C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 2

Epílogo

Parte 5

Llevando su cuaderno de apuntes, Kirika caminaba a través del bloque del personal. Llegando antes a la sala de matemáticas, su objetivo salió caminando desde el interior.

-Himura-sensei, lamento molestarlo. Hay algunas cosas que no entendí de la lección de hoy…

-Oh está bien… No hay problema. ¿Qué parte no comprendiste…?

El melancólico e introvertido profesor preguntó tímidamente. Después de que Kirika abriera su cuaderno y le señalara sus dudas—

-Hmm—Ya veo… Esas son preguntas bastante difíciles. Vamos a caminar, ¿podemos?

-Sí.

Kirika lo seguía mientras él caminaba con indiferencia en la habitación de referencia de materiales. Entrando a la habitación también, Kirika cerró la puerta tras ella. Claramente quería responder sus preguntas en este lugar.

En ese momento—Himura miró hacia el cuaderno con diversión e interrumpió:

-Ya veo. ‘¿Tú fuiste el que liberó a la muñeca?’ De hecho, es una pregunta astuta.

-Deja la sorpresa para ti mismo y responde la pregunta, Himura.

-Vaya, qué aterrador. A pesar de que realmente me encanten tus ojos, ¿podrías disminuir la hostilidad? Investigadora Ueno.

A diferencia de su acostumbrada actitud tímida, el rostro de Himura se llenó de confianza, incluso llegó hasta el punto de la arrogancia.

Actualmente, en este lugar, él ya no era el profesor de matemáticas.

En su lugar, él era alguien que investigaba herramientas malditas—un miembro de la organización que investigaba sobre Wathes, El Laboratorio en Jefe de la nación Yamimagari Pakuaki.

El compañero de Ueno Kirika, Himura Sunao.

-¿Por qué haces ese tipo de pregunta?

Obviamente, la hacía porque había algo que necesitaba confirmar. Kirika normalmente lo evitaba tanto como fuera posible, esa fue la razón por la que trató de disuadir a Haruaki y al resto con lo de pedirle y darle un vistazo a la red de contactos al profesor titular de Shiraho. El titular de la 7ma clase pasó a ser este hombre. Particularmente, cuando se trataba de Wathes, aproximarse a él o dejar que el grupo de Haruaki hiciera contacto serían decisiones imprudentes.

Sin embargo, ella sintió estar obligada a preguntarle esta vez—

-Esto sólo se debió a la complicada serie de eventos que fallaron en comunicar, pero en cuanto a la tercera agrupación que observaba y escuchaba su historia, creo que la respuesta es tan obvia que eso es absolutamente ridículo. Si Sovereignty escapó de la maleta por su cuenta, entonces la cerradura intacta en la maleta sería demasiado extraño. Después de todo, ella no posee ninguna habilidad especial para escapar. Sin embargo, descubrieron que la muñeca había desaparecido después de abrir la maleta—Con eso, la implicación era obvia, que alguien la hubiese abierto desde afuera y después dejara la cerradura en su estado original.

-¿Oh? ¿Y qué?

Himura torció sus labios con deleite. ¿Está jugando conmigo?

-Inmediatamente después de eso, el siguiente punto de sospecha que se me ocurrió fue el Disco de Indulgencia. Sovereignty fue deliberadamente imprecisa antes, pero mencionó escuchar sobre el Disco de Indulgencia de alguien, además del hombre que lo insertó en  su cuerpo. ¿Entonces quién pudo decirle? En mi opinión… Debiste decirle eso cuando la ayudaste a escapar, ¿no?

-¡Haha, a pesar de tu falta de evidencia, tus conclusiones son correctas, impresionante! Ya que estaba confundida con la razón del acelerado progreso de su maldición, le expliqué eso a ella, dado lo amable que soy. Incluso le dije ‘¡lugares como escuelas están llenos de personas albergando sentimientos amorosos! —Naturalmente, eso también vino de la benevolencia en mi corazón.

-¿Benevolencia? Absolutamente ridículo. Sólo estoy especulando, pero Sovereignty preferiría ser destruida en vez de herir a Shiraho. Ella deliberadamente evitó resistirse al ser capturada debido a sus pensamientos suicidas. A pesar de que tomaste esta oportunidad para tentarla con la visión de los destellos de esperanza restantes. Dicho de forma más directa, ¡lo que hiciste fue equivalente a decirle que drenara a los estudiantes sus sentimientos amorosos!

-Un cero para esa respuesta. Ella fue quien hizo la decisión final. Fuera de la benevolencia en mi corazón, simplemente la liberé de la maleta, le dí algo de información y le pedí que mantuviera mi participación en secreto.

La muñeca era inocente y confiada. Ya que era cierto que este hombre la rescató, probablemente esa era la razón por la que apoyaba la promesa de discreción. O tal vez— estaba asustada de la retribución al romper la promesa. De hecho, ésa fue una jugada mediocre, ya que Sovereignty era alguien que ella quería proteger.

-¿¡Por qué tenías que hacer tal cosa!?

-Haha… ¿Me preguntas por qué?

-¡!

¡Slam! Kirika fue empujada hacia el muro por sus hombros. Miró a Himura, quien se acercó justo delante de su rostro. Combinado con su expresión de completa confianza, su largo cabello obscuro ahora sólo servía para destacar su transformación en la apariencia de un gigoló.

-¿Debes entenderlo muy bien, compañera? Nuestro trabajo como investigadores es ‘estudiar’ Wathes. Simplemente estoy obedeciendo órdenes. De hecho, desde el momento en que Sovereignty Perfection Doll entró a Japón, ya era objeto de investigación. Un objeto de investigación principal como una tienda de antigüedades no debe ignorarse, ¿cierto? No sólo la observé sino que también escuché lo que tenía que decir, así es como supe sobre los sentimientos amorosos, etc.

