C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 2

Capítulo 3: Ocasiones Cuando Incluso lo Ficticio es Deseado / “¿Quién es él?-¿Quién es ella?”

Parte 3

-Hmm… No sé si debería decir que afortunado, o que lamentable… ¡Oh espera ¡Obviamente fue afortunado! No es como si albergara algún tipo de deseo indecente, ¡así que no hay nada lamentable sobre eso…!

Caminando por la entrada, Haruaki parecía murmurar como si se justificara frente a alguien. Dejó que Konoha siguiera durmiendo como una espada ya que una vez escuchó que cuando las herramientas malditas se encontraban mal, era menos estresante regresar a sus formas originales. Con eso dicho, ayudar a que una espada Japonesa levantara las cubiertas fue una experiencia bastante nueva.

En todo caso, el asunto de Konoha estaba temporalmente resuelto. El problema era la otra persona—

Fear estaba sentada en el borde de la entrada, aún en su uniforme de escuela, abrazando sus pantorrillas, con su mentón contra sus rodillas, mirando de forma vacía al jardín.

Haruaki la había dejado en la escuela, quién sabe qué tipo de lío debió causar, razón por la que se había retirado temprano también.

Haruaki se sentó a su lado. Sin desviar su mirada, Fear preguntó:

-… ¿Cómo está…?

-Mucho mejor aparentemente, es probable que se recupere por completo si duerme más.

-Ya veo.

Habiendo dejado sola a Fear por casi una hora, Haruaki esperó que se burlara de él y le dijera: “¡Debes haber estado haciendo cosas sinvergüenzas junto a Tetas de Vaca!” —pero se veía bastante distraída. Desde la perspectiva de Haruaki, aunque ser interrogada por lo que pasó sería doloroso, ver a Fear extrañamente triste era mucho más preocupante.

-¿Qué ocurre, Fear? ¿Te duele el estómago? ¡Debe ser el contraataque por todas esas galletas de arroz que devoraste sin piedad!

Él habló de forma alegre deliberadamente y tocó las rodillas de Fear a través de las calcetas que las cubrían. Esto resultó en Fear cayendo sobre un costado estruendosamente. Sin embargo, mantenía su postura encogida, completamente inmóvil. Claramente su problema no era de menor importancia.

¿Ahora qué? —Cuando Haruaki se preocupó, oyó un murmullo débil de su figura encogida.

-Yo… soy tan inútil…

-…

-Prometí algo. Incluso alguien dijo que lo esperaba. Quería dar mi mejor esfuerzo—pero fallé. No pude atrapar a la muñeca ni proteger a mis compañeros… E incluso Tetas de Vaca fue…

No importaba lo mal que se llevaran, Fear y Konoha se aprobaban la una a la otra en cierto nivel. Sin embargo, fuera de cuestión de orgullo, Fear rechazó mostrar esos sentimientos externamente. Siempre trataba de ridiculizarla—pero ahora que se había desmayado, insistió con lo de ser responsable.

(… Realmente se ve desalentada.)

Tal vez se debe a su confianza excesiva—pensó Haruaki. Debido a que el incidente ocurrió inmediatamente después de que Shiraho la animara, su determinación para “esforzarse” se transformó probablemente en una sensación de impotencia. Haruaki recordó la personalidad de Fear—usualmente arrogante pero siempre caía en un valle sin fondo de depresión por su cuenta—al mismo tiempo, recordó cómo se sentía saltar al mar.

-¿Qué he logrado hasta ahora? Es realmente imposible… ¿Es imposible para mí ayudar a otros? Supongo que es cierto, después de todo, sólo soy una herramienta para dañar a otros. Todo lo que puedo hacer es perforar, triturar y cortar carne humana—una herramienta para la tortura y la ejecución, ¡guh…!

-¡Oh sí! ¡Qué hay de la simulación de la forma extendida de una galleta de arroz, qué sorprendente!

Haruaki examinó la expresión de Fear y comenzó a tirar de sus mejillas. Como sus mejillas eran estiradas, el rostro de Fear también se levantó.

-¿¡Qué estás haciendo!? ¡Te maldigo, tonto—!

-Te prohíbo usar el término “después de todo.”

-… ¿Qué?

-Sólo necesitas seguir actuando como tú misma. Un término como “después de todo” sólo sirve como una excusa para rendirse. Además, ¿no ayudaste a una anciana ayer? ¡Maestra de las coles!

Haruaki soltó su agarre y retiró sus manos. Frotando sus mejillas, Fear respondió:

-Pero eso es totalmente diferente, en términos de nivel…

-Tal vez. Hay veces cuando incluso desafíos más difíciles surgen. Te encuentras impotente y tentado a decir “después de todo.” En momentos como ese— ¡Sólo confía en otros! ¿Qué hay de malo con eso?

