Sword Art Online

Volumen 1

Capítulo 22

La lucha continuo por alrededor de una hora.

Se sentía como si hubiera pasado una eternidad antes de que la batalla terminara. Cuando el enorme cuerpo del Jefe exploto en incontables fragmentos, nadie tenía energía para celebrar. Todos o se sentaron sobre el suelo de obsidiana o bien se acostaron completamente con su respiración entrecortada.

¿Se—Acabó?

Si—Se acabó—

Luego de intercambiar miradas, sentí como la ‘Conexión’ entre Asuna y yo también se cortaba. La fatiga de repente invadió mi cuerpo y me puse de rodillas en el suelo. Asuna y yo nos sentamos apoyando la espalda el uno con el otro, incapaces de movernos por un tiempo.

Estábamos vivos—pero cuando pensaba esto, no podía estar feliz por la situación. Demasiadas personas habían muerto en la batalla, el deprimente efecto de sonido de personas explotando continuaba resonando a paso constante y pare de contar con el sexto.

“¿Cuantos—murieron…?”

Kline, que estaba sentado a mi izquierda, pregunto mientras respiraba con dificultad. Egil, que estaba recostado en el suelo a su lado con sus brazos y piernas extendidas, también giro su cabeza hacia mí.

Moví mi brazo derecho para abrir el mapa y luego conté los puntos verdes en el. Reste eso a la cantidad de personas que estaban presentes cuando partimos.

“—Un total de catorce murieron.”

A pesar de que yo mismo lo había contado todavía no podía creerlo.

Todos eran guerreros habilidosos de alto nivel, que habían experimentado incontables batallas. Incluso si no podíamos escapar o curarnos instantáneamente, aun podíamos evitar sufrir demasiadas muertes si pensábamos en una manera de poner la supervivencia primero—eso era lo que todos pensábamos, pero—

“…Eso es imposible…”

La voz de Egil no tenía nada de su usual alegría. Una deprimente tristeza abrumaba a los sobrevivientes.

Estábamos a tres cuartos de camino—todavía quedaban 25 pisos por despejar. Incluso si había miles de jugadores aquí, solo unos cientos se tomaban en serio despejar el juego. Si los siguientes pisos generaban tantas fatalidades como aquí, entonces era altamente probable—que solo una persona se enfrentara al Jefe Final.

Si eso pasara, el último sobreviviente sería probablemente ese hombre…

Moví mi mirada hacia más atrás dentro de la habitación. Entre todos los que estaban sentados en el suelo, una única figura vestida de rojo seguía erguida. Esta persona era Heathcliff.

Por su puesto, el no estaba ileso. Al concentrarme en él, el cursor apareció mostrando su HP, y puedo decir que había recibido bastante daño. Había bloqueado la guadaña de hueso, que Asuna y yo apenas pudimos mantener a raya, por sí mismo hasta el final. No sería extraño que colapsara por simple agotamiento sin contar con su HP.

Pero no podía siquiera sentir la más mínima pizca de cansancio de su calada figura. Tenía una tenacidad que era imposible de creer. Era como si—fuera una maquina de pelear…

Mi mente estaba confusa debido al cansancio y continué mirando a la cara de Heathcliff. La expresión de la Leyenda era compuesta. Estaba mirando silenciosamente a los miembros sentados de KoB y los demás jugadores. Sus ojos eran cálidos y llenos de misericordia—como si—

Como si mirara un montón de ratones de laboratorio jugando en una jaula sin escape.

En ese momento, un terrible escalofrío estremeció todo mi cuerpo.

Mi mente se aclaro en un instante. Mi cuerpo se enfrió, empezando desde las yemas de mis dedos y expandiéndose por todo el camino hasta el centro de mí cerebro. Empecé a tener un extraño augurio. La imposible idea infesto mi mente como una semilla y la sospecha creció de allí.

La expresión dentro de los ojos de Heathcliff, la calma que mostraban, no era una mirada para consolar a sus camaradas heridos. Su postura estaba en un nivel diferente al de nosotros. Su expresión ofrecía misericordia desde algún lugar muy alto sobre nosotros—era la expresión de un Dios…

Recordé la inhumana velocidad de reacción que Heathcliff había mostrado durante nuestro duelo. Había superado ampliamente la velocidad de un ser humano. No, había superado ampliamente los límites que SAO había impuesto a los jugadores.

