10 nen goshi no HikiNiito o Yamete Gaishutsushitara Jitaku goto Isekai ni Ten’ishiteta

“Entonces los traeré en la próxima visita. Si no puedo encontrarlos, entonces tal vez en la visita posterior… Sin embargo, Yuuji-san, ¿Dónde van a vivir los esclavos?”.

“¿Eh? En la cas-… Ah, tienes razón, pensaré sobre eso. Tal vez, por el momento, será mejor hacer un lugar para los esclavos afuera…”.

Después de decir eso, Yuuji pauso el plan por ahora. Tal vez debería consultar con los del tablón, mientras Yuuji pensaba sobre eso, finalmente recordó lo que quería preguntarle a Kevin.

“Es cierto, Kevin-san. ¿Puedes obtener ganado?”.

“¿Ganado…? Puedo adquirirlo, pero el precio es bastante alto, ¿Sabes? ¿Qué tipo de ganado tienes en mente?”.

Hablando con Kevin, Yuuji había comprendido la situación y los tipos de ganado de este mundo.

Parece que la situación de la ganadería en este mundo era relativamente difícil. La causa era la existencia de organismos hostiles conocidos como monstruos. Para que el ganado no fuera atacado por monstruos, los pastos fueron cerrados totalmente por muros y fortalezas, incluso eran custodiados por vigilantes. Por lo tanto, no había mucha gente que tuviera ganado fuera de la zona de relativa seguridad que rodea a una ciudad donde se erradican monstruos. Alguien podría obtener ganado de una ciudad fronteriza como Ciudad Purumie, pero el número era bajo y el precio era caro.

“Woof, woof”, Kotarou ladró en un tono arrepentido. ¿Quería participar como un perro pastor? Qué mujer tan codiciosa. Aunque ella es un perro.

“El ganado de tamaño grande que puede ser adquirido en la ciudad Purumie son los caballos, vacas, ovejas y cabras. El ganado pequeño son pollos y ya que el pollo no necesita de una gran área, el precio es bajo… Por lo tanto, ¿Cuál quieres?”.

“Hmm, por favor, déjame pensarlo”. Diciendo estas palabras, Yuuji estaba siendo indeciso sobre este asunto. A pesar de que estaba realmente decidido en adquirir esclavos.

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“Yuuji-san, después de obtener esclavos, comprar de ganado y tener un campo completamente cultivado, entonces si la aplicas formalmente como [Tierra Pionera], entonces serás reconocido como un [Ciudadano Pionero]. Tendrás que pagar impuestos, pero, bueno, si esta tierra de cultivo se descubre entonces tendrás que pagar de igual forma. Si eres reconocido como un Pionero y pagas el impuesto, entonces obtendrás el certificado de ciudadano que necesitas para entrar en una ciudad. Por supuesto, si te inscribes como Pionero, entonces hay una posibilidad de que el hecho de que seas un Visitante pueda ser descubierto…”.

Eran buenas noticias. Hace ya tres años desde que Yuuji llegó a este mundo, finalmente, una forma legítima para entrar en la ciudad apareció frente a sus ojos.

“¿Cuánto sería el impuesto? Como puedes ver, actualmente, la cosecha aún no da fruto, así que estamos en un momento difícil… Además, para solicitar el registro, ¿No es necesario entrar en la ciudad?”.

“En primer lugar, la tierra Pionera recibirá deducciones de impuestos por los tres primeros años, así que estarás bien. Yuuji-san también contará con los ingresos de la venta de conservas. Ah, yo seré quien pague los impuestos por las ventas de la comida. Además, para el registro de la tierra, puedes entrar en la ciudad por un corto período de tiempo. Incluso en el caso de que el registro es rechazado, no tienes que culparte, así que por favor no te preocupes. Bueno, si entras en la ciudad después de decir eso y no aplicas por el registro, entonces serás convertido en un esclavo criminal”.

Kevin le decía algo aterrador mientras seguía sonriendo. Sin duda después de escuchar eso él podría entrar en la ciudad para registrarse, sin duda alguna en la cabeza de Yuuji, él pensó que podría ir rápidamente a la ciudad sólo por decir: “Estoy aquí para registrarme”. Pero él apenas evitaría ser un esclavo criminal. Bueno, estaría bien registrarse aunque fuera rechazado. Sin embargo, en ese caso, aunque sólo entró en la ciudad por primera vez y sólo por poco tiempo, necesitaría aguantar el riesgo de que se expusiera su condición de Visitante. Sin embargo, puesto que su objetivo era garantizar su suministro de alimentos, la decisión de Yuuji de seguir limpiando la tierra para el cultivo era, quizás, la opción correcta.

Limpiar y cultivar la tierra para la seguridad alimentaria.

Aumentar su Rangos y entrenar (un poco) para protegerse a sí mismos.

Hablar con el Vendedor para obtener dinero y conocimiento.

Por último, parece que Yuuji necesita hacer los preparativos para viajar a la ciudad.

Aunque, todavía había la necesidad de ampliar los campos de cultivo para ser reconocido como un Pionero.

“De alguna manera, ¿No es demasiado fácil para que un Pionero reciba un certificado de ciudadano? Además, tengo un mal presentimiento sobre registrarme después de terminar la limpieza…”. Parece que incluso Yuuji sentía cierto malestar.

“Sí, originalmente el registro debe realizarse previamente. Sin embargo, para hacerlo, alguien debe preparar previamente el dinero. Por supuesto, esto tomaría varias o incluso decenas de años; o podrían unirse a un grupo durante un tiempo. Debido a esto, el rey anterior hizo un decreto de que en caso de que alguien hubiera abierto los campos agrícolas en la región fronteriza, entonces incluso si realiza el registro luego, sería reconocido como un Ciudadano Pionero poseyendo sus tierras. Ya que ser Pionero es todavía algo muy raro pero sigue creciendo, ese decreto sigue vigente hasta ahora. Por cierto, cuando se hizo ese decreto, había mucha gente en los barrios pobres de la Capital. La mayoría de ellos se dirigieron al Gran Bosque, aunque puede decirse que la mayoría de los intentos de Pioneros terminaron en fracaso”.

