Hidan no Aria

Volumen 2: Polvo de Diamante Ardiente

5ta Bala: Polvo de Diamantes

Parte 5

 

 

Sólo su mano derecha sostenía la empuñadura, cerca de la guardia. Como si la mostrara, llevó lo plano de la espada sobre su cabeza.

Era una postura muy extraña que no pertenecía a ninguna escuela de esgrima.

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-Jeanne. Ya no voy a contenerme.

-¿…?

-Estoy a punto de mostrarte lo que está oculto dentro de las Sacerdotisas de Hotogi, el Kidoujutsu sellado. Nosotros, como tú, hemos estado llevando continuamente el nombre de nuestro antepasado. Aria tiene 150 años. Tú tienes 600 años. Y en cuanto a nosotros… hemos tenido 2000 muy largos años…

“Clac” Pensé que Shirayuki había apretado su espada…

El frente de su espada, con una vibración, estalló en una llama camelia.

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Y mientras miraba, la llama se encendió y cubrió toda la hoja.

¡Iluminando la habitación, había un infierno…!

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Con esto, no podría pensar que la llama fue causada por aceite, o incluso un dispositivo de gas.

Eso…eso era real.

¡La carta del triunfo de Shirayuki, su habilidad especial!

-“Shirayuki” simplemente es un nombre falso para ocultar el verdadero. Mi nombre prohibido, mi verdadero nombre es… “Himiko [2]”.

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Cuando terminó de hablar.

Shirayuki se lanzó del suelo, disparándose hacia Jeanne como un cohete.

Jeanne, aturdida por un momento por la muestra de Shirayuki de su habilidad, de repente se agachó.

Utilizó una exquisita espada occidental, oculta detrás de su espalda, para desviar el golpe lleno de fuerza de Shirayuki.

Las espadas chocaron…cristales de hielo como joyas volaron donde deberían haber estado las chispas, dispersándose mientras se fundían en ese calor feroz…

La…la espada desviada de Shirayuki fue a la computadora junto a ella sin esfuerzo, y sin siquiera un sonido, la cortó a la mitad.

Jeanne rápidamente puso algo de distancia entre ella y Shirayuki.

¡Obviamente esta retirándose…!

-¡Fuego…!

En ese rostro de una belleza impresionante, una expresión llena de miedo mezclado con aprehensión apareció.

El yo en Modo Histeria es capaz de entender.

Ella tiene miedo del fuego.

Hace un momento dijo que, el linaje de Jeanne comenzó a explorar sus habilidades porque su ancestro fue casi quemada hasta la muerte.

Y la razón por la que lo hicieron, sin duda fue porque tenían miedo.

Cada generación de ese linaje, debido al miedo que sentían, comenzaron a investigar sus artes secretas, el hielo.

-Ese ataque de ahora fue una de las artes especiales Hotogi, Hinokagabi [3]. Y a continuación, será Hinokagutsuchi [4]… A tu espada, voy a destruirla.

Shirayuki llevo esa resplandeciente espada una vez más a su cabeza.

Era como si estuviera sosteniendo una espada de fuego.

Así que así es, esta postura fue creada con el propósito de evitar que las llamas de Shirayuki la lastimaran a ella misma.

-Este es el final. No hay nada que mi Irokaneayame no pueda cortar.

-Esa es mi línea. Mi espada sagrada “Durandal” puede cortar lo que sea.

Jeanne, enfrentándose a Shirayuki, parecía estar centrando todo el valor en su cuerpo dentro de la espada.

Es una antigua, pero imponente espada occidental.

El zafiro incrustado en la guardia de la espada brillaba en la luz ardiente del infierno de Shirayuki.

“¡Bam!” Shirayuki saltó hacia adelante una vez más…

Pero desde mi punto de vista, estaba corriendo hacia la victoria.

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Sus espadas siguieron enfrentándose, levantando un clamor inimaginable.

Todo lo que las espadas de Shirayuki y de Jeanne tocaban era destrozado como si estuviera hecho de papel.

Las computadoras gigantes, así como los estantes sosteniéndolos, las puertas del ascensor a prueba de balas, el piso de concreto, las paredes…todo.

Pero, todavía había dos cosas que no habían sido cortadas.

Eran, la espada de Shirayuki, Irokaneayame, y la espada sagrada de Jeanne, “Durandal”.

Esas brillantes espadas, capaces de cortar todo lo que tocan, después de numerosos intercambios y enfrentamientos, aún seguían completamente intactas.