Junto con su actitud. Aunque es el líder del clan más fuerte, nunca da ninguna orden y simplemente mira a los otros jugadores encargarse de las cosas. Si eso no es porque confíe en sus hombres—tal vez se estaba conteniendo porque ¡sabía cosas que los jugadores normales no!

Era un ser que no estaba atado a las reglas de este juego de la muerte. Pero no era un NPC. No había forma de que un programa fuera capaz de hacer tal expresión de misericordia.

Si no es ni un NPC ni un jugador normal, entonces solo quedaba una posibilidad. Pero ¿Cómo rayos podría confirmar esto? Simplemente no había forma de… Ni siquiera una.

No, si hay una. Era un forma que solo podría intentar en este preciso momento y lugar.

Mire la barra de HP de Heathcliff. Había sido enormemente reducida por la dura pelea. Pero no había llegado al cincuenta por ciento. Aun estaba en la zona azul.

Hasta ahora nadie había vista jamás al HP de esta persona llegar a la zona amarilla. Tenía una defensa abrumadora con la que nadie se podría comparar jamás.

Durante el duelo contra mí, su expresión había cambiado en el momento que su HP se había acercado a la mitad. No debería temer que su HP llegara a amarillo.

Era—probablemente—

Lentamente agarre el mando de mi espada en mi mano derecha. Tire de mi pie derecho hacia atrás con los movimientos más diminutos. Encorve mi cintura ligeramente, colocándome en una posición de arranque baja. Heathcliff no se dio cuenta de ninguno de mis movimientos. Su cálida mirada estaba en ese momento dirigida solo hacia sus cansados miembros de la Guild.

Si mi suposición estaba errónea, entonces seria marcado como un criminal y sería castigado sin misericordia.

Si eso pasa… Lo siento…

Mire a Asuna, que estaba sentada a mi lado. Ella alzo su cabeza al mismo tiempo y nuestros ojos se encontraron.

“¿Kirito-kun…?”

Una expresión de sorpresa invadió a Asuna, cuya boca se movió pero no emitió ningún sonido. Pero para ese momento, mi pie derecho ya había pateado el suelo.

Había diez metros entre Heathcliff y yo. Avance a toda velocidad hacia él con mi cuerpo casi tocando el suelo y lo alcance en un instante. Luego incliné mi espada e hice un corte ascendente. Era una Skill básica de espadas de una mano ‘Rage Spike [84]’. Como era un Skill débil, no debería matar a Heathcliff incluso si daba un golpe crítico. Pero si mi suposición era correcta—

La hoja ingreso rápidamente por la izquierda, dejando un rastro de luz azul brillante. Heathcliff reacciono con sorprendente velocidad, y una expresión de conmoción apareció en su cara. Él inmediatamente elevo su escudo en un intento de bloquearlo.

Pero yo ya lo había visto hacer ese movimiento muchas veces durante nuestro duelo y lo recordé claramente. Mi espada se deshizo en una línea de luz y cambio su curso en el aire, y raspó la punta de su escudo antes de continuar y clavarse contra su pecho.

Pero justo antes que la espada lo impactara, fue detenida por una pared invisible. Una poderosa conmoción recorrió mi brazo. Una chispa de luz purpura destelló y un mensaje del mismo color apareció—un mensaje del sistema entre nosotros.

[Objeto Inmortal]. No era una condición que seres débiles como nosotros los jugadores pudiéramos tener. Lo que Heathcliff temía durante nuestro duelo debió ser la revelación de su salvaguarda divina hacia todos.

“Kirito-kun, ¿qué estas—?”

Asuna, que había gritado con sorpresa en mi repentino ataque y corrió detrás de mí, repentinamente se paro y se congelo en el lugar luego de ver el mensaje. Yo, Heathcliff, Kline, y todos los otros jugadores a nuestro alrededor estaban completamente inmóviles también. El mensaje del sistema se desvaneció lentamente sin dejar rastro.

Baje mi espada y salte hacia atrás ligeramente, ampliando la distancia entre Heathcliff y yo. Asuna dio un par de pasos hacia delante y se paró a mi lado.

“Inmortalidad concedida por el sistema… ¿Cómo es eso posible…Guild Master…?”

Heathcliff no respondió siquiera luego de oír la confundida voz de Asuna. Él simplemente me miro con una expresión sombría. Con mis dos espadas listas, abrí mi boca y hablé.

