Overlord

Volumen 7: Los Invasores de la Gran Tumba

Capítulo 2: Mariposa Enredada en una Tela de Araña

Parte 4

El gran mausoleo se encontraba en el centro de las ruinas. Estatuas gigantes de guerreros que parecían que iban a volver a la vida en cualquier momento rodeaban la gran cripta. Eran como caballeros protegiendo a su rey. Hekkeran se escondía a los pies de la estatua del guerrero que estaba mirando en dirección de una de las criptas más pequeñas.

Al poco tiempo, Hekkeran notaba que cinco hombres corrían desde la cripta más pequeña. Se movían rápido y aún así Hekkeran lograba ocultarse observando en diversas direcciones, medio paranoico, por si alguna persona pudiera estar espiándolos o adelantándose a algún suceso extraño. Confirmando que el grupo que venía hacia ellos estaba en buenas condiciones y libres de peligro suspiraba aliviado.

Escondido en la sombra de la estatua gigante dirigía su mirada hacia Greenham quien al notarlo comenzaba a correr tras él tan pronto captaba el mensaje.

“¿Estás seguro de llegar tarde Greenham?”

“Gracias por esperarnos todo este tiempo.”

“No decidimos el tiempo para reunirnos por lo que está bien. En su lugar, vamos a cambiar la ubicación y a continuación decidir qué vamos a hacer.”

Habiéndose puesto de acuerdo, Hekkeran se agachaba y lo guiaba con cautela por el camino.

Unos pasos más adelante, le preguntaba a Greenham.

“Sólo te quiero preguntar, ¿Tu equipo descubrió algún tesoro?”

No podía ocultar su emoción al recordar cómo se había sentido y su boca se convertía en una sonrisa diciendo:

“Por supuesto, una carga gigantesca. El viejo dijo lo mismo.”

“Todos ustedes también opinaban lo mismo. Venir a este cementerio fue la decisión correcta.”

“Es verdad. Doy las gracias a los grandes hombres enterrados aquí.”

“Hummm. Puede ser así, ¿Pero ya que encontramos tantos tesoros, debemos considerar la posibilidad de que puede no haber nada donde esté enterrado el maestro de esta tumba?”

“Bueno, creo que va a ser lo contrario y apuesto que seguro que habrá aún más.”

“Hummm, ¿cuánto estás apostando?”

“Excelente!! Voy a encontrar más y puedo conseguir una suma decente de ti, también. Esto es mejor de lo que pensaba. Ah, el problema es que ambos estaríamos apostando lo mismo.”

Ambos hombres no hacían ningún ruido pero de sus bocas se veían salir amplias sonrisas.

“Es verdad. A propósito, ¿qué es eso?”

Delante de Greenham, además de los pies de una estatua gigante, se observaba algo así como una tabla de piedra.

“¿Esto?”

Hekkeran seguía avanzando, mientras daba a Greenham una respuesta. Las palabras escritas en ella eran algo que los tres primeros equipos que habían llegado antes que él nunca había visto. Desconociendo su significado se aferraba a la débil esperanza de que el equipo de Greenham podría saberlo.

“Algo así como una tabla de piedra, grabado con lo que podrían ser palabras.”

“¿Grabado con lo que podrían ser palabras? ¿Por qué eres tan enigmático acerca de esto?”

“Es un idioma desconocido. No es la lengua nacional del Reino o el Imperio, o incluso las lenguas antiguas de la región. Puede que no sea lenguaje humano tampoco. Pero puedo leer el número 2.0 aquí.”

“¿Números? Pensando en ello con sentido común, debe ser el año en que este lugar fue construido. Pero el número es demasiado pequeño.”

“Arche piensa que podría ser una contraseña para algo en las ruinas… Bueno, sólo debemos tenerlo en cuenta.”

“Bien, vamos a hacer esto.”

A medida que pasaban por las estatuas gigantes y subían por la larga y estrecha plataforma inclinada formada por el ataúd de piedra, observaban una entrada abierta.

“El hedor de los muertos.”

“Ahhh. Es, como el olor de la niebla espesa en las Llanuras Kattse.”

Greenham estaba de acuerdo con Hekkeran y con voz suave realizaba sus comentarios.

