Sword Art Online

Volumen 12: Alicization Rising

Capítulo 8: Catedral Central

Parte 3

 

 

Lo que yacía tras las grandes puertas era una sala casi tan espaciosa como el hueco de la escalera en el lado sur de los largos corredores a través de los cuales Eugeo y Kirito habían ascendido. Era rectangular también, con el cielo azul a través de las largas y estrechas ventanas alineadas con la pared opuesta.

Sin embargo, había un elemento esencial que no podía verse en el piso hecho por azulejos cuadrados de color blanco y negro, la gran escalera que debería llevar al piso cincuenta y uno.

Publicidad G-AR



Sin importar cuantas veces escanearas la espaciosa sala, ni escaleras o siquiera una cuerda podían verse. Solo había una única extraña, cavidad circular en medio del pulcro y liso piso, y ni un solo camino hacho para subir entraba en la visión de Eugeo.

–… No hay escaleras.

Murmurando  sorprendido mientras caminaba en la oscura sala tras Kirito, Eugeo sintió una corriente de aire en su cuello y encogió sus hombros. Parecía que su compañero también lo notó, ya que ambos miraban al mismo tiempo hacia arriba.

– … ¿Qué..?

–¿Qué demonios…?

Publicidad G-M3



Y el par se quedó sin palabras.

No había techo. Un espacio, no, un eje de la misma forma que la sala se extendía hasta donde se podía percibir. No podían estimar siquiera qué tan alto continuaba, hundido en una oscuridad cerúlea.

Después que regresaron sus ojos de la distante altura, se dieron cuenta que no era un espacio vacío. Puerta, más pequeñas que la que estaba detrás de ellos, estaban incrustadas en la superficie de la pared a la altura correspondiente para cada uno de los niveles de los cincuenta y un pisos delante, cada uno con una terraza que se extendía hasta la mitad de la sala.

 

En otras palabras, podrían ir a los pisos superiores si pudieran alcanzar esas terrazas, ciertamente ese era el caso.

Eugeo extendió su mano derecha e intentó saltar casualmente sin pensarlo.

–No hay manera en que eso hubiera alcanzado…

Murmuró con un suspiro. Incluso la terraza más cercana estaba, naturalmente, puesta más alta que el techo en el «Grand Cloister of Spiritual Light» detrás de ellos y por lo tanto, cerca de veinte mel incluso a través de estimaciones.

Kirito, quien miró de la misma manera al lado, preguntó con una voz débil.

–Mira… solo lo estoy confirmando, pero no hay nigun Sacred Art para volar, ¿verdad?

–No.

Una respuesta inmediata y despiadada.

–A lo que me refiero es que volar en el aire es un privilegio reservado solamente para los Integrity Knights, ¿no es cierto? Y ellos no vuelan a través de sus artes; lo hacen montando dragones…

–Así que… ¿exactamente cómo es que los humanos hacen para ir y regresar entre el piso cincuenta y uno y los superiores?

–Quién sabe…

El par inclinó sus cabezas al mismo tiempo. Era preferible evadirlo, pero no había otra forma más que regresar y preguntar por un método para subir a los colapsados subordinados de Fanatio, ocurrió en el momento en que estaban pensando eso.

–Oye, algo viene.

Kirito susurró nervioso.

–¿Eh?

Miró hacia arriba de nuevo como se le dijo.

 

Ciertamente vio algo acercarse. Como si cepillara los extremos de la terraza que aparecían como líneas, una sombra negra descendía gentilmente hacia ellos.

Mientras brincaba hacia atrás con Kirito y posicionaba su mano en la empuñadura de su espada, Eugeo firmemente miró la sombra que se aproximaba.

Su forma era la de un círgulo perfecto. Tal vez con un diámetro de dos mel o algo así. Parecía como un disco metálico con su borde que se podía ver brillando cada vez que cachaba la luz azul de las delgadas ventanas. Sin embargo, ¿por qué una cosa descendería en un espacio sin soporte o algo de eso?

Los oídos de Eugeo encontraban un sonido extraño, *whoosh*, cuando el disco pasaba por la terraza dos pisos arriba a una velocidad constante. Su cuelló notó una brisa fría cada vez.

Eugeo no corrió ni sacó su espada; simplemente se quedó parado, estupefacto, y miró cómo el disco rozaba la terraza de arriba y descendía ante el par. Cuando el disco flotante se acercó a solo un mel de distancia, un pequeño hoyo se abrió en el centro de su parte inferior y notó que el aire saliendo de ahí era la causa de ese misterioso sonido y viento.

Sin embargo, ¿cómo podría un disco de metal flotar con solo el poder del viento? , se preguntó mientras el sonido crecía poco a poco y la velocidad del disco metálico bajaba rápidamente, finalmente frenando cuando encajaba perfectamente en la cavidad circular, uniéndose al piso de piedra, con solo un golpe y un pequeño temblor.

La superficie superior del disco estaba pulida como un espejo. Artesanías detalladas salieron sobre los pasamanos de plata instalados en el borde circular. Un tubo de cristal que medía más o menos un mel de largo y cincuenta cen de grosor estaba parado en el centro, solamente una joven chica se paraba silenciosamente con sus dos manos sobre el tubo, redondeadas en la forma de un domo.

– ¿¡……!?

Eugeo dio otro paso hacia atrás mientras ponía fuerza en su mano derecha que estaba en la empuñadura de la espada. Alzó su guardia, pensando que podría ser un nuevo Integrity Knight.

Pero se dio cuenta de inmediato que la chica no estaba equipada ni con una daga en su muñeca o espalda. Su vestimenta, una plana, larga y negra falda, parecía no ser adecuada para el combate. El único embellecimiento del que se podría hablar era el modesto, casi transparente dobladillo del delantal que colgaba de su pecho hasta debajo de sus rodillas, lo que significaba que no vestía algún otro accesorio.

Su cabello castaño, un poco gris, estaba cortado a la altura de sus cejas y hombros, con difícilmente alguna característica distintiva en la complexión de su pálida cara. Estaba arreglada, pero sin ningún rastro de alguna emoción. Eugeo sintió que era aproximadamente un poco menor, pero no tenía la confianza que realmente lo fuera.

¿Quién es exactamente esta chica?: Eugeo trató de mirar a los ojos de la misma, pero no pudo discernir su color ya que estaban escondidos por sus pestañas. La chica, que no intentaba mirar ni un poco a los rostros del par incluso después que el disco se hubiera detenido, quitó sus manos del extraño tubo de cristal y las puso juntas al frente de su delantal, luego inclinó su cabeza un poco y dejó salir su voz por primera vez.

–Gracias por su paciencia. ¿A qué piso se dirigen, caballeros?

Publicidad G-M2



Era una voz que poseía el mínimo nivel de entonación vocal y que no mostraba ningún tipo de emoción. Eugeo no escuchó siquiera un fragmento de algo que mostrara enemistad, así que gentilmente quitó su mano de su espada. Las palabras de la chicha se repitieron en su mente.

–Qué piso… espera… ¿entonces, estás queriendo llevarnos a los pisos superiores?