“Esta es la verdad detrás de la Leyenda. Su HP estaba protegido por el sistema y no bajaría hasta la zona amarilla no importa que pasara con él. La condición de inmortalidad… Aparte de los NPCs, solo los administradores del sistema pueden tenerlo. Pero en este juego no hay administradores, excepto por tal vez una persona…”

Deje de hablar en ese punto y mire hacia el cielo.

“De hecho… después de mi llegada a este mundo… siempre me pregunte… desde donde él nos estará mirando mientras manipulaba este mundo. Pero olvide una simple verdad, una que hasta un pequeño niño sabría.”

Mire directamente al Paladín rojo y continué.

” ‘No hay nada más aburrido que ver a alguien más jugar un juego.‘ ¿No es verdad?…… ¿Kayaba Akihito?”

Hubo un silencio aturdidor, como si todos se acabaran de congelar.

Heathcliff estaba mirándome con una expresión sin emociones. Los jugadores a nuestro alrededor no movieron ni siquiera un musculo. No, era más correcto decir que no se podían mover.

A mí alrededor Asuna dio un paso hacia delante. Sus ojos no contenían ni un rastro de emoción, como si fueran fosos sin fondo. Abrió su boca lentamente y hablo con una voz apenas audible.

“Líder…… ¿Es eso……Cierto…?”

Heathcliff ignoro la pregunta. En cambio, inclino su cabeza ligeramente y me pregunto:

“… Solo para referencia, ¿Podrías decirme como lo descubriste?”

“… La primera vez que pensé que había algo extraño fue al final de nuestro duelo, porque tu velocidad fue simplemente demasiado rápida.”

“Como esperaba. Ese fue un penoso error de mi parte. Estaba tan abrumado por tu velocidad que termine usando la asistencia del sistema pasando su límite normal.”

Mientras Heathcliff asentía, su cara finalmente revelo otra expresión, sus labios se movieron ligeramente para formar una sonrisa amargada.

“Originalmente esperaba alcanzar el piso 95 antes que esto se revelara.”

Su sonrisa se transformo en una de autoridad mientras lentamente paseaba su mirada por los jugadores. Luego, el paladín rojo afirmo confiadamente:

“—Si. Yo soy Kayaba Akihito. También soy el Jefe Final del juego, que los espera a todos en el último piso.”

Sentí a Asuna agitarse ligeramente a mi lado. Extendí mi mano derecha para sostenerla sin voltear mi vista.

“… Tienes algunos gustos extraños. Pensar que el jugador más fuerte se convertiría repentinamente en el mas maligno Jefe Final.”

“¿No piensas que es un guion interesante? Al principio pensé que esta revelación iniciaría una ola de conmoción por todo Aincrad, pero nunca pensé que sería descubierto a solo tres cuartas partes del juego. Sabía que Tú eras el factor más impredecible de este juego, pero nunca imagine que tu tendrías tanto potencial.”

A medida que el creador de este juego, que encarcelo las mentes de diez mil jugadores, Kayaba Akihito sonreía de una forma que me hacía dudar. Las expresiones de Kayaba eran totalmente diferentes de las de Heathcliff el paladín. Pero esa impenetrable presencia como el acero era de alguna forma similar al avatar sin expresión que había descendido hacia nosotros hace dos años.

Kayaba continuo con una sonrisa amarga:

“… Pretendía que fueras el jugador que se enfrentaría conmigo al final. De los diez Unique Skills, ‘Dual Blades’ es otorgado al jugador con la velocidad de reacción más rápida, que actuaria el rol de héroe contra el Jefe Final, sin importar si perdía o ganaba. Pero me has mostrado fortaleza mas allá de mis expectativas, ya sea tu velocidad o tu perspicacia. Bueno… Supongo que tal imprevisible desarrollo es parte de la esencia de los RPGs online…”

En ese momento, uno de los jugadores que estaba congelado se para lentamente. Era uno de los líderes de KoB. Sus aparentemente bruscos ojos estaban llenos con una desconsolada agonía.

“Tu… Tu… ¡Como te atreves a tomar nuestra lealtad—nuestras esperanzas…Y…Y… Profanarlas completamente—!”