No era un fuerte hedor nauseabundo, pero se percibía el olor de los muertos vivientes y estaba acompañado por el frío que se sentía en el cementerio. Esto podría ser un hermoso cementerio, pero definitivamente había muertos vivientes aquí.

Mientras avanzaba el grupo se preparaba y observaban un gran espacio que se proyectaba hacia el interior y decidían ingresar. Numerosas plataformas de piedra habían sido colocadas a la izquierda y la derecha y en el otro lado estaban las escaleras que conducían hacia abajo. Tan pronto la puerta era abierta completamente una atmósfera inquietante salía desde su interior.

“Por aquí.”

Con Hekkeran a la cabeza, Greenham y los otros avanzaban por las escaleras.

En la parte inferior de la escalera había una cámara funeraria con una puerta en el otro lado. Aparte de eso, no había otras puertas que se pudieran ver.

Era más estrecha que la cripta de arriba, pero había un montón de espacio. “Foresight” el equipo de Hekkeran, ‘Tenmu’ de Eruya y el equipo de Parupatra estaban todos aquí.

“Bien, entonces, ¿qué debemos hacer ahora? Nuestro plan era separarnos y recoger información. ¿Alguna nueva idea después de haber buscado en las criptas?”

Habiendo planteado sus ideas e inquietudes, Hekkeran observaba a todos los que se habían reunido buscando respuestas.

No parecía haber ninguna nueva idea. ¿Era la codicia la que brillaba en sus ojos o era simplemente un reflejo de la luz? No estaba claro, pero los ojos de todos se mostraban muy animados. Todo el mundo parecía estar lleno de emoción y no podían esperar para ir al cementerio.

“Una sugerencia. Mi equipo buscará puertas ocultas y buscaremos afuera.”

Esas era las palabras de su líder, pero sus miembros parecían descontentos con él.

La causa de su malestar eran los tesoros que habían observado. No podían estar de acuerdo incluso si era la opinión de su líder, el que poseía mucha experiencia. Probablemente estaban imaginando una montaña de tesoros volando y escapando delante de sus ojos.

“¿Qué estás diciendo? Estuvimos buscando en la superficie, pero no lo hicimos tan a fondo. Existe la posibilidad de que una de las criptas más pequeñas tenga un pasaje oculto en el interior, ¿no? ¿No creen que vale la pena explorar el resto del cementerio?”

“El Anciano tiene un punto. He oído que incluso en las Ruinas Sasasharu, la que los bardos cantan todo el tiempo, tiene un paso seguro que conduce directamente al centro de la ruina a pocos pasos de la entrada.”

“Ah, Greenham. Hemos inspeccionado todo el camino hasta esta habitación, pero no encontramos ningún pasaje oculto.”

“Es por eso que me estoy ofreciendo para ello. Como compensación para mi equipo a tomar el menor trabajo, ¿qué hay de darme una parte del botín que ustedes encontrarán en este piso? Sí, ¿Qué les parece un diez por ciento de cada equipo? Y mañana, que mi equipo sea de los primeros en buscar en el piso debajo de éste.”

“No tengo ninguna objeción a esa propuesta.”

El primero en hablar era Greenham. Hekkeran aceptaba a continuación.

“¡Bueno, todos estamos de acuerdo, entonces! ¿Y tú Uzruth?”

“No me siento cómodo con esto, pero ya que es sólo un diez por ciento, que así sea.”

El anciano simplemente sonreía ante el comentario sarcástico realizado. Al final, era Eruya el que hacía una expresión amarga al comprobar que su actitud sarcástica no había recibido ninguna respuesta.

“Ah, viejo. ¿Te puedo pedir un favor, ya que vas a pasar por allí? Encontramos una bandera hecha con hilo de oro en la cripta en que buscamos, pero parecía demasiado complicado cargarla. ¿Le podríamos molestar si le pedimos si la puede recuperar?”

“Estoy de acuerdo con Hekkeran. Podría ser una molestia, pero ¿podrías ayudarnos a sacarlos?”

“En ese caso, tome el mío también.”

Eruya hacía un gesto con la barbilla a uno de los elfos y a continuación ella sacaba un gran pedazo de tela para ponerlo en el suelo, mientras se tambaleaba bajo su peso.

“Entendido. Aparte de estos, ¿hay algo más que quieres que guarde o lleve de vuelta?”

