Sword Art Online

Volumen 14: Alicization Uniting

Capítulo 13: La Batalla Decisiva

Parte 5

 

 

¿Eugeo… qué tienes en mente exactamente?

Cambié mi visión con ese pensamiento.


El joven hombre de cabello rubio, mi único amigo cercano, Eugeo el espadachín del Aincrad Style, me miró a los ojos por un momento y asintió con una sonrisa. De inmediato volvió su mirada hacia Cardinal y dijo aquellas palabras.

—Cardinal. Con el poder que te queda, por favor convierte mi cuerpo en una espada. Al igual que el muñeco.

Quizás aquellas palabras trajeron su conciencia de regreso…

Los ojos de Cardinal, que casi habían perdido toda la luz, se abrieron débilmente.

— Eugeo… tu…

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—Si huimos de aquí ahora… Administrator convertirá a la mitad de los seres humanos del mundo en esos horribles monstruos. Definitivamente no podemos permitir eso. Cualquier última esperanza que tengamos en prevenir esa tragedia debería estar dentro de esa técnica…

Al mostrar una sonrisa clara como si entendiera en todas partes, Eugeo sujetó la mano izquierda de Cardinal con las dos suyasy recitó en un susurro.

—System call. …Remove core protection [33].

Yo nunca había escuchado hablar de tal técnica.

Los párpados de Eugeo se cerraron suavemente después que recitó aquellas palabras.

Complejos patrones que se asemejaban a circuitos eléctricos se dibujaron en su lisa frente con líneas de luz violeta. Se extendían desde sus mejillas hasta su cuello como pude apreciar, luego llegaron a sus hombros, sus brazos, y a las puntas de sus dedos.

Los brillantes circuitos incluso invadieron un poco la mano izquierda de Cardinal, sujetada por las manos de Eugeo, y brillaron en sus extremos mientras esperaban su llegada.

Remove core protection.

A juzgar por el significado de la frase, Eugeo debe haberle otorgado a Cardinal la autoridad de modificación sin restricciones de su propio fluctlight. Yo no entendía por qué él conocía tal técnica, pero al menos, esas tres palabras estaban llenas hasta el tope de la fuerte determinación y resolución de Eugeo.

La sabia que recibió ese comando al borde de la muerte abrió tanto su ojo izquierdo ileso como su ojo derecho quemado mientras sus labios temblaban. Sus trémulos pensamientos se dieron a conocer a través del tacto con nuestra piel.

— ¿Estás seguro… Eugeo? No hay certeza que… puedas regresar… a como eras.

Con los circuitos de luz surcando su frente y sus mejillas, Eugeo asintió profundamente con ambos ojos aún cerrados.

—Está bien. Esta es mi tarea… la razón por la que estoy aquí ahora. Es cierto, hay una cosa que tengo que decir primero. A Cardinal… y a ustedes dos, Kirito, Alice. Las armas de metal no alcanzarán a Highest Minister. Esa es la razón por la que no pude apuñalarla con la daga que me diste.

—¡…!

Alice y yo dimos fuertes respiros ante los susurros de Eugeo.

Pero Cardinal simplemente parpadeó y asintió sin mostrar sorpresa alguna, o quizás carecía incluso de la energía necesaria para ello. Con otro leve movimiento de su cabeza, Eugeo prosiguió con sus palabras.

—Bueno entonces… por favor. Antes que Administrator se dé cuenta.

—… No, detente, Eugeo.

Moví mi boca reseca y de alguna manera empujé afuera aquellas palabras.

—Quiero decir, si tú no vuelves a la normalidad… tú… tu sueño…

Si nos las arreglábamos para ganar esta batalla y Eugeo no podía regresar a su forma humana. El deseo que mantuvo en su pecho por ocho años… su esperanza de recuperar a Alice y regresar a la Aldea Rulid junto a ella permanecería incumplida.

Sólo dos en este mundo podían usar esa sacred art absurdamente avanzada capaz de transmutar la carne y sangre humana en armas: Administrator y Cardinal. Una era nuestra enemiga máxima y la vida de la otra que estaba desapareciendo. En otras palabras, aún si pudiésemos solucionar este predicamento, puede que no haya ningún practicante de arts capaz de convertirlo de nuevo en humano.

Envuelto en la luz violeta, Eugeo dirigió su visión hacia el techo antes de darme un firme asentimiento mientras yo intentaba seguir hablando.

—Está bien, Kirito. Tengo que hacer esto.

—¡…!

No tenía palabras para refutar la fuerte determinación de mi entrañable amigo.

En realidad ahora, ¿qué podía decir?

Como una sacudida hasta la médula, capaz de ni siquiera blandir una espada o dar un paso adelante, después de sólo una única derrota.

Dirigí una mirada implorante hacia Alice a mi lado.

La angustia y el respeto llenaron a partes iguales los ojos azules de la caballera. Alice bajó profundamente la cabeza en el instante siguiente. Hacia el criminal al que había golpeado sin ninguna emoción visible en el gran auditorio de la academia hace tan sólo dos días.

Cardinal asintió ligeramente, sus párpados aún estaban levantados, desde el interior de mis brazos; la sangre se extendía a mis labios mientras lo digería en silencio.

— Muy bien, Eugeo. Ofreceré el último art de mi vida… a esa determinación que tienes.

Su voz recuperó su fuerza por un momento, como una vela a punto de apagarse, y resonó en el centro de mi cabeza.

Un brillo violeta residía en el medio de sus ojos abiertos de color marrón.

Los circuitos de luz que conectaban a Eugeo con Cardinal a través de sus manos brillaron con intensidad. El resplandor corrió por el cuerpo de Eugeo en un instante y salió al llegar a los patrones de su frente, formando un pilar de luz que se extendía hacia el techo.

—¿Qué…?

La voz pertenecía a Administrator que apareció en un estado de intoxicación en el otro extremo. La gobernante gritó firmemente cuando el regusto de la victoria desapareció inmediatamente de su cara y sus ojos plateados brillaron con ira.

—¡¡¿Qué crees que estás haciendo, después de escapar de la muerte?!!

El florete en su mano derecha se dirigió hacia Eugeo y a mí, y como resultado, Cardinal. Chispas de color blanco puro se enroscaron sobre su hoja.

—¡¡No te lo permitiré!!

La Integrity Knight Alice gritó en respuesta.

Jyaa; la hoja de la Fragrant Olive Sword que debería haber llegado a su límite en términos de Vida, cortó enérgicamente y giró a través del aire como cadenas de oro. Una explosión que perforó el aire rugió casi al mismo tiempo que desencadenó un gigantesco rayo de luz.

La punta de las cadenas entró en contacto con el rayo de color blanco puro. El torrente de energía transmitido directamente a través de las cadenas en ese instante, se acercaba a Alice.

Pero para entonces, las cadenas doradas ya se habían extendido hacia la parte de atrás y perforaron el pequeño borde en su extremo en el suelo. Incapaz de escapar del improvisado cable a tierra, toda la inmensa energía fluyó en la estructura de la torre y se extinguió, causando estruendos explosivos y humo blanco.

Alice apuntó con su dedo índice derecho a Administrator y declaró.

—¡¡Los rayos no funcionarán conmigo!!

—Cuánto descaro… ¡¡por una simple muñeca caballera!!

Escupiendo eso mientras sus labios estaban deformados, la gobernante mostró una vez más esa sonrisa cruel antes de levantar su florete de plata blanca en lo alto.

—Entonces… ¡¿Qué tal esto?!

¡¡Bobobohh!! El aire se estremeció e incontables puntos rojos de luz aparecieron sobre la hoja. Obviamente sumaban más de treinta. Suponiendo que aquellos eran todos los elementos térmicos, entonces sería un número que fácilmente superaría el límite humano de controlar veinte elementos.

El hecho que el full control art de la Fragrant Olive Sword fuese débil contra los intangibles ataques de fuego era evidente desde la batalla anterior contra Chudelkin. Pero la caballera dorada no mostró señal de retroceder e incluso dio un firme paso hacia adelante con su pie derecho, un ruido que resonó desde la suela de sus botas. Como si entendieran la determinación de su dueña, las cuchillas que forman la cadena, también se separaron con un ruido metálico diferente, se dispusieron a sí mismos en un patrón de rejilla.

La luz violeta que envolvía a Eugeo creció interminablemente en intensidad aún cuando el par se enfrentaba.

Entonces el cuerpo de Eugeo se tambaleó mientras perdía su fuerza sin previo aviso. Pero en vez de caer, sucedió lo contrario con él flotando suavemente en el aire.

Las ropas desaparecieron del cuerpo de Eugeo como si se hubiesen evaporado mientras él flotaba horizontalmente con sus párpados cerrados.

La columna de luz que se elevaba desde su frente ya había llegado al techo. Con eso, el cristal colocado en la miniatura dibujada, que estaba incrustado en el ojo de una pequeña ave zarpando a través de los cielos antiguos, brilló relucientemente como si fuese llamado y respondió del mismo modo.

Los aproximadamente treinta cristales, fragmentos de recuerdos hurtados a los Integrity Knights, ubicados en el dosel deberían haber sido activados como los «dueños» del Sword Golem. A pesar de eso, el cristal de la pequeña ave dejó el dosel mientras palpitaba su resplandor, bajando a través de la columna de luz.

Ese cristal…

Eso era posiblemente, no, inequívocamente el fragmento de recuerdos de la caballera Alice.

Yo había supuesto que aquellos recuerdos robados de Alice por medio del Synthesis Ritual podrían haber estado relacionados con su hermana, Selka. Pero si eso fuese verdad, Selka ya habría sido secuestrada de la iglesia de Rulid y convertida en una espada en esta habitación hace dos años.

Si no fuese Selka… ¿quién estaba en los recuerdos almacenados en ese cristal?

Sin darme alguna respuesta a las dudas que se arremolinaban en mi interior, el cristal con la forma de un prisma hexagonal, puntiagudo en sus dos extremos, en silenció cayó más cerca. La Blue Rose Sword que yacía en el piso se levantó también y giró antes de detenerse con su punta apuntando al corazón de Eugeo.

El cuerpo musculoso de Eugeo, la cuchilla clara de la Blue Rose Sword, y el prisma de cristal translúcido se alinearon.

Al mismo tiempo, Administrator movió hacia abajo su florete con un chillido al otro extremo.

—¡¡Quémense, todos ustedes!!

Los treinta elementos térmicos flotando alrededor del florete se fusionaron y estallaron en una enorme bola de fuego.

—¡¡Dije que… no te dejaré!!

Respondiendo con un grito solemne, Alice giró su mano derecha hacia las flamas que se arremolinaban.

Las pequeñas espadas con forma de cruz que se alinearon en el aire se agruparon juntas y formaron un escudo gigante. Al inclinar su cuerpo en ese escudo, la caballera pateó en el suelo, y perforó la bola de fuego.

Un estruendo.

Un breve silencio.

La siguiente explosión sacudió la totalidad del espacio aislado. Un calor que masacraba y la luz llenaron la amplia habitación junto con las ondas de choque, con la mayor parte de la alfombra regada por el suelo quemada en la nada. Incluso la forma gigante del Sword Golem que había cesado el movimiento a una gran distancia se sacudió violentamente mientras Administrator, que estaba más atrás, cubrió su cara con su brazo izquierdo.

Pero yo solo había perdido el aliento por la ola de calor, gracias a la protección que me otorgó el escudo de Alice. Tanto Cardinal, a quién sostuve en mis brazos, y Eugeo flotando aparecieron ilesos por la explosión.

El espiral de flamas desapareció del vestíbulo en segundos como si todo hubiese sido una mentira…

Alice cayó desde el centro de la explosión con un ruido sordo. Poco después, la Fragrant Olive Sword volvió a su forma original, y se paró recta al lado de su dueña como si hubiese perdido su fuerza.