Alzó su inmensa alabarda en el aire y se lanzó gritando. No hubo siquiera tiempo para pararlo. Solo pudimos observar como blandió su arma hacia Kayaba—

Pero Kayaba estaba un paso adelantado. Sacudió su mano izquierda y rápidamente manipulo la ventana que pareció, el hombre se paro inmediatamente en medio del aire y luego cayó al suelo con un ruidoso sonido. Un contorno verde brillo alrededor de su barra de HP, indicando parálisis. Sin embargo, Kayaba no paro allí y continuó moviendo su mano.

“Ah… ¡Kirito-kun…!”

Me di la vuelta y vi a Asuna de rodillas en el suelo. No era solo ella, ya que todos los jugadores a excepción de Kayaba y yo estaban en el suelo, gimiendo en una extraña posición.

Luego de envainar mis espadas, me arrodille para sujetar la parte superior del cuerpo de Asuna con mi brazo y tome su mano. Luego volví mi mirada a Kayaba.

“… ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a matarnos a todos para ocultar la verdad…?”

“Por supuesto que no. Nunca haría algo tan irracional.”

El hombre de rojo sonrió y sacudió su cabeza.

“Pero como la situación ha llegado a este punto, no tengo otra alternativa. Adelantare mi cronograma y esperare su llegada en el ‘Scarlet Jade Castle [85]’ en el piso superior. Es una pena que deba desertar de KoB, además de los demás jugadores de la primera línea, que había cultivado cuidadosamente para pelear contra los poderosos enemigos de los pisos noventa y superiores. Pero creo que todos ustedes tienen suficiente fuerza como para alcanzar el siguiente nivel. Pero… Antes de eso…”

Kayaba repentinamente paro de hablar y giro sus ojos, que estaban llenos de una abrumadora fuerza de voluntad, hacia mí. Luego introdujo suavemente su espada en el suelo de obsidiana, y un penetrante y claro sonido metálico resonó por el aire.

“Kirito, como tu descubriste mi verdadera identidad, te premiare con una oportunidad: puedes tener un duelo uno a uno contra mí, justo aquí y ahora. Por supuesto, removeré mi estado de inmortalidad. Si ganas, el juego será terminado inmediatamente, y todos los jugadores serán desconectados. ¿Qué dices…?”

Tan pronto como escucho eso, Asuna comenzó a retorcerse en mis brazos, tratando desesperadamente de mover su cuerpo paralizado mientras sacudía su cabeza.

“¡No, Kirito-kun…! ¡Está intentando deshacerse de ti primero…ahora mismo…en este momento tienes que… retirarte…!”

Mis instintos me decían que ese era la mejor opción. Este tipo era un administrador que podía intervenir el sistema. Incluso si decía que sería una pelea justa, no había forma de saber si manipularía el sistema de alguna forma o no. La mejor opción sería retirarse por ahora y crear una contramedida con los demás.

Pero…

¿Qué dijo este tipo? ¿Qué él crio a KoB? ¿Qué nosotros seguramente seriamos capaces de llegar…?

“Que montón de porquería…”

Murmure inconscientemente con un tono de voz seco.

Este tipo confino las mentes de diez mil jugadores en un mundo que él había creado, donde ya había matado a cuatro mil con ondas electromagnéticas. Había estado mirando a los jugadores pujar ilusa y lastimeramente de acuerdo al guion que él había escrito. Esto tenía que ser la experiencia más entretenida disponible para un Game Master.

Pensé sobre el pasado de Asuna, que había compartido conmigo en el piso 22. Recordé las lágrimas que derramo mientras se aferraba a mí. El hombre frente a mis ojos había creado este mundo para su propio entretenimiento e hirió el corazón de Asuna incontables veces, haciendo que sangrara profundamente, no había forma que simplemente me eche para atrás esta vez.

“Bien. Terminemos esto.”

Asentí lentamente.

“¡Kirito-kun…!”

Por el afligido llanto de Asuna, descendí mi mirada a la figura en mis brazos. El dolor se instalo en mi corazón como si mi pecho hubiera sido apuñalado, pero de alguna manera me las arregle para forzar una sonrisa.

“Lo siento. Pero no puedo… esta vez no puedo escapar…”

Asuna abrió su boca para decir algo, pero luego desistió a medio camino e intento dar su mejor sonrisa. Una única lagrima rodo por su mejilla.

“¿No estás planeando… sacrificarte a ti mismo…?”