Fear miró otra vez a los ojos de Haruaki con sorpresa pero desvió la mirada inmediatamente, murmurando “Pero… quiero hacerlo por mi cuenta… “Ella no entendía. Esta chica seguía sin entender.

-Como dije~ Deberías aprender cómo confiar más en otros. Por supuesto que lograr cosas sin ayuda sería ideal, pero ¿no es insensato si terminaras sin ayudar a nadie sólo porque rechazas comprometer tu orgullo? Nadie se burlará de ti sólo porque pidas ayuda. Nadie  te despreciara, te dirá que no vales nada, o se despedirá de ti con un comentario “después de todo”

Sin embargo—la insistencia de Fear era natural en cierto sentido.

Después de todo, las herramientas fueron creadas con un propósito. Fueron creadas para cumplir un propósito. A la inversa, una herramienta que depende de la asistencia externa para cumplir su propósito no sería diferente de un “fracaso.”

Tal vez Fear estaba instintivamente aterrada de tal declaración.

En serio—debería ser obvio que ella no era una herramienta común.

-Hmm… Pero…

-¡Ah—En serio! A propósito, voy a decirte un secreto. Cuando buscas ayudar a otros, podría ser en si una buena acción ya que a veces haces feliz a alguien.

-¿Cómo es eso?

—Si la persona se siente feliz porque confiaron en ella, ¿no es una buena obra? Entonces—

Haruaki se rascó la cabeza.

-Ya dije que quería ayudarte. Deseo que dependas de mí. Si muestras una expresión tan melancólica, me harás sentir preocupado.

-Ya veo… ¿Está…Bien para mí confiar en ti…?

-¡Sí! ¡Ésta es la rebelión de los asistentes, llegando al límite de su tolerancia! De ahora en adelante, ¡estaré en el mismo campo contigo como tu compañero!, ¡prepárate!

Los ojos de Fear se relajaron instantáneamente pero entonces puso mala cara de inmediato.

-Qué arrogante. Pero… Si realmente te niegas a comprometerte sin importar qué, ¡te promoveré de asistente a compañero! Así que— ¡trabajarás para mí con mucho esfuerzo! ¡No flojees!

¡Smack! Golpeó a Haruaki en la espalda, tal vez para esconder su vergüenza.

Sentándose adecuadamente en la entrada, Fear finalmente enderezó su postura encorvada. Con ambas manos, ella se arrodilló con la parte superior de su torso levantada, soltando un “¡hmph!” con complacencia.

-Entonces, ¿qué hacemos?

-¿Qué hacemos…? ¿Qué sugieres?

-En todo caso, tengo que hacer algo primero.

Cuando Haruaki esperaba que ella continuara hablando, Fear tiró de sus mejillas.

-Owwwwwww… ¿¡Qué estás haciendo!?

-Hmph, sólo regreso un favor. Además, déjame recordarte, mi audición es magnífica.

-Y qué—

-Justo ahora, escuché algo que sonaba como gemidos desde la habitación de Tetas de Vaca— ¿qué habrá hecho el mocoso desvergonzado con ella…?

-¿¡Eh!? ¡Se trata de eso al final!

-Aquellos sonidos, ¡los escuché! ¡Los sonidos extraños que ella hizo! ¡Tú respiración irregular! Aunque no tenga idea de lo que hiciste, en todo caso… ¡Completamente desvergonzado!

-¡Espera! ¡Entiendo cómo te sientes pero sólo es un malentendido! ¡Ah! ¡Woohoo! ¿Escuchaste lo de ahora? ¡El timbre, alguien llegó! ¡Debo darles la bienvenida a los invitados, así que déjame ir!

-¿¡A que iba ese ‘woohoo’!? ¡Hey, detente, no tienes permitido escapar…!

Haruaki escapó.

Cuando llegó a la entrada, el timbre sonó otra vez. Si si, estoy aquí—Haruaki abrió la puerta para encontrar…

-Oh eres tú, Representante de la Clase.

Kirika estaba fuera. ¿Probablemente volviendo de la escuela? Seguía en su uniforme, con su bolso escolar.

-Me disculpo por la intrusión repentina.

-No hay problema de todos modos. ¿Qué ocurre?

-Oí que Konoha se desmayó. Así que, como puedo decirlo, vine a visitarla—Además hay un asunto que olvidaste por completo antes, en la clase. En otras palabras, estoy un poco preocupada.

De forma titubeante, Kirika alternaba sus miradas entre Haruaki y sus pies. Era bastante raro verla en tal estado de indecisión.

-Oh bien, ella está bien ahora. Es sólo gripe, así que se recuperará pronto. Debe estar dormida todavía, ¿así que quieres echarle un vistazo en su cama…? Oh, espérame un momento por favor.