El silencio era la respuesta a la pregunta de Parupatra.

“¡Muy bien! Como he propuesto antes, mi equipo va a buscar en la parte superior. Sean cuidadosos. Está bien si dejan algo valioso para mí.”

“Jaja, podemos dejar un par de monstruos para usted, pero no le vamos a dejar ni una sola moneda atrás.”

Las risas eran continuas y bulliciosas cuando Hekkeran dijo a los otros:

“¿Vamos?”

De inmediato todo el mundo estaba de acuerdo y empezaron a avanzar. Sus ojos brillaban plenos de codicia y todos querían tomar la delantera. Todo estaba ya definido y enrumbaron sus pasos hacia las ruinas desconocidas de la gran tumba subterránea.

A medida que abrían la puerta se observaba que sólo había un camino que conducía hacia lo más profundo. Como se esperaba, se mantenía limpio y ordenado.

Cosas como moho y musgo no se encontraban en el pasillo de piedra, había algunas muescas en la pared donde figuras con forma humana, envueltas en ropa de entierro, habían sido colocados. No había olor a cadáveres ahí. En su lugar, había un aire frío y el olor de los muertos-vivientes.

Había luces blancas azuladas parpadeando en el techo a una distancia fija entre sí. Sin embargo, ya que la distancia entre ellas era bastante grande, había un poco de oscuridad en el camino. La luz permitía que se movieran libremente, pero no era lo suficientemente fuerte por lo que deberían tener cuidado, pues podrían perderse algo. Sería peligroso si no tenían una fuente alternativa de iluminación.

“…Rob. ¿Alguna reacción de no-muerto en ese cadáver?”

“No nada.”

Arche agradecía a Rob y caminaba hacia el cadáver que se encontraba en la bolsa de plástico. Hizo un corte con su cuchillo. Observando sus acciones, el otro equipo también enviaba uno o dos miembros para investigar el cadáver dentro de la bolsa para cadáveres.

“… A partir de la altura y constitución, la posibilidad de que este cuerpo sea humano es alta. Un hombre en plena madurez.”

“No lleva ropa, así que es difícil saber cuál es el periodo de tiempo de estas ruinas.”

“Pero esta ruinas están llenas de misterios. La arquitectura, el método de entierro y el período de tiempo son todos desconocidos. Tal vez es algo de hace seiscientos años.”

“…Si eso es cierto, este será un hallazgo histórico.”

Para la gente que hacía investigación, esto podría ser un tema que valía la pena discutir, pero ellos estaban aquí para hacer un trabajo.

Habiendo recibido miradas frías de Hekkeran y Greenham, apresuradamente anunciaba que la investigación no era el propósito del trabajo.

“El período de tiempo y el fondo de las ruinas son todavía un misterio.”

“Entendido. ¿Vamos a seguir adelante? Personalmente, quiero matar a algunos monstruos.”

Coincidiendo con el insatisfecho Eruya, el grupo seguía adelante, pero al poco tiempo se detenían.

Sus posturas estaban listas para sacar sus armas.

Sonidos de huesos crujiendo se oían adelante.

A pesar de la poca iluminación del ambiente se podían ver las figuras de los no-muertos adelante.

Habiendo cerrado la distancia e identificando plenamente a los opositores, los trabajadores se sacudían como si estuvieran viendo algo increíble y hablaban en voz baja.

“¿No es demasiado …”

“Hey, ¿Es enserio …”

“¿Queee? ¿Hay sólo esqueletos?”

En el momento en que alguien finalmente dejaba escapar el nombre del monstruo, el grupo no podía soportarlo más y estallaba en carcajadas.

“¡¡Ey, ey, ey!! ¿El enviar solo esqueletos no es algo tonto? Tenemos mucha gente aquí ¿están bien?”

La aparición de monstruos de aspecto esquelético que eran muy similares no permitían su plena identificación y hacía difícil saber de qué tipo eran.

Sin embargo, era fácil juzgar que eran esqueletos normales por el aire y hedor que despedían.

“Incluso si estos son exploradores, deberían envían monstruos más fuerte. ¡Ya lo tengo! O no hay monstruos que controlen este cementerio, o son demasiado incompetentes y no logran entender lo fuertes que somos.”