“Por supuesto… definitivamente ganaré. Ganaré y le pondré fin a este mundo.”

“Muy bien. Confío en ti.”

Incluso si perdía y moría, tú debes seguir viviendo— aunque quería decirlo, no pude hacerlo. Solo podía sostener la mano derecha de Asuna firmemente.

Luego de que solté su mano, recosté el cuerpo de Asuna en el suelo de obsidiana y me pare nuevamente. Lentamente me acerque a Kayaba, que estaba mirándonos silenciosamente, y desenfunde mis dos espadas con un penetrante sonido.

“¡Kirito! ¡Detente—!”

“¡Kirito—!”

Cuando gire mi cabeza hacia la fuente de esas voces, vi a Kline y a Egil gritando y tratando desesperadamente de zafarse. Concentre mi mirada en Egil primero y asentí ligeramente hacia él.

“Egil, gracias por apoyar a los jugadores hasta ahora. Sé que gastas la mayor parte del dinero que ganas ayudando a los jugadores en los pisos medios.”

Sonreí al enorme tipo cuyos ojos estaban bien abiertos antes de cambiar mi mirada nuevamente.

El guerrero de Katana, con una simple bandana y mejillas llenas de barba, echaba humo en el suelo como su todavía tratara de encontrar las palabras para decir.

Mire directamente a esos profundos ojos e inspire profundamente. Esta vez, sin importar cuanto lo intentara, no pude controlar mi voz entrecortada.

“Kline. Esa vez…realmente lamento…haberte abandonado. Siempre me arrepentí de ello.”

Tan pronto como termine esta corta línea con mi ronca voz, algo relució en los ojos de mi viejo amigo, y lagrimas pronto comenzaron a descender una tras otra.

Con las lágrimas todavía saliendo de sus ojos, Kline forcejeó para pararse mientras gritaba fuertemente con una áspera voz que estaba a punto de quebrarse.

“¡Tu…Tu bastardo! ¡Kirito! ¡No te disculpes! ¡No te disculpes ahora! ¡No te lo perdonare! Hasta que no me invites a comer en el mundo real, ¡¡Definitivamente no te perdonaré!!”

Asentí a Kline, que quería continuar gritando.

“Si, lo prometo. La próxima vez, te veré del otro lado.”

Alce mi mano derecha y le di un pulgar arriba.

Finalmente, gire mi vista de nuevo a la chica que me había permitido decir las palabras que había enterrado profundamente dentro de mi corazón por dos años.

Mira hacia la sonriente Asuna cuya cara estaba cubierta por lágrimas—

Murmure una disculpa hacia ella dentro de mi mente y di media vuelta. Encare a
Kayaba, que todavía tenía una expresión de absoluta superioridad, y abrí mi boca:

“… Siento esto, pero tengo una cosa que pedir.”

“¿Qué es?”

“No tengo ninguna intensión de perder, pero si muero— ¿puedes impedirle a Asuna cometer suicidio, incluso si es solo por un corto periodo?”

Kayaba alzo una ceja con sorpresa, pero calmadamente asintió a mi petición.

“Muy bien. Lo arreglare para que ella no pueda salir de Salemburg.”

“¡¡Kirito-kun, no!! ¡¡No puedes, no puedes hacer eso—!!”

Asuna grito con lágrimas en los ojos desde detrás de mí. Pero no mire atrás. Moví mi pie derecho hacia atrás, puse mi espada izquierda adelante mientras bajaba mi espada derecha, e ingrese en mi postura.

Kayaba manipulo la ventana con su mano izquierda y reajusto nuestras barras de HP hasta el mismo nivel. Estaba justo antes de la zona roja, donde un simple golpe fuerte decidiría la pelea.

Luego de so, el mensaje del sistema [cambio a Objeto Mortal] apareció sobre su cabeza. Kayaba cerró la ventana, retiro la espada que había enterrado en el suelo. Y la coloco detrás de su escudo con forma de cruz.

Mi mente estaba completamente calmada y clara. Pensamientos como ‘Lo lamento, Asuna’ revoloteaban y se dispersaban mientras preparaba mis instintos de pelea dentro de mí y hacia el filo de mi espada.

Francamente, no tenía idea de cuales eran mis posibilidades de ganar. Si solo estuviéramos hablando de mis habilidades con la espada, entonces no era mejor que yo basándome en el último duelo. Pero eso es solo si él no usaba su ‘ayuda extra’, durante la cual solo el sería capaz de moverse mientras que estaría completamente congelado en mi lugar.