-¡Esto es…una batalla de Choutei de elite…!

A mi lado estaba Aria, levantando la cabeza en estado de shock.

-Aria.

Me agaché, y le pregunté en voz baja:

-¿Puedes moverte?

-Debería…casi estoy bien. Pero mi arma está congelada en el suelo, e incluso si logro sacarla, sería inservible. Mis pistolas no son resistentes al hielo. Si no la desmantelo y le doy mantenimiento, no seré capaz de usarlas.

Aria bajó la cabeza lamentablemente para ver la M1911, sellada en el piso por el hielo.

-Vamos a hacer un plan.

Escuchando mis palabras, Aria, que normalmente trabaja sola, levantó la cabeza… violentamente.

Y entonces asintió.

Parece que el yo en Modo Histeria es un compañero confiable para ella.

-…Podemos querer ayudar a Shirayuki, pero si no la ayudamos en el momento correcto, sólo vamos a estorbarle. Aria, dijiste que has capturado usuarios de habilidades como Jeanne antes, ¿verdad? ¿Hay una forma de explotar una de sus debilidades?

-Usuarios de habilidades tan poderosos como esto…para ser honesta, nunca los he visto antes. Pero, esta batalla…no creo que sean capaces de sostener esto por mucho tiempo.

-¿No se puede mantener por mucho tiempo?

-Entre más poderoso es un usuario de habilidad, más rápido se agota su energía espiritual. Ellos usan una cantidad mínima de energía cuando se enfrentan con Buteis…pero cuando se encuentran con uno de los suyos, van a ir con todo, como se muestra aquí. Por lo tanto, su energía espiritual no debería durar mucho tiempo. En ese momento, vamos a atacar.

-¿Eres capaz de reconocer ese momento?

-Por mi experiencia, debería ser capaz de hacerlo. Sin embargo, la mayor parte de esto es instinto. ¿Confías en mí?

La voz de Aria parecía estar un poco inquieta.

Esto es así porque antes dije que no le creía, esas palabras dañaron su corazón.

Con mi corazón llenó de vergüenza, me levanté, y acaricie suavemente su pelo rosa.

-Recientemente, he sido un completo idiota. ¿Puedes perdonarme? Juro que…mientras esté vivo, voy a confiar en ti.

-¿M-mientras estés vivo?

-Puede que no haya nadie en el mundo que confíe en ti, pero mientras esté vivo, estaré a tu lado.

Mire dentro de sus ojos camelia, derramando mis sentimientos más profundos…

Su cara ya estaba roja, casi del mismo color que sus coletas gemelas, pero en ese momento, sus…

Sus mejillas se volvieron de un color similar a las fresas maduras, y se sonrojó aún más.

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Debido a que su cara sorprendida parecía estar contenta, yo…

-¿Estás feliz?

-… ¡I-idiota Kinji…! ¡T-tú…aún cuando estás en tu Modo Despierto, sigues siendo un idiota…idiota…!

-Dime. Quiero saber lo que realmente sientes.

Le pregunté esto.

-………E-estoy…un poco feliz. ¡P-pero sólo un poco!

-Si Aria está feliz, entonces yo también estoy feliz. Entonces Aria, ¿vas a confiar en mí?

-…Uuu, uu.

Finalmente, la mirada de Aria, como un niño viendo a un adulto, se encontró con la mía, y asintió furiosamente.

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Parece que ya se siente de esa manera sobre el yo en Modo Histeria.

-Entonces, tenemos confianza entre nosotros.

Escuchando mis palabras decisivas, el corazón de Aria parecía haber sido sacudido, y llevó sus manos ligeramente cerradas a su pecho.

-Con eso, espero que puedas confiar en ti misma, y me digas el momento de atacar. Juntos, vamos a…capturar a Durandal.

 

Hidan no Aria Volumen 2 Capítulo 5 Parte 5

 

Durante el tiempo en que Aria y yo acabábamos de restablecer nuestra confianza…

Ahora…donde Shirayuki siembre había tenido la ventaja en la batalla de fuego contra hielo, por primera vez, parecía estar luchando con el oponente.

-¡…!

La respiración de Shirayuki parecía que estaba a punto de detenerse, y apretó los dientes, cargando hacia adelante con la espada en sus manos.

Con este golpe, con todo el peso de su cuerpo detrás de ella, Jeanne, con un fuerte ruido, finalmente fue arrojada al suelo, cayendo contra la pared.

Pero…

-¡Haaa, haaa, haaa…!

