Sword Art Online

Volumen 17: Alicization Awakening

Capítulo 20: Cada una de sus Batallas

Parte 3

Cerca desde atrás del ejército del Imperio Humano liderado por el Integrity Knight Renri, estaba el segundo lote de jugadores estadounidenses introducidos.

Lejos al norte, en el lado sur del valle creado por Asuna, Iskahn y el gremio de luchadores, junto con la Integrity Knight Sheyta, todavía estaban encerrados en una batalla desesperada con el resto de la armada carmesí que todavía contaba con más de diez mil.

E incluso más al norte de este campo de batalla…

En el desierto al otro lado de la Gran Puerta del Este, ahora teñida con los restos del baño de sangre, estaba la silueta de un semihumano solitario.

Un cuerpo envuelto en una abultada armadura de acero. Un manto de cuero aleteaba en el viento. Dos orejas delgadas cayendo de ambos lados de una cabeza redonda, con una nariz plana sobresaliendo al exterior.

Era el jefe de la tribu de Orcos, Rirupirin.

Habiendo ordenado a sus tres mil miembros de tribu sobrevivientes esperar atrás, había llegado a la Gran Puerta del Este solo. No había traído ni un solo guardia, porque no quería verlo flanqueando sobre el suelo.

Después de hurgar en la arena por quién sabe cuánto tiempo, Rirupirin finalmente encontró lo que estaba buscando: Un pendiente de plata claramente tallado.

Lo que él tomó gentilmente y puso en su palma era el llamativo objeto que la orca princesa caballera Renju había usado en su oído, mientras seguía las órdenes del Emperador y se convirtió en un sacrificio vivo.

Esta era la única posesión que había dejado atrás. En el desierto, ni siquiera un fragmento de armadura quedó, por no hablar de los cuerpos de los tres mil orcos que habían muerto junto con la princesa. La detestable magia de los Hechiceros Oscuros había devorado completamente los cuerpos y equipamiento de los orcos, transformándolos en energía oscura.

Y la hechicera D.I.L., quien había promulgado esta cruel tortura, junto con el Emperador que había dado la orden, ya no estaban aquí.

D, la cabeza del gremio de Hechiceros Oscuros, había muerto después de ser engullida por el magnífico y aterrorizante contrataque del «Radiant Medium», y el Emperador había volado al sur para perseguir al Médium, sin dar ninguna nueva orden a Rirupirin para irse.

Los tres mil soldados orcos restantes no tenían forma de derrotar a los soldados del Imperio Humano y los Integrity Knights protegiendo la Gran Puerta del Este. El deseo de las cinco razas de la Tierra Oscura, su deseo de conquistar el Imperio Humano, había colapsado.

— Si ese era el resultado.

¿Por qué?

¿Por qué tuvo que morir Renju, la amiga de la infancia de Rirupirin, los tres mil orcos sacrificados vivos y los dos mil orcos batallando en la puerta? ¿Qué produjo sus muertes a la Tierra Oscura?

Sin respuesta. Nada en lo absoluto.

Sólo por su aspecto de inferioridad, cinco mil miembros de la tribu murieron en vano, como si nada.

Rirupirin abrazó el pendiente en su puño contra su pecho, y se arrodilló desdichadamente sobre el suelo. Una embravecida, melancólica y aplastante tristeza inundó su corazón, cuando se fundió en lágrimas y sollozos…

En ese momento.

Un gaton vino desde atrás.

El jefe orco se puso de pie y giró su cabeza, sorprendido, luego vio, caída en el suelo y arrugando las cejas, una mujer humana. Cabello color oro brillante y piel de color blanco puro, vistiendo un traje del color de la hierba y una brillante armadura… no era alguien de la Tierra Oscura, sino seguramente una chica del Imperio Humano.

En lugar de conmoción por su aparición repentina, o furia al ver un humano, lo primero que Rirupirin sintió era una vergüenza que decía, «no me mires».

Debido a que la chica delante de él era simplemente demasiado hermosa.

Ella definitivamente era la primera lum [5] hembra joven que había visto de cerca, y era tan diferente de las pálidas y deshuesadas hembras de la Tierra Oscura que pensó que casi parecía ser de una especie diferente. Sus manos y pies se veían tan frágiles que podrían romperse al menor contacto, con el pelo todavía reluciente bajo el débil sol, sus grandes ojos miraron al frente con estupor, como esmeraldas cristalinas.

