Sword Art Online

Volumen 14: Alicization Uniting

Capítulo 12: Highest Minister Administrator

Parte 3

Volaron todos los delgados pedazos de tela que colgaban del techo alto y se abrieron, revelando la cama circular. Más allá de ellos yacía una silueta humana, callada y en posición vertical. A pesar de haber sido impactada por las barreras que explotaron así como Eugeo, su largo cabello sólo estaba suavemente ondulado, sin ninguna señal de lesión que permaneciera en ella. La tenue luz del prisma triangular extraído de Eugeo era visible en su mano izquierda.

La tela violeta transparente aparentemente no pudo soportar la explosión y se desintegró como si la hubiesen desgarrado, pero Administrator levantó su mano derecha y se arregló el rizado y largo cabello plateado, como si no encontrara ninguna necesidad de prestar atención alguna a su cuerpo completamente desnudo.

A continuación se sentó con suavidad, como si una silla invisible estuviese presente en el aire, y cruzó sus delgadas piernas. Silenciosamente se movió a través del aire en esa postura, deteniéndose a unos diez mel de distancia de Eugeo, sobre sus manos y rodillas en el extremo sur de la espaciosa habitación.

Highest Minister colocó un dedo de su mano derecha en su mentón encima del trono invisible y miró con dureza al chico. Él permanecía incapaz de moverse ni hablar y finalmente, la chica de ojos plateados mostró una fugaz sonrisa y habló.

—Me preguntaba justo dónde estabas guardando tal baratija… pero eso es simplemente una estratagema de esa niña de la biblioteca, ¿no es así? Pensar que se filtraría fuera de mi percepción; así que ella ha pensado en un par de cosas en el corto tiempo en que ha permanecido fuera de mi vista.

Dejó escapar una desenfrenada y silenciosa risita.

—Pero qué lástima. Tampoco he estado durmiendo todo este tiempo. Esa chica se equivocó cuando pensó en hacer ese juguete metálico. Ningún objeto de metal puede herir mi piel ahora, sin excepción. Ya sea esa cuchilla brutal de los ogros, o una aguja de grabado de los talleres de costura.

— ¿Qu…?

Aún postrado en el piso, Eugeo se quejó débilmente.

Ella era inmune a las armas metálicas.

Si eso probaba ser cierto, ¿no haría impotentes a los ataques de todo tipo de armas, incluyendo la daga de Cardinal? Las membranas violeta que antes frenaron la punta de la daga, probablemente eran esa Defensive Art [6], de la cual Eugeo no tenía la menor idea de qué Sacred Art podría cancelarla y dudaba que incluso poseyera la capacidad para eso.

Administrator le susurró suavemente, quien no era capaz más que de sujetar desesperadamente el arma lo suficientemente pequeña como para ser escondida en su mano derecha y mirar a la chica desnuda sentada en medio del aire.

—Que niño más lamentable.

—…

—Y yo que incluso te lo prometí. Si tú me dabas todo de ti mismo, yo te habría otorgado tanto amor a su vez. Ese amor eterno, esa esclavitud eterna que buscaste durante tanto tiempo podría haber sido tuya en tan sólo un poco más de tiempo.

—… Amor eterno…

Eugeo inconscientemente repitió después de ella con una voz reseca.

—Esclavitud… eterna…

Highest Minister asintió, jugueteando con el Piety Module que acababa de extraer de la frente de Eugeo con su mano izquierda.

—Sí, Eugeo. Confía todo tu ser a mí y esa sed torturante será saciada inmediatamente así. Serás liberado del implacable abrazo de la inquietud y el miedo… Esta es tu última oportunidad. Destroza el juguete en tu mano derecha con la espada de tu mano izquierda. Entonces perdonaré tus pecados con mi ilimitado amor.

—…

Puesto boca abajo, Eugeo miró la Blue Rose Sword sujetada en su mano izquierda y la daga de color cobre rojizo que sostenía en su diestra.

—Amar es dominar y ser dominado… Tú eres la deplorable aquí, siendo sólo capaz de hablar de ello de tal manera.

—…

Los labios de Highest Minister a continuación se cerraron.

Con un solo gesto de esa delgada mano derecha, Sacred Arts de un rango extremadamente alto lloverían y borrarían su Vida instantáneamente. Eugeo prosiguió con sus palabras, aún consciente de ese hecho.

—… Estoy seguro que eras lo mismo. Estabas hambrienta de amor y lo buscaste afuera… pero nadie te ofreció nada.

Murmuró en las profundidades de su pecho mientras hablaba.

—Pude haber sido un niño no querido incluso por mis propios padres. Pero aún así, definitivamente he amado a muchas personas.

El viejo Garitta-san, el leñador de la generación anterior. La hermana Azariya de la iglesia. Selka la hermana aprendiz.

Mi abuelo que me contó muchos cuentos antiguos. Mi hermana, Sulinea-san, que solía cuidar de mi cuando yo aún era un niño.

Banou-san y Toriza-san de la granja Wolde. Telin y Telulu, sus gemelas.

Gorgolosso-senpai que me entrenó. Azurika-sensei de los dormitorios.

Tieze que me otorgó su sonrisa cada día como mi valet, lo poco que duró. Ronye que cuidó de mi compañero.

Y Kirito.

Alice.