“¡O son tan idiotas que ni se han dado cuenta de que nos hemos infiltrado!”

No podían dejar de reír.

“¡Un momento!. Eso es imposible para los esqueletos. ¿O tal vez todos los tesoros de esta ruina se colocaron en la cripta de la superficie?”

“Eso sería terrible.”

Para los trabajadores que estaban a la par con los aventureros mithril, los esqueletos eran demasiado débiles. Y los trabajadores incluso les superaban en número.

Estaban frente a los seis esqueletos y se miraban los unos a los otros pensando acerca de quién debería ir.

“Yo no quiero.”

Eruya rápidamente declaraba. Era fácil de entender cómo se sentía.

“Entonces voy yo.”

Greenham lo decía y se dirigía a la parte delantera.

La mente débil de los esqueletos parecía estar pensando en algo. Probablemente estaban pensando en abrumar al guerrero solitario. O tal vez que estaban considerando algo más.

Los esqueletos atacaban en grupo, juntos y…

Eran fácilmente destruidos por el escudo y el balanceo del hacha.

Sólo estaba tomando unos segundos. Tal vez menos.

En su avance aplastaba a los seis esqueletos y pisaba sus restos, Greenham suspiraba como si estuviera cansado. No era la fatiga de la batalla, sino el hecho de comprobar que el primer rival en esta gran ruina era muy débil, el nivel más bajo de esqueletos muertos vivientes.

“¡Que frágiles! ¿Solo esqueletos después de todo? Puede que sea así, pero sería tonto volverse descuidado. ¡Mantengan la posibilidad en su mente de que poderosos no-muertos podrían aparecer y avancen con mucha precaución!”

Habiendo escuchado las palabras de Greenham sus rostros cambiaban la expresión y la anterior era reemplazada por una de preocupación. Continuaban avanzando hacia las profundidades de las ruinas. Aún así sus corazones se llenaban de alegría anticipando la satisfacción de encontrar los tesoros que tenían por delante.

♦ ♦ ♦

“Je Je je, ya se fueron. Al fin…”

“Lo hicieron. Puede ser que sean trabajadores, pero estamos trabajando en el mismo equipo ahora, por lo que somos colegas en este trabajo. Será genial si regresan sin peligro… Momón-san, ¿qué opina?”

“…Todos ellos morirán.”

Ainz respondía con una voz profunda, impresionando al líder del equipo de aventureros.

… ¡Oh, no! ¡Dije mis pensamientos en voz alta!

“Eh.., oh…, quiero decir, están preparados mentalmente para esa posibilidad. Después de todo, estas son ruinas desconocidas. No hay forma de saber qué peligros les esperan. El aferrarse a grandes esperanzas sólo resultará en una gran decepción.”

“Ya veo, así que es asi como… Lo siento por lo que le preocupa.”

… Yo estaba improvisando y… ¿estuvo de acuerdo conmigo? Bueno, eso funciona muy bien para mí.

El líder del equipo bajaba la cabeza porque pensaba ciegamente que las palabras del hombre de rango adamantino eran correctas.

Ainz se esforzaba en dar una respuesta llena de buenas intenciones y actitud amistosa. Durante el viaje a Nazarick esto le había dado buenos resultados.

“Como lo habíamos planeado, en primer lugar voy a tomar un descanso.”

Ainz se dirigía hacia su tienda de campaña que era, por supuesto, compartida con Nabel. Como su tienda estaba a una cierta distancia, algunas personas asumían que era para evitar que otros oyeran gemidos. O más bien, eso era lo que escuchaban del líder ahora.

En comparación con los trabajadores, el líder del equipo sentía más camaradería con Momón que también era un aventurero y compartía libremente la información que obtenía de los trabajadores.

Ainz y Nabel cerraban la entrada de la tienda tan pronto ingresaban. Ellos se asomaban por las dudas y nadie parecía estar mirándolos. De hecho, había gente que intencionalmente hacía una demostración de no preocuparse.

“… A pesar de que dijeron que esto era un nido de amor, no se podia negar que fue probablemente la decisión correcta. Ellos no hacen nada sospechoso a pesar de que nuestras tiendas están más lejos, no prestan atención a este lugar y no se acercan.”

Había desventajas también, pero los beneficios las superaban con creces.