El humo se elevaba desde diferentes lugares carbonizados en el uniforme de caballero blanco y azul de Alice. También había quemaduras sobre toda la piel de sus extremidades, por lo que era evidente que su Vida había disminuido considerablemente. Parecía que la caballera había perdido el conocimiento mientras permanecía abatida; los valiosos segundos que había ganado no fueron en vano, sin embargo, la técnica final de Cardinal estaba a pocos instantes de completarse.

Envuelto por la columna violeta de luz, el cuerpo de Eugeo perdió su solidez y tranquilamente se volvió transparente. La Blue Rose Sword al centro de su pecho hizo lo mismo como si se fusionara con él mientras era arrastrada hacia él.

Pero aún hubo otro destello de luz intenso.

El cuerpo de Eugeo se deshizo en incontables lazos de luz por encima mientras yo involuntariamente miré de reojo. Éstos se reunieron una vez más mientras giraban alrededor y se mezclaban.

Lo que había allí ya no era un cuerpo humano.

Una enorme espada con una cuchilla tan profundamente blanca que parecía azul y una guardia cruzada.

La longitud de la cuchilla era tan larga como era el cuerpo de Eugeo. Las hermosas líneas que le daban forma se extendían desde la base y convergían en su afilada punta. El prisma flotante de cristal se acercó a la pequeña ranura hundida en el medio y se ensambló en él después de un suave clic.

El brazo izquierdo de Cardinal perdió su fuerza y se dejó caer al suelo.

Los labios de la sabia temblaron ligeramente y sus últimas palabras fluyeron como una suave brisa.

Release… recollection.

¡¡Kiiiin!! El prisma hexagonal que era puntiagudo en sus dos extremos, el fragmento de recuerdos de Alice, resplandeció relucientemente con un sonido resonante diferente. La espada de Eugeo, también, repicó reconfortantemente como si fuese en respuesta mientras se elevaba cada vez más.

La enorme espada de color blanco puro ahora estaba funcionando de manera independiente con la misma lógica exacta que el Sword Golem. O, en otras palabras, a través de una espada forjada a partir de carne humana, un fragmento de recuerdos como su dueño, y los sentimientos que unían a ambos, el poder del amor.

Pero el Sword Golem tenía un componente del que carecía la espada de Eugeo.

El prisma triangular de color violeta que Administrator sepultó en el corazón del golem. Un piety module. Eso era exactamente lo que pervirtió el poder del amor que alimentaba al golem, instándolo a la masacre.

—¡¡Maldita seas, Lyceris… desviarme tanto de mi camino…!!

Al apartar su cara con lo que parecía disgusto del resplandor que desprendía la gran espada, Administrator gritó.

—¡Puedes tratar de imitar la técnica… pero una espada endeble nunca podrá esperar enfrentarse a mi arma de destrucción! ¡¡La romperé con un solo ataque!!

Administrator le ordenó con un gesto de la mano izquierda y los ojos del Sword Golem que había permanecido en silencio hasta ahora brillaron de color azulado y blanco una vez más. Giiin; la figura gigantesca vigorosamente comenzó su avance con un chirrido metálico ensordecedor.

La espada de Eugeo giró su cuchilla horizontalmente sin ningún sonido y movió su punta en línea recta hacia adelante al gigante de cinco mel de altura.

Su hoja blanca intensificó su luminosidad aún más mientras que las partículas de luz difusa se arremolinaban alrededor de ella.

— … Hermoso…

Cardinal dejó escapar débiles pensamientos desde entre mis brazos.

— El amor… humano. Y la luz, de su, voluntad… Cuán… hermo…sa…

—Sí… lo es sin duda.

Una vez más las lágrimas cayeron de mis ojos mientras yo murmuraba en respuesta.

— Kirito… te dejo el resto, a ti… Protege este… mundo y… su gente… por favor…

Al mover su rostro con los vestigios de fuerza que le quedaban, Cardinal me miró fijamente con sus ojos claros y me mostró una sonrisa amable.

Al confirmar mi consentimiento sin palabras, la sabia más grande del mundo, esta joven chica, lentamente cerró sus ojos y dejó escapar un respiro débil, para nunca volver a respirar otra vez.

El escaso peso que sentían mis dos brazos rápidamente se desvaneció mientras contenía mis sollozos.

En mi visión, teñida iridiscente, la gran espada de color blanco puro que había heredado la voluntad de Cardinal batió sus alas de luz ya que se elevó directamente.

Al encuentro de su asalto, el soldado gigante extendió sus dos manos de espada y las espadas más pequeñas que servían como sus costillas. El aura de oscuridad que se enroscaba alrededor de las incontables espadas que brillaban como si se convirtieran en las fauces del mal.

Únicamente en términos de valores de prioridad, la gran espada formada exclusivamente por el cuerpo de Eugeo y la Blue Rose Sword posiblemente no podría igualar al golem creado a partir de trescientos seres humanos.

Y aún así, la espada de Eugeo aceleró aún más rápido, atacó al enjambre de cuchillas a la espera.

Apuntó hacia el centro del torso del golem, más allá incluso de la columna vertebral formada por tres espadas en el centro. Una luz violeta desbordaba desde los huecos entre las espadas.

El piety module.

Dorado y blanco puro chocaron un momento después. Luces blanca y negra se entrelazaron, arremolinaron y se intensificaron.

Una multitud de sonidos metálicos, que recordaba los rugidos de las bestias, fue liberada mientras las cuchillas que formaban los brazos del golem y la caja torácica se cruzaron en un instante.

Pero justo antes de eso. La espada blanca se hundió profundo a través del espacio abierto en la columna del golem.

El ruido que rompió la tranquilidad no escapó a mis oídos. La luz de color violeta vertiéndose desde su columna se dispersó en innumerables fragmentos.

Un resplandor despejado envolvió las treinta enormes espadas que estaban unidas hasta ahora por una oscuridad viscosa, extendiéndose desde donde atravesó la gran espada blanca.

Parecía que el amor entre Eugeo y Alice estaba aliviando prácticamente la tristeza de los amantes separados.

¡Giiii! La agonía discordante fue sintonizada con rítmicos tonos diáfanos en un abrir y cerrar de ojos, resonando hermosamente mientras se dispersaban.

Un momento después, todas las espadas que formaban el arma de destrucción que nos llevó al borde de la muerte se separaron y volaron en todas direcciones.

Las espadas, girando mientras flotaban en lo alto, trazaron treinta parábolas y apuñalaron simultáneamente la circunferencia externa del vestíbulo con un ruido ensordecedor.

Un enorme borde se alzó justo detrás de mí también, como la marca de una tumba. No había error en que era la pierna izquierda del golem que cortó mi torso, pero el aura oscura que se entrelazó alrededor ya había desaparecido y ahora no era más que frío metal.

Los cristales del dosel que movían al golem, también, tuvieron un parpadeo irregular, perdieron su intensidad y finalmente disminuyeron en silencio. No había conocimiento de lo que le había sucedido a «sus» conciencias, pero al menos, el full control art de Administrator que los había usado como una fuente de energía fue destruido y un segundo lanzamiento parecía poco probable.

La gran espada blanca que desmanteló al Sword Golem con un solo ataque aún yacía horizontal en el aire, dispersando partículas de luz brillante.

Los fragmentos de recuerdos de Alice brillaron en el centro de la espada. El conocimiento de lo que estaba guardado en su interior vino a mí como una epifanía repentina.

Los Integrity Knights sumaban treinta y uno. Las espadas del Sword Golem sumaban treinta. El fragmento de memoria sin utilizar pertenecía a Alice, lo que era evidente por cómo se fusionó con la espada de Eugeo.

¿Entonces por qué Administrator no creó una espada que emparejara con los recuerdos de Alice?

Los recuerdos de Alice… el amor sellado dentro de ellos debe haber sido demasiado grande sin duda. La joven Alice amó a Eugeo, Selka, sus padres, cada uno de los que vivían en la aldea, la aldea Rulid en sí, junto con el tiempo que pasó con aquellos seres queridos por ella y el tiempo que aún no había llegado.

Ni siquiera Highest Minister podía transmutar el tiempo y el espacio. Por lo tanto, Administrator no había creado una espada para ser vinculada con Alice.

Y esa sería la verdadera razón por la que la espada traída a la vida por Alice y Eugeo brilló tan bellamente.

—Aah… Es preciosa, de hecho.

Abracé con fuerza el cuerpo de Cardinal y le susurré al alma de la chica que se había puesto en marcha en un viaje mucho más allá tanto de Underworld como del mundo real.

Ninguna voz respondió, pero sentí una luminosidad débil que envolvía a la pequeña forma entre mis brazos. La pureza de la misma variante como la luz milagrosa liberada por la espada blanca llenó su resplandor.

Esa era una evidencia irrefutable que Cardinal, o la chica llamada Lyceris, fue una humana con verdaderas emociones y amor, en vez de algún programa como lo que ella había pretendido ser una y otra vez.

La leve calidez acompañó la luminosidad, empapando mi cuerpo frío mientras la presencia de su cadáver rápidamente se desvaneció. Atenuándose en transparencia, se deshizo suavemente y se desapareció como un resplandor blanco puro.

Al iluminar todo el espacio aislado, las ondas de luz parecían purificar…

Fueron cortadas por el filo de una voz que parecía empeñada en oponerse a ellos hasta el final.

—Tal aburrida lucha al borde de la muerte, enana. ¿Realmente necesitas mancillar una memoria tan encantadora como esta?

Administrator mostró una sonrisa fría, arrogante incluso cuando su última carta ganadora estaba destruida.

—Pero bueno, supongo que destruir un solo prototipo es el límite para ti. Después de todo, voy a crear cientos o miles de esos a partir de ahora.

Las puntas de los dedos de su mano izquierda se encontraron con el florete de plata pura mientras ella presumía, pareciendo completamente mecánica como si realmente careciese de  toda emoción a pesar de cómo debería ser una copia de Cardinal. Olas como miasma, negras como el carbón, se enrollaban perezosamente sobre su cuerpo que tenía una piel blanca de porcelana que parecía brillar y ese brillante pelo plateado.

La fría serpiente llamada miedo levantó su cabeza desde el fondo de mi cuerpo una vez más. Me aferré con fuerza a mis brazos, ahora vacíos, juntos sin pensarlo.

El Sword Golem que pensé que era invencible fue destruido, pero el costo fue demasiado grande. Habíamos perdido a la única sabia en este mundo con habilidades a la par de los poderes extraordinarios de Administrator.

Yo en contraste, simplemente miré a Highest Minister, incapaz incluso de soltar una palabra.

Todavía flotando, la espada de Eugeo dejó escapar un ruido claro y apuntó derecho hacia su peor y último enemigo.

—Oh mi.

Entrecerrando sus ojos, Administrator murmuró.

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— ¿Todavía en pie para más, muchacho? ¿Te sientes valiente ahora después de romper mi muñeco por haberlo perforado a través de esa brecha?

Yo no sabía si esas palabras llegaron a Eugeo ahora que él se había convertido en una espada enorme. Pero su cuchilla de color blanco puro no tembló en lo más mínimo, manteniendo su punta filosa hacia Highest Minister. El resplandor que rodeaba su cuchilla se intensificó una vez más, mientras las reverberaciones, kiin, kiin, también aumentaban de tono.

—… Detente, Eugeo.

Se me escurrió una voz ronca mientras extendía mi mano izquierda hacia la espada reluciente.

—No… no vayas por tu cuenta.

Pinchado en acción por una irritación agitada, me arrastré de rodillas sobre el suelo quemado con mis piernas que carecían de fuerza. Una de las partículas de luz esparcidas desde la espada entró en contacto con mis dedos extendidos desesperadamente, rebotó y desapareció.

Un instante después.

Alas de luz extendidas una vez más desde la empuñadura de la gran espada. Al batir esas poderosas alas, la gran espada blanca atacó directamente a Administrator.