Cuando preguntó, creyendo y desconfiando al mismo tiempo, la chica bajó su cabeza que había regresado a su posición original de nuevo.

–Ciertamente. ¿Me podrían decir a qué piso desean ir?

–Bueno… incluso si dices eso…

Habiendo pensado que cualquiera que apareciera ante ellos en la catedral sería un enemigo, Eugeo dudaba, sin saber qué decir inmediatamente. Kirito, parado a su lado, habló en un tono sin preocupaciones; Eugeo no sabía que ocurría en esa cabeza tampoco.

–Erm, nosotros somos a los que buscan que invadimos la catedral… ¿no habría algún problema si subiéramos a ese asc… no, disco?

 

La chica inclinó su cabeza un poco, pero instantáneamente la regresó a su posición original y respondió.

–Mi única tarea es operar este disco No he recibido órdenes de alguna cosa que no tenga que ver con eso.

–Ya veo. Entonces, permíteme aceptar tu oferta.

Kirito empezó a caminar energéticamente en dirección al disco mientras decía esas despreocupadas palabras, así que Eugeo le habló con una voz que mostraba pánico.

–¿Estás seguro que esto está bien?

–Bueno, no parece que haya alguna otra forma de subir.

–Eso es… cierto, pero aun así…

Eugeo estaba sorprendido por cómo podía subirse a un extraño objeto con casi nada de cuidado inmediatamente después de ir a través de todo lo ocurrido con los dos Integrity Knights adolescentes, pero era cierto que ninguno de ellos tenía ni la más mínima idea de cómo mover el disco. Tranquilizándose al pensar cómo podían saltar en alguna terraza incluso si era una trampa, siguió a su compañero.

Después que ambos subieran al disco a través de la apertura en los lujosos rieles, Kirito observó el tubo de cristal de manera curiosa mientras informaba a la chica.

–Erm, entonces por favor llévanos al piso más alto que podamos ir.

–Muy bien. Entonces iremos al octogésimo piso, «Cloudtop Garden». Por favor permanezcan dentro de los límites del pasamanos.

Una respuesta llegó casi inmediatamente e inclinándose de nuevo, la chica puso sus dos manos sobre el tubo. Respiró y…

–Systemcall. Generar elemento aéreo.

El canto del arte ritual puso nervioso a Eugeo, interpretándolo como un ataque, pero ese no era el caso. Después de todo, los elementos aéreos que aparecieron, brillando verde, estaban dentro de los tubos transparentes. Pero se sorprendió de nuevo cuando vio la cantidad de ellos. Había una decena entera, debería ser una usuaria de alta categoría para generar tantos elementos en una ida.

La chica apuntó con su pulgar derecho, su índice y su dedo medio entre los diez dedos delgados que tenía al tubo de cristal y murmuró.

–Burstelement.

 Tres de los elementos aéreos se dispararon con un destello verde en ese momento, causando que un rugido emergiera de abajo. El disco metálico usado por tres humanos instantáneamente empezó a ascender como si hubiera sido empujado por una mano invisible.

–¡Así que es eso! Así es que funciona, eh.

Eugeo finalmente entendió la base detrás del funcionamiento del disco y cayó con la aparentemente deleitada voz de Kirito. Los elementos aéreos fueron liberados dentro de los tubos de cristal que corrían a través del disco, lo que permitía que el peso de los tres humanos y el disco mismo fuera alzado descargando la explosiva ventisca resultante hacia abajo.

Era un mecanismo simple ahora que lo entendía, pero el movimiento del disco era suave hasta el punto de casi no sentir nada. Aparte de la presión que sintió ligeramente al inicio, se deslizó por el aire con casi ninguna sacudida.

El quincuagésimo piso desapareció de inmediato a la distancia y Eugeo se hizo consciente de nuevo que su pequeño disco podía ascender al octogésimo, lo que era, lo suficientemente alto como para tocar las nubes. Limpiando sus sudorosas manos en sus pantalones, se agarró fuertemente del pasamanos.

Por su lado, Kirito, en cambio, tenía una expresión de calma como si ya hubiera tenido una experiencia similar en el pasado, admirándolo, aunque su interés cambió pronto del disco al humano operándolo y preguntó viendo a la chica.

—¿Cuánto tiempo llevas haciendo este trabajo?

La chica respondió con una voz perpleja, su cara seguía oculta.

 

—Este será el año ciento siete desde que se me otorgó esta Sacred Task

—Cie…

Olvidándose del vacío bajo sus pies, Eugeo abrió sus ojos. Preguntó vacilante en lugar de Kirito.

—Ci…ciento siete años… ¿¡Tú has estado operando este disco todo ese tiempo!?

—No lo he estado operando… todo el tiempo. Me dan un descanso para comer en la tarde y por supuesto, tengo permitido descansar en la noche.

—Ehm… eso no es lo que yo…

—No.

Así es como era. Esta chica debía de tener su Vida congelada como los Integrity Knights, y vivir encima de este único disco de metal, por lo que podría decirse una eternidad.

Eugeo creyó que este destino era más cruel, desamparado y sombrío que el de los Integrity Knights, quienes dedicaban su tiempo ilimitado a la batalla.

El disco metálico subió lentamente, pero de forma constante. La chica ocultaba toda emoción por debajo sus bajadas pestañas, renovando los elementos aéreos que se acababan, lanzándolos otra vez. Eugeo se preguntaba cuántas veces había repetido el verso «brust», murmurado  en cada ciclo, pero claro, eso estaba más allá de su imaginación.

—Tú… ¿Cómo te llamas?

Publicidad G-M3



Preguntó Kirito de repente.

La chica inclinó su cabeza por un largo rato hasta que respondió en un murmuro.

—Mi nombre… no puedo recordarlo. Todos los estimados señores y señoras me llaman «Elevating Operator». Elevating Operator… ese es mi nombre.

 

Parecía que ni Kirito podría responder a esto. Eugeo, que inadvertidamente había contado las terrazas que pasaban llevaba más de veinte, sintió la necesidad de llenar el silenció abriendo su boca.

—…Ey …ey, estamos aquí para acabar con la gente importante de la Axiom Church. Los que te dieron esta Sacred Task.

—Ya veo.

Eso fue todo lo que dijo. Pero Eugeo continuó hablando, probablemente sin ningún objetivo particular en mente.

—Si…la iglesia dejase de existir y fueras liberada de esta Sacred Task, ¿qué harías…?

—¿…Liberada…?

Después de repetir esto con tono vacilante, la chica llamada Elevating Operator mantuvo su silencio mientras atravesaban cinco terrazas más.

Echando un vistazo a arriba, Eugeo notó que un techo negro había aparecido en su camino sin aviso. Eso debía ser el piso octogésimo de la catedral, Finalmente iban a poner sus pies en el verdadero núcleo de la Axiom Church.

—Yo… no conozco nada del mundo fuera de este disco elevador.

La chica habló de forma entrecortada.