Shirayuki ya estaba muy cansada. Como si tratara de probar que Shirayuki casi no podía respirar, la espada, envuelta en llamas, estaba apagándose lentamente.

-Tira tu espada, Jeanne…Tú…has…perdido.

-He…he he.

Siguiendo la risa de Jeanne, sin dirigirse a nadie…

En un instante, partículas de hielo aparecieron a su alrededor, moviéndose como una fina niebla.

Siendo oculta por esa niebla, pasó por debajo de Shirayuki con un movimiento giratorio.

Shirayuki trató de cortar en diagonal, pero su espada, perdiendo sus llamas…

Se estrelló contra la pared y se detuvo.

Era obvio.

Shirayuki ya había agotado toda su energía… en estos pocos minutos.

Aria tenía razón.

Los Choutei son muy fuertes. Tienen poderes más allá de la imaginación de un humano. Pero, no son buenos en batallas largas.

Lo mismo pasa con la magia en los RPG. Esos personajes que pueden usar ataques mágicos devastadores…pero una vez que agotan su mana…

-Haaa, haaa…haaa.

Shirayuki, sin soltar la empuñadura de la espada con su mano derecha, cayó de rodillas.

Parecía estar tan cansada como alguien que acababa de correr un maratón.

La espada todavía pegada en la pared, cayó al suelo, y la mano izquierda de Shirayuki tocó el piso junto a ella buscando la vaina…y por alguna razón, envainó la espada.

-Qué ingenua…eres tan ingenua como una roca. Sin atacar mi cuerpo, y sólo apuntando a mi espada. Romper mi espada sagrada, “Durandal”…es absolutamente imposible.

Jeanne parecía haber recuperado la compostura, y apuntó el borde de “Durandal” hacia Shirayuki.

No ha llegado…Aria, ¿todavía no ha llegado?

El momento en que puedo atacar, ¿no ha llegado?

-¡Ugh…!

Vi a Shirayuki, que parecía estar escondiendo la espada envainada detrás de su cuerpo, apretar sus dientes.

¡Shirayuki…!

No podía soportarlo más, y estaba a punto de precipitarme cuando Aria tomó mi mano.

-¡Todavía no, Kinji…! ¡Shirayuki todavía tiene para un golpe final…! Se necesita tiempo para usar sus habilidades…y creo que… ¡está concentrando su poder ahora…!

Aria, susurrándome esto, parecía estar convenciéndose a ella misma con esas palabras también.

Alrededor de Jeanne, que estaba levantando su espada, aparecieron una vez más cristales de hielo, y continuaron flotando a su alrededor.

Además, en un abrir y cerrar de ojos, se extendieron en la habitación como una tormenta de nieve.

¡Ese amargo frío una vez más disminuyó la temperatura de la habitación por debajo del punto de congelación…!

-¡Vamos, “Fleur de la glace d’Orleans [5]”…conviértete en polvo de diamantes, y baila…!

Detrás de la nube de brillantes cristales de hielo, “Durandal”, aún en las manos de Jeanne, comenzó a acumular una luz blanca cegadora.

¡––En ese momento––!

-¡Kinji, sígueme después de 3 segundos! Gritó Aria.
Sacó las dos wakizashi de su espalda, y se lanzó hacia adelante, igual a una bala.

––1 segundo.

Jeanne, concentrada en luchar con Shirayuki, volvió su cabeza con un “Ah”.

––2 segundos.

-¡Un simple Butei se atreve a interferir!

Jeanne dominada por la ira, y agitó su espada en diagonal, pero más rápido que eso…

Aria usó la punta de su espada para enganchar la ropa de Sacerdotisa que Jeanne había dejado de lado hace un momento…

Esas ropas, volando por el aire, bloquearon la línea de visión del enemigo.

-¡…!

Aria siguió deslizándose en el suelo como una pelota de fútbol, acurrucada.

Sin embargo, Jeanne no se detuvo.

Pero Aria, aparentemente con una técnica de Aikido, predijo los movimientos de su enemigo y actuó en consecuencia.

“¡BAM!”

El flujo de luz aguamarina, cogió las ropas de Sacerdotisa…por arriba de la cabeza de Aria…en su abrazo mortal.

Esto es realmente como la escena de un RPG.

Ordenó los brillantes cristales de hielo en un vórtice, y furiosamente lo disparó hacia el techo.

En el techo parecía haber brotado una colosal flor de hielo, y estaba completamente congelado.

–– ¡3 segundos!