Una sonrisa despiadada apareció en los labios gris perla de la gobernante. El florete como espejo osciló hacia abajo con un crujido y tomó represalias al emitir un rayo, igual o más fuerte que el que quemó a Cardinal hasta la muerte.

La punta de la espada tocó el rayo.

Las ondas de choque superaron aquellas cuando el Sword Golem fue destruido y arrastrado, golpeando contra todo mi cuerpo mientras estaba de rodillas a la distancia.

Abrí mis ojos tanto como pude incluso mientras arrastré mi cuerpo y vi cómo un rayo de Administrator fue destruido en numerosas líneas delgadas.

¡¡Vaaaaa!! Las chispas que volaban por todas partes con un estruendo causaron pequeñas explosiones a lo largo del vestíbulo. La espada se elevó por encima a pesar de romper a través del torrente de enorme energía en frente. Trozos minúsculos astillaron la superficie de su cuchilla blanca, dispersándose uno tras otro. Y cada uno de ellos debería ser una parte del cuerpo de Eugeo, su vida.

—¡¡Eugeo!!

La tempestad embravecida borró mi grito.

—¡¡Brat…!!

La sonrisa desapareció de los labios de Administrator.

En la fuente del rayo al final, la punta de la gran espada blanca descargó cierto golpe feroz en el extremo parecido a una aguja del florete.

La resonancia resultante sacudió el espacio aislado con sus frecuencias extremadamente altas. El florete plateado, una fuente de recursos para mantener la fuerza divina de Administrator, y la gran espada blanca, creada de la fusión de Eugeo y la Blue Rose Sword, continuaron su batalla por algunos momentos. Parecían estar en un callejón sin salida absoluto, pero toda mi piel me dijo que era una premonición de la destrucción por venir.

El fenómeno que finalmente ocurrió parecía continuar para siempre, como si estuviera en cámara lenta.

El florete de Administrator se rompió en innumerables fragmentos minúsculos.

La gran espada blanca se rompió por la mitad mientras emitía partículas de luz.

La primera mitad de la cuchilla giró mientras salía volando y cercenó el brazo derecho de Administrator desde la parte superior de su hombro sin ningún sonido.

Los sonidos y temblores pronto alcanzaron la escena grabada en mi retina.

La gran cantidad de recursos vertiéndose desde el florete roto provocaron una enorme e iridiscente explosión que se tragó el vestíbulo.

—¡¡Eugeo…!!

Mi grito fue enterrado una vez más en los aullidos de atroz ruido electromagnético esta vez. Las repentinas ondas de choque se estrellaron contra mí y me enviaron volando a la ventana sur.

Al capear las ondas de choque detrás de una espada enterrada en el piso, una parte del Sword Golem hasta hace unos minutos, me tambaleé sobre mis pies y miré…

A Administrator que estaba de pie en el piso con sus propios pies, presionando con su mano izquierda sobre la herida en su hombro derecho.

Y dos grandes pedazos rotos que yacían a sus pies.

Un tenue y blanco resplandor que aún residía en la espada rota de Eugeo.

Pero palpitaba, al igual que el latido de un corazón, mientras su brillo se desvanecía en la nada, todo mientras me quedé mirando aturdido.

Los fragmentos de la espada blanca perdieron su sustancia como uno y poco a poco empezaron a regresar a su forma humana.

El fragmento del centro de la cuchilla en dónde se estrechaba se convirtió en la mitad inferior de un cuerpo.

Y el fragmento que incluía la guardia cruzada se convirtió en la mitad superior de un cuerpo.

Eugeo tenía los párpados cerrados mientras que su mano derecha, sobre su pecho, sostenía un prisma de cristal. Sucedió entonces, cuando su cabello rubio y su piel lechosa recuperaron la tangibilidad de un ser humano.

Una cantidad aterradora de sangre chorreaba de ambas partes de su cuerpo cortadas, mojando de inmediato los pies descalzos de Administrator.

—Ah… ah…

La voz chillona que escurrió de mi propia garganta parecía venir de muy lejos.

El mundo perdió casi todo el color; el olor y el sonido, también fueron diluidos hasta ser sofocados casi por completo.

La expansión roja de la sangre por sí sola parecía estremecedoramente vívida en el corazón de este mundo anestesiado. Algo brillaba mientras bajaba en picada hacia el lado de Eugeo que yacía en medio del mar carmesí.

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Se introdujo en el charco de sangre. Produciendo una suave onda con un golpecito; era una delgada espada larga de plata azulada, la Blue Rose Sword. Parecía ilesa, o eso pensé por un instante antes que la mitad inferiorde su hoja abruptamente se quebrara en cristales de hielo con un silencioso ruido de rotura.

Perdiendo su soporte, la mitad superior de la espada sesgó y cayó sobre el rostro de Eugeo, restos salpicados golpearon sus mejillas y gotearon.

Di dos, tres inestables pasos antes que mis rodillas golpearan el suelo.

Mis brazos envolvieron mi cuerpo como si se aferraran a lo que quedaba al calor de Cardinal mientras que mis ojos se mantenían abiertos. Sin embargo, el débil calor no podía llenar la desolación extendiéndose dentro de mí. Todo parecía vacío: mi conciencia, mi carne, incluso mi alma.

Déjalo terminar aquí.

Ese pensamiento flotó desde las profundidades de la nada como una burbuja y explotó.

Nosotros, no, yo había perdido en todas las maneras imaginables.

La única razón por la que estaba ahora aquí era para liberar el alma de Eugeo al mundo real, ¿verdad? A pesar de eso, en realidad fui protegido por su sacrificio y ahora encogido de miedo así, con impotencia. Yo, quien simplemente sería deslogueado al otro lado incluso si fuese a perder mi vida.

Ahora sólo necesito desaparecer de este mundo, desvanecerme.

No quiero ver más. No quiero oír más.

Deseaba únicamente mi propia rápida aniquilación.

Sin embargo. Underworld, también, era una realidad en su propio derecho y su gobernante no era un programa que se detendría tras alcanzar la pantalla del Bad End [34].

Una pista de emoción se mostró sobre los hermosos, blancos y ahora inexpresivos rasgos de Administrator antes de desaparecer inmediatamente. La amable voz fluyendo de sus labios estremeció el silencio en el salón.

—Ésta debe ser la primera vez que sufrí una herida de este grado desde esa batalla con Lyceris hace doscientos años.

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Ese murmullo parecía incluir un rastro de elogio.

—La espada transmutada del cuerpo de Eugeo… quizás no podría haber enfrentado a mi «Silvery Eternity» en términos de priority [35], pero qué imprevisto giro de los eventos. También, fue mi equivocación asumir que las espadas serían metálicas.

Gotas de sangre se derramaron de la herida de su hombro derecho, una tras otra, ondeando la superficie de agua roja en sus pies. Administrator atrapó esas gotas en su palma izquierda, convirtiéndolas en numerosos elementos luminosos, y tocó la herida. El corte se selló en un instante, cubierto por piel lisa.

—Ahora…

Habiendo acabado con sus primeros auxilios, la gobernante aleteó sus largas pestañas y giró sus ojos especulares hacia mí.

—Esto es de alguna manera sorprendente para ti por ser el último restante, chico del otro lado. Estoy sólo un poco curiosa de por qué has venido aquí sin ninguna autoridad de supervisor… pero estoy aburrida y soñolienta ahora. Dejaré la pregunta para «esa persona» en la terminal para después, pongamos un final a esta batalla con tu sangre y gritos, chico.

Administrator cerró su boca y comenzó a caminar elegantemente, no mostrando absolutamente ninguna señal de ser afectada por la grave lesión de perder su brazo. Zanqueando sobre el cuerpo desgarrado de Eugeo, ella dejó huellas de sangre fresca en el suelo de mármol mientras que se acercaba a mí.

La chica extendió su mano izquierda directo hacia su costado mientras caminaba. Algo blanco revoloteó a ella desde atrás con eso. Era un delgado brazo derecho, la parte de ella que la espada de Eugeo había rebanado.

Pensé que ella lo reacoplaría a su hombro, pero Administrator levantó su propio brazo ante su rostro por su muñeca y suavemente lo inhaló. Una luz violeta inmediatamente tomó el brazo y su composición fue transmutada al mismo tiempo que una pulsación metálica resonó.

Lo que apareció fue una espada larga plateada con diseño simple, pero con una agraciada hoja y empuñadura.

No estaba abrillantada a una superficie de espejo perfecto como el estoque destruido, pero como se esperaba de la que lo hizo de los recursos de su brazo perteneciente al humano poseyendo la más grande prioridad del mundo, el poder que ocultaba parecía suficiente para separar mi cuello con un simple golpe.

La muerte se aproximaba con débiles pasos. La aguardaba sobre mis rodillas.

Deslumbrantemente hermosa incluso con su brazo perdido, Administrator avanzó a mi derecha antes que mis ojos en simples segundo y me miró desde arriba.

Mi volteada mirada colisionó con la iridiscente luz de sus ojos especulares.

Con sus dos ojos matizados con débil deleite suave, la chica susurró gentilmente.

—Adiós, chico. Encontrémonos en el otro lado algún día.

La espada larga se elevó, brillando mientras que reflejaba la luz de la luna.

La hoja dibujó un arco azul en el aire con su borde afilado como navaja mientras que se desenvainaba cerca de mi cuello.

En un instante.

Una silueta se forzó a sí misma en mi visión.

El cabello largo revoloteó a través del aire.

La Caballera femenina cubierta en heridas extendió sus brazos ampliamente; perplejo. Me quedé mirando su espalda.

No era la primera vez que veía esto.

¡¿Cuántas veces yo voy a… repetir este error?!

Ese pensamiento corrió como un destello y el tiempo cesó sus movimientos por un instante.

Numerosas ocurrencias se alinearon en este mundo monocromático que había perdido su sonido y color.

Una pequeña mano gentilmente tocó mi brazo derecho, colgando impotentemente.

La cálida palma derritió suavemente el frío temor y la resignación llenando mi cuerpo entero.

La imagen de pérdida no desapareció.Pero estaba bien reconocer esa debilidad, el dueño de esa mano me susurró.

No tienes la necesidad de ganar todo el tiempo. Incluso si caes, incluso si pierdes, no es de conflicto siempre y cuando tu corazón, tu voluntad se mantenga viva por otro.

Todos lo que habían pasado el tiempo más pequeño contigo deberían de tener esa convicción, jovencito. Naturalmente, lo mismo se aplica a mí.

 Así, yo, también, puedo mantenerme en pie.

 Sí deseas proteger a aquellos amados por ti.

Me di cuenta que el calor contenido desde lo profundo en mi cuerpo, o quizás mi conciencia, había extendido un circuito de luz hacia mi congelado fluctlight.

Desde el centro de mi pecho, pasando mi hombro derecho, a través de mi brazo, terminando en las puntas de mis dedos.

El flameante calor envolvió los cinco dedos rígidos.

Mostrándose más rápida que antes, mi mano derecha firmemente agarró la empuñadura de mi espada negra que se había caído justo al lado mío.

Y el tiempo se movió una vez más.

La espada de Administrator descendió, apuntando al hombro izquierdo de la Caballera Alice mientras ella se colocó y extendió sus brazos ampliamente en su intento de protegerme.

Ocurrió exactamente mientras que la aguda hoja rasgaba a través de la chamuscada manga del uniforme de caballero para cavar en su pálida piel.

La punta de la hoja de mi espada, se balanceó firme diagonalmente hacia arriba mientras que me ponía de pie, apenas interceptó la espada plateada, dejando escapar una feroz explosión de chispas.

El impacto puso a Administrator a una distancia lejos de Alice y de mí, dirigiéndonos atrás.

Manteniendo a Alice en mi mano izquierda mientras que ella caía sobre su pecho, fui lanzado a la ventana una vez más y reforcé mis piernas para prevenir estrellarme con el cristal. Apoyando su cabeza en su hombro derecho, Alice giró su cabeza ligeramente hacia la izquierda y me miró con sus ojos azules.