—Por lo tanto… yo no puedo decidir una nueva Sacred Task aunque insistan… aunque, si se refieren en el sentido de lo que quiero hacer…

Su rostro que había estado mirando hacia abajo todo el rato se levantó y contempló a las ventanas largas y estrechas en el lado derecho— a los claros cielo del norte que había tras ellas.

—…Me gustaría volar libremente en este disco elevador… en esos cielos…

Los ojos de la chica que finalmente vio, eran de un profundo, profundo azul índigo, como los cielos azules en pleno verano.

 

En el instante que el último elemento aéreo dejo de existir, el disco alcanzó la trigésima terraza y suavemente se detuvo.

La chica Elevator Operating quitó sus manos del tubo de vidrio, colocándolas frente a su delantal e hizo una profunda reverencia.

—Gracias por su paciencia, hemos llegado al octogésimo piso, «Cloudtop Garden»

—…Gracias.

Ambos, Eugeo y Kirito bajaron sus cabezas y se dirigieron a la terraza desde el disco.

La chica no volvió a alzar su cabeza, y tras otra pequeña reverencia, encargó el descenso del disco al debilitamiento del elemento aéreo. El efusivo sonido, que como un viento frio de invierno,  inmediatamente desapareció en la distancia y su forma se desvaneció en las profundidades de la oscuridad azul; en ese pequeño mundo de acero, confinada por toda la eternidad.

Sword Art Online Volumen 12 Capítulo 8 Parte 3 Novela Ligera

 

Eugeo respiró profundamente sin darse cuenta.

—…Yo creía que mi anterior Sacred Task era la peor del mundo porque era inacabable, pero…

Tras murmurar eso, Kirito abrió sus parpados y lo miró.

—Pero habría sido una bendición cuando me pudiera retirar tras crecer y volverme incapaz de balancear esa hacha; cuando lo comparo con la Sacred Task de esta chica, es solo…

—Cardinal dijo que el congelar la Vida de una persona, la cual es reducida naturalmente, mediante el uso de «Art rituals» no evita el envejecimiento del alma. Entrando lentamente en las memorias de la persona y rompiéndolas.

Kirito, quien había respondido con voz deprimida, se giró con fuerza, como si quiera evitar esos pensamientos, y dio la espalda al eje de profundidad.

—Lo que está haciendo la Axiom Church está mal. Es por eso que vamos a acabar con Administrator. Pero esto no es el fin de todo, Eugeo. Los verdaderos desafíos están más allá de esto…

—¿Eh…? ¿No tendríamos que dejárselo todo a Cardinal-san lo antes posible si acabamos con Administrator?

Kirito movió sus labios cuando Eugeo preguntó, como pensó él iba a decir algo, pero una incerteza que no parecía a su usual decisión apareció en sus ojos negros y acabó apartando la cara.

—¿Kirito…?

—…No, hablemos más de esto después de recuperar a Alice. Este no es momento para pensar en cosas innecesarias.

—Eso es… cierto, pero aun así.

Kirito empezó a cruzar la terraza con paso ligero, como si escapara de la mirada que emanaba de Eugeo mientras bajaba su cabeza. Eugeo lo persiguió con una emoción inexplicable, pero un sentimiento de tensión proveniente de las profundidades de su cuerpo acabó con sus endebles dudas en un abrir y cerrar de ojos después de ver las imponentes enormes puertas al final de la corta terraza.

Viendo como habían aparecido cinco Integrity Knights en el quincuagésimo piso, la persona que coordina las contramedidas contra intrusos—como la Chief Elder quien Fanatio había mencionado, tenía intención de pararlos a ambos a cualquier precio. El hecho que habían acabado ganando en el fiero asalto los Integrity Knight debía estar cerca de ser un milagro.

El haber roto esa línea defensiva y haber subido hasta tan cerca del piso más alto seguro que había hecho que el Chief Elder finalmente mandaría su mejor potencial de combate sin reserva alguna. El «Knight Commander» con todos los Integrity Knights restantes, así como los mejores usuarios de «Sacred Arts» los sacerdotes y ascetas, podrían estar esperando tras esa puerta por ejemplo—eso era relativamente posible.

Pero estando aquí ya no había otro camino, no podíamos hacer más que romper cada barrera que se nos pusiera al frente.

Podemos hacerlo. Con ambos Kirito y yo aquí.

Eugeo intercambio firmemente la mirada con su compañero, de pie a su lado, y asintieron a la vez. Tendiendo sus manos simultáneamente, las colocaron en el lado izquierdo y derecho de las puertas respectivamente y enérgicamente las empujaron.

Las puertas de piedra empezaron a abrirse lentamente en ambos lados con un ruido de plomo.

—¡……!

Sus cinco sentidos absorben los colores extendiéndose ante sus ojos, el murmullo del agua, y la fragancia del momento, causando un breve mareo.

No había error en que estaban dentro de la torre. El mismo mármol blanco de los pisos anteriores se podía ver en la otra punta.

Sin embargo, el espacioso suelo no estaba cubierto de piedra como en los otros pisos. En cambio, un grueso y cómodo césped se encontraba allí. Sacred Flowers de diversos colores, aparentemente la fuente del olor, florecidas por todos lados.

Lo que más le sorprendió fue una pequeña, corriente pura que fluía a poca distancia, la superficie del agua brillaba con la luz. Los dos se situaron en un estrecho camino de ladrillos salía desde la puerta, cortando el césped, y continuaba en un puente de madera que cruzaba la pequeña corriente.

Una pequeña colina apareció detrás de la corriente. El camino serpenteaba sobre el suelo inclinado con una abundancia de flores florecidas. Habiendo seguido el camino con la vista, Eugeo vio un solo árbol crecido en la cima.

No era tan grande como un árbol. El podrá detectar hojas verde oscuro y pequeñas flores naranjas forma de cruz sobre las estrechas ramas. La luz de Solus, entrando desde la ventalla de la pared cerca del techo, precisamente llegaba a donde el árbol y las incontables flores brillaban como si estuvieran hechas de oro.

Su cristalino y fino tronco también estaba bañado en la luz y brillaba—y en su base, además, había un resplandor dorado deslumbrante.

—Ah…

Eugeo no escuchó el tranquilo sonido que salió de su propia boca.

Todo y cada uno de los pensamientos se paralizaron en cuanto vio a esa chica sentada frente al tronco del árbol con los parpados cerrados.

Como si ella fuera un fantasma nacido por la hermosa luz del sol que golpeaba al árbol, toda la figura de la chica estaba rodeada con luz dorada. La magnífica armadura que cubría la parte superior de su cuerpo y sus brazos era blanca con ornamentos dorados, su larga falda era de un puro blanco, con hilo dorado bordado en la tela, e incluso sus pulidas botas de cuero blanco reflectaban un brillo inmaculado recibido de la luz del sol que le llegaba.

Sin embargo, lo que más brillaba era su abundante, sinuoso y largo pelo. El pelo lacio, que parecía oro fundido, dibujaba un arco perfecto que fluía desde su pequeña cabeza hasta su cintura, creando una cascada de luz sublime.

Un resplandor que veía prácticamente todos los días, hace tiempo en el pasado. Él no conocía su valor ni su transitoriedad, tirando del pelo en broma y atando las ramas en el mismo.