Qué historia tan triste. Tal vez, si él no hubiera tenido su casa o la línea de vida y si el internet no estuviera conectado entonces… Entonces esa historia sería la de Yuuji.

Entonces, en ese momento.

“¡Kevin-san, Yuuji-dono! ¡Goblins y Orcos están atacando! ¡Por favor, quédense donde están!”.

Los Aventureros, que estaban en la tierra limpiada no lejos de allí, gritaban en voz alta.

Kevin, Yuuji y Alice miraron a la dirección en donde están los Aventureros.

Kotarou corrió hacia fuera de la casa y estaba viendo entre el grupo de Yuuji y el de los Aventureros.

Lo que apareció fueron tres Goblins y un Orco. Confrontándolos estaban los tres aventureros.

En el centro, el hombre que sostiene el gran escudo, Joss, se paró frente a su grupo con un gran martillo en su mano derecha. Parado a pocos pasos detrás de Joss en el lado derecho estaba Hector, que llevaba una armadura blanca con líneas rojas llamativas. Él ya había desenvainado su espada corta y la blandía en su mano.

Más atrás estaba la arquera con el arco en mano, Irene. Ella ya había puesto una flecha en su arco con forma de M, lista para disparar sus flechas en cualquier momento.

Luego detrás de ellos, tranquilamente de pie entre el grupo de los Aventureros y el de Yuuji estaba Kotarou.

Ella tenía una mirada seria en su rostro, como si ella nunca pasaría por alto alguna cosa en el campo de batalla. “¿Cómo cooperaré con los Aventureros?” Tal vez ella pensaba sobre esto.

Sin ninguna seña en particular, la arquera Irene lanzó su flecha, que perforó el abdomen del Goblin más cercano en la derecha. El Goblin cayó rápidamente.

Sin embargo, Irene no tuvo la oportunidad de hacer el segundo disparo ya que los dos Goblins habían llegado a la parte delantera del gran escudo que Joss tenía.

Joss con rapidez pasó su escudo a su mano izquierda para defenderse del garrote del Goblin. Él iba a lanzar un ataque contra uno de los Goblins con el martillo en su mano derecha, pero sólo fue un amago.

Sin que nadie se diera cuenta, el hombre de armadura llamativa, Hector, atacó por detrás al Goblin y rápidamente cortó su cuello. El resto de la cabeza del Goblin tenía incrustado el martillo de Joss, cayendo.

“¡Estén concentrados, este es el verdadero problema! ¡El Orco está viniendo!”.

Con un sola grito, Joss incitó a los miembros de su grupo, Hector y Irene a mantenerse vigilantes mientras él sujetaba su escudo.

Haciendo caso omiso a las flechas que Irene había disparado perforándolo, el Orco vino corriendo con su enrome garrote.

“Uuoooooh”, mientras hacía tal grito de guerra, el Orco chocó con el escudo que Joss sostenía.

El resultado de esa colisión fue que Joss saliera volando. No había opción. Aunque Joss tenía una gran estructura, el Orco era un enorme ser de 2 metros de estatura, además corría con toda su velocidad.

Sin embargo, debido a ese choque, el Orco se detuvo.

“¡Buen trabajo, Joss! ¡Déjamelo a mí!”.

Diciendo eso, Hector acuchillo al Orco. Aunque llevaba una armadura llamativa, era fiable en batalla. Esquivando el garrote del Orco, Hector apunto a sus miembros. La velocidad del Orco era relativamente rápida cuando se mueve, pero es lento para iniciar los movimientos. Aprovechando esto, Hector se movía constantemente, por lo que el Orco no podía atacar, Hector utilizo los espacios que encontró y lo corto poco a poco. Parece que él apuntaba a una batalla de desgaste.

Joss, que había sido lanzado a la parte posterior, también corrió y se unió a la batalla.

Dejándole el ataque frontal del Orco a Joss, Hector atacaba y cortaba por los lados o por detrás. Entonces, qué quiso él decir con: “Déjame esto a mí”.

La arquera Irene estaba observando la batalla mientras tomaba precauciones de los alrededores. Tal vez ya que se ha convertido en una batalla cuerpo a cuerpo y ya que había una preocupación de que sus flechas le dieran a sus aliados, ella sólo estaba viendo si había algún refuerzo enemigo.

Ambos lucharon contra el Orco por poco tiempo. Hector con su llamativa armadura atacó desde atrás, su espada perforó su estómago. Mientras que caía de rodillas, el gran Joss movió su martillo hacía la cabeza del Orco.

El trío de Aventureros con seguridad habían alcanzado la victoria.

Kotarou, que observaba la batalla atentamente, vio que la batalla había llegado a su conclusión, exhaló su aliento y se dirigió hacia Yuuji. Como si dijera: “Al final, no fue nada peligroso”.

Kevin el Vendedor miraba tranquilamente la batalla. Quizás como su empleador, él evaluaba su valor.

Así, de esta manera Yuuji observaba cómo la gente de este mundo luchaba por primera vez. A pesar de que esto era algo nuevo para Yuuji, él cometió el error de no tener la cámara en la mano.

Por suerte, sin que Yuuji se diera cuenta, antes de la batalla comenzara, Alice lo había llamado, “¡Yuuji-nii!” y le entregó la cámara. Alice tenía sólo 7 años de edad. Pero, qué niña tan inteligente.

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