-¡Ahora, Kinji! ¡Jeanne ya no puede usar su habilidad!

No necesito que me lo recuerdes.

Me deslicé sobre la escarcha en el suelo, acelerando hacia adelante.

“¡Bang, Bang, Bang!”

Disparé mi Beretta, que ya había sido cambiada para disparar 3 veces, hacia el centro de Jeanne.

Ella inmediatamente retiró su “Durandal”, desviando las 3 balas.

Pero ya había predicho esto. Porque ella es una maestra de la espada que es capaz de luchar en igualdad con Shirayuki.

Yo…seguí cogiendo velocidad mientras me deslizaba, preparándome para entrar en un combate cuerpo a cuerpo con Jeanne.

Tiroteos de contacto…había practicado esto cuando estaba en Asalto.

Pudimos haber usado escudos antidisturbios durante las prácticas…pero, siempre que el enemigo tenga una manera de defenderse contra las balas, este método es útil. Se centra en usar una lluvia de balas para causar múltiples impactos, venciendo al enemigo.

-¡Sólo eres un Butei!

En ese momento, Jeanne se precipitó hacia mí, de forma inesperada.

Las espadas gemelas de Aria se dirigieron a sus pies.

Jeanne, que ya predijo esto, saltó por encima de su ataque, corriendo hacia mí furiosamente.

No sólo era capaz de usar lo plano de su espada para desviar mis balas, sino que también torció el borde en un ángulo, viniendo directamente a mi cabeza.

-¡…!

Ese tipo de movimiento sobrehumano… ¿no perdiste ya tu magia?

Y este corte era mucho más rápido de lo que pensaba.

El arco de “Durandal” casi había llegado a mi cabeza…

…En ese momento.

Para el yo en Modo Histeria.

Todo se estaba moviendo en cámara lenta.

Métodos para negar este peligro…

Todavía hay uno.

Esta técnica requiere el uso de ambas manos.

Pero, no puedo soltar mi pistola en la mano derecha.

Si tuviera que comparar esto con el ajedrez, esa pistola en mi mano derecha era la pieza clave de toda mi estrategia.

Así que con mi mano izquierda libre, yo…

-¡…!

Atrapé la espada sagrada, “Durandal”.

––Usé Capturar el Borde––

––Versión Una Mano.

Mientras la espada estaba acelerando hacia mí, lo encontré muy difícil. Sin embargo, logré llevarlo a cabo.

Esto es gracias al Modo Histeria, así como al entrenamiento que Aria me había estado dando.

-¡…!

“¡PAM!”

Jeanne, todavía aferrándose a “Durandal”, cayó a mi lado.

-… ¿Cómo puede haber…alguien así…?

Jeanne, viendo que su amada espada estaba atrapada entre mi dedo índice y el medio… como pensaba, aún no perdía su espíritu de lucha.

Seguí sosteniendo su espada con la mano izquierda, y apunté mi pistola hacia su cuello con mi mano derecha.

-…Esto se acabó, Jeanne. Sería mucho más fácil para todos nosotros si fueras obediente…

Dije, como si reprendiera a un niño…

-Ley Butei Artículo 9.

Respondió Jeanne.

Aparté la mirada por un momento, riendo.

Ella tiene razón.

Si deseo cumplir la Ley Butei, no puedo atacar su cabeza.

-No lo he olvidado. Los Butei no pueden asesinar personas.

-Haha. Realmente eres una señorita increíblemente inteligente.

-¿S-señorita…?

No estoy seguro si estaba avergonzada por este nombre, pero la cara de Jeanne se sonrojó.

-¡P-pero, yo no soy un Butei!

Dijo, mientras ponía más presión sobre la espada.

Detente ya, señorita.

Ya te lo dije.

Este encuentro ya se ha decidido.

“¿Por qué?”, podrías preguntar…

“¡Tap! ¡Tap, tap, tap…!”

Tras el rastro de continuas pisadas de unas zapatillas de madera…

-¡¡No voy a dejar que ataques a Kin-chan!!

Gritó Shirayuki, corriendo hacia nosotros…metiéndose entre yo y Jeanne, justo donde estaba “Durandal”.

-… ¡Hihi No Hotogikami [6]…!

La espada, todavía envainada, la desenvainó con un feroz corte.

Una luz carmesí brilló del interior de la vaina, y junto a la espada, cortó a “Durandal”.

Un vórtice de fuego, que parecía una gigantesca trayectoria encendida de una bala, se encendió, imparable, hacia el techo…

 

“¡¡Bang……!!”