El brillo dorado, una representación de amistad, aspiración, y un nebuloso afecto, se habían transformado en un simple día, adquiriendo connotaciones de la debilidad de Eugeo, su fealdad y su cobardía. Y ese brillo que jamás debió haber vuelto a ver estaba de nuevo a su alcance.

—Ah… Ali… ce…

Sin dares cuenta de la voz ronca que salía de su propia boca, Eugeo se tambaleó hacia delante.

Siguió el camino de ladrillos irregularmente. Ni el refrescante aroma de las Sacred Flowers ni el sonido relajante del agua llegaban ya a la conciencia de Eugeo. Solo el calor de su mano sudorosa apretada en el pecho de su abrigo y la daga que parecía palpitar dentro de la tela parecían atar a Eugeo a este mundo.

Cruzando el puente sobre el pequeño arroyo, acercándose a la pendiente. Había menos de veinte mil hasta llegar a la cima de la colina.

Cuando levantó la vista podía ver claramente la cara de la chica levemente se inclinó hacia abajo. Ninguna emoción se mostraba en su blanca, prácticamente traslucida piel. Ella solo permanecía en silencio con sus ojos cerrados, su mente parecía a la deriva en el calor de la luz solar y el aroma de las flores.

—¿Ella está dormida?

Si me acerco un poco más como ahora y logró clavar la daga un poco en uno de esos dedos entrelazados en su regazo… ¿sería el final de todo?

Fue cuando ese pensamiento cruzó por la mente de Eugeo.

La mano derecha de Alice se levantó sin sonido alguno y el corazón de Eugeo latió con fuerza mientras se detenía.

Sus encantadores labios se movieron y una nostálgica voz salió.

—Déjame un rato más. Hacía tiempo que no había tan buen tiempo, así que me gustaría que dejaras a este pequeño tomar el sol un rato más.

Sus parpados cubiertos por sus doradas pestañas, suavemente se abrieron.

Esos ojos azules, sin igual en el mundo, miraron directamente a Eugeo.

Eugeo tuvo la visión que la mirada de Alice se ablandaba, y sonreía con sus labios.

Sin embargo, el azul en sus lucidos ojos no era el gentil color del cielo como lo fue una vez. Este era el color del hielo que había permanecido congelado por diez mil años, sin derretirse sin importar cuanta luz lo bañara. Empalado por la mirada fría de ella hacia los intrusos, Eugeo no podía mover sus piernas.

Como esperaba, la lucha era inevitable.

Aunque ella hubiera perdido sus memorias, él no podía blandir su espada hacia esa chica, quien no había duda que era Alice Schuberg de Ruild. Para devolverla a ser como era. No importaba la dificultad para aceptar la batalla.

Su cuerpo había sentido la verdadera fuerza de la Integrity Knight Alice Synthesis Thirty dos días atrás, cuando su mejilla fue golpeada por la vaina de ella. Eugeo podría recibir un solo golpe sin problema, pero él fue incapaz de seguirlo con sus ojos. Sería casi imposible suprimir a una espadachína de tal calidad sin sufrir graves heridas, ¿verdad?

Ella no era un oponente con la que relajarse.

—Aun así, ¿podría romper una sola hebra de ese pelo de oro?

Viendo que no podía dar un paso más, deje de mover mi espada.

Kirito habló desde detrás de Eugeo, aun de pie desde que sucedió el conflicto, sus palabras eran claras aunque su voz ronca.

—No has de pelear aquí, Eugeo. Piensa solo en clavar correctamente la daga de Caldinal en Alice. Pararé sus ataques para ti aunque me cueste la vida.

—Pe…pero.

—No hay otra forma, la situación empeorará y acabaremos fuera de combate. Tomare el primer ataque de Alice en vez de esquivarlo para restringirla, usa la daga en ese momento. ¿Lo entiendes?

—……

El firmemente mordió sus labios. Al final, había hecho que Kirito fuera el único herido contra Deusolbert y contra Fanatio. A pesar de que este temerario plan de desafiar a la Axiom Church era había provenido originalmente de la agenda personal de Eugeo.

—…Perdón.

Cuando murmuró con vergüenza, Kirito le respondió con un tomo más cercano.

—No necesitas disculparte; haré que pagues todo de vuelta varias veces dentro de poco. Aun así, dejando eso de lado…

—¿…? ¿Qué ocurre?

—No… por lo que veo, no parece estar armada. Además… ¿de quién hablaba cuando dijo este pequeño?

Guiado, enfocó sus ojos en Alice, aun sentada en la cima de la colina. Sus parpados volvían a estar cerrados y un poco abatidos; miro su cintura, la vaina de oro que había estado allí en su primer encuentro en la Sword Mastery Academy ciertamente no estaba ahí ahora.

—Tal vez ella deja su espada detrás cuando está descansando o algo así… eso sería genial, sin embargo.

Murmurando en un tomo que no creía en tal cosa, Kirito rozó el agarre de su espada negra con su mano izquierda.

—No es agradable hacia Alice, pero no es como si pudiéramos pasar de ella porque está tomando el sol. Si tiene una espada o no, enfrentándola ahora evitamos que realice el canto para el Full Control Art. Sinceramente, eso es lo mejor que podemos esperar si queremos acabar sin tener que usarlo.

—Supongo que tienes razón… mi Full Control Art no usa mucha Vida de mi espada, así que creo que puedo usarla dos veces más hoy, sin embargo…

—Eso será de ayuda. Dicho esto, una vez más el límite está en mi lado. Y aún nos queda el Knight Commander después de Alice. Bueno… vamos.

Kirito dio un paso al frente y asintió levemente.

Eugeo aclaró su mente y le siguió.

Dejando el camino de ladrillos que serpentea la colina, fueron directos hacia el pico. Sus pasos resonaron en el césped.

Alice se levantó suavemente cuando ambos habían llegado a la mitad de la colina. Sus ojos helados que no revelaban una pizca de emoción miraban a la pareja detrás de sus lánguidos parpados.

Como si su mirada hubiera lanzado un Art Ritual, sus pies se volvieron pesados en ese instante. A pesar de que era obvio que no había ninguna espada en el cinturón de Alice, Eugeo sintió que sus pies se negaban a acercarse más. ¿Era el miedo tallado en su cuerpo después de un solo golpe en la mejilla? Pero aunque fuera eso, el paso de Kirito parecía haber perdido fuerza también al caminar hacia delante, ¿no?

—…Al final, habéis logrado llegar hasta tan lejos, ¿no es así?

La clara voz de Alice golpeo el aire una vez más.

—Juzgué que teniendo a Eldrie alerta en el jardín de rosas sería suficiente para hacer frente a los dos aun en la baja posibilidad de que lograrais escapar de la cárcel subterránea. Sin embargo, no solo le habéis eliminado a él, sino también a Deusolbert-dono y también a Fanatio-domo quienes poseían instrumentos sagrados, llegando a pisar los terrenos de este ‘Cloudtop Garden’.

Arqueó las cejas formando una pequeña mueca. La voz que salió de sus labios de flor de cerezo tenía un timbre triste y silencioso.