—Sólo mírate…

Sonriendo con esas mejillas aún frescas con quemaduras después de defenderse contra la llamas de Administrator, la caballera dio un ronco murmullo.

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—Así que puedes moverte… verdad.

—Sí.

Al mismo tiempo intenté hacer lo que podría apenas pasar como una sonrisa a cambio.

—Déjame el resto a mí.

—Debería… hacer sólo eso.

Tras terminar esas breves palabras, Alice perdió su conciencia una vez más mientras que sus rodillas colapsaban.

Bajando a la caballera al suelo mientras apoyaba mi brazo izquierdo, apoyé su espalda contra el vidrio y tomé un profundo respiro mientras me levantaba.

Deja lo que falta a mí y ten un buen descanso, por favor.

Esta vida que Charlotte, Cardinal, y Eugeo me confiaron… debería conectarla a la tuya.

Incluso si sólo Alice era mi límite, tenía que evacuarla de este espacio aislado por todos los medios necesarios. Para eso, debía luchar con Administrator y hacerlo un empate si no era victoria.

Inclusive con todos mis miembros rebanados, incluso con mi corazón perforado, incluso con mi cuello decapitado.

Fortaleciendo mi resolución, yo desplacé mi vista hacia arriba y observé a mi enemiga.

La sonrisa casi se había desvanecido de Administrator y ella estaba mirando la espada que sostenía en su mano izquierda. Tal vez el impacto de antes la había dañado mientras que una parte de su suave mano estaba raspada en color rojo.

—Ni siquiera yo puedo tambalearme en mi irritación para siempre.

Su suspiro fluyó glacialmente.

Los ojos especulares me apuntaron congelados como si una capa de escarcha hubiera descendido sobre ellos.

—¿Qué pasa con todos ustedes?¿Por qué luchan tan impropiamente contra la ociosidad? El resultado de esta batalla estaba claro desde el principio. ¿Qué significado hay en el proceso a un final predeterminado?

—Ese proceso es lo que realmente importa. Sin importar si te humillas y mueres o mueres con mi espada en mi mano. Eso es porque nosotros… somos humanos.

Mientras replicaba eso, bajé mis párpados e invoqué una fuerte imagen de quien una vez fui.

Mi imagen de «Kirito El Espadachín Negro» que siempre había mantenido guardado bajo llave por tanto tiempo. Mi otro yo que nunca podía perder, uno como una maldición que no me dejaría ningún lugar a dónde ir tras derrotarlo, o eso temía desde las profundidades de mi corazón.

Pero ya no podía estar atado por esa ansiedad y obsesión.

Mi largo flequillo cayó sobre mis ojos mientras los levantaba abiertos. Después de peinarlo con mi mano izquierda, cubierta en un guante sin dedos, y extender mi largo abrigo de cuero negro, me reforcé a mí mismo con la espada larga en mi mano derecha.

Estando a una corta distancia, Administrator unió sus cejas ligeramente antes de mostrar una sonrisa cruel cercana a la que ella tenía cuando robó la vida de Cardinal.

—Esa apariencia de tono negro… es justo como la de un Darkness Knight del Dark Territory… Muy bien. Si deseas sufrir hasta el final, te concederé un extremadamente, extremadamente interminable y despiadado destino. Uno que hará fervientemente suplicar por un rápido final a tu vida.

—Eso no es suficiente… No puedo redimir mi estupidez sólo con eso.

Con mi cintura baja después de ese murmullo, miré la espada larga plateada sostenida en la mano izquierda de la Highest Minister.

Administrator había alardeado del poder devastador de sus Sacred Arts incontables veces, pero ahora que el estoque plateado, aparentemente nombrado «Silvery Eternity», que servía como su fuente de recursos fue destruido, ella probablemente sería incapaz de disparar rápidamente Arts de alta prioridad en sucesión. Eso es porque ella había transformado su propio brazo en una nueva espada.

Yo estaba listo para una pelea entre espadas, pero no tenía información en absoluto de la competencia de mi oponente. Ella probablemente usaría un estilo como los Caballeros, principalmente enfocándose en simples golpes pesados, pero mi batalla con la Caballera Alice en el octogésimo piso de la catedral había claramente mostrado que no era nada para subestimar.

El valor de prioridad de mi arma era probablemente peor, así que la pequeña Vida restante en la espada negra sería gastada después de colisiones continuas. No tenía elección más que entrar en el rango y apoderarme de la victoria con Skills de golpes consecutivos lo cual ella no debería conocer.

Sellando mi resolución, bajé mi centro de gravedad remoto en preparación para cargar. Mis pies derecho e izquierdo estaban plantados en el suelo en frente y atrás respectivamente.

Mi oponente, Administrator, se paró calmadamente mientras levantaba la espada en su mano izquierda arriba hacia la espalda. Como se esperaba, era una postura del High Norkia Style, una escuela tradicional. La absurda velocidad y peso detrás de ese ataque probablemente matarían de un solo golpe y sería imposible de bloquear. Tenía que esquivar eso de alguna manera y   deslizarme más cerca.

—…

Tomé un profundo respiro y reuní fuerza en mi abdomen.

En el momento en el que la espada de Administrator hizo el más mínimo movimiento, pisoteé el suelo con todo lo que tenía y avancé.

La espada larga del enemigo estaba teñida con un resplandor azul. Reconociendo el movimiento secreto desatado, no, Sword Skill como «Vertical», pisoteé con mi pie izquierdo y desplacé mi carga hacia la derecha. Como Vertical era un simple corte vertical, sería difícil perseguir un enemigo que huyó más allá de su rango.

Trazando un rayo azul, la espada larga plateada se condujo con una aterradora velocidad. Con mi cuerpo abierto hacia la izquierda y yo desesperadamente traté de deslizar pasando la punta de la espada. La línea recta rasgó a través de la bastilla de mi abrigo largo mientras que solapaba fuertemente.

Esquívalo.

Esta vez, pisé duramente en el suelo con mi pie derecho y restauré la dirección de mi carga mientras que levantaba la espada en mi mano derecha, pero el resplandor en la espada de Administrator no se desvaneció.

—¿¡…!?

Jadeé por la sorpresa al mismo tiempo que la espada que se había balanceado todo el camino hacia mis pies se recuperó a una velocidad que ignoraba la inercia. Éste no era el momento de esquivar. Retirando la espada que estaba levantando, de alguna manera me las arreglé para cortarla en la ruta del corte.

¡Gaiiiin! Un masivo ruido metálico se dejó perder con enormes chispas. Aunque mi defensa tuvo éxito de alguna manera, tenía que saltar atrás para evadir teniendo mi postura destruida y tropezando por la presión que era lo suficientemente pesada para hacer que los huesos en mi mano derecha rechinaran. Esquivando el corte hacia arriba del enemigo con un paso, inmediatamente fui por un contraataque pero la habilidad de Administrator con la espada excedió mis expectativas una vez más.

La espada regresó por encima después de trazar la forma de una V y rugió otra vez mientras se balanceaba abajo. Con mi balance desplazado hacia adelante, no pude evadir el tercer ataque y eso hizo un corte superficial a la izquierda de mi pecho. Era un rasguño, pero lo que recorrió mi cuerpo fue temor y conmoción más que el dolor.

Si el SwordSkill que Administrator ejecutó era el que conocía.

Eso cortaría a través de mí si trataba de esquivar o un bloqueo con poco entusiasmo.

—O… ¡¡oohh!!

Tirando fuera mi temor con un grito, activé un Sword Skill desde una postura bastante irracional. El corte de un solo golpe, «Slant».

Mi expectativa fue muy eficaz al menos esta vez y la espada de Administrator regresó por encima tan rápidamente que parecía como si se hubiera tele transportado antes de desatar su cuarto ataque con todo su poder.

Encontré la hoja de plata aproximándose desde arriba directamente con mi espada negra. Los efectos de luz explosivos únicos cuando los Sword Skills colisionan uno contra otro salieron e iluminaron ambos el rostro de la Highest Minister y el mío.

El cuarto ataque de ese Skill de cuatro golpes no podría ser completamente absorbido por un Skill de un solo golpe básico normalmente. Pero fue suerte el cómo Administrator actualmente carecía de su brazo derecho. Eso había interrumpido su balance y causó que el corte se deslizara diagonalmente abajo, hacia la izquierda.

¡Gyariin! Las dos espadas se separaron con un tañido metálico y salté atrás, firme, de verdad esta vez, dejando su rango.

Un débil rojo manchó mis dedos después de tocar la herida en mi pecho con mi mano izquierda. No había necesidad de curar el daño de este grado con Arts, pero más que una herida en la piel, era la fresca hendidura en el abrigo de cuero con un mayor valor de alta prioridad de lo que parecía, aunque actualizado desde mi imagen, que me hizo estremecerme.

No podía hablar; en mi lugar, Administrator sin prisa se enderezó a sí misma mientras hablaba.

—Espada recta de una mano, Sword Skill de cuatro golpes, «Vertical Square»… ¿verdad?

Hubo un ligero lag antes que la voz que llegó a mis oídos se convirtiera en palabras significativas.

El nombre del Skill era como lo había esperado. Pero Sword Skill. ¿Administrator dijo eso?

Ciertamente, Underworld tenía los mismos grupos de Sword Skills como el viejo mundo de SAO. Pero eran llamados «movimientos secretos» y reconocidos como poder residiendo en las espadas después de un largo entrenamiento más que asistencia del sistema.

Por no mencionar cómo los movimientos secretos usados de aquellos del Human World estaban limitados a Skills de un solo golpe como «Lightning Flash Slash» (Vertical), «WhirlCurrent» (Cyclone) y «Heavenly Mountain Rending Wave» (Avalanche). Ésa era la principal razón de por qué podía ganar a través de varios enfrentamientos, de práctica y reales, con los «Skills de golpes consecutivos del Aincrad Style» y pensé que hubiera sido mi única oportunidad para la victoria en esta batalla final también.

Pero si Administrator pudiera usar Sword Skills, y los poderosos Skills de más de cuatro golpes para inicializar, esa ventaja dejaría de existir.

La figura de Eugeo, caída por esa herida fatal, entró en mi visión lentamente retirándose mientras que la confusión y la intranquilidad me afligían. La sangre aún se extendía desde donde fui cortado. ¿Cuántos minutos faltaban hasta que mi Vida se agotara?

Pensé mientras que la ansiedad me consumía más lejos.

Eugeo tenía su memoria temporalmente sellada y luchó contra mí como un Integrity Knight. Eso significaba que sus recuerdos fueron escaneados mediante el Synthesis Ritual. Eso significaba que había la posibilidad de que la Highest Minister hubiera extraído el nombre y el movimiento para Vertical Square de los recuerdos de Eugeo.

Así, yo tendría la oportunidad para la victoria si llevaba a cabo un Skill con más de cuatro golpes.

El mejor de los Skills de la espada recta de una mano ciertamente llegaba a diez de golpes. Éste ya no era ningún momento de contenerse.

Administrator dejó salir una risa mientras me miraba rápidamente separando mis pies y arreglando el agarre en mi espada negra.

—Vaya… ¿tus ojos todavía pueden mantenerse tan desafiantes? Muy bien, entretenme más, chico.

Aunque un gran trozo de su Vida debería haber estado perdido junto con su brazo derecho, la Highest Minister aún decía eso con la máxima compostura. No hablé más en respuesta, tomando un profundo respiro y lo mantuve.

Yo vívidamente recordé la imagen de ese Sword Skill grabado en ambos, mi cuerpo y mis recuerdos. Un vistazo reveló un débil efecto de luz blanco azulado ya comenzando a cubrir la espada en mi mano derecha.

Mi espada dibujó un arco mientras la blandía desde la derecha hasta directo por encima.

—¡¡Haahh!!

Dejé salir un agudo grito de guerra activando la más avanzada Sword Skill para espadas rectas de una mano, «Nova Ascesion».