 

¡El hielo en el techo se rompió en mil pedazos, como si hubiera sido golpeado por un lanzador de granadas!

Fuaah…Fuaah…

En medio de la lluvia de fragmentos, la boca de Jeanne se abrió, completamente asombrada de que “Durandal” se hubiera roto.

-¡…!

Esta fue la última escena que estaba ante nosotros.

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Hizo que Jeanne, que no tenía idea de cómo reaccionar a la situación, abriera mucho esos ojos que parecen zafiros.

Y allí de pie, aturdida.

-¡Durandal!

De repente, una voz de Seiyuu…

Resonó, esposando la mano derecha de Jeanne.

-¿¡Uu…!?

Jeanne miró a su propia mano, a las esposas hechas especialmente para los usuarios de habilidades.

No debería ser necesario decir esto.

Estas eran las esposas de plata que Aria compró en su primer día como guardaespaldas de Shirayuki.

-¡¡Estás bajo arresto!!

Aria saltó como un depredador, y cerró la esposa también en su muñeca izquierda.

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Yo…

-¿No lo dije? “Sería mucho más fácil para todos nosotros si fueras obediente”.

Me di la vuelta y recogí la mitad superior de la “Durandal” fragmentada, quitándola de la vista de Jeanne, que estaba en el proceso de que sus pies sean esposados por Aria.

Ella, a diferencia de su comportamiento…es como Aria, una señorita muy confiada.

Pero, esa confianza la llevó a su captura.

Jeanne. A pesar de que se acercaba el fin, aún nos subestimaste a mí y a Aria…Nos subestimaste como simples “Buteis”.

Esa es la única razón de tu derrota.

Porque los Butei aquí somos el yo en Modo Histeria, así como…la Holmes IV en Modo Compañero Adquirido, la Quadra Aria. De ninguna manera somos, sólo Buteis.

Ufff, exhalé ligeramente…

Y me acerqué a Shirayuki, que estaba acostada en medio de los escombros, agotada.

Shirayuki, encontrándose con mi mirada, rápidamente envainó la espada, asustándose un poco.

-Kin-Kin-chan.

Parece que lo primero que va a hacer es disculparse.

Levanté mi dedo índice, transmitiendo “No deberías decir eso, ¿verdad?”

-…Gra…gracias.

¿Gracias?

Voy a contarlo como aprobado.

-Shirayuki. Lo hiciste muy bien. La única razón de que pudiéramos capturar a “Durandal”… es tu trabajo duro.

-Tú… ¿Tú…no tienes miedo?

-¿Miedo de qué?

-Ha…hace un momento, mi…este, este tipo de cosas…

Dijo Shirayuki, con esos suaves ojos negros llorando bajo su flequillo.

Parece que piensa que estaría asustado después de ver su habilidad. Haha.

Así que está preocupada por este tipo de cosas.

Yo, riendo suavemente, le dije a Shirayuki, que tenía una expresión que decía: “No me odias… ¿verdad?”

-¿Cómo podría estar asustado? Esa fue una llama muy hermosa, y muy poderosa. Fue mucho más hermoso que los fuegos artificiales que vimos antes.

-Kin-chan…Uu…Uwaaa…

Shirayuki no pudo evitar empezar a llorar, y me abrazó con fuerza…

Devolví el abrazo, acariciando suavemente su espalda.

Sin importar cuánto tiempo, me quedaré contigo.

Hasta que dejes de ser una llorona.

Siempre sosteniéndote…suavemente.

Como cuando éramos niños, voy a consolarte, como cuando fuimos reprendidos severamente por salir a ver ese festival de fuegos artificiales.

Es verdad.

En ese aspecto, nada ha cambiado sobre Shirayuki.

Pero…se ha vuelto fuerte.

Lo suficientemente fuerte como para salir de la jaula que los Hotogi le inculcaron, lo suficientemente fuerte para batir sus propias alas de fuego, lo suficientemente fuerte para luchar por sus propias creencias.

Shirayuki, sollozando mientras me miraba, parecía estar calmándose…

-Después de esto…no puedes desaparecer sin un sonido, Shirayuki.

Y una vez más, viendo directamente a su cara, sonreí.

 

 






[2]  Literalmente Sacerdotisa Escarlata.

[3]  División Escarlata.

[4]  Destructor Escarlata.

[5]  Flor del Hielo de Orleans.

[6]  Dios Escarlata Hotogi.

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