Ainz se quitaba el casco y revelaba su rostro esquelético.

“Bueno, entonces, Nabe… No, Narberal. Volveré a Nazarick y enviaré a Actor de Pandora para reemplazarme como estaba previsto. Si algo le pasa, mientras tanto, resuélvelo tú misma.”

“Como usted mande, Ainz-sama.”

“Hummm. Ponte en contacto conmigo si sucede cualquier cosa.”

Ainz disipaba la magia que creaba su armadura y espada, al mismo tiempo el peso del casco desaparecía de sus manos. El sentimiento de libertad al quitarse la armadura hacía que Ainz dijera un “ahhh” de alivio, aunque no era tan duro con él. Era la misma razón por la que estaba rotando los hombros que no estaban rígidos en absoluto. Estas acciones eran producto del recuerdo de su tiempo como un ser humano.

“… Vaya, Vaya…”

A veces, estas reacciones producto de emociones humanas residuales de tiempos anteriores eran problemáticas.

Si él pudiera manejar cada situación con calma, las circunstancias podrían ser diferentes ahora. Sin embargo, si perdía todos los restos de sus emociones humanas, él no amaría la Gran Tumba de Nazarick tanto como lo hacía ahora. El anhelo que el humano Suzuki Satoru tenía por sus amigos probablemente desaparecería también.

Mientras Ainz sonreía irónicamente, lanzaba su magia. Pensamientos como los restos de su humanidad se habían ido a las profundidades de su mente y ahí se atesoraban. Ainz no era una persona con talento que podía concentrarse en dos o tres cosas a la vez. Tenía que dejar todo a un lado para concentrarse en lo que estaba realizando.

Su hechizo era ‘Greater Teleportation’.

Ya que llevaba su anillo, Ainz pasaba a través de la barrera de la Gran Tumba de Nazarick, todo el camino hasta la entrada de la Sala del Trono.

“Bienvenido de nuevo, Ainz-sama.”

Casi simultáneamente, una voz de una mujer hermosa le daba la bienvenida a su regreso.

“Estoy de vuelta, Albedo.”

La señorita que hacía una profunda reverencia levantaba la cabeza y una bella sonrisa aparecía en su hermoso rostro. Ella miraba a Ainz, con tanta devoción como si no pudiera ver nada más.

**Suspiro**

Él, viendo sus pupilas de oro plenas de rayos de amor, no podía dejar de sentir un escalofrío y la piel de gallina. Pero no podía adoptar una actitud impropia a la de Ainz Ooal Gown, el gobernante de la Gran Tumba de Nazarick.

Ainz suprimía la sensación que se debilitaba durante el breve momento de silencio y tosía falsamente.

“Tal y como estaba previsto, los invasores están aquí. No, tal vez ya estén dentro. ¿Cómo están los preparativos para recibirlos?”

“Las preparaciones están listas. Los invitados estarán definitivamente encantados.”

“Ya veo… Albedo. Espero poder ver su alegría.”

Caminaba hacia el corazón de la Gran Tumba de Nazarick, el Salón del Trono. Albedo le seguía un paso atrás.

Albedo, en esta ocasión, sólo había recibido una orden relativa a los invasores. Esa era, llevar a cabo una prueba práctica para evaluar el desempeño de su sistema de defensa.

Dónde colocar los POP´s en Nazarick y la combinación de todos los monstruos eran realizadas por sus últimos compañeros del gremio y se debía hacer muy bien. Pero dada la situación actual, era difícil decir que no existiera una mejor configuración.

Por lo tanto era necesario inspeccionar el sistema de defensa. Y podían hacerlo ahora.

“… Los invasores son frágiles, así que por supuesto que no podemos probar todo el sistema. Pero roguemos para que podamos aprender algo de esto.”

“Entiendo. Le prometo que no lo voy a defraudar, Ainz-sama.”

“Bien. Como tú ya sabes, evita el uso de trampas que cuesten dinero, como rociar gas venenoso o inundaciones repentinas de muertos vivientes, trata de utilizar los POP´s y trampas con los siervos. ¿Algun problema?”

En respuesta a la sonrisa de Albedo, Ainz asentía.

“Muy bien, mientras tanto, vamos a divertirnos. ¿Qué están haciendo los demás Guardianes de Piso?”