Rirupirin se maldijo a si mismo por tener tales pensamientos atónitos sobre la belleza de esta raza débil.

Al mismo tiempo, tenía miedo de que los ojos de la chica se llenaran de repulsión.

— No… ¡¡No mire!! ¡¡No me mire!!

Gritó mientras bloqueaba su rostro con su puño izquierdo, agarrando la empuñadura de la espada con el derecho.

Antes de que ella pudiera gritar, cortaría su cabeza.

Cuando se preparaba para sacar su espada, Rirupirin sintió el pendiente sujeto en su mano izquierda perforar su palma. Una sensación de como si estuviera siendo retenido por Renju lo hizo parar sus movimientos, y luego escuchó un sonido sorpresivo, o una voz.

— Emm… Buenas tardes. Buenos días, ¿quizás?

(Nota: Aqui corresponde la imagen de la izquierda. Leafa como Terraria)

Parándose con rapidez y dando palmadita a sus pantalones cortos, la chica sonrió suavemente.

Escondido detrás de la sombra de su puño, Rirupirin miró con sorpresa y parpadeó varias veces.

No había ni una sola pizca de repulsión o de desprecio en los ojos de la chica, ni siquiera miedo. Para los niños blancos lum, se suponía que los orcos del Dark Territory eran espíritus devoradores de hombres.

— Por… ¿Por qué?

Las palabras que se filtraron de su boca sonaron desesperadas, completamente inusual para uno de los diez Lores de la Tierra Oscura.

— ¿Por qué no estás corriendo? ¿Por qué no estás gritando? Eres un simple humano, ¿por qué?

La chica miró sorprendida y perpleja.

— ¿Por qué?… Porque.

Entonces, como si afirmara que el mundo es plano y el cielo es rojo, continuó con total naturalidad:

— Eres un humano también, ¿o no?

En ese instante, Rirupirin no pudo comprender porque su espina dorsal se estremeció. Sujetando la empuñadura de su espada, el jefe semihumano habló con una voz jadeante.

— ¿Hu… humano? ¿Yo? ¿Qué clase de estupidez es esa? ¡Puedes decirlo simplemente al verme! ¡Soy un Orco! ¡¡Un orco que es llamado hombre-cerdo por ustedes los lums!!

— Pero, a pesar de eso sigues siendo un humano.

Colocando sus manos en su cadera delgada, la chica sonaba como un padre enseñándole a su hijo.

— Mira, podemos hablar entre nosotros. Aparte de eso, ¿Qué más necesitas?

— Qué… más…

Rirupirin no pudo replicar más. Las palabras confiadas dichas por la chica de ojos verdes eran demasiado anormales para el jefe orco que había vivido con una inferioridad ardiente y resentimiento hacia los seres humanos.

…Si puedes hablar, ¿eres un humano?

¿Es ese el único requisito para ser un «humano»? Goblins, Ogros y Gigantes, todos podían hablar lenguas. Pero las cuatro razas que incluían los orcos habían sido llamadas «Demihumanas» desde el comienzo del Dark Territory, estrictamente divididas de los seres humanos.

Rirupirin sólo pudo respirar con tosquedad mientras permanecía allí atónito. Con un «No nos preocupemos de eso aun», la chica barrió su conmoción y caos a un lado mientras examinaba su entorno.

—… ¿Dónde… está esto?

* * *

Leafa / Kirigaya Suguha se dio cuenta de que aparentemente había aparecido muy lejos de sus coordenadas de inicio de sesión originales, y miró en dirección al siniestro cielo teñido de rojo.

Desde que escuchó que la unidad 6 STL que estaba usando era una máquina nueva que ni siquiera había sido sacada de su envoltorio de PVC después de haber sido trasladada, ella se había sentido incómoda. Suguha nunca competía con shinai recién adquirido, y del mismo modo, nunca confiaba en dispositivos electrónicos recién desempaquetados. Porque de alguna manera, ella siempre había tenido un chance anormalmente alto de recibir hardware electrónico defectuoso.

