C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 1

Capítulo 3 – Antinomia de la Temperatura Corporal de Cada Uno / ‘Maldición Fría, Maldición Caliente’

Parte 7

-Como ponerlo… ella es demasiado pesada. ¿Su peso se relaciona con su forma real?

-Bueno… Supongo que pueden estar relacionados… ¿Tomamos turnos?

-Sigo bien. Te la confiaré después.

Haruaki caminaba llevando a Fear en su espalda. Aunque pensó en tomar un taxi, llevar a una chica inconsciente sería demasiado sospechoso. No había pasado ni un momento desde que comenzaron a caminar, la lluvia cesó gradualmente. Finalmente, tomaron un atajo a casa. Desde que se hizo de noche, había pocos peatones naturalmente, y no había ni la más mínima preocupación de ser detenidos por alguien.

Sin embarga, Haruaki podía escuchar a la gente susurrando acerca de su mal comportamiento, caminó un poco hacia adelante, Kirika volvió su cabeza hacia atrás y preguntó:

-… ¿Forma real?

-Umm, uh… hablaremos de eso más tarde si te parece.

-¿Oh?, muy bien. A propósito, Konoha-kun, no conozco el camino, así que caminar al frente es un poco difícil para mí, ¿sabes?

-Ah, perdón por eso. Por cierto, ya se hizo tarde, ¿qué pasa con tu familia?

-Vivo sola, así que ese no es un problema. Así que no trates de alejarme con esa razón.

-E-Eso no era a lo que me refería…

-Estoy bromeando.

Konoha y Kirika caminaban lado a lado mientras Haruaki las seguía lentamente tras ellas. Repentinamente sintió que la sensación de la nariz de Fear en su cuello había desaparecido, así que se apresuró a mover su espalda para devolverla a su posición. En ese momento sintió algo liso y suave. Ésa era su barbilla, ¿cierto? Pensó. Pero justo cuando intentó caminar otra vez–la piel de ella se estremeció.

-Tú me dijiste pesada… por segunda vez…

En ese instante, Haruaki pensó en sí debería girar su cabeza y mirar hacia atrás, pero decidió seguir caminando así.

-Es la verdad. En serio, ahora ni siquiera puedo pararme firmemente.

-Hacia una dama… ¡Cómo puedes hablar tan groseramente! Voy a enojarme, ¿sabes? ¡Te maldeciré!

-Qué coincidencia, estoy enojado también. ¡Te maldeciré!

-¿Qu-Qué?

Konoha y Kirika miraron atrás pero no dijeron una sola palabra.

-…Bájame. También, por qué… no, yo…

-Déjame decirlo otra vez, ¡te maldeciré! Mi maldición es muy poderosa, ¿sabes?, entonces–por favor guarda silencio a menos de que quieras ser maldecida. Si me pides que te baje o te deje sola, sufrirás una tragedia instantáneamente.

-… ¿Qué me pasará?

-Tu busto no va a crecer.

-¿¡Qué dijiste!?

Su voz mostró una medida de fuerza de voluntad. Al parecer ella recuperó su forma habitual.

-Además, tus maldiciones son inútiles contra mí, no desperdicies tu energía.

-…

-Porque son inútiles, no puedes amenazarme y no quiero escuchar tu testarudez. Para escapar de casa, cómo te atreves–¡recordaste que eres una invitada que mi padre me confió y debo cuidar! No importa cuántas veces huyas de casa, siempre te traeré de vuelta, ¡prepárate!

Fear parecía haber intentado decir algo pero al final, su voz se atoró en su garganta. Desde los muslos que sostenía con sus brazos, Haruaki pudo sentir a Fear relajarse por completo de repente. Con una voz temblorosa, ella dijo:

-… Que engreído, cuando claramente eres sólo un mocoso desvergonzado.

-Oh mí, ¿entonces te debo una disculpa?

-No creas que puedes mirarme hacia abajo sólo porque no puedes ser maldecido. Si no reconsideras esa mentalidad tuya… te aplicaré una maldición de la manera más directa, ¿quieres eso?

¿Cómo?–Justo cuando Haruaki se preguntó, sintió el movimiento de los brazos de Fear que habían estado descansando en sus hombros. Como si cruzara sus brazos, mantuvo sus brazos apretados en el cuello de Haruaki. Su cabello empapado, suave rostro, pecho plano y sus pálidas piernas estaban presionados con fuerza contra Haruaki.

-… ¿Qué tal esto? ¿Sientes ése frío? ¡Te lo mereces! Porque no vas y sufres esta maldición conocida como el resfrío…

-Qué aterrador, realmente, ¡ésta es una maldición que todos sufren al menos una vez al año!

En realidad, el cuerpo de Fear que lo abrazaba fuertemente se sentía frío.

Pero precisamente por eso–Haruaki pensó.

Si él podía sentir su calor escapar rápidamente, entonces definitivamente–

Fear seguramente estaría sintiendo esa calidez justo ahora.