“Sí, por supuesto.”

“En el momento que Ainz-sama regresó, les he indicado reunirse.”

“¿Va a estar bien permitirles entrar conforme vayan llegando?”

“Por supuesto. Cuanta más gente haya, mejor.”

Frente al trono en el que Ainz estaba sentado aparecían numerosas cosas similares a pantallas de televisión que flotaban en el aire. Cada una de ellos mostraba una parte diferente de Nazarick. Albedo que las controlaba mostraba a Ainz lo que quería ver.

A continuación Albedo mostraba su control sobre la red de defensa. Ainz no estaba seguro de los cambios de antes y ahora mostraba dudas sobre su manejo.

… Para hacer un uso completo de esta información, tengo que aprender algo de las imágenes mostradas. Si hay una sesión de uso compartido después de esto, va a ser malo.

Ainz era el gobernante absoluto de la Gran Tumba de Nazarick. ¿Cómo puede un hombre así no entender nada sobre el sistema de defensa frente a su subordinado?

“Por si acaso, tengo que preguntar. No hay posibilidades de la activación de ‘Ariadna’, ¿correcto?”

Ainz abría su consola y controlaba el cursor, para comprobar los resultados ante los problemas sobre los que pedía explicación.

“No creo que haya una posibilidad de que eso ocurra. Sin embargo, quiero confirmar si Ariadna se activará si los invasores están encerrados.”

Ainz recordaba el Yggdrasil Q&A que leía en el pasado, no, las explicaciones del registro de actualizaciones de los desarrolladores.

“No debería haber… que deba ser tan … Creo que así es como era.”

A pesar de que ese era el caso en Yggdrasil, no había ninguna garantía de que esta regla se aplicaba aún en este mundo. Incluso la existencia de la propia Ariadna no era confirmada.

“¿Qué pasaría si tuviéramos que manipular a los seres humanos para que lo hagan ellos mismos?”

“Puede haber una posibilidad de que no se activaría, Yo nunca lo probé, pues estaba demasiado asustado al tener en cuenta las pérdidas.”

El Sistema Ariadna.

Un sistema que comprueba la integridad de una base creada.

Había un modo simple de crear una fortaleza invencible: sellando la entrada, nadie sería capaz de entrar. Sólo enterrando toda la Gran Tumba de Nazarick sería suficiente. Pero como un juego, esto no estaba permitido.

Con el fin de impedirle a uno de hacer una base así, existía el sistema de vigilancia de Ariadna.

Toda fortaleza debía tener un camino que conducía desde la entrada hasta el corazón de la base. Otras cosas que Ariadna inspeccionaba era la distancia que se podía viajar en el interior, cuántas puertas poseía y otras diversas normas sobre la construcción de la base que se encontraba en los detalles.

Mazmorras que violaban las reglas eran marcadas por el sistema Yggdrasil y multadas. Los fondos del gremio se reducirían gradualmente a una velocidad visible.

Para el caso de Nazarick, estos problemas se habían incrementado con el quinto y sexto nivel. Tuvieron que pagar mucho para ampliar la mazmorra y para mantenerla tal y como ellos la habían diseñado.

Ainz controlaba una de las pantallas que mostraba las figuras de los trabajadores.

“Tch! ¡Al fin! Finalmente han ingresado. Ya era hora de que se presenten. Me hicieron esperar mucho tiempo.”

Los sentimientos de infelicidad golpeaban a Ainz cuando veía las imágenes de la fortaleza que había construido con su compañero siendo mancillada por los pies sucios de los invasores. Aunque sus emociones se podían suprimir si se superaba un determinado limite, esta vez no podía evitar por completo que su ansiedad lo quemara.

“Albedo. Todos deben ser exterminados. No permitas que alguno de ellos escape.”

“Claro. Por favor, disfrute de mirar el destino de los ladrones que se atrevieron a ingresar a la residencia de los seres supremos. También… ¿Qué sujetos debemos elegir para el experimento?”

“Ah, cierto. Me enfrenté con este anciano. Hablé con este hombre en el camino también. Este equipo no es adecuado para la formación. Vamos a disponer de estos becarios primero.”

Ainz señalaba con el dedo a un monitor que Albedo podía ver.