Cuando había iniciado sesión, como Sinon, quien entró con la unidad 1 de prototipo STL, su ubicación debió haber sido establecida a donde Asuna estaba sumergida, pero dado que no pudo ver a ninguna de las dos, algo sin duda había ocurrido antes de su llegada. Pero eso no significó que ese lugar desolado estuviese completamente vacío, delante de ella estaba un gordo humanoide con cara de cerdo, en otras palabras, un «orco».

De acuerdo al cursor de color que sólo era efectivo por un instante después de hacer inmersión, este orco no debe pertenecer a su actual enemigo, los jugadores de VRMMO gringos, sino que era un «Fluctlight Artificial» viviendo en Underworld, la inteligencia artificial «bottom-up» que Yui había descrito.

Después de escuchar la explicación de Yui sobre las personas de Underworld. Leafa estaba determinada a no conducir su espada contra ellos a menos que fuese absolutamente necesario.

Eso era obvio; ¿Cómo podría ella matar a los «humanos» que su hermano deseaba proteger? Si un Fluctlight Artificial moría en este mundo, su alma sería completamente destruida, incapaz de ser revivida.

Además,

Incluso para Leafa, quien ya estaba familiarizada con los gráficos de alto nivel de ALO, la complejidad de este modelo de orco, que también existía muy en el interior del nexo de La Semilla, era impactante. Las contracciones y respiraciones de su gran nariz rosada, la textura de la armadura metálica que envolvía su gigantesca figura y su manto de cuero, y sobre todo, sus dos ojos negros saltones y la riqueza de su expresión eran incluso más pruebas de lo incuestionable, la verdadera presencia de un alma viviendo dentro de él.

Ella le había preguntado a este orco, quien ocultó su rostro tímidamente por alguna razón, sobre sus alrededores, aún no había recibido una respuesta inmediata. Decidiendo iniciar con una cuestión más actual, Leafa planteó otra pregunta.

* * *

— Bueno… ¿Cuál es tu nombre?

Desconcertado, el jefe orco pronunció una reflexiva e inconsciente respuesta a la segunda pregunta de la chica lum blanca. Tal vez su nombre era la única cosa que él no odiaba de sí mismo.

— Yo… soy, Rirupirin.

Inmediatamente lamentó decirlo. Ya que antes, cuando viajó a la Ciudad Imperial Obsidia por primera vez, los caballeros humanos y hechiceros se habían echado a reír al escuchar el nombre Rirupirin.

Pero, la chica sólo sonrió con inocencia, sin ningún tipo de emoción escondida, y repitió el nombre de Rirupirin con voz clara:

— Rirupirin… Qué buen nombre. Soy Leafa. Es un gusto conocerte, por favor cuídame.

Luego, ella realizó una acción desconcertante por enésima vez. Extendió su suave y blanca mano derecha hacia afuera. Estrechar las manos, por supuesto él sabía de este hábito. Era común entre orcos también. Pero nunca había escuchado de un lum estrechando manos con un orco.

— ¿Qué demonios sucede con esta persona? ¿Es una trampa, o alguna magia de hechicero? ¿He caído en un arte hechizante sin darme cuenta?

Mirando a esa pequeña mano extendida, Rirupirin solo pudo gemir sin moverse. La chica observó a Rirupirin durante casi diez segundos, luego dejo caer su mano con ligera decepción. Al verla así, sintió un dolor punzante en su corazón por alguna razón. Si seguía hablando con esa chica… No, sólo mirarla, no sabía que le pasaría a su cerebro. Rirupirin había decidido que ya no quería matar a esa enclenque humana delante de él, sino encontrar otra solución que no requiriera capacidad mental, él habló:

— Tú ere’… un Guardián del ejército del Imperio Humano, no, una caballera. Quiero llevarte presa. ¡Llevarte al Emperador!

A pesar de que ella era joven, la armadura que llevaba y la espada larga equipada a la izquierda de su cintura no se parecía a nada dado a un soldado, sin importar como lo viera. Sus diseños complejos y el material reluciente eran probablemente de grado más alto que el equipo de Rirupirin. La chica no mostró ni una pizca de miedo ante el rugido de Rirupirin, como si estuviera pensando en algo, luego finalmente se encogió de hombros y preguntó:

— El Emperador del que estás hablando es el «Dios Oscuro Vector», ¿cierto?

— S… Si.

— Entendido. Muy bien. Llévame con el Emperador.