— ¿Qué es exactamente lo que os ha dado tanto poder a vosotros dos? ¿Porque exactamente queréis alterar la tranquilidad del Human World? ¿Porque no entendéis que cada Integrity Knight herido es un considerable paso atrás en la preparación contra las fuerzas de la oscuridad?

Es por ti, todo esto es por ti.

Eugeo gritó en su corazón. Pero él sabía que eso no significaba nada para la Integrity Knight Alice que estaba frente a sus ojos aunque se lo dijera. Apretando firmemente sus dientes, Eugeo puso todo de sí en avanzar.

—Como pensé—parece que tender que preguntaros con mi espada. Muy bien… si eso es lo que vosotros dos deseáis.

Sus palabras fueron como un suspiro, Alice coloco su mano derecha en el tronco del árbol a su lado para aguantarse.

Pero ella no llevaba una espada…

Eugeo lo pensó casi al mismo tiempo que Kirito esperó un «imposible».

La luz brillo en el instante siguiente y el pequeño árbol que crecía en el pico de la colina se desintegró.

—¿¡——!?

Un poco después, una fragancia, con mucha dulzura y vitalidad, se espació y desapareció sin dejar rastro.

Antes de darse cuenta, en la mano derecha de Alice había una familiar espada larga con forma esbelta. No solo la vaina, sino todo, desde la guardia al pomo se hicieron de oro deslumbrante. Un diseño floral con forma de cruz decoraba la guardia.

Eugeo no podía entender inmediatamente que había sucedido.

El árbol había desaparecido y la espada aparecido. En otras palabras, ¿ese árbol de había convertido en la espada? Pero Alice no había pronunciado ningún Art Ritual. Fuera un simple arte ilusorio o algún Sacred Art de transmutación de nivel elevado, era imposible lanzarlo sin recitar los versos del ritual.

No. Si ese árbol había cambiado su apariencia basándose únicamente en la imagen mental de Alice—esencialmente querría decir—

Habiendo llegado a la conclusión más rápido, Kirito hizo un profundo  gemido.

—Mierda esto no es bueno… ¿podría esa espada estar ya en su Full Control State?

 

Mirando hacia abajo con el ceño fruncido a los dos que estaban abajo, Alice levantó la espada en posición horizontal con las dos manos.

Jyaa! La espada, desenvainada con un chirrido, tenía un aura de un brillante amarillo dorado más intenso que la vaina, brillando radiantemente como si reflejara la luz de Solus.

Kirito lanzó un asalto salvaje justo después. No estaba claro que poder tenía la espada que empuñaba Alice, pero juzgó que sería mejor llevar un combate cuerpo a cuerpo antes que el Control Art se activara. Ferozmente arrancando la hierba verde, subió el ochenta  por ciento de la colina en tan solo diez pasos.

Agarrando la cadena de su pecho, Eugeo frenéticamente salió tras su compañero. Kirito no parecía tener intención de blandir su espada. Parecía que iba a detener el primer ataque de Alice con su cuerpo como había dicho. Incluso si sellaba su movimiento, no duraría mucho. Por eso, Eugeo debía de cumplir con su papel de clavar en ella la daga sin dejar posibilidad alguna para que escapara.

Publicidad G-M3



La expresión de Alice no había cambiado ni un poco aunque viera que se acercaba el espadachín vestido de negro. Con un movimiento despreocupado, ella levemente blandió a espada con su mano derecha.

Kirito todavía tenía que entrar en el rango de corte. Por lo tanto seguramente fuera un arte ofensivo de largo alcance como el de Deusolbert o el de Fanatio. Si ese fuera el caso, aunque su primer ataque bloqueara el avance de Kirito, Eugeo podría acercarse lo suficiente para clavar la daga usando ese intervalo.

Estabilizando sus pensamientos un instante, Eugeo cambio su ángulo de aproximación a uno distinto del de Kirito y siguió corriendo.

La mano derecha de Alice se balanceó suavemente hacia delante.

La espada dorada—desapareció.

—¿¡—!?

Para ser exactos, no había desaparecido. Sería más exacto decir que se había dispersado. La espada se dividió en cientos o miles de pequeñas hojas y asaltaron a Kirito como si fueran una tempestad dorada.

 

—¡¡Guah!!

Sumergido en un resplandor inconmensurable, Kirito fue derribado, quedando inmóvil, junto con un gemido.

Aprovechando al máximo la oportunidad creada por su compañero, Eugeo apretó los dientes y corrió hacia delante.

Sin embargo, el viento dorado que atacó a Kirito no se detuvo solo ahí. Causó un ruido como de un vendaval  frío y giró a la izquierda en el aire, barriendo a Eugeo desde el costado.

A duras penas podía mantenerse en pie después de tal impacto. Como si fuera enviado a volar por la mano de un gigante, Eugeo se desplomó hacia la derecha.

Cada copo, que medía menos de un cen de largo, era de un peso absurdo. Lanzado sobre el césped, Eugeo experimentó un dolor ardiente en todo su brazo izquierdo que había protegido su rostro en el instante en el que el céfiro dorado acometió contra él y mantuvo con desesperación su deseo de gritar y retorcerse.

Los incontables copos dorados, que habían detenido su acometida contra ambos tan fácilmente, dibujaron un arco mientras giraban y regresaban al lado de Alice. No obstante, no regresaron a la forma de una espada sino que permanecieron a la deriva alrededor del caballero.

En un examen más minucioso, todos los pequeños copos eran cruces formadas por unas formas de diamante incluso más pequeñas reunidas juntas. Eran los mismos que el diseño en la guardia… lo que significa que eran de la misma forma que la de las flores de ese árbol que crece en la colina.

 

 

—¿Me estás tomando el pelo? ¿Cómo puedes correr hacia mí sin blandir tu espada?”

Alice los reprendió tranquilamente sin expresar siquiera una pizca de emoción como siempre.

—El ataque de antes pretendía servir como una advertencia. Sin embargo, el próximo será para eliminar toda su Vida. Muéstrame todo lo que tienes; por el bien de todos los caballeros que ustedes dos han derrotado hasta ahora.

 

—¿Para ella es… fácil?

—¿A pesar de ese poder absurdo…?

Dentro de la vista de Eugeo mientras él temblaba en las profundidades de su corazón, las innumerables flores doradas hicieron un fuerte ruido *jyakii* en el tándem. Cuando miró mejor, vio las puntas de los cuatro pétalos, los cuales habían estado lisos y redondeados hasta el momento, ahora afilados en un punto más agudo que la punta de una espada delgada. No podía escaparse con solo desplomarse como antes si fue golpeado por una cosa así. Su piel sería destrozada y probablemente incluso sería cortada a través de sus huesos.

Un profundo temor transmutado en agua fría se abrió paso en Eugeo, adormeciendo sus extremidades.

