Sword Art Online

Volumen 1

Capítulo 20

“¿¡El grupo de reconocimiento fue eliminado—!?”

Fuimos recibidos con esta indignante noticia cuando regresamos a los cuarteles de KoB en Grandum por primera vez en dos semanas.

Estábamos actualmente en uno de los pisos más altos de la torre de hierro la cual servía de cuarteles generales y dentro de la sala de conferencias con una enorme ventana donde habíamos hablado con Heathcliff la última vez. Heathcliff se sentó en el centro de la enorme mesa semicircular, vestido con sus usuales ropajes largos. Los otros líderes del Guild sentados a ambos lados, exceptuando que esta vez Godfrey no estaba presente.

Heathcliff entrelazó sus los dedos huesudos de sus manos en frente de su cara y asintió lentamente con su ceño muy fruncido.

“Paso ayer. Hacer el mapa del laberinto del piso setenta y cinco tomo bastante tiempo, pero fuimos capaces de terminar sin ningún percance. Aunque esperaba que la tendríamos difícil para derrotar al jefe…”

Tenía un presentimiento de que algo así podría pasar. La razón era que, de todos los jefes de laberinto, solo los de los pisos veinticinco y cincuenta eran extraordinariamente grandes y poderosos, lo que resulto en grandes pérdidas en cada una de esas peleas.

La pelea contra el gigante de dos cabezas del piso veinticinco virtualmente aniquilo las tropas de elite de “The Army”, lo que fue la principal causa de su declive como una organización. Cuando el monstruo de seis brazos, que se parecía a una estatua metálica de Buda, lanzo una feroz arremetida durante la batalla en el piso cincuenta, numerosos jugadores se vieron aterrados hasta el punto de tele transportarse sin permiso y casi causaron que la línea frontal colapsara. Si los refuerzos se hubieran retrasado aunque sea un poco, nos hubiéramos enfrentado a otro total fracaso. En realidad, la persona que había mantenido la línea por si mismo durante la batalla hasta que el apoyo llego estaba justo en frente de mí.

Si un excepcionalmente fuerte jefe nos esperaba cada veinticinco pisos, entonces era muy probable que este jefe fuera igual.

“… Por lo que, envié un grupo de reconocimiento de veinte hombres, que estaba compuesto por miembros de cinco diferentes Guilds.”

Heathcliff continuó con un tono monótono. Como sus ojos estaban en ese momento medio abiertos, era imposible discernir sus emociones detrás de esos ojos color cobrizo.

“Estaban explorando con extremo cuidado. Diez de ellos habían permanecido afuera de la sala del jefe como reservas… Pero cuando los primeros diez entraron y llegaron al centro de la habitación, las puestas se cerraron al aparecer el jefe. Según los reportes de los diez que esperaban afuera, las puertas permanecieron cerradas por alrededor de cinco minutos, y nada de lo que hicieron, incluido forzar la cerradura o azotar la puerta, tuvo algún efecto. Para cuando la puerta se abrió finalmente-”

El borde de la boca de Heathcliff se tensó. Cerró sus ojos por un momento y luego continuó.

“No había nadie en la sala. El jefe y los diez hombres habían desaparecido completamente. No había signos de tele transportación. No volvieron… Y envié a alguien a verificar la lista de muertos en el monumento metálico dentro del Black Iron Castle para confirmar…”

No dijo la siguiente parte en voz alta y simplemente sacudió su cabeza. A mi lado, Asuna contuvo su aliento y luego se las arreglo para emitir en voz baja:

“Diez… Personas… Como paso esto…”

“¿Un campo anti-cristal…?”

Heathcliff asintió brevemente a mi pregunta.

“Es la única explicación. Según el reporte de Asuna-kun, el piso setenta y cuatro era igual, por lo que es altamente probable que a partir de ahora todas las habitación de los jefes sean todos campos anti-cristal.”