Te equivocas, una lástima.

Eugeo miró a los ojos de Administrator, que exudaban una luz misteriosa e iridiscente, y deliberó sobre cada palabra a medida que las hablaba.

—El amor no es dominar. No es para buscar algo en retribución, no es algo que puedes recibir en un intercambio. Es algo que puede ser dado libremente, como regar una flor… eso es definitivamente lo que es amar de verdad.

Una sonrisa apenas visible apareció en los labios de Administrator una vez más cuando escuchó aquellas palabras.

Sin embargo, carecía de esa dulzura de sacarina de antes.

—… Que lástima. Pensar en mi oferta para perdonar a este chico, este gran pecador que se rebeló contra la Axiom Church, y salvar su alma terminaría con tales palabras dirigidas hacia mí.

Eugeo miró hacia arriba, sin respiración, mientras la chica de cabello plateado flotaba en medio del aire transformada de una «humana» a una «diosa» en un instante.

Nada había cambiado en el exterior. Sin embargo, una inconmensurable e intimidante presencia, que se sentía como una divinidad, por así decirlo, envuelta en su piel pálida, casi transparente. Una manifestación de fuerza abrumadora que parecía como si ella pudiera destrozar al espadachín o Arts User [7] más experto en pequeños pedazos con el simple movimiento de un dedo.

—Eugeo… ¿posiblemente podrías estar pensando… que en realidad te necesito? ¿Qué dudaré en tomar tu vida porque te deseaba como un caballero… o algo por el estilo?

La sutil sonrisa de la chica no expresaba emoción alguna. No podía hacer nada más que mantener un agarre rígido y firme de la daga en su mano derecha y soportar el sentimiento de intimidación que estaba presionándolo.

—Ufufu… No necesito más de un chico aburrido como tú. Drenaré toda tu Vida, y quizás te otorgue el honor de tener tu cuerpo convertido en una pequeña joya, oculta en una caja. Podría sentir un escaso poco de emoción cada vez que vea eso, incluso después de organizar mis recuerdos desde hoy.

Administrator dijo su discurso entremezclado con risa, y suavemente acomodó sus piernas mientras estaba encima de la silla invisible.

Eso no fue una amenaza vacía. Highest Minister probablemente podía poner sus palabras en acción sin vacilación si ella quería.

No podía escapar ahora y además, ya había perdido todo y cualquier vía de escape. Sería demasiado tarde si intentaba mover el disco elevador que llevaba escaleras abajo. Incluso si rompía el cristal tras él de alguna manera, todo lo que estuviera más allá serían cientos de mel de cielos vacíos que se extienden desde el nivel del suelo.

Además, Eugeo había escogido su propio destino desde el momento en que usó el armament full control art de la Blue Rose Sword en Kirito y Alice en el nonagésimo noveno piso. Apuñalaría a Highest Minister con la daga de Cardinal aunque le costara su propia vida.

Highest Minister estaba protegida por una barrera que frenaba todas las armas metálicas. No obstante, Eugeo sentía que esa barrera no era tan poderosa como la chica había afirmado. La barrera parecía haberse auto-destruido cuando él intentó antes imprudentemente empujar la daga. Dudaba que ese fuese el fin de la técnica, pero le presentó la posibilidad que la daga pudiese alcanzarla inmediatamente después de la explosión.

—Mi… ¿es que no has hecho suficiente aún?

Mirando hacia abajo a Eugeo que se arrastraba a gatas, Administrator susurró.

—Qué chico tan galante, dispuesto a complacerme una vez más en tu último momento. ¿… Me pregunto si sería muy aburrido matarte y convertirte en una joya? Puede que tome algo de tiempo, pero ¿quizás es mejor que sintetizarte a la fuerza como a esa niña…?

Pese a la precaria situación, una parte del discurso de Highest Minister todavía captó la atención de Eugeo y él inconscientemente repitió en respuesta.

— ¿… Esa niña…?

La chica de cabello plateado ante eso sonrió ampliamente y asintió.

—En efecto. De la que estabas tan enamorado, Thirty-chan. Esa niña que odiaba recitar ese arte también, así que yo había hecho que el sistema automatizado de ancianos gastara varios días para eliminar esa protección a la fuerza. No lo presencié porque estaba dormida, pero debió haber sido realmente insoportable. ¿… Qué te parece? ¿Qué te parece tomar una probada de ello tú mismo?

—… Thirty… Alice…

Eugeo exclamó ese nombre de una manera apenas perceptible.

Como es habitual, no podía entender más de la mitad de las palabras de la boca de Highest Minister. Sin embargo, entendió esto claramente.

La joven Alice golpeada con una cuerda y llevada a la Catedral Central hace ocho años había sido sometida a un tratamiento atroz en el proceso de convertirse en una Integrity Knight. Se había negado firmemente a pronunciar el verso para «eliminar la protección central», el cual Eugeo había recitado cuando cedió a las tentaciones de Administrator, y como resultado tenía abierta a la fuerza la puerta a su corazón. El dolor de las heridas que Eugeo recibió a través de sus batallas hasta ahora debe haber palidecido en comparación al sufrimiento por el que ella había pasado.

Realmente era posible que no pudiese huir de aquí.

No se perdonaría si caía antes de conseguir darle un solo golpe a Administrator a cambio.