Todo dependía del orgullo de Kayaba. Basado en lo que dijo, estaba planeando derrotarme con solo la fuerza de su ‘Holy Sword’. Si ese era el caso, mi única posibilidad de sobrevivir era derrotarlo antes que él use cualquier habilidad especial.

El espacio entre Heathcliff y yo sé tenso. Se sentía como si el aire mismo temblara bajo la presión de la intensión asesina que emanaba de nosotros dos. Esto no era ya un duelo, era una lucha a muerte. Es verdad—Voy a—

“¡¡Matarte…!!”

Salí disparado hacia delante con el penetrante grito.

Blandí mi espada derecha horizontalmente mientras la distancia de reducía. Kayaba la bloqueo fácilmente con su escudo. Hubo un rocío de chispas y nuestras caras estuvieron iluminadas por un segundo.

Era como si el sonido del metal chocando señalara el comienzo de nuestra pelea, nuestras armas inmediatamente a velocidades imperceptibles y dominaron el espacio a nuestro alrededor.

Esta pelea es la más extraña, y aun así, es la batalla más humana de la que había formado parte hasta ahora. Ambos ya habíamos mostrado nuestros Skills al otro. Además, esta era la persona que diseño ‘Dual Blades’, así que vería fácilmente a través de cualquier combinación de Skills común. Ese era el porqué había bloqueado todos mis ataques durante nuestro último duelo.

No podía confiar en los combos ofrecidos por el sistema; tenía que depender de mis propias habilidades e instintos para blandir mi espada. Por supuesto, no podía recibir la asistencia del sistema de esta manera, pero podía mover mis brazos a alta velocidad con la ayuda de mis acelerados sentidos. Podía incluso ver las imágenes residuales, y se parecía casi como si hubiera varias docenas de espadas en mis manos. Pero—

Kayaba estaba bloqueando todas con precisión abrumadora. También contraatacaba inmediatamente siempre que mostraba la menor apertura. La situación no mostraba signos de cambiar. Me concentre en los ojos de Heathcliff en un intento de leer incluso una pizca de los pensamientos y reacciones del enemigo. Terminamos intercambiando miradas.

Pero los ojos color bronce de Kayaba—Heathcliff eran fríos y desolados. No hay rastros de las emociones humanas que había mostrado la última vez.

Repentinamente un escalofrío recorrió mi columna.

Mi oponente era alguien que había matado sin misericordia a alrededor de cuatro mil personas. ¿Podía un ser humano normal hacer tal cosa? La muerte de cuatro mil, el rencor de cuatro mil, el podía soportar tal presión y permanecer perfectamente calmado—Él no era humano, Él era un Monstruo.

“¡Aaaaaaah!”

Grite para eliminar el pequeño fragmento de miedo que había aparecido en las profundidades de mi mente. Aceleré más mis movimientos y precipite incontables ráfagas contra el por segundo. Pero la expresión de Kayaba no mostraba cambios. El bloqueo todos mis ataques con su escudo de cruz y su larga espada a una velocidad que el ojo desnudo no podría siquiera ver.

¿¡Esta simplemente jugando conmigo—!?

Mi temor se convirtió en nerviosismo. ¿Era posible que Kayaba solo se mantuviera a la defensiva porque podía realmente contraatacar cundo quisiera y estaba tan confiado que podía sobrevivir incluso un ataque directo de mi?

La sospecha aumento en mi mente. Él nunca había necesitado siquiera la Asistencia Extra desde el comienzo.

“¡Carajo…!”

Entonces— ¡¿Qué tal esto—?!

Cambie mi patrón de ataque y active ‘The Eclipse’, el Skill de más alto nivel de Dual Blades. Como las puntas de una corona envolvente, mi espada envió veintisiete ataques consecutivos contra Kayaba—

Pero— Kayaba había estado esperando a que yo usara un Skill de combinación designado por el sistema. Su cara revelo una expresión por primera vez desde el comienzo del duelo. Era completamente opuesto a la que había mostrado la vez anterior—Era la sonrisa de alguien seguro de su victoria.

