Amagi Brilliant Park

Volumen 2

Capítulo 2: ¡Estamos Escasos de Fondos!

Parte 4

Esta era la información que Moffle y macaron tenían—

La cueva se encontraba dentro de la ladera de un valle en la selva remota en el segundo parque. Supuestamente, lo que solía ser un refugio antiaéreo construido durante la Guerra del Pacífico.

Una hermosa noche de verano, Dornel y sus amigos se la pasaron charlando sobre la cueva. También habían oído los rumores acerca de ser un refugio antiaéreo, pero resultaba difícil de creer, ¿por qué habría necesidad de construirla cuando no había nadie para evacuar dentro de su proximidad? ¿Tal vez no era un refugio antiaéreo, sino los restos de algo mucho más grande?

Dornel y sus amigos luego fueron en una expedición para descubrir la verdad detrás de la cueva.

—Toda la inteligencia recopilada hasta ahora es cierto, fumo. Macaron y yo estábamos con él entonces, después de todo. Yo he optado por no ir porque tenía un ensayo para el desfile del día siguiente. Mirando hacia atrás, realmente debería haberlos detenido en ese entonces…; dijo Moffle.

— ¿Y qué pasó después?

—Dornel nunca regresó, ron; Respondió Macaron.

Se dice que los dos compañeros de Dornel se encontraron en una esquina del segundo parque dos días más tarde, medio muertos y cubiertos de heridas y suciedad de la cabeza hasta los pies. Ellos estaban tan agotados que ni siquiera podía hablar una palabra.

Después que los dos se recuperaron, ambos afirmaron que había un laberinto dentro de la cueva. Los tres entraron inicialmente en un estado semi-borrachos, los tres terminaron perdiéndose y fueron asaltados por monstruos y trampas.

Después de buscar frenéticamente la salida en un intento de escapar mientras bebían agua del charco para sobrevivir, terminaron en lo más profundo del laberinto. Vieron un cofre del tesoro custodiado por un enorme dragón que miraba con ojos que se encendieron como su aliento—

— ¿Un dragón dices?

—Sí, un auténtico dragón.

—No es otra de esas historias de fantasía…

Al ver la expresión incrédula de Seiya, Moffle frunció el ceño.

—Personalmente me parece difícil de creerlo también, fumo. Pero de todos modos, eso era su pretensión.

— ¿Y luego?

—Dornel terminó siendo capturado por el dragón y posiblemente podría haber sido devorado, fumo. Los otros dos lograron escapar de una pieza y encontraron su camino a la superficie.

Los miembros de Amaburi organizaron un equipo de búsqueda y de rescate aventurándose en la cueva por todas partes, pero encontraron un callejón sin salida a varios metros dentro de la cueva.

—Era una cueva muy vieja pero no había rastros de algo anormal, fumo. Se realizaron búsquedas en todas partes, pero no pudimos encontrar la entrada de ese laberinto.

—Y así no tuvimos más opción que renunciar a la búsqueda… Dornel sigue desaparecido hasta el día de hoy.

—Y eso fue toda la información que tenían.

—… ¿Bueno, gastaste todo este tiempo sólo para decirme acerca de las afirmaciones de un cofre del tesoro por parte de algunos tontos borrachos?; La cabeza de Seiya comenzaba a dolerle.

—Mofu. Supongo que puedes ponerlo de esa manera… pero lo más importante—

—Mi. ¡Lo he traído!

Tiramie entró en la sala de reuniones, todavía jadeando. Había salido de la habitación momentáneamente después de que Macaron le susurrara algo al oído.

Tiramie se aferró a una pequeña y rústica caja de madera vieja.

— ¿Qué es eso?

—Es uno de los elementos guardados en nuestro almacenamiento conmemorativo, fumo. El almacenamiento contiene todo tipo de cosas, desde fotos a trofeos que Amaburi ha obtenido a lo largo de sus 30 años de historia. Los recuerdos generalmente no mantienen algún valor monetario, pero éste es diferente; esto pertenece a la cueva de Dornel…

Moffle tomó la caja y la abrió.

—Una de las dos mascotas que escaparon del laberinto mantuvo esta moneda en su mano, fumo.

Había una gran moneda de oro en la caja de madera. Tenía un diseño extraño que nunca había visto antes, y su tamaño era un poco más grande que una típica moneda de 500 yenes.

—Es una moneda utilizada en el reino mágico Schubert, ron. Yo diría que su valor podría ser de unos ¥ 100.000 ahora, dados sus 100 años de historia.

—Eh…

Seiya utilizo un pañuelo para recoger la moneda e inspeccionarla.

Por otro lado, Tiramie llevó el susto de su vida y gritó: — ¿100.000, mi? ¿¡Por qué no dijiste eso antes!? ¡Me hubiera escapado con eso!

— ¡Es precisamente por eso que no te lo dije, fumo! Y oye, Seiya, devuélvamelo.

—Tch…

Moffle tomó la moneda de Seiya, colocándola cuidadosamente de nuevo en la caja y cubriéndola con la tapa.

—Se dice que hay un montón de monedas de este tipo en el laberinto. Si los rumores resultan ser verdad, nuestra cuenta bancaria saltara varios dígitos, borrando con eficacia cualquier rastro de problemas financieros, ron.

—Si fuera cierto, fumo. Nunca lo sabremos hasta que lo averigüemos por nosotros mismos.

La conversación de la “Cueva de Dornel” terminó allí. Al final, la reunión concluyó sin ningún tipo de ideas sólidas que podrían resolver el problema financiero.