—…

Apretando firmemente los dientes hacia abajo, Eugeo se levantó con los brazos temblorosos y se tambaleó mientras se ponía de pie.

Mirando hacia atrás a Highest Minister, cuyos ojos mostraban menos entretención que antes, envolvió la cadena de la daga alrededor de su muñeca derecha y sujetó la empuñadura de la Blue Rose Sword con esa mano. Al afirmar la textura del cuero blanco que parecía pegarse a él, la extrajo con un solo movimiento y lanzó la funda al piso.

La hoja brilló de color plateado azulado contra la luz de la luna que entraba desde la ventana de atrás.

La chica sentada en medio del aire a diez mel adelante entrecerró los ojos como si desconfiara de esa luz y habló con una voz más fría que nunca.

—Ya veo, así que esa es tu respuesta, niño. Muy bien… escatimaré un poco de misericordia y te mataré sin más sufrimientos.

Al levantar su mano derecha, no apuntó nada más que su dedo índice hacia Eugeo.

Highest Minister parecía no necesitar palabras para usar las sacred arts. No obstante, aún debería haber dos requisitos para activar antes que pudiera realizar cualquier Offensive Art [8].

Esos serían la generación de elemento y el procesamiento. Ya sea térmico, criogénico, o algún otro elemento, incluso un maestro necesitaría dos segundos para generarlos y formarlos.

Por lo tanto, Eugeo ya había tomado una postura con su querida espada en su hombro derecho para cuando Highest Minister comenzó a mover su mano derecha.

La cuchilla de la Blue Rose Sword estaba envuelta en un resplandor verde amarillento.

Se crearon unos puntos celestes de luz en la punta de los dedos de Administrator.

— ¡O… ohh!

Esa fue su última palabra. Su última técnica secreta.

Eugeo dio una patada en el suelo, perfectamente consciente de ello.

Técnica de carga del Aincrad Style, «Sonic Leap».

La voz de Kirito se reprodujo en la profundidad de sus oídos.

—Escucha aquí, Eugeo, las técnicas secretas mueven nuestros cuerpos por nosotros. Pero no podemos dejar que nos muevan como quieran.

—Tienes que volverte uno con la técnica secreta y acelerarla según cómo se mueven tus pies y brazos. Tu espada alcanzará al enemigo más rápido que el viento si lo haces.

¿Cuántas veces había practicado? ¿Cuántas veces había fallado y se había desplomado de bruces contra un grupo de arbustos?

¿Y hasta ahora cuántas veces había escuchado la voz de Kirito riendo con felicidad?

La espada de Eugeo resplandeció de color verde vivo mientras se elevaba en el aire, pasando incluso el sonido del aire al ser cortado.

La sonrisa se desvaneció de los labios de Highest Minister y extendió su mano derecha.

Los elementos criogénicos, a punto de ser lanzados como agujas de hielo, estallaron ante el contacto con la Blue Rose Sword. E inmediatamente después, la técnica secreta con toda la fuerza de Eugeo detrás de ella chocó contra la mano de Administrator, mejor dicho, contra las membranas violeta que se expandieron a cinco cen desde su mano.

Un impacto y el ruido mucho más allá asaltaron antes a Eugeo.

La barrera violeta, capaz de destruir todas las armas de metal, capturó el Sonic Leap acelerado, también, pero las ondas se extendieron hacia afuera en varias de las delgadas capas de letras sagradas minúsculas mientras temblaban violentamente.

La barrera debería explotar como hace unos pocos minutos antes si continuaba impulsándose con todas sus fuerzas. Él resistiría esa presión de alguna manera y clavaría la daga que colgaba de su muñeca derecha en Administrator de seguro esta vez. No le importaba incluso que su cuerpo fuese roto en pedazos siempre y cuando tuviese éxito.

—¡¡R… rom… pee!!

Eugeo gritó mientras ponía toda la fuerza que pudo reunir en la Blue Rose Sword que aún conservaba su resplandor de la técnica secreta.

—¡…!

Highest Minister permanecía en silencio, pero sus labios no mostraban señal alguna de alegría. Una luz iridiscente se arremolinaba en la profundidad de sus ojos entrecerrados mientras ella doblaba con todas sus fuerzas los cinco dedos de su mano extendida.

No debe estar atacando con la mano izquierda ya que sostenía el Piety Module. La razón por la que ella lo aferraba a pesar de decir que mataría a Eugeo debe ser porque todavía deseaba convertirlo en un caballero o porque tenía algún otro método de usarlo.

Sin embargo, de nada servía reflexionar sobre eso. Tenía que tener éxito en este ataque final, incluso si le tomaba toda la vitalidad y la fuerza que le quedaban para hacerlo, no había nada más.

—¡¡U… ooooohh…!

Fue cuando Eugeo dejó escapar un último grito desde la profundidad de su abdomen.

Un fenómeno imprevisto ocurrió una vez más ante sus ojos.

La Blue Rose Sword lentamente comenzó a hundirse en la barrera violeta.

La barrera aún tenía que desaparecer. A pesar de eso, la punta de su amada espada ciertamente lagrimeaba en esas letras sagradas que deberían obstruir todo metal, poco a poco, no, estaba atravesándolas.

Eso no era una ilusión. La Highest Minister y sus expandidos ojos servían como evidencia.