Respaldado por una fuerza invisible, mi cuerpo se disparó en el aire a una velocidad extrema. El primer golpe fue un veloz corte hacia abajo que superó a casi todos los otros Sword Skills en términos de velocidad. No había ningún Skill que excediera esta velocidad para las espadas rectas de una mano.

El corte tenía medio segundo antes que cavara en el hombro izquierdo de Administrator.

Mis sensaciones aceleraron y en ese momento, donde todo parecía pesado como inmerso en jalea…

La espada larga plateada giró su borde directo hacia mí.

Un destello de acero plateado trazó un resplandor en forma de cruz.

¡¡Dokakakakakaa!! Seis estocadas me apuñalaron a una velocidad divina primero verticalmente, luego horizontalmente en mi cuerpo.

—Gah…

Sangre fresca se dispersó desde mi boca.

Mi Skill de diez golpes, interrumpido en su golpe inicial, se detuvo con su brillo de hielo azul inútilmente dispersándose.

No podía ni siquiera registrar lo que había conspirado en mi mente, mucho menos hacer suposiciones cualesquiera a la causa. Abrumado por el dolor y el temor, miré fijamente la espada de Administrator, extraída de mi estómago, mientras me tambaleaba.

Seis golpes consecutivos consistiendo enteramente de estocadas.

Ningún tal Sword Skill existía bajo la categoría de espada recta de una mano.

Sangre fresca se chorreó libremente de las pequeñas heridas perforadas en mis hombros, pecho, garganta, y estómago. Me desplomé, la fuerza abandonaba mis rodillas, e incrusté mi espada en el suelo mientras que desesperadamente luchaba contra el colapso.

Habiendo mantenido una distancia como si evadiera la sangre chorreante, Administrator ocultó su boca con la espada con una hoja que parecía haberse vuelto más angosta que antes.

—Ufufufu… qué problema, chico.

Con las incrementadas esquinas de sus labios ligeramente visibles por encima del afilado borde, la exquisita gobernante anunció en una burla.

—Estoque, Skill de seis golpes, «Crucifixion».

No puede ser.

No le había mostrado ese Skill a Eugeo. En primer lugar, yo no podía usar ese Skill. Sólo lo había visto una vez tras otra, hace tiempo, en Aincrad.

El mundo parecía tambalearse. No, yo era el que tambaleaba. Francamente buscaba una respuesta para el inexplicable desarrollo ante mi.

¿Estaba en mis recuerdos que ella espió?

¿Ella robó ese Skill de mi fluctlight…? Incluso así, ¿La Highest Minister podía perfectamente sacar adelante un Skill que casi había olvidado…?

—No puede ser…

Un murmullo se filtró de mi boca, uno tan torcido que difícilmente podría creer que era mi propia voz.

—Imposible… eso es imposible…

Mis dientes apretados crujieron. Quizás queriendo ahogar una inexplicada furia y un temor que rehusaba abandonar mi espalda, yo duramente saqueé mi espada del suelo, mantuve mis inestables pies firmemente en suelo, y no hice un intento de encubrir mi postura.

La mano izquierda fuera y la mano derecha dentro. La postura para el Skill de un solo golpe de muerte segura que derrotó a Chudelkin, Vorpal Strike.

El espacio entre nosotros era de aproximadamente cinco metros. Era lo perfectamente suficiente.

—¡¡U… aaaah!!

Grité desde lo profundo de mi abdomen, forzadamente escurriendo mi escaso poder de la imaginación. La espada colocada sobre mi hombro resplandeció con un fiero rojo carmesí. ¿Era el color de la sangre, o un brutal intento de asesinar?

Administrator, en respuesta extendió sus pies al frente y atrás y bajó su cintura como yo, antes de cambiar su estoque en su mano izquierda a la derecha de su cintura en un delicado movimiento y deteniéndose aún ahí.

Probando que mi impresión de hace pocos segundos no era una alucinación, la hoja que se había convertido en un angosto estoque cambió su forma una vez más.

Una hoja, más delgada con un incrementado ancho, tenía una curva gentil. Una angosta espada curva de un solo borde. Eso parecía tal cual.

No, ya no era tiempo de pensar. Esta ira era todo lo que necesitaba.

—¡¡Uoaaahh!!

Mi espada se disparó adelante con mi rugido bestial.

—¡¡Shii!!

Un grito vino de los labios de Administrator también, apagado pero agudo.

La espada a la derecha de su cintura resplandeció cegadoramente de plateado.

Trazando una rápida trayectoria curva más hermosa que la línea recta en la que mi Vorpal Strike estaba sumergido.

El destello que combinaba trazar un movimiento con un corte en el mismo golpe rasgó mi pecho.

Su impacto me lanzó un poco después como un puñetazo de un gigante. Mucha de mi Vida restante se dispersó en el aire como un fluido carmesí mientras volaba.

Las palabras viniendo de Administrator con su mano izquierda balanceada vagamente llegaron a mis oídos.

—Katana, Skill de un solo golpe, «Absolute Void».

Un Sword Skill más allá de mi conocimiento.

Afligido por lo que parecía como el mundo desmoronándose cerca de mí, mucho más intenso que el miedo simple, caí al suelo. Ruidos húmedos resonaban mientras que la sangre fresca se dispersaba toda cerca de mí.

Pero esa sangre no era derramada por mí. Había caído en la horrorosamente gran piscina de sangre que fluía del cuerpo cortado de Eugeo.

Me congelé completamente; sólo mis ojos podían moverse. Yo seriamente lo dirigí hacia Eugeo… la sección superior de su cuerpo acostado inmediatamente a mi lado.

Mi compañero de dos años tenía su pálido rostro hacia mí con sus párpados cerrados. La sangre aún corría, lentamente, de su severa herida y yo no podía decir si su Vida ya se había agotado, o si aún quedaba un poco, pero dudé que su conciencia regresaría alguna vez.

Había sólo una cosa de la que estaba seguro.

Yo había desperdiciado la vida que él había salvado.

No podía ganar contra Administrator.

Una batalla de Sacred Arts sería una inevitable conclusión, y la Highest Minister me superó incluso en una batalla entre espadas.

Ya no tenía ningún medio de descubrir exactamente cómo ella había aprendido su variedad de Sword Skills. Por lo menos, definitivamente no de ni los recuerdos de Eugeo ni de mis recuerdos.

Los Sword Skills no estaban incluidos en el paquete de propósito general, «The Seed», usado como la arquitectura para Underworld. Alfheim Online, que heredó el viejo servidor de SAO, era el único con eso instalado. Pero los ingenieros de RATH que construyeron Underworld no deberían haber robado el Sword Skill System del servidor de ALO, mucho menos Administrator misma.

Era inútil reflexionar más sin ninguna acción. Incluso si fuese a descubrir la verdad, el hecho que ya no tenía nada más estaba puesto en piedra.

La devoción de Charlotte, la determinación de Eugeo, la resolución de Alice… y la voluntad de Cardinal; yo tenía…

—Qué rostro adorable.

La voz acarició mi nuca como una hoja de hielo mientras que estaba echado.

Los descubiertos pies de Administrator pisaban a través del suelo de mármol mientras que yo sentía su presencia agraciadamente acercándose.

—Eso es gracias a la demostración de sentimientos siendo diferente a los humanos del otro lado, después de todo, ¿me pregunto? Desearía poder quedarme esa llorosa cara tuya como una decoración por toda la eternidad.

Risa melodiosa reprimida.





—Aun así, siempre había considerado a las peleas de espadas como irritantes y nada más, pero esto tiene su propio encanto, chico, así que ¿podría tenerte aguantando por un poco? Déjame disfrutar amputando tus miembros desde sus extremos.

—Haz lo que quieras.

Respondí en una voz inaudible.

—Hiéreme tanto como quieras, luego mátame.

Debería sufrir decenas de veces de lo que Eugeo y Cardinal habían experimentado antes que desapareciera de ese mundo, por lo menos.

Con mi fuerza para hablar ida, la fuerza en mi mano derecha, aferrada a la empuñadura de mi espada negra, también, se fue…

Fue entonces.

Alguien susurró en mi oído.

—Eso no es… como tú… Ren… dirse.

Desconectado, y al borde del desvanecimiento.

Aún lo suficientemente perceptible para identificar a su dueño sin dudar.

No podía pensar en nada mientras que mi vista se desplazaba una vez más.

Esos nostálgicos ojos verdes que casi prolongaban mis lágrimas me miraron desde encima de esos apenas levantados párpados.

—Eu… geo.

Girando hacia mí mientras yo roncamente decía su nombre, mi compañero mostró una leve sonrisa.

Fui forzado a inmovilizarme del dolor y el miedo después que el ataque del Sword Golem había cortado a través de mi estómago. Pero no podía compararse a la herida que Eugeo había sufrido. Sus huesos, sus órganos internos estaban plenamente rebanados. Ese dolor debería haber sido suficiente para inclusive destruir su fluctlight.

—Kirito.

Eugeo habló una vez más en una voz de alguna manera más fuerte.

—En ese entonces, yo… no hice nada cuando Alice fue tomada… A pesar de cómo tú… el joven tú se había… tan valientemente, puesto de pie contra, el Integrity Knight…

—Eugeo…

Inmediatamente entendí que él se estaba refiriendo a sus recuerdos de Alice siendo tomada de Rulid hace ocho años.

Pero yo no estaba ahí. Me preguntaba sí él lo había confundido con otra escena por un momento, pero la luz clara descansando en sus ojos verdes me convenció, sin la más mínima duda, que estaba diciendo la verdad.

—Así que… es mi turno… para empujarte adelante. Ahora, Kirito… aún puedes, volver a ponerte de pie. No importa, cuántas veces tome, tú aún… puedes ponerte…

La mano derecha de Eugeo se sacudió.

Miré a través de mis lágrimas mientras esos dedos recogían algo metálico, resplandeciendo de plateado azulado, desde la piscina de sangre, la Blue Rose Sword por su empuñadura.

Sujetando su querida espada que había perdido la mitad de su hoja dentro de la sangre vertiéndose de sí mismo, Eugeo cerró sus ojos.

Una repentina cálida luz escarlata nos envolvió. El mar rojo vibró con luz debajo de nosotros.

—¡¿Qué están…?!

Administrator gritó con una voz llena de ira. Pero la todopoderosa gobernante escudó su rostro con su mano izquierda, como si estuviese aterrorizada por la luz escarlata, y retrocedió.

El resplandor del mar de sangre se intensificó sin fin y al final, se convirtió en incontables puntos de luz mientras flotaban como uno.

Después de flotar alrededor en el aire por un momento, las cuentas de luz rotaron mientras que descendían una vez más, atraídas por la Blue Rose Sword que Eugeo sostenía.

Una nueva hoja creció donde la espada se quebró.

Transmutación.

Mi respiración se detuvo mientras que el milagro, que se supone que sólo las dos supervisoras de este mundo eran capaces, fue llevado a cabo ante mis ojos. Emociones abrumadoras se arremolinaron desde mi pecho y gotearon como lágrimas frescas.

Tras recuperar su longitud original después de un instante, la Blue Rose Sword entonces tenía su detallado tallado de una rosa, su tocayo, vuelto carmesí. Su hoja, su guarda, su empuñadura todas estaban siendo teñidas de un rojo vívido.

Eugeo ofreció la hermosa arma, que ahora debería ser renombrada «Red Rose Sword», a mí con un estremecido brazo.

Pese a cómo carecía de toda sensación hace un momento, mi mano izquierda se movió y sostuvo el mango de la espada junto con la mano de Eugeo como si fuese arrastrada por ella.

Inmediatamente, la energía fluyó hacia las partes más profundas y lejanas de mi cuerpo.

Esto no era un Art.

Esto definitivamente era el poder nacido de la voluntad de Eugeo. Un poder, Incarnation, generado únicamente desde su mente.

Yo seguramente sentí la resonancia de nuestras almas, cruzando los mundos desde el fluctlight de Eugeo hasta el mío.