Me di cuenta de mi error tan pronto como lance los ataques que iniciaban la combinación. En esos momentos finales, había confiado en el sistema en vez de en mí mismo. Pero ya era imposible detener el ataque, y cuando el ataque terminara seria sujeto a un pequeño retraso. Además, Kayaba vio a través de todos mis ataques, desde el inicio de la combinación hasta el último ataque.

Mientras miraba a Kayaba blandir su escudo a velocidad cegadora, desviando mi espada con el conocimiento exacto de donde llegaría cada ataque, murmure en mi mente:

Lo lamento—Asuna… al menos tú debes—permanecer viva—

Los veintisiete ataques impactaron en medio del escudo, enviando una lluvia de chispas. Luego, con el estridente sonido del metal, la espada en mi mano izquierda estallo.

“Bueno, este es el adiós—Kirito-kun.”

Kayaba alzo su espada alto sobre mi mientras yo estaba parado paralizado. Un brillo rojo oscuro destelló de la espada. La espada rojo sangre descendió entonces hacia mí—

En ese momento, una fuerte y vibrante voz resonó dentro de mi cabeza.

¡¡Yo—te protegeré—Kirito-kun!!

La silueta de una persona se interpuso entre la roja espada de Kayaba y yo con una increíble velocidad. El largo cabello castaño bailo en el viento frete a mis ojos.

¿¡Asuna—Cómo—!?

Ella estaba parada en frente de mi a pesar que ella era incapaz de moverse por la parálisis. Ella apenas enderezó su pecho y extendió sus brazos muy ampliamente.

Una expresión de conmoción se revelaba en la cara de Kayaba. Pero nadie podía parar su ataque ahora. Todo se movía como en cámara lenta mientras la larga espada recorría su camino hacia abajo, a través del hombro de Asuna y todo el camino por su pecho antes de parar.

Sostuve con mis dos manos a Asuna mientras se desplomaba hacia mí. Ella colapso en mis brazos sin emitir ningún sonido.

Al encontrar su mirada con la mía, Asuna dio una débil sonrisa. Su barra de HP—se estaba reduciendo.

El tiempo se detuvo.

El ocaso. El prado. La gentil briza. El ligeramente frio clima.

Estábamos ambos sentados en una colina y mirando hacia el lago mientras brillaba con el rojo dorado de la puesta de sol.

El crujir de las hojas. El sonido de los pájaros regresando a sus nidos.

Ella sostuvo mi mano suavemente, luego reposo su cabeza en mi hombro.

Las nubes flotaban a la deriva. Luego las estrellas comenzaron a aparecer una a una, titilando en el cielo nocturno.

Miramos con admiración como el mundo cambiaba su color poco a poco.

Luego, finalmente ella dijo algo:

“Estoy un poco cansada. ¿Puedo descansar en tu regazo por un rato?”

Respondí con una sonrisa.

“Si, por supuesto. Descansa bien—”

La Asuna en mis brazos ahora me sonreía justo como esa vez, sus ojos llenos con interminable afecto. Pero el peso y calor de esa vez había desaparecido completamente.

Poco a poco, el cuerpo de Asuna fue envuelto lentamente por la dorada luz. Los pequeños fragmentos de luz comenzaron a desmoronarse y esparcirse.

“Esto es solo una broma, ¿verdad?… Asuna… Esto… Esto es…”

Murmure con una temblorosa voz. Pero la desalmada luz se volvió mas y mas brillante y luego—

Una simple lagrima rodo desde los ojos de Asuna, que brillo por un momento andes de desaparecer. Sus labios se movieron apenas, lentamente, como si intentara forzar su último aliento de ellos.

L o    l a m e n t o

L o    h i c i s t e    b i e n

Su cuerpo comenzó a flotar—

La luz cegadora exploto en mis brazos, transformándose en numerosas plumas que se esparcieron por todo el aire.

Y no quedo ni un rastro de su cuerpo.

Grite silenciosamente y trate desesperadamente de reunir la luz desperdigada de nuevo en mis brazos. Pero las plumas doradas volaron por el aire como si fueran sopladas por el viento, donde se esparcieron y desvanecieron. Así fue como ella desapareció.

Esto no era algo que debía haber pasado. No podía pasar. Simplemente no podía. Simplemente—

Me arrodille en el suelo como si estuviese a punto de colapsar, mientras la última pluma descendía a mi palma derecha y luego desaparecía.

[84]  Pinchadura de Rabia
[85]  Castillo de Jade Escarlata