Ya que Konoha había regresado a su forma de espada, no había nadie que viera su cara. Restaurarla a su forma humana sería tal vez una petición exagerada… No, pero ya que Kirika era cómplice de la verdad, ¿estaría bien? Una vez más, él había prometido fingir ignorancia… ¿Qué debería hacer? Cuando Haruaki agonizaba por la complicada situación—

-No, está bien si está dormida, mientras sepa que está bien, no tengo que preocuparme. A propósito, también hay un asunto con ustedes dos—

-¿Nosotros dos? Estamos bien. Sólo nos fuimos antes para cuidar a la paciente.

-Lo sé. Lo sé, pero… Maldición, ¡estoy preguntando si hay alguna forma en la que pueda ayudar!

Ella le agregó énfasis a su tono de forma desafiante.

-¿Eh? Pero Konoha sólo está durmiendo así que no necesita cuidado especial. No creo que haya nada en particular por lo que te preocupes, Representante de la Clase… Umm… Para ayudar…

¿Por qué estaba molesta? Haruaki retrocedió.

Kirika se disgustó aún más y apoyó su frente contra su mano como si tuviera un dolor de cabeza:

-Tsk, por qué tu… Nunca esperé que las cosas llegaran a esto… Sí, tus principios son admirables… Es cierto, pero realmente acostumbras a fallar—Maldición, Yachi, ¡eres un tipo frustrante!

-Es-Estoy escuchando, Representante de la Clase. ¿Dije algo malo?

-Hoo… El problema se encuentra en el hecho de que ‘no dijiste nada malo’—Suficiente, lo entiendo ahora. Con el fin de tener esto a través de tu grueso cráneo, tome mi decisión.

Mientras hablaba, Kirika levantó su brazo derecho. Con un sonido ondulante desde su manga, una correa de cuero se extendió hacia afuera. Haruaki sabía que este era un equipo de defensa personal. Un objeto llamado Wathe.

En otras palabras, una herramienta maldita—el «Tragic Black River».

-¡Wah!

La correa se envolvió alrededor del cuello de Haruaki y tiró de él. Aunque la fuerza no era suficiente para estrangularlo, no podía resistirse. Cuando estaba a punto de caer hacia adelante, Kirika usó su otra mano para agarrar la correa en su cuello, manteniendo la postura de Haruaki inclinada hacia adelante. Esto era como tener a alguien tirando de una corbata.

El rostro recatado y decente de Kirika se acercó y Haruaki incluso pudo sentir su respiración. Él se sentía bastante inestable.

-Uh… Representante de la Clase, ¿que… está ocurriendo?

-Aún no lo entiendes.

-Lo lamento mucho, pero no.

-En serio… Estoy mostrando deliberadamente el objeto ‘espero que pretendas jamás haber visto,’ ¿A menos de que entiendas a qué me refiero? Actualmente, no soy ni ‘alguien perteneciente al Laboratorio en Jefe de la Nación’ ni ‘ la representante de la clase que quiere que finjas ignorancia de su identidad,’ ¿entiendes?

-En ese caso… ¿Quién eres tú?

-— ¿No es obvio? Sólo soy yo, Ueno Kirika. La Ueno Kirika que no piensa en sus propios asuntos y te ayudó antes. Qué juego de palabras absolutamente ridículo estoy jugando aquí.

-Entonces… Eso significa…

Kirika torció las comisuras de sus labios como si estuviera exhausta. Retiró la correa y la devolvió a su manga.

-Sí… Chicos, se enfrentan a algún tipo de problema, ¿no? Realmente eres malo ocultando el asunto. Ya que sabía que algo estaba ocurriendo, ser ignorada me enojó bastante, ¿bien? No lo olvides, ¡fingir ignorancia también acumula el estrés!

-En otras palabras, ¿aún quieres ayudar? Pero… ¿Lo tienes permitido?

-Al igual que la última vez. Como la Representante de la Clase, no puedo ignorar los problemas a los que se enfrentan mis compañeros de clase. Además—

Kirika puso mala cara ligeramente mientras miraba a Haruaki.

-Sí tratando de fingir ignorancia de mis secretos altera tu actitud hacia mí, podríamos volver a interactuar con secretos compartidos. Cambié mi forma de pensar. Para ser honesta, la forma en la que me trataste hoy y ayer, era como si hubiera una pared entre nosotros. Qué frustrante.

-Hmm, ya me di cuenta de eso… Lo siento. Por lo más que traté de fingir, más parecía el peso en mi mente.

-No importa, entiendo que eres inútil en ese sentido. Así que, siempre y cuando volvamos a la forma en la que era antes—no hay problema, ¿no?

En contraste a sus palabras implacables, el rostro de Kirika parecía relajarse como si esperara una solución tranquilizadora.