La fuerza abandonó la mano de Eugeo y cayó, lánguidamente, tras confiar la espada a mí. Breves palabras viajaron desde sus labios que pusieron otra sonrisa; no, viajaron desde su conciencia a la mía.

Ahora, levántate, Kirito. Mi amigo más cercano… Mi… héroe…

El dolor de las heridas que perforaban todo mi cuerpo se desvaneció.

El frío vacío profundo en mi pecho se evaporó dentro de un destellante calor.

Observé firmemente al perfil de Eugeo, sus párpados se cerraron otra vez, y susurré.

—Sí… lo haré. Me pondré de pie otra vez no importa cuántas veces tome, por ti.

Manteniendo mis dos brazos que no sentían nada hasta hace segundos en alto, clavé las dos espadas negra y roja que mis manos sujetaban en el suelo mientras apretaba mis dientes.

Mi cuerpo no tenía casi ningún aprecio por mis órdenes. Mis piernas se estremecían en pequeños tirones y mis brazos pesaban como plomo. Aun así, yo tambaleé un paso adelante, dos.

Administrator lentamente volvía su apartado rostro hacia nosotros, llamas blancas de ira en sus ojos mientras se enfocaban en mí.

—Por qué.

La voz que salió era profunda, distorsionada, con un timbre metálico.

—¿Por qué te opones a tu destino tan tontamente?

—Ésa es la única…

Respondí con una seca voz baja.

—Oponerme a ti es la única razón por la que estoy aquí.

Mis pies continuaron incluso entonces, avanzando seriamente incluso mientras trataban de retirarse una vez tras otra.

Las dos espadas que sostenía en mis manos se sentían increíblemente pesadas.

Pero eran sus tangibles presencias las que me concedían fuerza, moviendo mis dos piernas hacia adelante.

Yo había entrado a la batalla con dos espadas en mis manos y mi vida en juego como estas incontables veces hace mucho, mucho tiempo, en un mundo diferente. Ésa era mi… la verdadera forma de la «Dual Blades» de Kirito.

Tras invocar el fenómeno sobrescrito con mi imaginación otra vez, mi largo abrigo regeneró las rasgaduras que tenía en varios lugares en un instante. Aunque el daño que yo había sufrido permaneció, no era útil molestarme con cuánta Vida me quedaba. Aún podía luchar siempre y cuando fuese capaz de mover mis articulaciones y balancear mi espada.

 

Sword Art Online Volumen 14 Capítulo 13 Parte 5

 

Con una expresión llena con furia dirigida a mí, Administrator retrocedió un lento paso.

Quizás notando cómo ella se había retirado un segundo después, sus hermosos rasgos pálidos mostraron una mirada de indignación como la de un dios enloquecido.

—Imperdonable.

Su boca se agitó por encima de las llamas transparentes formadas de las palabras dichas sin que sus labios se moviesen.

—Éste es mi mundo. Tal vez no puedo perdonar tal comportamiento de un intruso no deseado. Haz una genuflexión. Ofréceme tu cabeza. ¡¡Jura tu lealtad!!

El rugido de la Highest Minister se revolvió en el aire y un aura de negro azulada oscuridad se elevó desde sus pies, dando vueltas alrededor repetidamente. Habiendo regresado a ser una espada recta de una mano de ser una katana, la espada se volvió directo hacia mí mientras que la oscuridad la enrollaba.

—No.

Deteniendo mis pies justo antes de entrar al rango de los Sword Skills, pronuncié mis últimas palabras.

—Simplemente lo usurpaste. ¡¡Uno que no ama este mundo… y a la gente viviendo en él no tiene derecho a ser su gobernante!!

Emprendí una postura en el momento en el que terminé mis palabras. La Red Rose Sword en mi mano izquierda al frente; la espada negra en mi mano derecha en la parte posterior.

Retrocedí mi pie derecho. Bajé mi cintura.

Administrator, también, lentamente balanceó la espada plateada en su mano izquierda arriba y la sostuvo en lo alto. Las palabras que sus labios gris perla repetían interminablemente llevaban un incomparable sentido de intimidación.

—Amar es dominar. Yo amo todo. ¡¡Dominaré sobre todo!!

La espada plateada creció mientras que rezumaba una pesada oscuridad. El vívido rojo se mezcló con el aura oscura de la hoja que había instantáneamente crecido al tamaño de una espada de dos manos. La masiva hoja inmediatamente cayó como un mar embravecido. El movimiento secreto del High Norkia Style, «Heavenly Mountain Rending Wave», también conocido como el Skill de un solo golpe de espada de dos manos, «Avalanche».

Yo firmemente recibí, con mis dos espadas cruzadas, el gran símbolo de la aristocracia de Underworld y el Skill que siempre nos había atormentado a Eugeo y a mí tanto. Dos espadas, Skill de arma defensiva, «Cross Block».

—¡Ooohh!

Reuní toda mi fuerza con un rugido y repelí la espada de mi enemigo. Una leve conmoción recorrió los ojos de la Highest Minister.

—¡Tal impertinencia!

La chillona Highest Minister saltó hacia atrás mientras que levantaba la espada larga plateada, ahora de vuelta a su forma original de espada de una mano, a la altura de su hombro izquierdo.

Yo, también, retrocedí a la espada negra en mi mano derecha a la posición contraria.

Las mismas reverberaciones pareciéndose a las de un motor de combustión externa vinieron de ambas espadas, resonando fuerte en sincronía.

Las espadas negra y plateada dejaron salir un resplandor carmesí.

Administrator y yo pisoteamos el suelo simultáneamente y desatamos la misma SwordSkill, Vorpal Strike.

Formando una imagen espejo perfecta de cada uno, las dos espadas fueron llevadas a sus límites como flechas y sus efectos de luz estallaron después de un instante de recargar, disparándose.

Cada espada avanzó en la misma línea y sus puntas se rozaron una contra la otra ligeramente mientras pasaban.

Un pesado impacto rebanó mi brazo derecho desde debajo de mi hombro.

Pero mi espada, también, amputó el brazo izquierdo de Administrator desde su base.

Los dos brazos aún sosteniendo sus espadas giraron en lo alto mientras que trazaban haces de profunda luz carmesí.

—¡¡Maldito seaaaaaaas!!

Habiendo perdido ambos brazos, los ojos de Administrator se reavivaron con iridiscentes llamas.

Su largo cabello plateado se paró en las puntas como si viviera y formó incontables cuernos retorcidos. Esas innumerables puntas puntiagudas se convirtieron en afiladas agujas mientras que corrían para perforarme.

—¡¡Aún noooooo!!

La Red Rose Sword que sostenía en mi mano izquierda emitió un nuevo destello carmesí con mi grito.

El segundo golpe del Vorpal Strike de dos espadas, imposible en Aincrad, se abrió camino entre la espiral del embravecido cabello plateado…

Y apuñaló profundo en el medio del pecho de Administrator.

Sword Art Online Volumen 14 Capítulo 13 Parte 5

 

La absurdamente rígida y palpable resistencia se sumergió profundo a través de mi palma. Una sensación tan vívida, limpió mi mente del dolor de cuando el estoque me perforó, de ser cortado por la katana, y de tener mi brazo derecho amputado por la espada recta.

Estaba dolorosamente consciente de la punta de la espada rasgando la piel lisa de Administrator, rompiendo su esternón, y llevándose su corazón dentro, de tomar la vida de un humano, en otras palabras. Un acto al que siempre había temido desde que me di cuenta que los humanos de este mundo poseían fluctlights reales. El miedo no desapareció incluso cuando desaté ese Sword Skill en el Chief Elder, Chudelkin.

Pero no había una pizca de vacilación en este golpe. Dudar aquí definitivamente sería imperdonable para el futuro que Cardinal nos había encomendado.

Y lo mismo probablemente fue para la orgullosa gobernante, Administrator.

Tales pensamientos se mostraron rápidamente a través de mi mente por un simple instante.

La Red Rose Sword, incrustada en medio del pecho de la Highest Minister, dejó salir un intenso resplandor que fácilmente superaba los efectos de luz de los Sword Skills.

La hoja regenerada de los recursos de la sangre de Eugeo brilló resplandecientemente, como un fragmento de una estrella.

En el momento siguiente, todos los recursos estallaron; es decir, una enorme explosión ocurrió.

Los dos ojos de Administrator se abrieron hasta sus límites y un silencioso alarido se escapó de sus labios.

Delgadas líneas de luz salieron en masa por todo el cuerpo desnudo más hermoso del mundo, extendiéndose en un patrón radial.

Y una explosión de energía pura engulló todo mientras crecía.

Siendo arrojado como algodón descartado, choqué con la ventana de vidrio del sur. Sentí la sangre chorreándose de la herida en mi hombro derecho en el momento en el que reboté y me estrellé contra el suelo.

Parecía incluso extraño que aún tuviera toda esta sangre después de todos esos cortes. Me pregunté si mi Vida finalmente había llegado a cero por un momento, pero mis deberes no estaban terminados aún. Tenía que vivir un poco más.

Un vistazo a la espada en mi mano izquierda mostró que la hoja había regresado a la mitad de su longitud y el tallado de rosa, también, regresó a ser azul. Gentilmente colocando la espada en el suelo, sujeté mi hombro derecho fuerte con todos mis cinco dedos.

Curiosamente suficiente, luz blanca se vertía desde mi palma incluso sin que yo recitara algunos Arts y cálidamente se sumergió en mi herida. Solté mi mano en el momento en el que sentí la sangre cesar. No debería usar demasiado de los recursos espaciales que deberían haber sido casi agotados.

Impulsando mi mano izquierda, la luz ida de ella, en el suelo, me levanté por mí mismo.

Y solté un agudo jadeo.

Más allá de las cuentas de luz, los restos de la explosión, lentamente amontonándose a través del aire la chica del cabello plateado quien debería haber sido arrojada sin dejar rastro se paró sobre sus dos inestables pies.

Ella podía apenas llamarse humana a este punto. Sus dos brazos estaban idos, un gran agujero se había abierto en el centro de su pecho, y rajaduras, como cerámicos al borde del rompimiento, se extendieron por todo su cuerpo.

Lo que fluía de esas incontables heridas no era sangre.

Lo que se parecía a chispas de color plateado y color violeta siseaban mientras que se chorreaban y se desperdigaban a través del aire. Tras atestiguar la escena, no pude evitar pensar en que Administrator, también, ya no tenía un cuerpo de carne y sangre como aquel convertido en espadas.

El largo cabello que una vez era como platino fundido perdió su luz también y colgaban en desorden. Su boca se movió en la oscuridad por debajo y los gemidos filtrándose llegaron a mis oídos.

—Pensar… que habrían, dos espadas… que no son, metálicas… Fufu, fu…

Los hombros de la gobernante temblaron nerviosamente como un muñeco roto mientras que dejaba salir una risa pese a las circunstancias.

—Inesperado… qué, inesperado… resultado…

No pude evitar imaginar una pesadilla donde Administrator curaba sus heridas en un instante y exprimía un delgado respiro atascado en su garganta.

Con un pie en la tumba, la gobernante lentamente giró su casi destruido cuerpo. Chispas se desparramaron de sus varias heridas mientras que ella empezaba a dar torpes pasos como un juguete con su batería corta.

Su destino era el norte del salón. No había ni un simple objeto ahí, pero debía haber algo. Tenía que acabarla antes que ella lo alcanzara.

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Me puse de pie después de frenéticos esfuerzos y observé su complexión, que parecía más reducida que antes, desde atrás. Di un seguimiento, arrastrando mis piernas de una manera más entorpecida que incluso la Highest Minister.

Administrator quien había alcanzado los veinte metros en frente parecía estar dirigiéndose hacia un cierto punto. Pero la chica no debería tener medios de escape de su aislado espacio privado de recursos. Después de todo, Cardinal había dicho que no sería una tarea fácil reconectarlo incluso con unos pocos minutos y Administrator no lo había negado.