“Maldición…”

Maldije. Si el escape de emergencia era imposible, las oportunidades de personas muriendo debido a circunstancias inesperadas se incrementaban drásticamente. No produciríamos más bajas—esa era la más importante directriz a seguir mientras terminábamos el juego. Pero era imposible de terminar a menos que derrotemos a los jefes…

“Se ha convertido mas y mas en un verdadero juego de muerte…”

“Sin embargo, no podemos rendirnos de terminar el juego solo por esto…”

Heathcliff cerró sus ojos y luego habló en un tranquilo pero determinado tono de voz.

“Aparte de la zona anti-cristal, la habitación también bloquea la salida tan pronto como aparece el jefe. Como ese es el caso, solo lo podemos atacar con el más grande grupo de jugadores que podamos coordinar y comandar. Originalmente no quería llamarlos a ustedes dos porque recién se habían casado, pero esperaba que entendieran nuestro dilema.”

Respondí mientras me encogía de hombros.

“Ayudaremos. Pero pondré la seguridad de Asuna como la mayor de mis prioridades. Si se avecina una situación peligrosa, ella será la prioridad antes que el resto del equipo.”

Heathcliff sonrió de una manera casi imposible de notar.

“Alguien que quiere proteger a otro es capaz de liberar la más grande fuerza. Ansío ver tus logros en el campo de batalla. El ataque comenzará en tres horas. Treinta y dos personas, incluyéndolos, se espera que participen. Nos encontraremos en frente de la puerta de tele transportación en Collinia del piso setenta y cinco a la una en punto. Pueden retirarse.”

Al terminar, el paladín rojo y sus hombres se pararon y dejaron la sala.

“Tres horas— ¿Qué deberíamos hacer?”

Pregunto Asuna mientras distraídamente se sentaba en una banca de metal. Yo simplemente la mire en silencio. Su cuerpo que estaba cubierto por un uniforme de combate blanco con decoraciones rojas, su largo y sedoso cabello, sus brillantes ojos marrones—era tan hermosa como una gema invaluable.

Cuando notó que seguía mirándola sin mover mi mirada, Asuna se sonrojó y pregunto con una sonrisa avergonzada:

“¿Qu…Qué?”

Vacilantemente abrí mi boca.

“… Asuna…”

“¿Qué?”

“… Por favor no te enojes y escúchame. Esta pelea contra un jefe de hoy… ¿Podrías no formar parte y esperar mi regreso aquí?”

Asuna me miró, luego bajó su cabeza con una expresión melancólica y dijo:

“¿…Porque estás diciendo esto…?”

“A pesar de lo que dijo Heathcliff, nosotros simplemente no podemos predecir que pasará en un lugar donde los cristales no pueden ser usados. Estoy muy asustado… Cuando pienso sobre ello… Que algo te pasara…”

“¿…Quieres que espere en un lugar seguro mientras tú vas a un lugar así de peligroso por ti mismo?”

Asuna se paró y caminó hacia mí con pasos decididos. Sus ojos estaban ardiendo con pasión.

“Si yo hiciera eso y tu no volvieras, entonces yo me suicidaría. No solo perdería mi razón para seguir viviendo, sino que tampoco podría perdonarme jamás a mi misma por simplemente esperar aquí. Si quieres escapar, entonces escaparemos juntos. Si eso quieres hacer, entonces estoy bien con ello.”

Termino de hablar y toco el centro de mi pecho con las yemas de los dedos de su mano derecha. Su mirada se suavizo y una dulce sonrisa apareció en su cara.

“Pero tú sabes… todos los que toman parte en la batalla de hoy tienen miedo, y todos quieren huir. Aun así, a pesar de su miedo, aceptaron participar. Eso es porque el líder y Kirito-kun… porque las dos personas más fuertes en este mundo los lideraran… eso es lo que pienso… sé que no te gusta cargar con la responsabilidad. Pero espero que lo intentes, solo esta vez, no solo por ellos, sino también por nosotros… así podremos volver al mundo real, y nos podremos reunir nuevamente, deseo que podamos dar lo mejor juntos.”