-Tú… ¿Instalaste dispositivos de espionaje?

-Por supuesto. Entonces—cuando la muñeca fue llevada a la oficina del superintendente, se me encargó el tema de investigación.

-¿Qué tema de investigación?

-Para decirlo de forma simple… ‘¿Cómo reaccionaría Fear-in-Cube frente a un Wathe hostil?’ Originalmente pensé que elegiría los medios destructivos—pero el resultado rebasó mis expectativas de varias formas, permitiéndome recolectar una gran cantidad de información interesante.

-Tsk— ¡Por ése tipo de propósito…!

¿Shiraho y Sovereignty fueron acorraladas por la desesperación?

Un paso en falso y una de ellas estaría muerta.

Kirika estaba a punto de perder su temple cuando el rostro de Himura se acercó.

-¿Ese tipo de propósito? Dolorosamente obvio, un cero para esa respuesta—Como miembro del Laboratorio en Jefe de la nación, no hace falta decirlo, ¿no es así? Kirika, Ueno Kirika, la hermana menor de su Excelencia, ¡nuestro jefe de laboratorio fallecido! No todos son libres de hacer lo que quieran como tú. Cierto, te diste cuenta de que eres tolerada al hacer lo que te plazca sólo por una persona, ¿no? Una persona que te ayuda con la manipulación de los informes de varias formas, haciendo la vista gorda a varias actividades dudosas, ¿manejando todo tipo de detalles mundanos para ti?, ¡Sí, ese soy yo!

-¡…!

-¿Por qué debo ayudarte de todas esas formas? Debí haberlo repetido demasiadas veces, ¿tu oído está pudriéndose? Kirika, ¿no es momento de que seas mía?

Himura tocó el vestido de Kirika con su mano. Kirika permaneció inexpresiva, sin poner ninguna resistencia.

-Creo que es hora de que te rindas. Escucha cuidadosamente, Kirika, no eres una mujer normal. Bajo esa ropa, vistes un traje de esclava como una reina, un traje de prisionero maldito que no puede ser quitado por el resto de tu vida. ¿Quién te amaría además de mí? ¿Para amar a una persona como tú, atascada para siempre en un traje de cuero?

Levantando la falda, Himura miró hacia abajo. Carente de expresión, Kirika no se resistió.

-¿Realmente crees que un hombre querría a una mujer que no puede abrazarlo completamente desnuda? Me atrevo a afirmar: jamás podrás buscar una relación amorosa como una persona normal. De hecho, siquiera el chico con el que estás tan obsesionada, ni siquiera él podría aceptar tus sentimientos—

-Cállate inmediatamente y quita tu mano. De otra manera, sólo la muerte te espera.

Una voz que parecía haber congelado el aire.

Himura hizo lo que dijo y cerró su boca, levantando sus dos brazos con una sonrisa irónica para indicar que se rendía.

Envuelto con fuerza alrededor de su cuello estaba—la siniestra correa negra—el «Tragic Black River». Usado de la misma forma que con su antiguo dueño, estaba restringiendo la respiración del hombre frívolo.

-Coff… Hey, es suficiente… Te lo ruego, coff, huff, realmente voy a morir…

-…

-¡Coff! Gah, ah, arghhh, coff coff…

Antes de que un cadáver fresco estrangulado fuera creado, Himura finalmente fue liberado.

Tirado, con sus manos apoyadas en el piso, tosió y jadeó intensamente mientras Kirika lo miraba desapasionada.

-Coff coff… Oww… Hah, llegué muy lejos, eh… Haha…

-…

-Ha, no importa, no estoy apresurado de todos modos. Incluso en el futuro, tu situación no va a cambiar. Un día te rendirás y serás mía. Esperaré hasta el día de tu desesperación, pero antes de eso, no creo que me debas favores por ahora—De hecho, siéntete libre de continuar incrementando tu deuda.

Sin expresión, Kirika recogió el cuaderno que había caído a sus pies. Dándose la vuelta, ella dijo:

-Entonces déjame decir esto primero, ¡desarma todos los dispositivos de espionaje dentro de la residencia Sakuramairi!

-¿Porque eso invade su privacidad? Qué bueno de tu parte… Oh bien, esto es algo trivial. Viendo que su situación se estabilizó, allí no debe haber ninguna cosa nueva o de interés. Tendré que satisfacer a la sucursal con los regulares reportes de observación. Pero Kirika, lo entiendes muy bien, ¿no? Esta es sólo hipocresía.

Mientras Kirika detenía sus pasos, Himura esbozó una sonrisa siniestra a sus espaldas.

-No tengo interés sobre la casa Sakuramairi, pero en lo que respecta a monitorear un sitio importante, es decir, la residencia Yachi, no daré marcha atrás sin importar lo que ocurra—A menos de que el Laboratorio en Jefe Yamimagari emita una orden directa. Desde el momento en que decidiste hacer la vista gorda a este acuerdo, te atrincheraste irremediablemente como una miembro del Laboratorio en Jefe de la Nación, e inevitablemente te convertiste en mi cómplice.

Kirika continuó caminando. Mientras abría la puerta de la habitación de materiales de investigación.

-¿Una miembro del Laboratorio en Jefe de la Nación? ¿Cómplice? Absolutamente ridículo—si necesitara un apodo, sólo podría ser—

Como si lo dijera para sí misma, habló con una voz compuesta:

-La común Representante de la Clase de primer año, clase 2. Himura-sensei.