Realmente no había nada ahí donde la Highest Minister fuera a detenerse varias decenas de segundos después.

Pero después de girar su cuerpo desnudo cubierto en heridas, la chica me miró persiguiéndola desde atrás y dio una risa profunda.

—Fu, fu… Con las cosas, como están, no tengo… alternativa. Será, un poco más temprano de lo que había planeado… pero supongo que iré, a un paso más rápido.

—Q… Qué estás…

-diciendo; ocurrió antes que pudiera preguntar.

Administrator levantó su pierna derecha y dio un paso de forma audible.

Un misterioso patrón circular estaba en los carbonizados restos de la alfombra bajo sus pies. Un patrón excesivamente similar al que denota la plataforma elevadora detrás de mí, pero de alguna manera diferente.

Desde el círculo con un diámetro de cincuenta centímetros vino una luz violeta, ese color familiar de los sistemas de este mundo en general.

Llegó desde dentro del resplandeciente círculo con leves vibraciones.

Un pilar de mármol blanco.

Encima de él estaba una simple computadora notebook.

—Qu…

Mis pies se enredaron entre ellos por la abrumadora sorpresa y caí sobre mis rodillas ahí.

No era exactamente como esos PCs notebook del mundo real. Su cubierta era translúcida, más como el cristal, y lo mismo iba para su pantalla púrpura claro. Que creaba un extremadamente gran parecido a la consola del sistema en mundos virtuales que vi una vez en Aincrad.

En otras palabras, era eso. El «dispositivo de comunicación al mundo exterior» que yo había estado buscando por estos dos años.

Empujado por un impulso que prácticamente dolía, golpeé el suelo con mi mano izquierda y gateé hacia adelante. Pero mi progreso era desesperadamente lento y el lugar donde Administrator estaba parecía irremediablemente lejos.

Con ambos brazos perdidos, la gobernante tenía un mechón de su cabello plateado levantado como un ser viviente y velozmente tipeó en el teclado con su punta. Una pequeña ventana se  abrió en la holopantalla y alguna clase de indicador empezó a contar.

Un pilar de luz violeta apareció a los pies de Administrator, su lastimado cuerpo se elevó en silencio.

Aquí, la chica finalmente levantó su rostro y miró directo hacia mí.

Sus rasgos que presumían de la perfección se encontraban en un estado trágico. Largas rajaduras habían aparecido en su izquierda y la opaca oscuridad llenaba donde su ojo debería estar. Sus labios que centelleaban gris perla, también, estaba ahora como el papel, pero la sonrisa apareciendo ahí llevaba el frío del extremo norte como siempre.

Su ileso ojo derecho se estrechó bruscamente y Administrator dio una risa corta una vez más.

—Fu, fu… nos vemos, chico. Encontrémonos… de nuevo. Esta vez, en tu mundo.

Finalmente me di cuenta de las intenciones de Administrator tras oír esas palabras.

La chica estaba tratando de escapar al mundo real.

Ella planeó escaparse de este Underworld con su límite absoluto llamado Vida y mantener su fluctlight. Como lo que iba a hacer por las almas de Eugeo y Alice.

—Es… ¡¡espera!!

Grité mientras gateaba en desesperación.

Si yo fuera ella, destruiría esa terminal al borde de mi escape. Cada una de mis esperanzas se derrumbarían si eso pasaba.

El cuerpo desnudo de Administrator lentamente pero ininterrumpidamente se elevaba a la escalera de luz.

Sus labios ampliamente sonrientes articularon una silenciosa despedida.

Ad-i-ó-s…

Fue justo antes que ella terminara de formar esa última sílaba.

Un alarido sonó desde alguien que se había trepado a la base de la consola sin el aviso de ni Administrator ni mío.

—Su Eminenciaaaa… lléveme, con usted, tambieeeeeén…

Chief Elder Chudelkin.

El payaso, cuyo cuerpo debería haber sido perforado por mi Sword Skill y eliminado por Administrator, mostró una bizarra expresión en su decolorada cara redonda y extendió sus dos brazos hacia los cielos, sus dedos se torcieron como garras.

Su pequeña complexión exudó abrasadoras llamas.

¿Era un Art o tal vez el poder del Incarnation? Habiendo convertido a su gran persona a un flameante payaso, Chudelkin voló al espiral.

Ni siquiera Administrator quedó impasible mientras que su rostro, también, mostraba sorpresa y lo que era probablemente miedo.

Incluso cuando la Highest Minister estaba tratando de alcanzar la entrada del pasaje de luz, sus dos pies fueron cogidos por las dos feroces manos de Chudelkin.

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Largo y estirado, el cuerpo del payaso continuó trepando hacia el cuerpo desnudo de Administrator en círculos y la envolvió como una serpiente. Abrasadoras llamas carmesí envolvieron al par.

El cabello de Administrator se encendió desde las puntas como si se derritiera.

Sus labios se deformaron y emitieron un grito que era casi un alarido.

—¡Déjame ir…! ¡¡Suéltame, idiota!!

Pero una sonrisa de supremo éxtasis apareció en la completamente redonda cara de Chudelkin como si las palabras de su maestra fuesen como una confesión de amor.

—Aaaah… al fin… al fin, podemos ser uno, Su Eminencia…

Con sus dos achaparrados brazos abrazó fuertemente el cuerpo de Administrator. Las rajaduras en la piel de la chica se pusieron al rojo vivo y pequeños copos se rompieron uno tras otro.

—¡A un horroroso payaso… como tú… Yo…!

Esas palabras fueron por poco gritadas. Las chispas plateadas chorreándose del cuerpo de la Highest Minister se entrecruzaron con las llamas de Chudelkin e iluminaron el salón con una resplandeciente luz.

El cuerpo de Chudelkin había perdido su forma antes que yo lo supiera y se volvió un puñado de llamas. Su eufórica expresión sola permaneció en el centro y retumbó sus últimas palabras.

—Aah… Su Eminencia… mi… Administrator… sa… ma…

Y el cuerpo de Administrator, también, empezó a estallar en llamas desde su final.

El miedo y la ira se desvanecieron del rostro de la gobernante, envuelta en llamas, mientras que esos ojos plateados miraban a los cielos. La Highest Minister conservó su sublime belleza incluso ahora pese a estar siendo completamente quebrada.

—Un mundo… de mi propia… Yo…

No pude captar nada más allá de eso.

El embravecido infierno velozmente bajó.

Fue liberado como un destello de plata.

Más que una explosión, parecía como que todo había sido reducido a luz, llenando el espacio. Nada rugió o tembló; un pensamiento simplemente se esparció, cruzando incluso las paredes del espacio aislado: el alma que había vivido más tiempo en Underworld había sido extinguida.

La luminosidad de la luz plateada tranquilamente se quedó por un poco más, parecía como si el mundo nunca sin duda será el mismo otra vez.

Pero eventualmente, empezó a disiparse y el color regresó a mi vista.

Parpadeé mis dos ojos, lágrimas fluían de ellos quizás debido a ser quemados por la luz, mientras que desesperadamente los arreglaba en el corazón de la explosión.

Ni siquiera había un solo rastro de que la chica y el payaso existían ahora tan lejos como podía ver. El pilar de luz se había desvanecido también, dejando atrás sólo el pilar de mármol y la   consola virtual de cristal sobresaliendo del suelo.

Comprendí, ambos racionalmente e instintivamente, que Highest Minister, Administrator, o la mujer nombrada Quinella había sido completamente aniquilada al fin. Su Vida se había vuelto cero y el lightcube almacenando ese fluctlight fue reiniciado.

Probablemente de la misma manera como el lightcube es probable que se alineó junto al suyo, al de Cardinal.

—Se acabó… ¿verdad…?

Murmuré sin pensar con mis rodillas aún en el suelo.

—¿Fue eso lo suficientemente bueno… Cardinal…?

No hubo respuesta.

Pero sentí una suave brisa de mis recuerdos rozar mis mejillas.

Una brisa cubierta con la esencia de cuando nuestros cuerpos se tocaron al fondo de la Great Library Room, la fragancia de Cardinal, de antiguos libros, velas, y dulces golosinas.

Yo sequé mis lágrimas con mi brazo izquierdo. Notando sólo ahora que la manga había regresado a ser la de una camisa negra de ser la de un abrigo largo de cuero, giré y gateé hacia Eugeo quien estaba recostado cerca al corazón de la habitación.

La sangre aún continuaba goteando del cuerpo brutalmente rebanado de mi compañero, con largas pausas entre cada gota. Ni siquiera había minutos antes que su Vida se agotara.

Habiendo llegado al lado de Eugeo después de mi frenético avance, primero llevé su mitad inferior que había caído a una distancia y perfectamente las uní donde fueron rebanadas para detener la sangre.

Y manteniendo mi mano izquierda en la herida, visualicé la imagen de una luz curativa.

La luz blanca producida bajo mi palma era débil al punto donde no podría ser vista a menos que uno forcejeara sus ojos. Aun así, yo seriamente presioné la luz y traté de sellar la herida.

Pero…

El fluido rojo, la vida de Eugeo, continuaba corriendo desde la ruptura y no mostró señal de detenerse. El nivel de prioridad del Art curativo era desesperadamente insuficiente para la extensión de la herida. Mi mente entendió eso; pero mis manos se movían incansablemente y grité.

—¡Alto… alto! ¡¡Por qué!!

La imaginación determinaba todo en Underworld. ¿Algún milagro podía ser ocasionado si alguien lo deseara lo suficiente, no era cómo funcionaba?

Estrujé todo lo que mi alma tenía y recé, esperé, y deseé.

Pero la sangre de Eugeo aún caía, una gota seguida por otra.

Sobrescribir por la imaginación estaba limitado a las posiciones de los objetos y apariencias externas; no podía cambiar stats numéricos como el nivel de prioridad y la durabilidad.

Esa lógica cruzó una esquina de mi conciencia, pero me rehusé a admitirla.

—Eugeo… ¡vuelve a mí! ¡¡Eugeo!!

Grité una vez más, luego sujeté mi muñeca izquierda con mi boca en preparación para morder a través de ella. Sabía que tal vez no sería suficiente, aun así, tenía que poner todos los recursos que podía crear ahora. Incluso si eso terminaba ambas de nuestras Vidas volviéndolas a cero.

Fue exactamente cuándo hundí mis caninos en mi piel para arrancarla con mi carne.

Un casi inaudible susurro dijo mi nombre.

—Kirito.

Mi rostro se crispó.

Eugeo levantó sus párpados a lo más mínimo y sonrió.

Su rostro estaba blanco azulado, más que incluso la luz de la luna, y el color estaba completamente ausente de sus labios. Era evidente que su Vida estaba aún cayendo, inmutablemente. Pero sus ojos verdes eran los mismos que cuando nos conocimos por primera vez, observándome mientras que se llenaban con un gentil resplandor.

—¡Eugeo…!

Grité roncamente.

—¡Sólo espera, te curaré de inmediato! No dejaré que mueras… ¡Definitivamente no dejaré que mueras!

Traté de masticar mi muñeca una vez más.

Pero un momento más rápido. Una mano derecha, fría como el hielo pero cálida como bañada en luz solar, cubrió mi muñeca izquierda y gentilmente la apretó.

—Eu…

Miré que Eugeo me retenía mientras que él me sonreía. La contraseña entre nosotros intercambiada incontables veces de vuelta en la academia salió esos labios.

Mantente fresco… Kirito.

—¡…!

Un profundo respiro fue llevado a mi estremecido pecho.

Le enseñé a Eugeo esa frase como una para las despedidas. Pero no le enseñé que para oírla así… en un lugar así. Yo estaba seguro acerca de eso.

Los susurros de Eugeo entraron a mis oídos otra vez mientras que yo sacudía mi cabeza interminablemente.

—Está… bien. Esto está… bien, Kirito.

—¡Qué estás diciendo! ¡¡Por supuesto que no lo está!!