Alce mi mano derecha y apreté la mano de Asuna suavemente. El sentimiento de que no quería perderla afloró desde lo más profundo de mi corazón.

“… Lo siento… me volví débil por un momento. A decir verdad, realmente desearía que podamos solo huir juntos. No quiero que mueras, y no quiero morir tampoco. No tenemos que…”

Mire directo a los ojos de Asuna y continué hablando.

“Está bien si no podemos volver al mundo real… Quiero seguir viviendo contigo en ese refugio en el bosque. Los dos… por siempre…”

Asuna se apretó el pecho con su mano restante. Cerró sus ojos y frunció el ceño, como si estuviera tratando de soportar algo. Luego, un desanimado suspiro escapó de sus labios.

“Si… es realmente como un sueño… seria genial si pudiéramos hacer eso… pasar cada día juntos… Por siempre…”

Ella paró y mordió su labio como si dejara ir un desesperado deseo. Luego abrió sus ojos y me miro con una expresión seria en su rostro.

“Kirito-kun, ¿alguna vez has pensado sobre ello…? ¿Sobre qué le está pasando a nuestros verdaderos cuerpos en este preciso momento?”

Fui dejado sin palabras de golpe por esta pregunta inesperada. Era probablemente algo que todo jugador aquí se preguntaba. Pero como no hay forma de contactar con el mundo exterior, era inútil pensar sobre ello. Aunque todos estaban asustados, también evadían confrontar esa pregunta.

“¿Te acuerdas? La introducción de esa persona… Kayaba Akihiko, al iniciar el juego. Dijo que el NERvGear permitía dos horas de desconexión. Pero la razón para eso era…”

“… Para mover nuestros cuerpos a unas instalaciones medicas apropiadas…”

Asuna asintió al yo murmurar esto.

“Luego, pocos días después, todos fueron desconectados por alrededor de una hora, ¿verdad?”

Algo como eso había pasado definitivamente. Había mirado a la advertencia de desconexión y preocupado por si el NERvGear me mataría o no en dos horas.

“Pienso que todos fueron trasladados a hospitales entonces. Es imposible encargarse de una persona en estado de coma por años en una casa normal. Probablemente nos trasladaron a hospitales y luego nos conectaron de nuevo.”

“… Sí, creo que tienes razón…”

“Si nuestros cuerpos están solo acostados en una cama, arreglándoselas para seguir vivos solo gracias a numerosos cables conectados a ellos… No creo que se mantengan a salvo en esa situación por siempre.”

De repente fui alcanzado por el temor de que mi cuerpo estaba empezando a desvanecerse, abrace a Asuna para confirmar nuestra existencia.

“… En otras palabras… sin importar si podemos o no terminar el juego… siempre habrá un tiempo límite…”

“Y este tiempo límite será diferente entre una persona y otra… Como hablar de “El Otro Lado” es un tabú aquí, no había discutido esto con nadie más… Pero tú eres diferente. Yo… Yo quiero pasar mi vida entera a tu lado. Quiero salir contigo de verdad, casarme contigo de verdad, y luego envejecer juntos. Por lo que… por lo que…”

No pudo continuar. Asuna enterró su cara en mi pecho y dejo a sus lágrimas fluir. Lentamente acaricie su espalda para ayudar a terminar sus palabras.

“Por lo que… no tenemos otra alternativa más que pelear justo ahora…”

Mis temores no se fueron realmente. Pero como podría darme por vencido ahora que Asuna estaba dando lo mejor de sí para abrirnos un futuro mientras intentaba tanto no colapsar.

Está bien—Definitivamente estará bien. Mientras estemos juntos, definitivamente estará—

Estreche mis brazos y abrace fuerte a Asuna para deshacerme del escalofriante sentimiento que amenazaba con alcanzarme.