía, como si estuviera avergonzada.

“Hey, ¿quieres escuchar algo?”

Como una chica tímida que juega con su dedo, ella trazaba unas letras a través de su cuerpo desnudo.

“Una vez, Ainz-sama estaba mirando mi cuerpo. Era la mirada de un hombre seleccionando a su objetivo para cazarlo. Luego, volteaba su cara, como si estuviera avergonzado. Eso hacía que yo apretara mi pecho y enviaba escalofríos a mi espalda.”

De pronto ella se detenía y llevaba su rostro más cerca, como si tratara de mirar profundamente a sus ojos. Él intentaba con todas sus fuerzas alejarse de la cara grotesca, pero no podía mover su cuerpo en lo absoluto.

 “A pesar de que esa mocosa de Shalltear y la calabaza fea de Albedo están buscando la atención de Ainz-sama, sigo siendo más atractiva. ¿No lo crees?”

“Wevs E TAC wnph hoo” (Sí, si lo creo.)

¿Qué pasaría si él se atreviera a estar en desacuerdo? Ese miedo lo obligaba a gruñir su mudo acuerdo.

Neuronist aplaudía con sus manos y miraba alegremente hacia el aire. Se veía como una fanática rezándole al cielo.

“Fufufu, eres un buen chico. ¿O no estás diciendo los hechos tal como son? Pero ¿por qué Ainz-sama no me llama?…”

*Suspiro*

“…. Ainz-sama …”

*Suspiro*

“Incluso su abstinencia es increíble … “

La forma en que su cuerpo se estremecía de alegría, hacia recordar a los movimientos de un gigantesco gusano retorciéndose.

“… Haaa, esto hace que mi cuerpo se sienta electrificado. Ara, lo siento. He estado hablando sólo de mí misma.”

“No me hagas caso.”

Neuronist ignoraba sus pensamientos y continuaba.

“Ahora ¿debería contarte acerca de tu destino? ¿Sabes lo que es un coro?”

Él parpadeaba ante la inesperada pregunta. Mirando su expresión sorprendida, Neuronist suponía que él no sabía lo que era un coro, así que le explicó.

“Un coro es un grupo de gente que canta himnos alabando al amor y la gloria de Dios. Quiero que te conviertas en uno de ellos, junto con todos tus amiguitos.”

Si eso era todo, entonces no era complicado. Él no estaba muy seguro de su canto, pero tampoco tenía un tono sordo. ¿Realmente este monstruo estaba hablando de algo como cantar? Él no podía ocultar su malestar, esto lo hacía elevarse como la marea y miraba a Neuronist.

“Así es, un coro. Incluso los tontos como tú, que no han jurado lealtad a Ainz-sama, pueden dedicar sus voces para cantar sus alabanzas. El objetivo es un coro. ¡Ah, qué electrizante! Esta será la música evangelista de Neuronist dedicada a Ainz-sama.”

Un color nublado se extendía en sus repugnantes ojos. ¿Era porque estaba excitada por sus pensamientos? Sus dedos se movían como gusanos.

“Fufufufu, ahora te presentaré a los que te apoyarán en tu coro.”

Como si hubieran estado esperando en una esquina, varias figuras aparecían a la vista.

Producto de su sorpresa el dejaba de respirar en el momento en que los veía. Era obvio que eran criaturas malvadas.

Los negros delantales de cuero se aferraban con fuerza a sus figuras. Sus pieles eran espantosamente pálidas, casi transparentes y sus venas moradas eran visibles, como si la sangre que circulaba a través de ellas fuera de color púrpura.

Llevaban apretadas máscaras de cuero negro, sin aberturas visibles, esto despertaba su curiosidad, en cómo ellos podían ver y respirar. También sus brazos eran largos. Ellos tenían cerca de dos metros de altura, pero sus brazos eran lo suficientemente largos ya que llegaban hasta sus rodillas.

Cada uno de ellos tenía una correa en su cintura, con numerosas herramientas colgando de ellas.

Habían cuatro de ellos en total.

“Son “torturadores”. Ellos me ayudarán ayudándote a cantar una hermosa canción.”

Una premonición peligrosa aparecía en su mente. Finalmente se daba cuenta de lo que significaba el canto y luchaba por escapar. Sin embargo, aún no podía moverse.

“No servirá de nada…… Eso no se romperá con alguien de tu fuerza. Ellos te lanzarán magia curativa una y otra vez, así que puedes conseguir un montón de oportunidades para practicar.”

Neuronist decía esto como si estuviera extendiendo su mano misericordiosa hacia él, pero ella lo hacía con los más perversos propósitos.

“Thnd du mus!” (No me hagas esto!)

“¿Mmmm? ¿Por qué dices eso? ¿Quieres que paremos?”

Neuronist le preguntaba, con una voz baja al hombre que tenía lágrimas en los ojos. A continuación sus seis tentáculos se retorcían.

“Escúchame bien. Él se quedó con nosotros, quienes fuimos creados por los 41 seres supremos. Por eso se nos permitió existir. Nuestra existencia es para servirle a él exclusivamente. ¿Tú crees que vamos a mostrar siquiera una pizca de misericordia a unos sucios ladrones que trajeron barro a este santuario, donde tan magnifico ser reside? ¿De verdad crees eso?”

“Gwpph Auf lirru! “(Lo siento mucho!)”

“Je je je, eso es correcto. El arrepentimiento es una cosa valiosa.”

Neuronist tomó una varilla delgada de alguna parte. En el extremo de la varilla había picos, que tenían aproximadamente cinco milímetros de largo.

“Vamos a empezar con esto.”

Neuronist le explicó amablemente cada pequeño detalle al hombre, que no entendía nada de esa herramienta.

“Mi creador solía sufrir de un pequeño problema llamado “piedras en el riñón”. Para rendirle homenaje a eso, vamos a empezar con esto. Como la herramienta es muy pequeña, no creo que tengamos muchos problemas poniéndola dentro de tu cuerpo.”

“Thnd du mus!” (No me hagas esto)

Neuronist ponía su rostro más cerca hacia el hombre, que estaba gritando al darse cuenta de lo que le iba a pasar.

“Vamos a pasar mucho tiempo, pero mucho tiempo juntos. No deberías comenzar a llorar, porque esto es sólo el principio.”