Incluso si solo era una de esas flores doradas por sí sola, su Vida podría disminuir rápidamente si suprimía sus signos vitales. Y aún las escamas brillantes alrededor de Alice ahora, como una magnífica lluvia de flores, que sumaban más de doscientas o trescientas. Sería imposible desviarlas a todas con una espada e incluso dicho esto, también era casi imposible esquivar esa tormenta de flores con una capacidad de alta velocidad y movimiento sin restricciones en el aire. En otras palabras, el Full Control Art de Alice era increíblemente completo y también omnipotente…

Sí, era increíble.

La técnica de control total de armamento con instrumentos sagrados era verdaderamente una skill poderosa, pero aún así, había límites. La verdadera naturaleza de esta técnica era convertir los «recuerdos» que poseen los orígenes de las armas, es decir, si fue caliente, frío, duro, rápido, y demás, en una capacidad ofensiva y que no podía evitar deteriorarse en otros aspectos, aún más especializados en un área en particular.

Como la técnica de control total del Deputy Knight Commander Fanatio fue repelida por un pequeño espejo que creó Kirito, como resultado de especializarse demasiado en perforar un solo punto con un rayo de luz concentrado.

No se sabía qué clase de existencia de ese pequeño árbol que una vez pareció ser el origen del instrumento sagrado de Alice, pero sí  que el poder en su interior  estaba dividido en tan pequeño, en tan gran número… es decir, si buscaba solo la precisión, cada pétalo debía haber perdido mucho más de su poder. Sin importar cómo Eugeo pensaba en ello, el tener un copo que ni siquiera tenía un cen de largo que poseía el peso del puño de un gigante, como lo había experimentado con su propio cuerpo, desafiaba esa teoría.

Si se podía conseguir tal fenómeno, ese delgado árbol que floreció con flores anaranjadas, debió haber obtenido una ultra alta prioridad, sobrepasando incluso  el origen de la espada de Kirito, el «árbol demoníaco», el Gigas Cedar…

Kirito que había colapsado en el frente, hacia la izquierda, parecía que también había pensado en el mismo asunto que Eugeo hace un instante, ya que su perfil levantado estaba pálido por la conmoción y el miedo.

Sin embargo, él, que no conocía el significado de rendirse, miró a Eugeo con esos ojos que conservaban su brillo y movió sus labios en silencio.

«Canto». Comenzó a trabajar en el.

De hecho, ya no era posible romper esa tormenta de pétalos desde el frente. Por lo tanto, no hubo más remedio que encadenar a su amo con el Full Control Art de la Blue Rose Sword. Alice había hecho florecer la espada a la que sólo le quedaba la empuñadura acorde con los movimientos previos de los pétalos. En otras palabras, eso podría significar que la nube de flores no podía ser manipulada completamente por la voluntad de su amo.

Publicidad G-M1



Aún inapropiadamente derribado, Eugeo rozó suavemente con su mano izquierda la empuñadura de la Blue Rose Sword y comenzó a entonar la técnica de control total con un volumen que era prácticamente inaudible. No había nada más que podía hacerse si Alice lo notaba y atacaba, pero Kirito debería hacer algo al respecto.

Como él predijo, Kirito se levantó con un movimiento exagerado, cuando Eugeo comenzó el canto, y gritó con voz tensa.

—¡Me gustaría disculparme por mi conducta irrespetuosa hacia el honorable Integrity Lnight! ¡Yo, el espadachín en entrenamiento Kirito, quisiera solicitar formalmente de nuevo, un duelo usando espadas corrientes con la Integrity Knight Alice!

Después de golpearse el pecho con el puño derecho y hacer una reverencia, agarró la espada a la izquierda de su cintura por la empuñadura. La hoja de color negro azabache se desenfundó con un ruidoso y chirriante *jyari* y fue levantada en lo alto como si estuviera intentando dividir en dos la luz dorada que cubría al caballero.

Alice miró con dureza  al espadachín vestido de negro con esos ojos azules que se sentían como si pudieran ver a través de todo y respondió después de un solo parpadeo.

 

—Muy bien, por medio de la espada descubriré qué tan profundo se encuentran sus perversos corazones.

Ella balanceó suavemente la empuñadura en su mano derecha. Y con eso, las incontables flores doradas que giraban alrededor arremolinándose hacia la mano de Alice con el sonido de olas fluyendo, dejando pocos espacios a medida  que se alineaban al frente de la empuñadura sostenida. Un *jyakin* metálico resonó y los copos combinados, regresaron a su forma como una larga espada de oro.

Enfrentando a Alice, que posicionó la espada en una postura intermedia con movimientos elegantes y comenzó a avanzar de esa manera, fue Kirito, quien preparó su espada en una postura más baja y a continuación la llamó una vez más.

—Uno de nosotros inevitablemente caerá después de un cruce de espadas, así que te imploro que me digas una cosa de antemano. Creo que el árbol en la cima de la colina antes era la forma de su instrumento sagrado en tiempos pasados, pero ¿por qué un árbol tan pequeño como ese posee tal poder?

Obviamente era una pregunta para ganar tiempo,  pero probablemente  Kirito realmente quería conocer el misterio detrás de la técnica de control total de la espada de oro. Por supuesto, Eugeo también estaba muy intrigado. Aguzó el oído mientras continuaba con el canto.

Alice se detuvo después de dar tres pasos hacia adelante. Mantuvo su silencio por un momento, y luego movió sus labios con ligeros movimientos.

—No tiene sentido el contárselo a ustedes con sus muertes inminentes, pero… supongo que podría servir como una diversión en su camino al  Mundo Celestial. Mi instrumento sagrado se llama «Fragrant Olive Sword» [7]. Como su nombre lo indica, una vez fue un fragante árbol de olivo sin aspectos irregulares en lo absoluto.”

El olivo fragante era un árbol de tamaño pequeño que produce unas pequeñas flores de color anaranjado en el otoño. Raramente crece de forma natural en las inmediaciones de Rulid, pero ahora que ella lo mencionó, él lo había visto incontables veces en la capital. No se podía decir que era de una variedad poco común, como el Gigas Cedar del que solo existía uno en el mundo.

—Sí, se trataba simplemente de un pequeño árbol como has dicho. Exceptuando que fue el único que duró tanto tiempo… Este lugar, donde la Catedral Central está construida ahora fue la «Tierra de los inicios» otorgada a los humanos por la Diosa de la Creación Stacia en los largamente pasados tiempos remotos. Una bella primavera surgía desde el corazón de esa pequeña aldea y un solo olivo fragante creció en su orilla… o eso dice el primer capítulo en los registros de la creación. Ese mismo árbol era la forma original de mi espada. Espero que lo entiendas; esta Fragrant Olive Sword es la existencia más antigua entre todas las cosas en la naturaleza del Mundo Humano.

—¿Qu…? ¿Qué dices…?

En comparación con el asombrado Kirito, Alice siguió hilvanando juntas sus palabras sin emoción.

—Esta espada es la forma reencarnada de un árbol al que la diosa dio  vida. Su atributo es la «inmortalidad eterna». Incluso uno de estos pétalos que revolotean podría cortar una roca que toque o romper el suelo… así como han comprobado antes con sus propios cuerpos. ¿Entiendes qué es lo que exactamente has estado apuntando con tu espada?