El estado de los eventos aceleró repentinamente.

Habiendo tomado la espada de Eugeo en medio del aire, Administrator se estiró fuertemente sin aviso.

La barrera rápidamente se retiró también y perdiendo su soporte, la Blue Rose Sword se blandió directo abajo con un agudo ruido mientras que su hoja cortaba el aire. Varios mel de la gruesa alfombra fueros divididos en línea recta en el momento en el que la hoja aterrizó.

Él entendió que algo había ocurrido. Todo lo que sabía con certeza era que sufriría por  los Arts ofensivos de Highest Minister si se quedaba inmóvil. Sus extremidades se sintieron pesadas, tal vez debido a toda la fuerza que había gastado antes, pero Eugeo inmediatamente pisoteó el suelo para continuar con un ataque.

Sin embargo, su enemiga demostró ser más rápida esta vez. La Highest Minister generaba elementos nuevamente incluso mientras se retiraba y los disparaba hacia Eugeo. Los puntos de luz verdes ya estaban justo en frente de sus ojos en el momento que entró a una postura para una técnica secreta.

Eugeo instintivamente dejó caer su postura y se protegió a sí mismo con la Blue Rose Sword. Los elementos aéreos estallaron con un destello verde inmediatamente después y los intensos vendavales que crearon mandaron a volar a Eugeo hacia la pared del sur una vez más.

Probablemente fue fortuito que la Highest Minister hubiera ignorado el proceso de convertir los elementos, si ella los hubiera usado como cuchillas de viento y similares, en  lugar de desencadenarlos como puros elementos, habrían incluso golpeado una extremidad o dos.

No obstante, él tampoco podría decir que era enteramente afortunado. En lugar de una ventana de vidrio plana como antes, su espalda se estrelló contra el gigantesco pilar que conectaba dos de tales ventanas esta vez.

Una decorativa Greatsword estaba acoplada en el pilar y Eugeo se estrelló contra su cuerpo antes de rodar en el suelo. Si la espada de imitación tuviera su hoja, mejor que su costado, apuntando hacia él en cambio, habría sufrido un daño severo incluso si fuese un adorno.

Así, él podría también realmente decir que tenía suerte en ese sentido, pero no estaba en condiciones para pararse derecho con la amenaza no permitiéndole respirar.

«Tengo que moverme. Un Sacred Art real estará viniendo por mí enseguida.»

Hablándose a sí mismo, Eugeo desesperadamente trató de levantar la parte superior de su cuerpo.

La Highest Minister se había aparentemente retirado arriba de la cama y él no pudo ver más que el brillo de su cabello plateado dentro de las sombras oscuras. Incluso Sonic Leap no alcanzaría esa distancia, pero naturalmente, esto no representaba ninguna dificultad para los Sacred Arts. Andando a gatas como lo hacía ahora garantizaría su muerte.

—U… ghh…

Gimió mientras se las había arreglado para apoyar su rodilla derecha de alguna manera. Sin embargo, aún carecía de la fuerza para usar esa pierna. Ésta desobedeció sus comandos, haciendo nada más que estremecerse no importaba cuán duro tratara de mantenerse.

«Aún no. Todavía no ha terminado. Si me rindo ahora, ¿para qué he regresado a esta habitación?»

«No. ¿Para qué he vivido hasta este momento? »

—¡Gu… o-ohh…!

Eugeo inclinó su espalda contra la espada de imitación dorada mientras que de alguna manera detenía su cuerpo, apoyándose a sí mismo con la Blue Rose Sword. Parecía que sufría no sólo de moretones sino de cortes también de la colisión y su sangre goteaba incesantemente en el suelo.

Debe haberle tomado más de cinco segundos para levantarse de su caída, pero la Highest Minister no había continuado con el ataque por alguna razón. Aún flotando cerca de la oscuridad veinte mel adelante, ella permaneció en silencio.

Eventualmente, un silencioso murmullo flotó a través de la habitación; uno perceptible solo en el lugar lleno de un absoluto silencio.

—Esa espada… hmm, así que es eso…

Aún confundido sobre el significado de sus palabras, Eugeo echó un vistazo a su mano derecha.

La Blue Rose Sword metida en el suelo. La daga de cobre rojizo colgando en su muñeca. ¿Cuál era ‘esa espada’ de la que Administrator hablaba?

Su intuición le susurró que eso era de máxima importancia, pero antes que llegara a una respuesta…

El silencio que llenaba el piso más alto de la Central Cathedral fue destrozado por un extraño grito que no provenía ni de Eugeo ni de Administrator.

— ¡Eek, eek, eeeeeeeekkk!

Él miró hacia su origen y observó un círculo en el suelo hundiéndose por cuatro o cinco mel. Ése era el disco elevador conectado al piso inferior. Una voz, más fuerte aún, se escuchó una vez más desde el espacio negro rodeado por la alfombra.

— ¡¡A-Ayú-Ayúdemeeee, Su Eminenciaaa, Highest Ministeeeeer!!

Ese alarido perforador sólo podía pertenecer al Chief Elder Chudelkin que descendió al nonagésimo noveno piso un poco antes.

Tras escuchar sus gritos, entremezclados con alaridos, Administrator dio un paso al frente desde las sombras sin ningún sonido, aterrizando al final de la cama, y se murmuró a sí misma.