Ella asintió, juntó ambas manos, y las extendió. Esto claramente no era un gesto de estrechar las manos, sino uno animándolo a atarla.

— ¿En qué demonios está pensando?

Rirupirin tomó una cinta de su cinturón, y ató las muñecas de la chica con brusquedad pero un poco sueltas. Después de jalar del extremo de la cuerda para apretarla, recordó que el Emperador ya no estaba en el campamento militar de la Tierra Oscura.

Pero, si continuaba pensando en cosas complicadas, su cerebro se freiría. Incluso si el Emperador no estaba allí, todavía quedaba aquel Dark Knight ayudante con la expresión desagradable, o alguien como el líder del Gremio de Comerciantes Lengil que sabría qué hacer.

Unos pocos segundos después de que se girara, empezó a caminar mientras jalaba la cinta con algo de cuidado.

De repente, una negra y espesa neblina apareció a su alrededor. Un olor repugnante penetró su nariz. Todo instantáneamente se volvió invisible, y Rirupirin escaneó su entorno en estado de alerta.

— ¡¿Ah…?!

Ese corto enunciado de sorpresa fue sin duda de esa chica que se hacía llamar Leafa.

Sacudiendo su cabeza, Rirupirin vio un brazo sobresaliendo de las profundidades de la densa niebla y tirando violentamente del cabello atado de Leafa.

Entonces, el dueño de la mano surgió de la neblina.

La mujer que debió haber muerto, La líder del Gremio de Hechiceros Oscuros, D.I.L., permanecía allí, sus labios se curvearon en una cruel sonrisa.

* * *

¿Por qué no puedo alcanzarlo?

Bercouli, el líder de los Integrity Knights, se sintió tan sorprendido de cuán desesperado estaba.

Sus tres dragones habían estado en persecución por más de dos horas.

Habían volado sobre el bosque, donde el ejército de Defensa del Imperio Humano estaba acampando, y la gran depresión circular, pasaron a través de las ruinas cubiertas de extrañas estatuas gigantes, e irrumpieron en la región sur inexplorada del Dark Territory, pero la distancia entre ellos no mostró signos de disminuir. Después de haber secuestrado a su amada aprendiz, la Integrity Knight Alice, el dragón del Emperador Vector seguía siendo un punto negro minúsculo en el horizonte distante.

El Emperador y Alice estaban montados juntos en un solo dragón.

En cambio, Bercouli cambiaba de forma continua entre Hoshigami, Amayori y Takiguri, haciendo todo lo posible para minimizar su fatiga. En teoría, ya debería haberlo alcanzado.

¿Por qué no puede alcanzarlos entonces? ¿Es capaz el emperador de controlar libremente la vida de su dragón?

Imposible. Ni siquiera Highest Minister Administrator podía controlar la vida como quería, ese debía ser el más grande Tabú.

Por supuesto, él no podía volar indefinidamente. Tenía que dejar a su dragón descansar al menos dos veces antes de alcanzar el «World End Altar» en el borde más al sur del Dark Territory. Pero los dragones de Bercouli también necesitaban descansar. Ya que su velocidad era igual, nunca sería capaz de cerrar su distancia.

Eso, no va a terminar.

Bercouli era incapaz de usar un Arte que pudiera alcanzar todo el camino al horizonte. Para romper la situación actual, la única posibilidad era…

El Knight Commander acarició gentilmente su amada espada en el lado izquierdo de su cintura con su mano derecha.

Una sensación descarnada de frio. Pero sólo a partir de su tacto, pudo sentir que su vida estaba lejos de estar completamente repuesta. El extenso «Armament Full Control Art» que había usado en la Gran Puerta del Este había gastado más de lo que él había esperado.

La táctica que Bercouli estaba a punto de usar, la cúspide del Instrumento Divino «Time Piercing Sword», consumiría una cantidad astronómica de vida.

Podía utilizarlo sólo una vez. Y el golpe tenía que ser más preciso que enhebrar una aguja en orden de alcanzar su objetivo.

Bercouli acarició con suavidad el cuello de Takiguri, y saltó ligeramente al lado de él en la espalda de Hoshigami.

Incluso si no estaba sujetando sus riendas, pasó su conciencia a su compañero, que había luchado junto a él durante años, y se ajustó cuidadosamente a su altura.

Apuntó hacia el punto negro como un grano de arena en el horizonte lejano.