—… Sí, definitivamente lo entiendo ahora.

Kirito habló con su discurso persistentemente formal que había desechado.

—Ya veo, este es el primer objeto inmortal establecido por la diosa… así que eso es todo, eh. Vaya, las cosas que se nos vienen son cada vez más y más ridículas… aún así, no es como si yo pudiera seguir estando atónito.

Kirito balanceó lentamente la espada negra, probablemente muy inferior a la Fragrant Olive Sword incluso si ambas poseían el mismo tipo de origen, y gritó.

—Ahora entonces, Integrity Knight Alice… ¡empecemos nuestra pelea de nuevo!

El aire se agitó cuando el espadachín vestido de negro se impulsó de la tierra. Acometió hacia Alice, parada en la cima de la colina, a una velocidad que hacía difícil creer que él se estaba moviendo hacia arriba.

Sin importan cuán ridícula era la espada de Alice, Kirito debió estar pensando que él podría ganar ventaja si liberaba una skill de ataques consecutivos en un combate a corta distancia. Fanatio pudo hacer frente a los ataques consecutivos de alta velocidad en la batalla anterior debido a que los había aprendido a través de sus circunstancias personales; ella debía ser una excepción entre los Integrity Knights.

Publicidad G-M1



 

Como Kirito y Eugeo lo pronosticaron, Alice obedientemente alzó arriba su espada contra el corte desde abajo de Kirito. Ella no sería capaz de proteger su centro cuando el corte hacia abajo conectara el centro con su velocidad.

La espada de Kirito se movió hacia abajo convertida en un relámpago negro y colisionó con la Fragrant Olive Sword, arrojando chispas blanquecinas azuladas.

Sin embargo, no continuó inmediatamente en ese segundo ataque teórico.

Después de todo, en comparación a cómo la espada de Alice apenas se movió, Kirito, que estaba en la ofensiva, fue fuertemente repelido hacia atrás como si hubiera golpeado una roca con una ramita, destruyendo su postura.

—Uoah…

Dirigiéndose hacia Kirito quien había perdido el equilibrio en la superficie inclinada y escalonada en dos o tres pasos, Alice se acercó con un movimiento de pies tan suave como una corriente que fluye.

Incluso los dedos de su mano izquierda extendida lo apuntaban. Su cuerpo estaba extendido, su espada dorada levantada hacia atrás. Era un estilo tradicional que no puede decirse que está en forma para un combate real a diferencia del estilo Aincrad, pero su apariencia cuando se combina  con su largo cabello dorado y su falda agitándose fue sublime como un cuadro enmarcado.

—¡Eeeh!

La espada dibujó un semicírculo mientras lanzó un ataque junto a ese grito agudo y claro. La velocidad era aterradora. Pero esos movimientos fueron demasiado exagerados.

Publicidad G-M3



Habiendo recuperado su posición, Kirito había tenido suficiente tiempo libre para ubicar su espada en su mano izquierda.

*¡Gakaan!* Las dos espadas colisionaron con un fuerte ruido.

Quien giró como un trompo mientras salía volando lejos esta vez fue de nuevo Kirito. Clavando su mano en la hierba, evitó por poco caerse mientras se deslizaba hasta la base de la colina.

En esa etapa, Eugeo también entendió por fin lo que estaba ocurriendo delante de sus ojos.

 

El peso detrás de sus logros individuales estaba en niveles completamente diferentes.

Kirito tenía la espada negra, que poseía una prioridad que podía ser considerada alta entre los instrumentos más sagrados, y las skills de ataques consecutivos del estilo Aincrad, que ahuyentaron a numerosos Integrity Knights, pero la Fragrant Olive Sword que Alice portaba probablemente estaba escondiendo un peso varias veces mayor que el que tenía en su interior la espada negra. Era bastante difícil la tarea de detener su ataque, por no hablar de repelerlo, cuando era impulsada a tal velocidad.

No, ese no sería su final. Tal como se había aclarado por el conflicto inicial, Kirito fue quien era repelido incluso cuando estaba en la ofensiva. Esto no tendría mucho de una pelea.

Kirito parecía haberse percatado de ese hecho y rápidamente se levantó, aunque había dado varios pasos más abajo con una expresión de terror. Alice lo pers iguió por detrás mientras se deslizaba.

La subsiguiente batalla podía decirse que era la primera batalla de Kirito en estos dos años que habían transcurrido unilateralmente.

Alice confirió un corte tras otro con la gracia de una bailarina. Kirito hizo lo posible por enfrentarlos pero fue antiestéticamente repelido en cada ocasión. Tendría posibilidades de un contraataque si él pudiera simplemente esquivarla desplazando su cuerpo, pero la espada de Alice era tremendamente rápida con una soberbia puntería a pesar de su tamaño considerable, haciéndolo extremadamente  difícil de evadirlos limpiamente.

Terminó con el canto de la Art Ritual incluso mientras temblaba de miedo, Eugeo fue tras el par que continuaba moviéndose. Con las cosas habiendo llegado tan lejos, no tenía otra opción que no fuera activar el Armament Full Control Art mientras Kirito de alguna forma se encargaba de los ataques.

Después de simplemente cinco intercambios de ofensiva y defensiva que no tomaron casi nada de tiempo, Kirito ya había sido llevado al muro occidental. Detrás de él estaba el sólido mármol con todas las vías de escape cortadas.

Apuntando con su espada al enemigo, ahora metido en un predicamento, Alice habló con una expresión reconfortante.

—Ya veo. Tú eres el segundo en haber soportado mis ataques todo este tiempo. Parece que has subido esta torre con un buen nivel de determinación y fe. Sin embargo… no es del todo suficiente como para influir en la iglesia. Como lo pensé, no puedo permitirles a ustedes que alteren el orden del Human World.

La refinada postura de la mujer caballero dorada no mostraba apertura. Probablemente ella podría encargarse al instante de Eugeo que activaba la técnica ritual, incluso si estaba detrás de ella.

Kirito…di algo. Un breve momento está bien, para hacerla bajar la guardia.

Eugeo rezó con todo lo que tenía mientras corría, pero su compañero simplemente apoyó la espalda contra el muro de mármol, con ambos ojos brillando, y no hizo ningún otro intento de hablar una sola palabra siquiera.

—Bien entonces… prepárate.

La Fragrant Olive Sword trazó fácilmente un arco mientras apuntaba hacia el cielo, esgrimida verticalmente.

Un breve silencio.

Desgarrando el aire, irrumpió una luz dorada.

Con sus dos ojos abiertos al límite, Kirito movió su mano derecha tan rápido que se desdibujó.

Un ruido metálico estridente. Un trazo de chispas.

Él no lo había contenido, sino que lo dejó pasar. Las espadas hicieron contacto en el ángulo más bajo posible y el absurdamente poderoso ataque de Alice fue esquivado por el margen mínimo.

Lo que la Fragrant Olive Sword atravesó con un impacto sordo fue… a un cen a la izquierda de la cabeza de Kirito, el muro de mármol pulido. El pelo negro cortado se dispersó en el aire y desapareció.