—¿Cómo es que se vuelve más infantil con el pasar de los años? Supongo que ya es tiempo de un reset [9].

Eugeo lentamente se retiró hacia el lado este de la habitación, distanciándose del disco elevador, pese a los ojos vigilantes de la Highest Minister quien estaba sacudiendo su cabeza gentilmente.

El disco estaba hundiéndose, pero apenas rápido. Debería de tomar decenas de segundos antes de llegar al piso inferior y traer a Chudelkin de vuelta una vez más.

O eso pensó, pues dos manos pálidas se sujetaron del borde de ese hoyo justo cuando el espacio entre el suelo y el disco se volvió apenas veinte cen.

—¡¡Hoooooohh!!

La extraña voz hizo eco por tercera vez, seguida por una redonda cabeza apareciendo del hueco. Con su cabeza calva teñida de rojo vivo, sin siquiera un solo cabello, el Chief Elder forzó su cuerpo y tembló en el suelo con un pum.

Sus ropas parecían no ser diferentes de las que usaba cuando se fue abajo después de presumir sobre su autoridad a Eugeo antes. Sin embargo, su traje de bufón rojo y azul que se hinchó en un círculo, fue despedazado por todo el lugar y se congeló.

Con una ojeada a Chudelkin que se había desplomado sobre el suelo en una postura de sentado, respirando pesadamente con esa carcajada única.

— ¿Qué es esa forma de vestir?

Administrator habló, con una voz distante.

Por otra parte, Eugeo también sintió un tipo de conmoción. Las extremidades y el torso del Chief Elder avistándose a través del haraposo atuendo de bufón eran tan delgados como ramas marchitas. Con su cabeza redondeada, se veía como un muñeco de palitos de los garabatos de los niños.

Así que ¿qué pasó exactamente con su atuendo de bufón que fue inflado tanto cuando lo vio por primera vez en el gran baño? Mientras Eugeo era absorbido en esa pregunta, Chudelkin se elevó a sí mismo sin siquiera notar a Eugeo que estaba a un simple mel de distancia, se paró en atención, y comenzó su defensa.

—¡D… Debo disculparme por la molestia que debo estarle causando exponiendo mi insignificante ser en tal indecoroso estado ante Su Presencia, Su Eminencia, Highest Minister, pero esto es simplemente una desafortunada consecuencia de la feroz batalla por la que pasé en mi oferta de matar a los traidores y proteger la honorable Axiom Churchh!

Chudelkin continuó y continuó antes de detenerse en ese punto y sus ojos se volvieron amplios, de la forma de luna creciente a una de luna llena, posiblemente habiendo notado la apariencia completamente desnuda de la Highest Minister. Sus dos manos se cerraron de golpe sobre su cara y toda su cabeza redonda se puso roja y gritó de manera estridente.

—¡¡Hauu!! ¡¡Ohooouu!! ¡¡Su humilde sirviente es indigno de contemplar Su Presencia, Su Eminencia, tendría que desbaratar mis ojos y convertirme a mí mismo en piedraaaa!!

Incluso mientras hablaba y hablaba sobre cuán terriblemente desmerecedor era él, los espacios entre sus dedos se ampliaron al mismo tiempo que los dos globos oculares más allá de ésos brillaron resplandecientemente. Parecía que incluso la Highest Minister encontró la necesidad de responder a la reacción de Chudelkin al mismo tiempo que cubría sus senos con su mano izquierda. Su voz, llevada en aire frígido, disparó hacia el bufón.

—Di qué es lo que quieres ahora, o realmente te convertiré en piedra.

—¡¡Hooohh!! Hoaaa… aa… aaahh…

En el proceso de retorcer su largo y delgado cuerpo dejando salir esa voz bizarra, Chudelkin se quedó congelado tras escuchar las palabras de la Highest Minister. Su cabeza, ruborizada, se tornó cada vez más pálida.

Dando media vuelta sin aviso, el Chief Elder dio saltos como un sapo hacia el hoyo en el suelo del que había acabado de salir. El disco elevador aún estaba abajo en el nonagésimo noveno piso y todavía no regresaba.

—¡Te… Tenemos que sellar esto de una vez! ¡¡Ese par, esos demonios son…!!

—¿No se suponía que tú te librarías de los rebeldes?

Administrator preguntó y una sacudida recorrió la espalda de Chudelkin.

—S… Su-Su… Su humilde sirviente fue sometido a una batalla épica de valor y coraje, terminando en esta impropia apariencia, pero como los traidores estaban bastante acostumbrados con los caminos de cobardía, engaño, y astuciaaa…

Eugeo escuchó a los chirriantes gritos del Chief Elder y dedicó la otra mitad de su conciencia a pensar.

Los «traidores» a los que Chudelkin se refería eran, por supuesto, Kirito y Alice, a quienes Eugeo había encerrado en hielo en el nonagésimo noveno piso. Aunque el Chief Elder era el segundo mejor usuario de Sacred Arts en la iglesia y sus movimientos fueron restringidos por el hielo, él dudó que incluso ellos tuvieran una oportunidad de perder y como se esperaba, Chudelkin había escapado después de recibir un feroz contraataque.

Sin embargo… eso esencialmente significaría.

Eugeo inconscientemente dio un paso o dos alejándose del hoyo del disco elevador.

Tal vez habiendo escuchado el sonido de sus crujientes ropas, Chudelkin cambió de decir sus incesantes excusas a un vistazo hacia su dirección.

Sus delgados ojos lagrimeantes se abrieron ampliamente una vez más. Metiendo un dedo en la mano izquierda a Eugeo, el Chief Elder dio un grito dominante como si hubiera olvidado acerca de su propia vergonzosa vista.

— ¡Hoaaa! ¡T… Tú, número Thirty Two! ¡Qué haces haraganeando ahíí! P… P… Pensar que podrías desenvainar tu hoja en este «espacio divino» ante la presencia de Su Eminencia, cómo podrías, cómo podríass! ¡Abajo, sobre tus manos y tus rodillas, ahoooooooraaa!

— …

Pero las palabras de Chudelkin difícilmente se registraban en la mente de Eugeo por más tiempo.

Lo que sus dos oídos captaron eran las silenciosas vibraciones que venían de abajo. Los sonidos que el grueso disco elevador hacía mientras ascendía con el poder de los Arts.

Inclusive el Chief Elder, completamente concentrado en ducharlo en maldiciones, pronto notó esos ruidos y firmemente cerró su boca.

Girando alrededor, se puso a gatas y echó un vistazo al hoyo en el suelo.

— ¡¡Hoaaaa…!!

Con su más grande grito hasta ahora, miró a Eugeo una vez más.

— ¡A… A… Ahora, número Thirty Two! ¡Qué estás esperandoo, apresúrate y dirígete abajooo! Todo es por tu culpa en primer lugar, por no darles una paliza apropiada, nada de esto es mi culpa, Su Eminencia, por favor, suplico que entienda ese hecho…

El rápido discurso intenso de Chudelkin continuó al mismo tiempo que su pie derecho se movía adelante en una invitación de regresar a la cama mientras iba a gatas…

Pero no antes una mano se extendió desde el hoyo en el suelo y obtuvo un fuerte agarre a eso.

— ¡¡Hohiiieeee…!!

Gritando con sus ojos ampliamente abiertos, Chudelkin balanceó su pie derecho. El zapato del bufón con su puntiaguda punta se salió con eso y su complexión pequeña cayó con el momento restante. Inmediatamente sacó su pie, el Chief Elder corrió hacia la cama, volteó las sábanas colgantes, y se escabulló en la oscuridad entre ellas y la cama.

La Highest Minister estando en el otro lado de la cama silenciosamente miró abajo al hoyo en el suelo con una gran sonrisa en cambio, tal vez habiendo perdido su interés en la idiotez del Chief Elder. Eugeo sintió que tenía que cortarla inmediatamente si ella mostraba alguna intención de atacar, pero por el momento, ella parecía estar dando la bienvenida a los nuevos invitados a su habitación sin decir una palabra.

Tras confirmar eso, Eugeo regresó su vista al disco elevador.

La mano sosteniendo el zapato de Chudelkin se mantenía erguida. La manga negra se dejó caer, revelando un brazo con músculos delgados pero firmes.

¿Cuántas veces ese brazo había detenido a Eugeo?

No, esa mano siempre había estado empujándolo hasta este día, este preciso instante. Incluso más ahora, después que Eugeo se desvió del camino y apuntó su espada hacia el que le pertenecía ese brazo.

El disco elevador continuaba su ascenso.

Lo siguiente que apareció fue pelo negro aún despeinado por el combate. Siguiendo eso estaban dos ojos, más oscuros que el cielo nocturno visible más allá del cristal y rebosando una luz más fuerte que la de las estrellas. Y por último, labios mostrando una sonrisa valiente…

—Kirito…

La voz de Eugeo se agitó mientras murmuraba el nombre de su amigo. No debería haber sido lo suficientemente fuerte para oírse más allá de los diez mel, pero como si sólo fuera natural, su amigo íntimo aún volteaba sus ojos hacia Eugeo, junto a la pared, y asintió con la misma vieja sonrisa.

Era cálida, fuerte, y exactamente la misma que cuando se conocieron por primera vez. El disco elevador hizo un pesado ruido apagado mientras se detenía inmediatamente después.

—Kirito… Tú eres…

Una emoción latió profundamente en su pecho, una la cual él no tenía nombre.

Sin embargo, ese dolor ciertamente no era desagradable. Por lo menos, era un dolor mucho más tierno, dolido, y precioso comparado a la agonía que sintió en su cabeza cuando el Piety Module aún estaba ahí.

Con sus ojos fijos en Eugeo quien permanecía quieto, el joven vestido de negro, que era su compañero y mentor en el manejo de la espada, mostró una sonrisa arrogante y habló.

—Hola, Eugeo.

—Y te dije que no vinieras, también.

Él de alguna manera se las arregló para replicar con esas palabras y su compañero lanzó el zapato de Chudelkin, todavía en su mano derecha, lejos con una sonrisa en crecimiento.

—¿Alguna vez he escuchado tus instrucciones como un buen chico?

—Es verdad, tú siempre estás… siempre estás yendo con… — Sus palabras restantes se disiparon.