Aunque tenía muchas ganas de apuntar al mismo Emperador, a esa distancia, ni siquiera podía ver su silueta, por lo que el riesgo de errar era demasiado alto. Él debía ver a través de sus movimientos, y concentrar toda su energía en una de las alas de su dragón.

De pie encima de sus estribos, Bercouli movió lentamente su mano derecha y sacó su espada, forjada a partir en su totalidad de un solo material, fuera de su funda gastada de cuero.

La hoja que sostenía a la derecha de su cuerpo emitió un débil resplandor. El «Recollection Release Art» se activó directamente sin una encantación y la espada larga se sacudió como el vapor, trazando innumerables imágenes residuales detrás de él con el avance del dragón.

El Knight Commander se veía acerado mientras la comisura de su boca se torcía, disculpándose gentilmente con el dragón inocente.

Luego, estrechando sus ojos de color azul pálido, Bercouli, el caballero más antiguo del mundo, lanzó un grito agudo.

— ¡¡Time Piercing Sword, Arcane Slash!!

Con un fuerte enfoque, balanceó la espada hacia abajo con pesadez pero sorpresivamente rápido. Incontables imágenes residuales azules brillaron a lo largo en la dirección del corte, luego desaparecieron uno por uno.

Lejos a la distancia, el ala izquierda del dragón negro conducido por el Emperador Vector fue cortada silenciosamente desde sus raíces.

* * *

— Huelo… lo huelo… es tan dulce la fragancia de la vida…

Juntando el cabello de la chica humana y levantando su cuerpo entero, los labios de D.I.L emitieron una voz fracturada.

Rirupirin sólo pudo observar en silencio a la Hechicera Oscura, a quien no importa que tanto odie, todavía no es lo suficientemente fuerte.

Su piel oscura, que una vez fue tan brillante como el brillo de aceite aromático, y sus magníficos rizos negros, ahora estaban en un estado terrible. Todo su cuerpo estaba totalmente cubierto con heridas por las cuales fluía sangre sin parar, hojas afiladas habían producido esos cortes. Con cada movimiento que hacia D, un par de sus heridas se agrietaban más y sangre a borbotones salían de estas. Pero la neblina negra que rodeaba a la Hechicera se reunía rápidamente alrededor de la herida, segregando un olor nauseabundo y deteniendo el flujo de sangre.

La fuente del humo era una pequeña bolsa de cuero que colgaba de la cintura de D. Tras un reconocimiento más cercano, cuando la bolsa estaba abierta, extrañas cosas parecidas a insectos de vez en cuando asomaban su cabeza afuera para expulsar la niebla espesa. Debe ser un Dark Art que impide el descenso de vida.

Echando un vistazo a Rirupirin, que se había pellizcado su nariz de disgusto, las comisuras de la boca de D se levantaron.

— Una excelente presa. Te felicito, cerdo. Como recompensa, te voy a mostrar algo agradable.

Justo después de que ella dijo eso…

D deslizó su dedo derecho sobre el cuello de la chica, que hizo una expresión de dolor al mismo tiempo que su pelo era jalado hacia arriba.

Con un ruido continuo, la armadura de plata y su camisa color oliva fueron arrancadas de repente y cayeron al suelo.

Cuando se mostró la piel de color blanco puro de la parte superior de su cuerpo, la cara de la chica se contrajo aún más. Observándola, D jadeó con sadismo y reveló una sonrisa salvaje.

— ¿Qué tal? Es la primera vez que ves el cuerpo de una mujer humana, ¿verdad? ¡Esto podría ser demasiado tentador para un cerdo! ¡¡Pero el espectáculo acaba de comenzar…!!

De repente los cinco dedos de la mano derecha de D empezaron a retorcerse como si hubieran perdido repentinamente sus huesos.

De alguna manera, sus dedos se habían transformado en brillantes gusanos resbaladizos. En sus extremos, círculos concéntricos de bocas delgadas, con forma de sierra se abrieron, retorciéndose desagradablemente.

— ¡¡Mira…!!

Apenas gritó D, sus cinco dedos…no, sus cinco gusanos extendieron su longitud más allá de su tamaño original y se envolvieron alrededor de la parte superior del cuerpo de la niña. Estos no sólo impidieron que se moviera; los extremos de los gusanos adquirieron la forma de una hoz y apuñalaron su piel.