La sonrisa de Eugeo que de alguna manera parecía satisfecha se mantuvo incluso después de escuchar mis gritos que eran prácticamente alaridos.

—Yo… había conseguido, lo que, necesitaba… Aquí es donde… nuestros caminos… se separan…

—¡No, no lo harán! ¡¡No aceptaré algo como el destino!! ¡¡No hay manera en la que lo acepte!!

Como si me reprendiera a mí quien discutía vehementemente como un niño, con llantos mezclados entre mis palabras, Eugeo lentamente sacudió su cabeza. Inclusive esos pequeños movimientos deben haber tomado mucho esfuerzo, pero mi compañero no mostró señal de doblarse del dolor en absoluto y continuó hablando.

—Si no, terminara así… tú y yo, probablemente tendríamos, que pelear… por Alice en, nuestras propias maneras. Yo… para restaurar los recuerdos de Alice… y tú, para proteger, el alma, de la Integrity Knight Alice…

Mi respiración se ahogó en ese instante.

Ése era el futuro exacto al que temía profundo en mi corazón pero elegí continuar evitando mi percatación. Después que las batallas terminaran, yo sería verdaderamente capaz de ir con mi acto de regresar el «memory fragment» de Alice Schuberg al fluctlight de la Knight Alice, ésa era la duda.

No tenía respuesta para ello, incluso ahora.

Empujé esa duda en Eugeo con mis lágrimas.

—Entonces… ¡¡Lucharemos!! ¡¡Curaremos todas tus heridas y entonces lucharemos!!¡¡Tú ya eres más fuerte que yo!! Entonces, lucha contra mi… ¡por tu Alice…!

Pero la sonrisa distintiva de Eugeo permaneció.

—Mi… espada, ya se ha… roto. Debido a… mi debilidad… deje que Highest Minister dominará mi corazón… y volví mi espada contra ti, Kirito. He de… redimirme a mí mismo… de tal pecado.

Sword Art Online Volumen 14 Capítulo 13 Parte 5

 

—¡No hay ningún pecado! ¡No has cometido ninguno!

Agarrando la mano derecha de Eugeo con mi izquierda, exprimí mi voz llorosa.

—¡Tú siempre has luchado espléndidamente! Si tú no estuvieras aquí, ¡no habríamos podido vencer a Chudelkin, o al Sword Golem, o a Administrator! Así que, por favor, no te insultes más a ti mismo, ¡¡Eugeo!!

—Realmente, ahora… Eso sería… bueno…

Grandes lágrimas brotaron de los ojos de Eugeo después que sus murmullos suavemente fluyeron lejos en silencio.

—Kirito. Yo siempre… te he envidiado. Tú, más fuerte que cualquier otro… querido por todos… pensé… que incluso Alice podría… Eso me asustaba… Pero… lo entiendo ahora. Amor… no es algo para buscar… es algo para dar. Alice… me enseñó… eso…

Eugeo cortó sus palabras y levantó su mano izquierda.

Su palma, herida y degastada por las fieras batallas, tenía un pequeño cristal. Un prisma hexagonal transparente marcado en sus dos extremos. El fragmento de memoria de Alice.

El prisma transparente parpadeó débilmente al entrar en contacto con mi mano izquierda.

El mundo fue tragado por luz blanca.

Todo se desvaneció, fuera el rígido suelo o el dolor de mi mutilado brazo derecho. Una suave corriente lleva mi alma a un lugar lejano. Incluso el inmenso dolor que consumía mi pecho desapareció suavemente en la cálida luz.

Y entonces, una vivida vegetación parpadeaba en mi visión, balanceándose por encima de mí.

La luz del sol pasaba a través de los árboles. Mientras ensalzaba la luz solar de primavera que finalmente llegó, los florecientes arboles llegaron con todas sus pequeñas formas, crujiendo en la brisa. Pequeñas y desconocidas aves volaban de una brillante rama negra a otra, mientras se perseguían una tras otra.

—Vamos, mueve esas manos, Kirito.

De repente siendo llamado por mi nombre, giré hacia atrás desde la copa del árbol.

El pelo dorado de la chica sentada a mi lado relucía brillantemente en la luz solar que se filtraba a través de los árboles. Después de parpadear varias veces, me encogí de hombros y respondí.

—¿No estabas buscando a la familia de conejos de algodón con la boca bien abierta, Alice?

—¡Mi boca no estaba abierta!

Apartando su cara con un ‘humph’, la chica con un vestido y un delantal de color blanco y azul, Alice Schuberg, elevó lo que estaba entre sus manos antes de elevarlo hasta la luz del sol.

Una funda de cuero para una pequeña espada, cuidadosamente cosida. Su superficie brillaba después de pulirla con aceite y tela, y tenía un dragón bordado con hilo de color blanco puro.  El dragón que de alguna manera parecía amable solo tenía la cola cortada a la mitad, con una aguja enhebrada colgando de la punta.

—Mira, estará acabado dentro de poco. ¿Qué hay de ti?

Bajé los ojos a mi regazo cuando me preguntaron.

En mis manos había una pequeña espada tallada de una rama de roble platino, la segunda variante más dura de estos bosques. Con el método de procesamiento de Garita-ojisan quien conocía el bosque mejor que nadie, me había dado esta madera, dura como el acero, había  tomado forma después de dedicarle dos meses. La hoja ya estaba terminada y solo faltaba arreglar la empuñadura.

—Soy un poco más rápido. Esto es todo lo que falta.

Alice habló con una sonrisa brillante ante mi respuesta.

—Me tomará un poco más de tiempo acabarla.

—Entendido.

Al mirar arriba a través de las ramas de los arboles una vez más, Solus ya había pasado desde la mitad del cielo. Habíamos trabajado desde la mañana en el lugar secreto, por lo que supongo que sería mejor volver ya a la aldea.

—Eh… deberíamos volver pronto. Nos acabará encontrando.

Dije eso sacudiendo mi cabeza y Alice hizo un puchero con los labios como una niña pequeña.

—Estaremos bien. Solo un poco… solo un poquito más, ¿sí?

—Supongo que no puedo hacer nada para evitarlo, solo un poco más, ¿de acuerdo?

Asentimos mutuamente y nos sumergimos en nuestros trabajos individuales por varios minutos.

—Acabé.

—Está acabado.

Nuestras voces coincidentes fueron acompañadas por el crujido de pasos en la hierba provenientes de atrás.

Me di la vuelta mientras ocultaba mis manos detrás de mi espalda con pánico.

De pie ahí con la mirada en blanco había un chico con un pelo rubio de aspecto esponjoso con corte corto rizado, Eugeo.

Los distintivos ojos verdes de Eugeo parpadearon y habló con una voz llena de sospecha.

—Me preguntaba dónde estaban ustedes dos desde esta mañana, pero ambos estaban en un lugar como este, huh. ¿Qué hacían?

Alice y yo nos encogimos, nuestras cabezas bajaron e intercambiamos miradas.

—Descubrió el secreto, ¿no?

—Por esto te dije eso. Ahora está todo arruinado, por Dios.

Alice me arrebató la espada de madera que acababa de terminar de mis manos y hábilmente la metió en la funda de cuero con sus manos escondidas detrás.

Y con un salto hacia Eugeo, gritó con una sonrisa brillante como el sol.

—Aún quedan tres días pero… Eugeo, ¡¡feliz cumpleaños!!

Los grandes ojos de Eugeo dieron la vuelta al ver la pequeña espada de roble platino contenida en su funda con un dragón blanco bordado que se le presentó apresuradamente.

—¿Es… esto, para mi…?¿Algo tan increíble…?

Con las partes buenas cogidas por Alice, expliqué con una sonrisa torcida.

—Eugeo, tú dijiste que se te rompió la espada de madera que tu padre hizo para ti, ¿verdad? Entonces… bueno, puede perder con una de verdad como la que tiene tu hermano mayor, pero esta es mejor que cualquier otra espada de madera que las que venden en la tienda.

Al recibir la pequeña espada con sus extendidas y temblorosas manos, Eugeo doblado como si estuviera sorprendido por su peso y después mostró una gran sonrisa que no perdería con la de Alice.

—Tienen razón… ¡esta es incluso más pesada que la espada de mi hermano! Wow… yo… la atesoraré. Gracias, a ambos. Estoy muy contento… es la primera vez que un regalo me hace muy feliz…

—H… he, ¡no llores!

Grité en confusión, detecté algo pequeño brillando en las comisuras de los ojos de Eugeo. ‘No estoy llorando’; Eugeo limpió su cara y me miró directamente. Y sonrió otra vez. Esa sonrisa se hundió de repente en la luz irisada.

Un abrupto y sofocante dolor en mi pecho. Intensa nostalgia y pérdida más allá de lo que podía manejar. Mis lágrimas fluían incontrolablemente y corrían por mis mejillas.

Alice y Eugeo, quienes estaban lado a lado, también, lloraron mientras mantenían sus sonrisas. Hablamos, todos juntos.

—Nosotros… nosotros tres definitivamente hemos vivido a través de los mismos tiempos.

—Puede que nos separemos aquí… pero aun así, esas memorias permanecerán para siempre.

—Ellos… vivirán dentro de ti para siempre. Así, mira…

La escena cubierta con la luz del sol filtrada a través de los arboles desapareció y yo estaba una vez más de vuelta en el piso más alto de la Catedral Central.

—Así, mira, no llores, Kirito.

La fuerza dejó las manos de Eugeo tras su susurro, su mano derecha cayó en el suelo y su izquierda en su pecho. El prisma en su mano dejó de parpadear también.

La escena que reviví en una pantalla en mi menta era indudablemente una de mis memorias. No podía recordar más de ese único momento, pero aun así, el hecho que Alice, Eugeo y yo habíamos crecido juntos desde jóvenes y éramos íntimos amigos, conectados por lazos inquebrantables, llenó mi cuerpo con calidez y alivió un poco el dolor de la perdida.

—Claro… estas memorias están justo aquí.

Presioné los dedos de mi mano izquierda hacia mi pecho y susurré con un sollozo.

—Permanecerán aquí para siempre.

—Eso es cierto… entonces, nosotros somos, mejores amigos, para siempre. Donde estás… Kirito, a donde has ido…

La luz de sus ojos de desvaneció mientras divagaba y Eugeo dijo mi nombre con dicha sonrisa en su cara.

Me incliné hacia delante y rodeé la cabeza de Eugeo con mi mano izquierda. Mis lágrimas derramadas caían en Eugeo, una tras otra.

—Estoy aquí, justo aquí.

—Sí…

Mirando algún lugar lejano, Eugeo mostró una sonrisa de satisfacción.

—Te veo… Brillando intensamente, en la oscuridad…. Como una estrella… una estrella en, el cielo nocturno… como si hubiera, visto cada noche, por mí mismo… bajo el Gigas Cedar… Brillando justo como… tu espada… Kirito…

Perdiendo su brillo poco a poco, la voz de Eugeo golpeo suavemente mi alma.

—Eso es… Kirito, tu espada negra… «Night Sky Sword [36]»… sería un buen nombre. ¿Qué piensas…?

—Sí… suena bien. Gracias, Eugeo.

Abrecé firmemente a mi amigo mientras se volvía más ligero. Sus últimas palabras ondulaban a través de nuestras mentes conectadas como una gota que cae en la superficie del agua.

—Envuelve este… pequeño mundo… suavemente… como… el cielo nocturno…

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Las claras lágrimas acumuladas en sus pestañas desaparecieron como gotas de luz.

Con su ligero peso descansando en mi brazo, los ojos de Eugeo se cerraron suavemente.

 

 


[33]  Llamada al sistema. Remover la protección del nucleo.
[34]  Final malo
[35]  Prioridad
[36]  Espada del Cielo Nocturno. (Nota de Nova: Le cambiamos el nombre porque originalmente el fansub le puso “Espada de Cielo Negro” y esa traduccion no es la correcta).

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