Él quería expiar su pecado de volver su espada contra un amigo con su vida. Estaba preparado para apuñalar la última esperanza, la daga de Cardinal, en Administrator incluso si resultaba con su cuerpo siendo desgarrado. Pero terminó reuniéndose con Kirito antes que cumpliera con esa misión al final.

No, eso estaba mal. Kirito llegó aquí por su propia voluntad.

Él había atravesado el Full Control Art de Eugeo, repelido al Chief Elder Chudelkin, y venido al centésimo piso mientras Eugeo aún seguía vivo.

«Es cierto, aún sigo vivo. Y la daga aún está colgando en mi mano derecha. Así que es tiempo de luchar. Es todo lo que necesito hacer ahora.»

Eugeo apartó su vista de su compañero y miró hacia el centro de la habitación.

La Highest Minister, Administrator, mostró una amplia sonrisa misteriosa mientras que estaba tranquilamente inmóvil en la gigantesca cama. Sus dos especulares ojos ocultaban sus emociones internas perfectamente mientras que ellos siempre hacían, a la luz lunar blanca azulada vacilar dentro de ellos. Todo lo que él podía decir era que estaban entregando su mente al mismo tiempo que ella miraba hacia abajo por cualquier nuevo visitante.

Él tenía que decirle a Kirito antes que la batalla continuara. Que la carne de la Highest Minister estaba protegida por una barrera que entorpecía todos los objetos metálicos… y que era desgraciadamente invencible.

Con sus ojos en la Highest Minister, Eugeo lentamente comenzó a moverse hacia su compañero.

Y repentinamente.

Escuchó un ligero ruido metálico desde ahí. Giró sus ojos hacia la derecha.

Otra persona salió de la turbia sombra proyectada por el pilar de atrás, por la derecha de Kirito.

Cabello y armadura dorados envueltos en un excesivamente noble resplandor tras recibir la luz lunar blanca azulada. La Fragant Olive Sword, un instrumento sagrado inspirado en una flor, a la izquierda de su cintura. Una falda blanca revoloteando gentilmente.

Era la Integrity Knight, Alice Synthesis Thirty.

Los ojos de Eugeo reflejaban a Alice, quien ya había estado cooperando con Kirito en el nonagésimo noveno piso. Sin embargo, el dolor de su pecho creció aún más fuerte viendo al par parado lado a lado. Su pie que anhelaba estar al lado de Kirito se detuvo bajo su propia discreción.

La Knight Alice primero miró a la Highest Minister, luego a Eugeo.

El vendaje negro aún estaba atado a la derecha de su rostro. Ella debería ser capaz de curarlo instantáneamente, como una Integrity Knight con habilidades equivalentes a las de los usuarios de Arts de alta categoría; pero lo dejó solo, quizás para aceptar ese dolor.

Eugeo observó el ojo izquierdo de Alice, teñido en un azul índigo oscuro y atravesando con varias emociones. Uno que fuertemente rebosaba con pensamientos internos como un humano, a diferencia de otros llenos con fría apatía cuando se encontraron de nuevo en el jardín del octogésimo piso.

A pesar de cómo ella todavía tenía que recuperar sus memorias como Alice Schuberg, el mundo interno de la Integrity Knight Alice había cambiado enormemente en este corto tiempo. Y el que había logrado eso era sin lugar a dudas el caballero de pelo negro parado a su lado. Las palabras de Kirito habían alcanzado el congelado corazón de la caballera Alice el cual parecía que nunca podría derretirse.

Si…

Si él regresaba ese «fragmento de memoria» del que Cardinal habló, almacenado en algún lugar en esta habitación por la Highest Minister, a la mente de la joven, instantáneamente regresaría a ser Alice Schuberg, la amiga de la infancia de Eugeo.

Al mismo tiempo, la personalidad de Alice como un caballero, la personalidad que probablemente conversó con Kirito, desenvainó su espada, aguantando del dolor de perder su ojo derecho, y firmemente decidió luchar contra la Axiom Church con él, desaparecería.

Ésa era la esperanza más grande de Eugeo y la razón por la que continuaba peleando. Pero ¿cómo reaccionaría ante este hecho? ¿Y Kirito… verdaderamente esperó la derrota de la Integirty Knight Alice a pesar de salvar la vida de la Deputy Knight Commander Fanatio incluso después de una lucha a muerte con ella…?

Tomando un profundo respiro y exhalándolo, Eugeo hizo retroceder esos pensamientos.

Tenía que enfocarse en esta batalla final ahora. Tenía la oportunidad de considerar varios asuntos porque Administrator había estado observando la situación en silencio, pero no sería extraño que sus ataques continuaran en cualquier momento.

Apartando su vista de Alice, Eugeo observó más lejos en la habitación una vez más y continuó moviéndose. Alcanzando el brillo de la luz lunar de las ventanas de atrás, cuidadosamente caminó de costado y finalmente llegó al lado de Kirito.

Este le murmuró a Eugeo, quien apoyó su peso sobre su desenvainada Blue Rose Sword después de incrustarla en el suelo una vez más.

—Estás herido. No fueron… hechas por mí, ¿cierto?

— …

En respuesta a las palabras que su compañero dijo por propia voluntad habló para llevar la batalla de abajo a un final, la boca de Eugeo inconscientemente se aflojó mientras contestaba.

—Tu espada no me golpeó ni una vez. Sólo estrellé mi espalda contra ese pilar un poco.