—¡¡AH…!!

La sangre brotó en todas direcciones mientras la chica llamada Leafa gritaba, sus ojos verdes se abrieron de par en par. Ella trató de desenroscar los gusanos con sus manos, pero su cuerpo superior estaba aprisionado y sus muñecas estaban atadas por las bandas de Rirupirin.

El flujo de sangre de sus cinco heridas pareció detenerse de repente, pero la realidad era muy diferente. Rirupirin se dio cuenta de que los gusanos de la mano derecha de D estaban emitiendo sonidos de ingestión; estaban bebiendo su sangre.

La bruja oscura levantó su cabeza y comenzó a recitar un encantamiento estridente.

— ¡¡System Call!! ¡¡Transfer Human Unit Durability… Right to Self!!

Una ráfaga de luz azul salió de las heridas de la joven. Luego, como si se sincronizara con el flujo de sangre, D comenzó a succionarla con su mano a través de los gusanos. El tormento de la niña se intensificó y su delgado cuerpo se arqueó hacia atrás como si estuviera a punto de romperse por la mitad.

— ¡¡Ah…Poderosa, poderosa!! ¡¡Dulce y deliciosa…!!

Un chillido penetrante rompió los tímpanos de Rirupirin.

Ese dolor sacudió al jefe orco que volvió en sí para luego gritar como si estuviera jadeando:

— ¡¿Qué…qué estás haciendo?!! ¡¡Esta chica es mi prisionera!! ¡¡Quiero entregársela al Emperador!!

— ¡¡Cállate, estúpido cerdo!!

D gritó con arrogancia, con sus ojos inyectados con sangre.

— ¡¿Has olvidado que el Emperador me dejo al mando?! ¡¡Mi voluntad es la voluntad del Emperador!! ¡¡Mi orden es la orden del Emperador!!

Rirupirin no fue capaz de decir algo.

¿Acaso esta operación no terminó en fracaso hace mucho tiempo? Él quería replicar. Pero el Emperador había desaparecido del campo de batalla, sin dejar alguna orden. Actualmente, no había nadie que revocara el punto de vista de D sobre su «poder».

Rirupirin, sin habla, vio como la chica emitía gritos silenciosos y sus movimientos comenzaban a debilitarse. Por otro lado, las innumerables heridas en la piel de D comenzaron a curarse poco a poco y se cerraron.

—Uh… Guh…

Ruidos de trituración vinieron de sus dientes apretados.

Para Rirupirin, la chica cuya vida era absorbida lentamente, se superponía con la silueta de la princesa que había muerto como un sacrificio.

La luz se desvaneció lentamente de los ojos de la chica. Su piel se puso pálida y sus manos cayeron sin poder hacer nada. Pero los tentáculos de la mano derecha de D todavía se retorcían con avidez, con la intención de chupar hasta la última gota de su sangre.

Morir… Ella va a morir.

Esta rara prisionera.

No, el primer ser humano que no le tuvo miedo.

Justo en ese momento…

Un fenómeno impensable, o más bien, el nacimiento de un milagro. Los ojos de Rirupirin se abrieron involuntariamente.

El suelo color negro azabache, el carbón vegetal similar a tierra del desierto del Dark Territory, por debajo de la niña apresada, comenzó a volverse verde.

Lo que parecía hierba muy suave, que es innatural excepto en lugares poco comunes, nacieron del suelo, e innumerables flores de varios colores comenzaron a florecer en todas direcciones. La fragancia de las flores fue llevada por el viento, e incluso la luz del sol color rojo sangre había cambiado a un suave color crema.

Esta escena, llena de vida, se dio vuelta y absorbió inmediatamente el cuerpo de la chica.

Su piel pálida recuperó inmediatamente su color y sus ojos brillaron una vez más.

A medida que la ilusión de repente desaparecía, Rirupirin se dio cuenta de que la vida de la chica se había recuperado completamente. Un alivio inexplicable inundó su corazón.

Pero esto rápidamente se hizo añicos.

— ¡¡Increíble… está saliendo… se está filtrando hacia fuera!!

D chilló, sus heridas aparentemente también fueron completamente curadas.

Ella soltó el cabello de la chica y los dedos de su otra mano también se transformaron en feos gusanos.

Con sonidos voluminosos y pegajosos, los cinco tentáculos recién generados perforaron la piel de la chica.

— ¡¡…AHH…!!

Las carcajadas de D ahogaron completamente los delgados gritos de la chica.

— ¡¡Jajajajajajaja!! ¡Mía! ¡¡Es mía!!

* * *

Tengo que soportar esto.

Sufrir un dolor insoportable que nunca había sentido antes, ya sea en el mundo real o en ALO, Leafa sólo podía repetir eso para sí misma.

Antes de que ella se sumergiera, escuchó la explicación sobre los poderes de la Súper Cuenta 03 «Diosa de la Tierra, Terraria».

Unlimited Automatic Recovery. La absorción de energía de forma automática del amplio espacio a su alrededor, para recuperar su propia durabilidad o la de cualquier objeto estático o animado. De acuerdo al técnico llamado Higa, su ya vasto nivel de HP, junto con ese poder, hace que sea prácticamente imposible que muera a causa de la pérdida de HP.

Por eso Leafa había decidido correr el riesgo de ser capturada para desafiar al Dios Oscuro Vector y al mismo tiempo decidió no usar su espada contra los habitantes de Underworld.

La mujer que la estaba atormentando es una residente de Underworld como Rirupirin, una Fluctlight Artificial. Si ella la cortaba con su espada, su alma sería destruida por completo. Sin saber cómo había sido herida y por qué quería recuperarse, Leafa no podía luchar contra ella.

Pero…

— Ahh.

Dejando a un lado la vergüenza de que su ropa fuera arrancada, el dolor causado por su vida siendo drenada era indescriptible.

¿Es esta realmente una sensación virtual independiente de su cuerpo real?

* * *

—…detente.

Rirupirin fue incapaz de darse cuenta de inmediato que esa palabra había salido de su propia boca.

Pero entonces, con toda claridad, su boca se movió y su garganta vibró.

— ¡Detente!

Sus pupilas contrajeron, los ojos de D le dieron una mirada desdeñosa. Soportando el frío que brotaba de su estómago, el jefe orco continuó:

— ¿Tu Vida ya no fue completamente restaurada? ¡Ya no necesita conseguir nada más del cuerpo de esa Ium!

— ¿Qué estás diciendo? ¿Me estás dando órdenes a mí…?

D habló en voz baja, sonando como una canción desentonada.

De repente, los diez tentáculos comenzaron a retorcerse con mayor intensidad, lacerando con fuerza la piel de la joven y aspirando con despojo su sangre. La piel de la Hechicera Oscura ya había regenerado por completo su brillo graso y su pelo era aún más largo y más suntuoso que antes.

No sólo eso, la vida que le sobraba se transformaba en partículas azules que se disipaban en el aire alrededor de su cuerpo. Sin embargo, D no mostró ninguna señal de parar su tortura, envolviéndose alrededor de la niña, que era mucho más pequeña que ella.

— Lo dije antes, cerdo. Esta prisionera ahora es mía. No importa la cantidad de vida que absorba, lo mucho que abuse de ella en frente de ti, cerdo, o incluso si la mato aquí y ahora, no tiene nada que ver contigo, ¿verdad?

Kuku, Kukuku, una risa pesada vino de su garganta.

— Pero, si, seguro. La descubriste, por lo que debo ceder ante ti, ¿no? Entonces… quítate toda tu ropa.

— ¿Qué…Qué es lo que dices…?

— Desde hace mucho tiempo, al ver tu armadura y ropa me dan ganas de vomitar. Eres un cerdo, pero te vistes como un hombre. Si te desnudas completamente aquí, gateando en cuatro patas y gruñendo un poco para mí, tal vez te devuelva esta chica.

Gu.

De repente, una parte de su campo visual derecho se tornó rojo. Al mismo tiempo, un dolor, como si fuera apuñalado con una aguja de hierro, vino de su ojo derecho.

Sólo un cerdo.

Como un hombre.

Las palabras de D coincidieron en parte con las palabras de esa chica llamada Leafa.

Eres un ser humano, ¿verdad?

Además de eso, ¿qué más puedes pedir?

No podía permitir que mataran a esta chica. No, no quería que muriera. Por eso… por eso.

Las manos temblorosas de Rirupirin sujetaron el botón de su manto de cuero. ¡Buchi!, lo arrancó.