Kirito inmediatamente dio un salto hacia Alice. Inmovilizó con su mano izquierda la mano derecha de la mujer caballero y entrelazó la mano izquierda con la derecha. Ella no había temblado ni una vez hasta ahora, pero las mejillas de Alice se contrajeron de todos modos.

—Ahora.

Publicidad G-M3



 

—¡¡Enhance Armament!!

Eugeo clavó la Espada Rosa Azul en el césped a sus pies con ese grito.

Sus alrededores se congelaron de blanco en sólo un instante. Una ola de escarcha se extendió adelante con  una fuerza impetuosa, tragando a Kirito y Alice en aproximadamente unos diez mel de distancia.

Incontables zarcillos de hielo inmediatamente se dirigieron a los pies de los dos a la vez. Todos estos se convirtieron en grilletes claros y azules mientras se enrollaban y enroscaban conectadas sobre el par  de figuras. Las vestimentas negras de Kirito y la armadura blanca de Alice visiblemente estaban siendo escondidas por una gruesa capa de hielo.

—¡Kirito…! ¡Alice, perdónenme!

Gritando en su corazón, Eugeo continuó creando los zarcillos de hielo. Dudaba de cual cantidad de grilletes sería suficiente con la Integrity Knight Alice como objetivo.

Los que se enroscaron sobre ellos uno tras otro con fuertes ruidos pronto cambiaron en un solo carámbano grueso.

El pilar transparente con sus múltiples capas, que se asemejaban al mineral de cris tal, brillaba en silencio con ambos espadachines atrapados en su interior. Lo único que quedó afuera fue la mano derecha de Alice y la Fragrant Olive Sword sostenida en ella, atravesando la pared. La expresión de Alice mostraba una leve sorpresa, y la expresión de Kirito, resuelto por la muerte, permanecía áun dentro del hielo azul.

Todo acabaría con clavar la daga en ese brazo.

Eugeo separó su mano de la Blue Rose Sword y se puso de pie. Soltar la espada podría liberar el Full Control Art, pero el grueso carámbano debería tardar decenas de minutos en derretirse de forma natural. Agarró firmemente la daga en su bolsillo con su mano derecha, dio uno, dos pasos hacia adelante…

Dio el tercer paso cuando explotó una luz dorada.

—Ah…

La espada de Alice, clavada en el muro, se dividió en incontables petalos de flores ante la vista asustada de Eugeo.

 

*Zaa*… Ese acorde sombrío resonó mientras la tormenta dorada de flores engullía el carámbano.

Eugeo no podía hacer nada más que mirar aturdido mientras las pequeñas cuchillas en forma de cruz se arremolinaban como un tornado, cortando rápidamente el hielo. La Vida de Eugeo probablemente se extinguiría si se sumergiera directamente en ese vórtice, antes de dar siquiera un paso al frente.

Tras cortar el hielo, la tormenta de flores se elevó en el aire después que una única capa delgada se mantuviera.

El carámbano se desmoronó con un ruido de corta duración inmediatamente después.

Lanzando a Kirito, que aún la sujetaba, hacia Eugeo con su mano derecha, Alice habló con un tono que permanecía indiferente mientras se sacaba de encima los copos de hielo que se aferraban a su cabello.

—¿Ustedes dos no habían solicitado un duelo de habilidad con la espada? Sirvió como un pequeño pedacito de diversión, pero… era evidente que un simple hielo no tenía oportunidad de detener mis flores. Tú turno será el siguiente, así que compórtate y espera.

Cuando estiró levemente su mano derecha, los pétalos de flores flotando por encima, se reunieron al instante y volvieron a su espada original…

—¡¡Enhance Armament!!

Kirito fue quien gritó.

Nadie supo cuándo había terminado de cantar la técnica de control total, pero hilos de oscuridad surgieron desde la espada negra sostenida en sus manos.

Su objetivo no era la propia Alice…

Era la Fragrant Olive Sword justo antes de que se pudiera combinar.

—¡Eh…!

Alice dejó salir una voz horrorizada por primera vez.

El torrente de oscuridad dispersó a los innumerables pétalos de flores y los lanzó fuera de control.

 

*¡Guaaah!* Un ruido estruendoso rompió sus oídos mientras una tempestad, una mezcla de tonos negros y dorados, soplaba violentamente. Se entrelazaban, arremolinándose juntos, e impactaron en el muro de mármol detrás de Alice.

—¡¡Eugeo…!!

El grito de Kirito.

Correcto. Esta era, definitivamente, la última oportunidad.

Eugeo sacó la daga de su pecho y pateó el suelo.

Solo ocho mel hasta Alice.

Siete mel.

Seis mel.

Entonces. Se produjo algo más allá de las expectativas de todos.

El anormalmente poderoso torrente surgido por la fusión de los Full Control Art de ambos instrumentos sagrados golpeó el muro de la Catedral Central y un sinnúmero de grietas se extendieron a lo largo de toda su longitud.

Sword Art Online Volumen 12 Capítulo 8 Parte 3 Novela Ligera

 

Junto con un rugido que parecía sacudir incluso el Mundo Celestial, el enorme mármol de aquellas paredes blancas, que se pensaba que era indestructible como los «muros inmortales», colapsó.

Bloques de piedra fueron arrojados fuera y el agujero creado se abrió rápidamente ante sus ojos.

Eugeo miró el cielo azul y el blanco océano de nubes asomándose desde el más allá, atónito.

Una repentina ráfaga violenta de viento golpeó a Eugeo en la espalda y lo empujó en la hierba. El aire dentro de la torre estaba siendo succionado a través del agujero en el muro. El par al lado del agujero no podía hacer nada para resistir la avalancha de aire.

La visión del espadachín vestido de negro y el caballero dorado enredados entre sí siendo lanzados fuera de la torre, quemaba por sí sola en los ojos de Eugeo.

—¡¡Uwaaaaah!!

Mientras gritaba, Eugeo se arrastró hacia el agujero en el muro.

¿Qué puedo hacer?… crear una cuerda con técnicas sagradas… no, usaré hielo de la Espada Rosa Azul para salvarlos…

No obtuvo el tiempo para poner aquellos pensamientos en acción.

Las piedras que formaban el muro de mármol que deberían haber caído afuera, s e reunieron como si el tiempo hubiese sido rebobinado y comenzaron a volver a unirse a través de toda la longitud de la pared.

*Clung*, *clung*, esos ruidos sordos resonaban cada vez que el agujero se contraía…

—¡¡Aaaaaah!!

Y al quedar perfectamente cerrada delante de los ojos de Eugeo, un grito escapó de él mientras se precipitaba tan rápido como podía, como si nada realmente hubiese sucedido.

Fervientemente golpeó con los puños. Dos, tres veces.

Incluso después que su piel se rompiera  y su sangre salpicara, la pared renovada permaneció inmaculada, sin mostrar un solo signo de daño.

—¡¡Kirito…!! ¡¡Alice…!!

 

El mármol blanco y vítreo ignoró cruelmente los gritos de Eugeo.

Publicidad G-AB



 

(Continuará)

 

 


[7]  Espada Olivo Fragante

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios