Ultimate Antihero

Volumen 3 – La Gran Subyugación de Oriente

Capítulo 3

Parte 9

«¿Nn…?»

Algo cálido estaba tocando su mejilla desagradable en forma de gotas.

Era el despertar de la conciencia de Shiori que se hundía en la oscuridad.

«Eh, yo, estaba…»

Dentro de su conciencia fangosa, Shiori recordó lo que sucedió antes de que ella perdiera el conocimiento.

Se encontró con Miguel dentro de una dimensión de bolsillo, fue restringida… justo como que había sido tragada dentro de su cuerpo completamente, esa era su memoria.

Así, cuando recuperó el funcionamiento de su cerebro hasta que pudo recordar eso, en ese momento…

— ¡…!

Una voz que recordaba oír antes, llegó a su oreja.

Shiori sabía muy bien quien era el dueño de esa voz.

No había ningún error.

El avatar de “Liber Legis”. La voz de ese monstruo.

El avatar del molesto dios maligno que estaba tratando de alejar a Homura del mundo humano al mundo de los monstruos, para que ella pudiera monopolizarlo sola.

Para Shiori quien deseaba que Homura obtuviera la felicidad como un ser humano, Vel era un oponente donde el odio era insuficiente para describir sus sentimientos.

Pero, ¿por qué oye la voz de esa manera?

Y entonces, ¿por qué la voz de la chica sonaba así de desesperada?

Para obtener la respuesta a esa pregunta, Shiori abrió reflexivamente sus párpados,

— Eh…

Vio la figura de Homura, con el pecho atravesado de pie delante de ella.

— ¿Ho, mu… ra?

No pudiendo tragar la situación repentina, Shiori estaba sin habla. Por otro lado Homura miraba a Shiori quien abrió los ojos,

—… Ah, eso es genial… Así que todavía estás viva…

Era una sonrisa de alivio desde el fondo de su corazón.

—… De verdad. Esto se debe a que, estás durmiendo en un lugar tan peligroso… que casi te corté, ¿sabes?

— ¡Esa herida tuya…! ¿¡… Qué es esto…!?

Lo más probable es que Shiori estaba tratando de correr al lado de Homura.

Sin embargo, el cuerpo de Shiori no se movió hacia adelante aunque fuera por un poco.

Eso era natural.

Esto se debió a que la cara de la chica estaba medio oculta, enterrada en el pecho de Miguel que estaba expuesto.

— Como era de esperar detuviste tu espada… Así que no puedes matar a tu persona querida por segunda vez.

Ese tono sorprendido de voz, era Miguel.

En otras palabras, este fue el truco para revertir esta situación.

En ese momento decisivo, la espada de Homura definitivamente debería haber cortado la vida de Miguel.

Pero en ese último momento, Miguel soltó la carta de triunfo que había preparado de antemano.

Dejando entrever que el rehén fue Shiori, lanzó delante a Homura el hecho de que matarlo significaba matar a Shiori.

Como resultado, Homura detuvo su espada a duras penas.

Y luego, en esa apertura fatal, el pecho de Homura se excavó por un arte sagrado.

— Si te preocupas por la vida hasta esto, sería mejor si sólo avanzas en el camino de la fe orando a los dioses. Si acabas haciendo eso… seguramente no tendrías que cargar con tanta tristeza por ese cuerpo de hombre.

No había ni siquiera un poco de tensión dentro de la voz de Miguel

Estaba convencido.

Que Homura ya era una persona… muerta caminando.

En la actualidad, los órganos internos de Homura junto con su esternón ya habían sido eliminados, no importaba cuán gran mago fuera Homura, era difícil preservar su vida de esa manera.

Después de vomitar aún más sangre por la boca, Homura cayó en el acto.

Pero… antes de que su cuerpo cayera al suelo, agarró el brazo que Miguel empujó hacia adelante para liberar el arte sagrado, agarrándose fuertemente en la medida en que sus uñas causaron que la sangre saliera. Homura se mantuvo firme así.

Y entonces,

— ¡Kukuku… hahahahaha…!

Incluso mientras la sangre se escapaba desde su boca, Homura rio sin preocuparse de eso.

En cuanto a esa reacción de Homura, Miguel preguntó con una expresión dudosa. “¿Qué es gracioso?” Preguntó.

En respuesta Homura respondió como si escupiera.

— Es obvio que demonios es divertido, estúpido idiota. Has dicho algo idiota. El dios de ustedes imbéciles, nunca… nos salvó ni una sola vez ¿eh? Esa vez, cuando mi familia fue asesinada… Esa vez, cuando Shiori estaba en aquel infierno… Ese momento en el que Typhon quemó ciudades, cuando la humanidad en sí estaba arruinada… Ese gilipollas, ¿qué demonios estaba haciendo entonces?

Ellos no hicieron nada.

Cuando los humanos se lamentaban, rezando, pidiendo la salvación, no hubo nadie que los recompensara.

Homura sabía eso en un grado doloroso.

— ¡Entonces no hay nada que hacer, sino que yo los proteja…!

Pero el ángel no trató de entender aquella queja de Homura.

— Esas pruebas también fueron la voluntad de Dios. Es ir muy lejos más allá de tu situación el tratar de suponer eso con ese cuerpo de hombre… Los humanos solo necesitan creer y rezar a dios no importa que tipo en qué tipo de situación estén, entonces, no importa cuánto se arruine su cuerpo, recibirán la bendición de tener su alma guiada al paraíso de dios.

Era una salvación unilateral que era demasiado condescendiente en todos los aspectos.

Era una postura que no trataba de entender incluso un poco, el sentido de los valores del ser humano, que poseían un solo cuerpo y un solo corazón.

Y, sin embargo, estas personas exclamaban salvación con una fuerte voz.

Ya era una historia donde no podía hacer nada más que reír.

También era natural que Homura riera.

— Esta charla no va a ninguna parte. No voy a perder tiempo contigo. Bastardo de mierda.

Un desprecio se escupió junto con la sangre. En respuesta a eso…

— Esa es mi línea. En tu prueba no oraste, no creíste en dios, hiciste uso del poder de dioses malignos e imitaste a dios. Violaste el privilegio de “salvación” de dios. Eso es un gran pecado. Dios no te salvará más. En la salvación que se llevará a cabo después de esto… ya no es de tu incumbencia.

Miguel puso poder mágico en el brazo que Homura agarró. La luz de la fuente mágica dorada se manifestó en su palma.

Eso fue lo mismo con el arte sagrado que perforó el pecho de Homura hace un momento.

— Deja este mundo sin dejar polvo detrás. Tú tonto “traidor”.

Miguel dirigió una vez más aquel poder de destrucción hacia Homura, iba a dispararle.

Homura cuyo cuerpo ya estaba muerto, no tenía ninguna manera de resistir, aquel ataque quemaría su vida con certeza.

— ¡Homura! ¡Corre! ¡Sólo tienes que correr… por favor…!

Imaginando el futuro, la pálida Shiori gritó como si fuera a vomitar sangre.

No hay necesidad de preocuparse de qué pasara con ella nunca más, por lo que sólo corre, suplicó.

Pero, hacia Shiori que estaba así, Homura estaba… de todas las cosas, dirigió hacia ella una poderosa sonrisa persistente,

— Te voy a salvar. Sólo espera.

— ¿¡…!?

Instantáneamente… la luz se disparó sin piedad desde la palma de Miguel.

La llama de luz disparada se tragó a Homura en un abrir y cerrar de ojos…

—…

En conjunto con las palabras que dejó escapar en su momento de muerte, todo fue quemado a la nada sin dejar ni siquiera polvo detrás.