—Entonces deberías haber esperado a que nosotros llegáramos aquí.

—Oye, Kirito, soy el que los detuvo a ambos, ¿sabes?

—Como si fuéramos lo suficientemente débiles para ser detenidos por algo como eso.

Su murmurada disputa continuó y él sintió como si hubieran regresado a ser como eran antes de ser separados en el octogésimo piso… cuando ellos aún vivían juntos en el dormitorio de la Sword Mastery Academy: el dolor en su pecho se aligeró por sólo un poco.

Sin embargo, no había regreso a lo que ya había ocurrido, sus pecados de perderse a sí mismo en las tentaciones de la Highest Minister y apuntar su espada a su amigo íntimo no eran lo suficientemente pequeños para ser limpiados con sólo palabras.

Eugeo frunció sus labios y firmemente agarró el mango de su amada espada.

Kirito, también, observó a lo lejos en la espaciosa habitación por un rato en silencio, entonces murmuró con una voz tensa.

—Así que ésa es… Highest Minister, Administrator, huh.

La que respondió fue la caballera parada al otro lado de Kirito, Alice.

—Sí… Es exactamente como era, hace seis años…

Quizás escuchando el intercambio del par, Highest Minister finalmente rompió su largo silencio.

— Vaya, vaya… debe ser la primera vez que tengo tantos visitantes en esta habitación, Chudelkin, ¿no eras tú el que dijo que se encargaría de Alice-chan y del chico irregular?

Las sábanas colgantes al lado de la cama fueron levantadas desde dentro ante eso, y fuera se disparó una gran cabeza y nada más que eso. Encarando la dirección equivocada, el Chief Elder Chudelkin arañó su frente mientras gritaba de manera estridente.

—¡¡Hoh, hohiii!! S… Su humilde sirviente fue reducido a este impropio estado después de una feroz batalla de valor y de coraje y…

—Ya he oído eso.

—¡Hoaaaa! ¡N… No fue mi cuuuulpaaa! ¡Fue porque número Thirty Two fue suave y cubrió menos que siquiera la mitad de los traidores en hielo, eso es porqué… además, número Thirty, esa grosera caballera de mal gusto incluso vino y usó ese Release Recollection Art en mííí! ¡Por supuesto, no soy ciertamente el que conseguiría siquiera un solo rasguño de esa reluciente técnica secreta de la niña, hohihihii!

—Ese hombre será el único al que definitivamente…

Alice murmuró con una voz llena de fría sed de sangre. No prestando atención a eso, Chudelkin se volteó y miró a Administrator, estando encima de la cama, mientras su chirriante voz continuaba.

—¡En primer lugar, incluso los números One y Two fueron derrotadoss! ¡Su estupidez debió infectar al número treinta también, sí, estoy seguro de esooo!

—Hmmm… Quédate quieto por ahora.

Chudelkin cerró su boca en el instante que Administrator dijo eso y se quedó postrado en el suelo. Pero parecía que sus ojos estaban abiertos ampliamente, pillando la vista de la completamente desnuda Highest Minister sin ningún sentido de decencia.

A pesar de decir que ella no tenía interés en las acciones del Chief Elder, Administrator observó a Alice con sus ojos plateados e inclinó su cabeza ligeramente.

— Era cuestión de tiempo para reiniciar a Bercouli y a Fanatio, pero… Alice, no te había usado ni siquiera por seis años aún, ¿no? No veo ninguna señal de error en tus circuitos lógicos tampoco… Me pregunto, ¿es realmente la influencia de ese chico irregular, después de todo? Qué fascinante.

Eugeo no entendió casi ninguna de las palabras que la Highest Minister dijo. Sin embargo, el tono usado por la chica de cabello plateado causó escalofríos para atravesarlo, como si hablara de una oveja domesticada, o inclusive de una herramienta.

— Oye, Alice-chan. Tú tienes algo que quieres decirme, ¿no? No me enojaré, así que prosigue, cuéntame.

Administrator dio un silencioso paso adelante encima de la cama con una ligera sonrisa.

Como si fuera empujada por un muro invisible, Alice dio un paso atrás.

Eugeo echó un vistazo a ella y vio el perfil lateral de la caballera volverse más pálida que la luz lunar blanca azulada mientras que su sangre se derramaba lentamente, sus labios débilmente fruncidos juntos. Sin embargo, los pies de Alice no retrocedieron más lejos y había aparentemente sacado su guantelete dorado, desapercibida, con los dedos de su mano izquierda suavemente tocando el vendaje sobre su ojo derecho. Como si la tosca pieza de guante hubiera concedido su fuerza, su retirado pie derecho dio un paso adelante una vez más.

Clang.

Su pisada sonó bruscamente como si la gruesa alfombra nunca hubiera estado ahí. En lugar de arrodillarse, la caballera dorada lanzó su pecho orgullosamente hacia su ama y su fría voz resonó.

—Estimada Highest Minister. Hoy señala el final de la noble Orden de los Integrity Knights. Fuimos derrotados por las espadas sostenidas por dos simples rebeldes parados a mi lado. ¡¡Junto con esa insaciable obsesión y engaño que construiste en esta torre!!

[6]  Técnica defensiva
[7]  Usuario de técnicas o artes
[8]  Técnica ofensiva
[9]  Reinicio