Al pisar su abrigo, Rirupirin movió su mano hacia la correa de cuero que aseguraba su armadura.

De repente, escuchó una voz débil.

—…no.

Su cabeza se sacudió y sus ojos se encontraron con los de Leafa, que lo estaba mirando fijamente.

Sus ojos llorosos de color esmeralda se movieron de lado a lado.

— Estoy bien. Por lo tanto, no… Lo hagas.

No pudo mantener su voz hasta el final. D de repente mordió suavemente la cara de la chica.

— Si sigues diciendo esas cosas inútiles, voy a morder tu linda cara. Ya hemos llegado a la mejor parte. Oye, ¿qué es lo que pasa, cerdo? Hazlo. ¿O sigues excitado con la desnudez humana?

Kyajajajaja, una risa ruidosa que no tenía fin.

Su mano, la cual sujetaba el cinturón de su armadura, empezó a temblar.

No le importaba en absoluto el dolor en su ojo derecho. Después de todo, en comparación con la rabia y la humillación que llenaban su corazón, este dolor no era nada.

—Soy… soy… soy…

De repente, algo brotó de sus dos ojos, corriendo por sus mejillas. Las gotas que caían por su lado izquierdo eran claras, pero aquellas que bajaron por el lado derecho de su cara se tiñeron de carmesí.

Su mano derecha liberó lentamente su cinturón y se dirigió hacia la empuñadura de su espada que estaba en su cintura.

— ¡¡Soy un humano!!

Mientras gritaba, una agonía que nunca había sentido antes atacó su ojo y su pupila se rompió.

A través de su visión que fue reducida a la mitad, Rirupirin encontró con precisión la silueta de D. Su sádica carcajada cesó y su boca se abrió.

Con todas sus fuerzas, Rirupirin balanceó su espada hacia las piernas de D que no tenían ninguna protección.

Pero ya que acababa de perder un ojo, su percepción estaba fuera de rango.

La punta de su espada se perdió en la pantorrilla derecha de D. Rirupirin perdió el equilibrio y su hombro izquierdo se desplomó sobre el suelo.

Levantando su cabeza, vio como D cambió su expresión de enojo a ferocidad.

— Este cerdo apestoso… ¡se atrevió a hacerme daño…!

D arrojó el cuerpo de la chica detrás de ella, y levantó sus manos llenas de tentáculos. Con sonidos ásperos, de repente los diez gusanos se transformaron en láminas de un brillante negro.

—¡¡Te voy a volver carne picada y serás alimento de jabalí!!

El jefe orco sólo esperó el momento en que las cuchillas se movieran hacia abajo.

Golpe.

Golpe.

Dos sonidos débiles se escucharon al mismo tiempo. Los movimientos de D lo dejaron frío.

Aturdido, Rirupirin vio como los dos brazos de la hechicera habían sido cortados desde sus raíces y caído al suelo con golpes sordos.

La expresión de D también fue uno de esos los golpes. La mujer alta lentamente se dio vuelta, la sangre brotaba de sus hombros como cascadas.

La radiante silueta de Leafa llegó a los ojos de Rirupirin.

En comparación con su esbelta figura que carecía de músculos, su larga espada que parecía difícil de controlar fue balanceada hacia delante. Aunque tenía ambas muñecas atadas, esta chica sin duda alguna, fue quien cortó los brazos de D.

D vociferó con una voz marchita:

— ¿Un ser humano… ayudando a un cerdo, corto a otro ser humano…?

La Hechicera Oscura sacudió su cabeza hacia atrás y hacia adelante con incredulidad, Leafa respondió:

— No. Sólo estoy cortando el mal para salvar a otra persona.

Ella rápidamente levantó su larga espada larga tomando una postura daijodan.

¡Hya-ka!

La chica cortó hacia abajo desde una distancia increíble.

Sin gracia.

Sus movimientos no tenían fuerza innecesaria, pero eran sorprendentemente rápidos y su técnica era suprema.

Una vez más, Rirupirin sintió lágrimas pero esta vez eran de emoción. Mientras observaba como D.I.L., la bruja más fuerte del Dark Territory y la más fuerte entre los Diez Lores, era por completo y en silencio, cortada por la mitad.

[5]  N. del T.: Las personas de la Tierra Oscura le dicen «lum» a los humanos.